❝12: Date❞

Pasar la pastilla le costó un par de tragos más, y es que el objeto era grande, difícil de que pasara con dos simples tragos.

Pero era necesario, el dolor de cabeza llevaba matándolo desde hacía unos días atrás.

Cuando dejó la botella de agua a un lado, observó el chocolate. Ese que HyunJin le dio y no, no se lo había comido.

Lo dejó en su mesa de noche, para así observarlo todas las mañanas al despertar.

Pero seamos realistas, se moría de ganas por probar un poco, pero se abstenía, todo por tener algo que HyunJin le regaló.

Y entonces fue que recordó. En treinta minutos debía estar en camino a su cita con HyunJin.

—¡Demonios!— corrió al baño, a ducharse rápidamente.

El sonido de la puerta abriéndose lo hizo parar a media carrera.

—¿Qué haces aquí aún?— JiSung se quitó los zapatos mientras hablaba—. Debes estar preparándote para tu cita con-

—¡Sí! Lo sé, voy a ducharme.

Luego sólo el sonido de la puerta del baño se escuchó.

JiSung notó el bote de las pastillas abierto, y la botella de agua al lado. Sabía que JeongIn tomaba las pastillas cuando el dolor era básicamente insoportable.

Por lo que no le extrañó, y guardó todo aquello.

Minutos después, JeongIn vestía su hoodie negra, sus pantalones y sus tenis, incluso olía a aquel rico perfume que su hermano mayor le había regalado.

Se veía muy lindo, e incluso JiSung se lo hizo saber.

Las pastillas que había tomado hace un rato, surtían efecto, el dolor se había aliviado; iba a tener una linda tarde junto a HyunJin.

×

HyunJin veía a lo lejos como JeongIn caminaba dando pequeño saltos, haciendo que su cabello rebotara, hasta que lo vió, y paró con aquello.

Tan tierno.

JeongIn se le hacía tan lindo, tan tierno. Un poco precipitado para el tiempo que llevaban conociéndose, pero JeongIn logró captar su atención desde el primer minuto.

Cuando lo tuvo frente a él, notó el sonrojo en sus mejillas, haciendo que el corazón de HyunJin corriera rápido, muy rápido.

—Te ves más lindo de lo normal— dijo HyunJin—. ¿Eso es posible?

Ni siquiera tuvo oportunidad para responder cuando sintió el brazo de su hyung rodear su cuello, comenzando a caminar.

—¿Dónde quieres ir?— el pelinegro trató de romper el silencio—. Hay una heladería cerca, ¿quieres ir ahí o-

—No, no, helado está bien bien, hyung.

HyunJin sonrió.

JeongIn se conformaba con cosas sencillas, salidas simples, nada extravagante. Para él, lo que contaba era el tiempo, los recuerdos con la persona con la que estabas, no el lugar o que fueras a comer, siempre y cuando estuvieras con la persona, todo lo demás era secundario.

Pero obvio, helado es helado.

El tamaño que le sacaba HyunJin era lo suficiente como para que caminar con una mano en su hombro no fuera incómodo.

Además, olía muy bien, desde el lugar donde se encontraba percibía ese olor y le estaba volviendo loco.

—Es ahí, te dije que no estaba lejos— HyunJin señaló el rótulo del lugar a donde se dirigían.

JeongIn se mantenía callado, estaba nervioso.

Y entonces HyunJin frenó de golpe, tomándolo del pecho para que no se cayera.

—¿Qué pasa, hyung?— la vocecita de JeongIn lo hizo salir de su estado.

—Está cerrado, diablos.

Efectivamente, el rótulo de “cerrado” descartaba el lugar donde podrían comer algún helado.

—Podemos ir a otro lado, hyung, hay más lugares aquí, ese no es el único.

—Sí, pero no hay otro lado donde vendan helado tan rico.

—Pero hyung-

—También venden gomitas y pastel.

