Capítulo 64:Tia y sobrino

Era de noche en la ciudad de Orario y por sus calles en dirección a la sede de la familia Astrea dos bellas mujeres caminaban lentamente y en silencio.

Ellas eran Alfia y Galatea las cuales tenían moretones en todo su rostro y su cabello completamente desordenado.

Su pelea "amistosa" había terminado hace unos cuantos minutos habiendo durado un poco más de una hora quedando en empate ya que no siguieron peleando ya que se dieron cuenta del destrozo que le estaban haciendo a esa parte de la ciudad.

-idiota -susurro Galatea.

-cierra la boca.

-te arde, te arde mucho que te digan tus verdades ¿Verdad? -pregunto Galatea viéndo con una expresión malhumorada a Alfia.

-escucha Galatea, no me duele....

-si te duele, admitelo -la interrumpio cruzándose de brazos-. No eres más que una estúpida mujer engreída que no le gusta que le digan sus verdades a la cara y siempre has sido así, Meteria lo sabía y te lo decía siempre, por eso discutias muy a menudo con ella aunque no durabas mucho tiempo enojada con ella.

-y tú eres una odiosa entrometida que siempre cree tener la razón en todo lo que dice pero no es así, no eres más que una mujer que se cree que aún está en sus dieciocho años cuando ya está cerca de tener cuarenta.

-¿Y cuando he dicho yo que tengo dieciocho?.

-te comportas como una niña estúpida que solo piensa en bromear, madura.

-¿Madurar? Perdón pero a mi no me molesta la edad caso contrario a ti que te duele que te digan que eres una anciana decrépita y canosa y a pesar que ya eres una vieja te sigues manteniendote en una esquina intentando hacerte la mujer interesante falta de atención pero no eres más que una antisocial de mierda.

-Galatea más vale que cierres la maldita boca, estas acabando con mi paciencia.

-no te preocupes, lo entiendo, los ancianos tienden a tener poca paciencia por la edad.

-Galatea te lo advierto....

-¿El que ancianita? Siempre te crees mucho con tus amenazas queriendo intimidar a los demás pero déjame decirte que eso conmigo no funciona, puedes ser más fuerte que yo pero me vale, yo seguiré hablando e insultandote hasta que se me de la gana.......bruja.....

-una......solo una palabra más.....por favor, solo una......

-....

-....

-....

-....

-Tangamandapio.

-¡Gospel!.

En el momento en que Alfia lanzó su magia Galatea se movió con toda su velocidad logrando esquivarlo impactando en una casa abandonada la cual se derrumbó.

-cálmate mujer, vas a matar a una persona inocente -dijo Galatea sorprendida al ver que no dudo en lanzar su magia sin verificar si había alguien atrás.

-.....solo callate.....

Y con esas palabras Alfia le dio la espalda y siguió caminando en dirección a la sede de la justicia siendo seguida por Galatea.

-oye...

-Gos....

-¡No espera! No voy a bromear contigo -interrumpio antes de que lanzara su magia-. Quiero volver al tema inicial.

-.....

-¿Vas a hablar con Bell? -pregunto Galatea curiosa.

-no te voy a decir nada ya que es probable que estés de entrometida escuchando la platica.

-¿Entonces si hablaras con él?.

-solo callate, creo que es la primera vez que me duele tanto la cabeza por escuchar tú voz, solo quiero dormir un poco.....

-bien, pero que conste que tú comenzaste con la pelea, no yo........y mi voz es hermosa, Bell me lo ha dicho muchas veces.....

-si lo que digas.........y deja de mirarlo de esa manera, le doblas la edad.........

-yo lo miro como yo quiero.....

Y con esa platica ambas siguieron caminando hacia la sede viendo que estaban las luces encendidas señal que todas aún estaban despiertas aunque era obvio, a penas eran las siete de la noche.

Al llegar al lugar empezaron a caminar por los pasillos en dirección a la sala donde probablemente estaban todos reunidos.

Y afectivamente, allí estaban todos....

En un sofá estaba Ardee y Hera platicando y el resto de asientos estaban las demás de la familia a excepción de Bell captando su atención.

-vaya.......¿Que les paso? -pregunto Astrea con una sonrisa nerviosa al ver lo lastimadas que estaban.

-¿Usted que cree? -pregunto Galatea con una leve sonrisa.

-¿Pelearon?.

-tsk -chasqueo la lengua Alfia con molestia.

-lo tomare como un si.

-l‐las curare.

Una nerviosa Maryuu se acercó a ambas y empezó a curarlas siendo la mayoría de daño en sus rostros por la gran cantidad de golpes.

-¿Y quien ganó? -pregunto Lyra curiosa.

-¡Ja! Obviamente yo -respondio la pelimorada orgullosa-. Nunca tuvo una oportunidad.

-siento que barrio el piso con usted -susurro Kaguya con una sonrisita de burla.

-no tanto como yo barro el piso contigo -dijo Galatea viendo fijamente a la oriental-. Cuando logres conectarme un golpe puedes burlarte de mi todo lo que quieras, mientras tanto manten cerradita la boca que de esa manera no sigues perdiendo más puntos.

-como si los necesitará.

-e‐espero que no hayan causado destrozos en la ciudad -dijo Astrea con una sonrisa nerviosa esperando lo peor.

-para nada, no se preocupe diosa Astrea, la ciudad quedó intacta........creo..........pero al menos nadie murió........creo........

-pueden ser unas impulsivas pero son cuidadosas en no dañar a los demás en sus peleas -dijo Hera viendo a Astrea-. Así que no te preocupes por esas dos.

-eso espero.

-ahora ¿En donde íbamos? -pregunto Hera volteando a ver a Ardee.

-me estaba preguntando sobre mis gustos -dijo la chica con una sonrisa.

-cierto, me he dado cuenta que tú y Bell tienen el mismo gusto por los héroes, es raro la verdad -dijo la diosa viendo con curiosidad a Ardee.

-me gustan mucho los cuentos de héroes desde que era niña, mi hermana mayor me los leía así que me volví una fanática de ellos y cuando conocí a Bell me sentí mucho más feliz, había encontrado a alguien con mis mismos gustos por los héroes ¡Nos volvimos amigos al instante! -contó Ardee con emoción.

-bueno, no me extraña, Bell quería un amigo que le gustaran también los héroes para hablar sobre ello pero no había nadie en el pueblo, tenia una amiga pero......bueno, no importa -dijo negando levemente no queriendo recordar aquellos sucesos-. Yo le leía muchos cuentos a Bell cuando era niño así que de allí nació su gusto por ellos.

-si, él me contó unas cuantas cosas sobre ello.

Hace un rato Hera había entrado a la sala y vio a Ardee y Bell leer un libro de héroes juntos mientras hablaban que les parecía tal y tal escena.

Hera solo vio con curiosidad la interacción de ambos dándose cuenta inmediatamente que esa chica era una fan de los héroes como su hijo.

Honestamente desde que la conoció no le había tomado nada de importancia pero ahora que había visto eso le había llamado la atención.

Así que en el momento en que Bell se fue Hera se acercó a Ardee para platicar con ella y saber unas cuantas cosas y desde allí comenzó su platica.

Y tenía que admitir que.........Ardee le estaba agradando......

-por cierto ¿No haz intentando eliminar esas manchas de tú rostro? -pregunto Hera curiosa viendo las cicatrices en el rostro de Ardee.

-¿Uh? Al principio si pero al final me di cuenta que era imposible eliminarlas -explico tocando su mejilla.

-vaya, debe de ser difícil para tí.

-¡Para nada! Al principio me incomodaba mucho pero Bell me dijo que soy linda así que ya no me importan, soy feliz con esas palabras -dijo Ardee con una sincera sonrisa de felicidad al recordar ese momento haciendo que Hera abriera los ojos un poco sorprendida.

Aunque segundos después no pudo evitar sonreír orgullosa.

-vaya, ese chico sabe elogiar a alguien en el momento correcto -susurro la diosa.

Ella había criado a Bell de la mejor manera posible así que ella estaba cien por ciento segura que Bell no intento coquetear con Ardee para lograr algo, si la elogio de esa manera es porque fue de lo más profundo y sincero de su corazón, probablemente queriendo eliminar todas aquellas inseguridades que atormentaban a la chica lo cual logró.

Como madre se sentía orgullosa de las acciones de su hijo dándose cuenta que lo educó muy bien al momento de tratar a una dama.

Aunque también se dio cuenta que fue un arma de doble filo ya que en esa semana se había dado cuenta que muchas chicas estaban interesadas en él, había creado un monstruo sin querer.

