Capitulo 32:No estas solo

Un nuevo día comenzaba en la ciudad de Orario aunque había algo distinto en ese día.

Todo estaba completamente en silencio, no tenia el ruido característico que tenia siempre la ciudad y eso se debía a una sencilla razón.

La gran masacre que hubo la noche anterior en el distrito rojo el cual estaba completamente destruido habiendo unas cuantas personas buscando cosas bajo los escombros o buscando cadáveres.

Y en uno de los parques de Orario estaban cinco miembros de la familia Ganesha cavando hoyos ya que ese parque ya no sería más un parque.

Debido a la gran cantidad de muertos decidieron destruir ese parque y crear otro cementerio para no saturar de golpe el anterior.

—aaaah que cansado —suspiro un miembro de la familia Ganesha con cansancio con una pala en sus manos.

—no te quejes que apenas estamos comenzando —dijo otro cavando.

—¿Cuantos hoyos llevamos? —pregunto otro con sueño.

—veamos, llevamos veintisiete......no son pocos.

—¿Y cuantos nos faltan?.

—pues según la cantidad de muertos nos faltan.....................cuatrocientos cuatro hoyos más........

—¡AAAAAAH! jamás terminaremos —grito uno de ellos tirándose al suelo.

—cielos, 431 muertos, de verdad que es una cifra grande —dijo otro con tristeza.

—y eso que la familia Loki aun sigue buscando muertos en el distrito rojo......los de Evilus de verdad son unos bastardos.

—escuche que también encontraron los cadáveres de catorce niños, me sorprende que hayan estado niños en el distrito del placer.

—unas amazonas de la familia Ishtar que sobrevivieron dijeron que la diosa estaba traficando con los niños o algo así, muy desagradable la verdad —dijo con enojo.

—pobres pequeños, solo fueron a encontrar su muerte a ese lugar, que en paz descansen.

—más importante ¿No sería mejor hacer un hoyo gigante y enterrar a todos los muertos? —pregunto uno con aburrimiento.

—¡No seas un perezoso! Muchas de esas personas tienen familia y quieren honrarlos por separado así que quítate esa pereza y empieza a trabajar o si no nunca terminaremos —regaño el que parecía el líder de ese grupo.

—por cierto, escuche que la diosa Freya mandara a unos de sus hijos para que ayuden a cavar, dijo que era un castigo por pelear o algo así dijo Ganesha‐sama.

—¿Enserio? ¿Quienes?.

Aunque en eso escucharon las voces de unas personas discutiendo acercándose a ellos.

—¡Por tu culpa maldito idiota!.

—¡Es tú culpa, por tus estupideces enojaste a Freya‐sama!.

—¡Cuando menos se den cuenta los voy a enterrar malditos bastardos!.

—¡Tendría que estar entrenando no estar cavando hoyos!.

Los miembros de la familia Ganesha solo observaron con gotitas estilo anime como cuatro hobbits se acercaban mientras discutían.

Eran los hermanos Gulliver.

—este será un día largo —pensaron todos con cansancio.

Mientras en otra parte de Orario, precisamente en la sede de la familia Astrea.

Las cosas habían estado un poco apagadas desde la noche anterior.

Cuando las que se quedaron en la sede se enteraron de lo que sucedió en el distrito del placer y que Ryana llegara avisando sobre en el estado que había terminado el albino se llenaron de angustia olvidando todo el tema de que Bell fue al distrito del placer.

Después de que Bell fuera curado por la santa Airmid diciéndole a la diosa Astrea que el albino tenia que guardar reposo ya que sus huesos fracturados aún no se había curado del todo teniendo que descansar por una semana.

La diosa Astrea agradeciendo la ayuda decidió que Bell pasaría en la sede, Airmid les había ofrecido que estuviera en el hospital hasta que se recuperara pero todas las chicas dijeron que no era necesario, que ellas lo cuidarían hasta que se recuperara.

Y después de pasar casi toda la noche inconsciente el albino por fin había despertado en la enfermería de su hogar estando sentando en la cama y observar por la ventana, se había mantenido en esa posición por más de media hora.

En eso la puerta de la enfermería fue abierta siendo Astrea la cual abrió los ojos un poco sorprendida al ver a Bell despierto para después sonreir feliz y aliviada.

—Bell, me alegra ver que ya despertaste —dijo la diosa acercándose a la cama y ver a su hijo el cual seguía observando la ventana.

