Capítulo 57:Mi querido hijo
Un nuevo día comenzaba en la ciudad de Orario, el sol alegremente empezaba a salir iluminando la ciudad para un nuevo y feliz día.
O así debería de ser.....
En ese momento la ciudad era un completo caos al enterarse de la caída de la familia Loki, absolutamente nadie podía creer eso hasta ver lo que alguna vez fue la mansión Crepúsculo hecha cenizas.
La gente si antes tenían miedo ahora estaban aterradas queriendo huir de la ciudad justo como sucedió en la Era Oscura.
Pero eso no era lo importante en ese momento.....
En cierta sede conformada por una familia de mujeres y un solo hombre cierto albino estaba despertando en su habitación.
—mmmm.....
Bell solto un pequeño quejido al abrir los ojos después de haber dormido más de quince horas, jamás en su vida habia dormido tanto.
El cansancio tanto físico como mental que tuvo de sus noches de masacre lo habían afectado mucho que nada ni nadie pudo despertarlo.
Afortunadamente con esas largas horas de sueño pudo recuperar gran parte de sus energías.
Aun un poco soñoliento se puso de pie y camino a uno de sus cajones donde guardaba una toalla la cual se colgó en el hombro.
Después de eso tomo un jabón y un bote de shampo que tenia en su mueble y salio de su habitación.
Lentamente camino por los silenciosos pasillos aún con los ojos medio cerrados, no había despertado del todo.
Al llegar al baño entro no sin antes poner un cartel que decía "Ocupado".
El sonido de la ducha empezó a oírse mientras Bell se refrescaba con el agua eliminando ese sueño que aun sentía.
El gran dolor de cabeza que sentía el día anterior había desapareció al igual que la fatiga, ese descanso le había venido muy bien.
Después de estar alrededor de unos diez minutos duchandose y limpiandose cerró la llave y se coloco su toalla alrededor de su cintura y caminar a un lavamanos para cepillarse los dientes tomando un cepillo nuevo que estaba en un pequeño mueble en el baño.
Despues de hacer todo eso, a paso tranquilo salio del baño y empezó a caminar por los silenciosos pasillos aun no habiendo nadie más que él.
—.....
Tranquilamente entro a su habitación para ir a su armario y colocarse la ropa que utilizaría.
Un pantalón de color negro el cual le regalo Iska hecho con sus propias manos y una camisa blanca con un pequeño estampado de conejo en su pecho, otro regalo de Iska.
—.....
Después de vestirse tomo unos zapatos que tenia debajo de la cama y empezó a colocarselos.
Pero cuando se estaba poniendo el último zapato se detuvo abruptamente.
—.......¿Que? ¿Que estoy haciendo?.
A pesar que aún no recordaba mucho, sin darse cuenta él acababa de hacer su antigua rutina que siempre hacía cuando se despertaba antes de "morir" a manos de Fulacks.
Era raro, simplemente se movió como si su cerebro ya lo tuviera programado todo.
Pero a la vez se sintió tan nostálgico hacer eso, por alguna razón estar otra vez en su hogar lo hacía sentirse tan tranquilo sin la necesidad de estar en guardia a cada momento.
Su mente después de mucho tiempo tenía algo de tranquilidad.
—me pregunto porque todo esta tan silencioso —pensó Bell asomándose por la ventana y observar la ciudad escuchando uno que otro ruido a lo lejos, incluso gracias a que sus sentidos estaban mejorados pudo sentir el leve olor a sangre y a quemado en el aire.
Pero no le dio importancia......
Estar en su sede le daba tanta tranquilidad que lo único que quería era ver los rostros de su familia otra vez para confirmar que no fue un sueño lo que sucedió ayer.
Que ellas verdaderamente lo aceptaron a pesar de lo que se había convertido.
Así que a paso lento salio de su habitación en dirección a la sala.
—.....
Los pasillos estaban solos, de verdad le extrañaba que no estuviera nadie caminando por allí.
Según su reloj mental eran como las siete de la mañana y según lo poco que recordaba a esa hora las chicas ya caminaban haciendo sus cosas como duchandose y caminar a la cocina.
—probablemente se despertaron antes que yo —pensó no muy seguro.
Y con esos pensamientos siguió su camino a la sala esperando encontrarlas allí.
Se sentía algo nervioso de verlas, una parte de él aún se sentía avergonzada y no digna de estar con ellas pero aun así quería verlas, quería ver esas sonrisas que lo calmaban.
—¡¿DIME QUE MIERDA PASO ASTREA?!.
