°«04. Recuerdo tu vida»°
"A veces para derrumbarnos solo esperamos a alguien
que nos sostenga para hacernos sentir seguros"
-Algo más que palabras.
🍂
Jamás le caí bien a tu madre, ni siquiera cuando pensé que podíamos unirnos. Era un sentimiento agridulce acompañarte a tu casa y ver a tu mamá dormida en el sofá con una botella casi vacía en la mano, con el tiempo aprendí que ya llevababa mas de 2 botellas cuando la encontrábamos en ese estado.
¿Porque un sentimiento agridulce? Pues, si llegábamos y ella estaba así, no tenía que obtener una mirada de desagrado, odio o despectiva viniendo de ella; tampoco sus comentarios donde dejaba en claro su desagrado por mi, eso era dulce. Pero era demasiado agrio el como caminabas rápido evitando mirarla porque todo eso te hacia daño, como no querías pasar mucho tiempo en tu casa y si era necesario quedarse, no querías salir de tu habitación para así no verla.
Aun me sigues doliendo.
Y creeme, que aunque al principio se me hizo muy difícil entender tu vida, al principio yo quería seguir teniendo la razón y fingir que mis problemas eran mas grandes, en el fondo sabía que podía llegar a querer solo verte feliz, aunque tuviera que sacrificarme.
Por eso al principio me costo mucho, pero sabes bien que luego intenté con todo mi ser hacerte feliz.
*
*
-No puedo creer que dejarás las llaves de tu auto en tu casa - Caminaba a tu lado cruzada de brazos, jamás te tomaba de la mano estando molesta. Pero siendo sincera me moría por entrelazar mis dedos con los tuyos.
-Yo tampoco quiero ir a mi casa, Beth - No dejabas de mirar al frente, se notaba tu incomodidad por ir a tu casa.
Te miré de reojo, mi cuerpo quería abrazarte y ser la melosa que solo contigo he podido ser, pero quería mantener mi orgullo.
Hasta que mandé mi orgullo al demonio.
Te miré de nuevo de reojo y suspiré en seña de rendición, te abracé y Apoyé mi mejilla en tu antebrazo.
-No le digas a nadie que soy así de melosa contigo ¿bien?
-¿Porqué? Este tipo de cosas hay que presumirlas - Pasaste tu brazo sobre mi cabeza y lo apoyaste en mi hombro, correspondiendo el abrazo.
-No te vayas de mi lado - Susurré pensando que no me escucharías bien.
-Jamás me iría de tu lado - Y luego de eso nos quedamos en silencio, quiero creer que pensabas en lo importante que eras para mi, justo como yo lo hacia.
Cameron, te necesito de nuevo a mi lado.
Llegamos a tu casa y tu mamá estaba despierta, pero sentada en el comedor con una botella de ron en su mano y la mirada perdida.
No sé que te hacía mas daño, ella despierta, ella dormida... o yo.
-Cameron, amor, llegaste... - La voz de tu madre se fue apagando al verme, ella arrastraba las palabras -Claro, ella.
Me limité a no contestar nada.
-Solo vine a buscar algo - Te apresuraste a buscar las llaves.
Tu mamá me regaló otra de sus miradas de desaprobación, yo deseaba que encontraras las llaves rápido.
-Eres la perdición de mi hijo - Y quizás, las personas ebrias si dicen la verdad.
-Es usted todo un amor señora Delya - Forcé una sonrisa mientras metía las manos en los bolsillos de mi chaqueta verde militar.
Decías que se me veía genial, aunque yo siempre buscaba la camisa de cuadros.
-Tu... - Tu mamá me señaló con el pico de la botella -Tu eres como e...
-Conseguí las llaves - Llegaste antes de que ella pudiera terminar de hablar - Adiós mamá -Pusiste tu mano en mi cintura y comenzamos a caminar a la puerta.
-Ella es como tu padre - Abriste la puerta rápidamente -¡No te convie...! -Cerraste la puerta rápido mientras soltabas un suspiro.
Era lo mismo cada vez que me veía, yo no entendía a tu tu madre. "Eres su perdición" "eres como su padre" "eres una mala influencia" "sal de su vida" "eres un mal presagio" etc.
Y quizás sí debí salir de tu vida.
-Beth, disculpala ella... - Levanté mi mano en señal de "stop".
-Siempre es lo mismo, algún día me acostumbrare - Reí para aliviar la tensión -Cuando nos casemos y el juez diga "si alguien se opone que hable ahora o calle para siempre" - Intenté imitar la voz de un juez estricto -Tu mamá se levantará diciendo que yo destruiré tu vida y deberías pensarlo mejor - Te miré y tenías una sonrisa pícara ladina -¿Qué?
-¿Estas pensando casarte conmigo?
-Te dije que si cuando me lo pediste en la posada turística, prometiste que sería en las vegas - Abrí mi boca fingiendo indignación lentamente llevando mi mano a mi pecho -¿O todo era una mentira, Cameron Andrey Cleyton?
-¿Porqué mi nombre completo? - Arrugaste el entrecejo.
-Tu me pediste matrimonio con mi nombre completo - Me encogí de hombros.
