XLIV: Huir.

Min no supo a quien más recurrir que no fuera Jimin. Puede que no fuera de todo su agrado, sin embargo, el pelirrojo mostraba interés y preocupación por el omega. Asi que no le quedó más remedio que ir a la tienda de conveniencia de Park y pedirle ayuda con una prueba de embarazo.

Jimin al oír la petición del alfa se quedó en silencio, algo sorprendido por aquella petición, más porque no se agradaban, pero sobre todo que estaba la posibilidad de que Taehyung estaba en espera de un cachorro del azabache. Conocía la situación actual de ambos, en la que pensaban irse de Sawon Mun para alejarse del perverso padre Baek y Park era bastante consciente que, un hijo en estas circunstancias, complicaba el plan inicial.

Sin dudarlo más y para no pelear, acompaño a Yoongi a la misma farmacia donde le compro los primeros suspensores al rubio. El alfa ya había ido a aquella tienda una vez buscando suspensores para el asi que no era del todo desconocida, lo único que había cambiado durante ese tiempo, fue que ya no estaba la otra mujer de cara de pocos amigos, quien atendía era una muchacha joven de cabello castaño hasta los hombros, estaba leyendo lo que parecía ser una revista.

Al cerrar la campanilla de la puerta volvió a sonar y recién en ese momento la chica los vio sonriéndole con amabilidad deseándoles buenas noches.

Alfa y omega fueron hasta el corredor de cuidado personal donde buscaron una caja de una prueba embarazo, Yoongi tardo minutos en la estantería del lado derecho, pero Jimin en cuestión de segundos había regresado con el producto que necesitaba en sus manos.

—¿La poca costumbre? —preguntó con un poco de humor.

—Es mi primer susto —dijo mirando la caja. —Aunque... dudo que esto sea una falsa alarma.

Jimin mordió sus labios.

—Sé que los omegas cuando están en estado, el signo más común y certero es que su aroma se vuelve más dulce. ¿Has sentido eso en Taehyung?

El azabache recapitulo hace horas y quizás días atrás, estaba seguro que recordaba que las feromonas de Kim estaban más abrumadoras que de costumbre. Además, no solo ha sido eso, se muestras más insistente de estar con él, usa su ropa, se la llevaba para acabar devolviéndola cuando no le quedaba ahora de las feromonas ni perfume de Min. Las señales eran claras, pero Yoongi ha pasado por una situación como esta donde estaba el noventa y nueve por ciento de probabilidad que sería padre y el uno por ciento que esto solo era un mal susto.

—Sí, entre otras cosas...

—Mira, si Tae resulta en cinta, debes sacarlo de ahí. —Le exigió bajando la voz yendo hacia el mesón para pagar. —Si ese sujeto es satanás encarnado, ¿qué le hará a Taehyung si se entera que lo preñaste? —Se abrazo asi mismo. —No me lo quiero ni imaginar.

—Si esta cosa sale positiva, mañana mismo me largo con Taehyung, no me importa si no tengo el dinero que me falta, me las arreglare. —Camino hasta el mesón a pasos lentos.

El pelirrojo asintió conforme con su plan. Solo esperaba que las cosas salieran bien si es que llegasen a irse, extrañaría al omega, pues fue un amigo nuevo y único que ha logrado conocer en un pueblo como Mooji que predominaban los ancianos y pocos jóvenes que en su mayoría se largó por mejores oportunidades a ciudades grandes o a la misma capital, Seúl.

Deseaba los mejor para Yoongi y Taehyung, después de todo, era uno de los amores para reales y puros que vio evolucionar, más que nada alfa. Que, de un tipo arisco, frívolo y apático, se transformó en todo un romántico empedernido que estaba jugándose el todo por el nada, solo porque amaba a una única persona.

En el momento que llegaron a la caja el alfa pago la prueba de embarazo y la chica del mesón le dio algunas instrucciones para que no hubiera márgenes de error en la prueba. El prestó atención a cada palabra, ya que era la primera vez que pasaba por algo asi y porque necesitaba encarecidamente que esto funcionara, solo asi saldrían de sus sospechas.

Una vez estuvieron fuera de la farmacia, Jimin le agarro el hombro al mayor detenido sus pasos.

—Oye, anota mi número. —Le dijo el pelirrojo. Yoongi saco su teléfono y se metió a contactos para agregarlo. Park le dicto número por número con lentitud para que no se equivocara, asi Min tendría comunicación con él para que le avisara lo necesitasen ambos. —Solo para emergencias, y por favor, si sale positivo... avísame y lárguense de este pueblo que no tiene nada para ustedes. —Comentó cabizbajo.

—Para ti y Namjoon tampoco.

Park sonrió ladino.

—Ya hablamos de eso, asi que no te debes preocupar.