Cuando Bell ya estaba cerca de la sala escucho la voz enojada de una mujer, una voz muy nostalgica que le trajo una gran calidez a su corazón.
—p‐primero hay que calmarnos.
—¡¿Calmarnos?! ¡MI QUERIDO NIETO ESTA MUERTO! ¡¿Y ME PIDES QUE ME CALME?!.
—¡Déjame explicarte todo!.
—¡¿Explicarme?! ¡¿QUE MIERDA TIENES QUE EXPLICARME?! ¡¿Contarme detalladamente como fue que murió?!.
—¡Por favor, solo escúchame!.
Junto a la voz nostalgica también escucho la voz nerviosa y asustada de su diosa.
—v‐vamos, hay que sentarnos y hablar como personas civilizadas —la voz nerviosa de otra chica se escucho en el interior.
—Ardee —pensó Bell al reconocer la voz de la pelirroja.
—¡Tú callate pelirroja sin gracia!.
—¿Q‐Que?.
—vamos Hera, cálmate un poco, se que estas enojada pero la diosa Astrea y su familia no tienen la culpa.
Y otra voz más se escucho, una voz la cual sonaba apagada y triste.
—.....¿Eh? —una pequeña lagrima bajo por el ojo de Bell al escuchar esa voz no entendiendo porque reacciono así.
Esa voz......
—si tan solo me dejaras explicarte......
—¡¿Explicarme que?! ¡Bell esta muerto, no hay nada que explicar!.
—¡Solo cierra la boca y deja que te explique todo!.
—¡¿Ah?! ¡¿Y te atrevez a levantarme la voz?!.
—¡Es que no te callas!.
—A‐Astrea-sama calmese.....
Las cosas empezaban a calentarse allí adentro, si alguien no hacía algo no tardarían en agarrarse del cabello Hera y Astrea.
Astrea era tranquila pero incluso una diosa bondadosa y amable como ella tenía sus límites de paciencia.
Por suerte alguien entró a la sala haciendo que todo ese ambiente tenso desapareciera de golpe.
—......
—......
Hera estaba a punto de gritarle a Astrea pero se detuvo al ver a un chico de pie en la puerta de la sala.
La respiración de la diosa se corto no pudiendo creer lo que estaba viendo.
Mientras Bell solo vago con la mirada viendo a las chicas las cuales tenían expresiones nerviosas, mucho más Astrea.
Después vio a una mujer de cabello plateado y ojos heterocromaticos la cual tenia una expresión extrañada.
Después vio a esa joven diosa que hace unos momentos tenía una expresión de rabia pero que ahora había desaparecido por completo.
Y por último observo a una mujer de cabello morado.
Esta tenia una expresión perpleja al verlo allí notando como sus ojos brillaron y los de él también brillaron al verla.
Fue raro, una gran ola de emociones lo golpearon al ver a esas dos mujeres.
Y sin poder evitarlo otra lagrima solitaria bajo por su ojo deslizándose por su mejilla y caer al suelo.
—¿B‐Bell? —susurro Hera con la voz temblorosa.
—........abuela —susurro el albino viendo a la diosa teniendo una gran cantidad de flashbacks que pasaban por su mente a una gran velocidad, recuerdos con esa diosa.
Bell sin querer había recordado toda su vida al lado de Hera, cada momento que había vivido al lado de ella.
Había recordado a su abuela.
—¡Bell!.
Pero una mujer rompió ese silencio en la sala.
Galatea al escuchar la voz del albino no lo pensó dos veces y corrió hacia él para darle un fuerte abrazo no pudiendo creerlo derramando muchas lágrimas.
—¡¿Eres tú?! ¡¿De verdad eres tú?! —pregunto separándose del abrazo aun con lagrimas en los ojos acariciando la mejilla del albino para verificar si era de verdad y no una ilusión.
—s‐si.......c‐creo —respondió nervioso de que una mujer tan hermosa lo estuviera abrazando y acariciando de esa manera.
A pesar que recordó a su abuela al instante y que sentía mucha nostalgia al ver a Galatea no pudo recordar mucho de ella, parece que esos recuerdos estaban más sellados en su mente
—¡Eres tú! ¡Eres Bell! —grito Galatea no pudiendo creerlo sin dejar de derramar lagrimas—. P‐Pero cómo.....t‐tú.......y‐yo pensé......y‐yo.......
Bell al ver que las lágrimas no paraban de bajar levantó su mano y acaricio suavemente la mejilla de Galatea limpiando las lágrimas que iban bajando.
Su corazón también sentía una enorme felicidad al verla.
