Capitulo 27:Preocupaciones
—¡Yo también voy a ayudar!.
—no, tú te quedas.
Un bell de no más de diez años le dijo esas palabras a su maestra Galatea la cual lo rechazo sin dudar.
Hace unos minutos se habían enterado que un enorme ejército de Rakia se acercaba al pueblo por dos lados buscando abrumarlos.
Normalmente no irían con un enorme ejercito a conquistar un pueblo pero era ya sabido por el dios Ares que Hera y una de sus hijas vivían allí así que para asegurar su victoria mando a cientos de soldados en direcciones opuestas.
—los pueblos cercanos se unieron para ayudar y están luchando con el ejercito que viene del sur así que yo me enfrentare al ejercito que viene del norte —dijo Galatea tomando su espada.
—¡¿Usted sola?! —pregunto Bell preocupado.
—pequeño tonto, son nivel 6 ¿Recuerdas? —dijo pellizcandole la nariz de Bell—. Mejor baja al pueblo y protege a las personas, estas cerca de ser nivel dos así que podrás hacerlo si algún soldado logra cruzar y llegar a donde están los civiles, confío en ti Bell.
—s‐si, lo prometo —prometió el niño tomando una daga que cargaba con él.
—bien, no tardo, solo iré a patearles el trasero a todas esas basuras.
Y de un salto Galatea desapareció del lugar dejando al pequeño Bell solo el cual puso una expresión seria.
—la maestra confía en mi, tengo que proteger a los civiles —pensó decidido—. ¡Tengo que demostrar que soy fuerte para unirme también a la batalla!.
Y con esos pensamientos Bell corrió hacia el pueblo preparado para cualquier pelea y proteger a las personas.
—tengo que ir con Hana, de seguro ha de estar asustada —pensó el pequeño niño.
Al llegar al pueblo vio como algunas personas estaban nerviosas o asustadas escuchando los gritos de batallas a lo lejos.
—¡Tranquilos, todo estará bien! —intento tranquilizar Bell—. ¡Pronto Rakia retrocederá así que entren a sus casas para estar seguros!.
La gente decidió hacerle caso a Bell y entrar a sus hogares para proteger a sus hijos con la esperanza que todo eso terminara.
—¡Bien! Ahora tengo que recorrer todo el pueblo y ver si no ha llegado algún soldado enemigo —pensó empezando a correr por las calles observando a todos lados alerta por cualquier ataque.
Le frustraba no estar en el campo de batalla principal, el quería estar en frente luchando por su pueblo y no escondiéndose atrás fingiendo que los estaba protegiendo cuando en realidad no estaba haciendo nada.
Era imposible que algún soldado de Rakia cruzara, después de todo su maestra entreno a unos cuantos en el pueblo para que pudieran luchar.
—puedo ser más útil que esto —pensó apretando sus puños queriendo ir al campo de batalla.
Pero repentinamente y para su sorpresa los gritos de personas empezaron a oírse en el lado norte del pueblo.
En esa dirección vivía Hana.
—¡No! —grito Bell apretando su espada y correr a esa dirección.
¿Acaso un soldado de Rakia había logrado pasar? ¡Era un imbecil!, si no se hubiera estado quejando por no estar en el campo principal hubiera llegado antes a ese lugar y evitar que ese hombre dañara a los civiles.
Al menos tenía que asegurarse que Hana estuviera bien.
—¡Maldición! ¡¿Porque soy tan lento?! —pensó Bell frustrado escuchando los gritos cada vez más cerca—. ¡Vamos!.
Al llegar al lugar vio horrorizado los cadáveres de unos cuantos civiles tirados en el suelo, esos civiles que le prometió a su maestra que protegería.
—¡Bell!.
Pero salio de sus pensamientos al escuchar el grito de su preciada amiga.
Al levantar la mirada vio como está venía corriendo hacia él con lágrimas en los ojos y atrás de ella estaban los cuerpos sin vida de sus padres y un hombre acercándose a Hana con una mirada vacia.
—¡Hana! —grito Bell entrando en pánico empezando a correr hacia la pequeña niña.
—¡B‐Bell! ¡A‐Ayúdame! —grito la niña desesperada mientras el hombre atrás de ella levantaba su espada—. P‐Por favor.
—¡HANAAA!.
Bell intento correr pero fue tan lento, creía que con ser casi nivel dos seria muy fuerte como para proteger a cualquier persona pero ahora el golpe de realidad llego a él de la peor manera posible.
La sangre salió volando por todos lados y unas cuantas gotas caían en el rostro de Bell el cual quedo en un estado de shock al ver como la cabeza de su amiga Hana caía cercenada al suelo sin haber podido hacer nada.
