022

Luego de que Sunwoo haya turisteado un poco el lugar donde recorrió, regreso al departamento donde compartía con su Hyung.

Lamentablemente regresará solo, ya que aunque se había ofrecido a recoger al mayor, este se había negado y le dijo que no se preocupara porque volvería en taxi y que mejor disfrute su momento a solas y Sunwoo intento hacerlo, lo juraba, pero no podía, parecía que su cuerpo no lo dejaba disfrutaba del todo ya que quería ver ciertos lugares con su Hyung, conocer comidas nuevas y ver lugares extraños pero solo si ese chico bajito se encontraba a su lado.





Ahora el pelirrojo se encontraba con solo su boxer, mirando su maleta con las cejas juntas, como esperado que el objeto le dijera que ponerse.

Chasqueo la lengua porque jamás le había entrado ese tipo de crisis, pero ahora él necesitaba verse guapo para su Hyung, quería verse irresistible para cuando él le entregué el regalo que le compro.

Cerró su maleta y fue a sentarse en la cama y tomo la gran caja de regalo como preguntándole ahora a él si había escogido bien en comprarlo. Pero Sunwoo sentía que si, ya que él vio aquel objeto y no pudo resistirse a no comprarlo, porque él lo vio y automáticamente pensó en su pequeño castaño, asi que no dudó en comprarlo.

Sunwoo levantó la mirada al oír la puerta siendo abierta, casi entro en pánico porque se suponía que Changmin tendría que regresar al menos una hora después, el ni siquiera estaba presentable y no podía simplemente esconder la caja, ya que está era grande y no tenía idea en donde podría ocultarla.

—Llegue — fue lo primero que dijo Changmin al abrir la habitación.

—Dios, no puedo con tu lógica — respondió Sunwoo rodando los ojos.

— ¿Y eso? — pregunto el mayor curioso al ver el gran paquete envuelto con papel de regalo que estaba sosteniendo su novio.

Sunwoo se rasco la nuca nervioso, ya que se suponía que Changmin aún no debía verlo.

—Es para ti — respondió bajándolo con cuidado y lo puso sobre la cama.

—¿Para mí? — interrogó el mayor y fue a sentarse junto al pelirrojo.

—¿Recuerdas que dije que te haría un regalo con mi primer sueldo? — hizo recordar el moreno.

Changmin junto sus labios recordándolo perfectamente.

"— No es justo — contestó el alto saliendo de su cuarto, a lo que Changmin se encogió de hombros — Pero por mi primer sueldo, te haré un regalo, i promise. — le dijo y luego se sentó en el sofá junto a su Hyung."











—Ten — ofreció Sunwoo casi tímido apuntando a la caja.

Changmin lo miro divertido y cogió el regalo — No era necesario Sunwoo.

—Shhh — lo regaño su novio haciéndolo rodar los ojos.

—Conste que lo aceptó solo porque es el primer regalo que me darás — hablo y coloco la gran caja sobre sus muslos.

—¿Mi primer regalo? — contesto Sunwoo indignado — Esto no es mi primer regalo para ti Hyung — bufo y tomo nuevamente el regalo como el niño malcriado que es. — Haz memoria o no te daré nada.

Changmin junto las cejas. Sunwoo le había arrebatado el obsequio que según era para el, lo maldecía porque ahora se encontraba con curiosidad al saber que podría haber dentro de la caja. Frunció el ceño rebuscandose en sus memorias lo que el menor le estaba pidiendo, pero no había nada acerca de Sunwoo dándole un regalo, pero luego casi giro los ojos cuando un recuerdo le vino a la mente, sabía que se trataba de eso ya que su novio era bastante infantil — Sunwoo — llamo — No se puede considerar obsequio al cepillo de dientes que yo te obligue a comprarme.

El pelirrojo jadeo mucho más ofendido — ¿Cómo que no? — hablo molesto — Fue la primera cosa que te compre, ni siquiera lo tiré porque es tuyo y ahora está junto a mi cepillo esperando que lo vuelvas a usar, osea que vuelvas a pasar la noche comigo — confesó cruzándose de brazos y desviando la mirada de su Hyung.

Changmin casi salta sobre el para apretujarles las mejillas ¿Sunwoo era consciente de lo tierno que se ve cada que hace una rabieta? Decidió no decir nada, probablemente su novio no le hablaría si supiera que el está pensado que es el bebé más lindo cuando hace estos tipos de berrinches.

—¿Me das mi regaló? — pidió Changmin con una sonrisa.

—Ya no te lo mereces — contestó bufando.

— Yo lo adivine y es mío — dijo el castaño ignorando a su novio y le arrebató su obsequio de las manos.

Sunwoo chasqueo la lengua y Changmin giro para verlo, lo cual hizo con las cejas juntas ya que solo en ese instante se pudo dar cuenta que el moreno no traía ropa — ¿Qué haces en ropa interior?

—Callate y abre mi regalo — contesto Sunwoo ansioso.

Changmin giro los ojos y luego los poso en la gran caja que estaba sobre sus piernas — Es enorme...

—Te dije que te concentraras en mi regalo.

El mayor negó divertido, poniéndose contento al ya empezar a entender las palabras con doble sentido de su novio.

Abrió de forma lenta casi enloqueciendo al pelirrojo, sinceramente lo hizo a propósito ya que sabía lo acelerado que es el menor.

Cuando Changmin finalmente se deshizo de la envoltura y abrió la caja. Casi se pone a llorar  al ver el contenido, no pudiendo creer lo detallista que es el moreno. Con sumo cuidado sacó su regalo.

—Tal vez fue estúpido — hablo Sunwoo nervioso — Pero no pude no comprarlo — explicó — lo vi en aquella tienda y todo gritaba a Changmin, aparte siempre me regañas cuando usas la mía y yo me quedo sin nada.