—¡Bell!.
Y con una gran sonrisa en su rostro Galatea lo volvió a abrazar teniendo todas la rara sensación que ella no querría separarse de Bell por un buen rato.
—.....
—.....
Hera lentamente dirigió su mirada oscurecida y llena de ira a Astrea la cual tenia una expresión muy nerviosa.
—.....p‐puedo explicarlo.....
—.....si resulta que todo esto fue una broma de mal gusto da por muerta a cada una de tus hijas —amenazó con un gran odio en su voz para después señalar a Haruhime—. Y primero comenzaré con esa pequeña.....
Las chicas sintieron un gran escalofrío en sus espaldas al escuchar esas palabras y más la pequeña niña la cual se aferro a Maryuu esperando que ella la protegiera.
Mientras apoyada en la pared, Alfia observaba de reojo a Bell el cual seguía siendo abrazado por Galatea, parecía que lo estaba analizando con la mirada.
—te pareces mucho a Meteria —pensó no pudiendo evitar recordar a su hermana al ver el rostro de Bell—. Pero no me gusta esa mirada.
No era porque sus ojos eran rojos que de hecho los detestaba ya que le recordában a los de Silver y Sava.
Lo decía porque Bell tenía una mirada distinta, era la mirada de alguien que había pasado por muchas cosas en su vida, alguien que no la había tenido fácil.
Alguien que había puesto sus pies en la oscuridad por un tiempo.
Una persona que había estado en el infierno.
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Un tiempo más tarde.
Ahora las cosas ya se habían calmado estando todas sentadas en los sofás de la sala o algunas estaban de pie apoyadas en la pared como es el caso de Alfia.
Mientras uno de los sofás estaba siendo ocupado solo por dos personas siendo Bell el cual estaba avergonzado ya que estaba recibiendo una almohada de regazo de parte de Galatea por solicitud de esta la cual sonreía alegre mientras acariciaba el cabello del albino.
—entiendo —susurro Hera dándole el último sorbo a su té para después aplastar la taza con su mano importandole poco haberse cortado un poco la mano cayendo los pedazos de la taza al suelo.
Las chicas se asustaron al ver como la expresión de la diosa se volvía a oscurecer.
—así que esos malditos si asesinaron a Bell —volvió a susurrar apretando con fuerza sus puños—. Pero lograron regresarlo a la vida siendo mitad monstruo y mitad humano y eso ocasiono que perdiera la gran mayoría de recuerdos...........s‐son unos malditos trozos de mierda.
El aire empezó a sentirse pesado ya que Hera empezaba a liberar parte de su Arcanum por la gran ira que sentía.
—s‐si y después de muchos sucesos logramos recuperar a Bell aunque a penas nos recuerda pero con una buena ayuda no tardará en recuperarse —explico Astrea.
Por el momento mantendrían oculta las demás cosas como que Bell se convirtió en uno de los asesinos más sanguinarios de la ciudad en sólo dos semanas y sobre como fue destruido mentalmente por Sava en dos ocasiones aunque eso Galatea ya lo sabía ya que él mismo se lo dijo.
Pero lo mejor sería mantenerlo en secreto de Hera.
—así que mitad monstruo —susurro Hera volteando a ver a Bell el cual seguía en las piernas de Galatea apartando la mirada no teniendo el valor de ver a su abuela a los ojos.
Sentía que lo rechazaría.
—da igual, para mí sigue siendo mi Bell —dijo Galatea con una sonrisa feliz sin dejar de acariciar el cabello del avergonzado albino.
—¿Suyo? —pregunto Neze un poco incomoda por esas palabras.
—¿Algún problema?.
Y de un segundo al otro la mirada alegre de Galatea paso a una oscurecida viendo a Neze.
—.....n‐no, ninguno —susurro la loba sintiéndose intimidada.
—eso creí —y así la mirada alegre volvió a su rostro volviendo a acariciar el cabello blanco el cual aun seguía un poco húmedo por la ducha que no fue hace mucho.
Mientras Alfia solo observaba esa interacción con un pequeño tic en el ojo.
Ella había venido de la nada, ni siquiera se había dignado a criarlo así que no tenía derecho de darle órdenes o decirle quien podría ser su pareja y quien no o con quien podía comportarse de manera cariñosa.
Pero aun así seguía siendo su sobrino, el hijo de Meteria y no le agradaba mucho la actitud de Galatea hacia él, no sabía que habían vivido juntos para que ella le tuviera un gran cariño pero aun así no le agradaba por la sencilla razón que conocía a Galatea desde hace años..........y porque tenía el doble de su edad.