—lo siento —susurro el chico con tristeza viendo el cadáver de Hana—. Pero es una orden divina.
Ese chico era Cain, el hermano mayor de Abel.
—a‐ah......a‐ah.......H‐Hana.
La voz de Bell se quebró no pudiendo articular ni una palabra al ver la cabeza de su amiga en el suelo.
—aaaaah —un suspiro de tristeza se escapo de Cain al ver el rostro en shock de Bell, llegó a la conclusión que ella era una amiga de él—. Lo siento niño, te prometo que tú muerte será rápida y sin dolor, culpa a los dioses y su avaricia por esto.
Pero Bell ni siquiera lo escucho.....
Solo miraba el cadáver de Hana tirado en el suelo empezando a respirar con dificultad.
—a‐ah......H‐H‐Hana........H‐Hana.......
"¿Serás mi héroe Bell?"
—a‐aaaa-ah —su voz se volvió a quebrar mientras las lágrimas empezaban a bajar sin control.
No pudo......salvarla......
No pudo hacerlo.......
Era débil......
—si hay vida después de la muerte espero que te reunas con tú amiga —susurro el chico.
Y en ese momento......
Algo se rompió en la mente de Bell.....
—a‐ah‐aaaah-¡Aaaaaah!.
—¿Uh?.
—¡AAAAAAAAAAAAAAH!.
Un fuerte y desgarrador grito soltó Bell en el momento que su mente quedó rota sorprendiendo a Cain.
—¡AAAAAAAAH!.
Y con gritos llenos de dolor Bell corrió hacia el apretando con fuerza su daga.
—¡¿Tiene falna?! —dijo con sorpresa al ver que era veloz.
Rápidamente para defenderse lanzó un tajo rápido con su espada queriendo acabar con su vida de forma rápida.
Pero Bell con sus ojos inyectados de ira logro frenar la espada con sus manos desnudas las cuales empezaron a sangrar.
—¡¿Que?!.
Y aplicando fuerza partió en pedazos la espada con solo sus manos cortando un poco de su misma carne.
En ese momento Bell había despertado su única habilidad "Win‐Lose" aumentando su fuerza a un nivel pero reduciendo su agilidad.
Pero eso no le importaba.
De un solo salto Bell le propinó una fuerte patada a su enemigo el cual se vio obligado a retroceder por lo potente que fue.
Y sin dejarlo descansar lanzó su daga con gran fuerza hacia él perforando su pierna haciendo que perdiera el equilibrio cayendo sentado al suelo.
—es más fuerte que yo —pensó sorprendido recibiendo un fuerte puñetazo en el rostro cayendo al suelo.
Bell aún con sus ojos inyectados en ira vio a su enemigo desorientado por el golpe.
Y después vio una roca tirada junto a él......
En ese momento no estaba en sus cinco sentidos, solo quería asesinarlo.
Así que sin pensarlo tomo la roca y la levanto dispuesto a golpearlo.
Cain al ver eso tomo ambas manos de Bell impidiendo que bajara la roca pero abrió los ojos con sorpresa al ver que lo estaba superando.
Después por unos cortos segundos vio el rostro de Bell, un rostro infantil de no más de diez años, un rostro lleno de ira y dolor.
Solo un niño que había sido roto.
—odio las guerras —susurro Cain perdiendo cada vez más fuerza—. L‐Lo siento.
—¡AAAAAAAH!.
Y aplicando más fuerza Bell logro golpear con la roca la cabeza de Cain mandandolo al suelo y sangrar de la frente.
Pero eso no termino allí....
Levantando otra vez sus brazos Bell volvió a bajar la roca con fuerza golpeandolo en la cabeza.
—¡AAAAAAAH!.
Y lo hizo otra vez.....
—¡AAAAAAAH!.
Y otra vez.....
—¡AAAAAAAH!.
Y otra vez......
—¡AAAAAAH!.
Y otra vez.....
—¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!.
No sabía cuantas veces lo hizo, simplemente siguió subiendo sus brazos y bajarlos con fuerza para golpear a lo que parecía ahora una masa de carne y sangre.
Ya no estaba el rostro del asesino de su mejor amiga.
Las lágrimas bajaban sin parar de los ojos de Bell mientras seguía haciendo la misma acción una y otra vez.
Estaba roto....
Y hubiera seguido así si no fuera porque cierta mujer lo tomó de los brazos impidiendo que siguiera haciéndolo.
