Capitulo 28:Un momento incomodo
Era una mañana como todas las mañanas en la ciudad de Orario.
Y en la sede de la familia Astrea cierto albino se acababa de despertar a primera hora.
-aaaah otro día más -bostezo el albino un poco adormilado.
Habían pasado dos días desde que Bell se enfrento con ese anciano que resultó ser sorprendentemente fuerte empezando a frustrarse por no haber podido ganarle por el mismo, si no fuera por Ryuu las cosas hubieran sido distintas.
Y claro, las chicas cuando se enteraron de ello lo regañaron por ser descuidado aunque otras se mostraron preocupadas y aliviadas de que nada pasara a mayores.
Pero a pesar de que ya habian pasado dos días Bell aún se seguía preguntando que quería decir ese anciano con todas esas palabras, parece que ese tal Smiley tenía algo contra él resultandole raro.
-mejor dejo de pensar en ello -pensó Bell soltando otro bostezo tomando su toalla y salir de su habitación en dirección a los baños.
Aunque gracias a esa pelea supo que tenía que mejorar más, si tuvo muchas dificultades con Abel y ese anciano que eran niveles cuatro no quería ni imaginarse lo problemático que seria enfrentarse a un primera clase.
Tenía que mejorar más.
-tengo que mejorar mi fuerza bruta -pensó moviendo su brazo izquierdo-. No puedo depender solo de mis habilidades, quizás le pida a Iska que entrene conmigo, ella es muy buena en el combate cuerpo a cuerpo.
Y con esos pensamientos Bell llego a las duchas y abrió la puerta sin dudar.
Era de mañana y él era siempre el primero en levantarse así que no había razón para tocar la puerta.
Grave error.
Con una expresión tranquila entro a las duchas levantando la mirada.
Y en ese momento su expresión tranquila se rompió.
-¿Eh?/¿Eh?.
Lentamente la toalla cayó de las manos de Bell en shock por lo que estaba viendo.
Frente a él no estaba Alise o Kaguya o Neze........no era ninguna de sus compañeras.
Era su diosa Astrea...........desnuda.
Si, por lo visto Astrea había terminado de quitarse la ropa para ducharse estando a punto de tomar su toalla para taparse pero cuando vio entrar a Bell se congelo dejando su cuerpo al descubierto.
-.....
-.....
Bell no sabía que pensar, mejor dicho su mente había hecho corto circuito.
Era la primera vez que miraba a una mujer desnuda........bueno, en el pasado vio a su maestra pero fue porque ella lo hizo apropósito.
Pero esta vez era distinto, no estaba viendo desnuda a su maestra bromista, era su diosa......su bella y sagrada diosa.
Sin querer y sin poder controlarlo la mirada de Bell bajo un poco y vio sus......sus.......sus......
-g‐grandes -fue el único pensamiento que cruzo en la mente de Bell.
-a‐ah......
-a‐ah......
-a‐a‐ah.....
Y como era obvio lo inevitable sucedió.
-¡AAAAAAAAAAAAAAH!.
El grito de la diosa Astrea se escucho en toda la sede despertando a todas las chicas reconociendo el grito de su diosa.
Desesperadas y algunas empezando a enojarse tomaron sus armas y salieron de sus habitaciones esperando que nadie le estuviera haciendo daño a su diosa.
Guiándose por el lugar que provino el grito llegaron a las duchas y lo que vieron las dejó perplejas.
-....¿Que? -dijo Kaguya sin poder creerlo.
-no -susurro Neze.
Frente a ellas estaba Astrea de rodillas intentando tapar su cuerpo desnudo con su toalla y a Bell de pie con la mirada perdida y su rostro completamente rojo.
-¿Ah?.
-¿Eh?.
-¿.......?.
-....
-....
-¡Al fin sucede algo interesante! -grito la hobbit.
Por instinto todas dirigieron su mirada a Bell con la mirada oscurecida.
-..............puedo explicarlo -susurro Bell sintiendo todas las miradas en él sabiendo que estaba jodido.
¡Pero hey! La imagen mental no se la quitaba nadie.
Un rato después.
Ahora todos estaban en la sala con Bell sentado en una silla y sentando junto a él estaba Lyra.