Era la misma sensación de tuvo cuando se entero que Silver estaba detrás de su hermana.......no, cuando se entero de ello su reacción fue mucho peor ya que odiaba a Silver, a Galatea no la odiaba pero si la irritaba de vez en cuando.
—d‐disculpe —susurro Ryuu un poco nerviosa captando la atención de la pelimorada.
—¿Que?.
—por recomendaciones de una curandera no podemos hostigar mucho a Cranel-san ya que sería malo para su salud......y la manera en que lo está tratando puede ser muy incomoda para él y‐ya que no la recuerda......
—¿De que hablas elfa? Por más recuerdos que pierda jamás se olvidara de mi —dijo volteando a ver con una sonrisa dulce al albino—. ¿Verdad que me recuerdas Bell?.
—honestamente no.
El sonido de algo rompiéndose se escucho en toda la sala al momento en que Bell dijo estas palabras.
—¡No! Se cayo mi jarrón —dijo Astrea al ver como uno de sus jarrones se cayó de un mueble haciéndose pedazos.
Y no solo eso se había hecho pedazos.
El corazón de Galatea también al escuchar esas palabras.
—......¿No me recuerdas? —susurro con una expresión que reflejaba dolor.
—l‐lo siento.
Lentamente Bell se volvió a sentar en el sofá viendo fijamente a la mujer con una expresion de culpa.
Sabía que era alguien demasiado importante para él por la gran calma y calidez que sentía su corazón cuando estaba a su lado pero no lograba recordar mucho más que vagos recuerdos.
—......y‐ya veo, así que olvidaste todo de mi, lo que soy para ti —susurro bajando la mirada dolida.
—p‐pero no se preocupe señorita Galatea, con un buen cuidado Bell recuperará la memoria pronto —intento animar Astrea a la dolida mujer.
—n‐no pierda la esperanza —se unió también Alise.
Galatea volvió a levantar la mirada viendo la expresión de culpa de Bell.
Que Bell no la recordará de verdad le dolía mucho, estaba segura que no hubiera sentido ese dolor con alguna otra persona pero Bell......sin darse cuenta ese albino se había vuelto en alguien muy importante para ella, tanto que lo consideraba lo más importante que tenía en su vida.
—¿Q‐Que es usted de mi? —pregunto Bell nervioso.
—¿Que soy de ti? —susurro.
Astrea tenía razón, no todo estaba perdido, si de verdad la recordaría en algún momento entonces sería paciente hasta que ese momento llegue.
Mientras tanto ella le daría solo un "poco" de información para ver si recuperaba algunos recuerdos.
Si, una información sana y nada alterada le daría para ver si la recordaba.
Nada malo.....
Solo la verdad......
Galatea sonrió dulcemente tomando ambas mejillas de Bell y acercar su rostro quedando sus frentes juntas.
Las chicas se sintieron nerviosas al ver eso y mucho más Bell por la cercanía.
—yo soy tú esposa —susurro Galatea con una bella sonrisa.
—¡¿QUE?!.
Todas en la sala gritaron esas palabras en shock por lo que dijo Galatea.
Mientras Alfia tuvo un tic en el ojo al escuchar esos gritos teniendo ganas de lanzar un Gospel para que cerraran la boca.
—¿E‐Esposa? —tartamudeo Bell.
—sip, tú querida y dulce esposa —dijo sin separarse y sin dejar de sonreír.
—y‐ya veo —susurro Bell bajando la mirada—. Incluso olvidé a la mujer que amo.
—no te preocupes, pronto recordarás todo....
—¡Esta mintiendo! —gritaron las chicas al ver como Galatea se estaba aprovechando de la situación.
Y la paciencia de Alfia pronto se agotaria si seguían gritando.
—jeje pronto recordarás el gran amOOOOOR.....
Las palabras de Galatea se vieron cortadas por un grito de dolor al sentir como alguien le jalo el cabello con mucha fuerza.
Al levantar la mirada vio que era Hera la cual tenia una expresión enojada al ver lo que estaba diciendo.
—deja de mentirle de esa manera a Bell —susurro enojada—. No te aproveches de la situación.
—estoy de acuerdo con Hera —hablo Astrea—. La situación de Bell es delicada y no sabemos si alterar sus recuerdos con mentiras puedan perjudicar las cosas así que le pido que deje sus bromas a un lado.
Galatea bajo la mirada sintiéndose regañada por las palabras de Astrea.
