Ni se te ocurra

EMMA

Matthew había estado comportándose muy raro últimamente. Todos los días me pide las llaves de la biblioteca para ir a cerrar, y tiene un brillo en los ojos que dios, ¿se habrá puesto diamantina en el globo ocular o que rayos?

Me daba terror que este fuera algún tipo de falla en la Matrix y que me hayan cambiado a mi queridísimo amigo. Hasta sonreía más, que puto miedo.

Un día de esos, lo seguí hasta la biblioteca, manteniendo una distancia considerable para que él no me viera, quería saber en qué rayos se estaba metiendo ¿Heroína, crack, cocaína?

Fue entonces que lo vi con una chica, pero no cualquier chica, la mejor amiga de Fred, se veían tan cómodos el uno con el otro, se notaba ese algo.

¡Dios! Él no está metido en drogas, está enamorado.

Sonreí para mí misma, jamás pensé que mis ojos verían esto, demasiado inesperado como para creerlo. Pero, me ponía feliz ver feliz a mi mejor amigo, el no merecía menos.

Si, si, sé que es amiga del chico a quien menos quiero ver ahora, pero no puedo ser así de egoísta, aparte, ella no tiene la culpa de que su mejor amigo sea medio idiota.

En fin, tampoco quería adelantarme a los hechos, mucho menos decirle a Matt que ya lo había visto, esperaría a que él me lo contara.

Eso tardo mucho más de lo que esperaba, no lo juzgo, a él no le gusta contarme todo, yo tampoco le cuento todo.

Pero al final, si lo hizo, yo solo fingí demencia, lo curioso es que solo hablo de ella como si fuera “su amiga” Si claro, y yo nací ayer Matt.

Estuvo semanas hablando de ella, de las cosas que tenían en común y las que no, me dijo que a ella le gustaban las mismas bandas que a mí, o al menos algunas, era difícil creerlo, ella se veía como una flor de campo incapaz de escuchar Cannibal Corpse, pero bueno, gente vemos, gustos hardcore no sabemos.

Le pregunte a Matt cuando me la presentaría, porque en la forma que hablaba de ella, solo me daban más ganas de conocerla. Sin embargo, Matt no accedió.

No fue hasta un día, mientras algunos teníamos horas libres que los vi, iba con Colle, le dije que fuéramos con ellos, pero que por el amor de Dios, no se comportara como siempre lo suele hacer.

Pero claro, el señor hizo todo lo contrario.

―Hola, hola, ¿Interrumpimos algo? ―. Dijo Colle.

Lyra y Matt se vieron mutuamente, como si no supieran que contestar y al momento, Matt se puso serio.

Colle y yo nos sentamos frente a ellos, aprovechando los asientos disponibles.

―Espera, a ti te conozco ¿Lila? ¿No? ―. Preguntó el cabeza de chorlito.

―Es Lyra―. Corrigió ella amablemente.

Bien, era mi turno, era momento de fingir demencia.

― ¡Oh! Tu eres Lyra, Matt nos…―, Entonces una patada, para nada esperada, aterrizo directo en mi pierna, siendo más específica, en la espinilla―. ¡AUCH! ―. Exclamé.

Puse mi mano en mi pierna para sobarla.

― ¿Matt les qué? ―. Pregunto Lyra algo confundida.

Yo iba a contestarle, pero una personita decidió contestar primero.

―Nada―, dijo Matt apresurándose a continuar―. ¿Y ustedes dos de donde se conocen? ―. Le pregunto a Colle y a Lyra.

―Oh, yo le daba clases a Colle, clases de redacción.

― ¿Y porque yo no estaba enterado de eso? ―. Cuestionó Matt.

«Celoso, Matt se puso celoso»

―No sabía que era tu amigo, no nos habías presentado―. Contestó Lyra.

A juzgar por el tono de su voz, podía deducir que ella ya le había pedido que nos presentara, que interesante.

―Yo soy Emma, es un gusto Lyra, me moría por conocerte―. No mentía, en serio quería conocerla.

Le lance una mirada a Matt, el me miraba como si quisiera matarme. Se notaba como el ambiente se tensaba, esta no era la forma en la que quería conocer a mi cuñada de sentimiento (digo de sentimiento porque quiero a Matt como mi hermano, aunque no lo sea)

Lo demás paso tan rápido que ni siquiera lo recuerdo del todo bien, solo sé que Matt se sintió mal y se fue con Lyra a otro lado, ella se giró para verme a mí, haciendo una mueca de disculpa, yo solo le sonreí y vi como su fueron.

Me quede algo confundida por la reacción de Matt, también algo triste, supongo que hablaría después de eso con él. Pero por el momento Colle y yo nos quedamos ahí sentados, lo pellizque.

― ¿No se te ocurrió algo mejor que decir? ―. Le cuestioné.  

―No, perdón, entre en pánico―. Se excusó Colle.

Al contrario del que muchos piensan y por la fachada de Colle, piensan que es un chico meramente extrovertido, que se desenvuelve con facilidad ante la gente y si, fingía que era así, pero era todo lo contrario.

Lo sé porque lo conozco de toda la vida, es un chico herido, por tantas cosas, en el fondo es un niño asustado, pero por fuera es un fanfarrón de los más odiosos que he conocido.

Sé que no sería mi responsabilidad cuidarlo, pero aun así lo hacía, porque algo dentro de mí me decía que lo necesitaba, seguro que no soy la mejor prima, pero trataba de averiguar qué era lo que estaba mal con él.

Pero sus barreras eran muy altas y tan pero tan gruesas que nadie podía traspasarlas, era deprimente, para mí y todo los que lo conocíamos y seguro a él le afectaba mil veces más.

―Tranquilo, está bien, luego yo hablare con Matt―. Dije para tranquilizarlo.

Aunque la verdad, era que a Matt no le importaba mucho si Colle entraba en pánico o no, ya se, muy poco empático, pero repito, él no lo conoce como yo, ni quiere hacerlo, Matt solo lo odia porque Colle actúa como todo lo que el detesta en este mundo.

No lo culpo, todos en algún momento juzgamos a la gente sin conocerla, nos caen mal de inmediato, supongo que es normal, pero no está bien.

―No recordaba lo linda que era Lyra―. Expresó Colle.

Arque la ceja, viendo cómo se recargaba en la silla, viendo hacia el cielo, como si estuviera recordando algo muy importante, sonrió un poco. Me preocupo.

―Bajarle la novia a alguien no es parte del código de amigos―. Advertí.

―Matt ni siquiera es mi amigo―. Replicó él.

―Ni se te ocurra.

Él se alzó de hombros, como si genuinamente no le importara hacerlo. No sabía si algo había pasado entre Colle y Lyra, tampoco estaba segura de querer saberlo, no creo que sea muy necesario.

Entonces no pregunte nada. Solo esperaba que Colle no le hiciera algo así a mi mejor amigo. Sé que sería incapaz, pero no lo sé, a veces hace cosas que nunca esperaría que hiciera.

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