Capítulo 3

Hace un tiempo tenía planeado cortar toda relación que tuviera con Drian, solo no comenté nada porque sabía que Kaiser se iba a meter donde no lo llamaban y no quería que me manipulara. Sé que él no quiere que siga con Drian por mi bien o porque somos el uno para el otro, sino porque al yo estar con Drian, él consume drogas gratis y siempre lo manipula a su antojo.

Realmente ya me cansé de toda esta mierda, me cansé de aguantar estupideces, de aguantar las presiones que recibo por parte de Kaiser, de aguantar a Drian y sus besos que me revuelven el estómago y no en el mejor sentido.

Hoy va a ser el día perfecto para llevar acabo mi decisión. Drian organiza una fiesta en su casa; si se preguntan por qué organiza una fiesta pues la respuesta es fácil: solo para drogarse y yo como buena novia iré a hacerle compañía a mi chico. Nuestro círculo cercano estará ahí y, ¿no sería una buena novia si me excluyo o sí?.

Brandon irá, es lo que me interesa. Quiero que vea lo fácil que me deshago de los estorbos, quiero que vea como limpio mi camino y que de paso aprenda a hacer lo mismo por si algún día yo no puedo.

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~~•

Me coloco una pantoloneta de rayas blancas y negras, una blusa de tirantes negra y unas balerinas del mismo color que la blusa. Ato mi cabello en una coleta alta y no me maquillo, no me hace falta.

Para los que se preguntan como soy pues: soy de tez morena, cabello castaño oscuro, ojos marrones, estatura media( media baja), de complexión delgada pero aún así tengo definida mi cintura. Y pues creo que no hay más nada relevante en mí.

Me unto un poco de perfume y bajo ya que Kaiser me espera para llevarme a mi destino.

-Hey- saluda Kai.

-Hello- lo abrazo.

-¿Lista para la mejor fiesta de tu vida?- pregunta con emoción.

-Nací lista- respondo con fingida emoción.

Nos montamos en un motor y llegamos en unos diez minutos aproximadamente.

Bajamos de la moto y me paro delante de la puerta de mi novio adorado. Espero a Kaiser y él es el que toca por mí.

-Princesa- me recibe mi novio con los brazos abiertos.

-Dri- saludo sonriente, dejando un pequeño beso en sus labios.

-Drian, hermano- saluda Kaiser extendiento su mano y Dri la acepta encantado.

-Gracias por traerla sana y salva hermano, nunca me decepcionas.

-¿Qué pasa hermano?- ambos ríen y yo me adentro.

Paso al cuarto y veo a todos mis amigos sentados en sillas y con el aire en prendido.

-Hello niños- camino chocando mis manos con todos.

-Llegas tarde- me informa Bran.

Me acerco a él y finjo que lo abrazo para susurrarle algo al oído.

-Lo bueno tarda bebé.

-Ya lo sé- reímos y me siento a su lado.

Drian y Kaiser entran a la habitación con cigarros de marihuana ya hechos y prendidos; no me asombra, son unos adictos de mierda. Los reparten y solo tres de mis amigas se quedan sin fumar ya que al menos ellas son sanas. Yo agarro el de Drian y hago como que fumo, en realidad no lo hice, no me apetecía. Termino de fingir que me estoy drogando hasta la madre y salgo de la habitación.

Antes de cerrar la puerta Brandon me agarra de la mano y es él quién cierra la puerta y sonrío.

-¿Te diviertes?- le pregunto a Bran.

-Mucho- responde.

-Te divertirás más ahora- digo y lo agarro de la nuca para besarlo. Sé que esto lo verán horriblemente horrible, es la casa de mi novio y en cualquier momento él podría abrir esa puerta, pero, ¿qué les puedo decir?, amo la adrenalina y no amo a los hombres.

Tiro a Bran en el sofá y me subo encima de él. Comienzo a besarlo con ganas, con ferocidad. Él tira de mi cabello hacia atrás y me arqueo un poco, por lo que empieza a besar mi cuello y yo comienzo a manosearlo.

De repente siento que están agarrando el pomo de la puerta de la habitación de Drian y me separo de inmediato, fue tan rápido que terminé tirada en el piso riendo.

-¿Ya te hizo efecto Aixa?- duda Kai.

-Sí, hace un tiempo que no lo hago. Creo que había perdido la costumbre- río para que no se dé cuenta de mi farsa.

-Este químico estaba bueno.

-Ya lo creo- afirma Brandon.

-Por cierto Aix, dice Drian que vayas.

Me paro como toda una niña obediente y camino firme hasta la entrar en la habitación y tirarme en la cama junto a mi novio. No decimos nada, solo nos quedamos mirando al techo como si fuese lo más interesante que hayamos visto en nuestras miserables vidas.

-¿Te apetece ir al baño?- pregunta Dri.

-Por supuesto que sí- le sigo el juego.

-Pues vamos princesa- confrima llevándome de la mano.

Cerramos la puerta tras nosotros y siento como las personas que están fuera comienzan a saltar al ritmo de la música.

-Me estás haciendo perder la cordura princesa. Esa pantoloneta te hace un culo hermoso.

-Gracias Dri- digo ocultando mi cara de asco.

Drian comienza a besar mi cara y cuando roza nuestras labios lo paro.

-Sin besos, bebé- digo riendo por mis adentros. Todo está saliendo tal como lo planeé.

-Cómo ordenes princesa.

Me quito la blusa y el sostén, lo que le da vía libre a la boca de Drian para chupar mis senos como un animal desesperado y no me genera nada de placer, al contrario, siento ganas de vomitar. Agarro a Dri del cabello y lo aparto para dirigirlo hacia la taza, antes de hacer que se siente abro una de las gabetas que se encuentran en el lavamanos y saco una caja de condones, agarro uno en lo que él se quita los pantalones. Lo siento en la taza y me arrodillo a colocarle el preservativo.

-Me pones mucho princesa- no respondo.

Me paro y abro mis piernas para colocarme encima de su verga erecta, la tomo con una de mis manos y la introduzco suavemente en mi interior. Él gime y yo comienzo a moverme como toda una actriz porno. Pasan unos cincuenta segundos y Drian me avisa que está por correrse por lo que sonrío como si estuviese endemoniada y me levanto de un tirón.

-¿Qué haces?- pregunta confundido al verme colocándome la ropa.

-¿No es obvio bebé?

-Aixa...

-Dri, me das asco. Esta relación se terminó aquí y ahora.

-Aixa no digas esas cosas, sé que me amas, solo dices eso por los efectos de la droga.

-No fumé Drian- le informo riendo.- No vuelvas a acercarte a mí, esta relación se acabó, ¿te quedó claro?- él asiente con los ojos llorosos y le regalo una amplia sonrisa.

Termino de alistarme y salgo como alma que lleva el diablo. Todos me miran con cara de confusión y al ver la cara de alegría de Bran le guiño un ojo y me marcho de esa maldita casa.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top