Capitulo 33:Semana de recuperación
Otro día comenzaba en la ciudad de Orario, un día afortunadamente tranquilo si quitamos de lado la gran cantidad de muertos que estaban siendo sepultados ese día.
Ya habian pasado dos días desde la gran masacre del distrito rojo donde Bell terminó dañado tanto física como mentalmente teniendo que tomar una semana completa de reposo para recuperarse en su totalidad así que mientras tanto sus queridas amigas se encargarían de cuidar de él teniendo que turnarse ya que algunas estarían patrullando y una de ellas tendría que cuidar a Bell.
Astrea se había ofrecido cuidarlo ella sola por toda la semana pero las chicas insistieron en que también querían ayudar.
Bell por otra parte se sentía decaído sintiendo que solo estaba molestando a sus amigas al quedarse cuidándolo en vez de patrullar sin saber que cada una de ellas estaba encantadas de ayudarlo por toda esa semana.
Aunque obviamente el albino no le gustaba estar una semana completa sin hacer absolutamente nada teniendo de vez en cuando sus momentos de querer irse.
Pero por fortuna las chicas siempre lo detenían justo como ahora.
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Bell caminaba lentamente por los pasillos de la sede en dirección al patio.
—bien, mi pierna ya casi no duele y mis brazos aun siguen adoloridos pero estoy seguro porque no me estoy ejercitando, si hago unas cuantas flexiones de seguro me recuperaré más rápido.
Aunque le habían dejado en claro que tenía que guardar reposo Bell no quería estar en cama, él quería entrenar, quería ser más fuerte si quería vencer a Sava.
Así que ignorando el dolor de sus brazos camino lentamente hacia el patio de entrenamiento pero antes de que saliera de la sede una voz lo detuvo.
—¿Bell‐san? ¿A dónde va? —pregunto Celty preocupada acercándose a él.
Era el turno de ella de cuidarlo y justo en ese momento iba a su habitación pero en cambio lo encontró en medio del pasillo.
—siento que ya me estoy recuperando así que ya no es necesario el cuidado —dijo tranquilamente—. Iba a hacer un poco de ejercicio para estirar los huesos.
Celty al escuchar esas palabras frunció el ceño.
—eso si que no, le han dejado muy en claro que tiene que reposar para recuperse al cien por ciento así que regresemos a su habitación —dijo la elfa tomándolo de la mano para llevarlo junto con ella.
Algo sorprendente para Celty, esa era la primera vez que tomaba la mano de un hombre.
—no te preocupes Celty‐san, de verdad estoy bien —dijo Bell no queriendo estar más tiempo en esa habitación y molestar a sus amigas.
—si no sigue las indicaciones no se logrará recuperar, sea paciente —dijo sin soltarlo.
—pero digo la verdad.
—Bell‐san.
—solo haré unas cuantas flexiones y regresare a descansar.
—Bell-san.
—es tonto permanecer en cama cuando puedo.....
—¡He dicho que regreses a tú habitación! —grito la elfa enojada.
—¡S‐Si! —acepto Bell sorprendido por el repentino cambio de actitud de su amiga.
—b‐bien, entonces vamos —y segundos después volvió a sonreír con timidez llevando a Bell de la mano a su habitación por si en el dado caso se debilitaba al caminar.
—¿Es bipolar? —pensó Bell extrañado.
Si, sus amigas se tomarían en serio el papel de cuidarlo hasta que este cien por ciento curado.
Después de llegar a la habitación Bell se sento en su cama viendo a la elfa.
—estaba a punto de preparar algo para comer ¿Algo que quiera comer? —pregunto con una sonrisa.
—c‐cualquier cosa estará bien —susurro un poco apenado que lo estuvieran cuidando de esa manera.
—esta bien, prepararé algo delicioso y su jugo favorito de piña, volveré pronto —y con una sonrisa Celty salió de la habitación dejando solo a Bell.
—........las elfas cambian muy rápido de humor —pensó recordando que así era Ryuu y ahora se acababa de dar cuenta que también Celty—. Interesante.
Después de unos diez minutos Celty regreso con una comida ligera para Bell y su jugo de piña, sabía lo mucho que le gustaba ese jugo a su amigo.
Bell intento comer pero desgraciadamente sus manos aún seguían temblando por el dolor.
—y así quería hacer ejercicio —dijo Celty tomando ella el plato de comida y empezar a darle de comer a Bell.
—l‐lo siento —se disculpo el albino.
—jeje no se disculpe Bell-san, yo estoy feliz de ayudarlo —dijo la elfa con una sonrisa avergonzando a su compañero.
De verdad que tenía unas maravillosas amigas, una vez se recuperara entrenaria para ser más fuerte y poder protegerlas.
Así eran los días del albino, siendo cuidado por sus amigas, unos días algo frustrantes para el conejo pero que sus amigas disfrutaban por pasar tiempo con él.
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Ahora la que estaba en la habitación era Maryuu la cual tenia una hermosa sonrisa mientras cortaba unas manzanas tarareando una canción sentada frente a la cama de Bell.
Este solo observaba a su amiga cortar las manzanas escuchando el tarareo de su canción.
No sabía porque pero el aura que desprendía Maryuu era muy agradable.
—ya veras Bell, pronto te recuperarás así que se paciente —dijo Maryuu con una voz suave—. Y no te sientas mal por recibir nuestra ayuda, lo hacemos porque eres nuestra familia y estamos seguras que harías lo mismo por nosotras.
—gracias Maryuu, espero recuperarme pronto.
Maryuu solo sonrió calidamente y empezó a quitarle la cáscaras a la manzana confundiendo a Bell.
—¿Que haces?.
—¿Uh? Le quito la cáscara a la manzana.
—¿Acaso se le quita? —pregunto Bell alzando una ceja.
—pues yo siempre lo he hecho así —respondio no mirándole lo malo.
—bueno, no acostumbro a comer manzanas la verdad.
—¿Acaso no te gustan? —pregunto Maryuu asustada creyendo que había traído una fruta que no le gustaba a su amigo.
—no es eso, simplemente no como muy seguido.
—vaya, eso es bueno —suspiro aliviada—. Ahora come.
Maryuu tomó uno de los trozos de manzana y lo llevó a la boca de Bell.
Este sabiendo que no serviría de nada quejarse simplemente empezó a comer las manzanas que le ofrecía su amiga.
Mientras ella estaba cuidando a Bell el resto patrullaba en las calles y Astrea y Haruhime preparaban el almuerzo para cuando regresaran todas a la sede, a pesar que solo llevaba unos pocos días en la sede Haruhime se sentía muy cómoda allí aunque a veces dormía con Astrea, las pesadillas de lo que sucedió esa noche no la dejaban dormir teniendo que dormir junto a la diosa para poder tranquilizarse.