—Y ahora ya tenemos ambos — hablo Changmin con los oyuelos remarcado viendo el hermoso casco rojo que su novio le había comprado.

—S-si — dijo — Y aparte el hecho que fuera rojo lo hizo perfecto.

Changmin sonrió y acarició el precioso regalo que su precioso novio le había dado — ¿Que tiene que ver el rojo? — pregunto curioso alzando la mirada para ver al alto.

Sunwoo frunció el ceño como si fuera que su Hyung le había hecho la pregunta más estúpida — ¿En serio? — pregunto mirándolo — A ti te encanta todo lo que contenga rojo.

Changmin  arrugó la frente no dándose cuenta de ese detalle, según el, es el azul su color favorito — ¿Realmente?

Sunwoo lo miro cansado, no creyéndose que el castaño fuera tan estúpido como para no darse cuenta el color que le gustaba — ¿Algo que le caracterizaba a Hayle Williams por tanto años? — pregunto confundiendo mas a su novio — Su cabellera roja, la cual uso por mucho tiempo — explicó como si fuera que su Hyung no es fanático de Paramore — ¿Algo que caracteriza a tu muñeco de mierda? Su horrible cabello rojo — contesto antes que Changmin pudiera hacerlo — Cada que vas a mi casa y entre todas las prendas que tengo, siempre escoges mi camiseta roja.

El mayor agrando los ojos incrédulo. El jamas se había dado cuenta de eso, no negaba que le gustaba el rojo, pero nunca se dio cuenta la atracción que tenía hacia dicho color hasta que ahora mismo su novio le estaba siendo ver.

— Y sobre todo — volvió a hablar Sunwoo con un tono pícaro, tomo el casco de su Hyung y lo colocó sobre la mesita de luz que se encontraba junto a la cama — El chico de cabellos rojos de quién estás enamorado — dijo subiéndose encima del mayor.

Changmin soltó una risita dejándose acostar, porque en definitiva, Sunwoo tenía razón, le llamaba mucho la atención las cosas y sobre todo, las personas con un rojo particular, en especial el tonto que estaba sobre el.

—Pero el no cuenta — soltó divertido el castaño, abriendo sus piernas para que el menor pudiera colocarse en ellas.

—¿Porque está fuera de tu alcance? — pregunto juguetón acomodándose en su lugar favorito.

—Porque es un patán.

Sunwoo sonrió casi desapareciendo sus ojos, en la vida pensó que podría enamorarse de un insulto, pero allí estaba, casi saliéndole corazones solo por oír a su Hyung llamarlo de esa forma. El pelirrojo se acercó de forma sensual al rostro de su novio quien lo esperaba ansioso para iniciar un nuevo beso, pero cuando estuvo a nada de llegar a su boca, se detuvo haciendo a Changmin gruñír.

—Dilo — pidió el menor sobre sus labios.

El mayor no hizo falta preguntar a qué se refiere, ya que parecía que conocía a su novio de años por eso entendía cada mínima palabra a media que el soltaba.

Changmin observó los dos ojos que esperaban que su boca pronuncie las palabras que  el llevaba años  anhelado —  En efecto estoy enamorado de esa persona de cabello rojo — hizo una pausa para tragar saliva  — Dios, es que ni siquiera con palabras llegaré a explicar todo ese amor que le tengo, todas esas sensaciones que me hace vivir con simplemente mirarme... y... — se acercó a la boca que prácticamente estaba sobre la suya — Estoy enamorado de ti Sunwoo — el castaño lo besó con cuidado por cortos segundos — Enamorado de tus miedos, de tus inseguridades, de tu locura... — volvió a besarlo — Enamorado de tus fortalezas y de tu carisma... enamorado de cualquier aspecto tuyo aunque me enloquezca — rió un poco.

Changmin se acercó por un beso más, esta vez haciendo un poco más de esfuerzo, quería que sus labios amoldasen la exquisita boca de Sunwoo quien a su vez puso todo de su parte para no echarse a llorar debido a la felicidad que lo embargaba por volver a sentir lo labios de su novio entregándole amor a los suyos.

—Estoy enamorado de tus ojos, de tu cabello rojo, de esa tierna mirada que siempre intentas ocultar de mí... estoy enamorado de tu masculino aroma, enamorado de tu voz, enamorado de tus talentos y también de tus defectos... — suspiró.

—¿Cuáles defectos? — pregunto Sunwoo totalmente abrumado. Estaba usando toda su fuerza de voluntad para no derrumbarse, estaba tan enamorado de ese tonto nerd que quizás palabras faltarían pero los hechos sobraban  y por eso mismo, Sunwoo inclinó la cabeza para mezclar sus labios con los de su Hyung en un prolongado pero dócil beso que consiguió enrojecer las mejillas de ambos.

Con mucho cuidado, sus lenguas tuvieron un leve encuentro, muy corto pero lleno de entusiasmo y después de distanciarse, Sunwoo deseó seguir besando esa hermosa piel con el único objetivo de llevar sus húmedos labios frescos hacia las regordetas mejillas de su pequeño novio quien traía la cara pintada de su color favorito, rojo.

—Es  bueno saber eso...— respondió Sunwoo a toda esa declaración de amor y recibiendo un golpe en el pecho por eso.









































—¿Algo especial que quieras comer? — pregunto Changmin volteando a ver a su novio que iba sentado en el asiento del acompañante tarareando la música que sonaba de fondo.

Sunwoo al ser llamado volteó para ver al conductor — Quisiera probar comida japonesa — respondió.

Changmin asintió y busco en su móvil un restaurante en la cual pueda llevarle a su novio, sonrió cuando el mapa le indico uno que no estaba muy lejos de donde estaban. Colocó la dirección en su GPS y condujo al lugar.






















— Whaoh — fue lo primero que dijo Sunwoo al ingresar al elegante lugar. — ¿Crees que mi ropa está bien? — pregunto algo incómodo al ser observado por algunas personas.