—Bell.........ya fue suficiente —susurro Galatea la cual acababa de llegar de eliminar a ese ejército de Rakia viendo con sorpresa lo que estaba haciendo el albino.
Si tan solo hubiera sido más rápida nada de esto hubiera sucedido.
Bell al recuperar sus sentidos soltó la roca en shock viendo sus manos llenas de sangre y la cabeza completamente destrozada del hombre que acababa de matar.
—a‐ah.....
Un pequeño que ni siquiera había cumplido los diez años había matado por primera vez de la manera más horrible posible.
Y todo por no poder salvar a su amiga.
—a‐ah.....
A Hana......
—¡AAAAAAAAAH!.
Y lanzando un grito desgarrador al ver lo que había hecho con sus propias manos se lanzo a abrazar a su maestra mientras sus lágrimas bajaban sin parar.
Galatea lo único que pudo hacer fue devolverle el abrazo y acariciar suavemente su cabello sintiendose triste y culpable por no haber evitado eso.
Un hecho en la vida de Bell que lo dejaría marcado para siempre.
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Actualidad.
En un parque de Orario estaba cierto albino con la mirada baja notándose un poco de tristeza en sus ojos.
Esa mañana tuvo otra vez ese sueño o mejor dicho pesadilla de lo que sucedió ese día, cada vez que soñaba sobre eso entraba en una pequeña depresión la cual no podía evitar.
Sus amigas obviamente notaron ese actuar en todo el patrullaje preocupándose por él, incluso después del patrullaje Bell les dijo que regresaran a la sede, él regresaría más tarde.
Kaguya y Neze no querían dejarlo así pero Lyra les dijo que no lo molestaran sabiendo que su amigo necesitaba un momento a solas así que se fueron pero con la condición que no llegara antes de que anocheciera.
Y ahora Bell estaba sentado en esa banca observando caminar a las pocas personas de ese parque.
—no debería comportarme así, preocupo a las chicas —pensó sintiéndose un tonto pero no podía controlar sus emociones.
A veces quería simplemente olvidar todo eso pero le era imposible, era como si le pidieran que olvidará a Hana, no podía, si recordaba a Hana si o si recordaría ese momento hasta el último día de su vida.
—¿Estarás enojada conmigo Hana? —pregunto Bell llevando su mirada al cielo—. Te falle en proteger aún cuando prometí protegerte, se que eras alguien que nunca guardaba odio o rencor hacia nadie pero a veces me pongo a pensar que quizás estas enojada conmigo.
Sabía que era tonto lanzar esas preguntas al aire pero siempre lo hacía cuando recordaba esos momentos.
—aaaah lo siento Hana —suspiro con tristeza—. Aunque ya no estés aquí me esforzaré para no volver a cometer el mismo error otra vez.
Desde que entro a la familia Astrea no lo había atormentado eso mucho, quizás por convivir tanto con esas maravillosas chicas pero cuando ese tipo Smiley estuvo a punto de romperle el cuello a Ardee sus temores del pasado volvieron, el temor de no proteger a la gente que quería y no ayudaba en nada al enterarse que Abel era hermano del asesino de Hana y que ahora buscaba venganza hacia él.
Todo eso era tan complicado.
—¿Uh?.
Bell salió de sus pensamientos al sentir como una persona se sentaba junto a él.
A levantar la mirada vio que era un anciano, un hombre canoso y con una gran barba, por su apariencia rondaba los ochenta años.
—¿Porque la cara larga muchacho? —pregunto el anciano con una voz gruesa.
—......por nada, recuerdos del pasado nada más —susurro el albino volviendo a bajar la mirada.
—aaaah eres tan joven y ya te están molestando cosas del pasado —suspiro el anciano—. Aunque cada quien tiene su vida y sus propios problemas.
—.....
Bell solo se mantuvo en silencio escuchando las palabras que diría ese señor.
—por tú mirada veo que te sientes frustrado por algo ¿Puedo saber que es?.
—nada importante....
—vaya, esperaba que respondieras la verdad, un anciano intenta ayudarte con su sabiduría y tú te quedas callado je.....je.....je.....je....
—¿Que quiere? —pregunto Bell extrañado por la actitud de ese señor.
—vi a un niñito triste en una banca así que quería saber que le sucedia nada más.
—no soy un niñito.
—para mi lo eres je.....je.....je.... —volvió a reír con esa risa rara.
—no es tan fácil como parece ¿Sabe?.
—niño idiota, no eres la única persona con problemas en este mundo así que no te sientas especial —susurro haciendo que Bell frunciera el ceño—. ¿Y con esa personalidad dices llevar justicia?.