Bell tenia su cabeza vendada al igual que sus dos brazos y probablemente su pierna por las fracturas.

—¿C‐Cómo estás? ¿Te duele el cuerpo? —pregunto la diosa preocupada evitando tocar el otro tema.

Gracias a Neze todas en la sede se enteraron de la muerte de todos esos niños que Bell intento proteger y sus palabras fueron confirmadas por cierta niña que tambien estaba en la sede con ellas y todas sintieron lastima y tristeza por su amigo, incluso algunas querían ir a la enfermería para animarlo pero Astrea les pidió que por el momento no lo molestaran sobre ello.

—......me duelen los brazos —susurro Bell su respuesta.

—la santa Airmid dijo que tardarán una semana en curarse en su totalidad, tienes que guardar reposo, mientras tanto nos dio unas pociones las cuales aliviarán el dolor, dijo que solo las tomaras si el dolor es muy fuerte —explico Astrea tomando una silla y ponerla frente a la camilla y sentarse.

—......ya veo —volvió a susurrar sin voltear a ver a su diosa, simplemente seguía observando por la ventana—. Lo siento....

—¿Eh?.

—le prometí no ir al distrito rojo y aun así la desobedeci......lo siento.

—tranquilo, ayer en la noche Let nos explicó que solo fueron a ese lugar para comprar unos dulces especiales así que no te preocupes, nadie en la sede está enojada contigo —dijo con una pequeña sonrisa sintiéndose triste al ver que Bell no la había volteado a ver en ningún momento.

—.....

—.....

—Be....

—Lo siento....

Antes de que Astrea hablara Bell la interrumpio disculpándose.

—ya te dije que Let explico los motivos por....

—l‐lo siento.....

Astrea abrió los ojos sorprendida al ver que Bell bajo la mirada aun sin voltear a verla viendo como lágrimas bajaban del rostro de Bell sintiendo un dolor en su corazón al verlo en ese estado.

—B‐Bell....

—¡Lo siento! —grito sin molestarse en retener sus lágrimas—. Se supone q‐que soy parte de la familia de la j‐justicia que protege a los demás y aun así fui tan....¡Inútil! Y no pude proteger a esos niños......e‐esos niños que les prometí que los protegería y que los llene de esperanza.....y‐yo les falle......falle......f‐falle.

Astrea solo se mantenia en silenció viendo como Bell lloraba siendo la primera vez que lo miraba en ese estado.

—m‐mi espada, fueron a‐asesinados con la espada con la que j‐jure protegerlos ¡Y no pude hacer nada más que ver como pedían ayuda mientras eran asesinados!......p‐perdón......perdón por ser tan.....tan.....

—¡No es tú culpa! —grito Astrea sorprendiendo a Bell.

Este levanto la mirada y ver a su diosa por primera vez desde que entro a la enfermería y vio su bello rostro con pequeñas lágrimas en sus ojos.

—Astrea-sama.

—n‐no es tú culpa —susurro Astrea levantándose de su asiento y sentarse en la cama para abrazar suavemente al albino—. Hiciste todo lo que estuvo a tú alcance para ayudarlos.

—p‐pero.....

—no te culpes por ello Bell, tú no sabias que Evilus atacaría, estoy segura que si lo hubieras sabido ni uno de esos niños hubiera muerto.

—p‐pero yo tengo que estar preparado para cualquier ataque y aún así fallé en proteger a los demás —dijo Bell con las lágrimas aún bajando por sus mejillas—. ¿Que clase de persona que dice llevar la justicia permite eso?.

—deja de culparte y nadie te culpara.....las chicas saben sobre ello y ni siquiera te culpan, todas estan preocupadas y desde hace rato quieren entrar a la enfermería para ver como estas —lentamente Astrea se separo del abrazo y acaricio la mejilla de Bell—. Por favor, no te atrevas a decir que no eres digno de cargar con el título de la justicia, hiciste todo lo que pudiste para salvarlos.

—Astrea-sama.....

—tal vez suene mal pero me alegro que tú aún estés aquí conmigo, por momentos tu falna se debilitaba y espere lo peor, me siento feliz de verte recuperado.

Bell solo sintió una calidez en su corazón al estar cerca de su diosa, una calidez la cual lo calmaba, era como si su sola presencia curará su dolor.

Pero ese dolor no sería fácil de curar desgraciadamente.