—p‐perdón ya no lo volveré a hacer, solo quería hacer esa pequeña bromita —se disculpo.
—pues se miraba que iba enserió —susurro Neze con los ojos entrecerrados.
—¿Entonces no es mi esposa? —pregunto Bell sintiéndose confundido.
—aaaah —un suspiro de derrota soltó Galatea empezando a decir la verdad—. Por el momento lo único que puedo decir es que soy tú maestra y que te enseñe todo lo que sabes de combate, no te puedo decir nada más ya que dicen que el exceso de información te puede afectar y pues, no me gustaría que la pasaras muy mal por mi culpa.
—obviamente no es tú esposa —hablo Hera enojada—. Esta mujer te dobla la edad así que una relación así jamas la voy a permitir.........y hablando de eso más tarde tendré que hablar con otras personas.
Al decir esas palabras Hera volteo a ver de reojo a todas las chicas las cuales apartaron la mirada nerviosas.
—si, yo también —susurro Galatea copiando la acción de la diosa—. Y no soy tan vieja, tú eres la anciana.
—callate.
—así que mi maestra —murmuró Bell cerrando sus ojos intentando recordar algo con ella pero solo eran recuerdos borrosos sintiendo un leve dolor de cabeza mientras más quería recordar.
—no te esfuerces Bell —dijo Alise acercándose al albino y poner la mano en su hombro—. Es mejor llevarlo con calma y verás que pronto recordarás todo.
—tienes razón, gracias Rose.
—e‐es Alise......
—jaja al menos esta vez te confundió con alguien que también tiene el cabello rojo —se burlo Lyra viendo como su capitana tenía pequeñas lagrimitas de enojo viéndola.
—bien, abandonen la sala —pidió Hera viendo a todas las chicas de la familia, incluso a la diosa.
—¿Eh?.
—quisiera hablar de unas cosas con Bell y quiero que estemos a solas.
—oh entiendo —dijo Astrea poniendose de pie y ver a sus hijas—. Lo mejor será darles su espacio, de seguro tienen muchas cosas de las que hablar.
—pero yo quiero oír la platica —susurro la hobbit.
—callate Lyra y sigue caminando —dijo Asta mientras la empujaba a la salida de la sala.
Las demás un poco curiosas por saber que sucedería también abandonaron la sala para darles su privacidad dejando solo a Galatea, Alfia, Hera y Bell.
El albino se puso nervioso al estar a solas con ellas tres.
A su abuela la recordaba pero aun así tenía miedo, miedo de saber que le diría ahora que sabía que era mitad monstruo.
También se sentía nervioso por la presencia de Galatea ahora que sabía que era su maestra, por un momento de verdad pensó que era su esposa.
Y por último estaba esa mujer de cabello plateado apoyada en la pared.
A ella si no la recordaba, ni siquiera un poco así que llegó a la conclusión que a ella de verdad no la conocía aunque aun así se preguntaba quién era.
—....
—....
Un silencio se formo en la sala al quedar solo ellos poniendo más nervioso a Bell no sabiendo que hacer o que decir.
Ni siquiera tenía el valor se ver a su abuela a los ojos.......tenía miedo que lo rechazara por lo que se había convertido.
De todos sus seres queridos probablemente ese sería el rechazo que más le dolería.
No quería eso.
—Bell —llamo Hera.
—¿S‐Si?.
—¿Puedes ponerte de pie? —pregunto con una voz suave.
El albino obedeciendo a su abuela se levantó poco a poco del sofá y quedar frente a ella con la mirada baja.
Mientras Hera solo lo observo fijamente mientras su mirada se suavizaba más y más.
—eres más alto que cuando abandonaste el pueblo —dijo con una voz suave que calmaba el corazón del albino.
Cuando Bell abandono el pueblo media alrededor de un metro con setenta y dos centímetros pero ahora media un metro con setenta y siete centímetros.
Algunos pensarían que era raro que haya crecido tanto en menos de un año pero ahora que había sido convertido en criatura había cambiado mucho su cuerpo.
—ahora eres más alto que yo —susurro Galatea con una pequeña sonrisa.
—t‐tú piel es más pálida —dijo Hera cortándose su voz por un momento.
—......
—t‐tú mirada......
Aun recordaba cuando Bell abandono el pueblo cargando unos ojos llenos de alegría.
Pero ahora....
Una pequeña lagrima bajo por la mejilla de Hera.
Por esa razón Hera pidió a todos salir de la sala, no quería que nadie la viera así de vulnerable más que sus dos hijas y su nieto.
