-"Jeon"-

Se me hacia muy familiar el apellido.

Pensaba, mientras caminaba por el pasillo.

Ültima puerta había dicho, estaba en lo correcto, no quería equivocarme. Así que golpeó. Alguien habló.

Indicando que pasará.

Entonces, abrí de a poco la puerta.

Lo primero que vi, era una oficina grandísima, toda de vidrio a su alrededor, casi parecía
que estaba en el cielo, En el medio de la oficina, un escritorio grande, que tenía una computadora y carpetas abiertas con papeles.

En el medio de la mesa de escritorio, un asiento negro alto, que cubría hasta la cabeza.

Ahi estaba sentado él.

El asiento estaba de espalda, parecía que estaba ocupado, hablando por teléfono.

Su voz.

Se me hizo muy familiar, su voz.

Su asiento, parecía ser giratorio, qué de a poquito fue dándose vuelta.

Antes que se girará del todo, escuché sus últimas palabras en el teléfono. Diciendo al celular:

-No tengo ganas de ir al cine.. Sí... Pero..

Rápidamente, cortó sus palabras.

Cuando me vio.

Sus ojos, se abrieron a más no poder.

Con una expresión, más que sorprendido.

Aún con el teléfono en la mano, dijo:

-Después.. Te llamo...-.y bajo su celular al escritorio.

Se preguntarán como estaba yo.

No pudiendo creer lo que veía.

No puede ser que la persona, que menos quiero ver en mí vida.

Estaba al frente de mis ojos.

Cómo pude, hablé:

-Tú... Eres... ¿Jeon?-

Se pone de pie, desde dónde estaba y sin dejar de mirarme. Dice:

-¿Jimin?- cuando dijo eso, cerré mis ojos, agachando mi mirada, no podía mirarlo, él dice:

-Oyé.... lo miré, caminó hacia el costado del escritorio, para estar al frente mío ahora y con
el ceño fruncido dice:

-¿Que hacés aquí?-

-Vine... Para poder trabajar...-

-No... Que hacés en Seúl?-

-Vine, también... Para estudiar en la Universidad..-

-¿Universidad?-y él sonrió, negándose con la cabeza -Que yo sepa, en donde vivíamos.. Había Universidades...

-Pero yo quiero ir a la mejor... Que está justo acá en Seúl... O que piensas... ¿Que vine por tí?... Ni en tus sueños!!-y él automáticamente borró su sonrisa, poniéndose serio.

Era mentira, tenía que hacerlo, para alejarme de él, tenía que hacer de cuenta que lo olvidé, aunque mi corazón gritará otra cosa.

Me asusté, si eran los padres de Jungkook. Dónde me escondería.

Jungkook, habló:

-¿Quién es?-

-Soy yo, señor... Suzy.. me tranquilizó

-Pasa, Suzy...- ella pasa.

-Disculpe señor... Quería darle al señor Park... Una hoja que se me olvidó de darle...- ella me mirá y dice.

-Jimin... No me di cuenta, que te di sólo una hoja.. ella entonces, me alcanza la hoja, para darmela y yo le digo:

-No hace falta... No voy a trabajar aquí...- ella me mirá, cómo no entendiendo nada.

-Pero... ¿Que pasó?... Estabas tan entusiasmado de trabajar aquí...

-Sí... Lo se... Por favor, Discúlpeme... y lo miré por un momento a Jungkook y otra vez volví mi mirada para hablar con ella -No puedo trabajar aquí...

-Pero...- entonces ella iba a hablar de vuelta, pero Jungkook la interrumpió:

-Suzy... Dame la hoja a míy después puedes retirarte...- ella se acercó a darle la hoja y después se retiraba.

Yo quería hacer lo mismo, hasta que de espalda, escuché que habló:

-Tú... No!!... - y me giró de vuelta, con resignación.

Él empieza a mirar la hoja, mientras camina hacia su asiento, en donde después se sienta, echándose hacia atrás en su respaldo.

Diciéndome:

-Oh... Así que vas a ser empleado en el sector uno... No sé parece en nada al trabajo que tengo yo... ¿Quieres un ascenso?- y me sonreía, con una sonrisa de lado

-No, Gracias... Prefiero ganarme por mi esfuerzo y no por una maldita herencia...- estaba por irme otra vez y habló.

-Espera!!.. Cómo sabés?- huy, creo que hablé de más.

-No importa cómo.. Tengo que irme...- quería salir, como sea o por lo menos sacarlo de mi
vista.

-Antes de irte... Me das tú otra hoja...- y no me di cuenta, que todavía la sostenía en mi mano, se la alcancé, dejándolo en su escritorio. Él agarró y se puso a firmar las dos hojas, para luego sellarlas y lo miraba extrañado.

-iQué estás haciendo?- él, me mirá.

-Acaso... No te faltaba mi firma... Ahora ya la tienes...- agarró una hoja dejándola en la cajonera, que había en su escritorio y hasta cerrando con llave -Toma... Está otra hoja es
para tí.. me acerca la otra hoja, arrastrándola desde su escritorio y sonríe -Ok... Te espero
mañana en la empresa... A las 8hs Puntual y sé puntual.. No me gusta las impuntualidades...- y yo al escucharlo, negaba con la cabeza.

-Qué parte de..."No voy a trabajar aquí"... No entiendes...- estaba realmente molestó.

-Debiste haber pensado antes de firmar... Acaso no leíste la consigna...

-Qué tiene que ver, que haya firmado... Eso no significa nada... Puedo cambiar de opinión..-

-Oh... Está claro que no leíste la consigna... Te la diré yo... Una vez que firmas y qué yo firmó... Ya estás aprobado y no puedes romper por ninguna circunstancia el contrato... O sino... Tienes que pagar una multa... Muy elevada y estoy más que seguro, que no podrás pagarla.. Así que... No tendrás más remedio que cumplir con tu trabajo... me decía con una sonrisa irónica.

-No puedes hacerme ésto...- trataba de suplicarle -No a mí..

-Puedo... Y mucho más.... demostraba una expresión, como de una persona controladora.

¿Que te pasó?.

Ese no eres tú.

¿Porque cambiaste?

Te volviste:

Tan Frío.

Tan Soberbio.

Ya no eres, esa persona que Amé.

Pensando en todo ésto, agachó mi mirada, cerrando los ojos, sólo un momento. Mientras él
habla:

-Ahora puedes irte... Qué tengo mucho trabajo por hacer... Entonces, levanté mi mirada y le hablé:

-Jungkook!... De verdad... No puedo estar aquí...

No puedo!!!.... entonces, hice una pausa
por un momento, antes de decir -Estar cerca de tí...

La expresión de Jungkook, cambió rápidamente.

Cómo lamentándose.

Sé que lo sientes en tu corazón.

Por favor, no me hagas esto.

No me hagas sufrir, más de lo que estoy sufriendo..

Justo en ese momento, otra vez golpearon la puerta y se abre.

Era de vuelta, su secretaria.

-Señor... Disculpe... Ya lo esperan en la reunión...

-Ok... Ahora voy...- se levanta y agarra su sacó, que estaba en el otro asiento.

Llendo directo hacia la puerta, no antes de acercarse a mí, para decirme:

-Por favor.... y me mira muy de cerca, fijo a los ojos -No puedo hacer nada... Así que... Cumple con el contrato...- y después, sale de su oficina.

Dejándome solo, pensativo.

No se porque siento, que las tormentas. Vinieron para quedarse.

Pero haré mi mayor esfuerzo, para despejarlas.