—Estas perfecto — contesto Changmin y luego tomo la mano de su novio tratando de transmitirle la seguridad que este le brinda. Pero de igual manera Sunwoo se sacó la campera de jeans que tenía encima para solo quedar con un simple abrigo.


























Durante toda la comida, Sunwoo comía aún con incomodidad, por miedo a que un solo mal movimiento causará llamar la atención de las demás personas. Volteo para ver a su novio, quien comía de una manera tan elegante, como si de un príncipe se tratase, siempre vestido de una forma tan fina como si sabía que en cualquier momento podía presentarse una ocasión así. En cambio el, parecía que sabiendo que debía comer relativamente decente, ahora le daban ganas de comer solo con las manos.

—¿Mmm? — pregunto Changmin con la boca llena y mirando al alto que no dejaba de observarlo — ¿Quiejges? — ofreció a lo que su novio negó.

El mayor trago su comida viendo el plato de Sunwoo, quien parecía que ni había tocado su almuerzo. Junto las cejas ya que el moreno horas antes le dijo que moría de hambre y ahora parecía que su apetito se fue.

—¿Pasa algo? — pregunto Changmin llevando una mano bajo la mesa y acariciando el muslo ajeno.

—No — contesto Sunwoo queriendo cerrar sus ojos y dejarse llevar por los mimos bajo la mesa — Simplemente ya no quiero comer.

Changmin frunció el ceño, mirando fijamente al menor buscando alguna mentira en sus palabras y lo encontró. Conocía suficientemente a Sunwoo como para darse cuenta que es lo que realmente le pasa.

—Vamos — dijo levantándose.

—¿Eh? — pregunto Sunwoo viendo a su Hyung pararse.

—Vamos — repitió y llamo al mesero para que cobrará su almuerzo.

El pelirrojo miro confundido a su novio, pero de igual manera se levantó y siguió a Changmin a la salida.


























—¿Tienes idea de a dónde vamos? — pregunto Sunwoo caminado con Changmin al lado.

—No — respondió este con una sonrisa.

—Al menos debimos venir en el coche — Bufo, ya que el mayor había dejado el auto en la esquina del restaurante en la que estaban comiendo minutos antes.

Changmin paro su caminar y Sunwoo igual, el bajo se paró frente a su novio y levanto la cabeza para poder verlo mejor y que la luz del sol no le de directo al rostro — En el coche no podremos apreciar mejor el lugar — dijo — Estamos en Tokio Sunwoo, disfrutemos.

El nombrado sonrió, su Hyung tenía razón, no siempre podría estar en lugar tan hermoso como lo era Japón y más acompañado de su novio. Asintió y tomo la mano del castaño, de ahora en más disfrutaría cada minuto que pasada en ese país y sobre todo, disfrutaría de Changmin.























La pareja estaba comiendo cómodamente en un local de comida. Lugar sencillo pero bonito y sobre todo, agradable.

—¡Basta! — regaño Changmin golpeado a su novio en el brazo, mientras intentaba parar de reír.

—Lo digo enserio — hablo sonriendo — Pero fue hace años — comento y luego se agachó para poder llevar su comida a la boca, su novio negó divertido por la estúpida anécdota — Estábamos comiendo fideos y luego el estornudo y...

—¡Sunwoo! — dijo tapando su boca con la mano y que su comida no saliera de ella — Cállate y déjame comer — pidió entre risas ahogadas.









El alto hizo lo pedido y se dedicaron a comer su comida en silencio. Sunwoo no entendía como alguien podría verse tan tierno incluso haciendo algo tan simple como lo es, el comer, pero él podía jurar que tenia al novio más bonito de todos, miraba embobado la concentración de Changmin en su comida como si fuera un niño escogiendo que vegetales comer, así que disimuladamente sacó su móvil para poder tomarle una foto a lo que él le pareció una  adorable escena.






















Ambos salieron sonriendo del lugar. Changmin sé sintió bien al ver que su novio en todo momento no dejo de comer, ambos hablaron con comodidad y pasaron un agradable almuerzo.






Cómo Sunwoo había prometido, sacaba fotos y se los enviaba a su madre, incluso se pasó enviando fotos de Changmin cuando éste no se daba cuenta, primero fue porque su madre le pedía que tambien se la sacara a su Hyung para comprobar que el no se había escapado de el y Sunwoo no la culpaba, probablemente si el hubiera hecho ese viaje con cualquier otro Hyung, el se escaparía y recorrería Tokio el solo y tal vez tratándose de coger una que otra Japonesa, pero su novio no es cualquier Hyung y había más posibilidad que sea  Changmin el que se escape de el. Rió tomando otra foto de su pareja, seguro la galería de su madre estará llenas de fotos de su príncipe.











































Iban caminando admirando las bellas calles de Tokio, hasta que pasaron por un sucio callejón y Changmin paro al oír uno de sus sonidos favoritos.

—¿Oyes eso? — dijo Changmin buscando con la mirada al dueño del sonido.

—¿Que? — pregunto su novio confundido.

—Eso...— luego se volvió a escuchar —  ¿Ya lo oíste?

Sunwoo junto sus cejas, no escuchaba algo que pudiera llamar su atención, solo se oía los autos y personas caminar — ¿Changmin, que...?

—¡Shhh! — callo y luego fijo la mirada al lado de un local de comida rápida — Por allí — dijo y tomo a Sunwoo de la mano y lo arrastró hacia dicha zona.

Sunwoo al ver que era lo que tenía así a su Hyung le hizo rodar los ojos, por un momento se asustó de la expresión sería en su novio al pedirlo que escuchará lo que el estaba  oyendo, pero ahora que sabe quien es el responsable, sonrió.

—Ooh, mira Sunwoo — dijo Changmin, poniéndose de cunclillas para tomar al pequeño y sucio animal.

—Otra oveja — se burló al ver al perrito que parecía al caniche que su Hyung usaba como perfil.