—Hyung-

—Y venden un café frío muy rico.

JeongIn rió suave por el pequeño drama que estaba haciendo el otro—. Hyung, no importa, podemos ir a otro lugar.

—Pero- ah, olvídalo, vamos.

Caminaron y caminaron sin dirección alguna.

Pasaron por varios lugares, y a fin de cuentas, apetito no hubo.

JeongIn se mantuvo callado la mayor parte del tiempo, escuchando todo lo que HyunJin decía.

No es que no quisiera hablar, los nervios se lo impedían.

Lo único que podía sacar como respuestas eran “sí”, “no”, “hyung” y pocas frases cortas.

A fin de tanta caminada, llegaron hasta un parque, donde afortunadamente podría verse el atardecer sentados desde una banca.

JeongIn se quedó solo un momento, HyunJin dijo que volvería, iría a buscar algo y regresaría, mientras, él esperaba ahí.

Y sintió otra vez aquel incómodo punzón en su cabeza, haciéndolo cerrar sus ojos con presión, llevando sus manos a su cabeza, tratando de ignorar el dolor.

Odiaba aquella jaqueca, y ahora más que nunca, pues estaba arruinando el día que estaba teniendo con HyunJin.

—Innie— abrió sus ojos grandemente al escuchar como decía su nombre, viniendo de él sonaba tan lindo y su corazón corrió a mil—. ¿Estás bien, lindo?

Se quedó en un estado de shock, procesando.

Primero le dijo “lindo” en la tapa del chocolate, después le llamó “perfecto”, le dijo ”Innie”, y se escuchaba tan jodidamente tierno viniendo de él y ahora le volvía a decir “lindo”. ¿Acaso quería matarlo?

—Estoy bien, hyung— dijo entre lo que pudo, quitó sus manos de su cabeza, enfocándose en los ojos de HyunJin, quien estaba enfrente.

—Bien— sonrió, mostrando un precioso hoyuelo, que hizo a JeongIn derretir un poco más—. Tengo algo para ti.

In alzó sus cejas, realmente no esperaba que le regalara algo. Bueno, le había regalado un chocolate, ya es algo.

No había quitado su vista de los ojos del mayor hasta que vió que tenía una mano detrás de su espalda, ocultando algo.

JeongIn frunció el ceño.

Por su parte, antes de mostrar lo que ocultaba en su mano, HyunJin sonrió más ampliamente.

Un hermoso girasol.

Esa imagen no se arrancaría de la cabeza ni en mil años; HyunJin sonrojado, con una sonrisa, sosteniendo un girasol en su mano, para él, y detrás el sol ya cayendo.

Podría tatuarse aquello.

Aún sin creerlo, lo tomó un, apreciando lo hermoso de aquella flor.

—G-gracias, hyung— después de apartar la vista de la flor, vió a HyunJin, quién se encontraba ya buscando su mirada.

—¿Alguna vez has buscado el significado de un girasol?— HyunJin ladeó su cabeza.

—... No— frunció su ceño nuevamente.

—Búscalo cuando llegues a tu dormitorio.

Eso lo hizo confundir un poco, pero lo haría, definitivamente lo haría.

Ahora sin el sol, decidieron volver cada uno a su dormitorio, al día siguiente tendrían clase y deberían estar temprano.

Lo gracioso de aquello fue el viaje de ida fue corto, creyó que fue por el pequeño drama que HyunJin hizo debido a que la heladería estaba cerrada.

Pero el viaje de vuelta, fue un poco más largo.

Hacía frío, últimamente él viento daba más fuerte y la brisa era más fresca.

No sabe en cual parte el camino, sus manos se rozaron, mucho menos cuando HyunJin tomó su mano y la entrelazó con la de él.

Trataba de desviar su mirada de aquello en la flor que llevaba en su mano, pero era básicamente que imposible.

Tampoco se quejaba. Ese día había sido tan maravilloso.