—lo siento —susurro Maryuu con una expresión triste.
—¿Uh? ¿Porque te disculpas? —pregunto Bell.
—no pude estar contigo para ayudarte, lo mismo paso en el casino con Lyra, prometimos hacer el trabajo juntos y al final tomaste la decisión de ir solo —dijo un poco desanimada—. Lo siento si soy débil y poco confiable.
—¿Eh? No claro que no, yo confío en tí Maryuu —hablo rápidamente no queriendo que se sintiera triste.
—es la verdad, soy la más débil de toda la familia, incluso Celty puede pelear más que yo, lo único que puedo hacer es curar a los demás con mi magia y ni siquiera eso puedo hacer, no puedo curarte cuando más me necesitas.
—Maryuu.
Pero en eso la chica puso una expresión de determinación y tomó de la mano a Bell.
—pero te prometo que me esforzaré, entrenare mucho, entrenare mi magia para ser capaz de curar hasta tú herida más grave —prometió notándose un brillo en los ojos—. Me convertire en alguien que sea capaz de ayudarte a ti y a toda la familia.
Bell al escuchar eso cambio su expresion a una calida pero sin sonreír.
Después levanto su brazo y acaricio el cabello de la chica.
—tú eres una chica increíble Maryuu y no dudaré en dejar mi vida en tus manos en el dado caso que vuelva a ser dañado, así que no estés triste, no va con tu rostro —dijo sin dejar su mirada calida.
Las mejillas de Maryuu se sonrojaron levemente al escuchar esas palabras bajando la mirada.
—g‐gracias.....me e‐esforzaré —susurro con un sentimiento de felicidad al escuchar esas palabras.
Pasaron unos segundos así con Bell acariciando el cabello de Maryuu la cual empezaba a avergonzarse más.
—¡T‐Tienes que comer las manzanas! —tartamudeo Maryuu nerviosa tomando una manzana y meterla de un solo a la boca de Bell el cual empezó a toser—. ¡L‐Lo siento!.
Así el resto de la mañana Maryuu estuvo avergonzada cuidando a Bell y pidiéndole perdón por casi ahogarlo.
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Habían otras en la familia que se tomaban muy enserió el tema de cuidar al albino como es el caso de Ryuu.
Esta iba caminando por los pasillos en dirección a la habitación de Bell ya que era su turno de cuidarlo.
—tengo que cuidar de Cranel-san, no puedo permitir que fuerce sus huesos hasta que este recuperado así que lo cuidare bien —y con esos pensamientos y una expresión de determinación la elfa llegó a la habitación de Bell.
Sin tocar abrió la puerta para ayudar a su amigo y cuando entró a la habitación vio como este se estaba poniendo de pie.
—¡Cranel-san! —grito Ryuu asustando al albino.
—R‐Ryuu-san.
—¿Que hace? Usted tiene que guardar reposo —dijo preocupada volviéndolo a acostar en la cama no queriendo que se dañara más cuando ella lo estaba cuidando—. ¿Que estaba haciendo?.
—a‐ah pues yo iba.....
—¡Si! De seguro ya tiene hambre, todavía faltan muchas horas para la cena —dijo entendiendo todo.
—n‐no, yo.....
—no se preocupe Cranel-san, yo le traeré la comida, usted solo espere.
Y con esas palabras Ryuu salio corriendo sin dejar que Bell dijera nada.
La elfa llegó rápidamente a la cocina y empezó a buscar que preparar para el albino.
—¿Que hace? —pregunto la pequeña Haruhime al ver a la elfa.
—voy a darle de comer a Cranel-san.
—oh, yo estaba preparando unos sándwich ¿Quiere? —ofrecio mostrando su plato con unos cuantos sándwiches.
—¡Si!.
La elfa rápidamente tomó una bandeja y coloco los sándwiches allí.
Pero no estaba conforme, miraba poca comida.
—de seguro Cranel-san tiene mucha hambre —pensó empezando a preparar otras cosas bajo la atenta mirada de Haruhime.
Rápidamente preparo otros sándwich, los que preparo Haruhime eran de jamón así que ella los haría de pollo para que tuviera variedad.
Además decidió tomar un pequeño pastel que estaba en la nevera un lugar el cual mantenía fría las cosas gracias a las piedras mágicas, busco unos segundos con la mirada hasta que vio el pastel el cual tenía una nota que decía que pertenecía a Alise pero simplemente la quito y puso el pastel en la bandeja.
Y para finalizar preparo un jugo de piña sabiendo lo mucho que le gustaba.
—bien, con esto Cranel‐san estará satisfecho.
Y con esas palabras Ryuu tomó la bandeja y se fue a la habitación dejando sola a Haruhime en la cocina.
—......se llevo todos mis sándwich —pensó la niña al ver su plato vacío.
Mientras Bell esperaba pacientemente a que Ryuu regresara no teniendo que esperar mucho ya que abrió la puerta con la bandeja en sus manos.
El albino abrió los ojos un poco sorprendido al ver la gran cantidad de sándwiches y el pastel.
—listo Cranel-san, aquí esta su comida —dijo la elfa dejando la bandeja en la mesa que estaba a la par de la cama—. Hay una gran variedad de sándwiches así que disfrute.
Ryuu sonrió orgullosa creyendo que había hecho bien su trabajo pero se confundió al ver que Bell no decía nada.
—e‐eh ¿Cómo lo digo? —susurro el albino.
—¿Que sucede? ¿Hice algo mal? —pregunto preocupada.
—Ryuu-san es un lindo gesto y lo agradezco pero la verdad es que.........solo me quería levantar para traer un vaso con agua —confesó.
La elfa quedo de piedra al escuchar esas palabras.
Segundos después su rostro pasó a estar completamente rojo tapandolo con ambas manos por la vergüenza que sentía.
—n‐nunca hago nada bien —susurro la elfa muy avergonzada—. L‐Lo siento.
Bell solo vio como Ryuu solo tenia buenas intenciones al querer ayudarlo.
Después observo la bandeja de comida y la verdad es que ya tenía un poco de hambre.
—aunque es mucha comida ¿Quieres comer conmigo Ryuu-san? —pregunto.
Ryuu levanto la mirada viendo como el albino había tomado su sándwich para comerlo, sus brazos no estaban recuperados pero por fortuna ahora podía tomar las cosas sin que se le cayeran.
—si —acepto avergonzada caminando hacia el asiento que estaba frente a la cama y comer junto con Bell—. Lo siento por no hacer bien mi trabajo.
—no te preocupes, es lindo —dijo con una mirada calida sonrojandola.
—t‐tonto —susurro.
Después de eso ambos se mantuvieron en silencio comiendo los sándwiches, era agradable el ambiente a su alrededor.