Cuando el mayor tomo al animal en brazos, casi se le parte el corazón al sentirlo tan flaco, prácticamente podía sentir sus costillas.

—Sunwoo no podemos dejarle aquí — dijo el castaño angustiado.

—Changmin, tampoco podemos llevarlo — contesto suave ya que el tono con la que su Hyung empleo la oración hizo encoger su corazón.

Changmin abrazaba al perrito importándole que este ensuciara su ropa. Sunwoo podía jurar que su novio estaba a nada de llorar — No puedo dejarlo en ese estado, se nota que apenas es un cachorrito, si lo dejo morirá...— hablo inflando sus mejillas.

Sunwoo puso sus manos en jarras debatiéndose, no podían llevar al perro, ese departamento ni siquiera era de ellos y aparte tampoco podían llevarlo a Corea. No quería ver a su novio con esa expresión, también le daba pena la pobre ovejita que parecía que apenas y tenía fuerza para ladrar.

—Llevemosle en una veterinaria — propuso mirando a su Hyung que no dejaba de acariciar al animalito — Allí le decimos que solo lo encontramos y que lo dejaremos y que ellos se encarguen de cuidarlo y darlo en adopcion.

Changmin levantó la cabeza con los ojos brillantes, quería bajar al perrito y saltar a su novio para llenarlos de besitos como vio que Younghoon hacía muchas veces con el pelirrosa.

—Sostenlo por un momento — dijo y le dio el caniche al menor que apenas y tuvo tiempo para tomarlo.

—Iugh ~ — hablo Sunwoo arrugando la nariz por el feo aroma del perro.

—Buscare en internet la veterinaria más cercana — anuncio sacando su móvil y desbloqueandolo, sonriendo inconscientemente con la foto que tenía su pantalla.

Sunwoo extendió ambas manos con el perro en ellas para alejarlo de su cuerpo y que su apestoso olor no se quede impregnado en su ropa.

—Encontre una — dijo sonriente — pero está muy lejos de aquí, debemos  ir por el auto.

—Lo que sea — chasqueo la lengua el moreno — Ten a tu oveja — dijo y le extendió al animalito, lo cual Changmin lo tomo encantado y lo cargo como si fuera un bebé.






























































Ya siendo totalmente de noche, casi las ocho y media de la noche para ser más específico, se encontraba Sunwoo conduciendo el auto alquilado del mayor y este se encontraba con la cabeza pegada al vidrio viendo las luces que adornaban la bella ciudad.

—Hyung, tu oveja estará bien — trato de animar — allí le cuidaran y le darán su adopción a personas buenas.

Ambos ya habían vuelto de la veterinaria. Changmin no pudo evitar soltar unas lágrimas cuando el veterinario les informo que fue una suerte que lo hayan traído a tiempo, puesto que el pequeño caniche contaba con una etapa leve de anemia, la cual afortunadamente no se complicó considerando los poco meses que tiene de vida. Sunwoo logro entender todo, ya que para su suerte, el doctor era coreano y pudo explicar en su idioma el estado del perrito.

Sunwoo sabía que su Hyung se encontraba triste, aunque ahora sabía que el perrito está en buenas manos, eso no le quitaba el mal sabor de pensar que hubiera pasado si él no lo escuchaba, cualquiera que lo viera pensaría que Changmin y la oveja llevan años juntos y no solo media hora de conocerse.













—¿Donde nos llevas? — pregunto el castaño muchos minutos después al ver la zona casi nada transitada en la cual Sunwoo está pasando.

—Googlee un lugar en la cual podremos estar tú y yo solos con Tokio.

Changmin junto las cejas al no entender una palabra que el menor había soltado — ¿Googleeaste?

Sunwoo asintió sin dejar de mirar la carretera. Changmin se levantó un poco de su asiento para observar la pantalla del GPS para tener una idea de dónde vergas lo está llevando su novio.


















—¿Sunwoo no crees que estamos muy lejos? — pregunto Changmin, ya que hace un tiempo el moreno no había cruzado ninguna esquina, parecía que iba cuesta arriba como si estuvieran en una colina.

El pelirrojo no respondió, sabía que el mayor tenía razón, ya se había alejado demasiado, incluso el quería girar el auto y volver. Entre los dos, era el, el que más miedo tenía, la calle parecía una fantasma, la oscuridad era total y ningún auto o moto estaban pasando hace horas, pero no podía demostrar nerviosismo delante de su Hyung, así que siguió conduciendo cómo si supiera en donde mierdas se estaban yendo.






"Y cuando lleguemos a casa, se que no vamos a sentir que estamos en nuestro hogar en lo absoluto"

"Este lugar en el que vivimos, no es donde pertenecemos y extraño lo que éramos en el pueblo que podíamos llamar nuestro, volver para fugarnos después de que todo hubiera cambiado".

Se podía oír la canción Franklin de Paramore sonando de fondo desde los parlantes del auto.











—Whoau — dijo Changmin al bajar del auto y ver las luces de la inmensa ciudad desde arriba.




"Porque me recuerdas a una época en la que estábamos vivos.
¿Recuerdas eso?
Porque me ayudas a dejar a un lado a todo lo que he dejado atrás.
¿Recuerdas eso? ¿Recuerdas eso?








Sunwoo se paro tras el, luego de varios minutos conduciendo, el GPS por fin anunció su destino. Llegaron a un alto acantilado donde se podía ver casi todo el país desde su elevada altura, aunque el lugar aún le daba miedo, ya que era totalmente oscuro y solo tenían la luz del coche como claridad, también sentía una paz, como si fuera que nada malo podría pasar allí, que no había problemas, responsabilidades, dramas, solo eran...

Tu y yo solos y Tokio — dijo Changmin en voz alta como si estuviera teniendo el mismo pensamiento con su novio.


"Así que estamos aquí y ahora y nadie nos conoce. No voy a acostumbrarme  esto, no voy a acostumbrarme a no estar..."

