Capitulo 31:Roto
Frente a una tumba estaba un niño peliblanco de no más de diez años soltando lágrimas sin parar.
—l‐lo siento H‐Hana.....lo s‐siento.....
Esas eran las palabras que decía el niño una y otra vez desde hace media hora no dejando de lamentarse por no haber podido salvar a su amiga.
Mientras a lo lejos cierta mujer de cabello morado miraba con cierta tristeza a su pupilo sabiendo lo difícil que era para él, incluso ella se sentía un poco triste ya que le tomo algo de cariño a la niña, no quería ni imaginarse como se sentía Bell ya que pasaba prácticamente todos los días con ella.
—no puedo dejar que se derrumbe por esto —pensó Galatea con una expresión seria—. Si lo dejo así se lamentara por el resto de su vida y nunca avanzará, como su maestra tengo que guiarlo.
Y con la decisión ya tomada la mujer camino hacia Bell el cual seguía llorando no dando señales que iba a detenerse.
—Bell.
—.....¿Q‐Que?.
—de verdad lo siento, si hubiera sido más rápida derrotando a ese ejército de Rakia hubiera regresado más rápido y evitar que eso pasara.
—¡No! ¡No es tú culpa! —grito entre lagrimas—. ¡Yo prometí que la protegería, prometí que sería su héroe!.....¡Y le falle! ¡Permití que la asesinaran!.
—no es tú culp.....
—¡Si lo es! —grito con dolor—. E‐Es mi culpa.
De verdad que le había afectado y le dolía mucho a Galatea verlo así, Bell siempre intento mostrarse como un niño fuerte que jamás lloraba pero ahora todo eso se había derrumbado.
—h‐héroe —susurro Bell apretando sus puños—. N‐Ni siquiera puedo ser uno después de matar de esa manera a ese hombre.
A pesar que lo odiaba por haber matado a Hana le afectaba mucho recordar como en su estado de ira le aplastó la cabeza con esa roca.
Una acción que no era de un héroe de los que siempre soñó ser.
—s‐soy un fracaso, n‐no pude proteger a mi amiga y m‐me manche las manos con sangre, j‐jamás seré un héroe.
Galatea al escuchar eso soltó un largo suspiro para después sentarse junto a él.
—escucha Bell seré directa contigo......los héroes no existen........por lo menos ese tipo de héroes que tú piensas.
—¿Eh? —fue lo único que dijo viendo confundido a su maestra.
—tú crees que los héroes son seres de luz que jamás le arrebatan la vida a nadie salvando a todas las personas sin mancharse las manos, pues siento decirte que esa clase de héroe no existe.
Probablemente Hera se enojaria con ella por destruir el pensamiento inocente de su querido nieto pero tenía que hacerlo para que el siguiera avanzando.
—esos libros que lees, esos héroes que tanto admiras, no niego su existencia pero estoy segura que sus historias han sido completamente alteradas para que sean seres de luz.
—¿Que?.
—si, solo relatan sus hallazgos heroicos y no sus caídas, ¿Enserio crees que protegían a todas las personas sin permitir que nadie muriera? Eso es imposible, por más que te esfuerces siempre habrá gente que no puedas proteger y que morirán frente a tí y no podrás hacer nada para evitarlo, estoy segura que todos esos héroes tuvieron que vivir eso muchas veces para que su nombre quede grabado en la historia.
—maestra.
—¿Que jamas han arrebatado una vida y que siempre derrotaban al villano sin mancharse las manos? Eso es algo ridículo, hay veces que uno tiene que mancharse las manos para proteger a las personas que nos importan, una persona que es malvada jamás cambiara y la única solución es asesinarla para terminar con ese mal como por ejemplo tú, si no hubieras asesinado a ese soldado de Rakia entonces hubiera matado a más civiles antes de que yo llegara, evitaste la muerte de más inocentes.
—p‐pero.....
—Bell, lo siento pero los héroes en los que tú crees no existen y jamás existieron, jamás existirá un héroe para todo el mundo ya que no puede proteger a todos, para las únicas personas que será héroe son para las que logre salvar, para esas personas será un verdadero héroe.
—....
—te sientes enojado, triste y arrepentido por lo que sucedió y lo siento por ello pero no dejes que esto te derrumbe.
Al decir esas palabras Galatea se puso de pie y lo volteo a ver.
—mejor levántate y sigue mejorando para volverte más fuerte y proteger a las personas que te importan, tal vez no seas el héroe de todo el mundo como tú querías ser pero al menos esfuérzate para convertirte en el héroe de tus seres queridos, estoy segura que Hana te diría lo mismo.
Bell simplemente se puso de pie y vio fijamente a su maestra.
—hazte fuerte y no permitas que algo así vuelva a suceder —al decir esas palabras Galatea tomo su espada que tenía en su cintura y se la extendió a Bell—. Sigue mejorando.
—¿Q‐Que hace?.
—es mi espada......pero ahora es tuya —dijo mientras Bell tomaba la maravillosa arma en sus manos temblorosas—. Hazte fuerte y con esta espada salva a todas las personas que puedas y conviértete en su héroe.
—n‐no puedo a‐aceptar.....
—es tú espada Bell y no aceptaré que me la devuelvas —dijo seriamente.
