Capitulo 30:Noche sangrienta
En cierto sótano del distrito del placer se estaba llevando a cabo una pelea entre un conejo y unas amazonas para poder salvar a unos niños.
Una batalla la cual se le estaba dificultando un poco al albino.
-maldicion -pensó Bell esquivando una espada que iba directo a su cuello para después dar un salto esquivando los puños de dos amazonas.
Y sin terminar allí a lo lejos de la habitación unas amazonas con un arco lanzaron tres flechas hacia la cabeza de Bell el cual rápidamente las bloqueo con su espada.
-¿Que pasa? ¿Ese es todo el poder del conejo de la justicia? -pregunto Aisha con burla.
Bell simplemente frunció un poco el ceño.
No es que fuera más débil que ellas, de hecho podría derrotarlas fácilmente, el problema era que estaban en ese sótano que era algo pequeño luchando contra quince a la vez no dándole la oportunidad de moverse libremente.
Aparte que no podía atacar con todas sus fuerzas y terminar derrumbando ese lugar o derribar alguna pared, no quería lastimar a los niños que estaban dentro de esas jaulas o asustarlos mas de lo que ya estaban.
Pero eso no significaba que se rendiría allí, tenia que salvar a esos niños.
-¿De que hablas? A penas estoy calentando -dijo Bell guardando su espada y sacando su daga que estaba en su cintura-. ¿Seguimos?.
-je engreido.
Y nuevamente las amazonas se lanzaron al ataque buscando conectar un ataque crítico al albino.
Sabían que él era más fuerte que ellas así que tenían que abrumarlo y conectar aunque sea un ataque.
Si él se llevaba a esos niños definitivamente toda la familia Ishtar estaría en problemas.
-bien haz lo tuyo habilidad -pensó Bell activando la unica habilidad que le serviría en esos momentos.
Win‐Lose.
O al menos esperaba que lo ayudara.
En un rapido movimiento Bell esquivo una espada que iba directo a su cabeza y lanzo un fuerte puñetazo al estómago de la amazona la cual le dio de lleno mandandola a volar junto con otra que estaba atrás de ella e impactar en una pared y caer inconscientes.
-¡Bien! Mi fuerza aumento -pensó aliviado esquivando el puño de otra amazona aunque por poco conectaba en él ya que tardo un poco en moverse.
Y por lo visto su agilidad había disminuido un poco, bueno, simplemente tendría que estar más alerta.
Mientras en las jaulas los niños observában fijamente la pelea, algunos asustados y otros deseando que ese conejo ganará ya que sabían que el estaba allí para salvarlos.
-un héroe -susurro una niña rubia con orejas de zorro en su jaula viendo al albino batallar con las amazonas.
-je interesante -susurro Aisha con una gran sonrisa teniendo un rapido intercambio de ataques con Bell aunque cada vez que chocaban sus armas ella se veía obligada a retroceder por la fuerza que tenía su oponente.
Y eso le empezaba a gustar.
Rápidamente dos amazonas intentaron darle un puñetazo a Bell en cada uno de sus costados pero este logro verlas y de un salto esquivo los puños haciendo que estas mismas se dieran un puñetazo una a la otra y para dejarlas inconscientes Bell lanzo una fuerte patada a cada una.
-van cuatro -pensó Bell seriamente bloqueando con su daga la lanza que cargaba una de ellas y obligando a que la amazona perdiera el equilibrio por la fuerza de Bell.
Y levantando su pie lanzo una fuerte patada a la mandíbula de la amazona cayendo de golpe al suelo desmayada.
-cinco -susurro.
Otras dos amazonas empezando a enojarse se lanzaron con sus espadas queriendo apuñalar al albino el cual en el último segundo las esquivo recibiendo unos cortes en sus brazos nada graves.
Y tomando del cabello a las dos amazonas las estampó con fuerza en el suelo dejándolas inconscientes.
-siete.
Otras dos amazonas que estaban a lo lejos empezaron a lanzar más flechas buscando herir a Bell el cual se enojo.
-tsk pueden lastimar a un niño con esas estúpidas flechas.
Y levantando su puño golpeo con fuerza el suelo destruyéndolo un poco.
Y tomando dos pedazos de roca del suelo que acababa de destruir las lanzo con gran fuerza y velocidad hacia las amazonas las cuales no tuvieron tiempo de esquivarlo dándoles de lleno en el rostro cayendo inconscientes al suelo.