"Y volver no va a ser lo mismo si no vamos a quedarnos. Volver para huir después de que todo hubiera cambiado"




El alto abrazo al castaño por detrás y rodeo sus brazos por la cintura y hundió su rostro en su cuello embriagandose con su dulce aroma a bebé. Changmin recostó totalmente su espalda en el fuerte pecho del moreno, acariciando con su nariz la cabeza que se encontraba encima de su hombro.


"Tomando nuestro tiempo. Está tomando nuestro tiempo. No podemos volver..."


— Es hermoso — dijo Changmin admirando totalmente la belleza.

—Valio la pena — hablo Sunwoo entrelazando sus manos con las de su novio sobre su pequeña barriguita.


"Porque me recuerdas a una época en la que estábamos tan vivo ¿Recuerdas eso?"














































¿Y porque no prácticas fútbol?

Changmin se encontraba sentado sobre el capo del auto con las piernas abiertas y Sunwoo estaba parado en el suelo en medio de ellas.

—Aunque soy bueno — contestó el moreno acariciando los costados de la cintura de su novio — Soy muy flojo para seguir normas.

Changmin  rodó los ojos, ni siquiera le sorprendió su respuesta — Y aún así tienes un  trabajo.

—Una pasantía...— corrigió, bajando su cabeza para acariciar el mentón de su Hyung con su nariz.

Aún se encontraba en ese silencioso alcantilado, aunque a Sunwoo le maravillo la vista, dejo de verla ya que le estaba produciendo vértigo y es por eso que estaba dándole la espalda mirando solo a su bonito Hyung.

—Nunca me dijiste el porqué buscaste esa pasantía por cierto...

—Fue por Xiaot...— Sunwoo rápidamente callo al darse cuenta que estaba apunto de soltar — Xiao Luhan — dijo de forma veloz — ¿Te recuerdas de el, no? El padre de Xiao Woonyoung, porque fue por el, solo por el, no existe otra persona más, puff.

Changmin frunció el ceño al notar el repentino nerviosismo del alto. En cambio Sunwoo estaba a nada de ponerse a sudar, no entendía como había personas que tienen dos parejas, esposas y amantes y podían vivir tranquilamente con ello,  él sentía que le estaba siendo infiel a Changmin con el simple hecho de ser amigo de Xiaotong.

Bajo rápidamente sus labios a los de su novio, sabía que Changmin podría descifrar cada que miente, porque antes el se consideraba un gran mentiroso, pero desde que su Hyung vino a su vida, parecía que su lengua se negaba a mentirle.

Juntaron sus labios en un dulce beso, ambos podían disfrutar de un cómodo beso que no querían terminar. Un beso que estaba consumiéndolos en el cálido placer de un amor genuino y puro que en ellos había nacido.

El beso era sencillo y amoroso, simplemente mezclaban sus labios que encajaban tan a la perfección como ningunos otros, la suave textura de ambos labios los transportaba a un mundo de agradables sensaciones en las cuales podían experimentar más, mucho más. Changmin adoraba el sabor de los labios de su novio, lo incitaba mucho a no querer terminar el lindo beso que se daban bajo la luz de luna.

Se separaron sólo un poco para poder sonreír y continuar esta vez con sencillos picos; se dieron uno, luego otro y finalmente uno más para volver a sellar sus labios en un prolongado beso. El castaño colocó la punta de su lengua sobre el frío piercing de su novio quien, con una sonrisa, aceptó la petición y dejó de mover sus labios para que Changmin se dedicará a jugar con  el metal que adornaba su labio inferior.

— Sabes...— hablo el pelirrojo una vez su boca fue liberada — Tenía cierta duda acerca de venir, osea a Japón específicamente — dijo presionando más a su Hyung a su cuerpo.

Changmin soltó un murmullo mientras se encargaba de jugar con los cabellos finales del alto — ¿Tiene algo que ver con tu padre? — pregunto cuidadoso.

Sunwoo trago grueso y asintió. Como no quería que su Hyung lo viera con una expresión lamentable, escondió su rostro en el cuello de su novio y lo abrazó con fuerza, el castaño hizo una mueca y no dejo de dar mimos al alto — Se que es ridículo — formuló Sunwoo — no puedo estar resentido con personas de nacionalidad Japonesa por algo que hizo mi papá, pero no son las personas en sí, es...

—Sunwoo — llamo Changmin moviendo su hombro para que el pelirrojo sacará su cabeza de allí — Claro que no puedes — dijo sosteniendo el rostro del moreno con sus manos — Es como que mi papá este con alguien nacido en China y...

Sunwoo no pudo evitar reírse, le parecía irónico que el mayor usará justamente ese ejemplo, ejemplo que no estaba para nada lejos de la realidad, ni un poco.

—¡Te estoy hablando en serio y tú te ríes! — rechisto soltando el rostro del moreno para poder cruzarse de brazos.

—Lo siento — se disculpó — Ya no hablemos de eso, mejor...

—¿No crees que no eres justo con el tema? — se atrevió a decir el castaño.

—¿Eh?

— ¿Cómo sabes lo que realmente paso si tú te niegas a escucharlo? ¿Cómo sabes que la historia no es diferente a lo que tú crees? — destacó tratando que su terco novio entrará en razón.

—¿A qué viene todo esto? — interrogó Sunwoo confundido, dando varios pasos hacia atrás y alejándose del calor de su Hyung.

Changmin se encogió de hombros, temblando internamente, tal vez se había pasado un poco, sabía que no debía inmiscuirse en ese asunto tal delicado, pero si el tiene la posibilidad de tal vez aclarar un poco, la usaría, pero sabía que este no era el momento.  Usando como una estrategia desesperada, se recostó un poco sobre el coche, recargando su peso en ambos codos y empleando un tono meloso impropio en el, hablo tratando de que la atmósfera de segundos antes vuelva.