Bell ni siquiera le tomo importancia a esas palabras, ya era conocido en la ciudad por casi todos por ser el único miembro masculino de la familia Astrea así que no le pareció raro que dijera eso
—de hecho no eres especial, esperaba más la verdad —susurro otra vez el anciano.
—mejor me voy —dijo Bell poniendose de pie dispuesto a irse.
—deberías de sonreír más niño, sonreír es bueno para la salud —dijo el anciano haciendo que Bell se detuviera.
El albino simplemente lo volteo a ver viendo como una gran sonrisa tenía ese señor en su rostro, una sonrisa que le causó escalofríos.
—o al menos eso es lo que me dice el señor Smiley je.......je.......je.......je —volvió a reír.
—.......¿Que? —susurro Bell con sorpresa al escuchar ese apodo.
Pero cuando se dio cuenta el anciano lo tomó con gran rapidez del cabello y lo estampó con fuerza en la banca de madera la cual se hizo pedazos y estampar su rostro en el duro suelo.
Seguido de eso el anciano lanzó una fuerte patada al estómago del albino el cual le dio de lleno mandandolo a impactar a un árbol.
—je......je.......je —rio el anciano tronando sus nudillos.
—cof, cof —tosió Bell tomando su estomago mientras se ponía de pie—. ¿Enserio es un anciano? Es muy fuerte para su edad.
Lo tomó por sorpresa al escuchar el apodo de Sava que no le dio tiempo a reaccionar a esos dos ataques.
No podía descuidarse otra vez.
Así que limpiando la sangre de su boca saco su espada que cargaba con él y optar una posición de pelea.
Por suerte ese parque estaba vacío así que no tendría que preocuparse en proteger a los civiles.
—así que eres de Evilus —dijo Bell con el ceño fruncido—. ¿Eres uno de los que escaparon de la carcel?.
—si y debo de admitir que estar libre es maravilloso je —dijo con una gran sonrisa caminando hacia Bell—. Y a la vez siento una gran decepción al ver lo fracasada y decepcionante que es la nueva generación deprimiendose por cualquier estupidez je....je....
Las venas se marcaron en el rostro de Bell al escuchar esas palabras apretando su espada con fuerza.
—este ancianito de ochenta años tiene que darte una lección de vida mocoso.
Y con esas palabras corrió hacia Bell levantando su puño para darle un fuerte puñetazo.
—.......Hana no es ninguna estupidez —susurro Bell con su mirada oscurecida y sus ojos afilados liberando una gran aura asesina a su alrededor.
El anciano al sentir eso se detuvo y dio un salto hacia atrás viendo confuso a Bell.
—¿Y eso? ¿Se supone que alguien de la justicia tenga que actuar así? —pregunto con burla—. Estas contaminado muchacho, eres una manzana podrida en una familia llena de buenas manzanas, quizás un empujón te haga pudrirte por completo.
—¿Que es lo que quieres? —pregunto Bell enojado.
De por si su día no había sido bueno por tener recuerdos de su pasado y la presencia de ese anciano empeoró su humor.
—solo sigo ordenes —dijo apretando sus puños marcandose las venas en cada uno de sus brazos—. Un gusto Bell, me conocen en la organización como el abuelo.
—¿En que momento te dije mi nombre? —pregunto Bell extrañado.
Aunque no le pareció raro, era parte de una de las cuatro familias más importantes de Orario, era obvio que el enemigo conocería de él.
Y soltando una carcajada el abuelo se lanzo otra vez el ataque esta vez importandole poco el aura asesina que liberaba Bell.
Bell con gran rapidez esquivo el puñetazo, puñetazo que impacto en el árbol que estaba atrás de él el cual voló en pedazos.
—¿Que? —dijo Bell volviéndose a sorprender por esa fuerza y más porque solo era un anciano.
—¿Sorprendido? A pesar que nunca logré llegar al nivel cinco me esforcé en mejorar mi fuerza bruta aunque ni siquiera le llego a los talones al señor Fulacks, la fuerza de él es superior.
—Fulacks —susurro Bell recordando que ese nombre lo nombraron en la reunión.
—¿Continuamos?.
Mientras en la sede de la familia Astrea.
Algunas de las chicas estaban en la sala descansando después del día de patrullaje, algunas se estaban dando una ducha y otras descansando en su habitación.
—no debieron dejar a Cranel-san solo —dijo Ryuu viendo a Lyra.
—parecía querer su espacio así que pensé que lo correcto era dejarle su momento a solas —dijo Lyra—. Ya sabes que el muy tonto se guarda muchas cosas para el mismo, a veces olvida que somos familia y que lo ayudaremos sin importar que sea.
