🍁01🍁
- ¡No lo hare! – la voz de Mu salió en un chillido agudo e indignado ante la insistencia del mayor.
- ¡Por favor! ¡te lo imploro! – Shaka se esforzó en sonar desesperado y cruzo discretamente los dedos con la esperanza de que el menor aceptara su petición para salvar su paz por el resto de su vida.
- ¡Te he dicho que no, Shaka! ¿Estás loco? ¡No voy ayudarte! – Los zafiros suplicantes y llorosos se encontraron con las furiosas esmeraldas.
Shaka, se estaba esforzando en llorar, quizás, si lloraba un mar de lágrimas de cocodrilo y se tiraba a los pies de Mu, el menor acepte de una vez por todas y deje de mirarlo como un insecto repugnante al que aplastara.
La adolescencia, época en la que empiezan un sin número de cambios a nivel psicológico, físico y social. Cambia la per sección del mundo que nos rodea y se forman ideales. Somos jóvenes en proceso de la adultez. Se esperan muchas cosas de nosotros e infligimos presiones y pensamientos que creemos nos ayudaran encajar con los demás, ser parte de un grupo y como consecuencias tendemos a tomar decisiones, decir palabras y actuar de manera incorrecta por momentos. Es ese hermoso periodo de nuestras vidas en los que por momentos se nos va de paseo el sentido común. Cometemos errores y debemos aprender de ellos.
Gracias a la inconciencia de algunas palabras que dijo el joven Shaka de 17 años de edad una semana atrás, se encontraba en un apuro que amenazaba su orgullo y salud mental a la larga, pues suponía que si sus amigos descubrían la mentira no lo dejarían tranquilo lo que le quedaba de su periodo en el instituto, y sabiendo lo insoportable que podían llegar a ser, no se detendrían ahí, cosa que no estaba dispuesto a tolerar.
Su salvación; Mu, su amigo de 15 años, quien era su vecino y mejor amigo desde los siete años de edad. No importaba si debía servirle como esclavo de por vida, construirle un monumento, darle la vuelta al país de rodilla, debía convencerlo de aceptar, solo él podía ayudarlo a salir de ese ''problemilla'' en el que se metió por descuidado.
El tiempo transcurrió en una secuencia de suplicas, negaciones, promesas que no se planean cumplir, amenazas y deseos de homicidio. Shaka, se mantenía de rodilla a una sana distancia de donde Mu se encontraba sentado de brazos cruzados, con una expresión de matarlo si se acercaba.
Mu, estaba luchando por mantener su postura de indignado, pero, Shaka, no se la dejaba fácil. Esos ojos azules llorosos, son su debilidad y lo harán aceptar en voz alta tarde o temprano. Resignado a la realidad, se dijo así mismo que dejara a Shaka rogarle un poco más, solo para ver con que maravillosa promesa le sale.
Cuando Shaka le conto el problema en el que se metió, pensó que se trataba de una broma y rio por sus absurdas ocurrencias, todo era diversión hasta que vio como el rostro del rubio se mantenía con una expresión entre seria y nerviosa, lo que provocó que le soltara un sermón de media hora recalcándole lo imprudente y tonto que podía llegar a ser por orgulloso, a la vez que lo amenazaba con chancla en manos por intentar incluirlo en la mentira.
- Por favor Mu, tú eres el único que puede ayudarme. ¡Ayúdame!
- ¡No!
- Hare lo que quieras. Por favor, por favor... no me dejes morir.
- ¡No! No me hare pasar por tu novia, no quiero vestirme como mujer. ¿En qué estabas pensando?
- Por favor, solo será por un día, después de una semana diré que terminamos y ya.
Mu, tenía una mirada desquiciada ante la insistencia del mayor, una expresión que pretendía intimar a Shaka para que dejara de lado la idea de vestirlo como mujer y presentarlo como su novia, algo que claramente no estaba logrando, para Shaka, el menor seguía viéndose hermoso, aunque estuviera echando espuma de rabia por la boca.