-tú nombre es Ardee ¿Cierto?.

-¡Si!.

-Ardee, cuentame algo más sobre ti.

-¡Claro!.

Mientras ellas platicaban Galatea solo las observaba curiosas, era raro, muy raro que Hera actuará de esa manera con una chica que era muy cercana a su hijo, la única que más o menos trato de forma amable fue a Hana al ser la mejor amiga de Bell de aquel entonces y dado que Ardee se parecía a Hana en muchos aspectos no físicos pues probablemente le recordó a ella.

Después de verlas por unos segundos más observo de reojo al resto de chicas que estaban dispersas en la sala fingiendo que no les importaba haciendo cada una sus cosas pero podía ver como claramente algunas observaban de reojo a Ardee y a Hera con cierta incomodidad para después seguir con lo suyo.

-....je -y lo único que hizo Galatea fue reír por lo bajo con gracia al verlas así.

Galatea estaba más que consciente que muchas de ellas por no decir todas estaban interesadas en su pupilo, le daba mucha curiosidad que fue lo que hizo Bell en todos los meses que estuvo con ellas para lograr eso aunque estaba segura que las enamoro sin darse cuenta.

Era algo típico de él, lo mismo hizo con ell....

-oigan ¿Y Bell? -Galatea interrumpio sus pensamientos al darse cuenta de la ausencia del albino preguntando por él.

-¿Bell? Hace un rato dijo que iría a su habitación ya que se sentía mareado -respondio Astrea-. Espero que este bien, dijo que bajaría a la hora de la cena que ahora que recuerdo tengo que prepararla.

-¡Yo le ayudo! -se ofreció Ryana.

-entiendo, así que fue a descansar -susurro Galatea llevando su mano a su barbilla-. Espero que su mareo sea pasajero......¿Uh?.

Galatea se dio cuenta como Alfia se dio la vuelta para irse de la sala.

-¿A dónde vas Alfia? -pregunto curiosa.

-iré a darme una ducha, por tú culpa estoy sucia.

-te lo merecías así que no te quejes.

E ignorando esas últimas palabras Alfia abandono la sala en dirección a las duchas de la sede.

-¿Ustedes se odian? -pregunto Ryuu curiosa.

La verdad es que todas se sorprendieron por la repentina discusión entre ambas, toda esa semana ellas no se habían comportado así aunque no hablaban mucho entre ellas pero ahora de la nada ambas explotaron terminando en puñetazos.

Era como si en todo ese tiempo ambas habían estado reteniendo eso.

-¿Odiarnos? ¡Claro que no! Yo no odio a Alfia y quiero creer que ella tampoco me odia pero......digamos que esta es una discusión típica entre compañeras -respondio con una sonrisa nerviosa-. Además que no la odie no significa que no le vaya a decir sus verdades a la tonta esa, ya saben, los mejores amigos son los que te dicen las verdades a la cara.

Al escuchar eso Lyra volteo a ver a Alise con intenciones de decir algo.

-guárdate tú comentario Lyra -pero antes de que dijera algo Alise la interrumpio haciendo que Lyra soltara una risa de gracia.

-el punto es que no se preocupen por pequeñeces, en el pasado Alfia y yo discutíamos todos los días, hoy fue un juego de niñas comparado a nuestras peleas del pasado.

Las chicas no pudieron evitar sentir un escalofrío al escuchar eso, no querían ni imaginarse como serían ambos monstruos luchando en serio entre ellas.

-bien, entonces iré a preparar la cena, no me tardaré mucho -dijo Astrea caminando a la cocina siendo seguida por Ryana y Haruhime la cual siempre ayudaba a cocinar, le gustaba mucho.

-y yo mientras tanto me relajare en el sofá, de tanto entrenarlas también me siento cansada -dijo Galatea soltando un suspiro y sentarse a la par de Celty-. ¿Que hay pequeña elfa? ¿Que cuentas?.

-¿Mañana yo participaré en los combates?.

-¡Exacto! Y yo seré tú oponente para más diversión.

-ugh.

Mientras con Alfia.

En el baño de la sede.

En la tina de dicho baño estaba sumergida Alfia para intentar relajarse un poco después de la montaña de estrés que le causó Galatea.

-estúpida -susurro queriendo estrangular a la pelimorada.

Lo que más la enfurecia de todas las palabras que le dijo es que eran ciertas y eso le molestaba.

No podía negar nada de lo que dijo y eso la frustraba, prefirió irse por su cuenta y abandonar al pequeño que su propia hermana le pidió cuidar que aunque en ese momento le remordio la consciencia aún así se fue.

Pero ahora ese remordimiento era más grande en su corazón y eso era lo que le había impedido hablarle desde que lo conoció.

En el momento en que lo vio se sorprendió al ver que era la viva imagen de Meteria a excepción de sus ojos rojos y lo traumatizada que estaba su mirada.

Según Astrea, Bell era un chico muy amable y bondadoso algo que le sorprendió ya que las dos personas que lo criaron no eran las más cuerdas, Hera, una tirana engreída y que se enojaba por cualquier cosa y Galatea, una loca sádica a la hora de entrenar a las demás personas.

Le sorprendía que a pesar de haberse criado con dos personas así tenga una personalidad muy similar a la de su hermana.

En pocas palabras ambas mujeres lo habían criado con mucho amor evitando que copiara las personalidades de ellas.

-......

Alfia se sumergió más en el agua quedando solo su nariz para arriba al descubierto.

-hablar con él -pensó.

No era que tuviera miedo pero no sabía como iniciar una platica ¿Cómo le explicaría todo?.

Además que había notado algo raro en la personalidad del albino en todos esos días, era algo que no le agradaba de él aunque sabía que había una razón por la cual lo estaba haciendo, dudaba mucho que fuera una persona falsa.

Aunque no lo miraba tan raro, después de lo que escucho que había vivido no le extrañaría que estuviera muy afectado.

-tengo que explicarle todo.......y disculparme con él aunque sea hipócrita de mi parte -pensó saliendo poco a poco de la tina y cubrir su cuerpo con una toalla-. Además que si no lo hago la tonta de Galatea no dejara de molestarme.

Así que tomando un cambio de ropa que había llevado con ella ya que su vestido favorito se había rasgado por culpa de la pelimorada teniendo ahora una ropa mucho más cómoda pero no mucho de su agrado.

Con eso hecho decidió caminar hacia la habitación de Bell y llevarlo a un lugar especial.

Por alguna razón se sentía un poco nerviosa por hablar con él, probablemente por el gran parecido que tenia con Meteria ya que en toda su vida su hermana era la única que logro ponerla nerviosa, si tan solo no tuviera esos ojos rojos que malograba todo.

-malditos genes Cranel -pensó con molestia.

Nunca le cayeron bien esos dos hermanos, principalmente Silver que era un pervertido que estaba atrás de su hermana.

Con Sava era distinto, nunca cruzo muchas palabras con él en el pasado pero por ser hermano de Silver tampoco le agradaba mucho, siempre lo miro como un chico apartado del resto de personas, Meteria le decía que era un chico de buen corazón o eso era lo que le contaba Silver a ella en sus tantas platicas.

Aunque eso de "chico de buen corazón" duro poco cuando se convirtió en el mayor asesino y fundador de la organización más peligrosa de la ciudad y a pasar de nivel tres a seis en pocos años, nadie supo como lo logró pero estaban seguros que era por una habilidad.

En pocas palabras se convirtió en el mayor peligro de todas las personas de Orario.

Aunque tampoco es como si le importara todo eso, por la única razón por la que estaba en esa ciudad era para vengar la "muerte" de su sobrino aunque todo eso quedó en el pasado cuando descubrieron que seguía vivo.

Y ahora era la maestra de unas mocosas, no sabía como terminó en esa situación y lo peor es que lo hizo sin dudar en el momento en que Galatea sugirió lo de entrenarlas.

No sabía porque pero sentía cierta tristeza y enojo al ver lo débil que aún era Orario, sentía que el sacrificio de Zald fue en vano porque estaba segura que él estaba muerto aunque nadie lo haya mencionado, tenia que estarlo y eso la enojaba y la entristecia recordando todo lo que hizo ese hombre por ella y terminar de esa manera.

Por eso acepto entrenarlas y ver si podía fortalecer aunque sea algo a esa nueva generación aunque solo sea la familia de la justicia, es lo único que podía hacer por él que tanto se esforzó por esa ciudad.

-.....

Y con esos pensamientos Alfia llego a la habitación del albino viendo un pequeño letrero de madera colgando en la puerta con su nombre.

Así que soltando un suspiro sabiendo que esa sería una platica larga toco la puerta.

