Los "amigos" no se besan

FRED

Paso un mes, Matt y Lyra estaban pegados como si de un chicle en una mesa se tratara, era imposible separarlos, parecían hechizados el uno por el otro. Me daban un poquito de asco, pero también me entusiasmaba por ellos.

Poco a poco, Matt se fue juntando más con nosotros, para nada me molestaba, era un alivio tener otro chico en el grupo, no me malinterpreten amo estar con Mónica y Ly, pero hay cosas que ellas no entienden del todo.

Matt me caía increíblemente bien, ya me lo imaginaba casado con mi mejor amiga, llenos de pequeñas criaturas que serán la generación que termine de una vez con nuestro planea, pero también los primeros pobladores de marte, aww que ternura ¿no creen?

Okey, seguro me estoy adelantando demás, pero era imposible no pensar en ellos como la mejor pareja que jamas ha existido, hasta me suicidaría para reencarnar en sus hijos, bien ya, fue suficiente de eso, ni siquiera son novios aun. Pronto lo serian, pronto, pronto.

Era una lastima que nuestros grupos sociales no coincidieran aun, pensé que con estos dos tortolitos juntos habría oportunidad de recuperar la confianza de Emma y volvernos amigos de nuevo. Lo anhelaba tanto.

Demasiado diría yo. Pensaba tanto en ella, mucho más de lo que he pensado en nadie nunca, he hecho, poniéndolo en perspectiva, ella ha sido la única chica que ronda mi mente desde que tengo memoria.

Hasta me he estado desvelando pensando en ella, creo que era oficial, me había rendido ante ella, era fantástico, pero también muy aterrador, no pensé que eso fuera a pasar.

Pero las vacaciones movieron algo en mí, algo que yo no quería que se moviera, reflexioné tanto esas semanas, que me di cuenta que daba igual todo, lo que pensaran mis padres, si Emma me mandaba al carajo (que lo tengo bien merecido) me daba igual en serio, hasta podría comenzar a ir a fiestas.

«Fiestas, Dios mío soy un genio»

Bien, esto tal vez suene un poco a Joe de You, pero tal vez funcione.

―Ly ¿crees que sea psicópata investigar a que fiestas va una persona para “casualmente” toparte con ella? ― pregunté.

―Eso suena aterrador, obsesivo y si, un poco psicópata, ¿Pero que puedo esperar de alguien que le gusta la pizza con piña?

―Eso no tiene nada que ver Ly, hablo enserio ¿crees que este mal? ―insistí.

―Un poquito. Mientras no sigas a una persona para matarla, no esta tan mal.

―Perfecto.

Ly obvio me vio como si fuera un bicho raro, está bien, tiene sus motivos. Como se imaginaran, aun no le he dicho lo de Emma, menos ahora, no sé cómo se lo tomaría, seguro le daría igual, pero mi ansiedad siempre me hace pensar lo peor que prefiero no arriesgarme.

Entonces puse en marcha mi maquiavélico plan. No sé si es porque soy chismoso de nacimiento o porque de verdad me comprometí a hacer esto, pero escuchar las conversaciones de Emma y sus amigas no fue una tarea difícil, soy como Superman, pero sin rayos laser, ni súper fuerza, mucho menos volar, tampoco soy alérgico a la Kriptonita, pero si al gluten.

En fin, el chiste es que no tarde mucho en tener la información suficiente de cuando seria su siguiente fiesta, para mi suerte no era tan lejos de mi casa, podría irme caminando.

Al contrario de otras personas de mi edad, no tengo un auto, se manejar, pero mis padres no confían en mí lo suficiente. Aparte me da pena pedir permiso, lo sé, soy patético a morir.

Ese sábado me arregle lo mejor que pude, trate de vestirme “cool” pantalón de mezclilla algo ajustado, pero no tanto, una playera de una banda que hace años no escucho porque ya no soy emo (o eso le digo a mi mamá) una chamarra de cuero y vans.