—No es como que me importe, pero...

El menor rodo los ojos.

—Siempre serás un idiota. —Susurró. Ambos rieron entre sí. —Hagamos las pases y lárgate con tu chico. —Le extendió la mano y Min al estreche.

—Gracias... Jimin.

Los dos se quedaron mirando mientras que Jimin caminaba hacia la dirección donde quedaba la estación de policía, tal parecía que iría a juntarse con Namjoon.

El por su lado espero un taxi, alrededor de unos cinco minutos hasta que vio uno pasar y lo detuvo levantando su mano. Apenas se subió le dijo que llevara a Sawon Mun, pero rápido.

Durante el camino se quedó observando la prueba entre sus manos, su estómago no dejaba de doler y darle una especie de cosquilleos que le generaban ganas de vomitar. No entendia que significaba todas esas sensaciones que estaba pasando, si emoción o miedo y sabía que lograría descifrar aquello cuando vea el resultado de la prueba. A pesar de que esto no estaba dentro de los planes, estaba algo ilusionado, no iba a mentir, mucho dicen que un alfa percibe cuando el omega estaba en espera y tal vez ese test estaba de sobra.

Al cabo de veinte minutos el alfa llego a la comunidad, pago el taxi y se bajó rápidamente entrando casi que corriendo a través de la reja principal de Sawon Mun. Al pasar ya al terreno de la comunidad de Mooji, apresuro sus pasos hasta lograr llegar al patio central del lugar.

Antes de asomarse por la casa principal, escondió la prueba en sus bolsillos y se trató de calmar y fingir que nada pasaba o que solamente salió a dar una vuelta al pueblo cuando era casi media noche, algo que no era normal, pero por el perfil que tenía Min, era creíble.

Camino hasta el patio viendo que aún quedaban algunas luces encendidas y la del cuarto de Kim seguía apagada. Antes de que saliera lo dejo durmiendo en su cama, cubierto por una manta en las piernas para que descansara, asi que estaba tranquilo de que aún estaba ahí o eso pensaba.

Subió las escaleras y entro finalmente al lobby. No había ni un alma y aquello lo perturbaba porque Baek siempre aparecía en los momentos menos indicados. Se dirigió a las escaleras y por surte no fue asi, logrando continuar con su camino hasta el cuarto de su novio sin dificultad alguna. Llego a la segunda planta y marchó rápidamente hasta la habitación de Taehyung mirando la cerradura electrónica, introdujo la clave y esta se abrió enseguida.

Miro de izquierda a derecha, dos veces para asegurarse que nadie lo viera entrar y si con eso no fue suficiente, antes de cerrarla dio el ultimo vistazo para posteriormente cerrar la puerta quedando dentro del cuarto del omega.

Apenas se giró vio que la cama estaba vacía, no estaba. La luz del baño estaba apagada asi que menos. Se quedo esperando unos segundos entados en la silla del escritorio hasta que pasados unos minutos apareció con un cuenco y un vaso con agua. Había ido a buscar algo para comer.

—Taehyung. —Yoongi se levantó de la silla.

El chico al verlo suspiro tranquilo, dejo las cosas sobre la cómoda con ropa que tenía junto a la puerta y fue hasta donde Min.

—¿A dónde te habías ido? —preguntó preocupado. —Me dejaste solo y creí que te fuiste... para siempre.

Min le tomo el rostro entre sus manos acunando sus mejillas.

—Ya te dije, sin ti no me muevo de este lugar. —Le beso la coronilla con ternura.

—Entonces, ¿dónde andabas, Yoongi?

El alfa metió sus manos a los bolsillos de la chaqueta sacando una caja larga que colocaba con letras negra lo que era. El chico parpadeo un par de veces algo confundido, la tomo con sus manos temblorosas.

—¿Esto dirá si estoy...?

—Sí. —Afirmo interrumpiendo al muchacho. —Ten en cuenta que, si eso sale positivo, mañana mismo los largamos de aquí.

El rubio queo pasmado.

—Pero... ¿mañana? ¿No es muy pronto? —Interrogó el omega.

—Taehyung, no me quedare ni un segundo más aquí con Baek, ni con la señora Kang. Te voy a sacar de aquí, ya lo dije. —Hablo con autoridad tomando el control de la situación. —Sé que no era la idea de te imaginabas, pero no seguiré esperando. Ve. —Ordenó.

El rubio se metió al baño, cerrando la puerta con pestillo dejando al alfa solo con sus miles de pensamientos atormentándolo a cada segundo que pasaba y esperaba que los cinco minutos no fueran eternos.