- Por favor, si no lo haces me tirare del techo y dejare una carta suicida alegando que no me ayudaste.
- Ni lo intentes, ¿Quién dijo que te tiraras? Yo mismo te aventare de allá arriba, y antes les contare a todos que de niño te gustaba cantar ''Barbie girl''
- La cantaba solo para molestar a Asmita. – Argumento con una expresión de agonía y falsos sollozos. – Por favor, te prometo haré todo lo que quieras.
- Shaka, no va a funcionar, nadie se va a creer que soy mujer, peor aún, si Shion me ve, nos va a atormentar por lo que nos queda de vida. Considéralo ¿Quién es peor, mi hermano o tus amigos?
Con eso en mente el rubio empezó a considerar las posibilidades. El hermano mayor de Mu seria comparado con la tortura más sádica jamás inventada en el mundo, si era algo que involucra a Mu. Pero, si no recordaba mal, el horario de clases de Asmita del día siguiente era por la tarde, por lo tanto, Shion, al estudiar la misma carrera, en el mismo curso, estará con él, lo que posiblemente les dará tiempo de ir y regresar sin problemas, salvándose de sus amigos, de Shion y dejándolo solo con el pendiente de sobrevivir a Mu.
- No te preocupes por Shion, lo tengo todo planeado, él no se enterará de nada. Y con el otro asunto, primero: tu rostro es muy delicado y bonito, en el futuro parecerás un hombre de facciones delicadas, pero, ahora puedes perfectamente hacerte pasar por mujer. Segundo: evitare a toda costa que tu hermano nos vea, créeme, quiero morir de manera tranquila y no de forma violenta. Y, por último, te deberé mi paz mental. Tu deseo de tener un esclavo de por vida se volverá realidad.
- no recuerdo haber deseado un esclavo de por vida.
- dijiste que ojalá existiera alguien que te hiciera la tarea de química, es lo mismo.
Mu, suspiro una vez más, quería sacudir a Shaka por los hombros hasta que se le reacomodara el cerebro. Se levanto del suelo y camino hasta la cama, mientras Shaka lo observaba detenidamente, con temor, el rubio no se decidía entre quedarse quietecito y bonito en su lugar o echar a correr como si el demonio lo persiguiera.
Mu, tomo una almohada de la cama, era divertido mirar como Shaka se encogía en su lugar con los ojos llorosos a cada paso que daba en su dirección, en esos momentos si le creía que se pondría a llorar, deseaba deleitarse con su dolor. Como inicio del desquite por el favor le cayó al mayor a almohadazos seguidos de cosquillas. Por culpa del rubio al moverse como lombriz en un intento de fugarse de su castigo, Mu, le arranco algunos mechones.
Shaka, con dificultad se separó del menor y logro llegar a una esquina de la habitación, toco su cabeza y con los ojos muy abiertos observo la mano de Mu con mechones rubios y luego su rostro sonriente, pasando así unos minutos. - ¡Esto es la guerra! – declaro el mayor.
En la planta baja Asmita entro a la casa sin inmutarse al escuchar gritos y cosas cayéndose al suelo. Así estuvieron por mucho... tiempo.
Una vez se cansaron de intentar matarse, ambos, agostados se acostaron sobre la alfombra, y permanecieron por un tiempo observando el techo como la cosa más interesante.
- Lo hare, pero prepárate a vivir un infierno. – Shaka, trago grueso cuando observo la sonrisa del menor, pero por donde lo mirara va a salir mal de ese asunto.
- Gracias Mu, estaré eternamente en deuda contigo. - le sonrió con ternura al menor y beso su frente. Mu se sonrojo por el gesto, olvidándose momentáneamente de sus planes de tortura.
