02💫
2.- Gin... ¿Qué es eso?
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Tachihara salía de la enfermería de la Port Mafia, le había llevado a su compañero de limones, un recibo de cuenta por las atenciones médicas que recibió tras el golpe que le fue proporcionado de manera gratuita por un ejecutivo.
Tachihara: y recuerda que los dos mil yenes son para alimentar a mi perro—comentó mientras cerraba la puerta de la habitación—.
Higuchi: no sabía que tenías perros...
Tachihara: no, pero nunca está de más aprovechar las oportunidades
La rubia lo pensó un momento y abrió la puerta de la habitación para hablar fuerte y claro.
Higuchi: y otros tres mil yenes más por el maquillaje—dicho eso, cerró la puerta para dirigirse junto a Tachihara a la sala de descanso—.
Tachihara: ¿Cuál maquillaje? Chuya solo lo noqueó
Higuchi: nunca dije que sería para Kajii
La rubia caminó más rápido para entrar a la sala, donde solo se encontraba Hirotsu bebiendo té, Chuya tomando vino y Gin viendo su celular.
Higuchi: ya llegó por quien lloraban
Hirotsu:—sirvió una taza para seguido extenderla hacía la recién llegada— bienvenidos, ¿Cómo se encuentra Kajii?
Tachihara: noqueado
Respondió al mayor, luego miró a la azabache muy entretenida en su celular, como el genio incomprendido que era, se le ocurrió acercarse por la espalda para asustarla, sin embargo, el susto fue para alguien más.
Tachihara: ¡¿Pero por qué estas viendo eso?!—comentó asustado, no sabía si llevar sus manos a sus ojos para cubrirlos o quitarse de ahí— Gin...
La azabache que había sido sorprendida -sí, fue sorprendida por estar entretenida leyendo un capítulo de manhwa e ignorando a su alrededor- sin saber como reaccionar, lo primero que se le ocurrió, fue lanzar su celular; Hirotsu solo sintió el leve roce de un aparato moderno identificado como "celular" pasar a su lado y luego caer por la ventana que estaba abierta.
Chūya: ¿Qué ha sido eso?
Higuchi: un aparato identificado como celular
Hirotsu: en mis tiempos el amor era atraves de cartas, flores...
Chūya: Hirotsu-san... ¿De qué habla?
El mayor señalo con la mano -aun sosteniendo su taza de té- a dos jóvenes que estaban peleando, más precisos a una azabache ahorcando a un pelirrojo en el suelo murmurando unas cosas.
Chūya: viejo... Son jóvenes, el amor cada día lo hacen más salvaje
Higuchi: felicidades Tachihara, te dije que Gin te iba a hacer caso sin necesidad de amarres
Entonces el silencio reinó, no hubo movimientos ni ruidos. Gin miraba de una forma profunda a los demás, provocando que apartaran la mirada de inmediato.
Segundos después, solo se escuchaba la puerta de la sala cerrarse, se dice que lo último que vieron fue a Tachihara siendo arrastrado por la azabache.
[ ... ]
Una luz amarilla se reflejaba sobre Tachihara, quien apenas abría los ojos.
Tachihara: ¿Y esto?
Gin:—se quita el cubrebocas— Aquí las preguntas las hago yo
Tachihara: dos cosas... Primero, no sabía que hablabas... Segundo, ¿me matarías si dijera que te ves sexy quitandote el cubrebocas?
Hubo un silencio, el pelirrojo solo empezó a silbar tratando de romper la tensión.
Gin: haré de cuenta que no dijiste eso último... Muy bien Michizo Tachihara... ¿Qué viste?
Tachihara; nada
Gin: ¿Qué viste?
Tachihara: unos dibujos... Para nada cristianos....
Gin: suficiente
Tachihara: ¿Suficiente?
La joven se fue unos segundos y tiempo después se encargo de sacar a su compañero de aquel closet -y no de forma homo- para llevarlo a lo que parecía ser la sala de estar de un hogar, sí, el hogar de la pelinegra.
Tachihara; Gin... ¿Qué vas a hacer?
Gin: una vez que miras algo... No habrá forma que te libres del mal....
Comentó para seguido encender la televisión.
Cuenta la leyenda que esa noche Michizo Tachihara tuvo que aprender sobre el mundo del BL.
[ .... ]
Un joven azabache regresaba del trabajo a altas horas de la noche, esperaba que su pequeña hermana ya se encontrara descansando, después de todo, ella había salido antes de trabajar.
Al ingresar a casa lo primero que hizo, fue prender la luz pero grande fue su sorpresa....
Tachihara: hola Akutagawa
Akutagawa: ay dios se metió otro chacal
Tachihara: pero si soy el compañero de tu hermana
Akutagawa: ay wuacala tú
Tachihara: es que ya es de noche, ya no pasa mi combi... ¿Si me das permiso de quedarme en tu sala?
Akutagawa: no, ahora largo
Tachihara: pero... ¿Y si me asaltan o asustan?
Akutawaga: es más probable lo contrario, largo
Tachihara:—tomando sus cosas— de mejores lugares me han corrido
Akutawaga: un momento... ¿Qué hacías aquí?
Hubo un momento de silencio y luego habló el pelinaranja.
Tachihara: cambiando mi vida...
Dicho eso, salió de la casa, olvidando su miedo a que lo asaltaran o sacaran un susto haya afuera.
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