—aun así no me parece bien dejarlo solo cuando las calles son muy peligrosas hoy en día con tanto monstruo que escapo de Evilus —dijo claramente preocupada.
Le preocupaba su amigo, él la ayudo mucho cuando ella se sentía deprimida por sentirse una inútil en la familia, aun cuando ella no se lo pidió él la ayudo entonces era lo justo que ella también hiciera lo mismo.
—iré a buscarlo —dijo Ryuu poniendose de pie—. ¿Dijiste que se quedó solo en el parque verdad?.
—si, se quedo sentado allí.
Lyra también se sentía preocupada por el actuar de Bell pero tampoco quería ser una entrometida preguntándole sobre sus problemas, el hablaría cuando se sintiera preparado.
—me parece bien que vayas a buscarlo Ryuu —dijo Astrea la cual había escuchado toda la platica—. Bell a veces se pierde en sus pensamientos cuando está solo así que es probable que anochezca y el no se de cuenta, lo mejor será que lo traigas a la sede.
Le dijera a las demás que acompañaran a Ryuu pero todas estaban descansando en sus habitaciones o duchandose, estaban agotadas por el trabajo, probablemente Kaguya se ofrecería a ir con Ryuu pero ella se estaba duchando.
—no me tardaré mucho —dijo Ryuu tomando su espada de madera—. ¿Hay algo que quieran que compremos? Podemos pasar al mercado antes de regresar a la sede.
—bueno, a Bell le gusta mucho el jugo de piña así que compra una piña, prepararé jugo para la cena para animarlo un poco —dijo Astrea con una sonrisa maternal.
—y de paso dile a ese idiota que no está solo, tiene una familia la cual escuchara sus problemas sin dudar —dijo Lyra sonriendo levemente—. No es justo que el este siempre con nosotras y nosotras no estemos con él cuando necesita a alguien.
—yo se lo diré —dijo Ryuu también sonriendo—. Ya vuelvo.
Y con esas palabras la elfa salió de la sede dejando solas a Lyra y Astrea en la sala, Iska también estaba allí pero estaba dormida en el sofá.
—Ryuu aunque no lo demuestre le tiene aprecio a Bell —dijo Astrea soltando una pequeña risa.
—y pensar que al principio lo odiaba —dijo Lyra con gracia—. Parece que cuando le toma cariño a alguien deja de comportarse como una tsundere.
—no digas esas palabras frente a Ryuu, ya sabes que siempre le enoja.
—je es divertido burlarse de esa elfa —susurro—. Espero que cuando regresen a la sede Bell este animado como siempre.
—eso espero.
Volviendo con Bell.
Este respiraba con dificultad mientras un hilo de sangre bajaba por su cabeza y la marca de un fuerte puñetazo tenía en su mejilla.
Alrededor de todo el parque habían pequeños cráteres, lugares donde un fuerte puñetazo impactaba queriendo dañar a Bell.
Y parado a unos metros del albino estaba el abuelo con una sonrisa notandose un gran corte desde su estomago hasta su hombro.
—eres bueno, lo admito —dijo el anciano—. Pero comparados a ellos eres débil.
—repito ¿Que es lo que quieres? —pregunto Bell enojado.
—órdenes........ver que tan fuerte eres.
Y nuevamente el anciano se lanzo hacia Bell lanzando una fuerte y rápida ráfaga de puñetazos los cuales Bell esquivaba con dificultad.
Siempre le resultaron difíciles los oponentes que se centraban en fuerza bruta, la resistencia de ellos era absurda.
Con gran rapidez Bell lanzó un tajo con su espada directo al estómago del anciano el cual con gran habilidad atrapó la espada con las palmas de sus manos impidiendo que lo atravesara.
—je....je.....je....
Y llevando su cabeza hacia atrás el abuelo lanzó un fuerte cabezazo a la cabeza de Bell el cual le dio lleno haciendo que el cerebro del albino se moviera a todos lados por tan fuerte golpe.
Y con una gran sonrisa lanzó un fuerte puñetazo al estómago de Bell el cual también conecto haciendo que escupiera sangre.
Pero lo que no se espero fue que Bell aprovechará esa cercanía para sacar una daga de su espalda e intentar apuñalarlo.
—je eso no funcionará —se burlo con la intención de tomar la daga con su mano desnuda.
Pero antes de que lo tocara Bell detuvo su ataque confundiendo al anciano.
En un rapido movimiento Bell se agacho y dio una barrida al suelo el cual su oponente no se espero perdiendo el equilibrio.