"Toc, toc".

Repentinamente la puerta fue tocada captando la atención de ambos.

Bell rápidamente se limpio las lágrimas no queriendo que sus amigas lo vieran llorar, por alguna razón solo podía mostrarse así de vulnerable con su diosa.

—adelante —dijo Astrea.

Al recibir la aprobación la puerta se abrió entrando una pequeña niña rubia con orejas de zorro con un poco de timidez.

Astrea al ver quien era sonrió y Bell la reconoció al instante.

—h‐hola —saludo la pequeña niña.

—Bell, esta niña ha querido hablar contigo desde ayer, tiene algo que decirte —dijo Astrea aun sonriendo.

La niña se acercó lentamente a la camilla y vio a Bell a los ojos.

—¿C‐Cómo esta? ¿Le duele algo?.

—no, estoy bien —susurro su respuesta claramente mintiendo ya que hace unos momentos le dijo a su diosa que le dolían sus brazos.

—q‐quería agradecerle —empezó a hablar la niña—. M‐Muchas gracias por haberme salvado y sacarme de esa jaula, u‐usted fue mi héroe, g‐gracias.

Astrea sonrió feliz al escuchar esas palabras creyendo que eso animaría a Bell.

Desgraciadamente fue todo lo contrario.

Bell al escuchar el agradecimiento y como la niña lo llamo héroe bajo la mirada la cual se volvió otra vez apagada.

—te equivocas, yo no soy tu héroe o algo parecido, lo único que hice fue sacarte de la jaula con todos esos niños para que fueran asesinados, si estas viva es por suerte no porque yo sea un héroe —susurro Bell no teniendo el valor de ver a la niña a los ojos.

Mientras la pequeña solo bajo la mirada triste al escuchar esas palabras, lo único que quería era animar al chico que la salvo.

Astrea estuvo a punto de decir algo pero la puerta se abrió de un portazo.

—¡Bell! —la que entro fue Alise la cual tenia una expresión seria—. La pequeña te esta agradeciendo y tú le respondes de esa manera, ¡Eso no es algo correcto!.

—¿Estabas escuchando la platica? —pregunto Astrea en desaprobación.

—ese no es el punto —dijo Alise—. Bell, respóndele bien a la pequeña, ella tiene buenas intenciones.

Hubiera seguido hablando pero recibió un fuerte golpe en la cabeza de parte de Kaguya.

—lo siento, sigan con lo suyo, después regresaremos para ver a Bell —dijo la oriental llevándose a la pelirroja con ella.

Al momento en que se cerró la puerta la enfermería quedó en silencio no sabiendo que decir.

La pequeña creyendo que solo incomodaba a su héroe tomó la decisión de irse de allí aunque antes de que se moviera sintió como alguien acaricio su cabeza.

Al levantar la mirada vio que era Bell el cual tenía una mirada calida pero sin sonreír, una mirada que le dio esperanzas a Astrea.

—perdón por decir eso, Alise tiene razón, no es lo correcto —se disculpo.

—n‐no y‐yo....

—¿Cómo te llamas?.

—H‐Haruhime —respondio la niña.

—Haruhime —susurro Bell sentándose como pudo en la orilla de la cama a pesar que sus brazos le dolieron.

Y antes de que alguien dijera algo Bell abrazo a la niña la cual se sorprendió.

—m‐me alegra que al menos tú estés viva......d‐de verdad me alegra —dijo con la voz temblorosa no queriendo llorar.

Los recuerdos de los niños pidiendo ayuda y siendo asesinados llegaron a su mente causándole un gran dolor pero ver que al menos uno de esos niños se salvo le aliviaba solo un poco aunque solo era para no atormentarse y culparse una y otra vez.

Haruhime después de salir de su sorpresa empezó a soltar pequeñas lágrimas abrazando también a Bell con fuerza.

—y‐yo lo vi, u‐usted se esforzó para salvarnos a t‐todos, m‐muchas gracias —susurro Haruhime no queriendo que él se sintiera triste.

Mientras Astrea solo sonrió calidamente al ver eso.

—Haruhime no tiene ningún lugar en el cual quedarse —empezó a hablar la diosa haciendo que ambos dejaran de abrazarse y la vieran—. Así que entre todas las chicas pensamos en que puede vivir aquí mientras tanto, no se que opinas.

