"Ofrecer amistad a quien pide amor es como ofrecer pan al que se muere de sed"

Derek:

La lluvia cae sobre mi cuerpo, limpiando las lágrimas que bailan por mis mejillas, hace horas que he estado buscando a Lena, he ido a su apartamento encontrándome con la sorpresa de que ella no estaba ahí, después he comenzado a caminar y el cielo ha visto mi tristeza al parecer porque de la nada ha empezado a llover, mis lágrimas tan solo comenzaron a caer, mi corazón duele cada día más, dos años después de llegar, decidido a dejar de esperar, me encuentro con la sorpresa de que ella está con alguien más, recuerdo que al día siguiente hablamos en nuestra cafetería favorita, descubrí que el café ya no le gusta, según ella dice su "prometido" que esa bebida no es de damas, que es preferible el té, ya no come una maxi-dona, ahora pide tan solo una galleta simple, eso es algo que siempre odio, comer poco y pagar mucho, ella cambió demasiado y según mis sospechas no fue por algo acertado, no cambio por ella, cambio por él, y, eso fue el golpe directo, sin embargo, cuando le pregunte si verdaderamente lo amaba, Lena respondió totalmente segura que sí, que él era su mundo y eso fue lo que finalmente me hizo tomar la decisión de no interferir en su relación, me dolía mares dejarla, pero, la quería junto a mí y si destruía lo único que amaba, ella no me perdonaría y eso sería mi perdición, además, tan solo eran sospechas, yo he intentado convencerme de que el tiempo alejado me había separado de ella, que Jeremy no la trataba mal, no la obligaba a cambiar, que solo fue mi alejamiento lo que me hizo dejar de conocerla tanto.

La parada del autobús estaba muy alejada de donde yo estoy y no tengo ganas de mirar como todos me observan de forma extraña si es que entro con la ropa toda empapada, por, en cambio, deseo quedarme bajo estas gotas que recorren todo mi rostro y me recuerdan constantemente que todo es mi culpa, que si no me hubiera ido ahora ella sería mi novia y no mi amiga.

Los minutos me pasan volando y cuando menos me lo espero un auto se detiene frente a mis ojos, de este salen dos personas y de inmediato reconozco la melena rojiza de mi Lena, una paz invade todo mi cuerpo, ella está bien y eso me coloca una gran sonrisa dentro de todo mi ser.

Un hombre un tanto más bajo que yo, de cabellos castaños, piel pálida, brazos fornidos aunque enclenque comparado conmigo de igual forma sale del auto, sé que es Jeremy por su pose identificadora y es que el día de la desgracia en el cual lo conocí el tipo posaba su brazo sobre su cintura, alzaba su barbilla y una sonrisa arrogante adornaba su insufrible rostro, justo esa misma pose aunque con una mirada de superioridad incluida es como ahora está frente a Lena, no sé de qué hablan, pero la vista asustada de Lena me alerta, ella alza sus manos y se abraza a su mismo, la escoria, porque eso es para mí la empuja y mis sentidos se activan, pero tan pronto lo hace, el cobarde corre al auto como si sintiera mi acusadora mirada y se marcha, dejándola ahí, bajo la lluvia, para que segundos después yo observe como ella se derrumba, llora mares y se abraza, se comienza a mecer y mis lágrimas caen con aún más poder, siempre me dolerá verla sufrir aunque saber que alguien causo tal sufrimiento me hace querer comerme al mundo, atacar a todo aquel que se le acerque y alejarla de cualquiera que pueda hacerle daño.

Me acerco lentamente a ella, y sin que lo note la abrazo y la cargo, su mirada se dirige hacia la mía, me sonríe con melancolía y se deja caer por completo junto a mí, ya no se encuentra tensa y poco a poco camino hacia la parada de autobús, porque ahora que estoy junto a ella ya nada me importa.