Aunque segundos después sonrió calidamente y se arrodillo frente a Bell para darle un abrazo.
—eres un niño fuerte Bell, con esa espada en tus manos protegeras a muchas personas y serás un gran héroe para todas las personas que salves, esa espada esta mejor en tus manos......así que sigue adelante ¿Me lo prometes?.
Pequeñas lágrimas se fueron formando en los ojos de Bell para después darle un fuerte abrazo a su querida maestra.
—s‐se lo prometo, con esta espada protegeré a las personas, n‐no fallare otra vez.....p‐por eso.......p‐por eso.......
—no hace falta que lo digas Bell —susurro acariciando su cabello—. Yo estaré siempre apoyándote y siempre estaré orgullosa de tí sin importar que.
Y ya sin poder resistirlo Bell empezó a llorar con fuerza sin dejar de abrazar a su maestra la cual solo acariciaba suavemente su cabello dejando que liberará todo su dolor.
—el camino que quieres llevar será muy difícil, tienes que ser fuerte Bell, no te vuelvas a derrumbar —pensó sin dejar de abrazarlo.
Ese era un momento en la vida de Bell muy especial, un momento donde su maestra se convirtió en la mujer que más admiraba y respetaba en toda su vida prometiendo frente a ella y frente a la tumba de Hana jamás volver a fallar otra vez.
..........Jamás..........
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Actualidad.
Bell estaba frente a los niños protegiéndolos mientras miraba con una expresión seria a Sava el cual no dejaba de sonreír.
Las explosiones y los sonidos de gente gritando se escuchaban por todas partes, no había pasado ni tres minutos desde que la diosa Ishtar fue enviada al cielo y el distrito rojo estaba casi destruido.
—¿Porque la cara larga? —pregunto Sava con diversión—. Sonríe amigo, es bueno para tú salud mental.
—niños, retrocedan un poco —susurro Bell a los pequeños los cuales la gran mayoría estaban llorando al escuchar tantos gritos de dolor por todas partes, tenían miedo, mucho miedo.
Pero aun así le hicieron caso al albino y retrocedieron un poco.
Por fortuna el resto de Evilus estaba ignorando esa calle, parece que la presencia de su líder hacia que no se acercaran allí así que solo tenia que preocuparse que ese tipo sonriente no los dañara.
—¿Puedo derrotarlo? —pensó Bell apretando con fuerza su espada—. ¿Alguna posibilidad?.
—mmmmm interesante —susurro Sava—. Por tú manera de tomar la espada, por tu postura y por la manera en que respiras diría que eres nivel cuatro ¿Me equivoco?.
—......
—¿Acerté? Jeje, es un don algo inútil pero puedo saber que nivel es una persona con solo analizarla un poco, a veces es útil.
—¿Porque atacar el distrito del placer?.
—perdón por arruinar tú noche de sexo si es que tenías planeado contratar algún servicio pero no es mi culpa, la diosa Apate estaba muy enojada con Ishtar y quería destruir este lugar, parecía divertido así que decidi unirme a esto......quien diría que me terminaría encontrando contigo.
—¿Te conozco acaso? —pregunto frunciendo el ceño.
—oh cierto, se me olvidaba —dijo mientras su sonrisa crecía, casi parecía la sonrisa de alguien enojado—. Niño ¿Quien te dio esa espada?.
—¿Que? —dijo Bell extrañado viendo su arma—. Eso no te importa.
—.....¿Acaso te la dio una mujer llamada Galatea?.
Bell abrió los ojos con sorpresa al escuchar ese nombre.
—¿Conoces a mi maestra?.
—¡Vaya! ¡Que pequeño es el mundo! Así que eres el pupilo de esa perra.
Unas venas se marcaron en el rostro de Bell al escuchar como la llamó.
—retira lo que dijiste maldito bastardo.
—¡Perra! Eso es lo que es —dijo con burla—. Por culpa de esa ¡Perra! Pase casi dos décadas encerrado en una celda
Bell nuevamente abrió los ojos con sorpresa al escuchar eso, así que ese tipo era un antiguo enemigo que su maestra derrotó.......pero ¿Porque estaba vivo? Ella siempre tenia la costumbre de matarlos o al menos así era ella en el pasado.
—¿Acaso esa perra aun sigue con vida? —pregunto Sava curioso.
—¡Callate!.
Y enojandose por como llamaba a esa mujer importante para él Bell se lanzo al ataque buscando cortar con su espada a Sava.
Pero este fácilmente esquivo el corte y conectar un fuerte puñetazo al rostro de Bell el cual lo mando a impactar a una casa.
Los niños gritaron asustados al ver como su héroe había sido herido.
—¿Ah? ¿Seguro que eres pupilo de esa perra? Aunque la odie debo de admitir que ella siempre mantenia la calma pero tú.........jajaja no, no, no, me sentía emocionado cuando dijiste que eras su alumno pero empiezo a decepcionarme.
Bell con algo de dificultad salió de los escombros de esa casa con un hilo de sangre bajando de su cabeza.
El puñetazo de ese tipo fue muy fuerte y por alguna razón sintió que no lo golpeo con todo lo que tenía.
