Capítulo 18

Era un momento tenso, literalmente lo podía sentir en todo el ambiente. Apreté la mano de Alex mientras él y sus guardias miraban a su alrededor, él me mira y me sonríe con calma para tratar de cortar con la tensión. Aún así lo podía notar, no estaba tranquilo. Ibamos lento, pero a una buena velocidad para salir pronto del peligro.

-Llegamos -avisa Jay, el Beta.

Miré por la ventanilla del auto como la luz del sol llegaba a nosotros y dejábamos el bosque atrás. Sonreí ampliamente cuando nos metimos en la carretera y ya estuvimos fuera de peligro.

-Buen trabajo... -habla Alex y mira por su ventana.

Me asomé, notando que los guardias de Alex se quedaban en sus formas lobunas en el bosque, nos veían alejarnos pero luego se dan vuelta y regresan a la manada. Miré a Alex sonriendo ampliamente, sabía que esto era muy preocupante para él así que me aseguraría de no causarle problemas y agradecérselo bien. Alex me voltea a ver cuando me abracé a él, aferrándome con fuerza.

-Gracias...

Apoya su brazo sobre mis hombros, rodeándome y volviendo a mirar a la calle. En un instante nos metimos entre personas y más autos, habíamos llegado a la ciudad.

-Ya he olvidado la última vez que vine aquí... -comenta Alex- ¿Cómo van las cosas por esta zona?

Alex mira al reflejo de Jay en el retrovisor del auto, era él quien conducía y a su lado estaba el Delta, Travis.

-Todo muy bien, las ganancias van en aumento y la compañía está en su mejor momento.

-¿Compañía? -miré a Alex confundida.

-No te lo he dicho, ¿no? Para mantenernos modernizados debemos trabajar con humanos y convivir con ellos. Tenemos una empresa que se extendió por muchos lugares del mundo, así es como conseguimos mantener a la manada económicamente, con suministros y modernizados.

Tenía sentido. Era una buena estrategia, y me sorprendía bastante el que hicieran eso.

-Genial...

Miramos de nuevo por las ventanas mientras avanzábamos, recordé donde estaba la tienda cuando reconocí la calle.

-Allí, es esa -apunté el lugar.

Alex mira a Jay y asiente, él le devuelve el gesto y el Beta conduce hasta estacionar allí. Yo me bajé emocionada mientras que los otros tres más tranquilos.

-Quédense aquí, nosotros entraremos -les dice Alex.

-Sí, Al... Señor -recuerdan ellos como llamarlo aquí.

-¡Alex, vamos!

Lo agarré por la mano y lo jalé hasta adentro de la tienda. Él sonríe y me sigue, al instante en el que entramos a la tienda yo me puse a ver todo. Le mostraba los objetos a Alex y él me decía que eran muy bonitos. Entonces decidió agarrar una canasta.

-Aquí, pon lo que quieras en esto.

-Pero... No quiero llevar mucho, te lo dije... -respondí pero él me sonríe.

-Princesa... ¿sabes qué tienen en común mi amor por ti y esta tarjeta? -él saca dicha tarjeta y yo abrí los ojos de par en par-. No tienen límite.

-¡Eso es de mi K-drama! -mencioné y él sonríe.

-Lo notaste, sabía que esa escena te había encantado.

-¿Le estabas prestando atención? -pregunté sorprendida por eso y más enternecida. Creí que le estaba aburriendo.

-Claro, fue bastante entretenido -responde sonriendo.

Mi sonrisa se ensancha pero entonces escuché el suspiro de chicas y murmullo. Las volteé a ver sonriendo y murmurando entre ellas, mejoré mi audición similar a la de un lobo y escuché lo que decían.

-Es tan guapo...

-Y además con dinero.

-Que suerte tiene ella. Si era yo aprovechaba.

-¿Princesa? -reaccioné ante el llamado de Alex quien me estaba viendo.

-Hm... Está bien, conozco como eres con esto -sonreí entrecerrando los ojos recordando nuestra vez comprando cosas en la manada, él sonríe más y ríe- ¿Esa tarjeta realmente no tiene límite?

-De verdad.

Lo pensé un poco pero entonces me giré, agarré un par de cosas y las fui poniendo en la canasta. Si voy a aprovechar, lo aprovecharé en serio. Pero tampoco pasarse... aunque sí terminé agarrando bastantes cosas.

-Supongo que eso es todo -sonreí satisfecha.

-¿Segura? Creo que te faltó un pasillo más -comenta Alex.

-Basta que luego me dicen a mí interesada -lo hice reír.

Antes de arrepentirme lo hice pagar y así salir de la tienda. Pero pronto, luego de dejar las cosas en el auto, otra tienda más llamó mi atención.

-¡Uh! -salí disparada hacia allí.

-Princesa, ten cuidado. No quiero que te lastimes más el brazo con algún accidente...

-¡Lo sé, lo sé!

Entré a la tienda y me puse a ver las cosas nuevamente. Esto se repitió como cinco veces más en cinco tiendas diferentes, Alex iba tras de mí. Entrábamos a alguna tienda con las manos vacías pero al salir Alex cargaba la mayoría, conseguí que me dejara cargar otras pero él en realidad no quería que fuerce mi brazo. No estaba usando el cabestrillo, solo la férula, así estaba más cómoda.

Alex vuelve a dejar las bolsas en el auto que rápidamente estaba lleno. En mi mente estaba detiendo todos mis impulsos por ir a por la sexta tienda.

-¿Algo más, princesa? -pregunta Alex.

-Nada.

-¿Segura?

Asentí cerrando los ojos y dándome vuelta para meterme al auto pero cuando miré hacia el frente vi una tienda de libros. Negué con la cabeza e iba a meterme al auto pero volví a mirar a la tienda y tuve que retenerme aún más. Hasta que escuché la risa de Alex.

-Ya, ve a verla.

Eso fue como si me soltara de algun agarre que no tenía y disparé hacia allí. Entré y al instante me puse a ver los libros. Pronto cargué con dos libros hasta ver uno que había visto que opinaron muy bien de este en TikTok. Realmente me encanto como narró esa chica el prólogo que me dieron ganas de leerlo... ahora estaba aquí.

Me acerqué y traté de alcanzarlo pero estaba unos estantes más arriba para las chicas de uno sesenta como yo.

-Rayos...

Me paré en puntillas y ni rozar los dedos pude. Traté colocándome en un solo pie y todo pero una mano fue más rápida y suspiré por no haberlo podido alcanzar por mi cuenta. Me giré y él me tendió el libro... pero no era Alex.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top