D I E C I S I E T E



(G)I-DLE - LOST

"¿Se oscurecerá si lo cubro con la deslumbrante luz del sol?

¿Seré olvidada si lo cubro con recuerdos manchados?"

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"1902 - 2017
Lee Hyuk Bin"

El rubio miraba la tumba con tristeza, el enorme ramo de flores variadas lo dejó a un lado de esta, se arrodilló al frente y suspiró.

—Ya hoy se hacen —contó con sus dedos— cuatro años desde aquel trágico día —Afincó sus dedos en sus muslos —. Me arrepiento tanto de lo que pasó. Debí haber sido un mejor amigo para ti. Siempre me decías "Acere, cuando fumamos de nuevo". "Acere, vayamos de fiesta esta noche". Te extraño mucho.

Una mano acarició los hombros de Chan, se giró y se encontró a su mamá quien sostenía otro ramo de flores.

—Hijo —susurró—. ¿Qué pasa? —le tomó el rostro entre sus manos.

—Es que —estaba agitado, sus lágrimas amenazaban con salir—. Todo fue mi culpa mamá, si yo hubiera estado con él esa noche, a lo mejor hoy estuviera aquí.

—Mi niño —Lo abrazó—. Tú no tienes la culpa de nada, deja de culparte. Vayámonos a casa, es tarde y mañana tienes que volver a Seúl.

...

Chan se crió en un barrio alegre, lleno de personas con talento musical y con grandes ambiciones. Su casa, donde se crió, no era la más hermosa, ni la más lujosa sino una humilde casita con solamente lo necesario. Solamente eso la hacía lucir perfecta y no se comparaba con las mansiones que tanto veía últimamente.

Sus hermanos menores lo recibieron en la puerta, corrieron hacia él , casi lo tumban de no ser por la señora Bang.

—Niños, van a tumbar a su hermano.

Se extrañaba tener sentados en una misma mesa a todos los Bang. Disfrutaban de una comida deliciosa y de una conversación agradable.

—Entonces te va bien por la ciudad —comentó la señora Bang sirviéndose un poco de ensalada.

—Estupendo —afirmó Chan.

Su hermanita, Bang Heun se acercó a él y se sentó en sus piernas.

—Oppa, te extrañe mucho. No te vayas más ¡Por favor! —suplicó.

—Heun, no puedo, debo trabajar, pronto los visitaré de nuevo.

—La próxima vez trae algún regalo —pidió Bang Long. Su mamá le golpeó la pierna por debajo de la mesa y por acto reflejo se quejó—. ¡Ay! ¡Mamá me dolió!

—Long lo único que haces es pedir, estudia y ya veremos —regaño la señora Bang.

—Prometo traerte algo la próxima vez —dijo Chan sonriendo y besó la cara de su hermanita—. A los dos.

—¡Más te vale! —comentó Long.

—¡Bang Long estás castigado!

—Mamá, pero yo no hice nada —golpeó la mesa molesto y se fue a su habitación.

—Este niño, la pubertad lo a vuelto más grosero —se llevó las manos a su frente.

—Calma mamá —susurró Chan acariciandole su mano—. Solo es un adolescente con ganas de que lo escuchen, esta creándose su propio carácter. Paciencia.

—Trataré de tenerla.

—Chan, ¿sabes quien fue a verme al colegio? —comentó Heun  entre los brazos de su hermano. Él la miró curioso —. Cherry.

«No quiero volverte a ver nunca, terminemos»

—¿Qué te dijo?

—Me preguntó por ti y le dije que su cabello estaba muy bonito, lo tiene de color rosa.

—Cariño, ¿puedes ir a tu cuarto? Tengo que hablar de una cosa con tu hermano.

La niña asintió y se fue a su cuarto jugando con un mechón de su castaño pelo.

—¿No la has visto en la ciudad?

—No, nunca creí que regresaría a Jeju.

—¿Para qué crees que te busque?

Lo pensó un poco, pero no tenía excusa. Cherry lo había terminado de una forma fría.

—No tengo idea.



...


—Está estable, no te preocupes Min —afirmó el médico quien acotejaba la almohada de su paciente.

—¿Cuántos años más estará ahí dormida? —preguntó YoonGi, serio.

—Es un tiempo indeterminado, es una batalla que ella está luchando. Debe salir pronto para lo bien que va el tratamiento. Si me disculpa tengo que irme.

—Está bien, gracias por venir doctor. Recuerde, no contarle de esto a nadie.

—No se preocupe. Soy una tumba.

Al estar solos en la habitación secreta, YoonGi comenzó acariciarle el rostro a la mujer sobre la cama.

—Todo hubiera salido bien, si no te hubieras metido en donde no te llaman. Ahora seríamos felices....

«Octubre del 2016»

En la sala de mansión de los Min, habían dos filas: una de hombres y una de mujeres. Se esperaba elegir a nuevos sirvientes mucho más preparados que los anteriores.

YoonGi pasó por el lado de cada uno de ellos observándolos con detalle, pero se detuvo al ver a una mujer de cabellos castaños y con la vista fija en el suelo como si estuviese ocultando su rostro.

—Señorita, me gusta que me presten atención cuando paso —le dijo. Ella lo miró apenada.

—Lo siento, pero usted no estaba hablando, solo pasaba.

—¡Qué dijiste! —Eso no era una pregunta, sino un anuncio para que se disculpara, pero ella no lo tomó en cuenta.

—Lo que escuchó , señor.

—No te contrataré, vete.

—No me voy a ir, porque usted no es quien me debe contratar —contraataco y eso le condujo a YoonGi a mirarla más de cerca, pero a tragarse la lengua porque ella tenía razón.

—¿Cómo te llamas?

—Jennie Kim.

—Hablaré con mi madre para que no te contrate.

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