Tras aquel pequeño espectáculo que había hecho el día anterior solo quería que la enfermedad lo llevara directo a la tumba, cuando había gritado a mitad de la noche las enfermeras del turno básicamente volaron a ver su condición.  En cuanto entraron a la habitación y solo lo vieron a él retorciéndose hacia la cabeza de la cama,  no supieron si alegrarse por la cantidad de energía que desprendía o preocuparse por que era el tipo de energía que uno no quisiera tener al estar enfermo. Las enfermeras decidieron tomar sus signos vitales y ayudarle a calmarse, Geno había estado en un estado de pánico tan grande que le había pedido a un veterano si podía quedarse con el esa noche, como un niño pequeño.

El recuerdo de esa especifica acción hizo que se hundiera en su cama. Que vergüenza, pensó, ya era casi un adulto y tuvo que pedirle a alguien que lo acompañara a dormir. el recuerdo de la noche anterior de un desconocido que no le daba buenas vibras pero al mismo tiempo parecía que traería a su vida algún tipo de paz lo hizo estremecer de nuevo. ¿Qué había sido eso? Estaba completamente seguro de que había alguien sentado a su lado la noche anterior, pero de acuerdo a las enfermeras había sido él confundiendo el sueño de la realidad.

Hoy como siempre su comida fue servida en una bandeja, no había comido en días por estar dormido y evitando el consumo, solo pudo ver el frio platillo proporcionado por el hospital con disgusto, el solo pensar en comer le hacía vomitar, ¿Qué diferencia había si comía algo? Era un caso perdido, sin cura alguna. Sin animo puso la bandeja a un lado, viendo la nueva obra de arte del mundo a través de su ventana. Un día gris, el sol hacía presencia del otro lado de las nubes, proporcionando la suficiente luz para poder transitar, en días así recordaba cuando podía salir a la calle con sus hermanos, pero, bueno, no es como si ellos lo recordaran a él.

Sintió un nudo en su garganta, el pensamiento de haber sido abandonado en el hospital a mano de los doctores lo hacía querer llorar, no quería llorar, no valía la pena. Intentando tragarse sus sentimientos hundió sus pensamientos en la almohada, si, una siesta es todo lo que necesitaba.

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Se volvió a perder en sus sueños, cuando despertó era de noche de nuevo, de verdad, su horario era un desastre. Estaba por volver a intentar dormir hasta que una sombra de nuevo hizo presencia en su habitación. ¿Otra vez?. La forma en la que se había volteado fue tan repentina que incluso su cuello tronó de la fricción, no había nada, nada enfrente de él, nada a su lado, nada en la ventana. Sudo frio ¿Acaso seguía dormido? ¿Era esto algún tipo de sueño lucido? Entonces lo sintió, de nuevo, como algo se sentaba a su lado. No quería voltear a ver detrás suyo, no quería darse el mismo susto de la vez pasada. en vez de eso volteo a ver su regazo, intentando examinar poco a poco lo que sea que se haya sentado a su lado, no había arrugas en la cama además de las suyas.

¿Un fantasma? Se rio en su mente, no puede ser, estaba siendo perseguido por un fantasma.

. . .

¿En serió Geno? ¿Un fantasma? Se burlo de si mismo, si realmente era un fantasma entonces, el único visitante que había tenido en años era una persona muerta, un muerto visitando uno que esta a punto de morir, que ironía, normalmente el que esta a punto de morir visita los muertos no al revés.

Reemplazo el miedo con burla, pensando en la situación, era salido de un chiste negro, algo triste, pero, al menos tenía compañía, aunque posiblemente era algo creado por su cabeza. Volteo a ver a su lado poco a poco, ya con falsa 'valentía' no tenía una forma en especifico, tal vez si, pero el manto de la noche no ayudaba a distinguir. Entonces de nuevo, vio la mano del extraño a centímetros de su cara, bufó rodando los ojos. ¿Había gritado por una ilusión de una mano a centímetros de su cara? Ignorando la finalmente reconocida presencia busco en la mesa de noche a su lado. Solo era una ilusión de su mente jugándole bromas, no tenía importancia, no es como si fuera a hablarle y reclamar solo por haberlo ignorado, de seguro desaparecía. Tomo un libro que estaba en la profundidad del cajón, postrándolo en su regazo mientras intentaba sentarse apoyando su espalda contra la cabecera. Sentado volteo de nuevo a ver a quien estaba 'sentado' en su cama, la mano ya no estaba en su campo de visión en vez de eso solo pudo ver un ¿esqueleto? encapuchado, oh bueno, desaparecería en cuanto prendiera la luz, como la vez pasada.

Prendió la luz de noche, una tenue luz que llenaba su costado, lo suficiente para poder leer. Distrajo su vista en un libro, se sentía observado, no podía dormir, sintió como si el peso de la cama hubiera desaparecido en segundos se dirigió a donde estaba la figura, no se había ido, solo había cambiado de lugar, ahora estaba sentado en la silla a un lado de su cama que era para visitas.

Ambas figuras chocaron miradas, el enfermo solo pudo desviar su mirada por unos segundos antes de regresar al desconocido, ¿Que? ¿No era una ilusión? ¿De verdad hay alguien en su habitación? La luz chocaba con la otra persona, no podía ser su imaginación, el no tenía tal nivel de detalle creativo.

— Tik tak —

El molesto sonido del reloj analógico lleno sus oídos, esto tenía que ser la realidad, no había forma de que esto no fuera real. Podía sentir su corazón apunto de entrar en un maratón, el sonido de la maquina de pulsos siguiendo el ritmo de este, tenía que tranquilizarse un ataque no es lo que quería ahora, tenía que estar calmado.

Trago seco desviando un poco la mirada pensando que hacer. — ¿Hola? — intento ser educado, haciendo un ademán acompañando a sus palabras, no hubo respuesta. — ¿T-Te puedo ayudar en algo? —nervios en su voz, había pasado años desde la ultima vez que había intentado iniciar una conversación. Incluso se oía ronco, posiblemente había llorado dormido.

La figura en la silla simplemente ladeo la cabeza mientras fruncía el ceño, ¿confundido, quizás? ¿Esta cosa era real, siquiera?

De nuevo el reloj el único sonido existente, claro, ignorando el sistema que vigilaba su pulso. El esqueleto moribundo simplemente pudo fruncir el ceño también, un pensamiento amargo en su cabeza. — Genial, aparte de enfermo, ya me volví loco — Rodo los ojos para si mismo, su mirada viajando al libro que una enfermera le había prestado meses atrás. Aun podía sentir la mirada de su 'ilusión' atravesándolo.

Por todo ese tiempo enfocado en su lectura solo pudo sentir la mirad del otro, esa maldita creación de su imaginación estaba por volverlo loco, cerró el libro de una, con fuerza. Ya. Ya no iba a soportar sentir la mirada juzgadora de algo que ni siquiera era real. Devolvió el libro al cajón y apago su única fuente de luz. Volteó a ver la figura de nuevo, ya cansado de su presencia, solo pudo estrechar sus cuencas para hundirse en la cama. Esa cosa desaparecerá para el día, estaba completamente seguro de eso, solo tenía que dormir y el sol le diría adiós a las creaciones de su cabeza. Volvió a caer dormido.