XLIX: Nueva Familia.
Sus pasos eran rápidos, apenas salió del ascensor, se fue directo a la zona de hospitalización donde le dijeron que estaría su hijo. La mujer se había dado un largo viaje de varias horas para llegar al pueblucho donde Yoongi estaba trabajando.
Quien la llamo fue un policía llamado Kim Namjoon que, por petición de Taehyung, le dijo que la citara a Mooji para contarle le da situación de Min. Primero le dijo que está en el hospital y solo basto con eso para que ella cortara la llamada y saliera disparada a tomar un taxi a la estación de autobuses. Estaba preocupada, en todo el camino no dejo pensar en Min, puede que tenga la relación más tóxica de madre e hijo, sin embargo, era y siempre será su madre.
Se acercó al mesón y se apoyó cansada de tanto correr, venía agitada desde que se bajó del autobús. Corrió por la calle buscando un taxi, luego pagó y se fue a la entrada principal del hospital buscando el área de hospitalizaciones, estaba perdida, nunca había ido a ese lugar, así que se dio una verdadera maratón. Tras su travesía al fin logro dar con el servicio correcto, solo que no había nadie en el mesón de enfermería para consultar por Min Yoongi.
Tamborileo sus dedos sobre el mesón ya comenzando a enojarse por no ver a nadie a quien preguntarle. Estaba ofuscada, recorrido bastante para ir por su hijo. Estaba a nada de ir ella a buscar habitación por habitación hasta dar con él. Aguardo unos minutos más mirando el reloj de su muñeca.
-¿Qué nadie atiende en este lugar o cómo? -preguntó de mala gana levantando la voz para que la oyeran.
En eso aparece la persona que conoció hace ya un buen tiempo, sonrió aliviada. Era Kim Taehyung, el jovencito santurrón de iglesia, rubio del cual esperaba que Yoongi se enamorase. Camino hasta él saludando. Apenas lo vio, sonrió, pero el chico parecía preocupado; sus pintas no eran las mejores, estaba desordenado, tenía ojeras oscuras y sus ojos hinchados y rojizos de tanto llorar.
-Señora Min, llegó. -Le dijo aliviado. -Pensé que tardaría más.
-Apenas me dijeron, estabas aquí, me subí al primer autobús que venía a este pueblo, no podía esperar más para saber de Yoongi. -Comentó sentándose en una silla de la sala de esperar. Le hizo a Kim un gesto para qué tomará asiento a su lado. -¿Qué paso? ¿Qué hace mi hijo aquí? -preguntó preocupada.
-Es... Es una larga historia.
-Tengo todo el tiempo del mundo, pero antes... ¿Estás bien? -Le miró. -No te recuerdo así, estabas más radiante, ahora estás apagado. -Le aparto un cabello de la frente y Kim comenzó a llorar nuevamente.
-Fue ese padre... Baek.
Hee-jin supo que algo muy malo paso. No paso mucho, Kim al ver a la madre de su pareja no pudo evitar controlarse y le contó cada detalle, incluso de cómo se enamoró de su hijo y que sería abuela. Ella quería gritar y brincar de la emoción, sin embargo, el joven estaba atacado más por todo lo ocurrido que tuvo que aguantarse las ganas de gritar a los cuatro vientos que sería abuela por primera vez.
Ver a Taehyung mal, él partió el corazón. Lo recuerda como un omega radiante, su sonrisa, sus buenas palabras, el respeto y su trato hacia ella cuando su propio hijo la mando a la calle. Era un buen omega, un chico de corazón puro que, a pesar de todo lo que estaba contando, seguía algo en el que lo mantenía fuerte, asumía que era el rol que ahora debía cumplir como padre.
Volviendo al tema del supuesto padre de iglesia que era Baek, la verdad es que no se lo esperaba, parecía tan buen hombre que cegó la percepción de todos ocultando sus verdaderos demonios y el pasado que traía en la espalda como la carga de sus pecados. Mala suerte tuvo al toparse con su hijo que, cuando se le metía algo en la cabeza, sacarlo de ahí era un verdadero reto. Yoongi no desistía fácil, menos si estaba enamorado de alguien.
