❝23: Ice cream❞

Caminaron, y caminaron sin darse cuenta que llegaron a la cafetería.

Pidieron un helado para cada uno. Sabían que se quedarían ahí un buen rato, o al menos hasta que la habitación se desalojara de unos cuantos.

Realmente, el silencio no era incómodo, era tranquilo, relajante, y los ponía a los dos a pensar en varias cosas.

Entre ellas, pensar sobre el otro.

Pero principalmente, HyunJin buscaba la manera de volver a ganar el corazón de JeongIn como ya lo había estado haciendo antes de su crisis.

—Innie— llamó luego se lamer el helado en su mano, el otro volteó—. ¿Alguna vez has ido a una feria?

—¿Una feria...? ¿Como un parque de diversiones?

—Sí— asintió—. ¿Has ido a una?

JeongIn lo pensó un momento, la verdad es que no recordaba haber ido a alguna antes.

—Mmm— In lamió su helado antes de responder—. No realmente.

El sonrojo de HyunJin creció precisamente antes de hablar.

JeongIn se percató de aquello, mas no creía que fuera por lo que dijo, habían muchas otras causas para un sonrojo.

HyunJin bajó su vista antes de comenzar a hablar.

—Mañana habrá un espectáculo de fuegos artificiales— alzó sus ojos hasta los orbes oscuros de JeongIn, viéndolo directamente con un pequeño brillo en sus ojos—. Innie, tu... ¿quisieras venir... conmigo?

HyunJin mordía sus labios ante la respuesta de JeongIn, su corazón latía rápido, con fuerza, estaba temeroso y nervioso ante lo que el otro pudiera decir.

El menor simplemente estaba helado, y por más que tratará de hablar, parecía estar mudo.

Lamió su helado, bajando la vista, sin decir nada.

HyunJin botó el aire contenido, con un suspiro de decepción al no escuchar respuesta alguna de parte del peliazul.

Los ánimos del mayor se vinieron al suelo, al pasar los minutos.

No hubo respuesta, cosa que HyunJin se tomó como desinterés por parte de In.

Lo aceptaba, estaba en todo su derecho si no quería salir con él.

Luego se comer su helado, y que un silencio —ahora sí incómodo— los invadiera, decidieron volver al dormitorio del peliazul.

Seguían callados, ninguno decía nada, pero aún así, HyunJin acompañó al chico.

Justo cuando estuvieron frente a la puerta, HyunJin estuvo por decir algo, abrió su boca con la intención de despedirse.

Mas no lo hizo, simplemente no pudo, nada salió, así que esperó a que JeongIn entrara seguro para darse la vuelta e irse.

Estaba decepcionado, presentía que JeongIn realmente no quería mucho más que una simple amistad, y estaba bien, él lo aceptaba.

Pero apenas estaba por dar la vuelta por el pasillo que lo llevaría a su dormitorio, escuchó pisadas rápidas.

Se volteó velozmente, dándose cuenta de que el dueño de aquellos sonidos no era nadie más que JeongIn.

—Hyung— dijo apenas recuperaba su aliento, HyunJin lo miraba asombrado—. Sí quiero ir contigo.

Y una sonrisa se hizo presente en los labios del pelinegro.

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