V E I N T I U N O
MAMAMOO - Egotistic
"Tú eras el centro, siempre hacías lo que querías, pero
no permitiré que lo hagas más"
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«Horas antes»
Acariciaba su mentón mientras miraba con altas expectativas como había quedado el comercial del nuevo proyecto Fénix.
—No me gusta la paleta de colores que han usado —dijo al fin y su secretario suspiró a forma de decepción.
—Lo sabía —apagó el televisor pantalla plana que se encontraba en la pared, pero fue detenido con un alto por parte de una Min.
—Hermano, cuanto tiempo sin verte —abrió los ojos como platos al ver a la mujer del vestido rojo frente a él.
—¿Cuándo llegaste? —reviró los ojos y se sentó en su escritorio, bajo la vista y se hizo el que revisaba unos papeles.
—Hace unos días, pero me estoy quedando en un hotel —se cruzó de brazos y se arrecostó a la pared, fijó su vista en el de voz gruesa—. ¿Vas a seguir parado ahí, mirándome?
Félix negó. Con un nudo en la garganta y montones de papeles entre sus manos salió de la oficina.
—Deberías regresar de donde te fuiste —dirigió su vista a ella—. No vaya ser que papá se entere de lo que has hecho.
—No he hecho nada —lamió sus labios—, por lo menos no está vez. Ya me he graduado, soy una abogada hecha y derecha.
—Te felicito —se limitó a decir con seriedad—. Gaehyung ¿puedes irte? , estoy ocupado revisando unos papeles.
—No me voy a ir —resopló—. Tenemos que hablar de lo de Jennie.
—No hay nada que hablar sobre eso.
—Claro que si , la he visto, esta a punto de morir.
—No me gusta que se metan en mis cosas y lo sabes . No quiero hablar del tema ahora, estoy ocupado, así que vete.
Con la lengua entre los dientes fue hacia la salida, pero antes de salir dijo: —Si no hablamos ahora no creo que quieras hacerlo después que Soyeon se entere.
—Ella no tiene porque enterarse.
—Tarde o temprano lo hará.
...
/Iré por ti para hacer la cita que tenemos pendiente /
Hacia una hora de haberle enviando el mensaje a su prometida, pero no respondía. Sabía que estaría en un concurso de fragancias debido a una foto que había posteado en su Instagram.
Se preguntó por qué no tuvo la decencia de comentarle su participación, pero verdaderamente ambos no compartían muchas palabras después de anunciar su compromiso.
Entró al edificio y lo primero que visualizó fue al montón de personas delante del ascensor. Se logró poner de primero sin rozar demasiados hombros. Marcó el número de Soyeon, pero esta no le contestaba. Fue entonces cuando las puertas del ascensor se abrieron y ahí estaba ella abrazada a su guardaespaldas. Si él no hubiese hablado juraría que se hubieran besado.
—¿Qué hacen? —preguntó y captó la atención de ambos hacia él.
Ellos se levantaron. Soyeon guardaba silencio y se apretujaba con sus brazos. Salió corriendo, se sentía oprimida con tantas miradas sobre ella, todos la reconocieron al momento y susurraban comentarios sobre la situación actual de la relación entre sus padres. Por alguna razón se sentía humillada.
YoonGi la detuvo y la abrazó por detrás. Era consciente de la situación y lo mucho que su prometida estaba sufriendo.
Chan observaba de lejos, revolvió su cabello rubio y se volteo.
—Esto ya no es cosa mía —murmuró para si mismo.
Soyeon necesitaba un hombro en el cual sentirse segura y en ese momento el de YoonGi era perfecto. Lo abrazó tanto que parecía que iba a exprimir un limón.
El pelinegro estaba sorprendido, nunca había tenido un abrazo con ella, le gustaba como se sentía. Hace tanto no sentía ser exprimido en unos brazos femeninos con ansias de tener consuelo.
—¿Te sientes mejor?— preguntó entrando en el coche, ella se colocaba el cinturón de seguridad.
—Bastante mejor —asintió y se apoyó en la ventana, el aire que le brindaba la despeinaba y a la vez le relajaba su agitado pecho.
—Me puedes decir ¿qué hacían tú y el guardaespaldas tan pegados en el ascensor? —soltó con seriedad.
—Se rompió el ascensor y perdí la conciencia. Chan solo intentaba ayudarme.
—Necesitas un médico —afirmó y Soyeon negó.
—No hace falta, me siento bien.
—No digas eso, se ve que no comes desde hace días, te veo muy delgada. ¿Estás así por lo de tus padres?
—Pues si.
—No deberías dejar que te afecte. Son adultos, saben lo que hacen y tú también eres una adulta, pronto nos casaremos y no tendrás necesidad de pensar en eso.
—No puedo dejar que no me afecte, después de todo son mis padres.
—Pero no se aman.
—Y es por eso que me pregunto todos los días si ¿de verdad deberíamos casarnos?
Detuvo el auto y lo aparcó frente a una librería.
—YoonGi yo no te amo —declaró—. No quiero hacerte sufrir.
—Soyeon cuando vas a entender que lo nuestro es puro negocio, no tenemos que estar enamorados para esto —bufó.
—¿Puro negocio? —recalcó la pregunta, pensativa—. YoonGi, tú y yo, nos conocemos desde hace muchos años, no me quieras ver la cara de estúpida. Mis padres también se casaron por hacer un negocio, pero la pura realidad era que mi padre estaba perdidamente enamorado de mi mamá y hizo un supuesto negocio para casarse con ella en contra de su voluntad.
—No me compares con tu padre, él y yo no somos iguales. Te voy a decir algo no es bueno contradecirse tantas veces porque tú y yo hacemos esto porque somos personas ambiciosas y seguras de lo que queremos y eso es hacer triunfar a nuestras empresas. Detén tu inestabilidad, te lo pido, no ayuda.
—Vale, me detengo ahora. Casémonos, tengamos nuestra vida juntos, pero antes quiero que me confirme que haremos el perfume para ambos géneros entre las dos empresas. Si te niegas cancelo todo —declaró y eso provocó en YoonGi una necesidad de que le explotaran los zapatos puntifino que llevaba puestos, la negación casi lo apodera, pero no le quedó más remedio que aceptar.
—Trato hecho.
—Es un gusto hacer negocios con usted, mi futuro esposo.
—Un gusto —arrancó de nuevo el auto—. Por cierto, el malestar se te fue rapidísimo.
—Dicen por ahí que soy muy sana —sonrió victoriosa.
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