—por cierto, Ardee dice que espera que te recuperes pronto —empezó a hablar la elfa.
—¿Uh? ¿Ardee?.
—si, dijo que quiere verte pero la familia Ganesha al ser más grande que la nuestra tiene una gran carga de trabajo en toda la ciudad y eso no le permite visitarte, se siente triste por no venir.
—la próxima vez que la veas dile que no se preocupe, pronto saldré de esta cama y podremos vernos —dijo Bell deseando ver a la animada chica.
—e‐entiendo —susurro viendo los ojos de Bell—. S‐Son muy cercanos ¿Verdad?.
—si, somos buenos amigos ¿Porque?.
—n‐no, por nada —y con esas palabras siguió comiendo su sándwich.
Se sentía feliz que su mejor amiga y su mejor amigo se llevarán muy bien pero por alguna razón se sentía excluida.
En pocas palabras estaba algo celosa de los dos.
—Ryuu-san.
—¿Uh?.
La elfa levanto la mirada y abrió los ojos sorprendida al sentir como el albino acaricio su mejilla quedando congelada.
—tienes un pequeño jamón en tu mejilla, Kaguya se burlara de tí si te ve así —dijo dejando de acariciar la mejilla de la elfa al ya no tener el jamón—. ¿Ryuu-san?.
Pero la elfa no contesto, simplemente se quedó congelada en su asiento.
Un humano la acababa de tocar, un humano había acariciado su mejilla.
Y lo peor de todo era......que no le desagrado.
Segundos después la elfa se puso de pie.
—¿Ryuu-san?.
Pero esta no constesto, solo se dio la vuelta con su rostro completamente rojo y salió de la habitación.
Mientras Bell se quedó comiendo su sándwich extrañado por el repentino actuar de su amiga, por momentos se olvidaba de como eran los elfos a pesar que su abuela le explicó todo eso.
Minutos después la puerta fue nuevamente abierta solo que esta vez entró la pequeña Haruhime con un plato vacío.
—¿Haruhime? ¿Que sucede? —pregunto el albino.
—no lo se, la señorita Ryuu me pidió que lo cuidara por un rato —explico la niña acercándose a Bell y sentarse en la silla viendo todos los sándwich en la bandeja.
—¿Quieres?.
—¡Si!.
Así la pequeña niña empezó a comer y hablar con Bell sobre historias de héroes.
Mientras Ryuu estaba en el baño viéndose en el espejo después de haber mojado su rostro aunque aún seguía sonrojada recordando como Bell acaricio su mejilla.
—eres un tonto.
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Habían otras en la familia que preferían cuidar a Bell con alguien más, según ellas sería más divertido.
—hey Bell —saludo Noin entrando a la habitación del albino junto con Asta—. ¿Cómo vas con tú recuperación?.
—bien aunque mis brazos aun duelen —respondio moviendo un poco sus puños—. Pero ya puedo tomar cosas sin que se me caigan de las manos.
—¿Enserio? Y yo que planeaba darte de comer —dijo Asta mostrando un plato con galletas el cual dejo en la mesita que estaba a la par de la cama para después caminar a la cama de Bell y sentarse encima de ella y subir sus pies.
—Asta no vayas a lastimar la pierna de Bell —advirtió Noin tomando asiento en la silla y sacar una baraja de su bolsillo.
—tranquila, mi pie esta casi recuperado.
—bueno, Airmid dijo que no estarías totalmente recuperado hasta que pase una semana así que hay que ser cuidadosas —dijo dejando la baraja en la cama.
—¿Una baraja?.
—de seguro haz de estar aburrido así que vamos a jugar un rato —dijo Asta queriendo ver cuanto había mejorado sus habilidades en el poker.
—quería jugar el otro juego donde me eres infiel en cada momento que tienes una oportunidad pero es más divertido jugar con todas así que mientras tanto juguemos poker —dijo Noin viendo con una sonrisa de burla al albino el cual se sonrojo un poco—. ¿Que dices? ¿Jugamos?.
—bueno, me parece bien.
Y con la aprobación del albino Noin empezó a repartir las cartas empezando el juego los tres.
Todas sabían que Bell estaba mal mentalmente así que no querían dejarlo solo, querían que su mente estuviera ocupada ya sea platicando o jugando.
Harían todo lo posible para animar a su amigo.
—no vayas a hacer trampa Bell —pidió Asta.
—pero yo no hago trampa.
—la de las trampas es Lyra, Bell simplemente es un chico con mucha suerte en estos juegos —dijo Noin viendo que saco una pésima mano—. Maldicion.
—¡Vaya! Tengo una buena mano —celebró Asta feliz creyendo que ese era su momento.
—escalera real.
Pero aplastando esas esperanzas Bell dejo caer sus cartas mostrando la mano más difícil del juego y lo peor de todo es que le salio a la primera.
—oh vamos ¿Es enserió? —se quejo Asta—. Justo cuando creí que era mi momento.
—bueno, yo ni siquiera tenía esperanzas —susurro Noin.
—¿Seguras que quieren seguir jugando este juego? Se van a aburrir de solo perder —pregunto Bell.
Ambas chicas sonrieron con diversión al escuchar esas palabras jalando cada una las mejillas de Bell.
—oye esta vez si te escuchaste como un chico engreido —dijo Asta pellizcando su mejilla—. A los enanos nos molesta que se burlen de nosotros de esa manera.
—parece que juntarte con Lyra te está pegando su mala costumbre de burlarte de los demás —dijo Noin con una sonrisa divertida.
—p‐perdón.
Ambas soltaron sus mejillas y empezaron a reír un poco.
—tranquilo, sabíamos que esto sucedería, jugar contigo es una derrota clara —dijo Noin tomándo el plato de galletas y dejarlo en la cama para que los tres pudieran comer.
—¿Entonces que hacemos? —pregunto Asta comiendo una galleta—. Jugar ya no es una opción.
—jeje vine preparada.
Y con una sonrisa emocionada Noin saco un pequeño libro confundiendo a ambos.
—¿Un libro? —dijeron Bell y Asta.
—no es cualquier libro —dijo con un tono de voz dramático abriendo el libro y mostrando unas fotos de una Ryuu pequeña—. ¡Es el álbum de fotos de Lion cuando era pequeña!.
—¡Oh! —exclamaron los dos con sorpresa.
—¿Cómo lo conseguiste? —pregunto Asta.
—accidentalmente lo encontré en el cuarto de Lion —respondio Noin haciendo que ambos tuvieran una gotita estilo anime—. ¿Que dicen? También tengo un álbum de fotos de Alise y uno mio por si les interesa ver como era de niña, en ese entonces tenia el cabello largo.