"Toc, toc".

-.......

El sonido de cosas cayendo al suelo se escucharon en el interior confundiendo a Alfia.

-y‐ya...jeje....ya voy.....

-..... -Alfia alzó una ceja al escuchar la voz del albino, su tono era como el de alguien que se estaba aguantando por reír-. Lo sabía, hay algo raro en él.

Pasaron los segundos escuchandose ruidos adentro hasta que momentos después Bell abrió la puerta asomando un poco su cabeza y se sorprendió al ver a la peliplateada allí.

-tía.........señorita Alfia -cambio rápidamente sus palabras al recordar que no le gustaba que la llamaran así.

-¿Te sientes bien? -pregunto Alfia extrañada notando la expresión de incomodidad de su sobrino.

-e‐estoy bien, simplemente tenía un dolor de cabeza y vine a dormir un poco.

-entiendo -susurro no muy convencida.

No conocía de casi nada a Bell pero sabía que estaba mintiendo y también podía ver bajo su actuación de personalidad.

Desde los primeros días supo que estaba ocultando algo.

-¿N‐Necesita algo? -pregunto Bell.

-¿Estas ocupado?.

-no ¿Porque?.

-quisiera que me acompañaras a cierto lugar fuera de la sede, quiero mostrarte un lugar -respondio tranquilamente-. ¿Puedes?.

-s‐según recuerdo no tengo permitido salir de la sede por ordenes del gremio -dijo nervioso.

-¿Importa lo que digan ellos?.

-la verdad a mi no me importa lo que piense el gremio.........d‐digo -Bell se puso nervioso al darse cuenta lo que dijo y el tono de voz que utilizo-. ¿No me meteré en problemas?.

-......es de noche y la gente está encerrada en sus casas, nadie nos verá -dijo la mujer tranquilamente-. ¿Vienes conmigo?.

-.....

Bell lo pensó por unos segundos sabiendo que tenía prohibido salir de la sede pero la verdad es que tenía ganas de salir y respirar aire fresco, de verdad lo necesitaba.

-b‐bueno, esta bien.

-entonces vamos.

Y con eso dicho Alfia empezó a caminar siendo seguida por Bell no molestandose en llegar hasta la puerta ya que Alfia salió por una de las tantas ventanas del pasillo.

-¿A donde vamos? -pregunto Bell curioso corriendo por los tejados junto a la mujer.

-ya te lo dije, a un lugar especial -susurro su respuesta sin voltear a verlo-. Allí podremos hablar tranquilamente sin que nadie nos interrumpa.

-e‐entiendo.

Bell se extraño un poco, era la primera vez que hablaba con su tía desde que se conocieron, la verdad es que nunca se acercó a ella ya que siempre tenia una expresión de mal humor y no quería molestarla y por lo visto ella tampoco se acercó a hablar con él......hasta hora.

Así que llegó a la conclusión que quería decirle algo importante.

-por cierto, eres rápido -dijo Alfia volteando a verlo-. Estoy ocupando gran parte de mi velocidad y puedes seguirme el paso aunque es obvio, eres un nivel seis.......aunque yo nunca me centre mucho en mi físico, mi fuerte es mi magia.......y aun así soy buena en ambas.

No era que quisiera presumir pero Alfia estaba consciente del enorme talento que tenía, mismo talento que ella odiaba ya que hasta la fecha seguía creyendo que le robo todo el talento a su hermanita la cual paso casi toda su vida en cama.

Y según Galatea Bell heredó su mismo talento aunque en menor medida pero Alfia estaba segura que Bell era igual de talentoso que ella ya que llegó a nivel cuatro fuera de Orario, eran muy pocos los que lograban esa hazaña y él lo pudo. No quería ni imaginarse cuanto hubiera mejorado si hubiera estado desde el principio en Orario.

-de hecho estoy ocupando casi toda mi velocidad para seguirle el paso, usted es muy fuerte -dijo Bell con una sonrisa nerviosa.

-.......

-¿Que?.

-nada, sigue corriendo.

Así ambos siguieron corriendo por los tejados de las casas hasta llegar a cierta parte abandonada de la ciudad.

-¡Oh! Recuerdo esta calle -pensó Bell viendo el lugar abandonado-. Aquí aplaste las cabezas de unos cuantos miembros de Evilus.

A los recuerdos de Bell llegó cierta noche donde habían por lo menos seis miembros de Evilus con sus piernas y brazos rotos en el suelo suplicando por sus vidas.

Mientras él se paseaba de un lado a otro con un tubo de hierro sólido en su mano aplastando las cabezas de uno en uno mientras revelaban información del resto de miembros de la organización.

Esa iba a su lista de una de las muertes más sangrientas que había causado.

"¡Fue maravilloso!".

-callate.

-llegamos.

Bell dejó de discutir con su voz interna al escuchar a Alfia hablar deteniéndose al lado de ella estando enfrente de una iglesia algo deteriorada.

-entremos -susurro la mujer entrando al lugar seguida de Bell.

El interior de la iglesia estaba casi en total oscuridad solo entrando algo de luz de la luna por las ventanas logrando iluminar el camino pudiendo ver que estaba muy deteriorada por dentro.

Normalmente tenían que haber muchas bancas pero solo habían como unas diez, probablemente el resto las habían robado.

-y pensar que este lugar estaba antes lleno de vida -susurro Alfia con cierta nostalgia y tristeza.

-vaya, a pesar que mate personas cerca de aquí no me di cuenta de esta iglesia -pensó Bell un poco arrepentido pero no por matarlos si no porque en ese lugar pudo haber dormido mejor y más tranquilo que en esos edificios abandonados que estaban cerca de derrumbarse.

Pero nada de eso se comparaba a su cómoda cama, de verdad la extrañaba.

-¿Q‐Que hacemos aquí? -pregunto Bell un poco nervioso viendo a todos lados.

-.....

Alfia al escucharlo hablar se dio la vuelta para verlo fijamente con una expresión seria.

-.....

-.....

-.....

-¿Q‐Que? -pregunto nervioso y extrañado por la mirada de la mujer.

-¿Puedes dejar de actuar así? Me molesta un poco -pidió Alfia tranquilamente.

-¿A‐A que se refiere?.

-no es necesario que finjas conmigo Bell, no te conozco casi nada pero puedo ver perfectamente cuando alguien esta fingiendo su personalidad y eso es lo que tú haz estado haciendo toda esta semana, me sorprende mucho que Galatea no se haya dado cuenta aunque probablemente no lo quiera ver, esa mujer te adora así que no notará ese pequeño detalle o por lo visto hará todo lo posible para no verlo.

-......

-no actúes y solo compórtate como verdaderamente eres, no hace falta ya que solo estoy yo y no me importa como seas.

-......

Bell solo miro fijamente a Alfia y segundos después su mirada tímida y nerviosa paso a ser una apagada y aburrida con una mezcla de emociones negativas.

-¿Que es lo que quiere? -pregunto Bell en un susurro sentándose en una banca del lugar y ver el suelo.

-mucho mejor -dijo sentándose a su lado-. No es que odie las personalidades tímidas pero si odio cuando alguien finje ser algo que no es.

-pues perdón por hacerlo, no era mi intención molestarla -susurro levantando la mirada y ver curioso la iglesia-. ¿Porque me trajo aquí?.

-por una razón en especial, este era el lugar favorito de Meteria......de tú madre.

Bell a pesar que no lo reflejo en su rostro ya que no podía si se sorprendió un poco por dentro.

-mi madre.

-quería hablar contigo en un lugar en el que me sintiera cómoda y que mejor que aquí, tú hogar es muy ruidoso con tantas mocosas dando vueltas por todos lados.

-a mi me gusta, escuchar sus voces me calma y me relaja -susurro cerrando sus ojos.

-......Bell.

-¿Si?.

-¿Porque estabas fingiendo tú personalidad? -pregunto un poco curiosa-. De verdad me resultaba raro verte compórtarte como un chico tímido y algo nervioso, se sentía tan forzado, principalmente por el aura que siempre te rodeaba.

-.......

-¿No es algo que quieras hablar?.

-no es eso -dijo volviendo a bajar la mirada-. Simplemente no se como compórtarme al lado de ellas, no se como actuar.

-........

-no es que no tenga emociones, me siento feliz al lado de ellas, las quiero mucho y mi mayor deseo es verlas sonreír......pero......desde que desperté de la muerte no tengo una personalidad como tal -dijo viendo la palma de su mano-. Cuando rio no es que esté fingiendo ya que el sentimiento aparece en mi corazón pero el resto no así que tengo que forzar una risa para que vean que todo esta bien.

