Capitulo 8
Espero pacientemente a que algunos de los hombres se moviera más todos parecían estatuas, apostaba que ni siquiera parpadeaban, su vista se enfoco en el alfa y en lo bien que se veía en esa camilla restringido, pronto vio hacia dónde se dirigían sus malos pensamientos, pero no podía culparse, era un omega en necesidad, y su omega quería a ese alfa que sudaba masculinidad, sus orejas se movieron ante el sonido de un grito lleno de dolor, seguido de un gruñido. Habían golpeado a Jungkook. Su lobo se alteró por miedo y hizo un chillido de terror, al instante se dio cuenta de su grave error, y optó por salir de ahí y esconderse.
Jimin gruño cuando golpearon al omega, podría haber rechazado al amigo de Yoongi sutilmente, pero eso no significaba que no sintiera nada al ver cómo agredían a un cachorro omega, un chillido llamó su atención, uno que tensó su cuerpo, el alfa dentro suyo se impaciento, reclamando que buscara al dueño de dicho chillido para protegerlo.
—Al parecer hay un omega extraviado, busquenlo y traiganlo, hagan lo que quieran pero lo quiero vivo.—Los dos hombres dentro de la habitación asintieron sin responder y salieron de la habitación.
—Deja que se vayan, no les hagas daño Ro, no te conviertan en lo que una vez odiaste.
—¿Te duele?—Jimin no quiso contestar, no podía más bien, su cerebro aun no procesaba el porque Ro creía que Jungkook era su omega, tenía entendido que ahora estaba medio obsesionado con un delta llamado Yugyeom, lo sabía porque Yoongi se lo había dicho, y las únicas veces que estuvieron cerca fue en el café donde en ratos libres le daba asesoría de Física, aunque agradecia que no fuera Yoongi, porque entonces si él actuaría fuera de si, dejando salir su lado más retorcido.
—¿Por qué no hablas Jimin?, ¿es que acaso te comió la lengua el gato?.
—No discutiré contigo Ro, yo siempre fui sincero contigo, y jamás te hubiese traicionado.—Jimin hablaba en serio, tal vez en el pasado fue un hijo de puta, pero jamás traicionero, con el pasar del tiempo cambio, y eso no implicaba que aun sintiera empatía por su amigo del pasado.
—Eres un hipócrita, Lullaby y yo te abrimos la puerta de nuestra casa, ¡íbamos a tener un bebé!, ¡pero por tu maldita envidia hacia lo que yo tenia, te hizo actuar de esa forma!.
—¡No se quien mierda te hizo creer eso, pero pague por algo que no hice!,¡Estuve cumpliendo una condena la mitad de mi vida!, ¡El único egoísta aquí eres tu!.
—¡¿Egoista yo?!—río como desquiciado, sin percatarse que sus ojos se volvieron vidriosos.
—Aún no has aceptado la muerte de Lullaby, ¡mirate Ro!, a ella no le gustaría verte así, sumido en la venganza, siempre supiste que ella odiaba esos sentimientos.
Cuando Ro iba a contestar algo para descargar su furia, los dos hombres que habían salido para buscar al intruso, ahora mismo uno de los hombres lleva sujetando sin delicadeza el lomo a un pequeño lobo, lo aventó con fuerza al suelo, y esté gimió con dolor. Jungkook supo reconocer a su hyung, y quiso levantarse para protegerlo con su cuerpo, pero se vio golpeado en el estómago, cayendo al suelo, indefenso, gimoteo con dolor, porque sabía que para Yoongi golpes de ese grado podían hacerle un daño profundo. Observó con miedo como el lobo no se movía, y el rostro de Jungkook detonaba miedo y tristeza.
—No les hagas nada Ro, no eres así...
Jimin fue interrumpido por un gemido de dolor, y su mirada se enfoco en el lobo pequeño que trataba de levantarse fallando en el intento, acabando de nuevo en el suelo.
—Dije que quería vivo al fisgón, no moribundo.
—Intentó morder nuestros cuellos, tuvimos que golpearlo un poco—contestó el mas fornido de los dos ayudantes hombres.
Jungkook se acercó arrastrándose ante la pequeña distracción de los dos hombres hablando, y tocó con cuidado el hocico del lobo pequeño, un nudo se formó en su garganta, lágrimas con sabor a amargura surcaron sus mejillas.
Jimin miró con impotencia como Jungkook lloraba, se sintió basura, su cuerpo se paralizo y su corazón dejó de latir un milisegundo cuando a su oídio llegó un "Tranquilo Yoongi-hyung" "Yoongi-hyung" "Yoongi" el nombre resonó en su mente como un eco, el cuerpo del lobo en los brazos de Jungkook comenzó a cambiar, sus ojos se perdieron el cabello rubio de su chiquillo. Una ira descomunal albergó su cuerpo, tensando las cadenas, amenazando con reventarlas, un gruñido surgió de su garganta tan feroz que hizo que el cuerpo de Yoongi se encogiera de miedo, Ro observó el cambio de actitud de Jimin cuando el lobo fisgón se volvió humano, entonces sonrió.
Acercando a Jungkook a quien empujó lo más lejos que pudo del cuerpo humano moribundo, con saña volteo el cuerpo hacia arriba, presionando su pie contra la garganta, obstruyendo el flujo del aire.
—¡Suéltalo Ro, le haces daño!— los ojos de Jimin cambiaron a dorados, forzando a su lobo salir.
—¿Sientes eso?, yo me sentí mucho peor— Yoongi llevó sus manos a su garganta que era aplastada, sujeto sin fuerza el tobillo, cuando estaba a punto de dejarse ir, el pie de levantó, y pudo respirar, tosiendo, y aspirando fuertemente oxígeno, sus pulmones quemaron ante la necesidad del aire.
Jimin se soltó de las atadura de metal, enfurecido vio rojo, y saltó sobre Ro quien no hizo el intento de protegerse, proceso la sonrisa sincera de Ro mientras mordía con saña su garganta, escuchando un imperceptible "gracias". El lobo giró su vista hacia Yoongi quien era sostenido por Jungkook, escaneó la habitación en busca de los ayudantes de Ro, pero ya no estaban, camino hacia Yoongi y dio paso a su forma humana.
—Salgamos de aquí— Jungkook lo miró y asintió, dejando que Jimin carga con el cuerpo de Yoongi.
[···]
Yoongi gimió de frustración, Jimin era su alfa, pero este se negaba a aceptarlo, lo cual le dolía, sabía bien que Jimin era su compañero, y que lo quería, le pertenecía a ese alfa, más sin embargo desapareció una semana después que había despertado en el hospital, y su primer beso, incluso su primera vez, uno realmente pasional y tierno que dejó a ambos con ganas de más, y los sueños por las noches no eran más que burlas hacia su necesidad de ser anudado y mordido por Jimin, porque si, su compañero no lo había mordido, marcado. Llevaba casi seis meses buscándolo ahora mismo iba a Busan, su último lugar al que lo buscaría, después de eso, se daría por vencido dejándose morir, y no hablaba literalmente, el en serio moriría por el rechazo de su compañero. Llevo su vista a su regazo, eso tal vez no era definitivo.
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