—así que Galatea sigue viva, interesante la verdad —dijo con una sonrisa de diversión—. Pero quien diría que desperdiciaria todos estos años entrenando a un fracasado......oye ¿Dónde esta esa perra? Te cortaré la cabeza y se la llevare de regalo para que mire el fracaso de pupilo que tiene.
—¡Te dije que dejaras de llamarla así! —grito volviendo a enojarse lanzándose nuevamente al ataque.
Esta vez no activaria su habilidad Win‐Lose, si su defensa se reducía estaría jodido ante un puñetazo de ese tipo.
Con gran rapidez Bell empezo a lanzar una ráfaga de ataques con su espada hacia Sava el cual tranquilamente esquivaba el arma solo moviendose a un lado cada vez que iba a ser cortado.
—cuando te vi esa noche en la carcel y te vi cargando esa espada me emocione —empezó a hablar Sava mientras esquivaba los ataques enfureciendo a Bell—. Dije ¡Vaya! Parece que esa perra reconoció a este chico como alguien fuerte para darle su preciada espada, estuve emocionado por mucho tiempo por ver de lo que eres capaz........y solo eres capaz de esto.
Y con gran rapidez Sava lanzo una fuerte patada al estómago de Bell el cual escupió una gran cantidad de sangre saliendo disparado con fuerza.
Pero esta vez logró evitar chocar contra un edicio al clavar la espada en el suelo y detenerse a sí mismo.
—cof, cof —empezó a toser sangre intentando recuperar el aire después de esa fuerte patada.
—¡Señor conejo! —gritaron los niños preocupados.
—n‐no puedo perder aquí, t‐tengo que llevar a los niños a un lugar seguro —pensó viendo con enojo a Sava—. Pero es muy fuerte.
—vamos señor conejo, da lo mejor que tienes, desperdicias mi tiempo —dijo Sava con burla.
Y apretando su espada con fuerza Bell se lanzo otra vez al ataque buscando la manera de borrarle esa maldita sonrisa de su rostro.
—da igual, la activare —pensó Bell activando su habilidad.
Sava abrió los ojos con sorpresa al ver como la velocidad de Bell aumento teniendo que esquivar rápidamente la espada que iba a su cabeza recibiendo solo un corte en la mejilla.
—¡Vaya! Así que tenías un truco.
Sava se vio obligado a tomarse un poco más enserió la batalla al ver que la velocidad de Bell era superior a la de un nivel cinco a inicios de camino, un paso en falso y terminaría con una herida grave.
Mientras Bell solo miraba con enojo al hombre el cual ni siquiera cargaba un arma con él, le estaba haciendo frente simplemente con su fuerza bruta y eso lo enojaba.
—tengo que terminar con esto —pensó empezando a mover su espada a una gran velocidad sorprendiendo a Sava.
Por primera vez en toda la batalla tuvo que utilizar toda su fuerza en sus pies y dar un salto para esquivar la espada de Bell la cual se movía a grandes velocidades.
Misma espada que hizo contacto con una casa la cual se hizo pedazos.
—.....lo esquivo —pensó Bell frustrado tomando su brazo el cual temblaba un poco.
Había utilizado su habilidad Sword of Light la cual había desgastado un poco su brazo al moverlo a grandes velocidades.
Como detestaba que su magia y sus dos habilidades tuvieran consecuencias, definitivamente su suerte era muy poca en esos aspectos.
—parece que no eres tan basura —susurro Sava dejando de sonreír viendo fijamente a Bell—. Pero aun así eres muy débil ¿Que fue lo que te enseñó esa perra en todos estos años?.
—te dije que dejaras de llamarla así —susurro apretando sus dientes.
Y con esas palabras Bell empezó a mover lentamente su espada empezando a observarse muchas espadas a su alrededor creando una ilusión.
—esa técnica —pensó Sava viendo con sorpresa a Bell teniendo malos recuerdos del pasado.
Y aprovechando la distracción de su enemigo gracias a su técnica de ilusión Bell apareció frente a Sava dispuesto a cortarle el cuello.
No quería hacerlo frente a los niños pero tenía que aprovechar esa oportunidad y acabar con el líder de Evilus.
Pero para su sorpresa antes de que la espada tocara su cuello Sava atrapó el filo con su mano desnuda causándole un corte en la palma de su mano pero poco le importo.
—¡¿Que?! —pensó Bell con sorpresa al ver que detuvo su técnica con gran facilidad.
Hasta la fecha con esa técnica siempre había ganado sus batallas, incluso con ese poderoso anciano que se enfrento en el parque.
Pero él.....
—aaaaah que nostalgia —suspiro Sava—. Recuerdo esta técnica, esa perra me derrotó con esto en el pasado, bajo mi camisa hay un profundo corte por culpa de ello, a pesar que ya cicatrizo aún duele.
Después de eso una sonrisa de burla apareció nuevamente en su rostro.
—me sorprende que hayas aprendido esa técnica pero aunque la hayas aprendido y tengas su espada no sirve de nada si no tienes su fuerza y velocidad, recuerda, el poder no viene del arma si no de la persona jeje.
Bell sintiendo el peligro rápidamente intento retroceder pero Sava no soltaba la espada a pesar que estaba cortando su mano.
Así que tomó la decisión de lanzarle un fuerte puñetazo pero su enemigo fue más rápido dándole un fuerte golpe en el estómago haciendo que escupiera otra vez sangre.
