Amarte como me amas
Aclaraciones:
-Los personajes son propiedad de J.K, si fueran míos, estos dos hubieran terminado casándose.
-Este one-shot se ubica en el tiempo del quinto libro. Por el simple hecho de que deseo que imaginen a Harry y a Draco no tan niños ni tan adultos, solo por eso. Ambos son unos adolescentes.
Cuando en su cama aparece una correspondencia envuelta en un lazo dorado y al lado una pequeña caja de dudoso contenido, en su rostro se surca una sonrisa altanera y presumida.
Siendo sincero, se lo esperaba y bastante. Todos los años, el mismo día, a veces tardado o aveces temprano, pero siempre llegaba. ¿Porqué? Simple, era el dichoso día de San Valentín.
Hace 3 años, aquel día le parecía algo aburrido y siempre le era indiferente. Le parecía estúpido, casi tanto como las cosas muggles. Incluso, le había llegado tener un poco de fastidio por el simple hecho de que todos los estudiantes de Hogwarts, sin importar su casa, se la pasaban todo el día con estúpidas sonrisas, mejillas coloradas y con expresiones que denotaban nerviosismo.
Justo como la que tiene ahora al abrir con emoción aquella carta, lo hace con rapidez, pero el nudo del lazo está demasiado forzado y no puede abrir la carta, ante esto, lanza una maldición.
—¡Mierda, ese imbécil! Siempre hace lo mismo. Siempre pone putos lazos a las putas cartas.—farfulla en un suspiro frustrado.
Cuando por fin logra su cometido, sus dedos tiemblan un poco de la emoción, acariciando con lentitud el papel. Su estómago da un vuelco. Siempre hace lo mismo con todas las cartas.
Abre la carta y empieza a leer:
No necesito decirte las cosas que quiero decirte en algo tan ambiguo como una simple carta. Sabes que siempre quiero decir cosas románticas y estúpidas cuando estamos juntos. Y sé que eso te gusta.
Draco sonríe. Es consciente de que ese día lo ha hecho demasiadas veces desde la mañana. Ahora son las 11:00 de la noche y sigue sonriendo. Es inevitable.
Sólo te escribo esto para decirte que te espero en el departamento de pociones.
¿Sabes? Me he demorado en encontrar un lugar desierto. Después de todo, sabes que siempre hay un profesor rondando los pasillos. En fin, te espero allí.
Atte: Tú sabes quién soy.
PD: En la caja hay chocolates. Lamento arruinar la sorpresa.
Es inusual, ¿verdad? ¡Nunca te he regalado chocolates! Disfrútalos, Malfoy.
Malfoy dejó la carta a un lado, se sentó en su cama, poniéndose cómodo, y abrió la caja inspeccionándola. Era cierto, Harry jamás le había dado chocolates, porque siempre decía que eso era demasiado normal y sobrevalorado, así que siempre se había encargado de darle cosas bastante interesantes, "para destacar de los demás", decía Potter.
Toma un chocolate, incapaz de esperar más, y lo saborea. En ese momento, puede decir una sola cosa: los chocolates no son inusuales, pero el sabor de aquellos si lo son. No tienen un sabor parecido a las ranas de chocolates tan populares de Hogwarts. Es diferente. Es algo amargo cuando lo pone en su boca, pero se disuelve y deja un sabor dulce pero tenue. No es empalagoso y eso le fascina. Tal vez debería pedirle a Harry que le regale más a menudo chocolates.
Finalmente, cierra la caja y la esconde debajo de su almohada, con delicadeza, como si fuera algún tesoro. Luego, toma la carta, la dobla y la coloca en su cama, mientras saca un baúl grande, pesado y con la apariencia de haber estado allí un buen tiempo, que se encontraba debajo de su cama y muy al fondo. La abre con ayuda de una llave que estaba en su bolsillo, y toma la carta, para luego dejarla dentro del baúl, donde se encontraban cientos de cartas más. Todas escritas por la misma persona.