Aquel hombre asqueroso había golpeado a su hijo y ella juraba por Dios que si se lo cruzaba lo mataba, tal cual, ni siquiera se mediría. Nadie tocaba a su hijo, menos ahora a Taehyung, que era parte de su familia. Ella al oír todo esto sintió mucha rabia, impotencia por haber roto a un chico como Kim, a su familia y de paso querer acabar con Yoongi, todo eso le hervía la sangre de cólera.
¿Cómo que nadie lo noto? Suponía que la fe no los dejo ver más allá.
Abrazo a Kim sobando su espalda.
-Puedes llorar todo lo que desees porque tienes el derecho. Además, ya no estás solo, Taehyung. -Sonrió. -Tienes a Yoongi, al bebé y ahora a mí, prometo ser mejor de lo que fui. -Kim rio entre dientes. -Y estoy más que segura que, podrás conocer a tu padre.
-¿Usted cree? -preguntó apartándose un poco. -¿Qué pasa si él no me quiere ver? ¿No se acuerda que tuvo un hijo o me odia?
Hee-jin el tomo el rostro.
-Una madre o un padre, nunca en la vida, olvidará que trajo un hijo a este mundo; un mundo horrible, sí. Lleno de locos sueltos, maldad... pecado. -Hizo una pausa. -Pero son ellos lo que harán un poco mejor la mierda en la que vivimos.
Taehyung rio.
-Usted da buenos consejos.
-Yoongi no dice eso... -Bajo la voz. -Mira, venía por Yoongi, pero... tú debes comer, lavarte, vestirte y sonreírle a la vida. Acabas de sacar al monstruo que te crio en la mentira, serás padre, tienes a un hombre que, para mi sorpresa, te ama. Tendrás lo que no has tenido, y eso es maravilloso. -Comentó. El tomo las manos y lo puso de pie. -Vamos, buscaremos un buen lugar para almorzar y vendremos por Yoongi.
Kim y la señora Min había salido del hospital, había por suerte una cafetería a dos cuadras más allá que la madre de Min logro ver antes de llegar. Lo primero que hizo fue alimentarlo, le daba igual cuanto comiera, quería verlo sano y fuerte por todo el proceso que se le vendría encima, un juicio nunca era fácil. Es mentalmente agotador por tener que ver al que te hizo daño a la cara una vez más y esperar que la justicia haga de lo suyo, esperaba que hubiera, Hee-jin sabía que siempre daban más para el lado del alfa que para el omega, aunque con el prontuario de ese señor, todo apuntaba que se pudriría dentro.
Hee-jin se tomó el atrevimiento de conocer más a Taehyung, más que la vez pasada. Él le mencionó como es que comenzó a sentir cosas por su hijo, como era Yoongi sore todo enamorado. Era una verdadera sorpresa, pues él no expresaba las emociones con facilidad, era gruñón, frio y pasaba enojado con la vida o el mundo, pero oír que era alguien distinto le provocaba gracia y le daba gran orgullo.
Para el omega, estar con su ahora suegra, era algo nuevo. También al vio como una fuente de conocimiento sobre el proceso de esperar un cachorro, no sabía nada y claro que con la doctora sabría más, pero era mejor la experiencia de la señora Min que entre sus anécdotas de embarazada le sacaba una sonrisa al rubio intento distraerlo de la mala noche que vivió.
Estuvo fuera del hospital unas dos horas más o menos, entre alimentarse y cambiar un poco su apariencia podía decir que estaba más decente para ver a su novio. Además, quería darle la copia de la ecografía como regalo, aquello lo tenía emocionado.
Al llegar nuevamente al servicio de hospitalizaciones se toparon con una enfermera que el comunico que Min ya estaba más estable, mejor y consciente, que era lo importante. Solo que se debía quedar unos días más para evaluarlo en cado de que haya quedado alguna secuela por el golpe. Oír aquello, fue un verdadero alivio para la madre y la pareja del alfa. Se registraron como visitas y luego pasaron a verlo.
Una vez dentro saludaron a los dos pacientes de la cama uno y dos que le había compañía a Yoongi, quien estaba hacia el lado de la ventana.
-Señor Min dejé de moverse la baja de suero, por favor. No dejará que el medicamento pase.
-¡Pero se demora mucho y me quiero ir de aquí! -Alzo un poco la voz. -¿Y qué eso?
-Es un antibiótico, señor Min...
-¡Sabe horrible! ¿No tiene otra cosa?