—m‐mierda, mi defensa se redujo —pensó Bell sintiendo un inmenso dolor por ese golpe.
—¡Jajajaja! ¡Te enseñaré como se pelea mocoso!.
Y con esas palabras tomo del cabello a Bell y los estampó con fuerza en el suelo agrietandolo un poco.
Y sin soltarlo del cabello corrió hacia una casa y estampó el rostro del albino con fuerza en la pared destruyendola por completo.
Una expresión de terror apareció en el rostro de los niños al ver como su héroe estaba siendo herido empezando algunos a llorar otra vez de desesperación.
—¡Vamos! ¡¿Acaso ya no puedes?! —grito Sava lanzando un fuerte puñetazo al estómago de Bell después de sacarlo de la parte destruida de la pared.
El albino a pesar que esta sangrando mucho de la cabeza y con un gran dolor en su estomago apretó los dientes para aguantar el golpe y lanzar un rapido tajo con su espada buscando cortarle la cabeza.
—¡Jajajaja!.
Y soltando risas de burlas Sava tomo el brazo de Bell antes de que lo hiriera y lo doblo de una manera antinatural rompiendo en su totalidad el hueso obligandolo a que soltara su arma.
Un grito de dolor soltó Bell al sentir su hueso siendo partido en dos.
Pero un fuerte puñetazo en su mandíbula interrumpio sus gritos de dolor sintiendo como todo su cerebro se movía.
—¡¿Que pasa?! ¡¿Acaso te diste cuenta de lo débil que eres?! —grito dándole un fuerte puñetazo en el rostro el cual lo mando directamente al suelo—. ¡¿Acaso creías que eras fuerte?!.
Con gran fuerza Sava lanzo una patada dándole en el estómago a Bell mandandolo a impactar a otra casa.
—¡Aquí no estas en tú mierdecilla de pueblo!.
Bell intento ponerse de pie pero su enemigo fue más rápido dándole otra fuerte patada en su rostro el cual lo mando a volar y caer de golpe en el medio de la calle.
—¡No te estas enfrentando a las mierdas débiles de Rakia!.
Con gran fuerza lanzo un puñetazo al estómago de Bell agrietando el suelo debajo de él volviendo a escupir una gran cantidad de sangre.
—¡Tampaco te estas enfrentando con el Evilus que dirigía Valletta!.
Y tomándolo del rostro lo estampó tres veces seguidas en el suelo haciendo que Bell sangrara cada vez más de la cabeza.
—¡Te estas enfrentando con el Evilus que yo dirijo! ¡Te estas enfrentando conmigo!.
Y tomándolo del brazo roto lo levanto por los aires y lo estampó con gran fuerza en el suelo el cual se agrieto.
—a‐ah.....
Fue el único sonido que pudo soltar Bell por el inmenso dolor que sentía en todo su cuerpo, gracias a que su defensa se redujo sintió mucho más fuerte todos esos golpes.
Ni siquiera con su velocidad aumentada pudo seguirle el ritmo.
—n‐no puedo p‐perder —pensó Bell intentando ponerse de pie pero Sava piso su rostro con fuerza obligandolo a quedarse en el suelo.
—¿Crees que tienes la fuerza suficiente para hacerle frente a todos? Aun te falta mucho camino niño —dijo quitando su pie del rostro de Bell el cual estaba casi cubierto en su totalidad de sangre.
—a‐ah.....
Bell lentamente levantó la palma de su mano del brazo que no estaba roto y apunto a Sava.
—¿Que pasa? ¿Quieres que te de la mano? —pregunto con burla.
Aunque su sonrisa pasó a confusión al ver como los ojos de Bell empezaron a sangrar.
—¿Eh?.
—¡Cometa azure!.
¡BOOOOOOOOM!.
La poderosa magia le dio de lleno a Sava creando una gran explosión la cual destruyó todas las casas que estaban atrás de él creando un leve temblor en todo el lugar sorprendiendo a todos los niños.
—t‐tragate eso —susurro Bell poniendose de rodillas con dificultad observando todo el lugar destruido donde impacto la magia.
Poco a poco la cortina de humo se fue desvaneciendo revelando como la tierra estaba agrietada con líneas rojas en todos lados señal que ese lugar estaba ardiendo, justo como si un meteorito hubiera impactado en ese lugar.
Y en medio de toda la destrucción estaba Sava tirado en el suelo con su camisa destruida mostrando una gran cantidad de quemaduras graves en todo su cuerpo, incluso partes de su carne se habían abierto brotando sangre de ellas.
Esa magia poderosa lo había dejado en un muy mal estado.
—e‐eso no m‐me lo esperaba —susurro con una expresión llena de sorpresa notandose como gran parte de la piel de su rostro había desaparecido—. M‐Maldito niño.
Cuando Bell peleo contra Abel y lanzo su magia esta no le hizo tanto daño por la sencilla razón que su poder mágico se había reducido gracias a su habilidad pero esta vez lanzo su magia con todo su poder sin contenerse pero aun así Sava seguía vivo.
Y eso lo sorprendió.
—e‐esta g‐gravemente herido, t‐tengo que acabar con él —pensó Bell intentando ponerse de pie pero sentía muy débil su cuerpo no lograndolo.