✶⊶⊷⊶⊷❍ ✟ ❍⊶⊷⊶⊷✶

Min y Kim estaban sentados en la cama con la prueba en medio de ellos. Yoongi miraba el piso con fijación y Taehyung solo miraba al alfa con algunas lágrimas en sus ojos. El rubio llevo su mano hasta las del mayor, tomando esta con su las suyas para poder hacer que reaccionara de una vez, ya que parecía en un estado de trance por lo que el test les había enseñado a ambos.

Efectivamente, como sospecho el omega y el alfa, el chico si estaba en espera de un cachorro del azabache. La prueba había dado positiva, con las dos rayas en el círculo del centro. Taehyung salió llorando del baño, pero aún no sabe si esas lagrimas fueron de felicidad o del miedo que sentía ahora.

Sin bien deseo tener algo con el alfa, la situación lo tenía con el estrés a mil, más que nada porque estaba claro que se irían mañana cuando pudieran y eso le asustaba mucho. La rección de Baek era una incógnita, no sabía cómo podía llegar a reaccionar el hombre, pensó en un momento decirle toda la verdad e irse, pero no se podía asegurar que lo entendería.

Podría reaccionar mal, hasta el punto de enfurecer. Sin embargo, podía decir que Baek era un tema para después, ahora le importaba lo que Yoongi tenía que decir, si es que quería, porque ha estado cayado por más de cinco minutos mirando el suelo de la habitación, lo que a Taehyung lo frustro.

—¿Estás... enojado? ¿Triste? —preguntaba esperando respuesta. —Solo dime que sientes, por favor.

El azabache por fin lo miro a los ojos.

—Solo tengo miedo de hacer mal las cosas con... ustedes. —Hablo pensando ya en su hijo. —No les quiero dar una mala vida, no quiero decepcionarte y me da miedo. Miedo de arruinar todo con mi carácter, no poder salir adelante. —Confesó mirando a Taehyung a los ojos. —Temo ser un mal padre.

El rubio negó y se abalanzó abrazando al alfa comenzando a llorar en su hombro. Min lo sujeto y hundió su rostro en su cuello.

—Si te hace sentir mejor, yo también tengo miedo de no hacerlo bien. —Le dijo. —Todo lo que siento ahora, es nuevo para mí y me aterra, me abruma, pero quiero hacer esto junto a ti. Ser lo que nosotros no tuvimos, padres.

Min se aportó y asintió con firmeza. Luego beso sus labios tomando su nuca para intensificarlo. Después ambos rieron al saber que iban a estar unidos de una manera diferente.

—Te amo. —Le murmuró en sus labios separándose un poco. —Te amo con mi alma, Taehyung.

El rubio sonrió.

—Y yo con mi corazón, Yoongi.

El rubio tomo la prueba y la dejo sobre su escritorio para poder recostarse en la cama junto a su novio y ahora, el padre de su hijo. Posó su cabeza en su pecho sintiendo como las respiraciones de Min eran rítmicas y pausadas, demostrando que por fin estaba más tranquilo.

Antes de poder cantar victoria debía irse de Sawon Mun, Taehyung seguía con ese miedo que le generaba inquietud, sin embargo, debía pensar ya no solamente en él, sino en su cachorro y también en Yoongi.

Entre tanto, Min tenía su mirada clavada en el techo de la habitación, mientras que pensaba como es que en casi tres meses logro conocer a un chico que logro sacar a la luz a ese chico romántico que se jugaba todo por alguien que le importaba, y ese era Taehyung. El omega de comunidad religiosa que nunca pensó que se iba a enamorar de un tipo de pasado difícil que apenas soportaba la presencia del rubio.

Pero con su unión quedo demostrado que, aquella frase: los polos opuestos se atraen. Es verdad que dos personas de diferentes mundos, vidas, sueños, completaban bien, se unían y podían funcionar con cierta sincronía. Yoongi siempre tuvo un objetivo claro y seguiría asi por mucho tiempo, solamente que ahora se sumaban un chico y un pequeño ser a su vida, formando lo que mucho adoraban, una familia.

Pequeña, pero lo serian en solo cuestión de meses. Le fue inevitable sonríen, soñando como seria ese mundo nuevo al que se enfrentaría como futuro padre, una cosa tenia clara y seria todo lo que alguna vez quiso que su madre hubiera sido con él o lo que su ausente padre debió de haber hecho cuando se entero que iba a tener un hijo. Min tenia claro que huir no era opción, podía ser de todo, menos un cobarde e irresponsable que tuviera agallas para dejar a Taehyung con una carga bastante grande, ya sea física, pero más que nada emocionalmente.

El alfa antes de acomodarse para dormir llevo de forma lenta y tímida su mano derecha hasta el estómago de Taehyung. La introdujo debajo de su ropa comenzando a acariciar su plano vientre. Rio algo nervioso dejando al omega con las emociones a flor de piel mientras buscaba conciliar el sueño.