-nueve -susurro.
Una sonrisa apareció en el rostro de Aisha al ver como en menos de un minuto derrotó a nueve de sus compañeras con gran facilidad.
Era más que obvio que las seis que quedaban perderían ante él.
-de verdad que eres fuerte -dijo Aisha con emoción.
-¿Porque hacerle esto a esos niños? -pregunto Bell con molestia.
-no te enojes guapo, no es como si tuviéramos opción, son ordenes de nuestra diosa, ya sabes que los dioses son caprichosos y hacen lo que se les de la gana.
-entonces la diosa Ishtar tendrá muchos problemas con el gremio que probablemente termine en su exilio -dijo apretando su daga.
Y con esas palabras Bell se lanzo para derrotar a las últimas seis amazonas las cuales a pesar que sabían que iban a ser derrotadas sonrieron con emoción por enfrentarse a alguien tan fuerte como él.
Con gran fuerza Bell conecto un fuerte puñetazo en el estómago de una amazona y una fuerte patada a otra que estaba atrás de él dejándolas fuera de combate.
Otra amazona intento apuñalar a Bell con una lanza pero la esquivo recibiendo solo un pequeño corte en su pecho.
Con gran rapidez conecto un golpe en la mandíbula haciendo que rápidamente perdiera la consciencia.
Las otras dos intentaron golpear a Bell por la espalda pero este ni se molesto en esquivarlas, simplemente se dio la vuelta y tomó ambos puños con las manos con gran facilidad.
-¡Increíble! -dijeron ambas amazonas con un pequeño sonrojo.
Pero eso no les duró mucho ya que Bell las tomo del rostro y choco sus cabezas con fuerza entre ellas dejándolas fuera de combate.
-catorce -susurro Bell volteando a ver a la última la cual era Aisha la cual solo tenia una pequeña sonrisa.
-je hace unos meses llegaste aquí a Orario y eres así de fuerte ¿Que clase de entrenamiento tuviste haya afuera?.
-el mejor de todos -respondio con una leve sonrisa viendo a la amazona.
Por alguna razón ninguna de esas amazonas le parecían malas personas, quizás solo estaban en la familia equivocada.
-bien, terminemos con esto -dijo Aisha levantando su gran espada y lanzarse al ataque al igual que Bell.
Bell podía notar como Aisha era la más fuerte de todas esas amazonas, con solo ver sus movimientos de combate podía darse cuenta que era la más experimentada.
Con gran rapidez ambos chocaban sus armas con fuerza creando chispas con cada choque.
Los niños en las jaulas solo miraban asombrados la pelea viendo la imagen de un gran héroe en el albino deseando que él ganará.
Era más que obvio que Bell tenia la ventaja pero a los ojos de los niños parecía una batalla reñida con el malvado villano.
-con esa fuerza que tiene incluso sería capaz de hacerle frente a esa sapo de mierda -pensó Aisha con una gran sonrisa.
Desde hace tiempo no disfrutaba de una batalla.
-eres buena -susurro Bell bloqueando con su daga la enorme espada-. No tengo dudas que en un futuro serás una gran guerrera.
-je no necesito que un niño lindo me elogie aunque gracias.
Después de estar por unos segundos chocando sus armas con fuerza como era obvio Aisha fue perdiendo terreno con cada golpe frustrandose un poquito por no lograr hacerle aunque sea un corte.
Y al final la gran espada de Aisha se partió en pedazos quedando esta de espaldas contra la pared con la daga de Bell apuntando su cuello.
-yo gano -susurro Bell con una leve sonrisa.
No podía negarlo, había disfrutado algo ese choque de armas.
-¿Y que vas a hacer ahora chico justiciero? ¿Someterme? -pregunto con diversión.
-pues tendré que encadenarte -respondio dándose la vuelta para tomar unas cadenas que vio en el transcurso de la batalla.
Aisha sonrió al ver que Bell le dio la espalda intentando darle un golpe pero este logro esquivarlo tomándola del brazo y lanzandola al suelo.
-¿Es enserió? -pregunto Bell.
-tenia que intentarlo -respondio la amazona con diversión.
