XLII: Feliz Cumpleaños.

"Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza".

Salmo 56:3

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Una Semana Después.

Taehyung fue al invernadero de la madre Park, para encenderle algunas velas alrededor de la foto enmarcada de la madre Park. Cuando le dio fuego a la ultima vela apago el fosforo sacudiéndolo y soplando hacia él para dejarlo de lado y asi comenzar con su pequeña oración del día, pues cada domingo de cada semana, Kim iba al invernadero a rezarle a la madre Park para que siga descanso en el paraíso que ella merecía y también para contarle como iban sus días sin su presencia.

Unió sus manos entrelazando sus dedos mientras cerraba sus ojos.

Padre santo, Dios eterno y Todopoderoso, te pedimos por la madre Park que llamaste de este mundo. Dale la felicidad, la luz y la paz. Que él, habiendo pasado por la muerte, participe con los santos de la luz eterna, como le prometiste a Abraham y a su descendencia. Que su alma no sufra más, y te dignes a resucitarlo con los santos el día de la resurrección y la recompensa. Perdónale sus pecados, para que alcance junto a ti la vida inmortal en el reino eterno. Por Jesucristo, Tu Hijo, en la unidad del Espíritu Santo. Amén.

Kim dejo las velas encendidas por un momento hasta que se consumieran por si solas. Se quedo sentado en la banca subiendo sus piernas. Se quedo en silencio mientras el silbido de la brisa exterior chocaba contra los vidrios del invernadero. Al tener sus piernas flexionadas logro sentir el trozo de papel en su bolsillo clavarle un poco, al meter su mano vio la foto de sus padres que, desde que Hoseok se al dio, la cargaba consigo para mirarlos, tenerlos asi le permitía imaginarse todo lo que vivieron juntos.

Sonrió nostálgico, en sus sueños, se imaginaba que sus padres estaban abajo en el comedor conviviendo con los demás feligreses de Sawon Mun e incluso han de conocer a Yoongi, el alfa que amaba. Era una ensoñación demasiado exagerada y llena de falsas ilusiones, pero pensar que quizás en otra vida sus padres conocían al hombre que lo ha hecho feliz en tres meses eran esperanzador.

Un par de lágrimas cayeron sobre sus manos, sorbió su nariz. Se seco las lágrimas y sollozo un poco.

—Queria conocerlos... —Murmuró con la voz quebrada. Miro la imagen de la madre Park a su lado y acomodó la imagen al lado de ella. —Espero que estén bien. —Rio un poco melancólico.

Entre que lloraba en memoria de la madre Park y por sus padres, sintió algunos pasos llegar al invernadero, viendo finalmente a Hoseok y a Yoongi entrar juntos. Jung con una sonrisa de oreja a oreja y Min con una leve sonrisa, al típica que él tenía. El omega se seco sus lágrimas y sonrió al verlos juntos.

—¿Qué hacen aquí? —Trato de disimular que no estaba llorando.

El beta dejo al caja con un pastel sobre la mesa del medio del invernadero y el alfa dejo una cesta también.

—Vinimos porque nos llegó el rumor que alguien cumple años hoy. —Comento Hoseok canturreando mirando hacia la puerta.

—¡Feliz cumpleaños!

Eran Namjoon y Jimin ambos con regalos en sus manos. Taehyung abrió sus ojos cargados de sorpresa mientras que Yoongi observaba el brillo de su par de orbes avellanas. ¿Ya dijo cuanto amaba sus ojos? Si, unas miles de veces.

—¿Q-Qué hacen aquí? —pregunto emocionado, pero tan prono llego la felicidad, vino la preocupación. —¡¿El padre Baek y la señora Kang los vio entrar?!

—No te preocupes, anda con la cabeza puesta con la misa de mañana de fin de año, fue a dejar algunas invitaciones a la iglesia y parroquias de Mooji con la señora Kang. —Explico el beta quitando peso a la situación. —¿Por qué no te relajas y disfrutas que hoy es tu día?

—¡Me agradas mucho! —Elogio Jimin entrando al invernadero. —¡Primero los regalos!