A unos metros de ellos estaba Astrea también sentada en una silla con su rostro sonrojado y Ryuu sentada junto a ella con el ceño fruncido.
En frente de los cuatro un poco alejada estaba Kaguya sentada en una silla más grande y frente a ella tenía una mesa y un pequeño martillo de madera en sus manos.
Y a los alrededores de la sala estaba el resto de chicas viendo todo.
El juicio había iniciado.
-bien, creo que ya saben el motivo principal de este juicio -dijo Kaguya con una expresión sumamente seria viendo a Bell el cual estaba con la mirada baja-. Esta mañana sucedió un hecho que ninguna de nosotras creyó que fuera a suceder.....jamás.
-¿Y el desayuno? -susurro Asta.
-callate -regaño Noin.
-bien -volvió a hablar la oriental-. Por un lado tenemos a la víctima, nuestra sagrada diosa Astrea y su defensora Ryuu Lion.
-haré pagar al culpable Astrea-sama -dijo Ryuu con el ceño fruncido.
-les digo que esto no es necesario -susurro Astrea aun avergonzada pero como su susurro fue muy bajo nadie la escucho.
-y por el otro lado tenemos al acusado, nuestro queridisimo Bell Cranel.
-ugh -soltó un quejido Bell sabiendo que esas palabras las dijo enojada.
-y junto a él esta su defensora Lyra.
-tranquilo Bell, te defenderé con uñas y dientes -susurro la hobbit.
-no se que tan bueno sea que tú me defiendas -susurro Bell sintiendo que su querida amiga hobbit solo lo hundiría más.
-bien, iniciemos el juicio -dijo Kaguya golpeando con su martillo la mesa-. Creo que ya todas saben lo que sucedió, nuestro "inocente" amigo entró a los baños justo cuando nuestra diosa se iba a duchar y la vio completamente desnuda.
Nuevamente Astrea se volvió a sonrojar al escuchar esas palabras.
-la pregunta es......¿Porque ella y no yo?.
-¡Kaguya tomate enserió esto! -grito Ryuu.
-esta bien -dijo Kaguya viendo con el ceño fruncido a Bell-. La defensora Lion puede tomar la palabra.
Ryuu al escuchar esas palabras se aclaro la garganta y camino al centro.
-creo que es más que obvio lo que sucedió -dijo Ryuu con el ceño fruncido-. Cranel‐san aprovecho el momento oportuno para espiar a nuestra diosa.
-¡Objeción! -grito Alise levantando la mano.
-¡Idiota, el público no puede levantar la mano! -regaño Neze dándole un golpe.
-ejem, como decía, esta más que claro que Cranel-san es culpable por espiar a nuestra indefensa diosa, de verdad lo tenias muy bien escondido Cranel-san, esperaste pacientemente para hacer tú movimiento.
-se me cayo un ídolo -susurro Asta.
-p‐pero yo -tartamudeo Bell.
-¡Silencio! -grito Kaguya golpeando con fuerza la mesa con el martillo agriatandola un poco-. Aun no tienes permitido hablar Bell.
-perdón -susurro el albino volviendo a sentarse.
-opino que Cranel-san merece un castigo por sus pecados -susurro Ryuu.
-hay que desnudarlo -dijo Ryana-. Celty, trae la gasolina.
-¡¿Que?! -grito el albino asustado.
-¿G‐Gasolina? -tartamudeo Celty nerviosa.
-orden -dijo Kaguya seriamente-. Aun es muy pronto para tomar esa decisión, el acusado aun no se ha defendido.
-no puede defender lo indefendible -dijo Ryuu.
-¡Jajajajaja! -empezó a reír Lyra con fuerza.
-¿Que es tan gracioso? -pregunto la elfa con el ceño fruncido.
-mi ingenua elfa, si crees que con eso lograrás que Bell sea culpable pues estas ¡Muy equivocada!.
-¿Deseas tomar la palabra? -pregunto Kaguya.
-si, es momento que le enseñe a esta elfa como hacer las cosas -dijo Lyra poniendose de pie-. Un gusto público, mi nombre es Lyra Goodman y estoy aquí para defender a mi pobre acusado.
-por favor no -susurro Bell esperándose lo peor.