Después de unos minutos las quince amazonas estaban atadas con fuerza con las cadenas en el suelo siendo la única aun consciente Aisha la cual observaba a Bell el cual le estaba amarrando con fuerza los brazos.
-tranquilo, no voy a escapar -susurro la amazona.
-es por precaución.
-je eres un chico interesante.
-¿Gracias? Creo.
-oye es probable que termine en la carcel por esto pero si en el dado caso quedo libre ¿Te gustaría tener una relación de amigos con derecho conmigo?.
-¿El que? -pregunto Bell viéndola con sorpresa.
-vamos, no te hagas el inocente, estoy segura que tienes tus ratos de diversión con tú familia -se burlo la amazona haciendo que Bell se sonrojara-. Una relación así nos beneficiará a ambos, no, incluso te benificiara más a tí, estoy segura que alguna de mis amigas querrán unirse así que ¿Que dices?.
-mejor deja de hablar o te daré un golpe en el cuello para que quedes inconsciente -advirtió Bell avergonzado.
-tsk eres aburrido pero te lo perdono nomas porque eres lindo -se volvió a burlar para avergonzarlo.
Bell simplemente ignoro esas palabras así que al terminar de encadenarla se puso de pie y camino hacia las jaulas en la cual estaban los niños viendo con gran admiración al albino.
-tranquilos, ya están fuera de peligro -dijo Bell con una amable sonrisa-. Ahora solo los sacaré de aquí.
-¡El señor conejo es fuerte! -grito un niño haciendo que Bell soltara un quejido de dolor.
Bell al acercarse a las jaulas vio que todas tenían la misma cerradura así que solo necesitaba una llave.
-oye ¿Dónde esta la llave de estas jaulas? -pregunto Bell viendo a Aisha.
-bajo mi sostén.
-......¿En dónde?.
-b‐a‐j‐o m‐i s‐o‐s‐t‐é‐n -dijo con diversión al ver como el rostro de Bell empezaba a sonrojarse.
-a‐ah....
-vamos, tomalas, te las diera yo misma pero tengo mis brazos encadenados así que tienes que hacerlo tú -dijo guiñandole el ojo-. Toca donde quieras con confianza, te doy mi permiso.
-.....b‐bien......
Esto tenia que mantenerlo en secreto o si no las chicas lo matarían.
Lentamente camino hacia Aisha y arrodillarse frente a ella y ver sus pechos dudando si hacerlo o no.
-hazlo, los niños están esperando que los liberes -dijo Aisha con burla-. Y ni se te ocurra levantarme el sostén para que caiga la llave, me estarías desnudando en contra de mi voluntad.
-s‐si ya entendí.
Y levantando su mano temblorosa Bell empezó a registrar a Aisha haciendo que esta sonriera y el rostro del albino empezara a arder con fuerza al estarla tocando.
-ups parece que están bajo el otro pecho -dijo Aisha viendo con diversión a Bell.
Este volviendo a soltar un gran suspiro para relajarse empezó a registrar nuevamente a Aisha haciendo todo lo posible para que su imaginación no empezara a volar.
-.....
-.....
-.....
-.....
-¡No está en ninguno! -grito Bell rojo hasta las orejas.
-jajaja eran mentiras, la llave está en las cajas que están en la esquina -dijo volteando a ver las cajas.
-t‐tu.....t‐tu.....aaaah.....
Y soltando un suspiro para volver a relajarse camino hacia las cajas viendo que efectivamente allí estaba la llave.
-no te quejes, estoy segura que te gustó la sensación en tú mano.
-c‐callate.
E intentado tranquilizarse Bell se acercó a las jaulas y empezar a abrirlas para liberar a los niños.
Algunos se miraban un poco asustados y otros estaban felices de por fin ser libres viendo con admiración a Bell.
-¡Gracias señor conejo!.
-d‐de nada.
Bell solo observo fijamente a todos los niños viendo que eran quince en total, probablemente algunos vivían fuera de Orario, quizás los que tenian expresiones asustadas como esa niña rubia con orejas de zorro.
-¿Que hago? -pensó Bell con un dedo en la barbilla.
Quería llevarse a los niños junto con él para ir a su sede y dar aviso de lo sucedido pero no quería que los niños vieran un lugar lleno de lujuria, aun eran pequeños para ver eso.
