El alfa tenía los ojos hinchados y rojos, parecía que la sangre brotará de ellos tarde o temprano. La culpa lo carcomía todo el tiempo, porque había dejado morir a SeokJin, no había podido salvar al omega.

¿Qué clase de alfa era?

Recordó a Taehyung y pasó su mano por su nuca lisa y prolija sin ninguna marca, cicatriz, ni siquiera un raspón así que sí, él seguía siendo un alfa. Se había sometido a la pasión, a Kim Taehyung,  pero el alfa no lo marco; no se pertenecían, no había forma de que Hoseok cambiará si no existía marca.

Por lo pronto, se encontraba perdido en la nada con dos cachorros lobo a su lado. Los niños no habían parado de llorar porque querían ver a su papá, sólo se calmaban cuando el cansancio les ganaba y se quedaban dormidos. Los cachorros por lo regular temblaban por el frío que no se les podía calmar, a pesar de que Hoseok había tomado su forma animal y había obligado a los niños a tomarla también para mantenerse calientes.

El clima de esa zona era lluvioso, húmedo, con vientos helados. Los lobos caminaron por tierras rocosas y lodosas,  alrededor de tres días sin volver a su forma humana. Hoseok estaba cansado, los cachorros también, sumando a su situación que se encontraban deshidratados y con hambre.

El alfa temía que los cachorros cogieran una gripa y murieran, al ser muy pequeños no podían resistir, menos sin el calor de su padre omega. Definitivamente la suerte no estaba de su lado y todavía faltaban varios kilómetros para llegar a su manada, a su hogar y tener un techo sobre él y los pequeños lobos. Él estaba consciente de que la situación no iba a ser mejor una vez que llegara a su hogar: tendría que enfrentar a sus madres y Taeyeon no era precisamente una madre cariñosa, es una alfa prepotente y egoísta; saber que Hoseok se había casado y sometido con otro alfa no sería una grata noticia para ella. Se la imaginaba hecha una furia con su látigo en mano y sólo pensar en eso le daba escalofríos.

Sólo podía esperar a que Taehyung muriera para poder librarse de él; tal vez así su vida no estaría tan de cabeza, tal vez así su madre logre perdonarlo. Ese deseo era el más lógico y sin embargo, en el fondo de su corazón, no deseaba el mal del castaño, y no es que lo apreciara o lo amara, casi no lo conocía ya que no había tratado mucho con el otro alfa y las pocas veces que se encontraron habían terminado peleando con sus miradas, pero sabía que había un deseo de pertenencia entre ambos.

Y lo que sentía cuando estaban juntos tampoco era agradable: su cuerpo se sentía como si se derritiera en placer y no se suponía que otro alfa le provocara eso, ni siquiera con Yoongi; para él que había sido creado con orgullo, que había nacido como alfa, era humillante actuar como lo hacía frente al castaño, parecía un jodido omega en celo y él definitivamente no era eso.

Esa noche soñó con Taehyung, se soñó siendo dominado por el castaño y a la mañana siguiente la realidad lo golpeó; faltaba muy poco para su celo y si bien no se ponía tan sensible como un omega si se ponía bastante caliente, iba a estar jodido si seguía en medio de la nada. Tenía que llegar a casa antes de que eso ocurriera.

Los siguientes días no fueron mejores, lo que temía desde un principio había ocurrido y tuvo que detener su trayecto para ayudar a Jungkook que había enfermado y en ese momento, sí que deseaba ser un omega, si con ello podía brindarle su calor al cachorro, pero no podía hacer nada para ayudarle más que rogar por su bien.

Yugyeom no estaba mejor, estaba renuente, preguntaba por SeokJin y el alfa no sabía que decirles a los pequeños cachorros la verdad: ¿Cómo le dices a dos niños que no tienen ni tres años que dejaste morir a su padre?

Sólo podía esperar a que si los cachorros sobreviven, olviden rápido a SeokJin. Son sólo cachorros después de todo, ¿Cuándo tardarían?, ¿Dos semanas, tres? Sin el olor del omega cerca tal vez sería menos tiempo.