—vaya, Noin con cabello largo, eso me gustaría verlo —dijo Bell interesado haciendo que la chica riera un poco avergonzada.
—entonces yo también traeré mi álbum de fotos, tengo unas muy interesantes —dijo Asta corriendo a su habitación y volver con su álbum—. ¿Tú tienes uno Bell?.
—en mi escritorio, cajón derecho —dio la información no molestandole mostrar su álbum, de hecho le agradaba compartir un momento así con sus amigas—. Aunque pienso que es de mala educación mostrar el álbum de fotos de Ryuu-san y Alise.
—tranquilo, no pasará nada malo —tranquilizo Noin mientras Asta volvía a sentarse en la cama con el álbum de Bell y el suyo—. Entonces ¿Cuál vemos primero?.
—el de Lion —dijo rápidamente Asta.
—c‐cualquiera esta bien —dijo Bell un poco nervioso—. Aunque me gustaría ver las fotos de ustedes dos.
—tenemos todo el día, tomemoslo con calma.
Y así Bell, Noin y Asta estuvieron gran parte de la tarde viendo todos las fotos de los álbum viendo con interés muchas de ellas, incluso cuando habían fotos interesantes relataban que era lo que habían estado haciendo en ese momento, principalmente Asta la cual parecía que era la que más había tenido aventuras en su niñez.
Ese era un momento que Bell disfruto mucho con ellas dos, era muy agradable verlas reír y bromear mientras más fotos miraban.
Definitivamente se sentía feliz de pertenecer a esa familia.
Aunque horas más tarde los tres recibieron la ira de Ryuu por ver su álbum sin su permiso.
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Otras aprovechaban ese momento con Bell para ver como iba su recuperación y demás.
—bien Bell, esta es la última poción —dijo Ryana dándole un frasco al albino—. Si llegas a sentir dolor en tus brazos puedes decirme e iré donde Airmid para que me de más.
—entendido.
Bell tomó el frasco y empezó a beber el líquido aunque sus manos temblaban un poco y eso confundió a Ryana ya que supuestamente dijo él que eso ya no sucedia.
Después de que Bell bebiera la poción para calmar el dolor intento acostarse pero Ryana lo detuvo.
—espera, Airmid dijo que a partir del cuarto día podíamos quitarte las vendas —recordó Ryana con una pequeña sonrisa—. De seguro te han de estorbar pero eso terminara ahora.
Pero antes de que Ryana tomara el brazo de Bell este lo aparto.
—n‐no es necesario, puedo hacerlo más tarde yo solo —susurro Bell notando los nervios en su rostro.
Ryana entrecerro los ojos al ver esa actitud sospechosa.
—no, tiene que ser en este momento —insistio la chica.
—no te preocupes, y‐yo puedo.
Ryana viendo que sucedia algo malo tomó rápidamente el brazo de Bell el cual puso una mueca de dolor.
Esta cuidadosamente empezó a quitar los vendajes de uno de los brazos hasta que quedó descubierto.
Ryana abrió los ojos sorprendida al ver como el brazo que supuestamente estaría cerca de estar curado estaba algo morado.
Una expresión enojada apareció en la chica al ver eso viendo a Bell.
—Bell ¿Acaso hiciste ejercicio? —pregunto con enojo.
—y‐yo....
—di la verdad.
—hice unas cuantas flexiones ayer en la tarde aquí en el cuarto para ver si ya estaba mejor —confesó.
Y en el momento en que termino de hablar recibió un golpe en la cabeza de parte de Ryana.
—¡Idiota! —grito enojada—. Te dijeron que esperaras exactamente una semana ¡¿Acaso no puedes esperar?!.
—y‐yo.....
—¡Todas nosotras estamos haciendo todo lo posible para que te mejores y tú haces esto! ¡¿Acaso no te importa lo que sentimos?!.
—Ryana yo......
—solo mira, tú brazo está otra vez dañado —dijo apretando sus puños y pequeñas lágrimas se formaban en sus ojos—. E‐Eres un idiota.
—....
—yo solo deseo que te recuperes y t‐tú......y t‐tú......
Antes de que Bell dijera algo Ryana se puso de pie y salió de la habitación dejándolo solo.
—maldicion, esta vez si la jodi —pensó bajando la mirada frustrado.
Ayer en la tarde se quedó solo por alrededor de una media hora y en ese tiempo que quedó solo empezó a recordar todo lo sucedido en esa noche empezando a enfurecerse y desesperarse.
No quería estar allí, quería ser más fuerte.
Así que aprovechando que estaba solo decidió hacer unas cuantas flexiones para estirar sus brazos los cuales estaban entumecidos pero ya no dolían o eso era lo que creía.
Al hacer la décima flexión sus brazos empezaron a doler otra vez dándose cuenta que sus huesos aún no se habían recuperado del todo teniendo que parar al instante sabiendo que sería peor si seguía.
Sus brazos que estaban cerca de curarse ahora estaban lastimados otra vez todo por ser impaciente y lo peor de todo es que lastimo los sentimientos de su amiga algo que le dolió más que el dolor en sus brazos.
—soy un idiota —pensó Bell.
Pero en eso la puerta de la habitación fue abierta nuevamente entrando Ryana con una poción en sus manos.
—Lion, Maryuu y Celty no están en la sede así que no podrán lanzar su magia curativa así que mientras tanto toma esta poción, si el daño no es tan grave tú brazo se curará —dijo destapando la poción y dársela a Bell.
Este simplemente obedeció no queriendo hacer enojar más a Ryana.
Después de tomarla ambos vieron como los moretones en los brazos de Bell empezaban a desaparecer haciendo que la chica soltara un suspiro de alivio.
—que bueno, parece que el hueso no se daño otra vez así que todo está bien —dijo Ryana para después ver seriamente al albino—. Y tú, más vale que no vuelvas a hacer eso otra vez, la próxima vez puede que no salgas con suerte y te lastimes los huesos, se paciente y espera unos días más.
—e‐entendido.
—eso espero.
Y con eso dicho Ryana empezó a quitar el resto de vendas del cuerpo de Bell viendo aliviada que ya no tenía más moretes.
—Ryana.
—¿Que?.
—perdón.
La chica levantó la mirada viendo la expresión de culpa y tristeza del albino.
—lo siento, fui un idiota, hice ejercicio aún cuando mi cuerpo no estaba curado sin importarme nada, sin siquiera pensar en tus sentimientos —susurro arrepentido de sus acciones—. Perdón, perdón por ser un idiota.
Ryana vio la expresión triste de Bell y eso le dolió.
Así que se acercó a él y le dio un suave abrazo.
—¿Ryana?.
