SeungMin suspiró una vez más, frente a la puerta. ChangBin calmaba su cólera en intentos inútiles con palabras y acciones “suaves”.

Pero SeungMin estaba tan indignado con las acciones de los amigos de su primo la noche anterior, que no había qué o quién le bajara aquella rabia.

Cuando la puerta se abrió, y JiSung le dejó entrar, el menor bufó, molesto y le miró mal, pasando. ChangBin dió una mirada de pena hacia el peliazul por la actitud de su novio.

Al entrar, a quién primero buscó, fue a JeongIn, quién según Felix estaba dándose una ducha.

Al estar los cuatro en el lugar, SeungMin se cruzó de brazos, esperando a que alguno de los dos le diera las explicaciones, pero al ver que ninguno tenía intenciones de hacerlo, habló.

—¿Y? ¿Quién de ustedes dos princesas me va a decir qué demonios le pasó a mi primito anoche?

Al ver hacia ChangBin en busca ayuda, el de gorra apartó su vista, evitándolos y haciéndose el desentendido.

JiSung -quien había sido presente de todos los acontecimientos- desarrolló la historia a detalle para SeungMin.

Desde los dolores de cabeza, hasta esa misma mañana que el mismo JeongIn, había despertado.

Escuchando, Kim estaba completamente indignado y molesto, pero aún así debía de mantener un poco de la calma.

—¿Y por qué no me llamaron, par de inútiles?

—Primero, cálmate que estás muy agresivo— agregó Felix.

—¿Y cómo demonios quieres que me calme, si JeongIn, mi primo, el chico del que estoy a cargo, tuvo una crisis anoche y ustedes, sabiendo la responsabilidad que tengo con él, no me llamaron para al menos decirme su estado?— preguntó, o más bien, exclamó furioso, SeungMin.

JiSung estuvo por abrir la boca para defenderse, pero la puerta del baño fue abierta, llamando la atención de todos.

—Estoy bien, hyung— decía el otro peliazul, cerrando la puerta detrás de él.

SeungMin automáticamente corrió hasta el menor, tomándolo en sus brazos, y rodeándolo con los mismos, estrujándolo contra sí.

—Oh, Innie— su voz se había roto en cuanto se tocaron—. Me preocupé mucho por ti, bebé.

—Hyung-

JeongIn se detuvo al escuchar los sollozos por parte de Kim.

—¿Estás bien? ¿Recuerdas todo?

—Sí, hyung, tranquilo.

SeungMin se separó de JeongIn, limpiando las lágrimas restantes, para tomarlo por los hombros.

Los otros tres espectaban el show desde atrás, callados, viéndose las caras el uno al otro con algo de incomodidad por estar presenciando esas escenas.

—¿Vas a quedarte aquí todo el día?— JeongIn asintió—. ¿Solo?

—Todos ustedes tienen clase, no pueden faltar por mí, y aunque quieran, me voy a negar.

—Sobre eso-

SeungMin volteó con cara de pocos amigos y ganas de matar, hasta donde venía la voz; Felix se calló.

—No quiero que te quedes solo, quizá uno de esos cabezas huecas pueda quedarse, o HyunJin-

JeongIn frunció el seño, extraño por el nombre que volvía a escuchar.

—¿Tu también conoces a ese tal HyunJin?— interrumpió a su primo.

Y entonces SeungMin volvió a llorar.