Mientras Sava aun en el suelo levanto con dolor su brazo completamente quemado y puso la palma de su mano en su pecho.
—b‐bendice con t‐tu poder a este ciervo del árbol sagrado, permite que s‐siga luchando..........b‐bendición de los elfos.
—¿Que?.
Una expresión de shock apareció en el rostro de Bell al escuchar esas palabras y su sorpresa aumento más al ver como una gran luz empezó a cubrir el cuerpo de Sava iluminando todo ese lugar.
—¿Magia elfica? —pensó Bell sin poder creerlo—. I‐Imposible.
La gran luz estuvo por unos segundos en ese lugar hasta que desapareció revelando a Sava aun tirado en el suelo.
Pero eso no duró mucho ya que rápidamente de un salto se puso de pie con una gran sonrisa.
Y Bell nuevamente abrió los ojos en shock al ver que todas esas graves quemaduras habían desaparecido teniendo su cuerpo completamente curado.
—cielos, creo que desde que salí de la carcel es la primera vez que me dejan gravemente herido, te felicito.
—¿C‐Cómo es posible que tengas magia de curación elfica? —pregunto Bell aun sin creerlo—. N‐No eres un elfo.
—obviamente no soy un elfo idiota —dijo con tranquilidad—. Se la robe hace unos días a una elfa que estaba en el calabozo.
—¿Robar? —susurro Bell—. ¿Puedes robar magia?.
—¡Si! Aunque antes tengo que cumplir unos cuantos requisitos para robarla, solo puedo tener cuatro conmigo, si quiero robar otra tendría que eliminar una de las que ya tengo —explico sin dejar de sonreír—. Te explico esto porque me da igual si sabes o no lo sabes.
Mientras Bell aún seguía sorprendido por ello.
Un tipo que era capaz de robar las magias de otros era aterrador y ni siquiera sabía como eran sus otras tres magias.
—que bueno que le robe la magia a esa elfa que en paz descanse, yo siempre he dicho que es bueno tener una magia de curación contigo, son más efectivas que las pociones.
Pero Bell ni siquiera lo escucho, simplemente volvió a levantar la palma de su mano dispuesto a lanzar su magia otra vez y esta vez si rematarlo.
—¡Cometa......!.
Pero para su sorpresa Sava desapareció y apareció atrás de él tomando su brazo con fuerza.
—no voy a caer otra vez en eso —susurro.
Y sin esperar rompió el brazo de Bell haciendo que soltara otro grito de dolor.
Ahora tenía ambos brazos rotos.
—de verdad que tienes una magia interesante —dijo pisando con fuerza la espalda de Bell mandandolo al suelo—. Me gustaría robar esa magia pero uno de los requisitos es que el dueño original tiene que estar muerto y yo no quiero matarte, hice un trato con el chico de los tatuajes después de todo.
Bell intento ponerse de pie pero el dolor inmenso en todo su cuerpo no se lo permitía y además tenía ambos brazos completamente rotos, sus posibilidades de ponerse de pie eran casi nulas.
—m‐mierda —pensó mordiendo con fuerza su labio el cual empezó a sangrar—. S‐Soy débil.....
—creo que ya te humille lo suficiente, quería ver que tan fuerte era el alumno de esa perra y me lleve una gran decepción —dijo con aburrimiento—. Creí que eras más fuerte, agradece que no está Fulacks por aquí, ese tipo sin cerebro te hubiera asesinado de un puñetazo.
—maldicion.....maldicion.....maldicion.....
Repetía una y otra vez Bell en su mente sintiéndose frustrado y humillado.
—pero siento que falta algo más —susurro Sava—. ¿Uh?.
Repentinamente Sava sintió como alguien le dio un golpe muy débil en su pierna bajando la mirada.
—¡D‐Déjalo! —grito una niña beastman de cabello negro con lágrimas en los ojos al ver como habían lastimado al chico que los salvo—. N‐No lo lastimes m‐más.
Mientras el resto de niños se mantuvieron atrás teniendo miedo de acercarse, algunos tenían intenciones de huir pero al ver el lugar completamente destruido y lleno de cadáveres se llenaban de miedo no pudiendo moverse.
—n‐no —susurro Bell asustado al ver a la pequeña niña la cual seguía llorando queriendo defenderlo—. V‐Vete.
Mientras Sava solo miro extrañado a la pequeña niña la cual quería ayudar a Bell.
Y con aburrimiento lanzo un fuerte manotazo a la cabeza de la pequeña haciendo que su cuello se torciera cayendo inerte al suelo.
—.........
Bell abrió los ojos horrorizado al ver como había muerto esa niña que había prometido proteger.....misma niña que le prometió que volvería a ver a sus padres.
—a‐ah —fue lo único que pudo decir Bell cortándose su voz no pudiendo articular ninguna palabra.
"¡Ayúdame Bell!".
El recuerdo de Hana pidiéndole ayuda y posteriormente ser decapitada llegaron a él empezando a respirar con dificultad por ese trauma del pasado.
Mientras Sava solo observaba la expresión de horror de Bell para después ver a la niña muerta, después a Bell y después a la niña muerta y al final observo al grupo de niños que estaban a lo lejos.
Segundos después una gran sonrisa apareció en su rostro.
