☀️ ፧ 𝗙𝗶𝗻𝗮𝗹 • ✦⁾

✦ #31 — ɪ ᴡᴀɴᴛ ᴛᴏ
ᴡʀɪᴛᴇ ʏᴏᴜ ᴀ sᴏɴɢ ᴘᴛ.2
  ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴

—¿Qué conseguiste? —pasó un brazo por sus hombros.

—Esto —le mostró unas piedritas de colores—. Son las piedras del infinito. No es mucho, pero es trabajo honesto.

—Bueno, al menos conseguimos algo —de encogió de hombros—. Vamos a casa, Sunnie.

Dijo antes de salir del lugar.

. . . . . . . . . . . . . . . . ꒰ ☁︎ ꒱ ,,  ⌲ 

—¿No íbamos directo a la casa?

—¿No quieres ir a dar un paseo por la playa?

—... Realmente no.

—Oh —le tomó de los hombros, dándole vuelta a Sunoo en dirección al mar—. No seas así, vamos, será sólo un rato.

Comenzaron a caminar, acercándose hasta la arena, donde dejaron sus zapatos en la entrada trasera de la casa.

—Recuerdas más temprano... cuando estábamos hablando de tu novio.

El menor rodó los ojos—. Sí, ¿qué tiene?

—Bueno, es estúpido pero, ¿en qué piensas cuando escuchas su nombre?

—... ¿Es en serio? —lo observó sintiendo la arena entre sus pies. Sunghoon asintió—. Mmm... Bueno, es como si una parte de mí se iluminara, se sintiera feliz, y una emoción crece.

»Pero es sólo escuchar su nombre, verlo me dan muchas otras emociones, me dan ganas de quedarme a su lado siempre.

»Aunque quizá este —señaló su cabeza—, estúpido cerebro no funcione tan bien, quiero estar con él, pero tú sabes que yo no puedo decírselo.

Los dos sintieron como el agua fría se colaba entre sus piernas, agradeciendo haber usado shorts para que su ropa no se mojara.

—¿Por qué no? A ver, ¿qué es lo que crees que te hace insuficiente para él o por qué te da tanto pánico?

—Tengo miedo, Hoon —declaró, deteniéndose frente a Sunghoon—. Tengo mucho miedo, él es mi primera vez de muchas cosas, y siento que podría arruinarlo si llego a olvidar todas esas cosas algún día.

El chico fue y lo abrazó.

Él había estado en la gran mayoría de sus pasos en su vida. Antes y después del accidente, cuando ingresó al instituto, cuando conoció a Riki, había muchas cosas.

Por ende sabía que el temor de que Sunoo por olvidar a Riki, no le dejaba tranquilo, porque eso significaba que el japonés se había vuelto completamente importante en la vida del pelirosa.

Le pasó la vez que salieron por primera vez, y temía que volviera a suceder.

Por otra parte, también se sentía un poco culpable, él también fue de los que le dijo que se acercara al rubio, que le hablara, y que se hicieran cercanos.

Pero no dejaría que eso sucediera, no lo permitiría.

Sintió los brazos de Sunoo temblar, en señal de que estaba llorando.

—No, no, no, no llores, Sunnie.

Se separó un momento, limpiando sus lágrimas. 

Odiaba ver a Sunoo llorar, sentía que se le desgarraba el alma con sólo verlo derramar una lágrima.

—Lo siento —le ayudó a su primo a limpiar sus propias lágrimas.

—No te disculpes, por favor, nada de esto es tú culpa, no —Sunoo asentía—. No voy a permitir que olvides algo de ese chico, y si pasa, estaré ahí haciéndote recordar las veces que sea necesario.

Sin darse cuenta, Sunghoon estaba llorando también, no tanto como Sunoo, era mucho más leve, pero igual sintió las gotas bajar por su mejilla.

Los dos rieron—. ¿Ves? Siempre voy a estar contigo, incluso si es para llorar —limpió sus pocas lágrimas.

—No sé qué habré podido hacer para tenerte, pero gracias, Hoon, de verdad —lo abrazó unos segundos más.

Nunca había estado sólo, tenía al mejor primo, a los mejores amigos, a las mejores personas a su alrededor.

Lo abrazó transmitiéndole todo aquel buen sentimiento que deseaba que tuviera su primo. 

Sentía que un gracias no sería basto a todo lo que quería decirle, sentía que era muy poco, y Sunghoon merecía más.

Merecía mucho más.

—Tengo algo para ti, ahora que recuerdo, ven —dijo, tomándole la mano, guiándolo hasta un poco más cerca de la casa.

—No corras, no quiero correr.

—Escucho borroso —dijo aún corriendo.