—Yo... —Respiro hondo. —Prometo ser un buen padre.

—Sé que lo serás, no me tienes que prometer nada, Yoongi.

Los dos jóvenes se miraron por ultima vez antes de cerrar sus ojos y entregarse a los brazos de Morfeo, después de mucho, pasaban un agradable y tranquila noche uno al lado del otro.

✶⊶⊷⊶⊷❍ ✟ ❍⊶⊷⊶⊷✶

A la mañana siguiente, Min se despertó alrededor de las siete de la mañana junto al omega. Quien sabia que hoy era el día en que se irían de Sawon Mun.

Taehyung se quedo observando como Yoongi se alistaba para salir del cuarto e irse al suyo a guardar algunas pocas pertenencias, las que tenia ya que a la comunidad llego solamente con un bolso y nada más. El rubio estaba bastante nervioso que no sabia a que hora comenzar a alistar sus pocas cosas también, asi que solo miraba a Min esperando que le diera indicaciones, estaba atemorizado de las cosas no salieran bien y esa presión en su pecho nadie se la iba a lograr quitar.

—¿A que hora nos iremos? —preguntó levantándose de la cama para dirigirse hacia Min que se estaba terminando de arreglar la ropa que llevaba puesta en ese momento.

—A la noche, ya lo decidí. —Le respondió. —Es mejor cuando todos duermen, así evitaremos llamar la atención.

—¿No podemos quedarnos un día más? —Kim miro a su novio. —Tengo miedo, Yoongi. ¿Qué pasa sí nos atrapan?

Min se regresó con Kim, tomo su rostro entre sus manos, acunándolo con delicadeza para brindarle la calma que necesitaba.

—Nadie nos va a atrapar, Taehyung. —Recalcó. —Nos iremos cuando todo este a oscuras, tomaremos un taxi y se acabó. No piensen más en ello y solo confía en mí, amor. Por favor. —Le suplico.

Era inevitable ese miedo y el sentir que todos los vigilaban en un momento latente como ese. Sentía que Baek estaba hora mismo afuera oyendo su conversación y aquello lo ponían con los nervios de punto generándole un estrés que no podía seguir aguantando más. Quería vomitar entre los nervios y miedo de huir.

—Confió en ti. —Le dijo abrazándolo con ímpetu.

—Bien, solo debemos hacer nuestro día normal hasta que yo venga por ti. Apenas venga toma tu mochila y bajamos rápido. —Indico. —Debe ser rápido, lamento que no puedas despedir de los demás, pero es nuestra única oportunidad, si Baek se entera de esto... me va joder a mi y a ti... no pienso dejar que te toque ni un solo cabello. ¿Oíste? —Indico entre dientes, molesto al imaginarse la posibilidad de que el padre se acerque a Kim.

—Es por nosotros, lo entiendo. —Le dio tranquilidad.

—Entonces iré a hacer algunos trabajos, lo que sea que me quería dar Baek no me importa. Cuídate. —Le beso la frente. —Te amo.

—Yo también te amo, ten cuidado, Yoongi, por favor... —Le suplico viendo con su pareja se iba de su cuarto.

El chico se abrazo asi mismo viendo como el alfa cerraba la puerta detrás de él dejándolo solo dentro de su cuarto. El omega sin saber que hacer buscó una mochila que tenia debajo de la cama, era grande y solo al usaba cuando iba de excursión con el resto de chicos de la comunidad.

La dejo sobre la cama y comenzó a meter ropa rápidamente, sin importarle como entrara, si arrugada o estirada, solo quería hacerlo rápidamente para que cuando llegara Yoongi al anochecer el tomar su mochila y largarse de la comunidad. Guardo una que otra pertenencia dejando el bolso más o menos pesado, no en exceso.

Una vez tuvo la mochila lista la escondió en el baño, dentro del mueble debajo del lavamanos ya que muchas cosas no había ahí, solo que ya guardo en el bolso. Cerro las puertas y se dedico a ordenar su habitación como un día corriente, esperando Kang tocara su puerta llamándolo a desayunar. No era bueno fingiendo, pero debía hacerlo por él, por Yoongi y ahora por el hijo de ambos.

Al cabo de uno minutos, alrededor de unos veinte, toco la señora Eun-Shil llamando al nombre de Kim diciendo que desayunarían en irían juntos a misa. El solo tomo aire profundo, se levantó de la cama caminando hasta la puerta, suspiro y abrió la puerta viendo a la mujer sonriente frente a él con su típica libreta con el itinerario del día de la comunidad.

—Hola Taehyung.

—Señora Kang. —Le sonrió.

No podía arrepentirse, no hoy cuando estaba a nada de poder conocer mucho más que Sawon Mun.

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