La niña solo vio a Bell esperando que aceptara ya que la verdad tenia miedo de relacionarse con otras personas, después de lo que vio anoche tenia miedo de casi todo menos de ese lugar que estaba rodeado de una aura calida.

—si ella quiere quedarse con nosotros entonces no hay problema —acepto Bell haciendo que Haruhime sonriera levemente feliz.

—perfecto, las chicas más tarde prepararán el cuarto en que se quedará.

—espero no estorbar —susurro la niña.

—claro que no —tranquilizo Astrea acariciando su cabeza—. Aquí todos somos una familia.

—¡Efectivamente!.

Y la que dijo esas palabras fue Alise la cual entró de golpe a la enfermería mientras atras de ella estaban las demás de la familia.

—lo siento Astrea-sama pero no pude controlarla —se disculpo Kaguya.

—no hay problema —dijo la diosa sabiendo que lo único que quería Alise y el resto de las chicas era ver que su amigo estuviera bien.

Al ver a Bell en la camilla con todos esos vendajes en su cuerpo les dolió, algunas incluso se sintieron frustradas por no estar con él en ese momento como Ryuu la cual era la que más exploto en ira al enterarse de lo que le hicieron a esos niños y a Bell siendo tranquilizada por Astrea, obviamente todas se enojaron pero Ryuu no pudo retener ese enojo.

Bell al ver a todas sus amigas en la enfermería solo pudo bajar la mirada, no podía verlas a la cara después de lo de anoche por no poder proteger a nadie y eso fue notado por ellas.

No sabían que decir en esa situación para animarlo, sabían que era algo difícil para él, incluso tocar ese tema y lo que menos querían era empeorar las cosas.

—Bell —llamo Alise al albino el cual aun seguía con la mirada baja—. Mírame.

Pero este no contesto, solo siguió sin levantar la mirada.

Alise simplemente se acercó a él y lo tomó del rostro para que la viera.

Bell al conectar miradas con Alise vio la bella sonrisa en ella, no le dijo nada pero era como si esa sonrisa le dijera que todo iba a estar mejor.

—es difícil —susurro Alise viendo a Bell—. Fallar es lo más horrible que nos puede suceder y se que te duele, p‐por eso.....

Bell abrió los ojos en shock al ver como lágrimas empezaron a bajar del rostro de la pelirroja.

—t‐te prometo que la próxima v‐vez yo estaré contigo para p‐proteger a los demás, p‐perdón por no estar contigo en ese momento......

—Alise —susurro el albino.

Las demás tenían expresiones tristes al escuchar eso, era raro ver a su capitana llorar pero sabían muy bien que aunque ella se mostrará sonriente y animada también le afectaba mucho eso y como capitana de la familia se sentía culpable por no estar al lado de su compañero en ese momento tan difícil.

Lentamente Bell limpio las pocas lagrimas de las mejillas de Alise.

—prometo no fallar la próxima vez —susurro el albino—. No te culpes por mi debilidad.

—tonto, entiende lo que siente Alise —susurro Kaguya por lo bajo apretando sus puños sintiéndose mucho más culpable.

Ella estaba mucho más cerca del lugar pero por estar perdiendo tiempo derrotando a unos debiluchos de Evilus no llego antes para sacar a esos niños y el mismo sentimiento compartían Neze y Ryana.

Y por tardarse ahora Bell estaba en ese estado, se miraba tranquilo pero de seguro era una enorme masa de sentimientos negativos dentro de él.

—juntos con toda la familia haremos de esta ciudad un lugar mejor donde los niños ya no tengan miedo —prometió Alise volviendo a sonreír.

—.......gracias —agradeció Bell sabiendo que lo único que quería Alise era animarlo.

Las demás vieron con tristeza la expresión del albino empezando a extrañar a aquel Bell que siempre cargaba una sonrisa bondadosa.

—maldicion —pensó Lyra sintiéndose una inútil.

—eeeeeh perdón por interrumpir pero el desayuno ya está listo —informo Celty un poco nerviosa junto con Iska.

—eso es perfecto, de seguro Bell tiene hambre —sonrió Astrea para después ver a Haruhime—. Y de seguro Haruhime también.

—entonces vamos —dijo Alise empezando a caminar.

El albino intento ponerse pie pero inmediatamente una expresión de dolor apareció en su rostro al intentar ponerse de pie siendo notadas por todas.

—yo te ayudo/déjame ayudarte.