Sunoo vió como se acercaba hasta la casa, notando como la luz del pasillo para llegar al lado de la piscina estaba encendida.

Vió a Jake de pie en la puerta, con las manos en sus bolsillos.

Sonrió cuando los vió acercarse, pero mucho más cuando vió a su novio.

—¿Cómo estuvo su día? —preguntó, dejándole un poco más de tiempo—. A nosotros nos hicieron falta.

La mano de Sunghoon pasó a entrelazarse con la de Jake, mientras sonreía.

—Oh, Sunnie, dentro está tu sorpresa, yo ya entraré, adelántate.

Y no pudo decir más, pues ya se encontraba besando a Jake.

El pelirosa dió la vuelta y se dirigió hasta la piscina, donde en una silla estaba Beomgyu junto a Soobin.

El rubio sostenía una guitarra en sus piernas, y veía su teléfono tratando de hacer unos acordes.

A los dos los saludó.

—Hola chicos —sonrió.

—Hey, Sunnie, ¿la pasaste bien con Sunghoon? —dijo Soobin, Beomgyu estaba concentrado en la guitarra. El chico asintió—. Bien. Tu sorpresa está adentro.

El chico asintió, y continuó caminando hasta entrar a la casa, donde vió salir a Jay y a Jungwon tomados de la mano.

Los saludó también.

—Hey, ¿disfrutaron su tarde? —preguntó el pelirosa.

—Sip —sonrió Jungwon.

Jay sonrió—. Tú sorpresa está allá en la playa.

—¿Qué? Pero vengo de ahí con Hoon.

—Sí, era parte del pl-

—Tu sorpresa espera, Sunnie —sonrió Jay, tapándole la boca a Jungwon.

Giró sobre sus talones algo confundido, y se dirigió de nuevo hasta la puerta, donde extrañamente, ya no estaba ni Soobin o Beomgyu, y justo había pasado por ahí hace unos segundos.

Siguió caminando, siguiendo los pasos que había dado hace un rato cuando venía entrando.

Se tomó sólo un minuto para pensar, ¿qué pasaría si diera la vuelta y se dirigiera hacia su cama a dormir?

No creía que pasaría algo malo, pero después de todo, una sorpresa era una sorpresa.

Llegando hasta el portón que daba hacia afuera, notó que tampoco estaban su primo y su novio.

Comenzaba a hacer frío, una correntada helada se metía por sus pies aún apenas mojados por haberse metido al agua hace sólo minutos.

Caminó, y siguió caminando de nuevo, hasta que por fin llegó a tocar el agua nuevamente.

No había rastro de sus amigos, y comenzaba a creer que todo era una estúpida y horrible broma que querían jugarle.

Rodó los ojos, no podía creer que estaba haciendo eso, tuvo que haberse ido.

Decidido, se dió la vuelta, y comenzó a caminar, sintiendo la arena mojada hacer hueco bajo sus pies.

Hasta que escuchó una voz, un poco lejana, pero fue suficiente para entender que estaban gritando su nombre.

—¡Sunoo! —volvió a escucharlo, y se dió la vuelta hacia el lugar proveniente.

Observó al trabajado cuerpo acercarse hacia él, trotando, viendo como su mullet se movía por el viento y el movimiento.

Automáticamente Sunoo sonrió, achicando sus ojos cuando lo vió cada vez más cerca.

—Hey —saludó—. ¿Tú también vas a decirme dónde está mi sorpresa?

—¿Qué? No —le tomó de la mano—. Ven conmigo.

Ni siquiera chistó cuando Riki comenzó a correr en la misma dirección en la que venía, como lo hizo con Sunghoon.

Se detuvieron cuando vieron a los otros seis frente a ellos; Sunoo frunció el ceño.

¿Qué se traían entre manos?

Beomgyu tenía en manos la guitarra, lo cual era un poco raro, pues no recuerda haberlo visto empacándola.

Riki se dió la vuelta, sonriéndole como de costumbre, con esa hermosa y característica sonrisa que hacía que el corazón de Sunoo comenzara a ir rápido.

El pelirosa desvío su vista hasta el chico, haciendo la misma acción, sonriendo y sintiéndose un poco ansioso.

—Esta es parte de tu sorpresa —sonrió, entrelazando su mano con la del menor. 

—¿Y la otra?

Riki se volteó hasta Beomgyu, quien tenía a Sunghoon, Soobin y Jay al lado con una sonrisa en sus labios, y Jungwon tratando de no llorar, al igual que Jake.

(“I want to write you a song” de One Direction)

Comenzaron a caminar hasta más adentro de la playa, donde sus pies pudieran tocar el agua.

Detrás de ellos, los acordes sonaban en la guitarra de Beomgyu, seguidos de la voz de Sunghoon.