Me puse una colonia que en palabras de Mónica “me hacía oler sexy” entonces yo confió en su palabra.

Ly quería que quedáramos para estudiar en la biblioteca, pero le dije que no podía, que tendría una cena importante con mi familia, que lo pospusiéramos. Mentí, claro que sí, no era en “mal plan” solo no quería que nadie me acompañara.

Solo que es curioso porque le dije a mis padres que iría a estudiar con mis amigas a un lugar cerca, claro que ellos accedieron. No pensaba tomar una sola gota de alcohol, eso me delataría al instante.

Asi que camine hacia ahí, bueno de hecho estuve tonteando un buen tiempo en la calle, ya que las fiestas no suelen empezar tan temprano, cuando dieron las once, llegue a la casa donde era la fiesta, ya tenía un considerable número de gente.

Estaba nervioso, muy nervioso, me temblaban las manos, fue ahí donde me di cuenta de que no tenía nada planeado, no sabía que diría si nos encontrábamos y no pensaba quedarme solo observándola como un maldito acosador, aunque esa sería una salida muy fácil y factible, tomando en cuenta lo difícil que va a ser entablar conversación con ella.

«Respira Fred, solo es ella, no te morderá, tal vez te golpee, pero nada de mordidas»

Entonces recordé ese beso que tuvimos, recuerdo muy bien que una pequeña mordida se le escapo, se sintió tan bien, fue tan suave pero a la vez se hizo notar, fue perfecto. Dudo mucho que algo así pase esta noche.

Me adentre a la casa, ya había gente borracha, tal vez algo drogados, pero quien soy yo para juzgar, algunos de ellos me saludaban como si me conocieran de toda la vida, era chistoso, la gente borracha es muy chistosa.

Había algo de humo condensado en el techo, alguien estaba fumando demasiado, las luces estaban de color rojo, a veces cambiaban, la música estaba tan fuerte que hacia rebotar mi pecho, comenzaba a arrepentirme.

Seguí caminando por ahí como si de mi casa se tratara, nadie me preguntaba quién era ni quien me había invitado, que maravilla la de las fiestas, podría entrar un asesino y nadie lo notaria.

Un camino de espeso humo emanaba de alguna parte de la fiesta, como si de algo magnético se tratara seguí el humo, hasta llegar a una pequeña sala de estar, donde un grupo de personas se encontraban sentadas en un amplio sofá. Mi mirada se fue directo al origen del humo. Era ella. Me vio extrañada.

Pensé que fingiría que no me conocía pero no fue así, fue una grata sorpresa debo decir, eso significa que al menos no se siente avergonzada de mi existencia cerca de ella.

― ¿Y tú que haces aquí? ―. Se levantó mientras me dirigía la palabra.

Trague saliva con dificultad, seguro necesitaría un vaso de agua para eso. Ella llego hasta mí, de forma imponente, eso le salía tan bien.

Dio una calada a su cigarro, no tardó mucho en rociarme de ese humo que tenía notas de sandía. No pude evitar toser, eso de fumar jamás será lo mío. Emma se rio un poco y dirigió sus ojos a los míos, trate de evitarlos, pero tienen algo que te hace verlos, algo que te atrae, como un instinto.

Su cara iluminada por luces violeta, sus ojos destellaban, por un momento olvide como se respiraba, seguro mi corazón también olvido como latir.

―Te hice una pregunta, pelirrojo. ―insistió ella.

―No me llamo pelirrojo. ― aclaré.

Ella volvió a darle una calada a su cigarro, repitiendo la misma acción que hace un minuto.

―Te hice una pregunta, Fred. ―repitió ella.

Bien, ahora había olvidado como se hablaba, oírla decir mi nombre movía cosas en mí que no sabía que podían moverse así.

Emma dio un paso más al frente, sentí el impulso de besarla, pero sabía que eso me dejaría con un ojo morado, tenerla tan cerca me ponía mal, tan mal que la gente que había alrededor desapareció, solo éramos ella y yo, en este lugar, en este momento.