-No es lo mismo.
-Yo creo que si.
Me pare en la cera mirando a un lado de la carretera.
-¿Porqué paras?
-Pediré un taxi, no te acompañaré de nuevo caminando al taller mecánico - Me miraste como si estuviera loca, me encantaban todas tus expresiones -Yo pago, no te preocupes. Ahora solo besame.
-Eres única, Beth - Me tomaste de la cintura y te acercaste para besarme.
-Eres toda una galaxia, Cameron - Me permití ser cursi antes de besarte.
Yo aun no puedo ver una noche estrellada y no compararlo con tus pecas.
*
*
Yo jamás era detallista con un chico, no tenía ni siquiera amigos cercanos, todos me parecen hipócritas. Yo siempre me quejé porque mi mamá trabajaba mucho lo cual la hacía una madre ausente y a papá lo veía poco, por todas las apuñaladas que personas que consideré importante me dieron en la espalda. Me hice un pircing en la nariz porque me gustó, quería discutir con mamá cuando lo notará y ver como papá enloquecía.
Adquirí la actitud de chica mala y rebelde.
Mientras que tu vida era un verdadero caos y aun así tu sonrisa era tan radiante y hermosa que provocaba hacerte sonreír todo el tiempo.
Era tu cumpleaños y me alié con mamá para hacerte algo hermoso, incluso -luego de muchos ruegos- dejó que te quedaras a dormir conmigo. Pero primero, venia la parte difícil:
Ir a tu casa.
Este era el segundo cumpleaños juntos, así que sabía lo que venía al ir a tu casa. Tu mamá te hace un pastel -estando sobria- de feliz cumpleaños muy adorable, pero cuando llegas a casa tu mamá esta noqueada en el sofá con una botella vacía en la mano.
Te deja el pastel y solo la ves sobria cuando te felicita antes de ir a la universidad, jodida mierda.
Aprendí a odiar menos la vida por ti.
Llegamos a tu casa y, efectivamente, estaba noqueada en el sillón. Entramos y fuimos directo a la cocina donde estaba el pastel. Sacaste el encendedor y me miraste.
-¿Estaría mal que te regale mi deseo de cumpleaños?
-No creo en los deseos - Me senté al lado del pastel.
-¿Porqué? - Pusiste tus brazos a los costados de mis piernas y me miraste directo a los ojos.
-Siento que es como una invención, como la religión y todo eso - Rodeé tu cuello con mis mis brazos.
-Yo desearía que siempre estés a mi lado.
-Si pudiera pedir un deseo con la seguridad de que se haría realidad - Puse mis manos en tus mejillas -Pediría que ni la muerte pudiera separarnos.
Luego de eso te besé, te besé con todo el amor que inspiras en mi.
*
*
Fuimos a mi casa, apenas abrí la puerta vi a mamá sentada en el sofá leyendo algo en su tablet. Levantó la vista y nos miró con entusiasmo.
-¡Feliz cumpleaños, Cameron! - Dejó la tablet en el sofá y se puso de pie para abrazarte -Ya tienes diecinueve, eres todo un hombre.
-Creo que lo es desde que nació - Dije con ironía, mamá me miró y rodó los ojos.
-Gracias, Claudia - Cameron sonrió de manera genuina.
-No creas que esto es todo.
-¡Mamá! Era una sorpresa.
Resite con ganas, haciéndome feliz.
Mamá me ignoró y te llevó a la cocina. Esta estaba decorada con con cintas de colores y unos pocos papelillos, habían unos globos blancos que parecían salpicados con pintura y estaban cerca del pastel y sonreíste con nostalgia.
Daría lo que sea para saber en que pensabas.
Mamá y yo te abrazamos, comimos pastel, luego pizza, tomamos algunas cervezas, me mamá subió a su habitación, nosotros nos quedamos viendo una película de súper héroes de la cual hacías algunos comentarios oportunos para que entendiera mejor, y luego, subimos a mi habitación.
Nos acostamos uno al lado del otro, rodeaste mi cintura con tu brazo y me miraste a los ojos, yo te sonreí porque tu ojos brillaban en felicidad.
-Gracias por existir, Beth.
-Gracias por existir, Cameron.
Puse una mano en tu mejilla y me acerqué para besarte, era un beso delicado, lento, y lleno de amor. Era el beso perfecto para el momento.
-Te amo - Era la primera vez que me lo decías.
-Te amo - Volví a unir nuestros labios tiernamente.
Luego de besarnos nos abrazamos para quedarnos dormidos lentamente. En tus brazos, dormir se me hacía mas placentero de lo normal, era cómodo y reconfortante. Tu cuerpo emanaba un calor agradable que me hacia sentir acogida.
Tu siempre fuiste mi lugar seguro.
-
Nota Zombie: ¿Ya se sienten sad? Tengo una amiga que lee esto y le nubla la vista xd solo comento para recordarles que voten y comenten además de aclarar que quien está en multimedia es nada mas ni nada menos que como me imagino a Beth, en el próximo cap les muestro como me imagino a Cameron uwu.
Ya saben cerebritos, voten y comenten para mas 😘
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