Capítulo 9
Al dia siguiente estaba despertando por los ruidos de la puerta, alguien estaba tocando la maldita puerta, interrumpiendo mis sueños.
Intente pararme pero me dolía la cabeza, tome la bata más cercana que tenía y me la puse, luego salí a ver quien era.
— Buenos días Bul — me saludó Gabriela Collins, o bueno, más conocida como Gabi, ella es una linda pelirroja con ojos color miel muy bonitos, y su piel es igual de blanca como la mía. Pálida en pocas palabras.
Diablos, ¿Qué hora es?
Que vergüenza es despertar a atender a quien está llamando a la puerta en fachas. Y lo peor, con una terrible resaca amenazando con hacerme estallar en cualquier momento la cabeza.
— Hola Gabi ¿Qué te trae por aquí? — sonreí amable mientras me acomodaba ligeramente el cabello intentando no lucir tan fatal como ya lo estaba. Ella me devolvió la sonrisa.
En esta Universidad, una de las cosas que me gusta, es como si estuvieras en la preparatoria o en la secundaria, donde no acaban las mil y un festividades que se llevan a cabo al año, y bueno, decidí pertenecer a ese grupo de estudiantes que ayudan a organizar los eventos, los anuncios y entre otras cosas. No sé si llamarlo como el consejo estudiantil. Pero, fue ahí donde conocí a Gabriela.
— Oye ¿Estás bien? — preguntó de repente, como si el verme en estas condiciones era cosa que de locos.
Y bueno, no estaría suponiendo mal.
— Claro, ¿Porqué no estarlo? — volví a sonreír, recargando mi cuerpo en el marco de la puerta intentando sonar y verme lo más normal posible.
— ¿Todo está bien? — asentí. — ¿Saliste de bañarte?
¿De bañarme?
— Si, si, recién salgo de bañarme.
Oh diablos. Era obvio. Ella sabe que convivo con un chico, y lo peor que podría andar con el chisme sobre que me ando cogiendo a mi compañero de habitación. Además que, oí que a ella le gustaba Vegeta, sólo por que una vez él le prestó un borrador, y para ella, fue como si él le pidiera matrimonio, en la preparatoria. Así es. Es una historia un tanto larga, pero la resumiré, la mayoría — no digo que todos. Puede ser un cincuenta de cien. — vienen de la misma preparatoria, por lo que algunos ya vienen juntos desde ahí. Y al parecer, Gabriela y Vegeta venían de ese grupo de estudiantes que vienen desde la preparatoria hasta aquí. Pero volviendo a lo de Gabi, guiada por lo que me dicen, ella lleva enamorada de él desde el último año que estaban en la preparatoria.
No me cae mal, para nada. Lo único malo de ahora es, que ella se dé cuenta que en realidad si tuve algo con Vegeta, y no quiero que se empiece una polémica lo que prometimos que seria un secreto.
— ¿Y tu cabello?
— ¡Oh!.. eh.. — piensa, piensa. — Lo deje así por ahora. Luego voy a lavarlo. — sonreí nerviosa.
Que metiche por dios. Un poco más y ya querrá saber que marca de sostén uso.
Una mirada de alivio se implantó en su rostro. Bien, se tragó el cuento.
— Bueno, vine a decirte que no te vayas a olvidar de traer la cartulina para hoy.
¿Cartulina?
— ¿Cartulina?
— Claro, se acerca el día de la madre, y estamos pensando en organizar una fiesta donde las madres puedan venir, claro, si pueden, nosotros imaginamos que sí por que caerá un Domingo. Y sobre la cartulina, comenzaremos a poner los anuncios con los detalles sobre esa festividad.
Lo de la festividad lo sabía, pero..¡Oh diablos la cartulina! Debí tenerla lista un día antes.
Pero nooo, preferí irme de juerga.
— Bueno, ¿El encuentro será a las una? — no respondí ni di ni no.
— En la hora de almuerzo, sólo será un pequeño encuentro para dejar los materiales, ya que después, vamos a coordinar en dónde haremos el trabajo.
— Me parece bien.
Mi pregunta es.. ¿Cómo haremos bastantes anuncios para pegarlos en toda la escuela usando una sola cartulina? Ni yo misma lo sé. No soy la jefa ni nada por el estilo. Soy más como una voluntaria dispuesta en apoyar en los proyectos, y no esta mal. Me gusta lo que hago.
Vegeta.
Salía recién de bañarme, sólo llevaba una toalla enrollada a mi cintura. Hace no muchos minutos había oído la conversación que habían empezado a entablar Bulma y Gabriela. No me importó, me senté en la cama mientras abría uno de mis cajones y retiraba mi ropa interior y lo dejaba encima de mi cama. Oía su conversación casualmente. Y aún mejor, no notaban mi presencia y ni podían verla en primer lugar, por suerte, desde el punto en el que se encontraba Gabriela, solo podía ver la mesa y el escritorio junto al estante donde guardamos comida enlatada o golosinas. Y dónde me encontraba, yo podía verlas.