-llevatelos -dijo Aisha captando la atención de Bell-. Si te vas a dar aviso a tú familia es muy probable que otras amazonas bajen a este sótano y vean a los niños fuera de sus jaulas asi los encadenaran y se los llevarán a otro lado para venderlos lo más rápido posible así que lo mejor será que te los lleves.
-p‐pero.....
-camina por las calles con temática oriental, tan solo sales de este sótano lo verás, en ese lugar no hay tanta lujuria como en el resto de calles, llegaras más rápido a la salida de esa manera -aconsejo.
-.....¿Porque me ayudas?.
-no es como si tuviéra otra opción, estoy aquí encadenada, aparte que me agradas, eres un chico que hace las cosas sin dudar cuando quiere salvar a alguien y eso me gusta -dijo con una sonrisa.
-g‐gracias -susurro un poco avergonzado para después voltear a ver a los niños-. Los sacaré de aquí, se los prometo.
-¿Volveré a ver a mis padres? -pregunto una niña beastman.
-si, te lo aseguro.
Y tomando unas capuchas sencillas que estaban metidas en una caja de madera empezó a cubrir a cada niño para que no vieran mucho a su alrededor.
-hay que irnos y no se separen de mí -dijo Bell y los niños asentian.
Después volteo a ver a Aisha la cual aun sonreía.
-¿Cómo te llamas?.
-Aisha.
-gracias por la ayuda Aisha.
-como dije, no es como si tuviéra otra opción -dijo guiñandole el ojo a Bell-. Adiós guapo y recuerda hacerme una que otra visita a la cárcel, la pasaremos bien.
-a‐adiós.
Y dándose la vuelta salio del sótano siendo seguido por los niños dejando sola a Aisha con sus amigas inconscientes.
-que chico tan interesante -susurro.
Mientras con Bell.
Este al salir del sótano y salir del callejón vio que efectivamente en una de las calles era de temática completamente oriental y esa calle llevaba al norte del distrito justo como la indicación que le había dado el hombre anterior.
Tenia que apresurarse y salir de allí.
-siganme -dijo Bell empezando a caminar siendo seguido por los niños.
Algunas personas miraban curiosas como el albino era seguido por quince personas pequeñas con capucha pero dado a que la gran mayoría estaban ebrios no le tomaron importancia.
-Aisha tiene razón, la lujuria de este lugar es menor -pensó Bell viendo que todas las mujeres que estaban allí eran orientales las cuales estaban vestidas con kimonos mostrando poca piel.
Después volteo a ver a los niños que seguían atrás de él.
-no se separen, pronto saldremos.
No sabía cuánto faltaba pero estaba seguro que la salida estaba cerca o al menos eso esperaba y deseando no encontrarse con una miembro de la familia Ishtar por el camino.
A lo lejos una amazona vio a Bell alejarse con esos pequeños pareciéndole sospechoso así que decidió acercarse a él para interrogarlo.
Bell al ver que la amazona se acercaba se puso nervioso estando listo para pelear.
Pero de un momento al otro se detuvo abruptamente al igual que la amazona por un estruendo que se escucho en todo el distrito.
Con sorpresa levantó la mirada al igual que todas las personas de esa calle viendo como en lo alto de la sede principal de la diosa Ishtar un pilar de luz subía a los cielos haciendo que la sangre de todos se helara.
El sonido de un arma cayendo al suelo atrajo la atención de Bell viendo como la amazona que se iba acercando a él tenía una expresión de pánico.
-n‐no tengo falna -susurro la mujer.
Segundos después una gran cantidad de explosiones empezaron a escucharse a lo lejos haciendo que Bell empezara a entrar en pánico.
-n‐no....
La noche sangriente había dado inicio.
Tiempo atrás en la sede de la familia Ishtar.
En lo alto de la sede, en una enorme sala estaba la diosa de dicha familia sentada en su trono platicando con una expresión enojada con otra......¿Mujer? Con cara de sapo.
-Phryne te he dicho más de diez malditas veces que dejes de asesinar a los hombres que vienen por servicios aquí a la sede, estamos perdiendo ganancias por tú culpa -regaño la diosa.
-gehehehe no es mi culpa ser tan atractiva para que ellos decidan acostarse conmigo -dijo la mujer sapo con una sonrisa grotesca.
-si, se muy bien que los secuestras y los llevas a tú sótano, harás que los aventureros tengan miedo de venir.