—perdóname a mi, no tuve que haberte gritado así. Tú te sientes frustrado por estar aquí, fue muy difícil lo de esa noche y yo en vez de animarte te grite, lo siento —se disculpo sin dejar de abrazarlo—. Pero lo único que quiero es verte curado, eso es lo que más deseo.
Bell lo único que pudo hacer fue devolverle el abrazo a Ryana.
—prometo ya no hacer tonterías hasta que este curado.
—eso espero.
Ryana se separo un poco pero sin dejar de abrazarlo y volteo a verlo con una sonrisa.
—quiero verte recuperado, necesito a mi compañero de cocina a mi lado, eres el único que me apoya para no comprar pescado —dijo sin dejar de sonreír—. Extraño cocinar contigo.
—entonces me recuperaré lo más rápido posible.
Estuvieron unos segundos así, con ambos aun un poco abrazados y viéndose fijamente.
Aunque después Ryana se dio cuenta de lo cerca que estaba del rostro del albino separandose avergonzada y sonrojada.
—¿Q‐Quieres comer? Puedo preparar una comida rápida —pregunto.
—claro, no hay problema —acepto Bell.
—e‐entonces vuelvo pronto.
Y así Ryana se puso de pie caminando hacia la cocina intentando calmar los latidos de su corazón y el sonrojo en su rostro.
Mientras Bell se quedó esperando prometiendo no volver a hacer esa estupidez para no preocupar a su amiga.
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Otras aprovechaban el momento de cuidar a Bell para hacer otras actividades y aprovechar el tiempo al máximo.
Nos encontramos en el patio de entrenamiento donde el albino estaba sentado en el suelo con su espalda apoyada en la pared observando a Iska entrenar.
Esta le dijo al albino que lo llevaría al patio de entrenamiento para que respirara aire fresco y mientras tanto ella entrenaria.
—es rápida —pensó Bell viendo a la amazona lanzar fuertes patadas al aire y después lanzar una rápida ráfaga de ataques con una daga.
—aún no es suficiente —susurro Iska frustrada retrocediendo unos pasos hacia atras y ver la daga—. Esto es más difícil de lo que pensé.
—Iska —llamo Bell a la amazona.
—¿Que sucede?.
—¿Que estas haciendo?.
—estoy entrenando ¿No es obvio? —respondio con un poco de gracia.
—no me refiero a eso, lo pregunto porque tienes una daga en tus manos —dijo señalando el arma—. Yo que recuerde solo peleas con tus puños y pies ¿Acaso quieres cambiar tú estilo de pelea.
—algo así —respondio con una pequeña sonrisa viendo la daga—. Me gusta pelear solo con mis puños y patadas pero quiero aprender a manejar armas.
—¿Y que te llevo a tomar esa decisión? —pregunto curioso.
—tengo que tener muchas más formas de ataque para estar preparada para cualquier cosa —dijo apretando sus puños con determinación—. Tengo que seguir mejorando más.
Al decir esas palabras Iska empezó a hacer lentos movimientos con la daga un poco frustrada.
—pero jamás imagine que sería difícil dominar un arma.
—¿Acaso nunca has utilizado un arma?.
—no, siempre he luchado solo con mis puños y pies, las únicas veces que utilice un arma fue en mis inicios en el calabozo, solo fue unos cinco días y después me aburrí, no era lo mío —confesó avergonzada—. Y ahora me arrepiento de ello, jamás practique con alguna arma, soy una tonta.
—ya veo, ¿Hay alguna razón en especifico para que hayas elegido la daga?.
—Kaguya me dijo que es la más fácil de utilizar a parte que es pequeña así que no me estorbara mucho pero sin alguien que me guíe pues es difícil.
—si quieres yo te puedo ayudar, tengo mucha experiencia con las dagas —dijo Bell intentando ponerse de pie.
—¡No! —grito Iska corriendo hacia él albino e impidiendo que se pusiera de pie—. No lo hagas, tú cuerpo aún no se ha recuperado y jamás me perdonaría si te dañaras por ayudarme.
—pero quiero ayudarte.
—entonces mejor dame consejos sobre como manejar mejor la daga, cuando te recuperes haremos la practica.
—entendido.
Iska sonrió feliz al escuchar eso y regreso al lugar donde estaba entrenando.
A diferencia de otras amazonas Iska no era muy amante de las batallas, ella prefería la moda y el maquillaje pero por alguna razón con Bell esa chispa de ser más fuerte aumentaba.
—ya veras Bell, me haré mucho más fuerte y la próxima vez estaré a tú lado para patearle el trasero a ese maldito bastardo —dijo la amazona con enojo para después verlo con una sonrisa—. Seremos un dúo de pelea imparable.
Iska era una de las que se sentía culpable de lo sucedido en esa noche, estuvo en el distrito pero no estuvo con el albino en el momento que más la necesitaba, si tan solo hubiera sido más fuerte y rápida para derrotar a esos miembros de Evilus e ir donde él talvez hubiera evitado que terminara tan dañado o que murieran esos pequeños.
De verdad que se sentía enojada, dañaron a su amigo y el mismo sentimiento compartía el resto de la familia.
Así que quería ser fuerte, mucho más fuerte para poder pelear junto a él y ayudarse mutuamente.
—juntos eliminaremos a todos esos bastardos de Evilus —pensó con determinación.
—bien, entonces te daré unos cuantos consejos —empezó a hablar captando la atención de la amazona—. Primeramente estas tomando mal la daga, tienes que tomarla del otro lado.
—¿Así? —dijo siguiendo las instrucciones.
—si, esa manera es la correcta.
Iska lanzo unos cuantos ataques a un muñeco que había en el campo de entrenamiento y le causó unos cuantos cortes.
—es algo incomodo tomarla de esa manera —dijo la amazona.
—al principio es incómodo pero mientras más practiques lo sentirás como si fuera otra parte de tú cuerpo.
Al escuchar esas palabras Iska sonrió motivada.
—¡Bien! Entonces me esforzaré.
Y en el resto de la tarde Iska entreno sin descanso recibiendo consejos de Bell de cómo mejorar en su manejo con la daga, consejos que le sirvieron de mucho estando ansiosa de que se recuperara su amigo para tener un combate de entrenamiento, quería ver que tan lejos estaba de fuerza del albino ya que sabía que él era más fuerte que ella.
Y eso la emocionaba.
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Otras simplemente disfrutaban el momento de cuidar de Bell como es el caso de Neze.
Esta estaba en la cocina con una pequeña sonrisa preparando la comida del albino cortando unos vegetales mientras tarareaba una canción.
Mientras sentado en el comedor estaba Bell observando a la beastman cocinar viendo como la cola de la chica se movía de un lado a otro pareciéndole algo lindo.