-¿Bien? ¿Con que lo defenderás? -pregunto Ryuu cruzada de brazos.
-bien, pueblo mío demos un vistazo al pasado -dijo Lyra empezando a caminar en círculos-. Escuchamos el grito de nuestra diosa y fuimos inmediatamente a las duchas y lo que vimos fue a ella desnuda y a Bell de pie con la mirada perdida ¿Pero acaso vieron que él la estaba atacando?.
-....
-....
-¡Respondan!.
-no -respondieron algunas.
-¡Exacto! Bell sería incapaz de espiar a nuestra diosa apropósito y yo meto las manos en el fuego por él -dijo la hobbit seriamente-. Y si en el dado caso él la espio a propósito no lo culpo.
-¿Que quieres decir? -pregunto Kaguya.
-¡Solo observenlo! -grito Lyra señalando a Bell.
Al momento en que dijo esas palabras todas las chicas voltearon a ver a Bell haciendo que este se avergonzara.
-¿Que es lo que ven? -pregunto Lyra.
-a Bell -respondio Neze.
-a un pervertido -susurro Ryuu.
-¿Enserio? Pues yo miro a un chico joven, guapo y muy saludable.
-¿A que quieres llegar? -pregunto Noin.
-a lo que quiero llegar es........¡¿Que ustedes son las culpables?!.
Sin explicación alguna una música dramatica empezó a sonar de fondo.
-¡¿Ah?! ¿Nuestra culpa? -pregunto Ryuu.
-¡Si elfa pervertida!.
-p‐pervertida.
-¡Si! Dime ¿Que quieres lograr con andar con esos shorts muy cortos por la sede? ¿Acaso quieres captar las miradas de Bell? -acuso la hobbit.
Al decir esas palabras todas vieron con sorpresa a Ryuu la cual empezó a sonrojarse con fuerza.
-¡Mentiras!.
-¡Oh Neze! -grito Lyra señalando a la loba.
-¿Yo que?.
-todos los días te paseas por la sede solo con un sostén.
-ugh, es cómodo.
-o Kaguya, la última vez se paseo por la casa en ropa interior, solo tenia una camisa blanca puesta ¡Y lo hiciste para burlarte de Bell!.
-al juez no lo metas muchachita -dijo Kaguya.
-¿Cual es el punto de todo eso? -pregunto Iska.
-Bell es un chico joven, obviamente todo eso lo terminaría afectando -dijo señalando a Astrea-. ¡Y eso lo obligó a espiar a Astrea-sama! ¿Y saben porque?.
-......¿Porque?.
-¡Porque Bell es un chico frustrado! ¡Necesita liberarse!.
-Lyra por favor, ya callate -pidió Bell tapando su rostro con ambas manos queriendo que la tierra se lo tragara.
-¿L‐Liberarse? -tartamudeo Maryuu.
-b‐bueno, Bell ya esta en esa edad -susurro Noin avergonzada.
-al final nuestro pobre Bell resultó ser la víctima de todo esto -suspiro Lyra con tristeza-. Bell, fuiste una persona incomprendida, eres el villano de una historia mal contada.
-tiene sentido lo que dices -dijo Kaguya tranquilamente-. Pero eso no quita el hecho que espio a Astrea-sama.
-es por eso que yo tengo una solución para que no lo vuelva a hacer -dijo Lyra con una sonrisa inocente.
-¿El que?.
Al hacer esa pregunta Lyra se acercó a Bell y sacó una bolsa un poco grande de valis y se la entrego al albino.
-¿Y esto? -pregunto Bell extrañado.
-toma ese dinero y ve al distrito rojo para liberarte......te lo mereces campeón -dijo Lyra dándole unas palmaditas en el hombro.
-¡Lyra!.
Una enojada Neze, Iska y Noin se lanzaron a la hobbit para atacarla mientras Alise soltaba carcajadas por lo que estaba sucediendo.
-hablo enserió ¿Que es el distrito rojo? -pregunto Bell extrañado.
-un lugar el cual nunca tienes que visitar -dijo Ryana con la mirada oscurecida-. Si me entero que fuiste a ese lugar te mato.
-ugh b‐bien.