—c‐cuando leí esa carta.....y decía que habías m‐muerto.......sentí que ya no valía la pena seguir aquí en la tierra —susurro evitando soltar lagrimas—. M‐Me habían arrebatado lo único bueno que tenía en este lugar......p‐pero ahora.....a‐ahora......
—Hera esta llorando —pensó Alfia no pudiendo evitar sorprenderse.
Jamas en su vida pensó que una diosa tan engreída, soberbia y tirana como ella le tomaría tanto cariño a un humano, ni siquiera con Meteria fue así, es cierto que la quería mucho y era su favorita pero cuando murió no lloro, simplemente estuvo decaída por un buen tiempo.
Pero con Bell.....
Aun recordaba cuando regreso a la cabaña y lo primero que escucho fue los llantos de dolor de Hera en su habitación y a Galatea apoyada en la ventana con la mirada apagada.
En ese momento ella entendió que Hera amaba a Bell más que a nadie.
Ella miraba a Bell no como un nieto si no como un hijo, no como los hijos que les coloca una falna si no que lo miraba con si fuera su verdadero hijo, ella sentía el amor de una madre.
Después de todo ella lo crío sola, Galatea no apareció en la vida de Bell hasta que este cumplió siete años así que Hera crío a Bell completamente sola durante siete años, era entendible el enorme cariño que le tenía.
—ella tomó el papel que a mi me correspondía —pensó recordando como ella prefirió alejarse de todo eso y recorrer el mundo buscando alguna posible cura de su enfermedad—. Aunque dudo haber sido una buena figura materna para él.
—......no llores abuela......
Hera se congelo al escuchar esas palabras viendo al albino.
—......¿Acaso me recuerdas? —pensó sorprendida y empezando a sentir felicidad.
Como respuesta Bell solo asintió levemente aun con su mirada un poco baja.
—vaya, a la anciana si la recuerda —pensó Galatea sintiendo un poco de envidia aunque segundos después sonrió al ver como los ojos de Hera brillaban de felicidad—. Je, si las demás de la familia estuvieran vivas no creyeran que ella es nuestra diosa, no se parece en nada a la del pasado.
—así que me recuerdas —susurro sonriendo levemente—. Vaya que eres un mal educado, no me miras en mucho tiempo y ni siquiera me das un abrazo.
—y‐yo.....
Bell se sentía nervioso, una parte de él quería correr a abrazarla pero su otra parte no, mirando sus manos las cuales temblaban, mismas manos que estuvieron manchadas de sangre por muchos días arrebatando vidas a sangre fría.
Por más que quería ignorar eso no era tan fácil para él, aunque no lo demostraba seguía escuchando voces en sus cabeza por momentos y eso lo aterraba.
Y Hera noto eso con solo ver su expresión.
—Bell —susurro con una voz calida—. No me importa nada, no me importa que ahora seas mitad monstruo.....para mi sigues siendo mi nieto........no.........tú sigues siendo Bell........mi querido hijo.........
Las lágrimas se fueron formando en los ojos de Bell al escuchar esas palabras llegando inmediatamente a su corazón.
Y ya sin poder resistirlo e ignorando sus miedos corrió hacia Hera la cual lo esperaba con los brazos abiertos y darle un fuerte abrazo empezando a derramar lagrimas en el hombro de la diosa.
—mi pequeño Bell......te extrañe tanto —susurro Hera también derramando lágrimas, lágrimas de felicidad—. Jamás pienses que te voy a rechazar......jamás lo haría, eres mi hijo......mi querido hijo......
—l‐lo siento......lo s‐siento —se disculpaba Bell en susurros sintiendo como otro enorme peso desaparecia de su corazón.
Galatea sonrió con felicidad al ver eso feliz de tener a Bell otra vez con ella.
Pero segundos después su mirada se oscureció.
—Sava......vas a lamentar lo que le hiciste a Bell, nunca te lo perdonaré maldito bastardo —pensó con un gran sentimiento de odio—. Lamentaras el día en que te metiste con él, esta vez no está Silver para que me detenga, acabaré contigo de una vez por todas.
—p‐pero abuela —susurro Bell.
—¿Si? —pregunto sin dejar de abrazarlo.
—según recuerdo estabas exiliada de Orario ¿Cómo hiciste para entrar?.
—pequeñeces sin importancia —dijo acariciando el cabello del albino.
Obviamente nadie la echaría de Orario o le reclamaria.
Loki que era la que más la quería fuera de la ciudad pues había sido enviada al cielo.