-hace un rato te escuche reír en tú habitación y no parecía forzada.

-eso.........son ataques de risa que aparecen repentinamente, no es algo que pueda controlar aunque ya tenia mucho tiempo que no aparecían.

-así que por ese motivo abandonaste la sala.

Bell solo asintió levemente en confirmación.

-no actuó como tal ya que actuar seria también estar fingiendo el enorme cariño que siento por todas ellas y eso no es una mentira.

A los recuerdos de Bell llegaron los momentos con las chicas.

Sus platicas con Ardee, sus momentos en el taller con Lyra, su platica con Ryana.......su momento con Kaguya esa noche.

Todo eso era genuino en su corazón pero no sabía como expresarlo.

El único sentimiento que había podido expresar sin fingir eran sus lágrimas, todas las veces que soltó lágrimas como su reencuentro con Hera y demás fue completamente genuino, las pocas veces que no tuvo que actuar.

-en mis recuerdos puedo ver mi personalidad antes de todo esto, era alguien un poco tímido y nervioso así que decidí actuar así para que todas ellas se sintieran cómodas a mi lado......tenía miedo que se alejaran al ver que ya no era él Bell que todas ellas recordaban.

-puedo ver que todas ellas te quieren mucho, dudo mucho que te rechacen por algo tan pequeño como eso.

-lo se pero las inseguridades no me las quita nadie -dijo soltando un suspiro-. Le pido perdón si llegue a ser molesto con mi personalidad, no quería incomodar a nadie.

-no te preocupes, te entiendo así que no hace falta que te disculpes -dijo dejando caer su espalda en el respaldar de la banca al igual que Bell-. Aunque puedo ver que hay algo mal en ti, hace poco te vi discutiendo contigo mismo.

-normalmente en este momento me sonrojaria de vergüenza porque alguien me vio actuando como un loco pero no puedo expresarlo -dijo con la mirada apagada-. ¿Es normal escuchar voces en tú cabeza?.

-para nada.

-entonces estoy loco -dijo volviendo a soltar un suspiro-. Ignoremos eso, no quiero centrarme en mi problema mental en este momento.

Alfia solo vio a Bell con un poco de tristeza, antes con solo verlo sabia que estaba mal pero no creyó que tanto y por lo visto estaba sufriendo mucho por dentro.

-así que ¿Me dirá el motivo por el cual quiere hablar conmigo? -pregunto Bell curioso.

-......

-me imagino que la razón por la que estamos aquí en el lugar favorito de mi madre es para decirme el motivo por el cual me abandono ¿Cierto?.

-eres un chico muy listo ¿Lo sabias? -susurro bajando la mirada-. ¿Y como sabes que te abandone?.

-mi maestra habla de más de vez en cuando.

-esa maldita boca floja -pensó con enojo queriendo estrangular a la pelimorada-. Pues haz acertado, quiero hablar sobre ello contigo.

-pues antes de empezar déjeme decirle que no estoy enojado con usted o algo por el estilo, no la conocía hasta hace una semana y media.......me imagino que tuvo sus razones para abandonarme.

-solo son excusas nada más -dijo con una mirada melancólica-. ¿Alguna vez Hera te contó sobre una grave enfermedad que padecía tú madre?.

-probablemente aunque no lo recuerdo.

-cuando termine esta estúpida guerra veremos que hacemos con tú amnesia.

-poco a poco recuerdo cosas así que pronto recuperaré mis recuerdos.......espero.

-bueno, volviendo al principio, Meteria y yo teníamos una enfermedad muy grave aunque tú madre la tenía mucho más avanzada que yo, a penas podía caminar por el jardín de la sede sin agotarse rápidamente -dijo con tristeza al recordar aquellos tiempos-. Pero a pesar de eso tú madre siempre tenía una amable sonrisa en su rostro, nunca dejó que la enfermedad la llevara a la depresión, más bien ella vivía cada día al máximo como si fuera el último.

-suena a que fue una gran mujer.

-lo fue, mucho mejor que su hermana -dijo con frustración-. Él punto es que esa misma enfermedad fue la que la llevó a su muerte un año después de tú nacimiento, ese último año fue el más feliz de su vida ya que te tenía a tí, a pesar que sus brazos eran muy débiles intentaba cargarte por casi todo el día aunque su cuerpo débil no lo permitía pero aun así era feliz teniéndote.

Bell a pesar que nunca conoció a su madre sintió un sentimiento cálido de felicidad al escuchar eso, al saber que su madre lo amo mucho aunque sea por un año.

-¿Y mi padre? -pregunto curioso.

-no arruines la platica.

-perdón.

Un suspiro cansado soltó Alfia no queriendo pensar en el inútil de Silver.

-lo último que hizo tú madre antes de morir fue darte un beso en la mejilla, con solo ver sus ojos podía ver su gran deseo de seguir viviendo y verte crecer.......pero fue algo que lastimosamente no se pudo -susurro con tristeza.

-quería mucho a mi madre ¿Cierto?.

-ella era todo para mí.........y a pesar de eso deje a un lado su único recuerdo.

-.......

-y como te dije anteriormente yo también padecía esa enfermedad aunque en menor medida pero aun se mantenía allí la cual avanzo mucho más en el momento en que le di muerte al Leviatan, en ese momento supe que mi momento de vida se había acortado mucho más al sentir mi cuerpo debilitado.

Bell lo único que pensó fue que esa era una enfermedad horrible sintiéndose triste de que su madre haya muerto por ello, con lo que escucho de ella tenía muchas ganas de haberla conocido.

-antes de morir tú madre dijo unas últimas palabras -dijo levantando la mirada y ver a su sobrino-. "Cuida a Bell"......su última voluntad fue que yo cuidara a su hijo.......y yo no lo hice, no culpo a Meteria si me odia.

-me imagino que tuvo sus razones -susurro Bell.

-si, razones egoísta y cobardes -dijo volviendo a bajar la mirada-. Como odio que Galatea tenga razón.

-.........¿Entonces?.

-.......es resumen, la razón por la cual me negué a cuidarte fue...........por miedo.......

-¿Miedo?.

-si.....miedo -dijo con amargura-. Miedo de tomarte cariño y que tú me tomaras cariño para que al final dejarte solo por culpa de mi enfermedad.........no pude evitar sentir todo eso en el momento en que Meteria me pidió cuidarte.

-......

-mi enfermedad había avanzado mucho así que era más que obvio que en unos cuantos años más moriría, tenía miedo de irme a vivir contigo y morir repentinamente cuando tú seas un niño y dejarte abandonado.....solo en un mundo lleno de personas con malas intenciones.

-......

-por eso empecé a sentir muchas inseguridades preguntándome si yo era la persona correcta para cuidarte, estaba segura que no lograria estar viva hasta que tú tuvieras la edad suficiente para valerte por ti mismo........en mi mente siempre se reproducía la escena de un pequeño niño de cinco años llorando porque su madre adoptiva murió quedando solo en este mundo sin que nadie pueda cuidarlo o guiarlo.

Esa había sido una decisión muy difícil para Alfia, el día que murió Meteria estuvo todo ese día y toda la noche dándole vueltas y vueltas a su petición preguntándose si debía cuidarlo o dejárselo a alguien más.

En lo más profundo de su corazón quería quedarse junto a ese pequeño bebé y cuidarlo como llegó a cuidar a su hermana, incluso mejor.

Pero al final los miedos le terminaron ganando y a la mañana siguiente tomo sus cosas y se fue de allí esperando que su diosa le diera el amor que ese niño necesitaba.

-también estaba la opción de cuidarte junto con Hera pero........convivir junto a esa mujer -una expresión de desagrado apareció en el rostro se Alfia al pensar en ello, nunca se llevó bien con su diosa hasta ahora que ambas se habían tranquilizado en personalidad-. Así que eso sería, el motivo por el cual te abandone fue por un miedo que no supe controlar, hasta la fecha me sigo arrepintiendo de esa decisión.

-.....

Bell solo miro con cierta compasión a Alfia ya que entendía muy bien lo que ella sintió, el sentimiento de querer estar con alguien pero que al final los miedos te ganen.

Fue lo mismo que le sucedió a él cuando regreso de la muerte, tenía unas inmensas ganas de regresar con su familia pero sus miedos de no saber que era lo que era ahora y que podría hacerles daño impidió que se acercara a ellas y tomar ese camino oscuro lleno de asesinatos.

Por eso entendía lo que sintió Alfia en ese momento ya que ambos lo sintieron, miedo de estar con las personas que querían por sus inseguridades y temores.

-comprendo lo que sintió -susurro Bell.