—¡Tengo una idea! —grito con diversión—. Juguemos al "Corre o te mato" nuestros pequeños participantes de seguro estan ansiosos por jugar.
La sangre de Bell se heló al escuchar esas palabras.
—¡No! —grito Bell con fuerza—. ¡Me quieres a mi! ¡Matame a mi pero deja a esos niños!........p‐por favor.
—hay Bell, que digas la palabra por favor hace que más quiera jugar a ese juego —dijo con una sonrisa de burla volteando a ver a los niños—. Si tanto quieres defenderlos entonces ponte de pie.
Bell desesperado intento hacerlo aun con sus brazos rotos y cuando estaba cerca de hacerlo Sava piso con mucha fuerza una de sus piernas rompiendo su hueso en dos.
Una expresión de dolor apareció en Bell apretando sus dientes para no gritar.
—pero no quiero matarlos con mis puños, quisiera cortarlos —dijo viendo la espada de Bell que estaba tirada en el suelo—. Perfecto, los mataré con la espada que te regalo esa mujer.
—n‐no, por favor......
—¡Vamos niños, corran! —grito con emoción.
Los pequeños asustados y con lágrimas en los ojos empezaron a correr aunque algunos se quedaron de pie congelados, el shock había llegado a ellos por todo lo que habían visto no pudiendo moverse.
—ven, tú estarás conmigo en este juego —dijo Sava agarrando del cabello a Bell el cual desesperado intentaba hacer algo.
Y con una gran sonrisa empezó a correr y decapitar a los cuatro niños que se habían quedado congelados por el shock.
—¡Van cinco!.
—¡Detente! —grito Bell desesperado viendo como los cadáveres caían al suelo sin su cabeza empezando a recordar una y otra vez lo sucedido con Hana.
—¡Sigamos!.
Con diversión Sava empezó a correr sin soltar el cabello de Bell persiguiendo a los niños los cuales eran lentos.
—¡A‐Ayúda! —grito una pequeña niña elfa con lágrimas en los ojos.
—¡Seis! —grito Sava mientras gotas de sangre caían en el rostro de Bell.
—p‐por favor, n‐no —susurro un niño humano el cual había tropezado.
—¡Siete!.
Los niños intentaban huir como podían pero su cruel destino ya estaba decidido desde el momento que fueron sacados de esas jaulas.
—ocho........¡Nueve!........¡DIEZ!.
El rostro ensangrentado de Bell solo miraba como los cuerpos de los niños caían inertes al suelo, esos mismos niños que el prometió proteger y que los llevaría con su familia.
—p‐para —fue el débil susurro que salio de él.
—jajajaja once......¡Doce!.
—p‐por favor, d‐detente......
—¡Mamá! —grito una niña llena de lágrimas siendo lo último que vio la sonrisa siniestra de Sava.
—¡Trece!.
Uno de los niños desesperado intento meterse a una casa creyendo que allí estaría seguro pero estaban en un lugar en el cual Evilus ya había atacado estando la casa a punto de derrumbarse.
Al momento en que el niño cerró la puerta con algo de fuerza la poca estabilidad que tenía la casa se fue derrumbándose por completo cayendo todos los escombros encima del pequeño muriendo aplastado.
—vaya......catorce, aunque yo no lo mate jaja —río el sonriente viendo el rostro vacío de Bell, unos ojos carentes de vida mientras lágrimas de sangre bajaban de ellos—. ¿Que pasa Bell?.
Pero él no respondió, no podía, su mente había quedado en trance solo viendo la mano ensangrentada de ese pequeño bajo los escombros.
La espada que le regalo su maestra, esa espada con la cual el prometió salvar a muchas personas, esa misma espada acababa de asesinar cruelmente a esos inocentes niños.
Esos niños que el pudo haber salvado pero por su maldita debilidad no lo hizo.
Era débil......
Era muy débil.....
Un maldito inútil que no pudo mantener su promesa de protegerlos.....
Les fallo justo como le fallo a Hana.....
—je lamentable —susurro Sava soltando la espada y pisarla con fuerza una y otra vez hasta que empezó a agrietarse.
Bell solo observo eso mientras las lagrimas de sangre bajaban de sus ojos hasta que la espada que su preciada maestra le regalo se hizo pedazos después de tantos golpes.
—mucho mejor, odio esa espada.
Después de eso soltó el cabello de Bell haciendo que este cayera de cara al suelo ya ni siquiera sintiendo dolor, solo seguía con esa misma expresión perdida viendo los cadáveres de los niños y su espada rota.
—de verdad que eres un fracasado —susurro con desagrado y decepción—. Eres igual al imbecil de tú padre.
Pero Bell ni siquiera lo escuchaba, solo escuchaba un pitido en sus oídos ocasionado por tantos golpes que recibió.
—mmmm es cierto —dijo Sava observando a todos lados—. Recuerdo que eran quince niños pero solo mate a catorce ¿Dónde esta el otro?.
Con su mirada empezó a observar a todos lados buscando al último infante hasta que vio en el callejón más cercano a una niña rubia con orejas de zorro escondida detrás de la pared derramando lágrimas por todo lo que había visto.
—¡Allí esta! —grito con emoción.