Durante algunos segundos, que parecieron la eternidad misma ambos permanecieron mirándose a los ojos. Mu, experimento el terror, confusión y codicia que nace de su interior a causa del mayor. Sus ojos, su voz, su ser, es muy difícil para si mismo reconocer que se encontraba cautivado y vulnerable ante Shaka. ¿Por qué el amor lo mantenía entre la euforia y la agonía?
Shaka, observo como el menor junto a él se quedó pensativo con clara molestia y confusión plasmada en el rostro, creando un ambiente incomodo entre ambos. El rubio suspiro frustrado sintiéndose mal por incluir en sus problemas a Mu. Se hiso a sí mismo la promesa de hacer un voto de silencio de por vida si vuelve a decir tonterías.
- Perdóname por incluirte en mis problemas, no lo volveré hacer. Gracias por apoyarme, amigo.
Mu se sorprendió por la disculpa y se visualizó así mismo en una casa con diez gatos como hijos, mientras Shaka vivía feliz con su esposa o esposo, en lo que el muere de agonía por su amor no correspondido al ser mandado derechito a la friendzone.
Hubiera seguido con sus pensamientos pesimista, pero el mayor lo abrazo, su rostro quedo en el pecho de Shaka, donde se quedó embobado por los latidos del corazón del mayor. Se permitió a si mismo sentirse emocionado y seguro.
No quiere confesar su amor, le asusta el rechazo, el fin de una amistad, todo es culpa de los comentarios de los mayores, personas que se atrevieron y lo perdieron todo, no cree poder lidiar con la destrucción de su burbuja perfecta. Quizás, sería más fácil si Shaka le diera, aunque sea una pequeña esperanza, algo que le indicara que tiene oportunidad para así poder expresarle con libertad lo que siente, pero es todo lo contrario, el rubio no ha cambiado su comportamiento hacia él, sigue siendo su amigo de la infancia.
Mu suspiro frustrado mientras seguía entre los brazos del mayor, consolándose con su atención. Puede intentar seducirlo, pero no sabe cómo coquetear, aunque su vida dependa de eso, se sentía asustado, frustrado y recurrir a Aphrodite es algo que no le da buena espina.
Por cada suspiro de inconformidad que Shaka escuchaba de Mu, daba suaves carisias a la espalda del menor en lo que permanecía con su nariz hundida entre su cabello y atreviéndose a dar un par de besos tímidos en su frente.
- Llevare compañía mañana. – Mu, se animó a decir después de un rato.
- ¿Qué?
- No quiero estar soló con cuatro desconocidos, vestido como mujer. Necesito apoyo moral.
- Está bien. – Shaka lo pensó y considero que tal vez los amigos de Mu distraigan a sus amigos, evitando ser el centro de atención. – pasare a buscarte mañana y después nos iremos a la cafetería que está a tres cuadras de aquí.
- Perfecto. Llevare a dos amigos.
Ambos se separaron del abrazo, sorprendidos por la hora. A Mu no le quedo de otra que despedirse de Shaka y regresar a casa antes de que llegue Shion, de lo contrario se enfrentara a un interrogatorio peor que el del FBI. Mu no entendía el absurdo comportamiento del mayor, lo asfixiaba y cada vez que le niega hacer algo, lo único que lograba era que le llevara la contra por puro capricho.
**
Shaka acompaño a Mu hasta su casa y se quedó un tiempo con él en la entrada conversando. Después de una tarde de ruegos, disgustos, almohadazos, mechones de cabellos arrancados, cosquillas y mordidas (el rubio muerde) ambos se comportaban como si nada hubiera pasado, como los dos viejos amigos que son, haciéndose bromas, riendo de cualquier ocurrencia, contándose los chismes del día de a sus amigos.
Ninguno conoce los amigos del instituto del otro de cara, han intentado quedar en una salida al cine, parque, cafetería o lo que sea, pero al final siempre pasaba algo que cancelaba los planes. Solo intercambiaban información de ellos. Shaka tenía una idea de las apariencias y personalidades de con quienes peleaba por la atención de su borreguito, él lo vio primero, así que, los otros son intrusos y deberían agradecerle que les comparte a su mejor amigo.