-¡Orden! -grito Kaguya enojada lanzando su martillo golpeando a Alise en la cabeza-. El juicio aún no ha terminado.
-¿Puedo hablar? -pregunto Astrea poniendose de pie haciendo que todos guardaran silenció, incluso Lyra, Neze, Iska y Noin dejaron de moverse a pesar que estaban en el suelo jalando sus cabellos.
-¿Tiene algo que agregar Astrea-sama? -pregunto Kaguya.
-si, todo esto me parece tonto -dijo Astrea seriamente-. Bell no tuvo la culpa, yo soy la culpable de todo.
-pero Astrea-sama -susurro la elfa.
-no Ryuu, es la verdad, yo me desperté temprano y al ver que no podía volver a dormir decidí ir a darme una ducha aun sabiendo que Bell es el primero en hacerlo ya que es el primero en despertarse y a pesar de eso a mi se me olvido colocar el letrero que el baño estaba siendo utilizado -dijo volteando a ver con un poco de vergüenza al albino-. Fue mi propio descuido que Bell me haya visto desnuda, no fue culpa de él.
-Astrea-sama.....
-y por eso me depciona que todas ustedes desconfíen de Bell ¿Acaso no lo conocen lo suficiente? -pregunto Astrea enojada.
-de hecho, desde un principio sabíamos que Bell no era el culpable de ello -dijo Kaguya con una sonrisa burlesca.
-¿Eh? -fue el sonido confuso que salio de Bell, Astrea y Ryuu.
Mientras el resto asintió con pequeñas sonrisas.
-¡¿Es enserió?! -pregunto Bell poniendose de pie-. Si sabian que era inocente entonces ¿Porque hacer este juicio.
-porque estamos tensas -respondio Neze.
-¿Eh? ¿Tensas?.
-si -respondio Kaguya-. Aunque no queríamos admitirlo todo este tema de Evilus y los prisioneros que escaparon nos han tenido tensas y nerviosas y mucho más desde que Bell fue atacado en el parque.
-así que queríamos hacer algo para desestresarnos un poco, cualquier estupidez que nos distrajera -explico Iska.
-jaja y el tonto del conejo vino y vio a nuestra diosa desnuda, que mejor material para crear drama y distraernos un rato -rio la hobbit aún en el suelo.
-esperen ¿Entonces solo se estaban riendo de mi? -pregunto Bell.
-si -respondieron todas al mismo tiempo menos Celty y Ryuu, la primera por vergüenza y la última porque de verdad pensaba que era un juicio.
-¿Entonces no están enojadas con Bell? -pregunto Astrea empezando a sentirse aliviada.
-claro que no, conocemos bien a Bell y sabemos que él no sería capaz de hacer eso, confiamos en él después de todo -dijo Ryana con una sonrisa.
-chicas -susurro el albino.
-¿Que? ¿Te conmovimos con nuestras palabras? -pregunto Alise orgullosa.
-........¡No! -grito Bell-. Quizás solo ustedes dejaron de estar tensas ¡Yo fui el objeto de burlas!.
-tú fuiste el tonto que entró al baño cuando Astrea-sama estaba allí -dijo Asta con diversión.
-oh vamos conejo no te enojes, mañana el objeto de burlas será Lion -dijo Lyra.
-¡¿Que?! -dijo la elfa enojada.
-aunque debo de admitir que tienes suerte Bell -dijo Alise-. Ni siquiera yo que soy la hermosa y perfecta capitana ha logrado ver a Astrea-sama desnuda ¿Cómo fue? ¿Fue una vista divina?.
-a‐ah b‐bueno y‐yo -tartamudeo Bell avergonzado recordando dos grandes cosas.
-¡No respondas! -pidió Astrea volviendo a sonrojarse.
Mientras Kaguya solo miraba con una sonrisa la interacción de todos, viendo como las chicas reían y Bell y Astrea se avergonzaban.
Tal vez no fue la mejor manera pero se desestresaron un poco de tanto trabajo y molestia con Evilus.
-aunque sigo pensando que tuve que haber sido yo -suspiro Kaguya con decepción.
-aunque el tema del dinero era verdad, ve a relajarte un rato Bell -dijo Lyra con una sonrisa burlesca.