Estaba segura que Freya ya sabía de su presencia en la ciudad, después de todo siempre estaba de metiche con su espejo divino pero como era obvio tampoco haría nada.
Y por último estaba Royman, él había estado presente en el momento en que se decidió su exilió y Royman también estaba muerto.
No había nadie que le impidiera estar en la ciudad junto a su nieto/hijo y si alguien se quejaba entonces recibiría su ira.
—así que no te preocupes, no me iré de tú lado —susurro separándose del abrazo y darle un beso en la frente.
Normalmente no se comportaba tan cariñosa con él pero dado que lo extrañaba mucho y que pensara que estaba muerto pues dejó todo eso a un lado y darle tanto cariño como quisiera.
—por cierto ¿Quien es ella? —pregunto Bell curioso viendo a Alfia la cual seguía tranquilamente apoyada en la pared.
—te hable muchas veces de ella aunque probablemente no lo recuerdas, es la hermana de tú mamá, en pocas palabras tú tía.
Alfia tuvo un tic en el ojo al escuchar esa palabra.
—vaya.....es mi tía —susurro Bell con sorpresa ya que era la primera vez que miraba a un familiar de sangre.
—no me llames de esa forma —pidió Alfia irritada—. Solo dime Alfia nada más.
—p‐pero.....
—que me llames solo Alfia....
—e‐entendido.....
—jejeje tía Alfia —se burlo Galatea irritando más a la mujer—. No te preocupes Bell, yo tomare ese papel, puedo tomar cualquier papel que quieras, tía, madre, hermana, amiga, esposa, novia, amante, lo que tú quieras —dijo guiñandole el ojo.
—Galatea deja de molestarlo —dijo Hera enojada—. No permitiré que hagas otra de tus tantas bromas estúpidas que hacías en la cabaña.
—bah, lo que tú digas....
Mientras fuera de la sala las chicas se mantenían en el pasillo esperando que terminaran su platica o bueno solo Astrea ya que algunas pronto partirían.
—me pregunto de que estarán hablando —susurro Alise.
—llevan mucho tiempo sin verse, de seguro Hera lo extraño mucho —dijo Astrea con una pequeña sonrisa.
—¿Vieron a su maestra? Cuando Bell hablaba de ella pensaba que era más mayor pero es muy joven y bella —dijo Noin sorprendida.
—y muy fuerte —susurro Kaguya recordando como pudo pelear de tú a tú contra Sava.
—y muy bromista —dijo Neze un poco celosa al ver como se comporto con Bell.
—¿Pero quien es la otra mujer? —pregunto Lyra curiosa.
—ella es Alfia —dijo Astrea haciendo que todas se sorprendieran—. Veo que la conocen.
—c‐claro, era alguien muy poderosa de la familia Hera o al menos eso cuentan las historias —dijo Celty un poco nervioso.
—creí que había muerto contra el dragón negro —susurro Ryuu.
—pues por lo visto sigue viva.......con solo sentir su presencia puedo sentir su gran poder, ni entrenando por tres décadas sin parar no creo que pueda superarla —dijo Iska no creyendo que existiera alguien así de poderoso.
—me pregunto porque esta aquí —dijo Ryana curiosa.
—¿Recuerdan la tía que nos habló Bell hace un tiempo? —pregunto Astrea y las demás asintieron—. Pues creo que es ella.
—¿Enserio? Quien diría que Bell era sobrino de alguien tan fuerte —dijo Lyra con sorpresa—. Ahora entiendo porque es tan talentoso.
—bueno era obvio, desde un principio sabíamos que Bell era hijo de un miembro de la familia Zeus y Hera así que es más que obvio que su familia sea muy fuerte —comentó Maryuu—. Aunque no creí que tanto.
—si.......su familia es muy curiosa —susurro Kaguya viendo de reojo a Neze, Alise, Ryuu, Iska y Ryana, Ardee no estaba con ellas ya que tuvo que ir inmediatamente con su hermana por petición de esta en el momento en que la familia Loki cayó aunque dijo que más tarde regresaría.
—¿Porque se miran así? —pregunto Asta extrañada.
—......por nada, antes quisiéramos hablar más del tema con la señorita Galatea —susurro Alise recordando esas palabras que grito ella en medio de la batalla.
"¡Bell era tú sobrino!".
Aun no lo habían olvidado y era imposible que lo olvidarán, aun no podían creer que Bell sea sobrino del mayor psicópata de todo Orario.
Obviamente no lo iban a despreciar por eso, simplemente tenían curiosidad por saber como se desarrollaron las cosas y que mejor que Galatea para explicarles eso.