—Sunwoo — llamo dulce — Creo que tengo frío.

El mencionado como si se tratara de memoria a corto plazo, dio los pequeños pasos que le faltaba para llegar al cuerpo de su Hyung, tomo a su novio nuevamente de la cintura y lo atrajo a el sacándole un jadeo de la sorpresa.

—¿Deseas que te abrace, Hyung? —  propuso de manera seductora.

—Tambien que me beses — balbuceo el  mayor hipnótico, alzando su cabeza para poder mirar el rostro del moreno, cuyo rostro solo era iluminado por la tenue luz del coche y la sensual luz que la luna y estrellas les estaba regalando.

Sunwoo rió un poco y fue directo hacia los labios del mayor otra vez, amaba a más no poder la clara sensación que hallaba en ellos, era como magia. Repasó con su lengua los labios de Changmin, suaves como sabrosos, lo hizo de manera rápida pues su sátira intensión era profanar esa boquita tanto como pudiese.

El menor bramó usando su fuerza para dar un veloz movimiento en donde el castaño terminó pegado a el, con los piernas abiertas y envuelta en su cadera, a su merced, atrapado en su musculoso cuerpo sin siquiera tener la opción de escapar pues Sunwoo lo había dejado hechizado con los besos que nunca cesaron y esas suaves mordidas entregadas a su blando labio inferior que le hicieron querer lloriquear.

—¿Y...? — Sunwoo pregunto — ¿Ya no tienes frío?

—No lo sé — Changmin tomó la camisa del moreno y lo atrajo a él por otro beso — Creo que aún necesito calor.

—Changmin...

Sunwoo no iba decir que estaba agotado de besarlo, eso nunca, pero empezaba a sentir la ausencia de oxígeno para sus pulmones, por lo tanto, tuvieron que separarse incluso cuando el castaño se quejó ante el amago. El menor sonrió con arrogancia al ver el desastre que había hecho en Changmin, su pequeño novio  se hallaba todo ruborizado, con los cabellos revueltos, los ojos brillantes así como también la presencia de una leve hinchazón en sus colorados labios. Un Changmin en ese estado, delirando por medio de su expresión, abriendo las  piernas para  el  significaba algo que jamás en la vida quería abandonar.

—¿Ayudaría si hago esto? — Sunwoo pregunto, pero ni siquiera esperó por la respuesta del contrario y llevó sus labios a este palpando por medios de estos el calor que Changmin  pedía.

—Sí... ah... — de inmediato el bajo llevó sus manos hacia el cabello del pelirojo trazando surcos en él.

—Creo que sí te muerdo un poco se te irá más rápido.

—Mierda...

Sunwoo  no supo cómo fue que su erección no había hecho un agujero en sus pantalones, los placenteros jadeos mezclados con palabras que soltaba Changmin estaban acabando con él y su buena paciencia; poco a poco fue deseando arrancarle la ropa a su precioso novio, dejarlo desnudo para él, ver cada ángulo suyo, cada pulgada de su piel, cada pigmentación ruborizada que se le iría formando al intimar.

La situación era en parte similar para el mayor, tenía una gran tienda de campaña en sus pantalones, se había puesto duro y sabía que estaba mal, que estaba cayendo otra vez, pero en su mente se hallaba la maldita idea del placer, de la forma en la que últimamente lo estaba adquiriendo, Changmin necesitaba que Sunwoo colocase algo en su interior pero incluso pensarlo aún lo avergonzaba.

—S-Sunwoo...~

—¿Mmm? — el moreno lamió de forma ascendente el cuello de su Hyung humedeciendo perfectamente su camino.

Changmin se sentía como un completo idiota bajo el cuerpo del más alto siendo este quien le devoraba el cuello a punta de húmedos besos y suaves succiones sobre su tibia piel; sintió que estaba derritiéndose, los besos aplicados le causaban algo de cosquillas pero no más que puro placer que empezaba a transformarlo en otra persona, una que al parecer estaba tan carente de todo y buscaba complementar sus necesidades propias con el dueño de esos empalagosos besos frescos.

—Aghs...

El menor abandonó el cuello del castaño para volver a atacar sus labios ahora de manera pausada aunque sin perder esa lascivia en su accionar. Para ese momento, Changmin había amarrado sus brazos por el cuello del pelirrojo pasándolos por los hombros de este, se aferró a él, a su boca, a sus palabras y a su contacto; su mente iba perdiendo el juicio, estaba en blanco, no podía pensar en otra cosa más que en su propio placer y aunque egoísta sonase, sabía que Sunwoo estaría de acuerdo en ayudarlo con cualquier maldita necesidad suya.

—Tambien necesito de tu calor Hyung — ronroneo el moreno — Me haces sentir tan caliente.

Sinceramente Changmin no supo cómo fue que, en efecto, esas últimas palabras que el contrario soltó terminaron infectando su mente con esa potente carga de lujuria.

Sunwoo no se contuvo más y fue introduciendo su mano por debajo de la playera del bajo acariciando esa blanca y caliente piel lechosa provocando que su pequeño novio se retorciera por el harto placer que retenía en su ser. El menor juró haber alcanzado parte de la gloria cuando su pulgar rozó el pezón derecho de Changmin iniciando entonces con masajes circulares para aquel.

El de anteojos traía como fuego en la cabeza, estaba tan excitado como para dejar el momento en un simples caricias , él quería hacerlo, quería follar con Sunwoo.  Y este seguía amando ese precioso permiso que le daba el mayor para hacer su voluntad; sabía a la perfección que había causado cierto cambio en él, no sabía hasta que grado, mas sabía que Changmin nunca lo admitiría, así que por lo pronto se apresuró en concentrarse en aquel punto por donde su precioso novio sentía más placer recientemente: Su interior.

