28
Bakugou
Por primera vez en toda mi asquerosa vida, ame el hecho de siempre tomarme con Deku cuando menos lo esperaba, era algo inexplicable, una clase de suerte que siempre nos perseguía, el don o quizás la maldición que nos unía cuando tomábamos caminos diferentes, cuando creíamos habernos alejado, solía odiar eso.
Creía, que era el mundo burlándose en mi cara, susurrando que nunca me desearía de Deku...Hoy, veo al mundo gritando "Te estamos dando la oportunidad de hacer todo bien, te estamos diciendo, que no debes dejarlo ir, que debes sostener su mano como lo hacías camino a casa en el auto de tus padres, bajo el paraguas de la madre de Deku".
Y ese pensamiento, me hizo sentir como un tonto, me hizo avergonzarme, porque desde hacía un tiempo, esa clase de pensamientos simplemente se escapaban sin permiso y no podía entender el por qué, quizás tampoco quiero hacerlo, sé que en el momento que lo sepa, no sabré sobrellevarlo, quizás, solo tengo miedo de arruinar todo de nuevo.
-Bakugou.-Murmuro, simplemente fije mi vista en él, lo vi ahí, frente a mí con su cabello siendo ligeramente despeinado por el viento, sus pies inquietos golpeando el suelo, mientras se balanceaba y mordía su labio pensando en sus próximas palabras, mientras sus ojos buscaban huir de los míos y sus manos se aferraban al paquete que sostenía entre sus dedos y que por el envoltorio podía reconocer era comida.-Hola.-Respondió al fin mostrando una avergonzada sonrisa, mientras sus ojos al fin se fijaron en el suelo admirando sus pies, mientras detenía cualquier movimiento y solo se aferraba a aquel paquete.
Y lo entendí, frente a mi tenia a un completo idiota. Uno que se había escapado aun estando en una condición delicada, y su única respuesta fue un simple hola.
Y quizás yo también era un idiota, porque quería gritarle, quería reclamarle que tenía a todos preocupados, que cara redonda no dejaba de culparse y de llorar, mitad-mitad había perdido los estribos y había medio congelado al molesto extra de la clase B, mientras el robot manos locas aun estando encerrado en el baño, salía a buscar y volvía corriendo, nuevamente a aquel baño- que más tarde habría que fumigar-, por si eso fuera poco, Aizawa estaba tan furioso que discutió con Present Mic sobre que era un inútil buscando, sin importar que todos los de la clase lo escucháramos, mientras que el segundo término llorando aumentando el mal humor de Aizawa.
Realmente, quería echarle en cara todo lo que había causado. Pero mi voz no salía, mis manos solo soltaron explosiones que lo hicieron saltar y levantar la mirada, al darme cuenta de eso, intente controlarlas y hacer que dejaran de salir, por supuesto lo logré. El simple hecho de ver qué las explosiones cesaron, pareció tranquilizarlo, ya que aflojó el agarré que tenía y soltaba un pequeño suspiró.
Lo odiaba. Por qué nunca media sus acciones, porque así como yo era impulsivo, contradictorio, tan malditamente imbécil, él era un jodido idiota que no pensaba en su mismo y en su puto bienestar, era tan malditamente molesto.
-Bakugou ¿Pasa algo?-Pregunto el estúpido Deku, ¿Qué si pasaba algo? Era un completo idiota, por supuesto que pasaba algo...
Apreté los dientes con fuerza, iba a matarlo...Realmente lo mataría por ser tan imbécil, pero ahora, ahora solo quería estar así...
No sé en qué momento mis manos rodearon su cuerpo en un abrazo, no sé en qué momento cerré mis ojos al sentir que lo correspondía, ni tampoco sé cuándo comencé a hablar.
-Eres un idiota.-murmuré.- ¿Dónde mierda estabas? ¿Sabes si quiera como nos tenías? Todos se volvieron locos buscándote, era un dolor de cabeza, se sentía como si hubieras desaparecido, nadie te había visto desde la mañana, no había rastro de ti...Todos estaban tan preocupados, yo estaba preocupado.-Admití al final, estrechándolo aún más en mis brazos.-No vuelvas a hacer eso Izuku.
Pude notar su cuerpo temblar ligeramente, mientras sollozos escapaban de sus labios, me odie, por supuesto que me odie, porque no quería que llorara, siempre odie que llorara.