Neze y Alise se ofrecieron a ayudar al mismo tiempo volteandose a ver con expresiones serías.

—aaaaah —suspiro Ryana con cansancio al ver a sus amigas—. Déjame ayudarte Bell.

Neze y Alise solo observaron como Ryana ayudo a Bell a ponerse de pie y ayudarlo a apoyarse en ella para ir juntos al comedor siendo ayudado también por Asta en el camino.

—dejen esos juegos de lado —dijo Astrea viendo a sus hijas para después salir de la enfermería.

Alise y Neze un poco avergonzadas por su acción salieron del lugar en dirección al comedor.

Mientras Bell a pesar de que por fuera tenía una expresión seria por dentro se sentía un completo inútil por no poder caminar solo y molestar de esa manera a sus amigas.

—maldicion —pensó frustrado.

Después de unos minutos llegaron al comedor donde Ryana y Asta lo ayudaron a sentarse agradeciendo por la ayuda.

Cuando Bell se sento en el comedor el resto de la familia hizo lo mismo con Haruhime sentándose junto con Astrea y Neze y Alise en cada lado del albino.

—se muy bien que todos están cansados por lo que sucedió ayer así que disfruten del desayuno —dijo Astrea con una calida sonrisa.

—gracias por la comida —agradecieron todos.

Bell tomó el tenedor con una de sus manos pero cuando este quiso tomar la comida su brazo empezó a temblar por el dolor soltando el tenedor.

Una expresión de frustración apareció en Bell otra vez al ver que el daño que tenía en sus brazos no era cualquier cosa, Sava no se contuvo a la hora de destrozarlos.

Las chicas al ver eso y ver como Bell empezaba a cambiar su expresión a una de frustración por recordar los eventos de anoche rápidamente pensaron en algo.

—ten Bell/ten Bell.

Rápidamente Alise y Neze tomaron un poco de comida del plato de Bell con su tenedor y le ofrecieron.

Aunque al ver que ambas hicieron lo mismo fruncieron el ceño.

—Alise yo lo voy a alimentar así que sigue comiendo —dijo Neze.

—no te preocupes Neze, este es trabajo de la capitana —dijo la pelirroja con una sonrisa.

—e‐eh chicas, no es necesario —susurro Bell empezando a sentirse mal, como si empezara a convertirse en un estorbo para ellas al tener ahora que alimentarlo.

No podia caminar por el mismo y ni siquiera podía agarrar un maldito tenedor empezando a enojarse con el mismo por dentro.

Y eso fue notado por Kaguya.

—par de idiotas, no discutan —regaño Kaguya no queriendo que Bell empezara a frustrarse.

Sabía que Bell en estos momentos estaba muy delicado mentalmente y eso lo sabía toda la familia Astrea notando como no había sonreído ni una sola vez desde que despertó y eso era preocupante.

No querían que su querido amigo quedara afectado de por vida así que entre todas ellas ayudarían para animarlo, para volver a recuperar al animado y sonriente chico que todas ellas querían.

Sería difícil, no sería fácil para Bell recuperarse de lo que sucedió anoche pero no se rendirian hasta volver a recuperar a su amigo.....a Bell.

Alise y Neze al ver lo que estaban haciendo rápidamente retomaron la compostura.

Esta vez no importaban los sentimientos de ellas, esa rivalidad que tenían la dejarían a un lado y harían una tregua por Bell.

—bien, hazlo tú Alise —susurro Neze comiendo su desayuno.

—¡Bien! —dijo la pelirroja feliz volviendo a ofrecerle la comida a Bell—. Di aaaah....

El albino al ver que no tenía otra opción que recibir ayuda de sus amigas abrió la boca para ser alimentado por Alise.

Tenía que recuperarse lo más antes posible, mientras estaba allí sentado sin poder hacer nada quien sabe lo que estaba haciendo el maldito de Sava.

Tenía que recuperarse, ir al calabozo y entrenar sin descanso, con su nivel actual no podría hacerle nada.

Tenía que ser más fuerte, mucho más o no podría proteger a las personas que quería.

Bell levanto la mirada y vio a todas sus amigas disfrutando del desayuno y algunas platicando.

Para poder protegerlas a ellas.......a las chicas que quería.......no podía permitir que sucediera otra vez lo mismo de anoche, no podía permitirlo.

Aunque en eso sintió como Alise acaricio suavemente su mejilla.