El bajo ni siquiera se quejó y hasta cooperó, cuando Sunwoo le alzó la playera y arrebató sus pantalones sin pasar por alto la forma casi desesperada en la que lo hizo, con furia, siendo intenso, gruñendo pegado a su oreja tras despojarlo de un sólo tirón junto con su ropa interior. Changmin quedó expuesto y Sunwoo maravillado por poder apreciar esa rigidez en el pene de su novio provocada por él, estaba orgulloso, quería sujetar ese conocido miembro con sus labios, humedecerlo y darle todas las succiones que se merecía para recibir su esperma pero sabía que incluso su Hyung no estaría conforme con eso, mágicamente había hecho que el mayor se volviese un maldito adicto a sentir el placer anal por lo que le tocaba hacerse cargo.

—Changmin...— hablo el pelirrojo.

El mayor separó los labios cuando Sunwoo colocó un par de dedos sobre ellos y sin perder más tiempo, empezó a succionarlo casi como si su vida dependiese de ello, repasó con extrema habilidad su lengua por eso largos dígitos gruesos que pronto irían a hacia abajo, hacia su zona íntima a profanar su estrecho agujero.

El menor disfrutaba tanto de ver a Changmin chupando algo y moría por reemplazar sus dedos por su hombría llegando a su mente las infinidades de imágenes que había guardado de su novio reteniendo su duro pene en la boca, pero por lo pronto estaba conforme; dejó que el bajo lubricase a la perfección sus dígitos, amó sentir la lengua del mayor envolviéndolos y jugando en medio de ellos. Sunwoo cooperó, mientras se divertía, tras empujar sus dedos muy dentro de la boca del mayor, deslizar aquellos en esa húmeda cavidad encargada de brindarle los mejores trabajos orales consiguiendo entonces unas deliciosas arcadas por parte del castaño y volver sus ojos llorosos. Changmin era un lascivo placer andante, lo estaba enloqueciendo.

—Uh-ujum.

—¿Ya estás listo? — Sunwoo pegó la lengua en su oreja lamiendo — Muero por meterte los dedos hasta verte eyacular.

—Haz-hazlo... por favor... Sunwoo...

El menor se acomodó ordenándole también al castaño que abriese más las piernas,  quería tener todo el espacio y la libertad para poder penetrarlo.

—¿Y eso? — pregunto Changmin jadeando al ver el plástico plateado que Sunwoo había sacado de su bolsillo delantero.

—Sabes que amo correrme en ti — dijo el menor rompiendo el plástico desesperado — Pero lamentablemente ahora debemos usar protección — explicó y llevo el condón a su gran pene — La casa está muy lejos como para que estés sucio todo el largo camino.

Changmin quiso sonreír y gritarle a Sunwoo que dejara de ser tan detallista, que cada acción cuidadosa que tenía hacia el, le hacía a su pobre corazón querer explotar, que vuelva a ser ese niño desconsiderado y que dejara de comportarse como alguien que quería enamorarlo cada  día, porque Changmin estaba perdiendo la razón por aquel estúpido chico quien lo miraba cual lobo ambriento.

—Puedes  gemir tan alto como quieras — hablo Sunwoo acomodándose mejor entre las finas piernas de su novio — puedes clamar por más — Changmin tiro la cabeza soltando un suspiro con solo oir al menor con esa voz tan ronca que hacía querer correrse con tan solo escucharla — puedes ordenarme por medios de tus jadeos todo lo que quieras Changmin.

—Dios...

Ubicado en medio del mayor y sin perderse ni un sólo detalle de sus expresiones, Sunwoo enterró el primer dedo dibujando poco a poco su lasciva y hasta enferma sonrisa en cuanto el castaño soltó el primer gimoteo; el segundo dedo no tardó en ser introducido así que en pocos segundos, Changmin ya tenía aquellos largos dígitos dentro suyo buscando con notoria experiencia su sensible punto para hacerle perder ya la cabeza.

—¡A-ahí! ¡Mier-mierda!

Sunwoo quiso reír, no tenía planeado encontrar el lugar feliz de su Hyung tan rápido. 

—¡Mi-mierda!

Soltó Changmin al instante en el que el menor enterró un tercer dedo en él provocándole ver las mismas estrellas del placer, aquellos tres dígitos se ubicaron hasta maltratar su próstata consiguiendo entonces que su pene soltase una fuerte pulsación que lo conllevó a correrse sin siquiera haber intentado prolongarlo por un poco más.

Changmin se abstuvo de decir algo cuando vio a  Sunwoo abrir el cinturón de su jeans. Todavía estaba algo abierto de la noche anterior, así que cuando le metió la polla sin miramientos solo quemó un poquito.

—¡Siiii! — grito el castaño tirando su cabeza para atrás.

Sunwoo cerro los ojos mordiéndose los labios, no queriéndose ser más ruidoso que su novio.

El menor retrocedió, arrastrando su erección sobre la próstata del castaño provocando que su cuerpo temblará de placer. Sus manos se posaron con fuerza en las caderas de Changmin.

—¡Ah!...j-joder~

Sunwoo golpeó su polla con fuerza dentro de su Hyung — Mierda, Changmin — gruñó embistiendo con mayor velocidad.

—Síiiii, más fuerte.

Sus cuerpos sonaban de forma obscena cada vez que la pelvis de Sunwoo​ chocaba contra sus glúteos. Más rápido, más húmedo, más bestia. Brusco.

Changmin firmó sus manos un puño y usó un antebrazo para apoyarse al coche  mientras llevaba la otra mano al cabello rojo.

—Más —gimió. Su próstata siendo martilleada y el menor se inclinó para morderle el lóbulo de la oreja— ¡Más~ Sun...Sunwoo-ah!

Sin hacer ningún comentario al respecto, soltó una risa profunda. No era burla, o al menos no lo parecía con esos gemidos de por medio.

—Tócate, idiota.