Y ya en el suelo Bell aprovecho para clavar su espada con fuerza en el estómago del anciano y terminar con eso.
—¿Eh?.
Pero Bell abrió los ojos con sorpresa al ver que su espada si apuñaló la carne pero no pudo seguir bajando para dañar los órganos.
El anciano había hecho fuerza en sus músculos del estómago para impedir que la espada bajara más y dañara sus órganos vitales.
—¿Eso es posible? —pensó Bell con sorpresa ya que no se espero para nada eso.
—je.....je....
Y tomando la espada con su mano la saco de su estomago y lanzo una potente patada hacia Bell la cual lo mando a volar unos cuantos metros.
Y corriendo con toda su velocidad golpeo con fuerza Bell en el estómago otra vez creando un cráter en el suelo.
—jejeje eres débil —se burlo el anciano tomando con fuerza el cuello de Bell con una mano y con la otra impedía que lo atacara con la espada.
Bell al sentir que estaba perdiendo oxígeno intento liberarse del agarre pero era fuerte, muy fuerte.
¿Cómo era posible? Hace unos meses se enfrento con Noah el cual era nivel cuatro y lo pudo derrotar sin muchos problemas pero en cambio este anciano que también era nivel cuatro resultó ser superior en todos los aspectos, incluso lograr abrumarlo.
"—Nunca subestimes a tus oponentes Bell".
Las palabras de Galatea que le dijo en el pasado pasaron por su mente.
"—en Orario hay tipos que llevan siempre su nivel al límite siendo más fuertes que el resto, tienes que tener cuidado con ese tipo de oponentes".
No había duda alguna, ese anciano era uno de los que había llevado cada uno de sus niveles al límite, no miraba otra explicación para esa gran fuerza.
Era un idiota, lo subestimo solo por ser un anciano.
—m‐mierda —susurro Bell perdiendo oxígeno no pudiendo atacar con su espada ya que ese tipo lo tenía retenido del brazo también.
—jeje se supone que no tengo que matarte ya que le perteneces al chico de los tatuajes pero no puedo evitarlo —dijo el anciano con una sonrisa feliz—. Te arrancaré el cuello.
—tengo que utilizar mi magia —pensó Bell.
Talvez la magia los dañaría a ambos al estar cerca pero estaba dispuesto al riesgo.
Pero antes de que Bell hiciera algo una espada de madera golpeo con una gran fuerza el rostro del anciano obligandolo a soltarlo.
Bell al tener su mano otra vez libre aprovecho el momento para clavar su espada en el costado derecho del hombre el cual esta vez no le dio tiempo de detenerla con sus musculo logrando atravesarlo.
—¡Maldito mocoso! —grito lleno de ira escupiendo sangre dispuesto a llenar de golpes a Bell.
Pero nuevamente un golpe con la espada de madera impacto en su rostro y Bell también de un puñetazo lo obligó a caer de espaldas quedando libre poniendose de pie al instante.
Al ver a su lado derecho vio que su amiga elfa Ryuu estaba junto a él.
—después hablaremos Cranel-san —dijo Ryuu seriamente aliviada de haber llegado a tiempo—. Primero hay que encargarnos de él.
—.......si —asintió Bell viendo a su oponente—. Y gracias.
—no me agradezcas, yo te prometí que siempre te cuidaría la espalda y eso es lo que hago.
El anciano se puso de pie con dificultad tomando su costado derecho el cual no paraba de sangrar al igual que sangre bajaba de su boca.
—malditos mocosos —susurro el anciano el cual ya no tenía su sonrisa—. ¿Acaso no eres lo suficientemente fuerte para pelear solo?.
—Cranel-san no está solo —dijo Ryuu apretando su espada—. Su familia siempre estará allí para ayudarlo aunque él no lo quiera.
—Ryuu-san.
—cursilerias —dijo el anciano—. En el pasado no necesitabamos andar de la mano con otra persona para luchar con los demás, eran verdaderos combates uno a uno hasta que uno de los dos muriera, de verdad que las generaciones son cada vez más débiles.
—ignora sus palabras Cranel-san, solo es un criminal.
—no hace falta que me lo digas.
Y con esas palabras ambos se lanzaron al ataque empezando a abrumar a su oponente el cual hacía todo lo que podía para defenderse pero cada vez le era más difícil por la herida grave que recibió de parte de Bell.
Enojado y lleno de cólera lanzó un fuerte puñetazo al suelo el cual destrozo varios metros alrededor del parque haciendo que Bell y Ryuu perdieran el equilibrio por la destrucción del terreno.