Al verla vio como está tenía una calida sonrisa en su rostro habiendo notado el enojo en los ojos de su amigo.

—todas estamos contigo, no lo olvides —susurro.

Bell simplemente asintió un poco y retuvo todo sentimiento negativo que hubiera en su corazón y lo escondió, Alise tenía razón, tenía que calmarse.

—lo siento.

—no necesitas disculparte....ahora di aaaah —dijo volviendo a sonreír.

Bell sin oponerse continuo siendo alimentado por Alise mientras algunas miraban esa escena con un poco de celos pero este no era el momento para sentirse así.

El objetivo era recuperar a Bell, más tarde se ocuparían del resto.

Después del desayuno el resto de las chicas se prepararon para irse de la sede, tenían que ir al distrito rojo a ayudar a la familia Loki y Ganesha con lo destrozado que estaba el lugar, otras irían al nuevo cementerio de Orario y ayudar cavando hoyos, honestamente eran lo que menos querían hacer pero no tenían otra opción y las demás patrullarian la ciudad por cualquier ataque, no podían bajar la guardia.

Aunque en los próximos días de esa semana algunas de las chicas se turnarian para quedarse en la sede y cuidar de Bell, en esos momentos aprovecharían para ver como lo animaban.

Y así todas se fueron de la sede dejando a Astrea, Haruhime y Bell solos en la sede con este último sintiéndose frustrado por no poder ayudar cuando la ciudad y sus amigas más lo necesitaban pero no tenía más opción que aceptar la realidad y esperar hasta recuperarse.

El resto del día Astrea y Haruhime no se despegaron de Bell platicando con él y demás.

Haruhime lo hacia porque quería conocer más al héroe que la salvo pero Astrea lo hacía por otras razones.

No le hacía falta ser muy observadora, con solo ver los ojos de Bell podía ver que estaba muy mal, no simplemente porque estuviera triste o sintiéndose culpable por lo sucedido.

No quería pensar en ello pero sentía que si fuera como Freya y pudiera ver las almas de los demás estaba segura que vería algo distinto en el alma de Bell.

¿Porque creía eso? Pues por su mirada.

No era una mirada amable y bondadosa que lo caracterizaba, era una que estaba reteniendo muchas emociones y esas emociones no eran tristeza eran unas emociones que la preocupaban.

Por esa razón se quedaría a su lado para platicar y mantener la mente de su querido hijo ocupada, ella lo sabia.

No podía permitir que el corazón de Bell cayera en esa oscuridad.

—por eso me quedaré a tú lado —pensó la diosa viendo a Bell platicar con Haruhime la cual le contaba historias de héroes con emoción al descubrir que a él también le gustaban—. No lo voy a permitir.

Desgraciadamente había cierta parte del día en la que ella no podía estar a su lado.

.
.
.
.

Las horas y horas fueron pasando en Orario la cual se mantuvo en silencio, estaban de luto por todos los muertos.

Y las chicas después de un largo y cansado día de trabajo regresaron a la sede solo llegando a cenar e irse a dormir aunque antes se acercaban a Bell y le preguntaban como estaba o si necesitaba algo y el albino las rechazaba amablemente.

Y así llego la noche.....

La hora de dormir......

El momento donde Bell estaba completamente solo sin nadie a su lado.

Este estaba en su habitación la cual estaba a oscuras acostado en su cama estando recto observando el techo del lugar.

El tic tac del reloj que tenía en la pared era lo único que se escuchaba en el cuarto.

—.......

Después de unos segundos Bell levanto su mano adolorida y la llevó a su rostro mientras sus ojos vagaban por toda la habitación.

—.......

Su respiración empezaba a ser cada vez más pesada mientras pasaban los segundos.

"JAJAJAJAJAJA".

Las risas de Sava empezaron a resonar en su mente apretando con fuerza sus puños.

"¡No lo hagas!".

"¡D‐Dejalo!, n‐no lo lastimes mas".

Y las voces de los niños pidiendo ayuda y queriendo defenderlo empezaron a llenar toda la habitación.

—no, no, no, no, no, no, no —susurro Bell tomando con fuerza su cabeza y unas pequeñas venas aparecían en sus ojos.

Había estado reteniendo ese sentimiento durante todo el día gracias a que su diosa, Haruhime y todas sus amigas estuvieron con él manteniendo su mente un poco distraída.

