❝1O: Chocolate❞

Su pierna subía y bajaba tan rápido como cualquier rap de ChangBin en su estudio.

Estaba nervioso por ver entrar a HyunJin por esa puerta.

No sabía cómo demonios podría verlo luego de lo sucedido ayer en la tarde.

Tragaba grueso también, y le costaba pasar a saliva por su garganta.

—Estás tan nervioso que parece que mataste a alguien y va a venir por ti a cobrar venganza— Felix se cambió al asiento donde se suponía HyunJin iba a sentarse, JeongIn lo miró mal—. Ya, ¿qué te pasa?

—No es nada, sólo-

—No me digas que no es nada, JeongIn, te conozco y algo tienes— JeongIn no detenía su movimiento, Felix se acercó más y susurró para que apenas él pudiera escuchar—. ¿Es por HyunJin?

JeongIn se ruborizó de sólo escucha su nombre. ¿Cómo era posible? Ni siquiera tenían una semana de conocerse.

—Es por él— afirmó Felix mientras el otro trataba de bajarse el sonrojo—. Es sólo una cita, tampoco es que van a cog-

—Chico— el alto aún no se aprendía los nombres del menor—. Ese es mi asiento.

A JeongIn le costó pasar la saliva.

Felix se volteó, teniendo la esperanza de que HyunJin no haya escuchado lo que estaban hablando.

Y HyunJin sólo busca que Felix le diera su asiento.

Felix se levantó—. Disculpa, hyung.

HyunJin tomó asiento al lado de JeongIn, quién ahora tenía la cabeza entre sus brazos, tratando de hacerse el dormido.

Era gracioso como con sólo su presencia, HyunJin ponía tan nervioso a In.

El menor rogaba, rezaba e imploraba que su mayor no haya escuchado la conversación con Felix.

Escuchó como el zipper de la mochila del otro se abrió, revolcando cosas en su misma mochila, para luego sacar una cuantas cosas y dejarlas en su sitio, y luego, se cerró.

Seguramente perdió la cantidad de veces que pidió a cielo para que HyunJin creyera que estaba dormido.

Escuchó también la suave risa de HyunJin cerca de su oído, muy cerca de él, dejándole la piel de gallina.

Se puso aún más nervioso cuando sintió su mano apartar un mechón de su oído, sintiendo el cálido toque del pelinegro.

Pero cuando su corazón de verdad se aceleró, fue cuando escuchó el susurro en su oído.

—Sé que estás despierto— eso fue tal que quiso caer desmayado en sus brazos.

El menor no hizo más que tomar una gran bocanada de aire y levantar su cabeza, dejándole a HyunJin la vista de un chico de cabello azul, sonrojado y nervioso hasta las orejas.

—Hola, hyung— dijo en lo que pudo, manteniendo su compostura.

—Hola, Innie— la sonrisa de HyunJin, no había nada más que agregar, sólo la sonrisa de HyunJin—. Tengo algo para ti.

—¿P-para mí?— se señaló a sí mismo.

—Sí.

Se dió la vuelta, buscando algo en su mesa. El peliazul seguía sorprendido de lo que su hyung estaba haciendo con él.

Acercó hasta él una barra de chocolate. Su envoltorio era realmente lindo, de color violeta y con la frase “Lindo” impresa directamente en ella.

Era tan linda que no quería romperla para comérselo.

Un momento, ¡HyunJin le estaba regalando un chocolate!

Definitivamente iba a ver desmayado.

—G-gracias, hyung— dijo tomando aquello con demasiado cuidado entre sus manos—. ¿Por qué dice “lindo”?

HyunJin rió bajito, y juró ver un suave color carmesí en sus mejillas, para luego poder hablar.

—Es lo que pienso de ti. Eres lindo, JeongIn.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top