-¿Enserio?.

-si y no la culpo, somos humanos después de todo......o bueno, yo alguna vez lo fui.

-a mis ojos sigues siendo un humano, lloras, hay veces que sonríes de forma genuina, tienes sentimientos, todo eso es lo que te hace un humano. Lo único que te falta es aceptarte a tí mismo y volver a ser lo que alguna vez fuiste.

-aceptarme a mi mismo -pensó bajando la mirada.

-en mi viaje por el mundo aprendí muchas cosas que antes mi ingenua mente no entendía, conocí a muchas personas con distintas personalidades, sueños, motivaciones. Pude ver lo tan grande que era el mundo dejando a un lado la burbuja en que me había encerrado......supongo que eso hizo que cambiará algo en mi personalidad.......aunque desgraciadamente por decidir conocer el mundo no pude estar junto a tí y cuidarte......lo siento.

-.......hay algo que no entiendo.

-¿El que?.

-usted dijo que cuando yo nací le quedaba muy pocos años de vida pero ya pasaron dieciocho años y sigue aquí ¿Cómo es eso posible? -pregunto extrañado.

-sabía que harías esa pregunta -susurro viendo el techo de la iglesia-. Pues resulta que en mi viaje por el mundo no estaba sola, alguien decidió acompañarme.

-¿Quien?.

-era un miembro de la familia Zeus, su nombre era Zald ¿Lo conoces?.

-¿Zald?.......no, creo que no -dijo dudoso ya que sentía que había escuchado ese nombre.

-bueno pues resulta que ese hombre testarudo decidió acompañarme en mi viaje aunque yo no se lo pedí, siempre estuvo a mi lado cuidándome como si fuera mi padre........de verdad era un tonto.

-.....

-el insistió e insistió de viajar juntos por el mundo para buscar una cura para mi enfermedad y así ya no tuviera miedos para ir a tú lado, insistió tanto que al final acepte solo para que se callara porque en el fondo de mi corazón no tenía ninguna esperanza de encontrar una cura para esa estúpida enfermedad que mato a mi hermana pero ese cerebro de músculo nunca se rindió.

Por fuera Zald siempre parecía un hombre rudo y serio y lo era pero por dentro era alguien de buen corazón que intentaba ayudar siempre a los demás.

-no se cuanto tiempo pasamos viajando, creo que fueron alrededor de siete u ocho años, mi cuerpo se debilitaba más y más con cada día, la única razón por la cual me seguía manteniendo viva era por unas ramas curativas especiales que Zald siempre conseguía.......en los últimos dos años de buscar una cura él me cargaba en su espalda en gran parte de nuestros viajes para que no forzará más mi cuerpo ya que estaba muy debil.......me cuidaba como si fuera su hija.

Bell no conocía de nada a Zald pero con esas palabras que le acababa de decir su tía ya se había ganado por completo todo su respeto.

-yo ya había perdido por completo la esperanza, a penas podía mantener mis ojos abiertos por unas cuantas horas antes de que estos empezarán a arder con fuerza obligándome a cerrarlos por el resto del día.......solo me quedaban ya unas semanas de vida pero Zald nunca se rindió, él siguió buscando una cura hasta en el último momento.

Una sonrisa de nostalgia apareció en el rostro de la mujer al recordar esos momentos.

-hasta que un día en lo más recóndito del mundo, a kilómetros y kilómetros lejos de Orario escuchamos el rumor de un bosque elfico aislado por completo del mundo los cuales tenían una planta curativa y magias muy curiosas que solo habían en ese bosque y en ningún otro más, era nuestra única esperanza así que Zald inmediatamente decidió ir allí -una pequeña sonrisa de gracia apareció al recordar cierto detalle-. Obviamente al ser un bosque de elfos repudiaban todo tipo de razas que no sea la suya......bueno, repudiaban incluso a los demás elfos, solo los que vivían en ese bosque tenían permitido entrar y Zald aunque no le gustó la idea tuvo que actuar como el tipo malo y los amenazó diciendo que los mataría a todos de la peor manera posible si no me ayudaban a buscar una cura para mi enfermedad.

-........vaya -dijo levemente sorprendido al escuchar eso.

-así que el elfo más fuerte de ese bosque reto a Zald a un duelo, obviamente fue completamente humillado ya que se estaba enfrentando a un nivel siete así que los demás de mala gana nos dejaron pasar para investigar mi enfermedad y ver si tenia la posibilidad de recibir una cura.......creo que pase alrededor de una semana en ese bosque con ellos estudiando mi enfermedad y ver que podían hacer, Zald no se separo de mi ya que quería verificar que la "cura" que me darían no sea veneno.

-la cuidaba mucho.

-podría decirse que fue el padre que nunca tuve -dijo negando levemente-. Así que después de días de intentos e intentos probando distintas plantas curativas que solo crecían en su bosque encontraron lo más parecido a una cura la cual fusionaban con una magia muy curiosa que tenía el elfo más anciano del bosque, nunca había visto una magia así pero según ellos en los miles de años que lleva existiendo su bosque nunca ha salido ni un solo elfo al exterior así que es más que obvio que nunca se haya sabido de ellos en estos lados, una lastima ya que Hera hubiera hecho todo lo posible para mejorar la condición de Meteria.

-¿Entonces encontro la cura?.

-algo así, la enfermedad sigue allí pero esta.......sellada......

-¿Sellada?.

-si, la cura debilitó en gran medida la enfermedad pero no la borro así que solo era cuestión de tiempo para que volviera otra vez pero el elfo anciano aprovechando que la enfermedad se había disminuido mucho utilizo esa rara magia que solo pertenece a su bosque colocando una especie de sello para que ya no me afectara más pero no la elimino, lastimosamente también quedo sellado parte de mi fuerza y poder mágico.

-¿Uh?.

-el anciano me dijo que era necesario ocupar parte de mi poder para sellar la enfermedad y que por nada en el mundo intente utilizar ese poder otra vez, el sello no se rompería pero iría acortando mi vida mientras más poder ocupará así que estoy muy limitada en ese aspecto, solo puedo utilizar la justo para pelear y defenderme.......creo que por eso me duelen más de lo habitual los golpes de Galatea.

-vaya, esos elfos tienen magias muy curiosas.

-si, creo que por eso se mantienen aislados por completo del mundo para evitar que sus conocimientos salgan y también gracias a esas magias y plantas curativas tienen una vida muy longeva, según recuerdo ese elfo anciano tenía trescientos cincuenta años, jamás pensé que un elfo podría durar vivo por tantos años.

Bell por primera vez en la platica abrió los ojos sorprendido no esperando tal edad.

-asi que eso es, sigo viva gracias a Zald y esos elfos aunque parte de mi fuerza y magia fue sellada también aunque no me quejo, nunca me sentí orgullosa de ella.

-¿Y que paso?.

-bueno, después de prometerles a los elfos de no revelar su ubicación y sus grandes conocimientos nos fuimos de ese bosque con nuestro objetivo cumplido ahora pudiendo caminar por mi cuenta y tener abiertos mis ojos sin sentir ardor, creo que Zald estaba más feliz que yo en ese momento -dijo con un poco de gracia-. Pero ahora llegaba lo otro, ¿Regresar contigo ahora que estaba curada o no?.

-por lo visto fue un no.

-creo que en ese entonces ya tenias ocho o nueve años de edad, prácticamente la primera mitad de tú infancia ya habías sido completamente criado por Hera y Galatea, no tenía nada que hacer, hubiera sido hipócrita de mi parte llegar muchos años después para querer criarte ahora que ya había terminado la parte más difícil que era cambiarte los pañales y darte biberón.......además que no sabía como mirarte a los ojos a tí y a Hera.

-mi abuela dice que fue lo que mas sufrió en mi etapa bebé.

-no tenia nada que hacer allí, tú no me necesitabas o al menos eso creía así que decidí seguir viajando con Zald aunque a él no le gusto mi decisión ya que quería que regresara contigo ya que ese era el objetivo principal de buscar una cura pero como yo soy testaruda como él tuvo que aceptar en que lo siga acompañando aunque antes escribí una carta para Hera ya que en nuestro viaje nos encontramos al idiota de Hermes así que él la entregaría.

-usted era muy cercana a Zald ¿Donde esta ahora?.

-.........muerto -susurro con tristeza-. En uno de nuestros tantos viajes nos encontramos con el distrito escolar y fue allí donde decidimos quedarnos como una especie de guardianes, era un lugar tranquilo así que allí pasamos muchos años.......hasta que llego Erebus con una petición.

"Ayúdenme a despertar un héroe para esta era, el mundo necesita uno".