—Primero se canta —dijo Yoongi mirándolo con mala cara.

Park rodo los ojos y retrocedió.

Taehyung sonrió al ver al alfa comprometido con una fiesta de cumpleaños. Ojalá el Min Yoongi rudo y mezquino de un comienzo viera a este nuevo Yoongi entregado al cumpleaños de su ahora omega. El rubio se sentó en la silla que coloco el azabache en la cabecera de la mesa, el saco el pastel y encendió la vela del medio.

—No tenían porque hacer esto, solo es un cumpleaños. —Murmuró algo avergonzado.

—Olvídalo, mañana se acaba el año y viene uno nuevo donde podrás abrir tu horizonte de la mano de alguien que te ama. —Comentó Namjoon con una sonrisa.

—Oye que profundo, oficial —dijo Yoongi en tono burlesco.

—Ya, silencio... ¿Estás listo para decirle hola a los veinticinco?

Taehyung asintió emocionado. Siempre disfruto de las fiestas de cumpleaños, más cuando la madre Park preparaba todo con detalles juntos a las demás personas de la comunidad. Jung dio el primer verso de la canción de cumpleaños mientras que los demás.

Luego de cantarle cumpleaños a Taehyung el chico miro la vela en el centro.

—Pide un deseo —comentó el alfa sonriéndole con dulzura.

El rubio se aparto un mechón de cabello de su frente, miro de reojo a todos y tomo una bocanada de aire y soplo de una vez.

—No puedes decir lo que deseaste. —Advirtió Jung.

Kim lo sabía, peor siempre pedía lo mimo, solo que ahora agrego un detalle más.

Llego el momento de los regalos. El primero en entregar sus obsequios fueron la pareja, que el regalaron a Kim algunas prendas para abrigarse, Park una bufanda y Namjoon un abrigo para él. El chico se los coloco de inmediato agradecido por el detalle, luego vino el turno de Hoseok que le regalo un álbum con fotos de él y Kim desde cuando eran pequeños.

El omega emocionado por su regalo, le dijo a cada uno que se acercara para poder enseñarle fotos antiguas donde aparecían solamente él y el beta riendo o jugando juntos en el patio principal de la comunidad. La fotografías fueron tomadas por la madre de Jung y la señora Park, quienes eran las dos que más encima andaban de ellos cuando solo eran dos torbellinos de desastre con sus travesuras rebosando Sawon Mun en eso años de su dorada niñez. 

La imágenes le generaban cierta nostalgia, pues hubiera deseado que -tal como la madre de Hoseok le tomo fotos a su hijo- Minho lo hubiera hecho con Taehyung, para así albergar esos recuerdos en su mente y en su corazones. Tristemente, ahora solo vivía de ilusiones vagas, soñando una vida pasada con su padre a su lado, enseñándole lo necesario para el día a día, curándole las heridas de sus rodillas o consolando sus llantos de pena.

Tras ese regalo, vino el turno final del alfa. El rubio lo miró dándose cuenta que Yoongi estaba un poco nervioso por entregar su obsequio.

—No sabía que darte y la señora Park me guio un poco, luego de darme un consejo. —Le entrego la caja en las manos a Kim. —Espero que te guste mucho.

Al abrir la caja vio que eran dos anillos finos de oro, no tenia mayor detalle. No era de matrimonio.

—Son... ¿anillos de pareja? —Jimin al verlo sonrió enternecido. —Entonces la bestia tiene corazón de pollo.

—Cierra la boca, arruinas el momento. —Reclamo Yoongi algo avergonzado.

—Están hermosos. —Le dijo de inmediato. Le tomo la mano y se lo coloco en el dedo al alfa, y este se coloco al omega. —¿Por qué anillos?

—Queria algo que diga que estamos juntos, que nos amamos y que... —Se aclaro la garganta. —Que ya somos oficialmente novios. —Sonrió aldino.

El corazón del omega latió con frenesí contra su pecho. Miro el anillo y le tomo las manos al mayor.

—¿Con que novios?

—Te lo debía, no quiero volver a pelear contigo por eso.