-No, señor Min... -Suspiro la mujer.
En eso su madre aparece corriendo la cortina viendo a su hijo en cama con su ropa del hospital, varios dispositivos médicos puesto para mantenerlo monitorizado.
-¿Ya estás dando que hacer a la pobre mujer? -preguntó mirando a la enfermera. Ella sonrió nerviosa mientras sostenía la pastilla el vaso de agua. -Lo bueno es que estás bien y consciente, sigues siendo el mismo de siempre.
Yoongi rodó los ojos y miro a la enfermera.
-¿Puede decirle al doctor que no la deje entrar como visita? -No alcanzo a responder. -¿O qué me cambia al último piso para que ella no llegue? -preguntó de malhumor. Ella solo no supo qué decir.
-Yo le dije que viniera.
Taehyung se asomó con una sonrisa leve en su semblante. Min se quería levantar e ir por el abrazarlo, besarlo y decirle que lo amaba porque paso horas frustrantes sin poder ver a su omega, pero tenía cables; el monitor de signos vitales, un oxímetro de pulso en el dedo, una mascarilla de oxígeno y el suero pasándole por la vena. Apenas se sentó sintió que la vía del brazo le tiraba y dejo caer en la cama una vez más, frustrado por estar ahí.
-¿Me puede quitar esto? Parece un muñeco ventrículo. -Habló malhumorado.
-Son órdenes del doctor, señor Min. -Le respondió con paciencia.
Hee-jin tomo la pastilla y el vaso.
-Nos encargaremos de este paciente poco colaborar. ¿Sí?
Ella se inclinó y se fue rápidamente de la habitación. -El que saques de quicio a la gente es un signo de que estás mejor que nunca.
Min miro a su madre molesta.
-No tenía que venir, estoy bien. -Le dijo de manera frívola, apartando la mirada hacia la ventana.
-Si como no... -Murmuró. -Eres malagradecido, y lo peor es que casi te matan, ¡dos veces! ¿Y no querías que supiera? -Se ofendió.
La señora Min le dio la pastilla a la fuerza. Taehyung solo observó la escena divertida al ver como el alfa cerraba la boca y giraba la cabeza hacia todos lados, evitando tomársela. Hasta que no lo logro el cometido y se la trago de mala gana.
-Eres un tonto, ¿cómo se te ocurre hacer estas cosas, hijo? -Sollozo. -¿Qué hubiera hecho yo sin ti?
-Me fui por diez años y te estuviste más que bien. -Habló con sarcasmo manteniendo sus brazos cruzados.
-¡Pero fue diferente, niño! -Se dejó caer en la otra silla.
Min bajo la mirada. Puede que las circunstancias y a relación que se generó con Yoongi a raíz de ello la hacían la menos indicada para preocuparse por él, estuvo años en la cárcel, sin embargo, como dijo, era diferente. En esta ocasión casi le arrebatan la vida por defender a un amor, probablemente, si Min no hubiera salido de esa, la historia sería completamente diferente y no estaría aquí, sino en el primer piso donde hacen los funerales.
Ante el pensamiento sintió dolor. Era mala madre, pero nada no cambiaría el hecho que amaba a Yoongi, era lo único que tenía, más ahora que se sumaba Taehyung y su nieto.
El alfa al ver la expresión de su madre se sintió algo mal por hablarle de esa manera. Después de todo, por primera vez estaba ahí, presente.
-Lo lamento. ¿Sí? -La miro arrepentido de haberle dicho que no la quería ver. -Pero lo hice porque... porque amo a Taehyung. Quería que supiera sobre sus padres, que ese tipo no le hiciera nada y se me paso la cuenta.
-Fue mi culpa... -Murmuró el rubio. -No debí involucrarte en nada, si te hubiera pasado algo yo y... nos hubiéramos quedado solos el bebé y yo.
Min arrugó la frente y luego suavizo su mirada. Le tomo las manos a su novio y la acarició con delicadeza mirando a los ojos.
-Fueron mis decisiones, no tuyas. Lo hice porque te amo y quería lo mejor, cumplir nuestros planes.
Hee-jin se sintió curiosa por ello.
-¿Qué planes?
-Yoongi y yo no iremos a Jeju, pero dudo que pronto. -Contó el omega con una gran sonrisa.
