🍁04🍁
- Dices una sola palabra y te arrepentirás.
Ante lo anterior dicho, Shaka tuvo que morder sus labios para evitar emitir, aunque sea un sonido, no quería hacer enojar aún más al de cabellos lilas, ya bastante tiene con la conversación de la noche anterior, el favor y evita pensar en los posibles planes siniestros de su amigo. Mu no es tan inocente como aparenta.
La imagen de su amigo le sorprende tanto para abrir los ojos a mas no poder. Cuando dijo que Mu podía pasarse por una chica, nunca imagino el resultado de esas palabras. En frente de él esta una persona que juraría es del sexo femenino de no ser porque él lo conoce.
- Shaka ellos son mis amigos Camus, Aphrodite y él es Sorrento, primo de Aphrodite.
Shaka se encontraba ensimismado en sus pensamientos referente a la apariencia del menor, hasta que Mu pronuncio la anterior logrando llamar su atención. Dirigió su mirada a los acompañantes de su amigo, extendiendo su mano a manera de saludo a los demás, iniciando una presentación formal entre ellos. Camus y Aphrodite al fin conocieron a la persona que traía entre las nubes al borreguito.
A manera de nota mental Dite le dio un 8/10. Rubio, ojos azules divinos, tez entre clara y morena, alto, voz suave pero autoritaria, serio, definitivamente interesante, si te gustan los mandones.
En lo que Camus y Shaka hablaban el de cabellos celeste se acercó a Mu – esta divino ¿Qué esperas para marcarlo como propiedad de Mu? Te lo pueden robar. – le susurro al menor logrando que se sonrojada. El de cabellos lilas lo reprendió moviendo los labios en un claro ''cállate'' solo obtuvo un guiño de ojo como respuesta.
Una vez finalizada las presentaciones entre todos, Shaka solo podía mirar con algo de disimulo a los acompañantes de Mu. Nunca había visto a tantos jóvenes con apariencia andrógina, simplemente son hermosos pensó ¿Dónde diablo estudia Mu, en el Olimpo, o qué?
El grupo se dirigió a la cafetería ''campos elíseos'''. En el trayecto mantenían una pequeña conversación con la intención de conocerse un poco más. El rubio con ese intercambio de palabras pudo observar algo de las personalidades de sus acompañantes.
Aphrodite extrovertido, ingenioso, curioso, definitivamente muy hablador, sorprendiendo le como el de cabellos celeste conocía muchos temas desde chismes de celebridades hasta matemáticas, no le sorprendía si en el futuro adquiría conocimientos de física cuántica.
Sorrento, es igual de extrovertido que su primo, solo un poco reservado. Al principio se mostraba analítico, pero una vez que entra en confianza le seguía la plática a los demás con soltura.
Camus por otra parte, es discreto, desde la forma de vestir hasta el cómo interactuaba, en ocasiones parecía que se perdía en su propio mundo y no prestaba atención a su alrededor, pero eso lo descarto cuando se dio cuenta que realmente si escuchaba todo y podía participar de la plática sin problemas, hablando lo justo y necesario. Extrañamente le agrado.
Una vez enfrente de la cafetería se pararon ante la puerta. Mu está nervioso y empezó a temblar un poco. Shaka, de igual manera se encuentra en las mismas condiciones, no deja de reprenderse a sí mismo por dejar que las cosas llegaran tan lejos y más si involucraba a un inocente en sus tonterías. Observo al menor a su lado notando el nerviosismo al morder su labio inferior. Tomo la mano de su amigo y le susurro un losiento mirándolo con culpa y avergonzado.
Mu le sonrió y apretó la mano del mayor, tratando de convencerse que sería algo divertido. Inhalo y exhalo para coger valor, empujando la puerta del local. El lugar es grande con muchas plantas y cuadros decorando las paredes, sumando algunos pilares con enredaderas. Da la apariencia de ser un invernadero con mesas y sillas. Un ambiente agradable con música suave de fondo y aromas mezclados de flores y comida.
Salió de sus pensamientos al escuchar la voz alterada de su amigo, se giró para verlo, encontrándolo con la expresión de haber visto a Medusa.
- ¿Pero qué demonios?
- ¿Qué pasa Camus? – parecía que en cualquier momento saldría corriendo del lugar, como si fuese perseguido por el mismo diablo.
- Shaka ¿Eres amigo de Milo Megalos? – la voz le salió en un susurro de pánico, rogando que solo fuera una alucinación.
- ¿conoces a Milo?
Perfecto el mundo es grande, pero la mala suerte parece perseguir a Camus, quien no pensó encontrarse en ese lugar con Milo. Le tenía pavor al rubio, desde que lo conoció por culpa del griego tuvo que enfrentarse a muchos eventos vergonzosos, al menos para él, pues para el otro no era nada fuera de lo común de su día a día.