Los dos rieron entre sí recordando ese momento algo avergonzó para ambos, fue la primera pelea que tenía y si, Kim admitía que exagero o solo era porque quería que de alguna u otra forma hacerle saber a Yoongi que lo quería más que como alguien con quien quitarse ese deseo placentero.

La celebración duro un poco más hasta pasado las cinco de la tarde, Namjoon y Jimin debían irse antes de que Baek y Kang llegasen, Hoseok no era problema ya que los dos mayores sabían que Jung pasaba los cumpleaños con su mejor amigo. Kim se quedo observado sus regalos y sintió muy feliz por las personas que lo rodeaban actualmente. Antes solo era Hoseok y Jungkook en ocasiones, pero no quería ni pensar en él, su nombre ya le causaba repudio.

Ahora se sumaba Yoongi a su vida y las cosas cambiaron mucho, sobre todo la compañía del alfa hacia sus días más llevaderos y placenteros al tener a alguien con poder hablar de otra forma que solo amistad. Contaba con esa famosa "alma gemela" o "destinado" como mucho solían llamarlo. Sonaba cursi, sin embargo, el omega desde que se dio cuenta de sus sentimientos hacia el alfa supo que tal vez estaba predispuesto a estar juntos, tarde o temprano.

Su llegada fue sin aviso al igual que la manera en que aparecieron sus sentimientos reales hacia él.

Fue por ello mismo que en su deseo de cumpleaños agrego unos cuantos detalles más.

«Deseo que todos los que quiero estén siempre bien. Que la madre Park encuentre paz en el paraíso que ella merece juntos a mis padres y... espero que el amor de Yoongi y yo nunca acabe».

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El frío cayo cuando la luna había tomado su posición en el cielo entre las estrellas, pero nada que un poco de calor entre ambos cuerpos no pudiera resolver en una noche de invierno. El ambiente era propicio de un momento romántico; luz tenue, calor y la nieve cayendo fuera mientras alfa y omega se entregaban una vez más al amor que se sentía por el por el otro.

Aquel día era el último del celo del omega por ello estaba disfrutando de cuerpo a cuerpo, cada caricia, cada embestida y beso entregando entre amor y pasión, además del fuego del placer del momento.

Taehyung encorvo su espalda y abrió sus labios dejando salir el ultimo jadeo de placer que fue provocado por la penetración del alfa que fue dada certeramente en aquel punto rebosante de sensibilidad y placer. El nudo había aparecido una vez más en el interior del omega.

Kim miro a su amado a los ojos oscuros de este y sin dudarlo, el tomo su rostro entre sus manos para dejar un beso apasionando mientras el nudo bajaba y asi acomodarse para dormir. El alfa se separó y fue hasta su cuello repartiendo besos sobre la marca de la mordida, la cual era evidencia que el omega ya tenía un alfa.

—Feliz cumpleaños, amor.... —Le susurró al oído generándole cosquillas al rubio, quien se aferró a la espalda del hombre su cuerpo mientras dejaba que sus feromonas le nublaran el juicio.

Taehyung ro entre dientes al oír su voz ronca hablarle al odio provocando una avalancha de deseo que no parecía querer darle fin. La manera en que se sentía era única, especial y cálida.

Kim lo volvió a besar mientras que sus piernas rodeaban la cintura del mayor y acariciaba su espalda con sus tersas manos. Tocando cada musculo tensionado, viajando luego a sus brazos pálidos y medios fornidos, se aferró su nuca enredando sus dedos entre sus cabello azabache y largo que caiga por su frente un tanto húmedo por el sudor generando durante el sexo. Finalmente, llego a su rostro grabando cada detalle de este en sus dedos.

—Te amo tanto. —Murmuró el alfa.

—Yo también te amo. —Besó su frente.

Min se había corriendo dentro de él durante el nudo, una vez este había bajado se alejó acomodándose en la cama para descansar. Taehyung sonrío tímidamente al ver al mayor con sus brazos detrás de su cabeza mientras cerraba sus ojos buscando el sueño. El chico se acomodó sobre el pecho de su amante, acariciando con sus dedos de forma delicada cada centímetro de piel que iba desde los pectorales hasta debajo del ombligo. Después dejo un beso en su mejilla sacándole una sonrisa al alfa, quien se giró para mirarlo a los ojos.