Aquella simple acción, bastaba para quemar mi garganta, para hacerme sentir frustrado y perdido. Pero esta vez, simplemente, me sentía preocupado, desorientado, con un nudo en la garganta impidiéndome hablar.
-¡Lo siento Bakugou!-Grito aferrándose a mí.- ¡Yo no quería preocuparlos! Yo, yo simplemente no pensé que mi acción los afectaría tanto, creí que simplemente me buscarían un rato y se cansarían.
-¿Cansarnos?-Pregunte confundido.-Dudo que esos idiotas se cansen alguna vez de buscarte, pero aun si lo hicieran...-Murmure, acto seguido hice una pausa pensando en si decirlo o no, si lo hacía, podía dar por enterrado mi orgullo.
Y por primera vez pensé en los torpes de mis amigos. En Kirishima con sus molestas muestras de afecto sin importarle lo que otros digan, en Mina y sus comentarios tan sinceros, tan ridículos, o sus gestos tan exagerados o Sero y su fanatismo por las películas de romance, al punto de haber visto cartas de Julieta tres veces y conocerse de memoria todas las canciones de Abba, sobre todo las de la película mamma mía.
Aunque simplemente me bastaba ver a Kaminari, y su tonto humor, aquel que se esforzaba aun cuando su Quirk lo dejaba como un idiota frente a todos, aquel que podía hacer idioteces con el enano pervertido de mierda, sin importarle que lo critiquen por ser amigo de esa escoria. Aquel que incluso es tan idiota de cantar con su voz desafinada y su mal inglés a los gritos, aun sabiendo que a todos se reían de él, aun sabiendo que la chica que le gustaba lo veía y que quizás estaba quedando como un ridículo, aquel que aún si las chicas se burlaban o lo humillan en público, reía y se burlaba el mismo de la situación...
Aun sabiendo todo eso, los comentarios, las críticas, las burlas, ninguno se avergonzaba de ser quien era... Mientras el, él se avergonzaba de leer poesía, o saber los diálogos de algunas películas, que si bien le parecían malas o de adolecentes cursis, admitía que le gustaban. Por qué le avergonzaba que supieran que en su cuarto, cantaba canciones melosas; muchas escritas por el mismo...Le molestaban saber que le gustaban los abrazos aunque siempre se quejaba, y que cuando se levantaba le gustaba ser mimado por su madre y darle una sorpresa a sus padres cocinándoles sus desayunos favoritos.
Que le gustaba ver películas con su madre y burlarse ambos de los príncipes o hablar de libros con su padre y citar frases de textos o simplemente escuchar esas baladas que ya nadie escuchaba, le molestaba saber, que había días así.
También le avergonzaba el admitir-y por eso nunca lo hacía- que extrañaba los abrazos de Deku, o cuando jugaban juntos y bromeaban, aquellos momentos donde él se permitía olvidarse de quién era mejor o más fuerte, para dedicarse a disfrutar de la compañía de aquel amigo que siempre ha estado a su lado, en el que se sentía como un ganador solo por sacarle sonrisas a aquel chico que tanto lo admiraba.
Él no podía ser como sus amigos, al menos no aún, por qué no era un idiota, sabía que todo llevaba tiempo, y que aceptarse a sí mismo era algo complicado.
Pero él quería dar esos pasos, lo sabía, y cuando el recuerdo de sus amigos aparecía, el entendía que estaba bien ser quien era, mostrar ese Bakugou Katsuki que hace tiempo por vergüenza decidió enterrar, bajo capas y capas de un orgullo desmedido que había acabado por arrebatarle más de lo que el alguna vez había ganado.
Él estaba dispuesto a dejar su orgullo de lado en ese momento.
-Aun si todos dejarán de buscarte yo seguiría buscándote.-murmure, arrepintiéndome al instante, para aquel Deku, ambos eran desconocidos...No había un cariño en especial, no había nada más que compañerismo...- Después de todo, somos amigos, ¿Cierto?-Pregunte avergonzado, en un vago intentó de que no parecer demasiado...Raro.
Oficiante no se sobrellevar el hecho de que alguien que conozco desde que nací, haya perdido la memoria.
Espere algo ansioso la respuesta, una que nunca llegó, por qué sus brazos se aferraba a mí con fuerza, y solo se disculpaba, suspiré, me hartaba que se disculpara tanto.
Me alejé un poco, y él me observó, si nariz estaba roja, al igual que sus labios que se veían húmedos, rojos y brillosos...Sus ojos Lucían como delicados cristales verdes, rojos y en sus mejillas las pecas se veían cubiertas por las marcas de las recientes lágrimas...Se veían como un maldito desastre, por qué, Deku siempre fue un desastre...