Combinaba perfectamente con la melodía, los acordes, sabía que su primo tenía un gran talento con su voz.

Riki le extendió su mano, invitándole a bailar, disfrutar de la melodía.

Con gusto, Sunoo la tomó, sintiendo como el rubio lo acercaba más a su cuerpo, tomándolo con seguridad por la cintura, y él ponía su rostro en el pecho contrario.

Sonriendo ampliamente por el momento que estaba viviendo con el chico que le gustaba.

Se movían al compás de la melodía, que no dejaba de ser tocada por Beomgyu y sus manos en la guitarra, cantada por Sunghoon y los coros por el mismo guitarrista.

Todos habían colaborado para que el plan de Riki estuviera saliendo perfecto.

Pocos segundos después, Jay y Jungwon se unieron a su baile, seguidos por Jake y Sunghoon, dejando a Beomgyu con la música, ahora acompañado por los vocales de Soobin.

Tenía un hermoso círculo de amigos, donde estaban todos para el otro, y ahora estaban colaborando todos para que por fin se declarara el amor que había entre ellos dos.

Sentía su corazón cálido, lleno, y completo, aún sin poder creer que estaba pasando ese momento, su interior se movía con facilidad, sintiéndose muy feliz.

Escuchar el corazón de Riki le traía tanta paz, como ahora, que se sentía muy feliz.

Sentía como Riki acariciaba su cabello, y dejaban pequeñas caricias en su misma cintura, haciéndole sentir mariposas.

Poco después dejó de escuchar la canción, observando cómo Beomgyu estaba disfrutando del ahora silencio del momento junto a Soobin.

Cada uno de ellos estaba en el lugar que le correspondía, en su lugar seguro, donde se sentían felices, donde se sentían completos y cálidos de tener a alguien con quien poder compartir un momento tan hermoso como ahora.

—Sunnie —la voz de Riki hizo que levantara su cabeza hasta el rostro contrario.

Sin esperarlo un segundo más, se acercó hasta sus labios, dejando un suave, cálido y acogedor beso, donde esperaba poder transmitirle todo aquel sentimiento que estaba teniendo con él entre sus brazos.

Sunoo le siguió segundos después, captando todo aquello que las palabras no podía decir.

Nada podía compararse con aquel momento que estaba compartiendo, donde de un momento a otro, sólo estuvieron ellos dos sumidos en sus sentimientos.

Se separaron un momento, juntando sus frentes, respirando un poco agitados, y sonriendo en medio.

—¿Quieres construirme un bote? —rió bajo Sunoo.

—Mejor te presto mi chaqueta, así no pasarás frío —copió su acción.

Aún sin apartarse, Riki dejó un beso en la cabeza de color rosa entre sus brazos.

—Sun.

El chico hizo un sonido afirmativo con su garganta, mostrando que estaba poniendo atención a lo que decía.

Con una mano, levantó la cabeza del pelirosa desde su barbilla, teniendo su atención completa, y dejó otro suave beso en sus labios.

Podía jurar que podría besarlos todo el tiempo.

—Te amo, Sunnie —dijo finalmente al separarse—. Me gustas tanto, que estoy enamorado de ti, y te amo.

Su corazón se sintió cálido, su mente se sintió en paz, y una chispa eléctrica pasó desde sus pies hasta su último cabello.

—Yo también te amo, Riki —volvió a juntar sus labios con los del otro, poniéndose apenas de puntas para alcanzarlo.

Lo tomó por la nuca, juntando y humedeciendo un poco más aquel beso, que esperaba se sintiera tan bien como lo hacía sentir Riki.

Detrás de ellos, los otros celebraban viendo la escena, sonriendo y... otros limpiando sus propias lágrimas.

Pero estaban felices, todos sentían una maravillosa emoción de ver a aquellos dos por fin rompiendo las barreras de inseguridad que les hacían imposibles aceptar el amor que tenían el uno por el otro.

Riki se separó primero, viendo con ojos brillantes a Sunoo, sonriendo por la felicidad del momento.

De su bolsillo sacó una cajita pequeña, que escondió en su mano, pero imposible que Sunoo no la viera.

Volvió a besar sus labios una vez más. Besarlo comenzaba a hacérsele un hábito, uno que no quería quitarse en un futuro.

Se separó de él, haciendo que el corazón de Sunoo comenzara a correr con mucha más fuerza de la que ya estaba haciendo.

—Sabes, desde que entré en ese salón, me llamaste la atención y no podía dejar de pensar en ti. Pasaba muchas clases pensando en ti, en lo lindo que eres, y muchas otras de tus cualidades.

»Comenzabas a gustarme, comencé a sentirme atraído a ti cada vez más y más, y agradezco que ese asiento haya estado libre esa primera clase. 