Desde hace tres meses atrás se propuso evitarlo lo más que pudiera, cosa algo difícil al ser sus hermanos mayores pareja, pero la cuestión es que no se imaginó encontrárselo ahí y no está preparado psicológicamente para soportar alguna de sus ocurrencias, en esos momentos dese poder hacer un acto de escapismo como Houdini.
Por parte de Milo, una vez el de cabellos rojos entro en su campo de visión, no pudo hacer nada más que darle una gran sonrisa, mientras agita su mano muy efusivo a manera de saludo, acelerándole el ritmo cardiaco y pensando en cómo disculparse por el último incidente.
- Te quiero Mu, pero debo irme.
- ¡No Camus! espera, no puedes dejarme solo. – le rogo con ojitos de llorosos. ''Maldito borrego adorable'' pensó el de cabellos rojos, al ver como su amigo parecía que iniciaría a llorar en cualquier momento al ser abandonado en ese lugar.
- Por favor entiéndeme.
- Entiéndeme tu a mí, estoy vestido así, y en esa mesa hay más personas de las que imagine. - eso es verdad, de hecho, Shaka se sorprendió al ver ahí a Shura y Kanon, no contaba con que ellos estarían presentes en esa reunión. Camus no pudo negarse a la mirada suplicante de su amigo y tuvo que armarse de valor y paciencia para poder caminar a la mesa.
- Aphrodite ¿Quién es Milo? – el de cabellos lilas pregunto a su primo, le dio mucha curiosidad el comportamiento del menor. Apenas tenía unas horas de conocerlo y en ese periodo le había dado le impresión de ser una persona calmada y calculadora, y verlo comportarse de esa manera apenas vio al otro rubio le sorprendió.
- Milo está enamorado de Camus, pero no tiene ni la mínima idea de cómo llamar su atención, lo ha hecho de la manera incorrecta. Siéntate y observa, esto será divertido. – contesto de cabellos celestes con un tono divertido y camino junto a los demás.
Una vez llego el grupo a la mesa, el rubio tomo la palabra. – Hola. Les presento a mi novia Mia. – la voz le salió extrañamente seria, trataba de todas las maneras posible sonar normal y tranquilo, por suerte los que están sentados no parecen prestarle atención, bueno solo Shura. Los amigos de Shaka le dieron un poco de atención a ''la joven'' de cabellos lilas concienciando en que es bonita, como la había descrito Shaka. Claro ella es hermosa pero sus acompañantes la igualan provocando que se les caire la boca.
Shaka continúo presentado sus amigos a la ''joven'' contestando con voz suave ''es un gusto conocerlos'' con algo de sonrojo en sus mejillas, provocando que los otros la consideraran adorable. Posteriormente presento a los amigos de Mia, y Camus por todos los medios evitaba acercarse a Milo, pues lo veía como si lo fuera a secuestrar.
Milo aún tenía la mirada de idiota puesta en el de cabellos rojos, suspirando a cada segundo e imaginándose junto a él con dos niños: un niño y una niña, dos perros y un gato, en una gran casa y el siendo el abogado más prestigioso de Grecia, que ni le prestaba atención a Shaka.
Camus se movía incomodo de derecha a izquierda, mientras los ojos del rubio lo seguían como aquellos relojes con un gato, que mueve los ojos con cada movimiento del péndulo. El de cabellos rojos le regreso la mirada de ¿es enserio? Con un facepalm.
A Kanon casi se le mete un insecto en la boca, por tenerla abierta al ver a Sorrento, y juro por el olimpo que conquistaría al joven de cabellos lilas y ojos rosas, de hecho, ya había planeado un secuestro de ser necesario. El primo de Aphrodite se sintió algo incomodo por la mirada penetrante del mayor.
Por último, Shura y Ángelo quedaron sorprendidos por la belleza del de cabellos celeste, pero no se sintieron cómodos al darse cuenta de lo que pensaban y el cómo habían visto al menor, sabiendo que y tenían pareja. Voltearon la mirada con notable nerviosismo, el azabache jugando con un mechón de su cabello y el de cabellos azules hacia círculos con el índice en la mesa.
- ¿Qué les pasa grupo de idiotas?
- ¡Nada! – hablaron al unisonó, bueno menos Milo.
Una vez que todos tomaron asiento, y que Camus hiciera lo humanamente posible por no quedar alado del rubio, se tuvo que conformar con sentarse al frente de él. Eso no molesto a Milo para nada, ya que pensó que podría observar cada movimiento del menor. El grupo prosiguió a ordenar algo de comer, mientras iniciaban una conversación entre todos. Cada uno intentando conocer al joven que llamo su atención.
- Mia eres tan bonita como te describió Shaka. – alago Ángelo intentando interactuar con los demás, mientras Dite hablaba con Shura.