Changmin no necesitó oírlo dos veces para llevar una mano hasta su erección y empezar a bombear con desesperación. Dobló la espalda, movió sus caderas hacia adelante para conseguir más y más y lloriqueó cuando su cuerpo empezó a sacudirse de forma placentera, envolviéndolo en un potente orgasmo.

Sunwoo continuó empujándose con rabia varias veces más y abarcando una gran porción de su hombro, clavó los dientes mientras se corría.

—Joder — fue lo último que dijo el moreno mientras dejaba que toda su esencia quedará en el plástico que envolvía su pene.

Sunwoo apoyo su frente contra la de su Hyung, ambos respirando pesado y sin intenciones de alejarse.

—En serio...— hablo Changmin en forma baja — En serio tuve la intención de conducir esta vez, pero...

—Te estás durmiendo — dijo Sunwoo divertido, bajando un poco la cabeza para ver a su Hyung ya con los ojos cerrados y soltando una risita. El moreno levantó la cabeza, sonriendo al ver el cielo  oscuro y adornadas de muchas estrellas, era una noche hermosa y un momento perfecto.

Nuevamente volvió a agacharse para  esparcir delicados besos sobre la pálida piel del mayor que repentinamente sintió necesidad de llenarlo de mimos, sus labios cosquilleban por querer tocar esas regordetas mejillas quien tenía escondido a  dos hermosos oyuelos.

Importándole que su novio probablemente ya se había dormido, se encargó de besar su rostro, especialmente en su cuello el cual, de ley, no tardo en colorarse. Changmin jadeó un poco, disfrutaba en demasía cuando la húmeda sensación fresca acariciaba su piel con cierta pasión y cuidado,  mejor aun cuando el único responsable era Kim Sunwoo.

















Llevo a Changmin al estilo nupcial. Lo coloco con el mayor cuidado posible en su asiento y abrochó su cinturón. Dio la vuelta para poder subirse al asiento del conductor para ya ir a descansar como deseo hacerlo toda esa tarde.

Encendió el motor aguantando el miedo de conducir de nuevo por ese terrorífico camino, camino lo cual era limpio y seguramente de día era hermoso ya que se podía apreciar mejor el bosque, pero de noche era la calle más aterradora y considerando que probablemente es el único coche transitado a esa horas, luego frunció el ceño, ni siquiera sabía qué hora era.

Vio el teléfono de su Hyung cargado a la entrada USB del coche, así que estiró su mano para poder ver la hora en su pantalla.

El corazón de Sunwoo empezó a latir con  fuerza al ver la imagen que su novio tenía como protector. Cuando Changmin le había dicho que usaría la foto que desprevenidamente le había sacado, le restó importancia, no creyendolo capaz.

Con el corazón en la garganta, se inclinó hacia el dormido cuerpo de su novio y no se resistió a posar sus labios con la de su pequeña pareja.

Sus acolchonados labios eran sin duda la combinación perfecta. Las manos de Sunwoo viajaron desde los hombros estrechos de su novio hacia su rostro porque se le había dado la regalada ganas de acoger el adorable rostro de Changmin entre sus palmas para poder besarlo, besarlo, besarlo y no detenerse nunca de trasmitir su genuino amor por medio de dulces besitos. La pequeña boca de Changmin no se movía, puesto que el dueño estaba dormido, sin embargo, Sunwoo de igual manera se encargaba de darle suaves piquitos.

Changmin podía sentir en medio de su somnolencia los amorosos besos de su novio, pero no tenía la fuerza suficiente para abrir sus ojos, lo cual lo hizo maldecirse ya que no estaba aprovechando a Sunwoo modo cariñoso, pero aún así, se acomodó mejor y se dejó hacer.

Los besos del moreno no podían siquiera compararse con alguna otra cosa placentera en el mundo, Changmin deseaba que esos tiernos besitos fuesen entregados para él por muchos más meses, quizás años, no importa cuánto, pero que sean mucho tiempo, pero sabía que para eso, primero debía ser sincero con el pelirrojo.

Sabía que Sunwoo odia las mentiras, según el, dice que hieren a la gente a la larga. El prefiere la verdad porque hiere al instante, lo cual su perspectiva de la sinceridad lo pone en un dilema.



Sunwoo dejo un último besito en los labios de su novio, sabía que Changmin estaba luchando para poder despertarse, pero él sabía que no podía ser posible, las veces que ellos han tenido sexo, el castaño duerme por horas que más de una vez lo llego a asustar ya que parecía que su Hyung no abriría los ojos nunca.

Escucho la respiración calmada del  mayor, lo cual indicaba que se había entregado completamente al sueño. Con el dorso de su dedo, Sunwoo dibujo pequeños círculos sobre sus mejillas donde se encontraban sus oyuelos, dejando un último besito en su boca, lo cual parecía un pequeño beso insignificante a simple vista, pero para el moreno era uno de sentimientos desbordantes.

Esta experimentando algo completamente nuevo y extraño, pero de alguna forma lo hace sentir cómodo y protegido, sin presionarlo, sin ridiculizarlo o cohibiendolo.

Miro una vez más la pantalla del móvil ajeno, negó sonriendo y lo dejo en su lugar para posar sus manos en el volante y conducir.


























Y bueno...aquí nos despedimos, espero que me digan cómo les está pareciendo el transcurso de la historia.

No sé estresen con los enredos de Changmin, dentro de poco todo explotará y ya no habrá más mentiras lo juro, pero....jhhs ya no daré más spoiler.

Disfruté mucho escribiendo y espero que ustedes lo hayan disfrutado de igual manera leyendo.

Nos leemos en un futuro sábado, cuídense, tomen agüita, Stan a The Boyz , creo que ya es innecesario mencionar que los amo con todo mi corazoncito y nada...

¡Muak!









Sorry, pero tenia que compartir esta foto. La ropa, el cabello, todo...casi quedó crazy porque si se parecen a nuestro Sunkyu


Jhdssj, ahora sí bye❤❤

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