HyunJin le brindaba una completa paz, que comenzaba a odiar que el día se acabara tan rápido, él quería volver a repetir aquello.

—¿Está bien que haga eso?— la voz de HyunJin le sacó de sus pensamientos.

—¿Qué cosa, hyung?

—Tomarte de la mano, ¿está bien?

Lo pensó un segundo antes de responder que sí.

—Mientras que no la sueltes, sí.

Se golpeó mentalmente por haber dicho aquello, apartando la vista es la flor, con los ojos cerrados, voltendo su cabeza al lado contrario a HyunJin.

—No tenía planeado soltarla.

Y sí, por poco y se desmaya, pero para su suerte, ya estaban entrando a los pasadizos de los dormitorios donde JeongIn convivía con JiSung.

HyunJin se encontraba en el siguiente a ese, no tan lejos.

Una vez frente a la puerta, HyunJin se posicionó frente a JeongIn, ahora tomando sus dos manos, viéndolo a los ojos.

Estaba nervioso, había un total silencio, pues sólo estaban ellos dos, se lamía lo labios buscando las palabras correctas para decirle al peliazul frente a él y acariciaba sus manos y tenía la cabeza gacha.

JeongIn moría de ternura por estar observando aquella escena, inevitablemente riendo suave.

—M-me gustó pasar la tarde contigo, Innie— dijo del mismo modo, alzando su cabeza—. ¿Deberíamos repetirlo?

Y el impulso se apareció como un a chispa en su cuerpo, poniéndose de puntitas, acercándose a HyunJin, y dejando un beso en su mejilla, haciendo arder el rostro del mayor.

—Claro que sí, hyung— sonrió soltando las manos de HyunJin, sintiendo el frío, y dándose la vuelta hacia la puerta de su dormitorio—. Gracias por hoy, descansa, buenas noches.

HyunJin quedó perplejo, ni siquiera pudo hablar, nada. Hasta que se dió cuenta de que estaba solo, tocando su mejilla, ahí donde JeongIn había dejado un pequeño beso.

JeongIn por su lado, cerró la puerta detrás de él, con una sonrisa y su corazón latiendo a mil por hora.

×

Nuevamente sus labios se encontraban.

El ritmo cardíaco de Felix se sincronizaba con el de Chris, haciéndolo reír en medio de ese beso.

Leves chasquidos se escuchaban en la habitación del menor, quien afortunadamente tendría el dormitorio para él y Chan.

Se encontraba debajo del otro chico, mientras el mayor acariciaba su cintura por debajo de la tela de su pijama en el beso.

—Espera, espera— dijo Chris, deteniéndose con la respiración bastante agitada—. Algo suena, creo que es tu teléfono.

—Déjalo, no es nada— también con la respiración agitada respondió.

—Pero-

Ni siquiera respondió porque Felix había vuelto a deborar sus labios, retomando lo que habían dejado.

Chan le hizo caso, y volvió a recorrer sus manos por el torso de Felix, nuevamente, debajo de su pijama.

Pero el teléfono no dejó de sonar.

Se había cortado, pero una segunda llamada había aparecido.

Chris se separó otra vez—. Contesta, Felix, alguien no llama dos veces seguidas por alguna estupidez.

Felix rodó sus ojos, buscando el teléfono bajo la mirada de Chris.

Cuando lo tomó, vió que era JiSung, y de paso vió la hora, casi las doce.

—¿Qué?

—Es JeongIn— del otro lado de la línea, JiSung se escuchaba asustado.

Felix se levantó rápidamente de la cama, el tono de JiSung le había asustado. Christopher por su parte le observó preocupado por la actitud del pecoso.

—¿Qué pasó?

—Estamos en el hospital, JeongIn tuvo una crisis, debes venir ahora.

—Voy para allá— fue lo último que dijo para cortar y tratar de salir lo más rápido.

drama (?)

perdonen que sea tan largo, me re inspiré escuchando música.
los leo. <3

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