Pero ahora él estaba solo.....

Y un gran sentimiento de odio, ira, tristeza y culpa empezaron a invadirlo empezando a expandirse por toda su alma.

—no.......no es la manera correcta —susurro Bell intentando controlar su respiración—. N‐No es la manera correcta....

Pequeñas lágrimas empezaron a formarse en sus ojos pero su expresión de ira y odio crecía más.

Ese sentimiento.....

Ese maldito sentimiento......

—y‐yo.....n‐no, no, no......

Tenía ganas.......de salir de ese lugar.........y matar a todos los de Evilus......

Pero antes de que el odio e ira consumiera su alma la puerta de su habitación fue tocada sacándolo de sus pensamientos.

—¿Bell? ¿Puedo pasar?.

La voz de su hermosa capitana se escucho al otro lado de la puerta confundiendo a Bell.

—¿Alise?......claro, pasa —acepto extrañado ya que normalmente ella entraba sin tocar.

Al recibir la aprobación la pelirroja abrió la puerta y entró a la habitación no sin antes volverla a cerrar.

Tal vez la habitación estaba a oscuras pero gracias a la luz de la luna podía ver bien a Alise la cual estaba con su pijama puesto.

—¿Que sucede? —pregunto Bell curioso.

—¿Puedo dormir contigo? —pidió con una sonrisa avergonzada.

—...¿Eh? —fue lo único que pudo decir confundido por esa petición.

—si, la noche es fría y mi habitación es mucho más fría en estos tiempos así que pensé si podía dormir contigo ¿Puedo?.

Bell solo observo fijamente a Alise dudando si aceptar o no, quizás quería dormir en el sofá que tenía o el podría pasar al sofá para que ella durmiera más cómoda aunque para el sería incómodo por sus fracturas.

—c‐claro pero.....

—¡Perfecto!.

Pero antes de que Bell dijera algo la pelirroja sonrió feliz y se acostó rápidamente en la cama del albino y se cubrió con la misma sábana que estaba usando él y abrazarlo suavemente.

—¿A‐Alise? —susurro Bell nervioso por la repentina acción de la pelirroja.

—no puedes dormir ¿Cierto? —pregunto Alise con una voz suave.

—y‐yo....

—te entiendo, en la Era Oscura murieron muchas personas y habían días en los cuales tenía pesadillas, era horrible —dijo con un toque de tristeza—. Aunque tal vez sea mucho más difícil para ti.

Después de eso Alise levanto su rostro y le dio un suave beso en la mejilla a Bell el cual se avergonzó por esa repentina acción.

—pero quiero que sepas que tú no estas solo —dijo sonriendo—. Si tienes pesadillas yo estaré a tú lado para que puedas dormir tranquilamente, yo seré esa hermosa chica justiciera que alejara esas malvadas pesadillas de ti.

Bell abrió los ojos con sorpresa al escuchar esas palabras.

—así que duerme tranquilo, no me iré de tú lado —susurro acariciando la mejilla de Bell—. Mañana me toca preparar el desayuno así que cuando despiertes te recibiré con una deliciosa comida.

Un sentimiento cálido apareció en el corazón de Bell al escuchar esas palabras levantando su brazo adolorido y abrazar a Alise.

—perdón por molestar incluso en la hora de dormir —susurro su disculpa Bell.

—solo cierra los ojos y descansa tonto.

Y con esas palabras los párpados de Bell empezaron a sentirse pesados, quizás por toda la energía que perdió el día de ayer y aun no había recuperado.

Y cuando menos se dio cuenta ya había quedado dormido tranquilamente olvidando todo sentimiento de odio e ira que sentía antes.

Alise sonrió dulcemente al ver eso apegandose más a él y acariciar su espalda.

—yo siempre estaré a tú lado —susurro juntando su frente con la del albino y cerrar sus ojos para también descansar—. Te quiero Bell.

La semana de recuperación y siendo cuidado por todas sus amigas había iniciado para el albino.

===Fin del capítulo===

Bueno aquí termina el capítulo de hoy espero que les haya gustado si es así voten y comenten que les pareció ya que eso me motiva a seguir escribiendo.

Ahora vendrán momentos tranquilos en la historia, obviamente no voy a meter toda la acción de golpe. Y lo más importante, Bell se acercara más a las chicas en los próximos capítulos.

Sin más que decir me despido adiós cuídense y no tomen drogas.

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