Apareció una banca donde ella se sentó y me hizo un gesto para que lo hiciera también.

Ella poso una de sus manos atrás de la banca recostandose un poco y mirando hacia arriba

—Se que no debería decir esto pero si él se entera que no eres completamente feliz se enfadará—

— Lo sé por eso soy lo más feliz que puedo por él y mi familia, aunque no veo nada de malo que lo llames por su nombre—

—Naruto, ja, ese chico si que era especial, hace años que ya no lo es, sabes extraño ver al Naruto Uzumaki de antaño— dijo soltando una risa

—Ni que lo digas, yo también— dije riendo

—Que extraño yo pensé que su cambio te alegro ¿que no?— tenía un toque de ironía su voz

—Bueno, solo porque somos adultos y teníamos que cambiar, pero si por mi fuera sido, el Hokage seguiría siendo el niño tonto y lleno de energía que tanto extraño— me detuve y ella mi miro, no me percate que mis mejillas se habían enrojecido un poco

Riéndose me dijo —Sakurita de verdad eres extraña... Te sonrojas por todo, madura, ya no eres una niña ya te lo he dicho aunque a veces un poco de inmadurez no está mal, pero que tu inmadurez e infancia no controlé tu vida lo mismo es con tu pasado, así como él pudo haberlo hecho pero no lo hizo—

Sabía que si seguíamos hablando de Naruto, podían regresar los sentimientos por él, que ignore más de una vez, para que él se casara con Hinata y le diera una oportunidad, no los quería mezclados con la obsesión o el amor por Sasuke y además no importaban ya que él tenía a su familia y yo tenía la mía.

—Sakurita conmigo no te límites haz lo que querías llora, grita o ríe pero dime la verdad aquí nadie te criticara porque yo no lo haré, si me dices la verdad— dijo con una voz amable

No se porque pero solté el llanto  que he guardado desde hace años me sincere conmigo misma y dije
—De verdad me sentía muy sola sin Sasuke-kun conmigo y para colmo Naruto cambio mucho conmigo como si no le importaba lo que me pasará, tenía mucho trabajo y estrés cuidando a mi hija sola y pagando las cuentas, se que Sasuke lo hacía por nosotras pero eso no quitaba que me sentiría sola con mi niña, a pesar que tenía a mis amigos no tenía tiempo para ellos y no debía expresar mi dolor y me lo guardaba pero siento que todo esto que deje pasar me consume ahora, yo se que Naruto aparte de ser Hokage tenía a su familia pero no podía evitar sentir que lo perdí, sinceramente yo creí que Naruto siempre estaría para mí y ver que no era así dolió mucho así que solo lo ignoro y hago como si nunca hubiera pasado nada entre nosotros, todo me lo guardaba para no preocupar o molestar a los demás pero no puedo seguir haciendo esto por más tiempo—  lleve las manos a mi rostro y después me agache mi rostro a mis rodillas sin dejar de llorar

Sentí una mano en mi espalda, era ella que trataba de consolarme

—Ese es el primer paso Sakurita estoy contenta que lo hayas dado— siguió hablando con una voz amable —... pero debes seguir avanzando, dejar de mentir, ser tú y dejar de pensar que las cosas están escritas y no las puedes cambiar—  Miro arriba —Sakura nada es imposible además yo siempre estaré para tí—

La mire asombrada y ella volvió a hablar —Se que no me creerás pero mi misma existencia es imposible y aquí estoy, todos podemos cambiar nuestra historia no importa en que punto estemos o nuestras decisiones solo que se vuelve más difícil mientras más edad tengas pero es posible, claro tendrás que ser inteligente para saber cuál cambiar—  paro un momento y bufó —Ese idiota—  parecía un poco obvio que estaba hablando de Naruto