Pero de pronto, una divertida idea pasó por mi retorcida mente.
Sabía que Gabriela estaba enamorada de mi desde los 17, y no me enoja, para nada, jamás toque ese tema con ella, ni lo tocaré. Pero, de algo que estoy seguro que me gusta hacer en este tipo de caso. Es provocar a la gente. Sé lo capullo que sueno, pero ¿Qué puedo decir? Es uno de mis pasatiempos.
Me paro de la cama, acomodo un poco la toalla que estaba enrollada, asegurando que no se me caiga en lo que camine hasta la mesa e ir por un refresco.
— ¿Qué hora es? — preguntó Bulma.
— Las... — dijo Gabi viendo su reloj de muñeca. — Las seis y cuarenta y seis. Las clases comienzan a las siete, te vemos allá..
— pasé por detrás de Bulma, claro, manteniendo mi distancia para que ella no sienta mi presencia. Ella clava sus ojos, le doy la espalda mientras me sirvo un poco de agua desde la termo. Lo bebo, luego, me volteo a verla, y claramente, un poco más y pareciera que se le iba a caer la baba de tan solo verme en toalla. Sonrío dejando de beber. Luego, antes de retirarme le guiño un ojo, veo como sus mejillas se tiñen de rojo al instante sin quitarme la mirada. Al final, retorno mi camine hacia el baño con la ropa que usaría el día de hoy.
Aun podía oír todo lo que hablaban.
Y claro, teniendo a la gritona de Bulma en estos casos se escucha hasta la punta del cerro todo lo que habla.
— ¿Hola? Tierra llamando a Gabi. — habló Bulma.
— ¿Qué? — se exaltó Gabriela.
— ¿Estás bien? ¿Qué viste? — apostaría que volteó hacia atrás a ver. — Bueno, creo que ya es hora de irte ¿No crees Gabi?, tengo que hacer algo importante — oía el fastidio y lo impaciente en sus palabras. Ya sabe que pasé por ahí. Y ahora. Está celosa.
— Si, se está haciendo eterno estar aquí. Ya nos vemos, Bul. No te olvides de la cartulina.
— Obvio, no te preocupes.
— ¡Adiós!
— ¡Chau!
Bulma cerró la puerta.
— Cielos, que muchacha por dios.
Cuando estuve completo en ropa. Decidí salir. Me la encontré leyendo algo en su teléfono.
— ¿Muchacha?
Ella se asusta y casi tira el teléfono.
— ¡Hey! ¡Deja de hacer ese tipo de apariciones! Estás peor que Slenderman.
Sonrío.
— ¿De quién tanto hablas mujer loca?
Ella saca un conjunto de ropa de sus cajones, luego, mientras pasa por mi lado, habla.
— Nadie importante.
Entra al baño, y cierra con seguro.
— Tú problema con hablar siempre sola me está preocupando a tal grado de querer llevarte con urgencia a un psiquiatra. — me cruzo me brazos.
—¡Oye! — escucho que de queja desde el baño.
— Oí que hablabas con Gabriela. ¿Qué la trae por aquí? Me hubiera encantado saludarla un momento. — me recargo en la pared al lado de la puerta que llevaba al baño.
— Pues si quieres, puedes ir a saludarla con tiempo, a mi no me digas nada que ahora tengo una cosa super importante que hacer.
Salió del baño ya lista. De nueva cuenta. Pasa por mi lado.
— ¿Y se puede saber que cosa es?
— Una palabra, nueve letras, cuatro sílabas, un significado. — me voltea a ver, guarda silencio un momento, y habla. — Cartulina.
Vuelvo a sonreír. — ¡Oh rayos! ¡La clásica!
— Exacto. Y si ahora, no voy a una librería, soy pescado muerto para la hora del almuerzo.
Después de colocarse sus zapatillas, se dispuso a peinar su cabello.
— ¿Gustas que te acompañe?
— No lo sé. Pensé que querías ir a saludar a Gabriela. — cuando finalizó, agarró sus llaves y lo que parecía ser su billetera.
— Controla tus celos. Espera, voy por mi chaqueta.
Agarro rápido mi chaqueta deportiva, mientras ella sale junto conmigo, me la coloco. Y juntos. Partimos hacia la librería de la escuela, para después, cada quien ir por un rumbo diferente.
Tengo una pregunta, ¿Ustedes como le llaman a la chaqueta? De donde vengo lo llamamos Chompa o Casaca. ¿Y ustedes? 👀 Me gustaría saber♡.
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