-gehehehe, es más, escuche rumores que el conejo de la familia Astrea esta aquí en el distrito, de seguro quiere acostarse conmigo.
-¿Enserio? -dijo Ishtar con sorpresa-. Vaya, Astrea tiene a ese chico como alguien inocente y mira donde esta aunque no lo culpo, de seguro vivir con tantas mujeres aumenta su deseo carnal y ha venido aquí a liberarse.
-creo que lo iré a buscar -susurro Phryne.
Ishtar estuvo a punto de decir algo pero frunció el ceño al escuchar ruido fuera de la sala, desde hace unos minutos no se detenia todo ese escándalo.
-¿Que mierda están haciendo? -pensó con enojo pero en eso un fuerte dolor apareció en su corazón al sentir como la falna de muchas de sus hijas empezaban a desaparecer.
Pero en eso las puertas de la enorme sala se abrieron de golpe captando la atención de la diosa y de la sapo.
-¡Ishtar‐sama! -grito una amazona con una expresión llena de pánico.
-¿Que es lo que sucede? -pregunto.
-¡Estamos bajo ata.....!.
Pero la amazona ni siquiera pudo terminar sus palabras ya que una enorme hacha la partió en dos sorprendiendo a Ishtar y a Phryne.
-jejeje -rio un hombre enorme y musculo el cual Ishtar reconoció al instante.
-¡Fulacks! -exclamo la diosa poniendose de pie con una expresión de miedo al ver a uno de los líderes de Evilus en su sede.
Y su miedo no hizo más que aumentar al ver como una mujer de cabello negro muy largo y piel blanca salía atrás de Fulacks y detenerse frente a él.
-hola, diosa de las putas -saludo la mujer con una sonrisa amistosa.
-A‐Apate -susurro Ishtar como sorpresa al ver a esa diosa que supuestamente había sido exiliada de Orario-. ¿C‐Cómo?.
-ni te molestes en llamar a tú familia que estaba en la sede, Hansel y Gretel ya se encargaron de asesinarlos y unas cuantas salieron huyendo pero no durarán mucho vivas.
-¿Q‐Que haces aquí? -pregunto Ishtar con miedo.
-solo dándole una visita a una perra traidora -dijo cambiando su expresión a una de enojo.
-¡No deberías de estar aquí! ¡Fuiste exiliada de Orario!.
-mmm quizás pero logré la manera de regresar aquí otra vez, cuando me enteré que mis queridos niños iban a ser liberados de la carcel busqué la manera de como regresar a esta odiosa ciudad -dijo con un dedo en la barbilla-. Primero tenía pensado mandar a asesinar a alguno de los hijos de Freya pero después me acordé de tú lamentable existencia así que decidi darte una última visita.
-¿Q‐Que quieres?.
-solo ver tu expresión cobarde ¿Acaso piensas que me olvide como votaste para que fuera exiliada de la ciudad? -pregunto con molestia.
-¡Tenía que hacerlo! S‐Si no lo hubiera hecho los demás dioses hubieran sospechado que estaba aliada a ustedes -grito empezando a entrar en pánico.
-y lo que más me molesta es que nos traicionaste desde antes, recuerdo en la era oscura cuando íbamos perdiendo terreno, tus niñas se unieron al odioso ataque de la familia Loki atacando y matando a mis niños -dijo apretando los dientes-. Al ver que Evilus iba perdiendo decidiste cambiarte de bando como toda una cobarde, al final para lo único que sirves es para abrir las piernas.
Ese comentario enojo a Ishtar haciendo que apretara sus puños.
-¡Callate! Obviamente no iba a estar en el bando de unos fracasados que perdieron en la era oscura -dijo con molestia-. Ni siquiera tus humanos modificados pudieron con Orario, deberías de agradecer que no vote para que te regresaran al cielo.
-ooooh veo que tienes un poquito de valor para hablarme así -dijo Apate con una sonrisa.
-nadie insulta a mi diosa -dijo Fulacks con molestia apretando su hacha.
-tranquilo pequeño, aun hay una cosa más que quiero decirle a esta perra -dijo con confianza-. Dime Ishtar, en estos años ¿Le haz logrado quitar el puesto de la más bella a Freya?.
Ishtar apretó los puños al escuchar esas palabras.
