Han pasado ya unas semanas desde que llegué y he descubierto un par de cosas, una de todas ellas es que no será fácil adaptarme. Suho, mi primo, me obligó a inscribirme a la universidad nacional de Seúl y acabé inscrito en danza. Suho insiste en que comience a olvidar lo sucedido aunque me parece absurdo cuando no recuerdo nada, ¿Qué quiere que olvide? Yo solo sé que no quiero abandonar mi cuarto, ni mi blog, ni mis libros.

Buscando en mi bolso encuentro el libro que leía, con notas al final del texto, y al abrirlo en la separación que hice la ultima vez, vi que era algo distinto, no era mi libro. Claro que no lo era, idiota.

¿Por qué rayos yo tendría un libro de diseño? ¡Qué me importa el diseño a mi!

Me paseo de un lado a otro recordando y puedo ver claramente las mejillas rosas de aquel tipo y observar con presicion su horrible suéter sin mangas de niño ñoño.

Tenia mi nombre en las ultimas anotaciones y un dibujo manchado de mi, a pesar de desconocer al tipo. Describía como yo arruinaría todo en la vida del dueño de ese libro viejo, fue una sensación rara e incomoda al leerlo...

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Al despertar jadeo viéndome bañado en sudor y gruño, otro sueño de aquellos que no me deja descansar. Corro por algo de ropa y una chaqueta y bajo con los zapatos en mano; ya abajo, tomo una manzana y subo al auto que me llevará a la universidad. No logré ver a Suho por ningún lado.

Sé que perdí mi memoria a mediano plazo pero aún así sé qué ver a un tipo salir de un gran auto negro con chófer vaya que no es normal. A menos que les diga que pertenezco a la mafia. Debo convencer a Suho de dejarme ir por mi cuenta antes de acabar solo y hablando como un simple marginal.

Llegando se escucha una conmoción. No veo la razón de esta, a parte de la camioneta Range Rover, así que omito el asunto y comienzo a caminar tomando mi mochila con una mano sobre mi hombro hacia la entrada, paso golpeando el hombro de algunas personas y le tomo poca importancia observando el papel que indica los salones de clase. Veo la primera del dia y con cierta dificultad llego al salón siendo el centro de atención al entrar.

Se daba el raro inicio de clases donde todo era incómodo, gente preguntando cosas personales que ni yo sabia de mi mismo, solo podia reir con incomodidad y sonreír forzadamente a todas las chicas que ofrecían ayudarme dándome sus números de teléfono, Irene se marchó de mi lado y suspiré pesadamente viendo como el catedrático anotaba: "Danza clásica del siglo XVII."

Cuando por fin llegó el cambio de clases para almuerzo supe que era momento de escapar. Salí determinado a escapar de las chicas, Irene, Joy, Yeri y Wendy parecían determinadas a desesperarme con toda esa atención.

Salí al patio huyendo con mis cosas en mano en espera de sentarme a solas bajo un arbol cuando alguien me llamó por mi nombre y tomo mi brazo.

- Oh Se Hun -. Al voltear estaba alli ese chico de la estación, el de ojos brillantes, ropa tonta y mirada inocente con mejillas rosas.

- ¿Baekhyun? -. Pregunté, asintió y se sonrojó luciendo jodidamente tierno e inocente.

Esta vez llevaba un suéter amarillo con cuadros a nivel de su pecho y un pantalón negro con zapatillas rojas, no combinaba en lo absoluto pero sus ojos tras una gafas doradas aminoraban cualquier comentario burdo. Era lindo.

- Tengo algo que debe ser tuyo -. Esperé extrañado.

- ¿Algo que debe ser mío?

- Aquel dia en la estación tomé algo que no era mio -. Dijo con nerviosismo, su timidez contrastaba con su belleza, luego me dio mi libro de historia del arte -. Confundí los libros, lei lo que había y supe que eras tú, el tipo que observaba un viejo libro de arte en la estación de trenes, también noté que escribiste algunas cosas atras del libro de texto -. Dijo con pena -. Supe que te vería otra vez... No sabes cuanto me alegró saber que estarias aquí -. Dijo y al instante se arrepintió negando -. Es decir, verte, conocerte...