-¿Erebus?.

-un dios que alguna vez perteneció a Evilus.

Al mencionar dicha organización los ojos de Bell se afilaron un poco como los de un reptil pero rápidamente lo supo controlar.

-él nos pidió que lo ayudaramos a crear un héroe para este mundo ya que el dragón negro aun estaba suelto, quería que fuéramos los villanos para Orario, que nos convirtieramos en la barrera que ellos tenían que superar.

-.....

-Zald acepto sin dudar ya que el dijo que no le quedaba mucho tiempo de vida por culpa del veneno que estaba en su interior y que quería hacer algo por el mundo.

-....¿Veneno? ¿Acaso él no pudo curarse con las habilidades de esos elfos?.

-Zald es alguien testarudo y no quiso, además que el trato era solo curarme a mi y a nadie más, aunque Zald los amenazara con matarlos otra vez dudaba mucho que dieran su brazo a torcer otra vez aunque él dijo que no lo necesitaba.

-entiendo.

-el punto es que Zald decidió ir con Erebus a Orario y tomar el papel de un villano por el bien del mundo.....yo también quería ir con él y ayudarlo pero no quiso, dijo que no tirara mi vida a la basura de esa manera y que mejor te fuera a buscar a ti aunque ya fueran muchos años tarde -dijo apretando sus puños con tristeza-. N‐Ni siquiera me dio la oportunidad de agradecerle todo lo que hizo por mí ya que se fue sin despedirse......era un maldito idiota al hacer eso......u‐un idiota.

Alfia nunca se lo dije directamente pero ella quería a Zald, no de manera romántica, más bien un cariño de padre e hija o de hermano mayor y hermana menor, tantos años juntos era imposible no tomarle ese tipo de apreció.

Pero también lo odia por haberse ido sin decirle un adiós.....él siempre le dijo que no le gustaban las despedidas y pudo ver que es verdad.

"Mejor ve a buscar a Bell, no seas testaruda".

Y lo que más detestaba es que las últimas palabras que le dijo fue una especie de regaño, se comporto como su padre hasta el final.

-es muy probable que él ya esté muerto, me hubiera gustado agradecerle aunque sea una vez en mi vida pero nunca se podrá -susurro con tristeza-. Y‐Y lo que más me frustra es que su sacrificio fue en vano.....Orario sigue igual de débil que siempre, n‐no han mejorado en nada, se ha vuelto mucho más fuerte Evilus que ellos mismos......e‐es tan frustrante.

Alfia quería retenerlas lo más que podía pero las lágrimas empezaban a escaparse de sus ojos sin poder controlarlo.

-......

Pero eso repentinamente se detuvo al sentir como alguien la abrazo.

Sin darse cuenta Bell se puso de pie y se puso frente a ella y arrodillarse un poco para abrazarla tomando por sorpresa a Alfia.

-¿Q‐Que haces?.

-la estoy abrazando -susurro Bell ya que eso fue lo primero que se le ocurrió al verla triste-. Creí que necesitaba uno......cuando yo me sentía triste un abrazo de mi abuela siempre me calmaba, incluso hoy en día un simple abrazo de Neze calmo mi corazón cuando estaba en mi punto de quiebre.......si quiere dejo de hacerlo.

-.........no.......no me molesta -susurro sintiendo la calidez del albino.

Por alguna razón su repentino abrazo le recordaba a los cariñosos abrazos que le daba Meteria cada vez que la mirada, eran cálidos al igual que el abrazo del albino.

Era su hijo después de todo, era su viva imagen..........desgraciadamente esos ojos.......

-.......

Como si fuera algún tipo de cura su tristeza desaparecía poco a poco gracias a ese abrazo que por alguna razón lo sintió nostálgico.

-gracias Bell -susurro.

-de nada tía.......señorita Alfia.....

La mujer solo nego levemente separándose del abrazo y ver al albino a los ojos.

-ya no importa, llámame como quieras, si quieres decirme tía entonces hazlo......no tengo derecho a decirte como me llames.

-¿Eh? ¿Enserio?.

-si........pero tampoco abuses de esa palabra -dijo con una muy pequeña sonrisa-. Ya estoy bien.....gracias.

Es cierto que detestaba que la llamaran tía pero que podía hacer, eso es lo que era para él y nada más.

Además que ya tenia treinta y tres años, ese tema ya le daba un poco igual......pero si se lo decía Galatea hervía de rabia.

Bell al ver que Alfia ya se había calmado se volvió a sentar a su lado y seguir con la platica.

-bueno, retomando lo que estaba diciendo, después de que Zald se fue yo también tome la decisión de irme del distrito escolar y viajar sola por el mundo buscándote, no tenía ni idea de donde estabas así que sería difícil.

-si, la verdad mi abuela busco un lugar muy alejado para vivir.

-y después de dos años escuche el rumor que la diosa Hera vive en cierta montaña y decidí ir allí y conocer a mi sobrino aunque ya sean dieciocho años tarde.......sabía que no se podía arreglar nada pero al menos quería conocerte y disculparme contigo justo como me lo dijo Zald..........y al llegar lo primero que me entero fue que habías sido asesinado por Evilus en Orario.

-......

-una mezcla de emociones negativas aparecieron en mi al escuchar eso, tristeza, rabia, arrepentimiento, ira........y todos esos sentimientos iban dirigidos solo hacia mí......por culpa de mis inseguridades no pude ver aunque sea una vez el rostro del hijo que mi hermana pidió que cuidará.......sentía que todo eso era mi culpa.

-pero no lo era.

-nadie me hará cambiar de opinión -dijo bajando la mirada-. Así que como una manera de disculpa decidí ir a Orario para vengar tú muerte pero resulta que eras un mago y seguías vivo.

-e‐eh perdón -se disculpo.

-no te disculpes -dijo con una leve sonrisa-. Cuando te vi vivo me sentí feliz creyendo que no todo había terminado y que podía remediar las cosas contigo aunque sea muy tarde o eso es lo que creía ya que pase una semana completa sin poder hablarte......tuvo que venir Galatea ha darme el impulso de hablar contigo........como detesto a esa mujer.

-mi maestra es una mujer curiosa.

-y eso sería todo, ahora estoy aquí contándote todo lo que sucedió con arrepentimiento y culpa buscando remediar aunque sea un poco todos los errores que cometí.......lo siento Bell.......y a ti también Meteria -susurro viendo todo el interior de la iglesia-. Discúlpame por ser la peor hermana del mundo y no cuidar a tú hijo.

Después de susurrar esas palabras volteo a ver a Bell el cual la miraba con una expresión tranquila y apagada, esa era la mirada que había mantenido en casi toda la platica.

-¿Algo que decir? -pregunto Alfia curiosa.

-aunque no lo demuestre me siento feliz de que usted esté aquí conmigo -dijo sorprendiendo a la mujer-. Como le dije al inicio, no tengo ningún tipo de resentimiento hacia usted, entiendo los miedos y dudas que tuvo en su momento, usted estaba mentalizada que pronto moriría y hacerse cargo de un bebé que no tardaría en dejar en orfandad otra vez era algo muy difícil para usted y la entiendo pero gracias a Zald sigue usted aquí viva y platicando con ese sobrino que alguna vez quiso cuidar.

-que me entiendas no quita el hecho que cometí un error.

-puede ser pero que seríamos los humanos si no cometieramos errores, nunca mejorariamos como personas y nunca avanzariamos -dijo viendo la ventana donde entraba la luz de la luna.

-empieza a sonar como Galatea -penso.

-Todo sería distinto si usted demostrará que no le importo la decisión que tomó y las palabras de mi madre pero es lo contrario, estuvo diecisiete años lamentándose por esa decisión y aunque es tarde, muy tarde busca remediar lo que cometió........no puedo sentir resentimiento hacia usted por más que quiera.

-pero Meteria.....

-¿Mi madre? Según lo que me contó era una mujer muy amable, probablemente la regañe pero dudo que la odie, nunca la conocí pero suena a algo que ella haría creo.

-.....

-talvez no pueda recuperar toda mi infancia que no estuvo conmigo pero no es muy tarde, ambos estamos aquí vivos platicando, podemos conocernos y ser en algún momento la familia que ella quiso........y honestamente quiero conocerla mejor tía Alfia, me siento feliz de saber que tengo un familiar de sangre vivo, por un momento creí que me odiaba ya que no me hablaba pero me alegro que no sea así.

-.....

-nunca es tarde para comenzar o eso es lo que siempre me decía mi abuela.

-.....

Alfia solo miraba con sorpresa los ojos rojos del albino.