Verlo era como observar una obra de arte; sus ojos avellana profundos, sus labios rojizos y finos además de cada detalle de su anatomía fácil lo dejaba maravillado con la belleza del omega. Yoongi lo amaba de todas las formas posibles y por todos los motivos que podían existir.

Lo hacía querer hacer todo por él. Min deseaba sacarlo de este infierno en el que estaba y que sabía que las cosas estallarían en cualquier momento por cual fuera la circunstancia que sea el detonante de todo.

—¿Qué tengo que miras tanto? —preguntó inocentemente.

—Lo hermoso que eres —dijo admitiendo.

Taehyung se sonrojo.

—Tu igual eres muy atractivo.

Min sonrío al oírlo. Ambos se quedaron en silencio momentáneamente, hasta que a Kim le entro una duda que ha tenido desde hace mucho tiempo, desde que conocía a Yoongi más bien. Ya sabía que fue a la cárcel, pero ¿Por qué? ¿Qué fue lo malo que hizo para estar en un lugar tan horrible como ese?

Muchas veces deseo preguntarle, saber y entender porque al comienzo actuaba de manera tan arisca y frívola con quien se le acercaba. Lo miro un poco observando su perfil detalladamente con su mandíbula marcada. Sentía que si sacaba el tema el alfa se enojaría, sin embargo, quería saber de él, conocerlo cada día más.

—Yoongi, ¿te puedo pedir un ultimo regalo de cumpleaños? 

—Solo porque es tu día especial acepto —dijo mientras permanecía con los ojos cerrados descansando un poco.

Taehyung se sentó en la cama, el movimiento hizo al alfa abrir los ojos viendo al omega sentado y con sus cabello desordenados mientras lo miraba seriamente.

Tu... ¿por qué fuiste a la cárcel?

El de tez pálida se tensó y aparto la mirada. No quería ocultarle más nada, pero igual le aterraba alejarlo de él por sus errores del pasado. Hubiera sido otro el tipo de relación que mantenían de seguro lo hubiera mandado a la mierda, tal cual, pero a Min le importaba mucho forjar una relación basada en la confianza y, por otro lado, entendia que el omega sintiera cierta curiosidad por su vida para asi poder comprenderlo un poco más y acercarse a él.

Tomo aire profundo y se colocó serio. Miro a Kim mientras que con su mano entrelazaba los dedos con los de Taehyung, este último lo miraba atentamente.

—¿Seguro que quieres saber eso de mi? —Min se mostro inseguro por primera vez ante el omega. —No sé si quiera desilusionarte hoy, Tae. 

—Quiero amarte; al Yoongi del pasado y al del presente. Tampoco quiero que vivíamos ocultándonos cosas —dijo acariciando su mejilla pálida.

Yoongi asintió y tomo aire profundo. 

—Yo cuando era joven, vendía cosas... —Trago duro. —Cosas ilegales.

—No me hables como si no fuera a entenderlo, por favor. —Le pidió.

—Bien. —Aceptó el alfa. Se sentó sobre la cama. —A cosas ilegales me refiero a que vendían drogas; hierba, cocaína, crack, a veces vendía medicamentos que solo manejan los hospitales. —Admitió. Taehyung parpadeó varias veces demostrando que se había sorprendido. —Lo hacía por dinero, siempre me quise de ir del lado de mi madre porque nuestra relación no parecía de una madre e hijo. —Contó. —Fue ella quien me dio un poco de mercancía para vender, con el tiempo me fue mejor a mí que a ella.

—¿Y te atraparon? ¿Verdad?

—Sí —respondió. —¿Sabes quién fue el que me atrapo? —Le preguntó.

—Un policía, supongo.

—Claro, pero ese policía era la pareja del chillón de tu amigo, Namjoon —contó.