―Repite la pregunta por favor―le pedí.

Emma se rio, pero volvió a acercarse mas, esta vez, a mi oído.

― ¿Qué haces aquí, Fred? ― dijo susurrando en mi oído, haciendo que mi piel se erizara.

Fingí que tenerla tan cerca no me afectaba, entonces me acerqué más yo, con toda la confianza que podía.

―Solo vine a divertirme. ― dije susurrando ahora yo.

Ella contesto de la misma manera.

─Si quisieras divertirte estarías en un lugar más privado.

« ¿Cómo que un lugar más privado? ¿A qué se refería? »

Mi corazón latía con fuerza, Dios, no me causes una taquicardia ahora.

―Tal vez deberías mostrarme un lugar como ese. ―contesté.

Ella alejo su cabeza, no mucho, nuestros labios aún seguían muy juntos, a unos milímetros de colisionar. Estaba asustado, también emocionado. Nos comenzamos a alejar de la gente. Subimos unas escaleras, ni siquiera me había dado cuenta que ella me estaba tomando de la mano.

La música poco a poco se fue alejando, o más bien, nosotros nos alejábamos de ella. Me gustaba la forma en la que Emma caminaba delante de mí, volteando de vez en cuando a verme, como si buscara algo en mis gestos, una pizca de nervios, de miedo, de algo, pero no quería darle ese gusto.

Caminamos por un pequeño pasillo, cuando de la nada, Emma se giró con brusquedad, tomándome por sorpresa, aventándome hacia una pared, besándome como si llevara una eternidad queriendo hacerlo.

Pero yo no quería que ella ganara, sabía lo que estaba haciendo, esto no era solo coqueteo o algo más, no, esto era un juego, uno de ver quien caía primero por el otro.  

Entonces la tome de la cintura con fuerza, y la avente la otra pared del pasillo, con la suficiente fuerza para sorprenderla, pero no para lastimarla.

Tenía sus dos manos contra la pared, nos besábamos enérgicamente, Emma me mordió con fuerza, apreté más su mano, había dolido, pero eso me encantaba y ella lo sabía. Pude sentir como su cuerpo se relajaba y se derretía en mis brazos.

«No fue tan difícil ganar» pensé.

El beso cada vez se profundizaba más y más, ambos queríamos más, Emma logro mover una de sus manos hacia abajo y yo la deje, tomo mi mano y la subió por su pierna, más arriba, más arriba, ella sabía lo que quería. Lo mejor es que ella también sabía lo que yo quería. Bajo su otra mano, la dirigió a mi pantalón, así, sin rodeos, como si fuera algo que lleváramos años haciendo.

Me comenzaba a faltar la respiración.

« ¿Quién necesita respirar en un momento así?»

La cosa se ponía cada vez mejor, de verdad esto comenzaba a ser un sueño para mí, pero las mordidas que Emma me daba y el dolor que estas me causaban me regresaban a la realidad.

«Esto es real» Me dije a mi mismo.

Ella poso sus labios en mi cuello, dando húmedos y delicados toques que me hacían llegar a las nubes, poco a poco sus besos fueron bajando, del cuello al pecho, del pecho al abdomen y más abajo hasta que ella se agacho completamente y…se amarro las agujetas.

Sí, eso hizo. Miro hacia arriba con una sonrisa de oreja a oreja. Se levantó de golpe, dejándome confundido.

─Supongo que estamos a mano. ─dijo ella.

Me quede ahí parado, esperando, no sé qué esperaba, solo sabía que estaba profundamente decepcionado, pero de mí mismo eso es obvio, no sé cómo deje que mi guardia se bajara, eso me pasa por dejarme llevar yo creo.

«¿A mano? Yo solo la besé, esto no fue justo»

Sonreí para mí mismo.

―No te quedes parado ahí, tú y yo aún tenemos asuntos pendientes, por ejemplo, decirme que haces aquí. ―dijo ella con toda la tranquilidad del mundo.