El adolescente deja el baúl donde estuvo inicialmente y deja la habitación, respirando con irregularidades y con las manos sudorosas.
[...]
Está mirando en todas las direcciones posibles, escondido en una pared. Hasta que lo ve.
Si no fuera por qué sabe guardar la compostura, probablemente ya estaría corriendo hacia sus brazos y le diera un beso que dejara sin respiración a ambos. Pero sólo camina y se acerca con lentitud, tratando de que sus pasos no hagan resuenen en un escandaloso eco en el pasillo desierto.
Potter no se ha dado cuenta de su presencia. Su cabello está muy desarreglado, como es costumbre, pero Draco sólo se imagina en lo bien que se sentiría enredar sus dedos en sus rizos mientras lo besa. Sonríe ante ese pensamiento.
Su mirada está perdida, con sus manos en los bolsillos de su pantalón y acostado en la puerta del salón. Parece estar esperando a alguien. Draco siente las mejillas hirviendo cuando sabe que lo espera a él. Sólo a él.
Hasta que Harry desvía su mirada en su dirección y lo ve; luego le sonríe. Draco quiere sonreír también pero se encuentra con un revoltijo de emociones en su estómago, que le hacen sentir la piel de gallina.
—Malfoy— dice acercándose a él, hasta que están frente a frente. Su voz retumba en el pasillo y Draco piensa que es más grave de lo normal. Se estremece.
Su corazón palpita tan fuerte en un ritmo constante, que cree que Harry lo puede escuchar.
—Potter.— susurra, y siente que se puede derretir allí mismo cuando el Gryffindor le mira directamente a los ojos. Draco baja la mirada, incapaz de seguir viendo esas orbes de color esmeralda tan demandantes y brillantes. Es demasiado para él.
El elegido ríe un poco ante su actitud tan nerviosa.
—¿Nervioso, Malfoy?— se burló.—¿Es por mí?
Draco retrocede un poco, y enarca una ceja.
—¿Crees que yo me pondría nervioso por alguien como tú?— siseó.—No seas ridículo. No soy tan vulnerable como crees, Harry.
Harry sigue sonriendo, pensando en cuánto le encanta que Draco esté siempre a la defensiva. Le da ganas de provocarlo más.
—Como quieras, querida serpiente.—responde, caminando hacia él los mismos pasos que Draco retrocedió, quedando de nuevo, con sus rostros muy cerca.— Pero dime, ¿te gusto el regalo que te envíe? — su sonrisa se vuelve filosa y peligrosa. Esperando la respuesta afirmativa del otro.
"Me encantó" pensó Draco.
—No mucho. San Potter siempre se luce con sus regalos poco convencionales, pero sólo me regaló una caja de chocolates. Algo tan simple y sencillo— sonrió, sonando más orgulloso de lo que pensó.
Harry quiso reír, pero solo lo jaló de brazo y lo atrapó en los suyos, mientras colocaba su rostro en el cuello pálido de Draco, plantandole un beso en esa zona tan sensible.
Malfoy soltó un jadeo de la impresión al sentir la respiración de su novio tan cerca.
—Tienes toda la razón, Draco— murmuró contra su piel.—Mereces más, mucho más.
Harry succionó su cuello y dejó un chupetón.
—¡Ah! Mierda, Potter— gimió el Slytherin y entrecerró los ojos, disfrutando de la sensación.
—Pero se me acaban la ideas, cariño.— dijo, divertido, llegando hasta su rostro. — ¿Puedes disculparme?— y está vez, se atrevió a besarle.
Draco no respondió, estaba demasiado avergonzado. Pero Harry, puso una mano en su rostro y profundizó el beso. No era tan solo un roce inocente.
Si antes a Draco respiraba con dificultad, ahora su respiración se había cortado. Cerró los ojos, y trató de disfrutar del beso. La lengua de Harry tomó control de la boca de Draco, y continuó besándole por un buen rato. Los jadeos de Draco se acallaron en los labios de Harry. Para finalizar, Harry le dió un pequeño beso de tan sólo unos segundos en sus labios húmedos y rojos.