-Sí, harán un juicio para meter a Baek a la cárcel y quieren a Taehyung como su testigo, además de su padre, Minho. -Comento Min. -Supongo que debemos esperar. Namjoon antes de que entraran dijo que trasladaría a Baek a Seúl para hacer el juicio allí. Nos tocará vivir allí antes de ir a Jeju.
La señora Min miro emocionada a ambos, sus ojos brillaron como dos focos.
-Vivirán conmigo entonces. Está decidido. -Hablo cruzando sus piernas. Seguía sentada, luciendo totalmente convencida de su plan.
Taehyung sonrió.
-Eso sería lindo...
-¡¿Te volviste loca?! -Interrumpió el alfa al omega, sentándose de un solo movimiento. -¡No! ¡Olvídalo, mamá! ¡Ni loco vivo contigo, sea cual sea el tiempo!
-No tienen donde vivir y este pueblo no tiene nada para ustedes. -Comentó la mujer intentando convencer a su hijo. Por otro lado, estaba tranquila, porque si Kim estaba de acuerdo, el azabache no dudaría en ir donde su pareja iba. -Si quieren ir a Jeju deben guardar dinero y mientras, ¿dónde vivirán? -Insistió. -Tengo una habitación de sobra, bueno dos, por si nace el bebé en ese tiempo y... ¡Ah! ¡Viviremos bien los cuatro!
Min negó repetidas veces mirando a Taehyung.
-Yo no voy a vivir contigo. -Retiro. -Menos que mi hijo viva con al desquiciado de su abuela, traicionera y, además, que aún mantiene su "negocio". -Bajo la voz e hizo comillas con sus dedos denotando el sarcasmo.
Hee-jin lo miro ofendida. Kim estaba seguro de que hablaba de "sustancias ilegales" de las cuales el alfa le habló una vez, la verdad es que esperaba que porque si no, para nada sería un ambiente sano para su hijo.
-Ya no. No vendo nada. -Le respondió rotundamente.
-No seas mentirosa, mamá. Te conozco lo suficiente...
-Vendí esa casa. -Interrumpió para dejarle en claro la verdad. -Me compré una pequeña en un barrio modesto, le entregué todo a Choi y me salí, para siempre. -Hizo énfasis. -Desde que me corriste a patadas de esa comunidad, lo reconsidere y al mes lo deje de hacer. Vivo bien siendo una ciudadana común y corriente y ha sido maravilloso. -Suspiro. -Soy una típica señora de los suburbios, y que será abuela, claro.
Taehyung sintió un gran alivio al oírla y por el lado de Yoongi, él solo dio un largo suspiro. Pensó en lo que le decía su madre y era una posibilidad. Sin embargo, vivir con ella iba a ser un caos, lo veía venir como una mala premonición del futuro. La conocía, iba a ser metiche; encima de él y de Taehyung, más con lo del cachorro. No quería imaginarse el suplicio que le esperaba, suponía que podía vivir un mes y largarse, pero no conocía la duración de un juicio de este tipo de casos. El suyo duró horas solo porque le dictaron uno por uno sus delitos, si no hubiera sido menos.
Jeju fue su objetivo como soltero y sin ser padre, pero continuaba siéndolo, más ahora que tendría su familia. Quería una vida serena costera con su omega y su hijo viviendo en paz, los tres. Sonrió al imaginarse un poco como sería esa vida familiar, pero a veces para los sueños se hace sacrificios.
Miro a su madre que mantenía una sonrisa de oreja a oreja.
Y grandes sacrificios se suelen hacer.
-Solo por poco tiempo, no te ilusiones. Trabajaré, no me importa cuánto, pero vivir nueve meses contigo... ¡Claro que no! -Hizo hincapié. -Aparte tú y yo tenemos temas pendientes. Que acepte vivir contigo y que esté aquí no quiere decir que... te haya perdonado al cien. -La miró con rencor.
-Ya supéralo, fue el año pasado. Soy tu madre, suegra de tu omega y abuela de tu hijo. Somos familia, hijo mío.
-Mi familia es Taehyung y el bebé.
-Mocoso... -Refunfuñó entre decirle.
