❝O5: Blue hair❞
El cerrojo sonó una vez que JiSung entró y se quitó los zapatos.
Observó a JeongIn, estaba distraído en su teléfono, seguramente revisando redes sociales, pero supo que estaba observando el perfil de alguien por el reflejo de sus lentes, y rió bajito.
—Innie— dejó su mochila en su cama, JeongIn prestó atención—. Traje mascarillas y tengo cosas que decirte, sentémonos.
JeongIn dejó su teléfono a un lado, se dirigió hasta el baño y salió con dos bandas para el cabello.
JiSung había sido su compañero de cuarto desde que entró a ese lugar, eran muy unidos, y usualmente JiSung le contaba sobre sus amores fallidos, que sólo lo ilusionaban y luego, se esfumaban.
JeongIn también le contaba varias cosas, por supuesto, las que recordaba, sólo que JiSung era un poco más abierto a lo que decía, pero siempre se tenían una gran confianza.
Su cuarto era como su refugio, su lugar seguro, donde los secretos que se contaban no salían, incluso las cosas que hacían.
Antier, por ejemplo, JiSung quería teñirse su cabello, cambiar el rubio por un azul, y claramente, también JeongIn se involucró en su locura, por algo ahora los dos tenían el cabello azul.
—¿Cómo te fue hoy?— JiSung terminaba de colocar la mascarilla en la cara de JeongIn—. Escuché que hicieron nuevos ingresos, ¿tienes compañeros nuevos?
Suspiró, ¿acaso no había algo más de lo que se pudiera hablar ese día?—. Sí, uno nuevo.
—¿Es lindo?— JeongIn se levantó y desgarró la bolsita donde venía la mascarilla, sacándola y colocándola en la cara de JiSung—. Pon el tiempo, treinta minutos.
Tomó el teléfono y mientras ponía el tiempo, hablaba—. Sí. Tiene un lindo lunar debajo de su ojo.
JiSung asentía—. ¿Estabas revisando su perfil ahora que entré?
JeongIn se heló, ¿cómo se había dado cuenta? Oh cierto, los lentes no tenían antireflejo. Demonios.
Lo observó—. Tal vez, siempre veo perfiles de personas que tienen mejor vida que yo— dejó caer sus hombros.
—Tienes una bonita vida, Innie, ¿qué dices?— renegó JiSung—. Me tienes a mí en ella.
JeongIn rodó sus ojos y rió, eso último era cierto.
JiSung por su parte comenzó a jugar con sus dedos, nervioso por lo que diría.
—Hoy también ví un chico lindo— dijo el mayor—. Creo que también era de nuevo ingreso, no lo había visto por aquí antes.
—No, hyung, por favor, no te ilusiones tan rápido.
JiSung suspiró, y tocó el hombro del contrario—. Tarde, ya lo hice.
—¡Hyuuung! Ni siquiera sabe su nombre.
—¿Qué? Fue inevitable, ¿sí? Era alto, guapo, y sus ojos tenían apariencia gatuna. ¿No nos veríamos lindos?
—Dios mío, JiSung— iba a darse un manotazo en la frente, y recordó que tenía puesta la mascarilla, así que sólo pudo voltear sus ojos.
JiSung estalló en risas, contagiando a JeongIn también.
Su tarde se basó nuevamente con JiSung, disfrutando del tiempo que tenían juntos, que si bien compartían desde la mañana hasta en la noche.
Disfrutaba el tiempo con él, pues lo hacía olvidarse de muchas cosas, incluidas sus preocupaciones.
JiSung también es de esos amigos que todos quisiéramos tener, y JeongIn, afortunadamente, lo tenía.
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