La comida que estaba preparando era sopa, según Neze eso le ayudaría a recuperarse mejor, aparte que era lo que mejor podía hacer, las que más platillos podían preparar en la familia eran Maryuu y Astrea, el resto sabían una que otra cosa a excepción de Lyra, ella quemaba todo.
—Neze le estas agregando mucha zanahoria —dijo Bell al ver como la loba cortaba la tercera zanahoria.
—eres un conejo así que tengo que agregar bastantes —bromeo esperando que Bell riera pero no lo logro—. P‐Perdón, lo que pasa es que no tenemos muchas verduras así que decidi agregar un poco más de zanahoria, espero no te moleste.
—no, más bien estoy agradecido de que hagas esto por mi.
—no me agradezcas, es mi deber ayudarte —dijo con una bella sonrisa siguiendo cocinando.
Bell simplemente cerró los ojos y disfruto el tarareo de la canción de Neze, tenía una hermosa voz, le gustaría escucharla cantar la verdad.
—¿Han tenido complicaciones en el patrullaje? —pregunto Bell queriendo saber como le iba a su equipo en su ausencia.
—afortunadamente no, las mierdas de Evilus han estado tranquilas en estos días y espero que este así por un tiempo —respondio Neze con enojo—. Aunque Lyra últimamente ha estado cansada, me pregunto porque.
—quien sabe, es Lyra después de todo —susurro Bell bajando la mirada.
Neze noto como el albino se estaba desanimando, probablemente por no estar con ellas en el patrullaje o teniendo miedo que sucediera algo malo en su ausencia.
Tenía que animarlo.
—afortunadamente ya solo quedan dos días más de recuperación y volverás con nosotras a los patrullajes, también entrenaremos juntos todas las mañanas otra vez, empiezo a sentirme sola en las mañanas cuando entreno, no es lo mismo si no estas tú.
—Neze.....
—jeje perdón por decir eso pero es lo que siento, me agrada mucho estar contigo —dijo un poco avergonzada.
—Neze.....
—cuando te recuperes entrenaremos juntos y nos haremos más fuertes para aplastar a esas cucarachas de Evilus.
—Neze.....
—¿Que?.
—se está quemando la sopa.
La loba al escuchar eso rápidamente se dio la vuelta para ver lo que estaba cocinando y efectivamente casi toda la sopa se había evaporado dejando solo las verduras quemadas en el lugar.
—¡Nooo! —grito tomando la olla aunque inmediatamente la soltó porque se quemo—. ¡Maldición! —grito otra vez enojada golpeando la pared creando un agujero por accidente.
Bell solo observo con una gotita estilo anime todo eso viendo como Neze se dio la vuelta con su rostro sonrojado.
—p‐perdón, arruine la sopa —se disculpo triste ya que había puesto todos sus esfuerzos en ella y no alimentaria al albino como ella quería.
Justo era su momento a solas con él donde no había ni una Alise ni una Kaguya para arruinar todo y al final ella terminó jodiendo todo por ser descuidada.
Bell simplemente se puso de pie y camino lentamente hacia donde estaba Neze la cual estaba a punto de decirle que no se esforzará.
Pero Bell al estar frente a la cocina vio la olla con las verduras semiquemadas en el interior.
Y sin esperar tomó una de los trozos de zanahoria y se la comió.
—¿Eh? ¿Que haces? —pregunto Neze—. Eso esta arruinado, déjalo ahí.
—no, pude ver como preparabas esta sopa con mucho esfuerzo así que no voy a desperdiciarla aunque este quemada —dijo volteando a ver a Neze con una mirada calida—. No voy a tirar a la basura la comida que preparo alguien querido para mi.
El palpitar en el corazón de la loba aumento al escuchar esas palabras sonrojandose un poco.
—a‐ah y‐yo....
—aparte que no está tan mal, tienen buen sabor —dijo tomando otra zanahoria y comerla—. La próxima vez preparemos juntos esa sopa.
—¡Si! —acepto feliz mientras su cola se movía de un lado a otro—. Ten.
Neze tomó otro trozo de verdura y se la ofreció a Bell el cual lo comió sin problemas haciendo que la cola de Neze se moviera con más alegría.
En este momento agradecía que no estuvieran el resto de las chicas ya que de seguro hubieran interrumpido ese momento.
Así ambos estuvieron en ese lugar charlando y una feliz Neze dándole de comer a Bell hasta que la olla quedó vacía prometiendo cocinar juntos la próxima vez.
Bell solo observo la sonrisa de la loba mientras lavaba las cosas que ocupo para la cocina teniendo solo un pensamiento en mente.
Hacerse más fuerte para proteger las sonrisas de las personas que amaba.
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Otras se tomaban su momento de cuidar a Bell para descansar.
—eeeeh Lyra —llamo Bell a la hobbit.
—¿Que?.
—¿Que haces?.
—descansar.
Nuevamente estábamos en la habitación de Bell donde Lyra estaba acostada en la cama junto al albino envuelta en las sábanas con los ojos cerrados intentando dormir, obviamente Bell se sentía nervioso de que la hobbit durmiera a su lado.
—¿Acaso tienes sueño? —pregunto Bell.
—obviamente, desde que mi compañero de taller a estado en cama me ha tocado el doble de trabajo con las bombas teniendo que dormir tarde otra vez así que aprovecharé este momento para descansar, espero y no te moleste.
—no claro que no y lo siento, por mi culpa ahora tienes que trabajar más —se disculpo desanimado.
—no te estoy culpando por ello tonto, la culpa la tienen esos trozos de mierda de Evilus —dijo la hobbit con un tono enojado en su voz—. Cuando te recuperes crearemos la bomba más potente jamás creada y se la meteremos por el culo a ese maldito, lamentarán lo que te hicieron.
—Lyra —susurro.
—tú y yo lo destrozaremos, vamos a demostrarles que se metieron con la persona equivocada —dijo levantando la mirada y ver a Bell con una sonrisa—. Seremos el equipo dinamita.
Bell solo vio a la hobbit la cual seguía sonriendo, la sonrisa de Lyra siempre era rara, era como la mezcla de una chica inocente pero a la vez con planes diabólicos en su mente.
Y en eso la hobbit abrazo al albino y cerró los ojos para dormir haciendo que este se pusiera nervioso.
—mientras tanto voy a dormir para recuperar energías, si te duele algo o tienes hambre solo despiertame y te ayudare.
—¿N‐No te sientes nerviosa por dormir frente a un chico? —pregunto Bell no creyendo que Lyra tuviera tanta confianza en dormir con el despierto.
—eres tú, no hay razón para sentirme nerviosa o desconfiada —susurro con una leve sonrisa sin abrir los ojos—. Aparte que me gusta estar así, es cómodo.
—s‐si tu lo dices.
Y con esas palabras la respiración de Lyra se fue haciendo más calmada hasta que se durmió en menos de tres minutos.
