FRED

Me sentía como el chico más afortunado del mundo. Tanto que decidí regresarme a vivir en el campus, era mucho más fácil ver a Emma así, ella se alegró mucho cuando le dije.

Yo también me alegra mucho, sobre todo porque mi padre me presto su camioneta. Él pensaba en comprarse un auto nuevo, entonces me heredaría la camioneta.

Para celebrar eso le dije a Ly que fuéramos a nuestro bazar favorito a comprar un montón de cosas. Ly decía que yo era un comprador compulsivo, lo que ella no entendía es que ese lugar tenia cosas fantásticas que no podía perderme la oportunidad de comprar. Aparte no podía quejarse porque también le compraba cosas a ella.

Cuando Lyra llego a mi habitación le dije que esta vez la llevaría yo, nunca olvidare la cara de susto que hizo, fue muy graciosa la verdad.

Obvio me cuestiono un montón de veces sobre si sabía conducir, la verdad es que era la primera vez que manejaba con alguien que no fuera mi mama o mi papa guiándome. Ly tenía sus razones para estar asustada pero yo no pensaba darle más.

Me subí al coche y esperé a que Lyra se subiera también.

—Ly, que no hayas visto un extraterrestre no significa que no existan. — dije con más seriedad de la que esperaba.

Por dentro obvio me estaba muriendo de la risa.

— ¡Fred! ¿Eso que tiene que ver? Mejor bájate y deja que yo maneje. —dijo ella enojada.

—Con tu estatura dudo que alcances los pedales, anda súbete ya. —le pedí.

Ella se subió, abrocho su cinturón y cerró los ojos, sus labios se movían con rapidez como si estuviera rezando.

Me mordí el cachete para evitar reírme. Encendí el auto para irnos ya.

—Fred, te juro que si nos matas te voy a revivir y voy a matarte otra vez.

Arranque el auto y salimos del campus, el bazar estaba algo retirado, por suerte Ly puso algo de música para alivianar el paseo. No entiendo cómo es que no nos conocimos antes, seguro en preparatoria hubiera tenido alguien con quien poder ser emo felizmente aunque eso es irónico porque los emos no gozan de la felicidad.

La playlist de Ly era lo mejor del universo, estuvimos todo el camino cantando a todo pulmón como si aún tuviéramos diecisiete.

El clima estaba asombroso, hacía calor pero había mucho aire, aparte estábamos en carretera, ¿a qué persona no le gusta viajar en carretera? Es tan relajante no tener que lidiar con el tráfico.

Entonces llegamos a nuestro destino. Al bajar del coche, el cambio del clima fue abismal, porque dentro del auto teníamos el aire acondicionado y afuera hacia muchísimo calor.

A lo lejos vi un puesto lleno de playeras de bandas, corrí hacia el sin pensarlo dos veces, luego recordé que venía con Ly, pero también recordé que soy una persona difícil de perder por literalmente ser un poste de luz con cabello rojo.

Es por eso que no pasaron muchos minutos para que Ly llegara conmigo.

La llene de las cosas que me llamaban la atención, posters, playeras, llaveros y ese tipo de cosas. Compre más playeras de lo normal ya que pensaba llevarle unas a Emma también a Mónica, solo para molestarla le compre una de Daddy Yankey de su álbum Barrio Fino, seguro me iba a matar por eso, pero no me importaba, sabía que la guardaría.

Ly estuvo preguntando por qué Mónica no había venido si siempre viene con nosotros, pero si ella no se lo ha dicho, entonces yo no tendría por qué contarle.

Cuando nos cansamos de caminar, fuimos a buscar un lugar donde sentarnos. Encontré un lugar que tenía la sombra de un inmenso árbol, cosa que Ly me agradeció muchísimo.

Nos quedamos en silencio respirando un rato, en lo que nos recuperábamos.

— ¿Cuándo piensas decirle a Matt que te gusta? —le pregunté.

Ella me miro extrañada. Entiendo el porqué, no soy el amigo más presente de todos, pero siempre estoy al pendiente de su vida, obvio me importa saber ese tipo de cosas.

—No estoy segura de quererle decir algo aun, ¿Por qué lo preguntas?, ¿él te ha dicho algo?

Le hable de la linda pareja que hacían, de cómo se veía a kilómetros que se adoraban mientras pensaba en que si mis amigas supieran lo de Emma ¿igual sentirían que somos el uno para el otro?