Al notar el fin del ocaso, con pesar se despidieron con un último abrazo.
Una vez que Mu cerró la puerta se deslizo en ella hasta llegar al suelo y sentarse con las piernas extendidas ¿Qué acababa de aceptar?
No tenía idea de cómo debería comportarse durante la reunión, y si los nervios le ganan y lo arruina todo.
Cuando Kardia escucho la puerta de la casa abrirse se levantó de la mesa para averiguar de quien se trataba. Al llegar al recibidor, observo con curiosidad cómo Mu sentado en el suelo y recostado en la puerta de la entrada permanecía mirando a un punto fijo en el suelo.
- ¿Qué sucede enano? - la voz del mayor lo saco de su ensoñamiento y levanto la mirada. Kardia lo miraba fijamente, inspeccionándolo como si leyera sus pensamientos.
- Nada. - susurro, rogando que no le hicieran más preguntas.
- No te creo, dime o le diré a Shion que planeas algo. – Mu, suspiro cansado por centésima vez en esa tarde, de todos modos, el mayor lo vería vestido como mujer al día siguiente, pues no podía cambiarse en la casa de Shaka, porque el rubio sale dos horas más tarde que él del instituto y definitivamente no se cambiara en la casa de sus amigos, pues no se imagina recorrer un gran trayecto hasta la cafetería con ropas de mujer, y bueno, necesitaba ayuda extra para impedir de todas las maneras humanamente posible que Shion se entere de algo. La pregunta aquí es ¿Kardia lo apoyara, le ocultara esa información a su amigo? sabía muy bien que el mayor era uña y mugre con su hermano. Se mordió el labio inferior, notando la impaciencia del mayor. - ¿hablaras?
- Mañana voy a salir con Shaka y tu hermano, pero necesito que me ayudes.
- No pienso ayudarte a escaparte y Camus no ha dicho nada de salir.
- Le pediré permiso a mis padres esta noche, pero ese no es el problema, le hare un favor a Shaka, y es algo de lo que no quiero que Shion se entere, por favor, me ayudas a ocultarle información a mi hermano. - puso sus mejores ojitos de borrego bebe para intentar ablandar el corazón del mayor, quien solo lo vio neutral, claro, por fuera, por dentro muere de ternura, esa mirada era más efectiva que la del gato con botas.
- Depende de lo que harás mañana, luego decidiré si ayudarte o venderte
- Shaka dijo algo estúpido y mañana me vestiré como mujer para sacarlo del problema. - bufo molesto, se quedó de piedra al escuchar la estruendosa risa del mayor, acepto la burla, de hecho, a el mismo le parece bizarra esa situación que solo quedaba llorar o reír. Después de tres minutos se empezó a enojar, Kardia solo decía cosas a medias riéndose de él.
- Bien, te ayudo. – Mu, sonrió - lo que uno hace por amor. - Kardia regreso a la mesa para continuar con su tarea, dejando a un borreguito de piedra que se cuestionaba si el tonto ese conocía su mayor secreto. ¿tan obvio es? Lo único que sabia era que hará un homicidio - suicidio. Y el asesinato solo lo llevaría a cabo porque ni de chiste le dejara su Shaka a otra persona. Se sorprendió al descubrir que tenía las mismas ideas nada sanas de Kardia, tenerlo como niñero fue una mala idea de sus padres, pero bueno, ellos confían en el de cabellos azules olvidándose de su pésima influencia a la larga. Y siendo serios, ya estaba muy grande para tener niñero.
**
Bienvenidos a la edición de este viejo libro de hace dos años, deseo que sea de agrado para los antiguos lectores los cambios en redacción, también espero que para nuevos y viejos lectores la historia les sea entretenida para su tiempo de ocio.
Muchas gracias por el apoyo.
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