-¡No contamines su mente pequeña demonio! -grito Ryana jalando los cabellos de Lyra.
Mientras Bell no pudo evitar reír un poco para después voltear a ver a su diosa la cual también lo estaba viendo.
Segundos después ambos apartaron la mirada avergonzados.
Sin duda alguna sería incómodo las cosas entre ellos.
Horas más tardes.
Ahora eran las cuatro de la tarde en la ciudad de Orario y en el jardín de la familia Astrea estaba la bella diosa regando las flores con una pequeña sonrisa mientras tarareaba una canción.
Y a unos metros alejado estaba Bell un poco avergonzado observándola.
Desde hace rato se había querido disculpar apropiadamente con ella pero su vergüenza le terminaba ganando no pudiendo acercarse y no ayudaba en nada que las cosas entre ambos habian estado un poco incómodas, cada vez que cruzaban miradas Astrea la apartaba un poco avergonzada.
Definitivamente el sentimiento era completamente distinto a cuando vio desnuda a su maestra.
Flashback.
Un Bell de dieciséis años estaba sentado en la mesa del comedor de su casa escribiendo unas cuantas cosas en su libreta, probablemente datos de flores y plantas que aún le faltaban en su colección.
Y en la cocina estaba su abuela Hera cocinando la cena, al principio era pésima pero con el pasar de los años fue mejorando.
Pero el momento de tranquilidad se rompió cuando Galatea bajo al comedor con sola una bata puesta y un poco ebria, había estado bebiendo un poco en su habitación.
-Galatea, más vale que dejes de tomar o esta noche dormirás afuera -advirtió Hera enojado.
-B‐Bell, mi querido Bell -llamo la mujer al albino.
-¿Que sucede? -pregunto levantando la mirada y verla.
-¿A‐Alguna vez haz visto a una mujer desnuda? -pregunto con una sonrisa.
-¿Que clase de pregunta son esas? -pregunto Hera enojada.
-......n‐no, nunca -respondio el albino avergonzado.
-jajajaja entonces estas en tú día de suerte -rio tomando ambos lados de su bata-. ¡Mira!.
Sin darle aviso se quito la bata frente a Bell revelando que no llevaba nada abajo.
Obviamente la mente de Bell hizo cortocircuito al ver eso explotando su rostro en rojo y caer desmayado al suelo.
-¡Maldita! ¡¿Cómo te atreves a mostrarte así frente a mi nieto?! -grito Hera llena de ira.
-jajajaja tranquila anciana -rio con fuerza-. Voy a esperar hasta que Bell sea legal.
Y eso fue la gota que derramó el vaso.
Ese día Galatea durmió fuera de la casa en una noche fría sin ninguna sábana y así fue durante una semana completa con Hera negándose a dejarla dormir allí otra vez, obviamente Bell le insistió que la dejara dormir en la casa otra vez ya que si fuera por Hera jamas la dejaría entrar a la casa.
Fin del flashback.
-mi maestra es una mujer rara -pensó Bell con una sonrisa nerviosa.
Pero rápidamente sacudió su cabeza para sacar esos pensamientos y ver a su diosa la cual seguía regando las plantas.
-no puedo mantenerme alejado para siempre, tengo que disculparme con Astrea-sama por el momento incomodo que le hice pasar -pensó decidido.
Y armandose de valor Bell camino hasta su bella diosa aunque todo ese valor fue desapareciendo mientras más se acercaba empezando a sentirse nervioso otra vez.
Pero ya no podía retroceder.
-A‐Astrea-sama -llamo Bell en un tartamudeo dándose una bofetada mental por no hablar bien.
Astrea la cual estaba de espaldas se asusto un poquito por el repentino llamado de Bell empezando a sentirse ella también nerviosa.
-¿S‐Si? -hablo sin siquiera voltearlo a Bell.
Se sentía avergonzada, muy avergonzada, después de todo era la primera vez que un hombre la miraba desnuda y no era cualquier hombre, era Bell, alguien de su familia el cual quería mucho.
Obviamente sería difícil para ella.
-¿N‐Necesita ayuda en el jardín? -pregunto sonriendo de forma nerviosa.
-e‐eh si, m‐me vendría bien tú compañía -acepto sin dejar de regar las plantas.