-jejeje Obviamente no, tal vez las dos sean unas prostitutas pero al menos ella es elegante, en cambio tú.......Al menos tienes salud.
-¡Callate! -grito llena de ira para después ver a Phryne-. ¡Phryne mata a su asqueroso hijo, es una orden divina!.
-gehehehe bien pero me da permiso de traer a tantos hombres como quiera a mi sótano -rio la mujer sapo apretando su hacha.
-¿Que te hace creer que el fenómeno que tienes como hija puede derrotar a mi Fulacks?.
-Phryne ya tiene unos cuantos meses de haber subido a nivel cinco, podrá acabar con ese asqueroso.
Apate solo sonrió con confianza para después ver a su hijo.
-mi niño recibió una actualización de estado ayer ¿Y que crees? Ahora es nivel seis, le faltaba poco para subir antes de que fuera encarcelado.
Ishtar abrió los ojos con sorpresa al escuchar esas palabras empezando a sentir miedo.
-lo siento mi niño, se que quieres enfrentarte mano a mano con el jabalí de Freya pero por el momento conformate con esa mujer sapo -dijo Apate dándole unas palmaditas en el estómago.
-jeje como usted ordene -rio caminando hacia la mujer sapo.
Mientras Ishtar empezó a tener un mal presentimiento.
-cambie de opinión Phryne, mejor sácame de aquí.
-gehehe antes mataré a este, le demostraré mi gran poder.
Y con una sonrisa confiada Phryne al tener a Fulacks cerca levanto su hacha para matarlo el cual no hizo nada para esquivarlo.
Al momento en que el hacha hizo contacto con el cuerpo de Fulacks está se hizo pedazos para sorpresa y terror de Phryne.
-¿Q‐Que?.
-jejeje ¿Eso es todo? -pregunto el hombre siendo incluso más alto que la mujer sapo-. ¿Y se supone que eres nivel cinco?.
-i‐imposible -susurro Phryne en shock.
-matala, no hay que perder tiempo -ordenó Apate.
-como ordene.
-e‐espera, no me mates s‐si quieres m‐me puedo acostar con.....
Pero ni siquiera pudo terminar sus palabras cuando en un rapido movimiento la hacha de Fulacks se clavo en su cabeza quedando atorada a mitad de su cráneo.
Mientras Ishtar observo aterrada eso, su hija más poderosa fue asesinada como si nada en cuestión de segundos, ni siquiera pudo hacerle daño al fenómeno hijo de Apate.
Tenía que huir rápido de allí.
-¿Adonde vas? -pregunto Apate con una sonrisa-. Fulacks atrapala.
Y rápidamente el hombre apareció frente a Ishtar tomándola de ambos brazos impidiendo que se moviera.
-¡Suéltame asqueroso! -grito Ishtar con enojo.
-veamos ¿Dónde lo deje? -pregunto Apate viendo a todos lados-. Cierto, lo deje a la par de la puerta.
Apate se dirigió a la entrada de la sala y segundos después regreso hacia Ishtar con una cubeta en sus manos.
-¿Q‐Que tienes ahí? -pregunto la diosa con temor.
-un regalo.
Y con esas palabras Apate lanzó el contenido de la cubeta a Ishtar cubriéndola por completo, era un líquido liso y raro.
Pero el olor......
Fulacks soltó a Ishtar de las manos haciendo que esta cayera sentada al suelo y él se acercaba otra vez a su diosa.
Un expresión de pánico apareció en el rostro de Ishtar al reconocer el liquido que había cubierto su cuerpo.
-e‐espera, no lo hagas -pidió con lágrimas en los ojos.
-esto es por traicionarnos......perra.
Y tomando una antorcha que estaba pegada en la pared la lanzó al suelo haciendo contacto con el liquido haciendo que inmediatamente se prendiera en fuego e Ishtar empezara a arder en llamas.
-¡AAAAAAAAAAAAAAH!.
Fue el grito desgarrador que soltó la diosa al sentir el inmenso dolor de su carne siendo quemada por todas partes.
-¡APATEEEEE!.
Y eso solo duró unos seis segundos antes de que su Arcanum se activará y la mandara otra vez al cielo creando un gran pilar de luz que fue visto por toda la ciudad de Orario.
Un pilar que todos supieron inmediatamente que era el inicio de un gran problema.