Bell como pudo levanto la mirada y observo a la pequeña niña escondida en el callejón la cual no paraba de llorar por haber sido descubierta.
—p‐por......f‐favor —susurro Bell moviendo su brazo roto y tomar del pie a Sava queriendo detenerlo.
Mientras la niña quería huir pero el gran miedo que sentía no permitía que moviera sus piernas las cuales estaban temblando, lo único que podía hacer era llorar y esperar su muerte al igual que los demás niños.
Por un momento pensó que todo mejoraría cuando su héroe albino la sacó de esa jaula pero por lo visto estaba equivocada.
—la próxima vez que quieras salvar a alguien asegúrate de tener la fuerza necesaria para hacerlo —dijo Sava viendo al ensangrentado albino—. Por ser la última de todos recibirá una muerte especial......una lenta y doloros.......
—¡Big bang!.
Pero para sorpresa de Sava recibió un fuerte puñetazo en su mejilla el cual no se lo espero para nada.
Al recibir el golpe retrocedió varios metros hacia atrás pero sin despegar sus pies del suelo y manteniéndose en pie con su mejilla roja.
Bell levanto la mirada para ver quien era el que había llegado.
—L‐Let —susurro el albino viendo a su amigo el cual tenía algunos cortes en su cuerpo y se notaba cansado, era más que obvio que había estado luchando con algunos miembros de Evilus.
Mientras Sava solo llevo su mano a su mejilla con sorpresa y escupir un poco de sangre y ver a Let.
—con solo verte puedo saber que solo eres un débil nivel tres.....pero aun así ese golpe me dolió ¿Es una magia? —pregunto mientras una sonrisa emocionada aparecía en su rostro—. La quiero para mi.
—¡¿Que?! —dijo Let con sorpresa—. Lo golpee con todo lo que tenía y no le hice casi nada, ¡Se supone que deja muy heridos incluso a los niveles cinco!.
—interesante —susurro Sava con una sonrisa listo para ir donde Let.
Pero se detuvo al sentir un fuerte instinto asesino a su espalda dándose rápidamente la vuelta.
Y lo primero que vio fueron los ojos inyectados de ira de una oriental la cual apretaba con mucha fuerza su espada.
Con gran rapidez lanzo una rápido tajo con su espada para cortarle la cabeza a su enemigo.
—je eres muy lenta —se burlo dando un salto hacia atrás.
Pero nuevamente sintió el peligro a sus espaldas viendo como el puño de una beastman con una expresión llena de ira se acercaba a su rostro.
Pero con gran agilidad esquivo ese puño y con gran rapidez lanzo una fuerte patada al estómago de la beastman haciendo que esta escupiera sangre y saliera volando e impactar a una casa.
—parece que los aventureros ya están llegando —pensó Sava aunque en eso sintió como todo a su alrededor se calentaba.
Al levantar la mirada vio como un torrente de llamas se acercaba a él desde un edificio viendo a una mujer de pie allí.
—je.....
La magia de fuego impacto en el lugar quemando todo a su alrededor y destruyendo las ventanas de todas las casas que aún seguían intactas.
—bien hecho Ryana —dijo Kaguya aun con su expresión de ira mientras Neze salía de los escombros tosiendo sangre.
—c‐chicas —susurro Bell al verlas llegar.
—¿Esta muerto? —susurro Ryana aún en el edificio al ver que nadie salia de las llamas.
Pero para su sorpresa un borrón negro salió de allí de un salto llegando hasta lo alto de ese edificio viendo a Ryana con una sonrisa.
—¡¿Ileso?! —grito Ryana al ver que no tenía ninguna quemadura.
—jajaja.
Y aun en el aire Sava lanzo una fuerte patada a la cabeza de Ryana haciendo que esta atravesara todo el edificio hasta llegar abajo e impactar con fuerza en el suelo.
—¡Bien! Más juguetes para jugar —celebró quedando de pie en ese edificio y ver abajo—. Y por lo visto las tres son nivel cuatro.
—maldito trozo de mierda —susurro Kaguya apretando sus dientes.
—jeje será divertido.
Pero antes de que él saltará del edificio para pelear una mujer apareció a su lado.
—Sava, hay que irnos —dijo la elfa Lilith.
—¿Eh? ¿Porque?.
—la familia Loki y Ganesha acaban de entrar al distrito y están acabando con los miembros de Evilus de ese lugar, será molesto enfrentarlos a todos a la vez, aparte que nuestro objetivo era la familia Ishtar y ya fue exterminada, ya no hay razón para perder el tiempo aquí —dijo la elfa bajando la mirada y ver el cuerpo cubierto de sangre de Bell—. Aparte que no tienes que matarlo, ese fue el trato que hiciste con Abel.
—si, si ya lo se —dijo con aburrimiento—. Solo quería probar unas cosas de él.
—si ya lo comprobaste entonces vamonos, esas basuras no valen la pena.
Y con esas palabras Lilith se fue por los tejados lográndose observar todo el distrito rojo en llamas y lo que alguna vez fue la sede de la diosa Ishtar reducida a escombros.
Mientras Sava solo bajo su mirada y observo a todos con una sonrisa.
—aquí termina todo, probablemente no nos veamos por un tiempo Bell, mientras tanto disfruta enterrando los cadáveres jajaja.