—vaya, de verdad estaba cansada —pensó Bell al verla dormir tranquilamente.
La hobbit siempre se mostraba desinteresada en muchas cosas o que no se preocupaba por los demás pero Bell pudo ver que era más que obvio que estaba preocupada por él.
Vivir en la calle sin sus padres hizo a Lyra así, sin tener el valor de mostrar lo que de verdad sentía y solo comportarse como una chica explosiva fuerte.
Pero Bell después de pasar tanto tiempo con ella fabricando bombas o patrullando podía ver más haya de sus expresiones desinteresadas y saber lo que de verdad sentía.
—descansa Lyra —susurro Bell empezando a sentir también los párpados pesados hasta quedar dormido.
Minutos después la puerta de la habitación fue abierta por Astrea.
Quería ver si la hobbit estaba cuidando bien al albino o no le estaba haciendo alguna broma como era costumbre en ella, si estaba haciendo bromas entonces la regañaria ya que Bell estaba en recuperación.
Pero al entrar a la habitación vio a ambos dormidos con Lyra utilizando el hombro de Bell como si fuera una almohada.
Una leve sonrisa apareció en el rostro de la diosa al ver esa escena para después darse la vuelta y salir de la habitación.
—quien diría que vería a Lyra de esa manera, jamás lo creí —pensó la diosa alejándose del lugar—. De verdad lo aprecia.
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Otras llevaban el cuidado de Bell demasiado lejos tomando en serio el papel de ayudarlo en todo hasta que este recuperado.
¡EN TODO!.
—K‐Kaguya —dijo Bell notandose los nervios en su voz.
—¿Que sucede? —contrario a la oriental la cual estaba tranquila.
—......¿P‐Porque?.
En el lugar donde estaban ambos eran en el baño de la sede con el albino avergonzado solo con una toalla sentado dándole la espalda a Kaguya y ella la cual también tenía solo una toalla alrededor de su cuerpo mientras lavaba suavemente la espalda del albino.
Lo estaba ayudando a ducharse.
Obviamente nadie sabía de eso, fue algo que se le ocurrió a la oriental en el último momento.
—¿Porque? Obviamente por que tienes que guardar reposo, lastimaras tus brazos a la hora de ducharte así que déjame hacerlo a mi, yo te cuidare —dijo sin dejar de lavar con una esponja la espalda del albino.
—p‐pero lo h‐he estado haciendo s‐solo estos días —tartamudeo Bell nervioso.
—mal, muy mal, por esa razón tus brazos aun no se han recuperado, tienen que estar en total reposo —dijo con una sonrisa empezando a lavar suavemente los brazos de Bell—. Así que déjamelo a mi, déjame lavar estos fuertes brazos —susurro poniendolo más nervioso.
Bell sabiendo que a Kaguya cuando decía algo nadie la hacía cambiar de opinión decidió simplemente quedarse callado y esperar a que terminara rápido la ducha.
—aparte que tengo una toalla atada a mi cuerpo así que no veras nada —dijo con un toque de burla.
—e‐eso es bueno, solo tienes que mostrarte así con la persona que ames —susurro Bell avergonzado.
Kaguya al escuchar eso sonrió levemente y se inclino.
Bell se puso más nervioso al sentir como la oriental apoyo su cuerpo es su espalda y acerco su rostro a su oído y decir unas palabras.
—entonces quizás debería de quitarme la toalla en estos momentos —susurro haciendo que la sangre subiera al rostro del albino.
Si Kaguya no quería que Bell no pensara en los sucesos de esa noche entonces definitivamente lo estaba logrando pero de una manera un tanto subida de tono.
Y el rostro de Bell estalló en rojo al sentir como la oriental beso su cuello.
Pero no pudo suceder nada más ya que la puerta del baño fue abierta de un portazo.
Ambos se dieron la vuelta y vieron que eran Neze, Alise y Ryana las cuales se sonrojaron al ver en la posición en la que estaban.
—¡Kaguya! —gritaron las tres enojadas entrando al baño y tomar a la oriental de los brazos y sacarla de allí.
—¡Oigan es mi turno de cuidar a Bell! ¡Déjenme! —grito enojada aunque la ignoraron.
Y así la puerta se cerró dejando solo al albino.
¿Cómo se enteraron? Pues la inocente Haruhime le contó a las chicas donde habían entrado Bell y Kaguya cuando estas le preguntaron donde estaban ya que ella fue la única que los vio.
Y cuando escucharon que eran los baños corrieron a máxima velocidad hacia allí y evitar la desgracia.
Mientras Bell llevo la mano a su cuello donde lo beso Kaguya avergonzado.
—definitivamente se estaba burlando de mi —pensó aún un poco rojo—. Sólo se estaba burlando.
.
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Y por último estaba Alise la cual para sorpresa de todos no se ofreció cuidar a Bell ya que ella decía que como capitana tenía muchas obligaciones no pudiendo cuidarlo.
Obviamente todas miraron con sospecha eso pero decidieron creerle.
Pero sin saber que la razón por la cual Alise no quería cuidarlo era porque ella se colaba a la habitación del albino todas las noches para dormir con él.
Las primeras veces Bell le decía que no lo hiciera pero después supo que era en vano ya que ella siempre lo hacía de todas formas.
Aunque la verdad era que por dentro agradecía que Alise hiciera eso ya que en las noches cuando todo estaba a oscuras y en silencio era cuando más le afectaba los sucesos de esa noche pero con Alise a su lado eso no sucedia.
Si, era agradable la compañía de su capitana pero desgraciadamente era un tanto parlanchina.
Como las últimas noches Alise estaba metida en la cama con Bell envueltos con la misma sábana con la pelirroja relatando con emoción unas anécdotas y Bell tenia unas ojeras en sus ojos.
—entonces ese día yo me puse enfrente de ese villano y le dije "Hoy es tú último día haciendo crímenes ¿Sabes porque? Porque yo estoy aqui".
—.....
—jejeje ese día estaba muy nerviosa y emocionada, era mi primer día como miembro de la familia Astrea, era mi debut así que tenía que dejar con la boca abierta a todos.
—.....
—y vaya que lo hice, utilice mis grandes habilidades y derrote a ese malvado villano sin ayuda de nadie, la gente me elogio al ver mi gran hazaña salvando el día de un posible terrorista.
—.....
—cuando lo derrote y le deje caer todo el peso de la ley tome la gallina que había robado y se la entregué a su dueño.
—.....
—desde ese día supe que yo era alguien distinta a los demás, una mujer bendecida por los dioses la cual obtuvo una gran fuerza para hacer el bien, supe que este era mi camino.
—.....
—jujuju y ese solo era el principio, al día siguiente.....
—Alise.