-aaaah que hermoso -suspiro la diosa con alegría.
-¿Que hacemos ahora mi diosa? -pregunto Fulacks.
-sácame de este horrendo lugar, este distrito se convertirá en una carnicería -dijo soltando un bostezo-. Y dile a Gretel y a su hermano que se unan a la matanza con los hijos de Rudra y los que aun quedan de Electo y el resto de Evilus.
-si mi diosa.
Y siendo nuevamente cargada por su hijo se dispusieron a irse de ese lugar satisfecha.
-que hermoso es vengarse -susurro la diosa con una sonrisa siniestra.
Mientras en lo alto de las murallas del distrito del placer.
Una elfa de cabello largo estaba reunida con muchas personas en esa muralla viendo el animado distrito.
-¿Cuales son las ordenes Lilith‐sama? -pregunto Jura.
-mmmm la gran mayoría de aventureros están ebrios así que será fácil para ustedes, el problema son las amazonas de Ishtar, escuche que tiene a unas cuantas de nivel tres, eso será un problema para ustedes a excepción de los de Electo, esos son más psicópatas que ustedes.
Aunque en eso un gran pilar de luz se vio desde lo alto de la sede de la diosa de la belleza haciendo que una gran sonrisa apareciera en el rostro de Lilith.
-bueno, unas amazonas sin falna no son problema jajaja -rio Lilith.
-¿Entonces? -pregunto Jura con emoción al igual que el resto de personas que estaban allí.
-.......no dejen a nadie vivo en este distrito -susurro con una gran sonrisa.
Y con esas palabras y soltando un grito todos los miembros de Evilus que estaban en esa muralla empezaron a correr hacia el distrito del placer y asesinar a todo aquel que se cruzara en su camino empezando a escucharse gritos de dolor y pánico por todos lados.
-esto es música para mis oídos -susurro la elfa-. Y de seguro para ti también Sava, disfruta de esta fiesta donde quiera que estés en este distrito.
Minutos antes fuera del distrito del placer.
Un grupo de mujeres caminaban a paso lento con expresiones malhumoradas cada vez más cerca de dicho distrito.
-¿Creen que Bell......? -pregunto Neze dejando la pregunta al aire no teniendo el valor de completarla.
-no, no creo -dijo Alise-. Pero aun así no entiendo con que intenciones vino a este lugar.
-a alimentar sus ojos con tantas mujeres -susurro Ryana celosa.
-¿Acaso no le basta con mi belleza? -pregunto Alise con molestia y presumiendo.
-si no da una explicación convincente entonces que se de por muerto -dijo Kaguya con el ceño fruncido.
-y Let también, por alguna razón siento que él tiene mucho que ver en esto -dijo Iska.
-conejo pervertido -susurro Ryuu.
-hubiera preferido que llegara a la sede con una carreta llena de pescados en vez que viniera a este lugar -dijo Ryana.
-¡Vaya! Eso sí que es una sorpresa -dijo Iska-. Odias mucho el pescado y aun así prefieres comerlo antes de que Bell este aquí.
-no me gusta que Bell este aquí, fin del cuento -susurro apartando la mirada nerviosa.
-mmm Ryana, esas palabras son muy sospechosas -dijo Alise con los ojos entrecerrados al igual que Neze y Kaguya.
-¿Q‐Que? -pregunto más nerviosa-. Ustedes también están enojadas así que no le miro lo raro.
-eeeeh chicas -llamó Ryuu con una expresión en shock.
-¿Que?.
-m‐miren.....
Todas extrañadas dirigieron su mirada hacia el lugar que estaba señalando la elfa viendo como en el distrito del placer un pilar de luz subía señal que acababan de enviar a un dios a los cielos.
Cada vez que eso sucedia solo significaba que Evilus estaba en movimiento.
Y eso fue confirmado al escuchar gritos y explosiones en dicho distrito.
En ese momento todo enojo que las chicas sentían hacia Bell desapareció siendo reemplazado por preocupación.
-ese idiota -susurro Kaguya empezando a correr dejando atrás a las demás.
-¡V‐Vamos! -grito Alise empezando a correr junto con las demás llenas de preocupación.
-¿Es enserió? -pensó Kaguya-. Primero el casino y ahora el distrito del placer ¿Acaso todos los lugares que visitas quedan destruidos?.