—Te quiero— dijo, tomándole las manos y hundiéndose en el pecho de Draco, rodeando sus manos en su cintura.
Draco se separó de Harry, para respirar profundamente.
Ambos se dejaron caer en el suelo, sentados. Nuevamente, mirándose.
—Claro, después de haberme comido la boca y casi ahogarme, dices algo romántico.— recriminó el rubio, indignado.
—Eres irresistible cuando eres tan presumido.— justificó con todo el rostro sonrojado y con una sonrisa tímida.
"Ahora sé hace el inocente, por supuesto"— pensó, rodando los ojos.
—¿Quién te entiende, Potter?— suspiró.
—Nadie, probablemente.— se encogió de hombros.— Pero no me importa. Antes que la gente me entienda, prefiero que la gente me quiera. ¿No es eso aún mejor, Draco?
Querer. Él no quería a nadie.
—No
El de cabello azabache bufó.
—¿Por qué?—interrogó.
—Porque nadie me quiere, sólo tú. Y yo no quiero a nadie.—
Harry sonrió.
—Es comprensible. Aunque me siento ofendido. ¿No me quieres, Draco?
—No— respondió.
Potter asintió, teniendo la sonrisa aún plasmada en su rostro.
—¿No? Bueno, eso está bien. Lo acepto— dijo, acostándose de repente en su regazo.
Draco junto sus narices y le dio un beso a Harry en la frente, justo en su cicatriz, en un gesto cariñoso.
—¿Por qué lo aceptas?
—Porque te conozco. No dices que me quieres con tus palabras pero lo haces con tus acciones.— respondió.
Malfoy se sonrojo nuevamente.
Quiso decir algo. Pero esta vez, no habló con los labios, lo hizo con el corazón y con sus sentimientos a flotes.
—Te amo, Potter.- dijo, aliviado de decirlo. Nunca había pronunciado esas palabras, ni siquiera cuando Harry se le confesó.
Sintió que el mencionado se removió de emoción.
—¿Fue tan difícil decirlo?
—Sí, lo fue.
Harry soltó una risilla, se levantó del regazo de Draco, sentándose, y le dió un beso en su sien.
—Me lo imaginé.
—Ahora dilo tú— dijo esperando que le dijera que también le amaba.
—¿Qué te digo?
—Dí que me amas, Harry.—insistió con el corazón a punto de salirle del pecho.
El moreno se relamió los labios.
—Siempre te lo digo. Mejor te lo demuestro— dijo con una sonrisa pícara ebozándose en sus labios. Justo antes de abalanzarse a Draco.
—Joder, uno quiere ser romántico y tú sólo eres un maldito caliente, Potter. —dijo algo molesto, con el cuerpo de Harry encima de él.
—Te amo, Malfoy. Amo que siempre guardes mis cartas y regalos. Amo que me beses. Amo tu actitud. Amo que seas Draco Malfoy. Porque eres el único a quien sería capaz de amar. Yo te amo tanto como me amas a mí.
—Entonces debe ser mucho.— se encogió ante sus palabras.
—Lo es.
Lo besó de nuevo, hasta que la noche terminó.
Hace 3 años a Draco se le hacía indiferente el día de San Valentín. Pero ya no. Porque aprendió a amar y aprendió a saber que alguien más también lo amaba. Lo amaba tanto como él.
Fin
Sé que el día de San Valentín ya pasó hace un culo de tiempo pero me vale, porque para escribir one-shots de Drarry no hay un tiempo indicado. La inspiración a veces se tarda un buen :U
Hace muchooooooooo tiempo (hace dos meses :v) que quería escribir algo de Harry Potter con Draco Malfoy, porque esta pareja es lo mejor, y pues, ya lo hice. Estoy satisfecha conmigo misma :,)
En fin, me retiro, porque ya me entraron ganas de llorar porque este shipp no es canon.
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