—¿Namjoon? —Kim se sorprendió aún más al oír el nombre de su amigo. Yoongi asintió. —Que coincidencia, no me lo esperaba.

—Lo sé, hasta yo me sorprendí de verlo aquí en este pueblo, pero, en fin, las cosas no acabaron bien para mí. —Retomo la historia. —Me arrestaron y el día de mi juicio me leyeron cada crimen que cometí desde joven, podían reducirme sentencia por mi edad, solo necesitaba que mamá testificara a mi favor. —Bajo la mirada hacia la mano de Taehyung quien con su dedo pulgar le acariciaba el torso mientras lo oía. —Ella... ni siquiera se presentó. —Hablo con rabia.

Kim ahora podía atar los hilos sueltos de la historia y del motivo porque Yoongi y su madre Heejin se llevaban algo mal. Min siempre le tuvo rencor a su madre por haberle faltado de esa manera, Min era un chico joven quien por primera vez necesito de su madre, y ella le dio la espalda.

—¿Por qué no fue?

—Si iba caía ella, además, estaba vendiendo con el tipo dueño de un bar —dijo.

—Lo lamento mucho...

—No, odio que digan eso, porque nadie pudo hacer más por mi y menos ahora que ya estoy hecho un adulto. Y yo mismo me metí en cosas que no debía meterme por dinero, lo hecho, hecho está. —Le sonrió un poco.

—Pero la pasaste mal en ese lugar, quizás... por eso eras tan rudo. —Comentó.

—Tuve que hacerme una personalidad nueva para defenderme de la mierda que había dentro, asesinos, violadores y estafadores. —Confesó. —Al inicio me golpeaban hasta que me aprendí a defender, pasé muchas veces en aislamiento porque me consideraban peligros. Fui violento, descriteriado, gruñón y... irrespetuoso. Supongo que pasar diez años siendo algo que me obligue a ser se me quedó pegado y por eso... te trate tan mal. —Lo miro a los ojos.

Taehyung poso su mano sobre la mejilla de Yoongi y a este le comenzó a caer un par de lágrimas. Kim se quedó atónito, nunca pensó ver a Min llorar frente a él, suponía que ese era el verdadero Min Yoongi, un hombre sensible, de sentimiento a flor de piel y que cuando amaba a alguien lo podía dejar todo sobre la mesa. El rubio le acarició la tez tratando de calmarlo. Ahora podía comprender porque le costó tanto desprenderse de aquella coraza de hierro con la que vivió años, estuvo en un inferno en la tierra cuando solo era un muchacho.

—No te pongas asi, deberías estar orgulloso de como has cambiado, quizás estas siendo el Yoongi que siempre fuiste el fondo. —Se encogió de hombros animándolo un poco. —Un día hable con tu madre y ella me dijo algo importante, de que cuando conozco al verdadero tú me iba a encantar. —Rio entre dientes, el chico rodo los ojos. —No solo me encanta, lo amo mucho. Me abriste el corazón a algo nuevo y pronto será el mundo y quiero hacerlo contigo a mi lado.

—¿Crees que merezca esto? ¿Tu amor, el cariño que me das? —preguntó.

—Todos merecemos ser amados.

El azabache se acurruco en los brazos del omega mientras este le acariciaba el cabello con parsimonia para entregarle serenidad y asi tranquilizarlo pues estaba algo sensible por la conversación sincera que acababan de tener.

Con los minutos, los dos jóvenes permanecieron abrazados hasta que se acomodaron sobre el colchón para irse a dormir. Taehyung apago la lampara y sintió como el alfa se pegaba a su cuerpo abrazarlo por la espalda mientras hundía su rostro en este. El rubio le sujeto al mano y paso esta por alrededor de su cintura para que lo abrazase.

Jamás se había sentido tan bien, estaba feliz, por primera vez en su vida, Yoongi lo estaba. Sentía que estaba en el lugar que tanto quiso en el fondo y evito por la mala vida que escogió. Queria todo con aquel omega; una vida a su lado por el tiempo que fuera, ojalá por siempre.

Kim Taehyung, había logrado sacar la mejor versión de Min Yoongi.

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