Al llegar a la entrada del distrito todas se detuvieron viendo en shock la escena frente a ellas.
Docenas de cadáveres y lagunas de sangre estaban esparcidos por todos lados y eso que solo era la entrada.
No querían ni imaginarse como estaba el interior del distrito en esos momentos.
-Alise -susurro Ryuu preocupada escuchando gritos por todas partes.
-.....¡Hay que dividirnos! -grito la pelirroja-. ¡Kaguya, Neze y Ryana vayan por ese lugar y salven a todos los que puedan, Iska, Lion y yo iremos por este lugar!.
-¿Y Bell? -pregunto la amazona preocupada.
-¡Bell no es débil! Si está aquí estoy segura que no se quedará de brazos cruzados, el también ayudará -ordenó sacando su espada.
Sabían que no estaban frente a una batalla cualquiera, por alguna razón sentían que esta vez no era cualquier enemigo que enfrentarían.
Y eso las tenia nerviosas.
-y una última orden -susurro Alise apretando su arma-. No mueran.
-no te preocupes capitana, no moriremos y te aseguró que Bell tampoco, ese idiota tiene que recibir mi paliza -dijo Kaguya empezando a correr junto con Neze y Ryana.
Mientras Alise solo volteo a ver a Ryuu e Iska.
-la familia Loki y Ganesha no tardará en llegar, mientras tanto salvemos al máximo de personas que podamos.
-¡Si!.
Y con esas palabras las tres también tomaron su camino empezando a luchar con todo enemigo que se encontraban en el camino viendo sorprendidas la gran cantidad de cadáveres que habían por todos lados.
-Bell -pensaron todas preocupadas deseando que el albino estuviera bien.
Mientras en otra parte del distrito.
Bell observaba con una expresión seria a cinco miembros de Evilus que estaban frente a él mientras que atrás estaban todos los niños asustados viendo aterrados los cadáveres en el suelo.
-ja será divertido pelear contigo -dijo uno de ellos blandiendo su espada.
-grave error para cuidar niños en este momento -dijo otro con burla.
Mientras Bell solo frunció el ceño al escuchar esas palabras.
-será difícil pelear con cinco a la vez y proteger a los niños, ni siquiera se que nivel son -pensó viendo de reojo a los pequeños-. Tampoco les puedo decir que salgan corriendo a esconderse, hay una masacre por todos lados, no podran defenderse. Tsk, maldicion, los de Evilus son unos bastardos.
-¿Que pasa? ¿Por fin te diste cuenta que estas en desventaja?.
-hay que matarlo y a todos esos niños también.
-vengan, los destrozare a todos -dijo Bell seriamente apretando su espada dispuesto a dar su vida por todos esos pequeños.
Tendría que derrotarlos rápido y llevar a esos niños otra vez a ese sótano ya que aun estaban cerca, sentía que estarían más seguros en ese lugar que aquí en la superficie.
De verdad que tenía mala suerte.
-¡Vamos!.
Pero antes de que alguno se moviera.....
-¡Hey! ¡Hey! ¡Hey! No lo toquen.
Grito un hombre acercándose al lugar con una gran sonrisa.
-Sava‐sama -saludaron los tipos al reconocer a su líder.
Mientras Bell cambio su expresion a una más enojada al ver al bastardo que lastimo a Ardee.
-ustedes vayan a matar a otras personas a los alrededores, yo me encargaré de este niño -ordenó viendo fijamente a Bell.
-¡Si!.
Y rápidamente los cinco hombres se fueron dejando solo a Bell y Sava mientras los niños seguían asustados atrás del albino.
Los gritos de dolor y de pánico, junto con las explosiones y sonidos de peleas se escuchaban por todos lados haciendo que Bell se frustrara.
Cientos de personas estaban siendo asesinadas y no podía hacer nada más que quedarse allí, al menos tenía que proteger a los niños.
-su presencia es fuerte -pensó Bell con una gota de sudor bajando de su frente.
-al fin nos vemos otra vez.....Bell jejeje.
La pelea de Bell contra Sava estaba a punto de comenzar.
===Fin del capítulo===
Bueno aquí termina el capítulo de hoy espero que les haya gustado si es así voten y comenten que les pareció ya que eso me motiva a seguir escribiendo.
Sin más que decir me despido adiós cuídense y no tomen drogas.
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