- ¿Así? Shaka ya me había descrito antes. – el de cabellos lilas volteo a ver al rubio, como Emily rose, lo que provocó que el rubio casi se ahogara con su malteada. Para Mu algo no coincidía con la versión que le dio su amigo.
Por suerte nadie noto la adorable cara asesina del borreguito, ya que todos tenían la atención en otra persona. Shaka siente que su hora llega y se dijo a si mismo que no quería morir sin hacer algo antes, una cuestión que las últimas noches lo habían llenado de curiosidad. Sonrió de una manera extraña para el de cabellos lilas que entrecerró los ojos, intentando averiguar qué significaba esa expresión.
Tomo la mano de Mu – Me dio gusto haberles presentado a Mia. – hablo a sus amigos mientras sonríe y toma valor, se inclinó hacia el menor, rosando sus labios en un casto beso. Todos miran con felicidad a la adorable pareja, en lo que Mu trata de ocultar su sonrojo, Camus los observa sorprendido y Shaka besa el dorso de la mano de su ''pareja''. A sus neuronas se les olvido conectar.
Listo Shaka podía darse por muerto, pues Mu lo iba a matar antes que su corazón se detuviera.
- Querida as no el favor de quitarle lo amargado a Shaka. – interrumpió Ángelo los pensamientos homicidas del menor.
- ¡cállate imitación de mafioso italiano!
- Ves lo que tenemos que soportar adorable Mia. – dijo con gesto dolido el de cabello azul. Shaka quería matar a alguien antes de reunirse con Hades.
Continuaron con pequeñas bromas provocando risas en los ocupantes de esa mesa. Logrando que Mu se relajara un poco, permitiéndose participar en algún que otro comentario. Aphrodite definitivamente es el alma de esa reunión con sus ocurrencias junto a su primo. Realmente es un momento agradable para todos, incluso para Camus.
Aphrodite se sorprendió gratamente al ver a su primo interactuar con un joven de cabellos azules largo, se veía feliz y hablaba muy animado con él, contándole una que otra anécdota, de igual manera el contrario hacia chistes que no eran del todo divertidos, pero para el de cabellos lilas simplemente sus intenciones le parecían encantadores.
Ciertamente el encanto en la torpeza, que puede provocar ternura, si proviene de una persona carismática, como notablemente es el de cabellos azules largo.
Mu observa curioso el cómo Aphrodite hablaba muy animadamente casi coqueteando con el azabache y el de cabellos añil. Los tres parecen entenderse muy bien, comprendiendo a la perfección las referencias del otro. Giro hacia su amigo, quien mantenía su vista fija en el trio.
- Me contaste que eran parejas ¿verdad?
- Si, pero no sé qué planean. Lo raro es que ninguno se muestra celoso o incomodo por lo que hace el otro. Será mejor que le digas a tu amigo que ellos son pareja.
- Lo hare.
- Mu ¿Te sientes cómodo? ¿Te agrada el lugar?
- Si. La verdad me agrada que no me presten mucha atención.
- Fue buena idea por tu parte traer compañía.
- Ahora que lo recuerdo tu y yo tenemos que hablar. – hablo el de cabellos lilas cambiando el tema, la voz y la expresión en su rostro, provocando que el rubio tragara saliva. La intimidación de Mu termino por la interrupción de Camus.
- ¿Qué miras Milo? ¿tengo algo en la cara? – el de cabellos rojos estaba irritado al no obtener respuesta, le tiro una papa frita a la cara a Milo. – Milo, demonios, deja de mirarme.
- Chicos creo que morí, porque un ángel me está hablando. – eso provoco que Camus le tirara más papas a la cara. – Sip, señores estoy muerto y lo mejor de todo, el hermoso ángel me regala de sus papas fritas. – las risas no se hicieron esperar y uno que otro se estaba ahogando con sus bebidas, como en el caso Shaka, quien se encontraba rojo, recibiendo suaves palmadas en la espalda por parte de Mu. Kanon se puso algo morado por un trozo de torta, Sorrento ya estaba considerando darles primeros auxilios y llamar a emergencias.
Mu dejo de reír cuando vio que Camus tomo peligrosamente un tenedor, y pues Milo no se enteraba que en cuestión de minutos pasaría a mejor vida.
- Camus aquí no, hay muchos testigos. – le susurro Mu al de cabellos rojos, sujetándolo por la muñeca y quitándole el tenedor. – Chicos creo que es momento de retirarnos, tenemos prueba mañana y debemos estudiar. – Mintió para llevarse a Camus y no ser testigo de homicidio, bueno sumado a que realmente es tarde.
Por lo dicho anteriormente, los presentes adoptaron gestos de pesar en el rostro, pues estaban disfrutando de la compañía y el ambiente. Aphrodite, Mu y Sorrento, se despidieron de todos con pesar, en cambio Camus lo hizo de una manera fría y molesto. Shaka también se retiró acompañando a su pareja.
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