Taehyung estaba emocionado, la verdad es que iba a ser toda una nueva experiencia vivir con ella, por otro lado, podía conocer mejor como es Seúl. Pensó mucho en ello, siempre veía las noticias y lucía una ciudad enorme, brillante y llena de gente. ¿Cómo sería vivir en ella?
Antes de seguir imaginándose una vida en la capital, recordó lo que tenía para Yoongi. Saco de su bolsillo la ecografía y la puso entre sus manos mientras seguía discutiendo con su madre sobre como vivirían, poniendo sus condiciones. El azabache al sentir un trozo de papel gira la mirada hacia sus manos y ve una cara blanca de esta.
-¿Qué es?
-Sorpresa. -Murmuro besando sus labios.
Hee-jin al verlos melosos sonrió enternecida.
El alfa giró el trozo de papel perfectamente impreso de forma cuadrada. No tuvo que adivinar mucho, apenas la giro supo que era de esas ecografías que mostraba al bebé. Con sus ojos lagrimosos, observo a su omega quien solo le sonreía nervioso.
-Ese punto blanco de ahí, es nuestro cachorro, amor. -Apunto la imagen. -Tiene seis semanas, la doctora dijo que todo estaba bien y que iba por buen camino.
-Es... Es lindo... Digo, no se ve la cara, pero... Va a ser lindo. -Sonrió. -Voy a tener un hijo. -Río nervioso.
Min lo beso y su la madre del alfa estaba más que satisfecha que por fin ve a su hijo tener una vida como correspondía; paraje, hijo, un hogar... Todo lo que ella quiso para él. Estaba emocionada por ser abuela y por los dos chicos que conocieran una nueva etapa en sus vidas. Solo podía decirles mucha felicidad y suerte en ello.
✶⊶⊷⊶⊷❍ ✟ ❍⊶⊷⊶⊷✶
El omega estaba recostado sobre su pecho mientras en la televisión de la habitación de los pacientes pasan un programa de concurso de cocina donde evaluaban los platos. El chico lo miraba curioso. ¿En serio la gente se dejaba humillar de esa manera? Lo pensaba más cuando los jueces hablaban mal de sus platos.
Aparto la mirada de la televisión y se concentró en la respiración de Yoongi, era rítmica, relajada y su pecho subía y bajaba con delicadeza mientras sentía como su la mano izquierda acaricia su espalda de arriba abajo buscando relajarlo. Sonrió al estar en esa situación, por fin había pñaz en su vida y no podía estar más contento. Solo que ya quedaba veinte minutos de visita y tendría que irse, pasaría las noches con Jimin que le ofreció alojo durante lo que le quedase a Min en hospital, y su suegra, se quedaría en un hostal cerca del hospital.
-Me gusta estar de esta manera. Tranquilo, sin preocuparme por nada. -Cmentó mirando al mayor.
-A mi igual, y lo mejor es que... será siempre así. -Le aseguro su novio. Min frunció sus labios al ver al omega con una sonrisa. Pensó mucho en todo una, es más, no podía dejar pasar lo que ocurrió, por otro lado, merecía saber que el busco a Minho con Choi. -Taehyung, hay algo que no te he dicho.
-¿Qué cosa? -Se preocupó.
-Yo... busqué a Minho sin decirte. -Taehyung no dijo nada y no hizo ni un gesto de disgusto. -No pude no hacer nada, quería que... supieras todo. Perdóname otra vez por ocultarte las cosas.
El rubio no se molestó, de hecho, asintió aceptándolo. Estaba bien, después de todo, entendió que nunca fue con malas intenciones y que lo hacía con un fin honesto.
-¿Sabes dónde está?
-En Daegu. -Le dijo.
Taehyung se mordió los labios pensando en ello. ¿Si iba, lograría algo con su padre? Imaginarse todos los posibles escenarios lo ponía nervioso provocándole un retorcijón en las entrañas. Quería ir, pero el miedo al rechazo era mucho más grande.
-¿Crees que deba ir? -preguntó cabizbajo.
-Claro, es tu padre, por fin podrás conocer a una persona importante en tu vida, amor. -Min se acomodó mejor y lo miró a los ojos levantando su barbilla. -Te mereces toda la felicidad del mundo, Kim Taehyung.
El rubio sonrió dejando caer un par de lágrimas por las mejillas.
✶⊶⊷⊶⊷❍ ✟ ❍⊶⊷⊶⊷✶
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top