Capitulo 11
Yoongi parpadeo cansado, su cuerpo aún no se recuperaba del nacimiento de sus cachorros, estaba demasiado débil y lo sabía perfectamente, también está muy consciente de que pudo haber perdido la vida, y haber dejado a sus pequeños solos, bueno tenían a Jungkook y a su padre, aunque no supiera de la existencia de sus cachorros.
Una enfermera ingresó al cuarto, y le dedico una hermosa sonrisa.
—Hola Yoongi-ah, veo que ya despertaste, ¿quieres comer ya?.—habló cariñosamente, mientras se ponía a un costado de la camilla.
—Hola Mely, y si quisiera comer, ¿Como están mis cachorros?—su pecho sintió una punzada al pensar en uno de sus cachorros estuviese mal, sabía que sus niños habían sido prematuros, por lo tanto estaban en peligro.
—¡Ambos están muy bien!, el doctor dijo que los nenes están sanos y desarrollándose perfectamente, una vez que acabes de comer algo, traeré a los cachorros para que los alimentes, la leche materna les hace muy bien en su desarrollo.—
—Tengo muchas ganas de verlos Mely, traelos pronto por favor.—Mely asintió con una amable sonrisa.
—Bueno entonces traigo tu desayuno, mientras menos tarde, más rápido tendrás a tus cachorros en tus brazos.
Mely se vio emocionada, terminó de anotar cosas en su tabla, y salió de la habitación. Mely era una beta, una enfermera muy amable con él hasta donde sabía puesto que no había salido de esa habitación, pero suponía que era así con la mayoría de las personas, era como una madre, y le estimaba mucho, cuido de él y se preocupo por sus cachorros, era un bello ángel. Su embarazo había sido riesgoso, una gran probabilidad de que hubiera un aborto, su cuerpo se debilitaba con el rechazo de su alfa, cuando se enteró todo se había sentido pesado a su alrededor, como si el mundo estuviera sobre sus hombros, había descuidado mucho su alimentación, una vez que supo sobre sus cachorros intento estar saludable, una felicidad tan sublime, tanto así como había aparecido se podía ir, en el transcurso de su gestación fue difícil, su cuerpo sufría dolores sobre sus caderas y espalda, no podía dormir por el recuerdo de Jimin, sus labios besándolo dulcemente era como una daga cortando su corazón, muchas veces Jungkook se quedaba en las noches cuidándolo, incluso había masajeado su espalda y piernas, seguir con sus estudios había sido imposible con sus malestares, y su amigo omega los había postergado cuando al entrar a sus ocho meses comenzó a sentirse mal, muy mal, su vientre dolió que pensó que lo desgarraban por dentro, sus gritos fueron escuchados por el cartero que afortunadamente había ido a entregar las postales de la madre de Jungkook que enviaba cada mes, de no haber sido así, sus cachorros hubieran muerto, puesto que había sido un aborto espontáneo, pensar en eso le helaba la sangre, la idea de perder a sus cachorros le hacía no querer vivir más.
—Jimin—Susurró con melancolía, no tendría al alfa, pero si a sus hijos, y aunque sonara conformista, era feliz con sus bebés. Deseaba el calor del alfa, sentir sus labios, mimándolo, como todo alfa haría con su omega.
Mely entró a la habitación donde descansaba Yoongi, junto con una bandeja.—Hora de comer Yoongi-ah.
[···]
Jimin no se había querido separar de su pequeños cachorros, y los mismo tampoco querían separarse de su padre, cuando quería dejarlos en los cuneros, al instante comenzaban a llorar, viéndose en esa situación los regresaba contra su pecho, ansiando calmar a sus bebés, su corazón dolía cuando escuchaba el llanto de sus pequeños, todo a su alrededor se volvía blanco y negro, tan solo sus ojos se enfocaban en las las suaves facciones de los cachorros. Escucho como entraba una persona, y su lobo gruño en forma de advertencia, segundos después el sutil aroma a jazmín llegó a su nariz, haciendo que su lobo irguiera sus orejas, era el aroma de Yoongi.
—Disculpe señor...—Mely no sabía cómo actuar frente al alfa que parecía no querer soltar a los cachorros, había escuchado el gruñido de advertencia, pero solo hacia su trabajo, Jungkook sólo se había dicho que el señor de hace unas horas atrás, tenía que conocer a los bebés de Yoongi-ssi.—Tengo que llevar a los cachorros con su...
—¿Yoongi ha despertado?—aun con sus niños en brazos, la extraña ansiedad que tenía se vio reflejada en su voz.
—¿Eh? Si.
—¿Puedo llevarlos?.—Mely dudó, primero porque no conocía al tipo, y segunda porque Yoongi seguro se infartaria si entrara a la habitación con sus bebés en brazos de un desconocido, que bien no sería un desconocido, porque al parecer conocía a Yoongi.
[···]
Yoongi se mantenía impaciente, lo cual le pareció gracioso, porque era un paciente, su vano intento de mantenerse cuerdo, daba pena, una ansiedad lo invadió, quería sentir el calor de sus cachorros. Su deseo fue cumplido cuando Mely entró a la habitación, con dos bultitos en sus brazos, con felicidad desbordando de sus poros, extendió sus brazos, y con cuidado Mely los fue dejando sobre sus brazos, tan absorto en sus pequeños dos solecitos, no se percató de la presencia de un alfa.
Jimin iba con miedo caminando detrás de Mely, no quería alejarse mucho de sus pequeños, era como un guardaespaldas, gruñendo a todos quienes se atreviera a mirará a sus cachorros, al instante las personas alejaban sus miradas con temor, y en cambio sus pequeñitos daban un alarido llamando su padre. Cuando entro a la habitación, los nervios lo atacaron, vio casi en cámara lenta como la beta entregaba a sus cachorros a Yoongi, recibiendolos con una bonita sonrisa, sus ojos brillaban al ver a sus bebés, un calorcito se extendió en su pecho al ver a su omega cargando a sus cachorros. Al parecer Yoongi aún no se daba cuenta de su presencia, se veía tan feliz abrazando a los pequeños que no era capaz de apartar la mirada o si quiera intentar acercarse. Pasaron alrededor de dos segundo cuando su omega alzó la mirada, topándose con la suya, y al instante se puso tenso.
Jimin escucho un gruñido molesto proveniente de su omega, supo que Yoongi estaba muy enojado cuando sus ojos cambiaron aun dorado, y porque le mostró los colmillos, o bien podría estar así porque estaba dentro de su territorio con sus cachorros, básicamente era una amenaza, entonces retrocedió un paso, primero porque no quería hacer enojar al omega, y segundo porque estaba cargando a sus niños.
—Yoongi-ssi tranquilo, se que es un alfa, pero no te hará daño, ni a los cachorros.—Mely dijo. Yoongi no era el en ese momento, su lobo salió a flote, tal vez amaba al alfa, pero estaba enfadado con la parte humana de su alfa, la parte omega de Yoongi sabía que su alfa estaba decaído, también sabía que el humano había tomado la decisión de alejarse y rechazarlo, lo había dejado solo con su embarazo, cuando más lo necesitaba desapareció, y ahora viene como si nada a tocar a sus cachorros, iba hacerle llorar sangre o arrastrarse para que le perdonara.
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