Y es que a veces nosotros tendemos a idealizar a otras personas, pensamos que va en serio y que todo el maravilloso, pero la gente externa se da cuenta cuando las cosas no son así.

Yo quería ver a mi mejor amiga feliz, no quería que se guardara sus sentimientos como yo lo he hecho. Aun no sabía si Emma y yo funcionaríamos, por eso me reflejaba en Ly, ella es algo parecida a mí, le encanta mantenerse al margen cuando de emociones se trata.

Siempre le he dicho que eso no tiene sentido si va a ser psicóloga. ¿Por qué los psicólogos jamás se autoterapean? Es contraproducente. Pero bueno, sus razones tendrán.

Mi consejo en resumen es que ella debería decirle a Matt lo que sentía por él, así como yo le dije a Emma lo que quería que fuera de nosotros, obvio omití esta última parte.

Ya tendría tiempo luego para hablar con Ly de ese tema.

Por lo mientras, era bueno que se centrara en ella y en su amorcito que aún no era su amorcito, pero todos estábamos seguros de que pronto lo serian.

—Bueno, si quisiera decirle ¿Cómo debería hacerlo? —me pregunto ella.

─Tú me has dicho que las acciones dicen más que las palabras, así que no se lo tienes que decir con palabras, pero puedes hacer algo que si o si le haga darse cuenta de que estás loca por él.

— ¿Cómo que cosa?

—A lo mejor podrías besarlo. —me incline hacia ella para estrujarle la nariz.

Ella hizo un gesto de susto, lo supuse, Ly será muy aventada, pero ella solo se avienta cuando sabe que va a caer en un lugar seguro. A mi parecer si besaba a Matt no habría pierde, ellos dos son perfectos para estar juntos.

—No, no estoy tan loca como para hacer eso, me gusta mucho Matt, pero besarlo así de la nada tal vez no funcione, si acaso eso podría terminar muy mal, no, no lo haré.

— ¿No te gustaría besarlo? —le pregunté entrecerrando los ojos mientras sonreía.

Su cara se enrojeció, sus ojos destellaron de amor y sus pupilas se dilataron como si la simple idea le causara más emoción de la que su pequeño cuerpo parece soportar.

« ¿Sera que Emma se pone así cuando piensa en mí? Si es que piensa en mi, claro. »

—Claro que sí, me encantaría, pero él me podría quitar o se podría enojar, dejarme de hablar, las cosas se pondrían incomodas para él y para mí. —dijo Ly preocupada tapándose la cara con ambas manos.

—Lyra, como chico puedo decirte que noto como te ve Matt y la forma en la que te trata a ti, no es la misma que con otras chicas, con los chicos tienes que ser directa, si tu plan es mandarle millones de indirectas te aseguro que no va a funcionar, somos demasiado tontos para notarlas.

Ella se recargo en su silla, se quedó pensativa unos segundos para luego volver a hablar.

—No sé, tengo que analizar la situación y actuar cuando sienta que nada malo va a pasar. —señaló ella.

Me sentí orgulloso por un segundo, yo fui quien le enseño a Ly a ser tan analítica, debieron verla cuando la conocí, era un tornado impulso y esporádico, obvio aun eso es parte de su esencia y le queda genial, pero también la llevaba a tomar malas decisiones que yo prometí que jamás le contaría a otras personas.

—Está bien, pero hazlo, lo único que deseo es que seas feliz y Matt me parece un increíble candidato para hacerte feliz. —le confesé.

No estaba acostumbrado a hablar con tanta paz sobre el amor, seguro en otro momento le hubiera dado pésimos consejos, pero yo también estaba enamorado en este momento, en mi mente solo bailaba la esperanza y el afecto, esperando su turno de sobresalir.

Pensé en levantarme de mi silla para darle un grande y merecido abrazo a Ly, pero ya había sido suficientemente empalagoso con lo que acababa de decir, ya luego tendría tiempo de abrazarla.

Cuando dieron las cinco, nos regresamos a la universidad, bueno, en realidad solo deje a Ly ahí, yo tenía otros planes para la noche.

Emma y yo habíamos quedado de vernos para ir al cine y tal vez a una fiesta o lo que se nos ocurriera en el camino, eso no importaba, solo importaba que queríamos vernos.

Espere a que Ly se adentrara un poco más a la escuela.

Luego me fui a ver a Emma, dijo que no estaba lejos de la universidad, lo que es fantástico.