—¡AAAAAAH!.
Y soltando un grito corrió hacia Bell dispuesto a embestirlo con gran fuerza.
—no perderé —susurro Bell moviendo su espada lentamente confundiendo al anciano ya que podía jurar que la espada se estaba multiplicando.
—una ilusión —pensó Ryuu pudiendo ver atravez de la técnica de Bell.
Y en un parpadeo el albino apareció atrás del anciano mientras su brazo salía volando por los aires después de haber sido cortado.
Esa era una de las pocas técnicas que le enseño su maestra con su espada, una técnica de ilusión para confundir al enemigo y cortarlo aprovechando la distracción por las ilusiones.
—¡Maldito! —grito el anciano por la pérdida de su brazo.
Pero no pudo gritar más ya que Ryuu con gran fuerza golpeo la pierna de su enemigo obligando a que este se pusiera de rodillas por el dolor.
Y Bell viendo el rostro lleno de ira del anciano lanzó un potente puñetazo a su mandíbula haciendo que todos sus sentidos se fueran, cayendo de espaldas inconsciente al suelo.
Habían ganado.
—vaya —suspiro Bell al ver que lo lograron.
—era fuerte, tenemos que admitirlo —dijo Ryuu guardando su espada de madera.
—lo se, si no hubieras llegado probablemente hubiera perdido —dijo volteando a ver a Ryuu con una sonrisa—. Gracias Ryuu-san.
—no me agradezcas Cranel-san, siempre estaré allí para ayudarte —dijo la elfa con una leve sonrisa—. Me alegra haber decidido buscarte.
Después de eso ambos voltearon a ver al tipo el cual seguía inconsciente en el suelo.
—a pesar de ser un anciano tenía una gran fuerza —susurro Ryuu—. Quédate vigilando que no despierte, yo iré a buscar a la familia Ganesha.
—entendido.
Y con esas palabras Ryuu se fue dejando solo a Bell viendo al hombre.
—la maestra tenía razón —suspiro Bell—. Esto no se compara en nada con Rakia.
—eres una basura.
Bell abrió los ojos sorprendido al ver que el anciano recupero su conciencia poniendose en guardia para defenderse.
—tranquilo —susurro el anciano—. Mi cabeza da vueltas, no puedo moverme, parece que la edad ya me está afectando.
—....
—tsk, esperaba una batalla interesante contigo pero al final necesitaste la ayuda de una niña para vencerme, patético —dijo con asco.
—no le miro lo malo recibir ayuda de tus amigos —dijo Bell seriamente.
—je......je.......je —se rio con burla—. Niño, eres un idiota.......muy idiota.
—repito ¿Que es lo que quieres de mí?.
—tengo un mensaje de Sava para tí —dijo el anciano haciendo que Bell abriera los ojos sorprendido—. "Si no puedes derrotar por tú propia cuenta al peón que envíe mucho menos podrás conmigo"......ese es el mensaje.
—¿Que? —dijo Bell extrañado—. ¿Porque ese tipo mandaría un mensaje para mi? Solo lo vi por unos segundos en la carcel.
—quien sabe, yo solo sigo ordenes —suspiro el anciano—. Además ya estoy muerto.
—¿Eh?.
Al decir esas palabras dos flechas se clavaron en la cabeza del anciano matándolo al instante.
Bell abrió los ojos sorprendido al ver eso levantando rápidamente la mirada para ver quien lo causó.
A lo lejos del parque, en un pequeño bosque cercano pudo ver como una chica rubia y un chico rubio estaban de pie con un arco en sus manos viendolo fijamente.
—anciano decrépito —dijo la chica con molestia—. Vamonos Hansel.
—si Gretel.
Y con esas palabras ambos desaparecieron en un parpadeo del lugar confundiendo a Bell.
Hubiera intentado seguirlos pero en su estado actual solo sería ir a su muerte.
Después dirigió su mirada al cadáver del anciano recordando las palabras que le dijo.
—Sava —susurro—. ¿Quien eres?.
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Después de explicarle lo sucedido a los miembros de la familia Ganesha y como dos chicos rubios mataron al abuelo decidieron llevarse ellos el cadáver y buscar por los alrededores a algún otro criminal que estuviera cerca.
Mientras tanto Bell y Ryuu decidieron regresar a su hogar a paso lento.
Ambos caminaban por una calle solitaria en dirección a la ciudad para ir a su sede, claro, antes Ryuu le coloco magia curativa.