Pero antes de que siguiera hablando Bell la interrumpio.
—¿Que sucede?.
—me gusta platicar contigo, incluso tengo que admitir que escuchar tu voz me calma.
—¿E‐En serio? G‐Gracias —agradeció un poco avergonzada por el elogio sintiéndose feliz.
—pero........ya son las dos de la mañana, por favor duérmete —pidió Bell notando por fin las grandes ojeras en sus ojos.
Alise se dio cuenta que se le fue el tiempo contando sus anécdotas del pasado riendo avergonzada.
—jejeje perdón, me emocione —se disculpo con una sonrisa nerviosa.
—¿Te dormirás?.
—¡Si!.
Y con esas palabras Alise se acercó a Bell y le dio un beso en la mejilla avergonzadolo, algo lo cual había hecho todas las noches.
—buenas noches Bell —susurro Alise abrazándolo y cerrar los ojos.
—querrás decir buenos días, no tardará en salir el sol.
—c‐callate.
Y así entre cuidado de todas las chicas paso la semana de recuperación del albino, una semana la cual comenzó detestando por no hacer nada pero que al final sin querer terminó disfrutando por pasar tiempo con sus amigas.
.
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Nos encontraremos en la sede de la familia Astrea donde todas las chicas estaban reunidas en la sala.
Astrea, Bell y Haruhime no estaban ya que habían ido al hospital pero ver el último chequeo de Bell y ver si su recuperación ya estaba completa.
Mientras las chicas estaban sentadas en los sofá de la sala con expresiones serias y Alise estaba de pie con los brazos cruzados.
—¿Y bien? —pregunto Alise a todas—. ¿Cuál es el informe?.
Todas se vieron entre ellas por unos segundos para después soltar unos suspiros decepcionados y desanimados.
—misión fallida —dijo Neze—. No hemos logrado que Bell sonría aunque sea una vez en toda la semana.
—al menos no ha entrado en depresión.......creo —susurro Ryana.
Antes de que comenzarán a cuidar a Bell todas hablaron entre ellas poniendose de acuerdo en cuidar al albino y hacer todo lo posible para que no entrara en depresión y hacerlo sonreír, recuperar al antiguo Bell.
Pero a pesar de que pasaron tiempo con Bell haciendo todo tipo de cosas para que este tuviera su mente ocupada este no sonrió para tristeza de todas.
—nuestro plan fue un fracaso —susurro Alise.
—y mira que me esforcé, incluso robe el álbum de Lion para hacer que Bell sonriera aunque sea una vez —dijo Noin desanimada.
—¿Era necesario robar mi álbum? —pregunto la elfa enojada.
—no te enojes Lion, tienes que cooperar, es por Bell —dijo Asta.
—yo disfrute mucho mi tiempo al lado de Bell-san —dijo Celty con una sonrisa feliz.
—muy lindo y todo pero esto se trata de que Bell sonría y no lo lograste —susurro Iska.
—ugh.
—y‐yo casi mato a Bell con una manzana —confesó Maryuu avergonzada mientras las demás reían nerviosas.
—yo, bueno, estuve entrenando y Bell me dio muchos consejos para mejorar con la daga, me gusta estar con él aunque desgraciadamente no sonrió —dijo Iska.
—mi plan tampoco funcionó —dijo Kaguya.
—¿Cuál plan? Lo único que hiciste fue llevarte a Bell al baño para ducharse juntos —reclamo Neze celosa.
—¿Estas celosa lobita? —pregunto con burla.
—y‐yo si me esforcé en animarlo —dijo la loba ignorando la pregunta de la oriental—. Y pues........jejeje.
Neze dejo de hablar y solo rio feliz mientras su cola se movía de un lado a otro haciendo que todas la vieran de forma sospechosa.
—yo confieso que no hice nada, lo único que hice fue dormir —dijo Lyra ganándose unas miradas decepcionadas de todas—. Pero al menos durmió tranquilamente él también.
—¿Durmieron juntos? —pregunto Iska con sorpresa haciendo que la hobbit riera—. Vaya, eres la primera en dormir con Bell, quien lo diría.
Kaguya y Ryana solo vieron de reojo a su capitana la cual empezó a beber agua un poco nerviosa esperando que no se dieran cuenta de que había dormido con Bell toda esa semana.
—y‐yo...... —Ryuu estaba a punto de hablar pero mejor decidió quedarse callada.
Todas vieron su expresión y supieron de inmediato que cometió algún error cuando cuido a Bell, típico de ella.
—en resumen, completamos nuestra misión a medias —dijo Alise no muy conforme—. Esto no me gusta.
—¿Ahora que hacemos? —pregunto Neze—. Tenemos que ayudar a Bell, tenemos que encontrar la manera de animarlo.
Todas pusieron expresiones pensativas pensando en algún nuevo plan y que sea efectivo y mentalizandose que no sería fácil.
Mientras Ryana solo se quedó observando el calendario hasta que vio el símbolo de un conejo en una de las fechas.
—¡Oh! —exclamo poniendose de pie.
—¿Que sucede? —pregunto Maryuu.
—dentro de seis días es el cumpleaños de Bell ¡Hay que celebrarlo! De seguro eso lo animara —propuso Ryana emocionada.
—¡Es cierto! —grito Alise con una gran sonrisa—. El cumpleaños de Bell está cerca, es nuestra oportunidad para animarlo.
—así que un cumpleaños —susurro Neze pensando en que regalarle.
—¿Que dicen? —pregunto Alise viendo a todas.
Obviamente todas aceptaron, si tenían una oportunidad de animar a Bell entonces lo harían sin dudar.
—entonces a partir de ahora tenemos seis días para preparar el cumpleaños de Bell, tenemos que administrar muy bien nuestro tiempo con el patrullaje, estoy seguro que sonreirá.
Así el resto del tiempo todas las chicas estuvieron platicando en que hacer en ese cumpleaños y demás notándose ansiosas por preparar todo.
Mientras Bell había salido del hospital junto con Astrea y Haruhime recibiendo la confirmación que ya estaba completamente curado.
Este solo levanto la mirada y vio el cielo con una expresión seria sin dejar de caminar con su diosa y la niña.
—necesito ser más fuerte —pensó apretando sus puños.
===Fin del capítulo===
¿Les gustó el capitulo?
Si les gustó dejen su voto y comentario ya que eso me motiva a seguir escribiendo.
Al principio tenía planeado escribir la recuperación de Bell de una forma distinta pero al final me decidí con escribir momentos con cada una de las chicas a la hora de cuidarlo, me pareció lo correcto.
Y para los que se pregunten ¿Y Ardee? Tranquis, eso será para el próximo capítulo.
Sin más que decir me despido adiós cuídense y no tomen drogas.
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