No solo se parecía en apariencia con Meteria, su personalidad también era algo similar a la de ella, por un momento vio a su hermana atrás de él con una sonrisa cariñosa típica de ella.

A pesar que él sabía que todo ese tiempo tuvo un familiar de sangre vivo y que pudo haberlo criado y que mejor tomó la decisión de abandonarlo, aun sabiendo eso no tenía ningún tipo de resentimiento hacia ella.

No lo entendía......

De verdad no lo entendía......

Una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Alfia sientiendo como esa enorme culpa que había cargado en su corazón por tantos años disminuia mucho gracias a esas palabras.

Quizás y solo quizás aun no era tarde para ella......

-entonces ¿Me das la oportunidad de remediar el error que cometí?.

-si quiere estar al lado de un sobrino con problemas mentales pues me haría feliz la verdad, quiero conocerla más tía Alfia.

-te dije que no abusaras de esa palabra.

-perdón.

No sabía porque pero Alfia sentía que en ese momento Zald estaba sonriendo orgulloso y feliz al ver que por fin se animo a estar con su sobrino ya que él por años le insistió que fuera a verlo y estaba segura que lo mismo estaba haciendo su hermana.

-......

Bell no pudo evitar sorprenderse un poco al sentir como Alfia lo abrazo suavemente.

-nunca te abrace ni una sola vez cuando eras un bebé por mis estúpidos miedos -susurro acariciando el cabello del albino-. Aunque es tarde quiero darte los abrazos que nunca te dí.

Abrazar a Bell por alguna razón la relajaba, era la misma sensación que sentía cuando abrazaba a su hermana, además su cabello, ese mismo cabello que estaba acariciando también le recordaba al de su hermana, era igual de suave.

No le extrañaría que de ahora en adelante acariciara su cabello más a menudo, claro, siempre y cuando él no se opusiera.

-¿Quieres volver a la sede o nos quedamos un rato más aquí? -pregunto Alfia sin dejar de abrazarlo.

-pueeees, me gustaría escuchar algunas historias de mi madre, quisiera escuchar más de ella.

Al escuchar su petición Alfia se separo del abrazo, honestamente ella también quería hablarle sobre ella, no quería que su sobrino viviera sin saber de ella.

Le haría saber la maravillosa mujer que fue Meteria.

-siempre y cuando no me preguntes sobre tú padre estaré bien -dijo acomodando su cabello.

-por lo visto odia a mi padre.

-como no tienes idea.

Y con esas palabras Alfia sonrió con nostalgia empezando a contar historia sobre Meteria y Bell escuchaba atentamente cada palabra.

La noche a penas estaba comenzando para ambos.

Mientras en la sede de la familia Astrea.

Haruhime despues de dar una vuelta por la sede buscando a unas personas entro al comedor donde estaba toda la familia cenando notando su presencia.

-no encuentro a Bell‐sama y a Alfia‐sama por ningún lado -informo la pequeña preocupada.

Ella los había estado buscando para decirles que la comida estaba lista pero no los encontró.

-me pregunto donde estarán -susurro Astrea preocupada.

-probablemente salieron de la sede -dijo Galatea comiendo tranquilamente su comida.

-¿Eh? Pero Bell‐san tiene prohibido por el gremio salir de la sede -dijo Celty nerviosa.

-¿Importa lo que digan los del gremio? -pregunto Galatea con aburrimiento.

-p‐pero....

-Bell esta con Alfia así que no se preocupen -volvió a hablar Galatea-. Me hago una idea donde podrían estar así que es probable que regresen más noche, no se preocupen por ellos.

-¿Cómo está segura?.

-¡Porque soy la mejor dando terapias! Pregúntenle a Kaguya si quieren -dijo la mujer con una sonrisa orgullosa.

Al decir esas palabras todas voltearon a ver a la oriental la cual solo aparto la mirada no queriendo admitir que fue en parte gracias a ella que su relación con Bell se restauró.

-Bell estará bien, esta con Alfia y ella no permitirá que le pase nada así que no se preocupen -dijo Hera disfrutando de su comida-. Esto está delicioso Astrea.

-d‐de hecho lo prepare yo -susurro Ryana con timidez captando la atención de la diosa.

-¿Tú? Vaya, pues cocinas muy bien -elogio la diosa haciendo que la chica sonriera feliz sintiendo que estaba marcando puntos-. Ardee ¿Tú puedes cocinar?.

La Varma menor levantó la mirada al escuchar su nombre.

Dado que ya era algo noche Ardee decidió quedarse a dormir en la sede y dormir en el cuarto de Ryuu la cual ya no se quejaba sabiendo que ya era algo normal.

-e‐eh la verdad no mucho jeje -respondio la chica con una sonrisa avergonzada.

-mmmmmm no importa, Bell es un buen cocinero así que él te puede enseñar lo básico -dijo la diosa tranquilamente.

-¡Entendido! -dijo emocionada por esas clases.

El resto solo miraron con ojos entrecerrados a Ardee, principalmente Ryana ya que le robo su momento de gloria.

-puntos -susurro Galatea disfrutando de las expresiones de todas.

-bueno, me imagino que Bell y Alfia tienen muchas cosas de las que hablar así que tardarán algo -dijo Astrea ya un poco más tranquila-. Solo hay que guardarles su parte de la cena.

Después de eso todas quedaron en silencio solo comiendo tranquilamente.

Aunque Kaguya recordó cierto detalle el cual era el momento perfecto para decirlo aprovechando que no estaba Bell.

-Galatea -llamo.

-señorita Galatea o maestra para ti -dijo la mujer seriamente-. ¿Que es lo que quieres?.

-quisiera hacerle una pregunta.

-si estas buscando mi aprobación déjame decirte que ni muerta la obtendrás -dijo con una sonrisa burlesca.

-tampoco es como si la necesitará -dijo tranquilamente.

-créeme, las necesitas más de lo que crees -susurro Hera con la mirada oscurecida haciendo que más de alguna se asustara-. Mocosa descarada.

-aunque quisiera discutir sobre ello en este momento la verdad es que tengo una pregunta de verdad importante.

-entonces habla.

-Galatea.........¿Porque dijiste que Bell es sobrino de Sava?.

-....

-....

-....

-¡¿El que?! -grito Astrea en shock y el resto que no estuvo presente esa noche ya que no sabian sobre ello.

-¡¿Sobrino?! ¡¿A que te refieres Kaguya?! -pregunto Lyra recibiendo un corto circuito en su cerebro.

-.....

Mientras Galatea solo puso una expresión seria al escuchar esa pregunta.

-se me había olvidado que hable de más esa noche -susurro la mujer con cansancio.

-¿Nos va a hablar sobre ello? -pregunto Kaguya.

Galatea solo volteo a ver a Hera buscando alguna confirmación y esta solo asintió.

-bien, se los diré -dijo dejando su plato de comida a un lado-. Pero deben prometerme que no le dirán esto a Bell, tengo miedo de saber como reaccionaría.

Las chicas optaron una expresión seria estando de acuerdo con ello.

-pues veamos ¿Por donde comienzo? -susurro empezando a explicar todo mientras las chicas escuchaban atentamente.

Volviendo a la iglesia abandonada.

-vaya,mi mamá era una maravillosa mujer -dijo Bell después de haber escuchado tantas historias de ella.

-lo era, a pesar que estaba muy enferma siempre sonreía -dijo Alfia con nostalgia.

Ya llevaban ambos cerca de una hora hablando en esa banca de esa iglesia encontrando ambos muy animada e interesante la platica.

Alfia se sentía muy sorprendida por ello, normalmente no hablaba mucho solo dando respuestas cortas y demás pero con Bell por alguna razón cuando se daba cuenta ya estaba hablando de muchas cosas con él contándole aventuras de su madre, incluso aventuras de su viaje por el mundo.

No sabía porque pero se sentía cómoda hablando con él y lo mismo aplicaba para el albino.

-¿La tumba de mi madre esta aquí en Orario? -pregunto Bell curioso.

-si, la he ido a visitar un par de veces esta semana, podemos ir juntos un día de estos a visitarla.

-me parece bien -acepto sin dudar.

A pesar que al principio Alfia se sentía muy culpable con el pasar de la platica esa culpabilidad iba desapareciendo mientras más avanzaba la platica con su sobrino, ver sus ojos llenos de curiosidad de saber más de su madre y de ella borraban poco a poco sus miedos ya que no miraba ningún tipo de resentimiento hacia ella.

Incluso por un momento olvido que esos ojos eran rojos, ojos que odiaba por ser parecidos a los de Silver.

-Bell.

-¿Si?.