Baekhyun tartamudeó unas cuantas palabras más y tras su ataque de valentía se mordió el labio y calló.

No lograba entender la emoción de Baek y me ponía nervioso, por tanto, luego de que él me diera mi libro y parloteara sobre su dudoso estado emocional le di el libro de diseño.

No entendía bien como un futuro diseñador vistiese tan deplorablemente como todo un ñoño de escuela primaria. Fruncí el ceño observando mi chaqueta de cuero y luego su ropa tan soft. Estaba listo, preparandome para huir.

- Supongo que esto es tuyo -. Dije y le di el libro, asintió con alegria infantil y lo tomó con cuidado -. No arruinaré tu vida, siquiera te conozco -. Comenté con frialdad y él alzó la vista con urgencia.

Los alumnos pasaban y empujaban sus hombros delgados y frágiles, mientras un par de hojas secas caían y una o dos se quedaba atrapada en su cabello alborotado. A decir verdad combinaban con su tono de cabello y sus lentes dorados.

Negó con urgencia, era tan agridulce el verle, sin saberlo yo había soñado con ver a ese chico que en la estación me hizo sentir diferente. Algo de lo que era reacio a aceptar. Él era esa brisa cálida de otoño. Esa que roza tu piel antes de que todo se vuelva frio.

- Me equivoqué -. Dijo y pidió perdón con torpeza. Excusándose precariamente.

- Me voy -. Él negó y me sostuvo.

En poco estábamos siendo el centro de atención, chicos susurraban y chicas murmuraban sobre el torpe chico de diseño que usaba suéteres a cuadros y el sujeto chick de la Range Rover polarizada, tan típico de la gente sin vida propia, hablar de lo que no saben. Quería evitar eso y solo terminé aún más expuesto.

Tomé su mano y caminé con pasos firmes lejos de los grupos de chicos y chicas que se acomodaban en el patio y pasaban hacia las calles aledañas llenas de cafeterias y restaurantes. Llegué a una banca lejana cerca de la entrada principal donde ya no habia movimiento humano, y si había era escaso, y me detuve sintiendo como él chocaba conmigo.

- Olvídalo, no importa mucho -. Baekhyun negó y se sonrojó

- A mi si me importa y mucho -. Dijo con un tono rojo cerezo en su rostro viendo nuestras manos juntas y lo solté con vergüenza.

Aparté la mirada unos segundos viendo aún la hoja en su cabello y restándole importancia al tema. Me crucé de brazos.

- Perdón -. Él sonrió.

- No tienes porqué disculparte Oh Se Hun -. Sonrió con calidez.

-¿Oh Se Hun?

- Si, ¿te incomoda que te llame así? ¿prefieres un honorífico? Lamento si no fue de tu agrado, hyung -. Sus ojos sonreían mientras hablaba y por alguna razón ahora no quería escapar ya mientras me concentraba en sus labios y su piel casi albina.

Era torpe y descuidado de mi parte perderme en los labios de un chico y uno tan estúpidamente torpe como él.

- Yo soy de último año. Diseño de modas -. Dijo dando un pequeño salto mientras sonreía de lado y abrazaba su libro mostrándose feliz incluso con las leves arrugas de sus ojos.

- ¿Es en serio? Luces... -. Me detuve tapando mi boca y llevando mi mano a mi cuello y me incliné mientras él reía -. Ya veo, debes ser mi hyung entonces -. Mencioné incomodo por tal falta de respeto -. Por favor hyung, solo dime Sehun.

- Sehun entonces -. Sonrió y mis ojos se abrieron en sorpresa y probé el honorífico en mi mente. Sonreí a mi forma y di un leve asentimiento. Sabía dulce en mi boca.

- Baekhyun-hyung...

...

Buenos días, buenas tardes, buenas noches cariñitos del wattpad, aquí está la segunda parte, sin alargarme tanto.

Espero les guste la portada y la historia cositos♡

Gracias por leer

Abracitos de oso, XOXO

(Y vueltitas de ardisha♡:3)

Original: 2017
Edición: 23-10-2018
Re edición: 072019