Bell celebrando por haber dado el primer paso rápidamente tomó otra regadera que estaba allí y empezar a regar las plantas que Astrea aun no había regado.
Antes cuando hacían eso juntos era un momento cálido y agradable pero ahora era algo incomodo.
Definitivamente tenia que solucionar eso.
-¿Que consejos me dio mi abuela para solucionar esto? -pensó Bell intentando recordar algún consejo para solucionar ese tipo de problemas.
".........".
-no......no me dio ningún consejo para este tipo de cosas -pensó con una gotita estilo anime.
Ni modo, tendría que improvisar para solucionar todo eso y que su relación con su diosa volviera a ser como antes.
Pero antes de que Bell dijera algo la diosa empezó a hablar.
-B‐Bell.
-¿S‐Si Astrea-sama?.
-.......¿Es cierto lo que dice Lyra? ¿N‐Necesitas l‐liberarte? -pregunto la diosa avergonzada.
-¡¿Que?! ¡Claro que no! -negó rápidamente rojo hasta las orejas-. ¡Ese fue un invento de Lyra para molestarme!.
Astrea solo lo vio fijamente para después soltar un suspiro de alivio al ver que decía la verdad.
Por un momento pensó que vivir con tantas mujeres y que la forma de vestir de estas estuvieran afectando a Bell de alguna forma.
Nunca tuvo a un hombre en la familia así que no sabía ciertas cosas sobre ellos o como podrían reaccionar con tantas mujeres alrededor, Freya algunas veces le explico unas cosas para avergonzarla y no pudo evitar recordar eso cuando Lyra dijo esas palabras.
Por suerte todo parecía estar bien.
Aunque era más que obvio, Bell se había estado metiendo en problemas y había recibido dos palizas en el último mes que no había tenido tiempo de pensar en ese tipo de cosas.
-por favor Bell, no le hagas caso a Lyra y vayas al distrito rojo -pidió Astrea con una expresión de suplica-. Tú no tienes que poner un pie en esos lugares, tú no eres esa clase de chico.
-e‐esta bien.
Después de lo de la mañana y con lo que estaba diciendo su diosa empezaba a hacerse una idea de lo que era el distrito rojo.
En otro momento le preguntaría a Let para confirmar sus sospechas.
-gracias -suspiro Astrea aliviada al ver que otra vez decía la verdad-. Mi corazón no soportaría si me llegara a enterar que fuiste a ese lugar.
-no se preocupe, no lo haré -prometió seriamente.
-gracias Bell -agradeció con una bella sonrisa sonrojando al albino.
Desde lo de la mañana no podía evitar avergonzarse al ver cualquier expresión de su diosa, de verdad que era hermosa.
-A‐Astrea-sama.
-¿Si?.
El albino simplemente se puso de rodillas frente a ella e hizo la famosa dogeza sorprendiendo a Astrea.
-¡Perdón por la gran incomodidad que la hice pasar esta mañana! -se disculpo desde lo más profundo de su corazón-. No era mi intención verla desnuda ¡Jamas sería capaz de faltarle el respeto de esa manera! ¡Y por esa razón me arrepiento de no haber apartado la mirada al instante! ¡Lo siento!.
Astrea solo vio con sorpresa a Bell, principalmente por su gran habilidad para hacer la dogeza ¿Le enseño Kaguya? No, era imposible, Kaguya jamás haría algo como eso, era demasiado orgullosa.
Pero eso no importaba.
Una hermosa sonrisa apareció en el rostro de Astrea arrodillandose frente a Bell.
-mírame Bell -pidió con una voz suave.
Bell obedeció dejando de hacer la dogeza y al instante sintió como Astrea empezó a acariciar con suavidad su mejilla.
-no necesitas disculparte Bell, lo que sucedió solo fue un accidente, no fue tú culpa -dijo intentando calmarlo-. Y no necesitas decirlo, estoy cien por ciento segura que tú no serias capaz de faltarme el respeto, tú no eres así, lo supe en el momento que vi tus ojos el día en que te conocí.
-Astrea-sama -susurro viendo con sorpresa a su diosa.
-pero.........mientes.
-¿Eh?.
-soy una diosa y no puedes mentirme. Una parte de tí no se arrepiente de no haber apartado la mirada al instante.