Hoseok se puso alerta al escuchar ruidos cerca. Él y los cachorros estaban acostados debajo de un gran árbol que los protegían de la llovizna, quiso correr, pero era tarde, frente a él estaba un lobo negro de ojos dorados, entonces el pelirrojo pudo suspirar en paz

— Tú siempre me salvas —no despertó a los cachorros y cambio de forma, no le importó quedar completamente desnudo para ir y abrazar al alfa—. ¡Yoongi!... Has venido por mí.

—Hoseok, mi Hobi, pensé que habías muerto, estuve buscando por todos lados —le regaño el alfa, olisqueando y apartándose rápido—, ¿Por qué?, No me gusta tu olor —rugió el alfa.

—Es que no me he bañado Yoongi —dijo Hoseok bastante avergonzado.

—No es eso, apestas a otro alfa.

Habían muchas cosas que explicar, pero Hoseok sólo pudo quedarse callado después de decir:

—Sólo llévame a casa.

Más tarde el pelirrojo despertó entre sábanas calientes y suaves, una almohada que no lastimaba su cabeza y un colchón que lo acogía con cariño; por fin estaba en casa, en su hogar y podía sentirse relajado, tranquilo, dichoso.

Estaba dispuesto a dormir todo el día, pero un peso extra lo molesto y se dio cuenta que no estaba solo, los cachorros dormían a su lado plácidamente, reviso la temperatura de Jungkook para asegurarse que estaba bien y lo estaba, después se aseguró de que Yugyeom también durmiera con tranquilidad. Los pequeños diablillos estaban bien, por fin todo esta bien.

Y se dio el lujo de volver a dormir.

Tiffany por el contrario caminaba de un lado a otro sin dejar de hablar, "Que hice para merecer tener tanta mala suerte", "Mi hijo casado con otro alfa", "¿Por que mierda se había casado antes de tiempo?", "¿Es qué acaso se había vuelto loco?", "Aliados a una manada atacada y por no decir casi extinta"

Ahora tenían que prestar su ayuda o serían una humillación para las demás manadas. Sí Hoseok no se hubiera casado antes de tiempo nada de esto estaría pasando y la situación se iba a volver cada vez más humillante cuando su manada se uniera al clan EXODUS.

Ellos, los lobos de linaje rojo haciendo tratos con el clan con el que había realizado por años. De sólo pensarlo su cuerpo temblaba.

—Ya detente —le pidió Hoseok al ver como su madre omega no dejaba de moverse nerviosa y si seguía así de alterada iba a despertar a los cachorros.

—¿Por qué lo hiciste Hoseok? —le reprochó la omega—, ¿Por qué no esperaste por nosotras?

—No lo sé — Hoseok no sabía qué decir, se había portado como un idiota. ¿Cuál era la necesidad de adelantar la boda?, En un principio había sido para evitar a Taehyung pero terminó casándose con él.

¿En que estaba pensando?, definitivamente no con la cabeza cuando se trataba del alfa.

—Madre, sé que no es el momento, pero ¿Sabes algo de ellos? — preguntó.

—Hemos recogido a los heridos y sanado a los que hemos podido, velamos a los muertos y rezamos por los desaparecidos, Taeyeon está haciendo todo lo que puede y mandamos grupos pequeños al bosque para buscarlos.

—¿Crees que esté vivo? —preguntó sin poder evitar sentirse triste.

—No lo sé, tal vez sí, tal vez no. Por lo que veo no tienes ninguna estúpida marca de omega en el cuello y sólo hay dos opciones o los cazadores no los dejaron tener su noche de bodas o el que se convirtió en delta fue el otro. ¿Dime cuál es la razón Hoseok?

—Taehyung es mi delta madre —afirmo Hoseok.

—Por lo menos hiciste algo bien —le dijo la omega antes de salir de la habitación meneando su larga cabellera pelirroja.

Hoseok se tiró de nuevo a la cama en medio de los cachorros, Yugyeom y Jungkook no habían despertado aún y por lo menos no tendría que enfrentarse al fantasma de Jin.