Un desastre que se veía hermoso cuando sonreía...Un desastre que te rompía el corazón cuándo estaba triste.
Suspire, llevando mis dedos a sus mejillas, limpiando los restos de lágrimas con la mayor delicadeza que alguien como yo podía tener, me detuve en su mejilla con cierto temor, me sentía extraño, su piel era cálida, aun estando fría por la baja temperatura que había a nuestro alrededor...El cerrar los ojos dejándose mimar, y yo solo me acerque a él dándole un beso en la frente...
Al alejarme, el me observó curioso, sorprendido, con aquel tono carmín en sus mejillas que me hizo pensar en que Deku podría ser una manzana, y aquel pensamiento me pareció tan ridículo, que solo logro avergonzarme más, sin saber bien por qué, y deseando huir del verde que me perseguía con sus ojos, voltee la mirada, preguntándome qué mierda había sido eso, ¿Que me pasaba?
Alejé mi mano avergonzado, y retrocedí un pasó.
-Entremos, ya hace mucho frío.
-Van a matarme cuando entre...-Murmuro con cierto temor.
- Lo harán.-Dije, mientras el me daba un leve golpe en el hombro y hacia un puchero, aquel gesto tan infantil solo me saco una sonrisa burlona.- Estaré contigo cuando debas enfrentar a todos, no pasará nada.-Murmure.
-¿Lo prometes?-Pregunto esperanzado, solo asentí en silencio.
-Es muy probable que no pueda estar cuando los profesores te pidan una explicación, pero estaré esperándote para subirte el ánimo, como tú lo hacías cuando éramos niños luego de que mis padres me dieran sus discursos cuando hacía algo malo.-Mordí mi labio al instante...¿Que acaba de decir? El soltó una risa, y se acercó a mí.
-Algún día tienes que contarme como éramos de niños, quiero oír más sobre nuestra amistad e infancia.-murmuro con una sonrisa tímida.- Gracias Bakugou.
-¿Porque agradeces?-Pregunte confuso, el simplemente negó, y sonrió y yo solo me sentí tan confuso, incapaz de seguir indagando.
-Vamos entrando, honestamente hace frío.-Murmuro mientras comenzaba a caminar.
Observé su espalda unos segundos, antes de correr y colocarme a su lado, el me observó sonriendo y no hizo falta más para saber que quería caminar a su lado siempre, ya no quería ir delante de él, ahora simplemente quería caminar a su lado como antes, como lo hacíamos cuando éramos solo Izuku y Kacchan, como lo hacíamos ahora, mientras bromeábamos y me contaba de su día, la sensación de nuestros brazos rozándose, uno frío y el otro cálido, escuchando su risa y ver sus pucheros y sonrisas, mientras me daba pequeños y suaves empujones que apenas si lograban moverme de mi lugar y que daban paso a bromas.
No hizo falta más...Para saber que deseaba más momentos así en mi vida.
.-.-.-.-.-.-.
Nota de autor:
Hace tiempo que no publicaba;-;
La verdad estaba extrañando actualizar esta historia, espero poder traer más capítulos en esta semana.
Admitiré que este capítulo, pese a tener menos palabras que otros me costó bastante, ya que tuve que borrar mucho y cambiar cosas por otras, pero espero que al final les haya gustado. ¿Tienen alguna parte favorita? Sé que siempre lo pregunto, pero honestamente me gusta saber si hubo alguna parte que les gusto o que piensan del capítulo.
Si yo tuviera que decir mi parte favorita sin duda seria cuando Bakugou recuerda a sus amigos, y los piensa con sus nombres, no con apodos, significando que Bakugou en cierta parte los respeta por eso, y demostrando que aun cuando los llama por apodos, él les tiene aprecio, y que podría decirles por su nombre, pero que simplemente prefiere llamarlos por esos apodos que ya se hicieron costumbres entre ellos. Además deja conocer un poco aquello que no muestra (por supuesto mi headcanon de hobbies y cosas de Bakugou, bueno algunos).Siendo honesta, amo los capítulos desde el punto de vista de Bakugou, son un dolor de cabeza, pero siempre disfruto escribiéndolos.
¡Nos veremos en la próxima actualización! Muchas gracias por haberme tenido paciencia en estos días que no publique, y mil gracias por haber leído el capítulo.
¡Bye!
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