—Cranel-san fue muy descuidado de su parte decidir quedarse solo, los de Evilus aprovecharán eso para atacar justo como sucedió ahora, tiene que tener más cuidado —regaño la elfa haciendo que Bell sonriera de forma nerviosa—. Me alegra haber decidido buscarte
—lo siento y una vez más gracias por ayudarme.
—de nada —dijo con una sonrisa.
—por cierto Ryuu-san.
—¿Si?.
—¿Porque me estabas buscando? —pregunto curioso.
Al escuchar esa pregunta Ryuu recordó el motivo principal por el que llegó al parque.
—porque me preocupas —dijo un poco avergonzada.
—¿Eh?.
—desde la mañana haz estado desanimado, no solo yo, el resto de chicas también estaban preocupadas por tí.
—yo......lo siento.
—Cranel-san, somos tu familia, si tienes un problema puedes contar con nosotras para ayudarte —dijo Ryuu deteniendo su caminar—. Algunas como Celty se sienten tristes pensando que no confías del todo en nosotras.
—¿Que? Claro que confío en ustedes —dijo Bell no queriendo crear malentendidos.
—pues no parece —dijo mostrando una pequeña sonrisa—. Cranel-san, cuando yo estaba deprimida por sentirme una inútil tú me ayudaste, yo quiero hacer lo mismo por ti.
—Ryuu-san.
—entiendo que quizás en estos momentos no quieras hablar pero recuerda que siempre tendrás una familia que te apoya.......y cuando lo necesites yo escuchare siempre tus problemas, somos un equipo ¿Recuerdas?.
Bell solo miro con sorpresa a la elfa la cual seguía sonriendo para segundos después sonreir él también.
—no sabía que tenías un lado así Ryuu-san.
—¿Eh?.
—es lindo.
Las mejillas de la elfa se sonrojaron levemente al escuchar esas palabras.
—p‐pero que dices ¡Tonto! —grito avergonzada dándole un golpe en la cabeza—. ¡Yo quiero ayudar a un amigo y tú te burlas!.
—¡Espera Ryuu-san, no me estoy burlando de tí! —dijo Bell protegiéndose de los pequeños golpes que lanzaba la elfa—. Sólo dije la verdad, es lindo ese lado tuyo.
—¡Callate! —grito dejando de golpearlo y darle la espalda—. Esta es la última vez que salgo a buscarte tonto.
—jeje lo siento —se disculpo Bell con una sonrisa nerviosa—. Gracias Ryuu-san, como lo dije ese día, tú eres la persona más confiable que he conocido en toda mi vida.
—g‐gracias —susurro avergonzada.
—gracias a tí y cuando me sienta listo hablaré de todos mis problemas contigo, serán tantos que hasta te vas a aburrir.
—jamas me aburrire de escuchar a una persona importante para mi —susurro la elfa con vergüenza—. Somos familia.
—lo se —dijo con una sonrisa—. P‐Por cierto, no le digas a las chicas sobre esta pelea.
—ellas se darán cuenta al ver tu ropa de aventurero dañada y si no se dan cuenta yo misma se los dire para que te regañen por ser descuidado.
—ugh esta bien —acepto mentalizandose para los regaños de sus amigas—. ¿Regresamos a casa?.
—antes de eso pasemos por el mercado a comprar piña.
—¿Eh? ¿Porque?.
—Astrea-sama quiere preparar tú jugo favorito para subirte el ánimo y más vale que aceptes, nuestra diosa también estaba preocupada por ti.
—jeje creo que tendré que disculparme con ellas cuando regresemos a casa.
—eso espero........ahora vamos.
Así la elfa y el humano retomaron su caminata solo que esta vez con un ambiente distinto a su alrededor.
Esa platica le había subido los ánimos al albino.
Aunque una parte de su mente estuvo todo el día pensando en ese anciano y en las palabras que le dijo sintiéndose un poco frustrado por no haber podido ganarle por el mismo.
—Sava —pensó apretando sus puños.
El nombre de una persona que tendría un gran impacto en su vida en un futuro no muy lejano.
===Fin del capítulo===
Bueno aquí termina el capítulo de hoy espero que les haya gustado si es así voten y comenten que les pareció ya que eso me motiva a seguir escribiendo.
Se que a la gran mayoría le gusta más los capítulos con comedia o romance con las chicas y no los culpo ya que también disfruto escribirlos pero también son necesarios estos capítulos para que la historia avance poco a poco pero seguirán habiendo momentos con cada una de las chicas.......y Ardee que ya vi que es la favorita de muchos junto con Kaguya.
Sin más que decir me despido adiós cuídense y no tomen drogas.
Por cierto, estoy seguro que más de alguno pensó que el anciano era Zeus.
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