El rostro de Bell exploto de un rojo intenso al haber sido descubierto.
Ya esta, hasta allí llegó su maravillosa vida al lado de la familia de la justicia, tendría que empacar sus maletas.
Tendría que pedirle a Let que le ayudara a pertenecer a su familia, no tendría otra opción más que volverse un herrero.
-A‐Astrea-sama y‐yo.....
Pero antes de que Bell dijera algo Astrea solo coloco su dedo en sus labios impidiendo que hablara.
-no digas nada Bell -susurro avergonzada-. Eres un chico así que no puedes evitarlo, es normal para alguien de tú edad.
Bell solo bajo su mirada no pudiendo decir nada ante eso.
-s‐solo mantén eso en secreto, no le digas a nadie -pidió Astrea con una sonrisa timida-. Será como nuestro secreto.
-¿Eh? -Bell parpadeo unas cuantas veces al escuchar esas palabras.
¿Acaso le estaba diciendo que podía mantener esa imagen mental con la condición que no le dijera nada a ninguna de las chicas?.
"Wonka dijo gozenlo".
Incluso pudo escuchar la voz de Let diciendo esas palabras, maldicion, ya le estaba pasando su ezquisofrenia.
Mientras Astrea solo aparto la mirada avergonzada al ver que Bell la estaba viendo.
Definitivamente era vergonzoso saber que Bell la había visto desnuda, sabía que tarde o temprano sucedería algo así en la sede por algún pequeño descuido pero jamás pensó que sería con ella.
Solo esperaba que eso no afectara su querida relación con el albino y perder esos momentos juntos en el jardín que tanto disfrutaba.
-e‐esta bien -fue lo único que pudo decir Bell aún sorprendido.
Aunque en eso la voz de cierta hobbit se escucho a lo lejos.
-¡Conejo! -llamo Lyra notando la presencia de su diosa-. ¡¿Que estas haciendo?! ¡Astrea-sama no se va a desnudar en medio del jardín!.
-¡LYRA! -gritaron los dos completamente rojos.
-¡Jajaja lo siento, solo son bromas! -soltó una carcajada Lyra.
-¡¿Que quieres?!.
-¡Estamos todas a punto de jugar el juego de mesa de la última vez y las demás quieren que participes, dicen que será más entretenidas las partidas contigo?! ¡¿Que dices?! ¡¿Juegas?!.
Bell solo volteo a ver a su diosa la cual aun seguia un poco sonrojada.
-v‐ve y juega con ellas, ya quedan pocas flores para regar -dijo Astrea con una leve sonrisa-. Relájate.
-g‐gracias Astrea-sama.
Y con esas palabras Bell se fue con Lyra la cual empezó a burlarse de él entrando a la sede.
Mientras Astrea al quedar sola observo fijamente unas flores, precisamente las que le regalo Alise y que sembró junto con Bell hace unos meses atrás.
Segundos después llevo su mano a su pecho sintiendo el rápido latir de su corazón recordando todos los sucesos con el albino.
Sus mejillas se sonrojaron levemente al recordar todo.
-no, no, no, no, no -pensó sacudiendo su cabeza una y otra vez-. ¡No!.
La imagen de su sonriente hija pelirroja también pasó por su mente.
-no puedo empezar a sentir esto, le prometí a Alise que la apoyaría -pensó empezando a sentirse culpable con ella misma-. No puedo.
En ese momento las risas de las chicas empezaron a escucharse en el interior de la sede mientras Ryuu gritaba "Conejo infiel" y Bell le gritaba a Noin que bajara ese cuchillo.
Nuevamente Astrea sintió el palpitar rápido de su corazón bajando la mirada avergonzada.
-pero es difícil -susurro.
Tiempos oscuros se acercan Harry.
===Fin del capítulo===
Bueno aquí termina el capítulo de hoy espero que les haya gustado si es así voten y comenten que les pareció ya que eso me motiva a seguir escribiendo.
Y lo se, la típica escena del baño, una escena muy cliché pero no pude evitarlo, de verdad tenía ganas de escribir un capítulo así, no me culpen.
Sin más que decir me despido adiós cuídense y no tomen drogas.
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