Como si hace unos minutos no hubiera pasado nada, como si jamás la hubiera tenido contra la pared, besándola con toda la emoción que mi cuerpo emanaba al verla.

―Creo que necesito un poco de aire fresco.

―Bien, platiquemos a fuera entonces.

Y eso hicimos, por suerte la casa tenía un patio delantero que no tenía a ningún borracho vomitando ahí por el momento.

Nos sentamos en el piso, mirando hacia el cielo, flashbacks de las vacaciones inundaron a mi mente. Pero trate de que se fueran y así lo hicieron.

Estuvimos unos minutos en silencio hasta que Emma me golpeo suavemente con su hombro, como incitándome a hablar, a responder su pregunta, pero es que la verdad no se me ocurría que contestar, no podía solo decirle “sabes te estuve espiando para saber que vendrías aquí y así poder arreglar las cosas” Seguro eso tendría más consecuencias de las que yo quería tener con ella.

Entonces aplique la infalible técnica de responder una pregunta, con otra pregunta, claro que sí al mero estilo del método socrático, eso me lo enseño Matt.

― ¿No estabas enojada conmigo? Pensé que me odiabas a morir.

―Lo estoy, estoy muy enojada contigo, supongo que no sabes porque.

Mentira, de hecho si lo sabía, pero tenía razón, en general, nunca se porque se enoja conmigo Mónica, Ly o ella, es tan confuso.

―Creo que me hago a la idea.

―Ok, entonces dime, ¿Por qué estoy enojada contigo?

―Porque te besé y salí corriendo. ―le recordé.

―Si, pero eso no ha sido lo único que me molesto. ―indico ella.

―Bueno, entonces dime que más hice mal, para poder disculparme.

―No es tan sencillo Fred, pero te lo diré.

Se quedó en silencio, mirando hacia arriba, como si le costara decirlo.

―Me enoja que siempre huyas de tus sentimientos por mí y me trates mal como si no sintieras lo mismo que yo siento por ti, es frustrante, me lástima que lo hagas. ―confesó ella.

Ahora el que se había quedado callado era yo, no sabía que decir, tenía razón, pero como quisiera que no la tuviera.

Sé que lo que hice estuvo mal y no puedo simplemente llegar con ella besarla y volver a donde empezamos, estoy haciendo todo mal, todo jodidamente mal. Merezco que ella me grite, me diga que odia como la hago sentir y luego me patee en la entrepierna.

Bueno eso ultimo mejor no. No, no, definitivamente no.

―Si no piensas disculparte, al menos dime a que viniste aquí, a ti ni siquiera te gustan las fiestas. ―hablo mientras ponía su cabeza en sus rodillas y abrazaba sus piernas, dándome una sonrisa triste.

Suspire y me tire al piso, así en seco, dolió, pero estuvo bien.

―Vine porque quería arreglar las cosas contigo, sé que no he sido la persona más agradable para ti y estas en todo tu derecho de mandarme al carajo si gustas, pero al menos me gustaría que fuéramos amigos, ya sabes, por Ly y Matt.

―Hecho. Pero déjame decirte algo, Fred―. Se tiro al suelo conmigo.

Asentí como una invitación a que hablara más.

―Los “amigos” no se besan como tú y yo lo hicimos hace rato.

―Entonces ya no nos besaremos. ―respondí.

―Yo no dije que no quería que nos besáramos.

― ¿Entonces si no podemos ser “amigos” porque nos besamos que vamos a ser? ―pregunté.

―No lo sé, eso depende de cuánto te esfuerces.

― ¿Esforzarme para qué?

Ella se encogió de hombros, como si ni ella supiera a que se refería, me confundía tanto, pero algo dentro de mí me decía que lo tenía bien merecido ¿y quién soy yo para contradecir a mis pensamientos y sentires? Si están ahí es por algo, eso dice Ly.

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