—Riki-

—Shh —lo calló—. Déjame terminar antes de que comience a tartamudear —Sunoo rió, amaba su sentido del humor.

»Sé que tienes amnesia, Sun, y te digo algo, no me importa cuántas veces llegues a olvidarme, porque si pasa, te prometo que daré lo mejor de mí para que cada vez que suceda, sea como la primera vez, porque no me cansaré de quererte.

Quería llorar, quería esconderse, sentía su corazón a reventar por sus palabras. Poco creía que Riki no se cansaría, pero sí creía que estaría dispuesto a tratar, al igual que él.

Una ansiedad también vino con ello, sintiendo sus manos sudar de a poco, y pensando en muchas cosas que podrían suceder en ese momento.

Pero lo que le hizo colmar el vaso, fue ver a Riki arrodillándose y levantando la cajita entre sus manos.

Sería de otras imágenes que nunca querría borrar de su memoria.

—Sunoo —dijo el rubio.

—¿Qué demonios está haciendo? —susurró Sunghoon.

—Esto no venía en el plan —del mismo modo habló Jungwon.

—Yo creo que no nos contaron todo el plan —se cruzó de brazos Soobin.

—Cállense, no me dejan escuchar —se quejó Jay.

La emoción de Beomgyu se apoderó de su cuerpo, abrazando a Soobin con felicidad por la escena que seguían contemplando.

Jake por su lado, acudió a su novio para limpiar un poco de lágrimas, sintiéndose sensible al ver lo hermoso de la situación.

Y Jay y su novio estaban hechos ya un nudo desde hace un rato, uno sintiéndose como padre orgulloso y el otro más feliz que nunca.

Riki abrió la cajita, dejando ver dos lindas pulseras rojas, completamente simples.

Aún arrodillado, tomó la mano de Sunoo, esperando no tartamudear para hablar.

—¿Saldrías conmigo? —dijo sintiendo su rostro arder—. Si aceptas, me dejas ponertela, sino entonces está bien, después de todo no es la gran cos-

—Riki, sólo ponme la pulsera y ya —dijo con una brillante sonrisa en sus labios.

La sacó de la cajita, y se la colocó, también sonriente.

Luego se colocó la de él, que era tan similar como la de Sunoo, sonriendo porque ahora compartían algo juntos.

O bien, siendo la primera vez que compartían algo con alguien.

En un abrazo se juntaron nuevamente, llenándose por dentro de pura felicidad que el otro transmitía.

Podían sentir las vibras a su alrededor, donde los corazones y los colores vivos podían verse en la noche oscura.

Y detrás de todo, la bulla de sus amigos en modo de celebración pudo escucharse también, haciéndolos sonrojar a los dos.

Habían estado metidos tanto en su propia burbuja que no recordaban la compañía que les hacían su hermosa burbuja de amistad, que comenzaban a ser más como su familia.

Un último beso, y los dos comenzaron a acercarse hasta donde se encontraba el resto de sus amigos, quienes les recibieron con abrazos, y muchas lindas palabras.

—Bueno, esto tenemos que festejarlo, ¿no creen? —Jay, quien llevaba a su novio de la mano, ofreció.

—Nosotros ya tenemos planes, así que...—Soobin y Beomgyu comenzaron a adelantarse.

—Nosotros también —sonrió en una mueca Sunghoon—. Descansen.

—Jay y yo igual —llegando a la entrada comenzaron a despedirse de Sunoo y Riki.

—¿Qué? ¿En serio? —Jay frunció el ceño, algo extrañado, no recordaba esa parte de la conversación con Jungwon.

—Sí —lo jaló hasta dentro de la casa, yéndose mientras corrían, siendo seguidos por los últimos dos.

Los vieron alejarse riéndose.

Sintió una tela caliente en sus hombros, haciéndolo sentirse cálido, brincando por dentro.

—Te dije que te prestaría mi chaqueta —sonrió Riki, contagiando a Sunoo mientras entraban a la casa—. Después de ti —dijo abriendo la puerta.

Los dos entraron y sintieron una pesadez, sabían qué estaban haciendo cada uno de ellos.

Se vieron algo tímidos cuando subiendo las escaleras se escuchaba todo silencioso, y con luces tenues.

Con extremo silencio, cerraron la puerta, y Riki rió al ver aquellos dos sobres de preservativos sobre la cama.

Hombre preparado vale por dos.

—Eso no es mío, ni lo pienses —dijo un ruborizado Sunoo, haciendo reír más a Riki.

—¿Te gustaría darle uso? —sonrió pícaro Riki.

Y lo último que escuchó fue el cerrojo de la puerta.

FIN.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top