Y con esa molesta risa Sava empezó a correr por los tejados.
—¡No huyas! —grito Kaguya con enojo queriendo seguirlo.
—n‐no lo hagas Kaguya —pidió Ryana saliendo de los escombros con sangre bajando de su cabeza—. De un golpe casi nos deja fuera de combate a mi y a Neze, será suicidio si vas sola.
—estoy de acuerdo con Ryana, déjalo a las primeras clases —dijo Neze tomando su estomago con dolor—. Odio admitirlo pero no podemos ganarle.
—tsk.....mierda —susurro la oriental apretando sus puños con enojo.
—¡Oye Bell, resiste!.
Pero el grito preocupado de Let capto la atención de las tres corriendo rápidamente hacia él con expresiones preocupadas.
Y al llegar y ver en el estado en el que estaba hizo que su preocupación aumentara más.
—¡Bell! —grito Ryana arrodillandose viendo con angustia al albino el cual tenía sangre por todos lados y sus huesos fracturados.
—B‐Bell —susurro Neze viendo los ojos del albino los cuales estaban sangrando.
Él aún estaba consciente pero no decía absolutamente nada, solo se mantenia con la mirada vacia observando el cielo oscuro, precisamente la luna, una mirada que solo transmitía tristeza.
Y ver eso le dolió a las chicas.
—m‐maldicion —susurro Kaguya enfundando su katana y tomar a Bell en sus brazos.
—Kaguya....
—Alise, Lion e Iska han de estar ayudando a los sobrevivientes, yo me llevaré a Bell para que sea curado.
—¡Voy contigo! —dijo Ryana preocupada por el chico.
—v‐vamos —susurro la oriental viendo los ojos vacíos de su amigo.
Y así las dos salieron corriendo rápidamente del lugar queriendo curar lo más rápido posible a Bell.
Mientras Neze quiso seguirlas pero en eso noto a una cabellera rubia en un callejón.
Lentamente se acercó allí y al asomarse vio que era una pequeña niña la cual empezó a llorar al ver que la habían encontrado.
En ese momento Neze por fin observo a su alrededor dándose cuenta de los cadáveres de todos esos niños tirados por todos lados de esa calle, algunos decapitados y otros partidos por la mitad.
Una pequeña lágrima salió del ojo de Neze al observar eso.
—B‐Bell.....n‐no —susurro ahora entendiendo porque el albino tenia esa expresión—. L‐Lo siento.
No quería ni imaginarse el dolor que sentía Bell por no haber protegido esos niños, no sabía la historia de porqué los pequeños estaban en ese lugar pero estaba segura que Bell intento protegerlos con todo lo que tenía.
Pero fallo.....
Después de eso observo a la única niña viva la cual seguía llorando.
—t‐tranquila, no te haré daño —susurro Neze acercándose lentamente a ella para no asustarla más—. Y‐Ya estas a salvo, ven conmigo.
La niña por alguna razón no sintió miedo hacia la beastman, aparte que ella había ayudado a su héroe así que ese fue motivo para tener confianza.
Rápidamente la niña corrió hacia ella y la abrazo empezando a llorar con fuerza.
—¡E‐Es hombre los mato a t‐todos! —grito la pequeña sin dejar de llorar—. ¡Y‐Yo.....Y‐Yo.......!.
—no te preocupes, ya todo terminó —susurro Neze con una voz suave cargándola en sus brazos—. Vamonos de aquí......y cierra los ojos.
La razón por la cual le pedía que cerrará los ojos era porque en todo el distrito había gente muerta de maneras horribles, algunos quemados ya que eran quemadas las casas con ellos dentro o algunos aventureros que estaban en ese momento en el distrito siendo empalados por unas lanzas, había una calle donde todas las personas estaban de esa manera con lanzas clavadas en la tierra y ellos clavados en ellas.
Era mejor que la niña ya no viera más, ya había visto suficiente.
—yo te protegeré —susurro Neze acariciando su cabello e irse de allí mientras lágrimas bajaban de sus ojos no queriendo ni imaginarse el dolor que sentía Bell.
Mientras Let se quedó de pie en esa calle dispuesto a irse también.
Aunque en eso observo la espada de Bell tirada en el suelo partida en dos.
—Bell, amigo......lo siento —se disculpo el chico arrodillandose y tomar las dos partes de la espada y los fragmentos en el suelo y después envolverlos con su propia camisa para que no se cayeran en el camino.
Después de eso observo todo el distrito del placer destruido mientras sacaba una bolsa de dulces de su bolsillo y verlo.
—y pensar que solo veníamos a comprar unos dulces —susurro con tristeza alejándose lentamente del lugar y ayudar a una que otra persona que se encontraba por el camino.
Esa era una noche trágica y que jamás olvidaria la ciudad se Orario.
La noche sangrienta en que el distrito del placer fue completamente destruido.
===Fin del capítulo===
Bueno aquí termina el capítulo de hoy espero que les haya gustado si es así voten y comenten que les pareció ya que eso me motiva a seguir escribiendo.
Se que muchos están esperando que Bell tenga un aumento de nivel o alguna nueva habilidad y créanme la tendrá pero aun no es el momento pero les aseguro que valdrá la pena.
Sin más que decir me despido adiós cuídense y no tomen drogas.
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