-tengo curiosidad sobre algo -dijo viendo a su sobrino-. ¿Que harás en la guerra con Evilus?.

Al escuchar esa pregunto la expresión tranquila de Bell pasó a una levemente oscurecida.

-obviamente voy a participar.

-según tengo entendido Astrea y tus amigas no quieren que participes en ello, están preocupadas por tú salud, yo también lo estoy.

-las entiendo pero eso no cambia mi decisión, si no participó en esa guerra y Evilus es eliminado no estaré en paz conmigo mismo por el resto de mi vida -dijo seriamente-. Se que ellas podrán entenderlo.

-¿Y cual es tú objetivo en esa guerra?.

-matar a Sava -respondio sin dudar con unos ojos vacíos los cuales sorprendieron a Alfia, era la primera vez que lo miraba así.

-......por lo visto no lo sabes -susurro la mujer bajando la mirada.

-¿Saber que?.

-puedo ver que el odio que le tienes a Sava es inmenso.

-no estaré a gusto si no lo asesino con mis propias manos.

-.....

-.....

-.....

-.....

-Galatea me ha dicho que no te lo diga pero yo siento que tú tienes derecho a saber la verdad de todo, es mejor que lo sepas ahora y no tarde -susurro la mujer volteandolo a ver con una expresión de compasión-. Sava te hizo mucho daño ¿Cierto?.

-mato a mucha gente, asesino a mi mejor amigo frente a mi cara, nunca se lo perdonaré -dijo con odio que intentaba retener-. ¿Y que es eso tan importante que mi maestra no quiere que sepa?.

-se que es difícil -susurro la mujer tomando suavemente la mano de Bell el cual se confundió-. Sea cual sea tú reacción aquí estoy contigo, si es necesario te abrazare con todas mis fuerzas y no te soltare hasta que te calmes.

-¿A que se refiere? -pregunto empezando a sentirse nervioso por esa información que le daría.

-lo siento Galatea, pero él tiene derecho a saberlo -pensó la mujer viéndo fijamente los ojos de su sobrino

-.....

-.....

-.....

-.....

-Bell.......

-.....

-.....

-.....

-.....

-tú eres sobrino de Sava......

-.....

-.....

-.....

-.....

-......................................¿Que?.

===Fin del capítulo===

Bueno aquí termina el capítulo de hoy espero que les haya gustado si es así voten y comenten que les pareció ya que eso me motiva a seguir escribiendo.

Ya falta muy poco para entrar al arco final con Evilus, solo quedan unos dos o tres capítulos más antes de entrar a ello, me esforzaré mucho en dicho arco ya que será el más largo.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

¿Que opinan Alfia, Galatea y Hera de cada chica de la familia Astrea?.

En esa última semana las tres mujeres habían conocido mucho a todas las chicas dándose cuenta del interés que tenían muchas en el albino.

Así que empezaron a analizarlas y conocerlas mejor, incluso Galatea se invento por diversión cierto tema de puntos algo lo cual Hera decidió seguirle el juego.

Veamos que opinan de ellas.

Opinión de Galatea de cada chica.

Noin: menos diez puntos.
Una chica que suelta comentarios que no son de su agrado de vez en cuando así que siempre busca alguna excusa para colocarle más entrenamiento de lo habitual, le da gracia verla quejarse.

Asta: menos cinco puntos.
No ha hecho nada malo pero es muy amiga de Noin y es motivo suficiente para también colocarle mucho trabajo.

Celty: diez puntos.
Es una chica tímida y agradable que intenta esforzarse en cada entrenamiento aunque se canse rápido y eso le agrada.

Iska: diez puntos.
A pesar que es una amazona se sorprendió que sea una chica tranquila y amable aunque muy animada, le agrada. Además que se ofreció a crearle alguna vestimenta y nunca le dice "no" a vestimenta gratis.

Maryuu: cinco puntos.
Es una chica muy tímida y amable teniendo siempre el aura de una hermana bondadosa alrededor, siente que aún le falta conocerla.

Ryana: diez puntos.
Le cae bien y se ganó algo de su respeto por ganarle a Iska a pesar que la pelea estaba en su contra, la mira muy apegada a Bell aunque ve en sus ojos que no tiene el valor de ir más allá, le parece una buena chica.

Neze: veinte puntos.
Le agrada mucho, le gusta ver como se esfuerza cada día en un entrenamiento no conformándose con lo mínimo, a demostrado ser alguien de buen carácter y una gran aventurera.

Alise: quince puntos.
A pesar que se burla muy a menudo de ella la verdad es que la pelirroja le cae bien y ha demostrado que es una de las más poderosas de la familia aunque no le agrada mucho su lado narcisista, quizás por esa razón se burla mucho de ella.

Lyra: quince puntos.
Le agrada su personalidad loca y llevadera, desde el momento que le dijo que estaba creando una bomba de destrucción masiva supo que ella estaba a otro nivel, tiene mucha curiosidad por entrar a su taller.

Kaguya: menos cien puntos.
Al principio no sabía que opinar de ella pero desde que le llamo "Suegra" a Hera sintió cierta molestia teniendo siempre las ganas de darle una paliza en el entrenamiento, aunque le molestaba a veces tenía que admitir que tenía una buena actitud y una gran habilidad con la espada.

Ryuu: diez puntos.
A sus ojos es la chica más tranquila y educada de la familia, le cae bien a excepción de que parece la típica chica que le gusta seguir las reglas, algo que ella no hace mucho pero fuera de eso parece una buena chica.

Ardee: en duda.
Le asusta.

Opinión de Hera de cada chica.

Noin: menos diez puntos.
Le irrita ver como se queja en cada entrenamiento, a veces le pide a Galatea que le ponga más entrenamiento solo para que siga sufriendo.

Asta: menos diez puntos.
No he hecho nada malo pero es muy amiga de Noin así que también sufra con los entrenamientos.

Celty: menos cinco puntos.
Es una chica tranquila pero a veces nota como se le queda mirando por mucho tiempo a Bell y eso le molesta.

Iska: menos cinco puntos.
A pesar que es una amazona tiene sus modales pero aun así le molesta verla apegada a Bell. Quiere que lleve más ropa.

Maryuu: menos cinco puntos.
Muy callada, siente que oculta algo y eso no le da confianza.

Ryana: cinco puntos.
Le gusta lo que cocina y parece una chica educada aunque no tiene las expectativas altas.

Neze: menos cinco puntos.
Ha demostrado ser de las mas capaces de la familia pero a opinión personal necesita llevar más ropa, siente que quiere seducir a Bell vistiendo de esa manera.

Alise: menos cincuenta puntos.
¡Por dios! ¿No hay un día en que no presuma por cualquier cosa?.

Lyra: menos diez puntos.
Después de escuchar sobre lo que tiene en el sótano de la sede piensa que esta loca y lo peor de todo es que quiere llevar a su hijo por ese mismo camino.

Kaguya: que se muera.
La odia.

Ryuu: veinte puntos.
Le agrada, siente que es una chica educada y con clase y no mira a su hijo con segundas intenciones, por dentro quiere conocerla un poco más.

Ardee: setenta puntos.
Le cae muy bien, le sorprendió mucho ver que tenía muchos gustos similares a los de Bell, a sus ojos parece un Bell pero en versión femenina pero más amable y mucho más inocente, no le desagrada que este junto a su hijo. Quiere conocerla más.

Opinión de Alfia de cada chica.

Aunque Alfia no de puntos como tal estarán los que posiblemente les de.

Noin: cero puntos.
Nada en particular.

Asta: cero puntos.
Nada en particular.

Celty: diez puntos.
Una chica tranquila con un buen manejo de su magia, tiene mucho talento.

Iska: cero puntos.
Nada en particular.

Maryuu: diez puntos.
Una chica tranquila y que no hace mucho ruido, su control con la magia es un poco malo pero siempre pone atención para mejorar.

Ryana: quince puntos.
Lucho en una batalla que estuvo en su contra desde el primer segundo y no se rindió, su victoria hizo que se ganará un poco de su respeto.

Neze: cero puntos.
Nada en particular.

Alise: menos mil puntos.
Demasiado ruidosa y la mayoría de lo que dice solo es basura.

Lyra: cero puntos.
Un poco loca.

Kaguya: que se muera.
La odia.

Ryuu: diez puntos.
Una chica educada y tranquila.

Ardee: cero puntos.
Algo parlanchina.

Y esas serian las opiniones de las Alfia, Galatea y Hera de las chicas.

En un futuro probablemente haya una actualización.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Hoy si, sin más que decir me despido adiós cuídense y no tomen drogas.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top