Annabelle

Eran las ocho de la mañana y por fin ibamos camino a Londres en el jet privado de la familia de Benjamín, sin embargo no iba feliz para nada feliz.
Benjamín estaba sentado a la par con esa tal Maxi y enfrente de ellos estaban Charlie y Chanel, mientras que yo solo estaba del otro lado del avión observandolos, recuerdo haberle dicho a Charlie que se llevara bien con Chanel sin embargo no recordaba en ningún momento el haberle dicho que me dejara a un lado para irse con ella, suspire con pesadez y abrí una bolsa de galletas a este paso saldría rodando del jet, Charlie y papá tenían razón tragaba como una vil cerda cuando estaba frustrada. Pero es que estaba más que molesta los últimos días de alguna forma solo pase teniendo riñas con Benjamín por culpa de esa niña bonita era como la manzana de la discordia.
Encendí mi tablet y lo primero que observe fueron mensajes de Frack y yo que pensé que ya me habia desechó de ese tipo.
Me levante de mi lugar y le mostré la tablet en la cara a Charlie.

—Wou—dijo mientras tomaba mi tablet—Más de cincuenta mensajes de mi hermano, parece que alguien aun quiere recuperarte.

Yo sonrei con ironía, le quite mi tablet a Charlie y le di con el cuaderno de Chanel en la cabeza.

—Gracias hace horas que quería hacerlo— dijo Chanel.

Yo me sobe la cien.

—Te dije que hablaras con tu hermano o de lo contrario tendre que pedir una orden de restricción.

—Oh vamos nena, son tus problemas románticos yo no fui contratado para eso. Solucionarlo tu sola.

Volví a levantar el cuaderno con la intención de golpearlo pero el me sonrió esa maldita sonrisa que decía todo, un día de estos sería mi puño lo que acabaría con esa sonrisa pero en parte de lo busque yo sola, él me advirtió de las consecuencias de salir con ese tipajo y yo solo lo ignore, le devolví el cuaderno a Chanel para volver a mi lugar, necesitaba borrar todos los mensajes de Frack.

—Ah, claro, Frack Frany, ahora que lo recuerdo, ¿que no estaba en prisión tu hermano?—pregunto Chanel.

—Si bueno eso fue un accidente estaba ebrio, fue a recuperación y lo ayude a ser parte del equipo, le di toda mi confianza y me dio la espalda saliendo con ¡mi jefa!

—No tienes que gritarlo estoy a unos cuantos pasos de ti— le conteste molesta sin mirarlo.

Oí la risa de Charlie.

—Si como sea, salio con la nena aunque yo ya le había dado una gran serie de advertencias al respecto.

—Lo estas defendiendo— dije entre dientes.

—Tu sabes que no defiendo a gente estúpida y mucho menos a mi hermano, pero él estaba te metiste tu sola a Aguas peligrosas. Ciertamente mi hermano es un idiota pero tu no te sales de santa pues sabias bien a lo que ibas sin mencionar que tus intenciones no fueron del todo puras tampoco.

Yo voltee de inmediato y observe a Charlie.

—¿Que insinúa con ese comentario?

—Como dije, no me contrataste para resolver tus problemas románticos.

—Si serás idiota— le grite molesta antes de volverme a acomodar en mi lugar.

—¿Piensas darle otra oportunidad?— pregunto Charlie.

—No— respondí de inmediato—  no pienso volver con él y tu mejor que nadie sabes el por qué.

—¿Realmente lo se? ¿estas interesada en alguien mas?.

Yo me quede callada, en verdad ahora agradecía estar alejada de ellos para que evitaran ver mi reacción.

—No—conteste insegura, ahora que estaba molesta con Benjamín no sabía si ambos queríamos continuar con esto— no es eso, yo solo no salgo con gente estupida, no creo en las terceras oportunidades.

Oí la sonora carcajada de Charlie, sabia que estaba mintiendo pero decidí ignorarlo, una vez terminado todo guarde todas mis cosas y me acosté en el sillón, necesitaba dormir.
Al despertar me sentí bastante cómoda, me levante y observe alrededor estaba en una habitación, confusión ven a mi. Camine unos cuantos pasos y observe una nota la letra era de Charlie.

Como no pudimos despertarte Ben te cargo hasta la habitación. Por cierto la cena con los Baker sera a las 7:30pm se puntual.

P.D: Iré a arreglar unas cosas con Chanel por lo que solo serán tu y Benjamín... Asi y tambien Maxi.

Yo fruncí el ceño molesta, ¿porque ella tendría que venir?.
Decidí prestarle importancia, eran las 5 en punto, creo que tenia el tiempo exacto, no perdi el tiempo y tome una ducha.
Al salir en envolví en una toalla y tome mi secadora para secar mi cabello, oí la puerta tocarse.

—¿Quien es?—pregunte.

—Soy yo Ben, ¿podrías prestarme un cargador para mi teléfono?

—Claro— dije mientras abría la puerta—pasa.

—Gracias—dijo mientras pasaba cerré la puerta y Ben me observo— yo puedo volver despues, si quieres— dijo nervioso.

Yo solo arquee la ceja mientras me cruzaba de brazos.

—Ben, ya me has visto desnuda mas de una vez— comente mientras caminaba—no te hagas el tímido y pasa por el cargador.

—De acuerdo.

Lo oí decir mientras caminaba detrás de mi, le señale la maleta y el comenzó a buscar entre mis cosas lo mire de reojo y observe como sostuvo mi sostén negro y luego lo volvio a meter, yo rei por la bajo.
Me acerque a él y sin pena tome mi lenceria para vestirme enfrente de él, note como fingió seguir buscando entre mis cosas.

—¿Que sucede?— pregunte—acaso prefieres ver como me quitó la ropa a ver como me la pongo.

Dije provocandolo, lo oí reir nervioso, se aclaro la garganta y tomo su cargador.

—Nose de que hablas.

Yo fruncí el ceño, esto no estaba funcionando. Tome mi vestido y me coloque frente a él, mire a Ben y le hice una seña para que subiera mi cierre. Él no dijo nada, sentí sus dedos rozar mi piel, estaba subiendo el cierre de la manera mas lenta posible, cuando termino se alejo un poco y yo lo observe fijamente. Antes que pudiese decir algo me  acerque a él para besarlo, Ben me tomo de la cintura y me lanzo a la cama sin separarnos del beso.

—Me preguntó que sera mas fácil, ¿ponerte el vestido o quitartelo?— pregunto entre besos.

—Por que no lo averiguas.

Lo observe sonreír, pero antes de que él pudiera hacer algo su teléfono sonó, de inmediato se levanto y contesto.

—Si voy enseguida Maxi— lo oí decir nervioso, tomo el cargador del suelo y coló —pasare por ti para irnos, adiós Milene.

Dijo y salio casi corriendo, yo solo me limite a observar el techo de la habitación lleve ambas manos a mi rostro y suspire con pesadez.

—¿Que demonios estoy haciendo?.