Aunque lo mejor y eso era algo en lo que todas estaban de acuerdo era mantener eso en secreto de Bell, no sabían como reaccionaria al enterarse quien era su familiar y no querían averiguarlo, aparte que eso no le correspondía a ellas, solo a su abuela y maestra.
—aunque quiero seguir platicando con la familia de Bell hay mucho trabajo en la ciudad en estos momentos —suspiro Alise con cansancio.
—la familia Loki fue eliminada, aun no puedo creerlo —susurro Ryuu.
—incluso Finn fue asesinado.....jamás pensé que esta guerra llegaría a este punto —dijo Lyra con amargura.
—Loki —pensó Astrea con tristeza por haber perdido a una de sus amigas.
Obviamente aun seguía viva en el cielo pero sabía muy bien que pasarían siglos para volver a verla, se sentía triste al saber que no volvería a tener esas salidas junto con Loki y Freya que tenia de vez en cuando.
—la ciudad es un caos, creo que lo mejor será partir y ver como tranquilizamos a los civiles —recomendó Iska.
—¿Pero que pasara con Bell? —pregunto Ryuu.
—en estos momentos esta con su familia y necesitan su espacio, nosotras tenemos nuestro deber en la ciudad y no podemos dejarla de lado cuando más nos necesitan, la familia Ganesha no podrá con todo esto por si sola —dijo Alise seriamente—. Aunque lo mejor será que dos de nosotras se queden aquí junto a Astrea-sama y a Haruhime, se que no hay peligro ya que están ellas dos aquí pero más vale prevenir.
—entonces me quedaré yo —se ofreció Celty.
—bien, entonces Lion también que se quede —dijo Alise viendo a su amiga elfa—. ¿Estas de acuerdo Lion?.
—no hay problema —acepto la elfa.
A pesar que también quería ayudar en la ciudad se quedaría en la sede con su diosa y Bell, además que tenía un poco de curiosidad por conocer a la familia de este.
—entonces lo mejor será partir a la ciudad —dijo Kaguya empezando a caminar.
—ya me empieza a doler la cabeza al imaginarme el caos que se está armando en este momento —susurro Lyra.
—volveremos más tarde por si pregunta Bell por nosotras aunque lo dudo, tiene muchas cosas que hablar con su familia —dijo Alise feliz de conocer a la familia de Bell.
Sentía que ellas ayudarían mucho en su recuperación.
—pss Celty —susurro Neze acercándose a la elfa.
—¿Que sucede?.
—¿Puedes vigilar a la maestra de Bell? Ya sabes, para que no bromee mucho con él, puede ser malo para su salud.
—entendido —acepto la elfa seriamente.
—cuídense y ayuden a la familia Ganesha en lo más que puedan —se despidió Astrea viendo como sus hijas se iban.
Sabía que todas querían quedarse en la sede pero no podían dejar sus obligaciones como familia de la justicia aunque dudaba mucho que Evilus atacará, no después de ver quienes llegaron la noche anterior.
Probablemente las cosas se mantendrían tranquilas por un tiempo o eso esperaba.
—bueno, mientras tanto podemos preparar algo para comer, de seguro Bell esta hambriento —propuso Astrea.
—me parece una buena idea —acepto la sonriente Haruhime notándose la felicidad en sus ojos.
Aunque esa felicidad se esfumaria cuando viera a Hera otra vez, después de esa declaración que hizo le tenía miedo a la abuela de su héroe.
Mientras en la sala Hera, Bell y Galatea se habían sentado en uno de los sofás y platicar tranquilamente de muchas cosas y escuchar lo poco que recordaba Bell.
Mientras Alfia aun seguía apoyada en la pared con los ojos cerrados escuchando la platica, precisamente las palabras que decía su sobrino decidiendo que cuando tuviera la oportunidad hablaría a solas con él.
Los próximos días en la ciudad de Orario estarían llenos de trabajo.
===Fin del capítulo===
Bueno aquí termina el capítulo de hoy espero que les haya gustado si es así voten y comenten que les pareció ya que eso me motiva a seguir escribiendo.
Como se habrán dado cuenta ahora solo habrán capítulos tranquilos, no tiraré la batalla final de golpe ya que eso sería muy cansado para ustedes así que habrán unos capítulos más de convivencia y de otras cosas curiosas antes de iniciar el arco del Knossos que probablemente dure algo.
Por cierto......
¿Que opinan del personaje de Galatea? Me gustaría saberlo.
Sin más que decir me despido adiós cuídense y no tomen drogas.
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