∆Capítulo Cinco∆
Gruesas gotas chocan contra el cristal de la ventana, el aire es frío y gélido, el cielo está visiblemente nublado, el día ha estado totalmente lluvioso, ir a clases en un día parcialmente nublado y lluvioso es desastroso, así que las últimas clases fueron suspendidas por precaución, Laswell es un lugar con cambios climáticos muy drásticos y la mayoría del tiempo en el que llueve las calles se inundan de agua, pantano y desperdicios de basura que salen de los alcantarillados, así que mientras afuera llueve a cántaros, adentro en la casa tenemos la calefacción encendida, mientras cuatro mujeres están sentadas en un gran sofá frente al televisor viendo películas de romance arropadas hasta el cuello con una enorme cobija de gatito, cuatro tazas llenas de chocolate en nuestras manos y una caja de pañuelo colocada entre Ivy y Lea, porque de las cuatros mujeres ellas dos son las más sentimentales aunque por fuera quieran parecer lo contrario.
Deben de ser no más de las cuatro de la tarde cuando decidimos ver la segunda película de romance que hace que mis entrañas se revuelvan y quiera vomitar los arcoiris que me trague solo de ver la primera película, esos romances tan cursis en esas películas me producen diabetes.
Ivy y Lea tienen los ojos rojos y la nariz respingona de tanto llorar por la primera película que vimos donde al final el protagonista muere, pasa al otro mundo dejando a su amada en esta tierra muy dolida y despechada, un clásico de esas películas de drama donde uno al final tiene que morir sino el final no sería realmente épico para muchos, aunque para mi ya era predecible, si es una película donde alguno de los personajes sufre depresión, baja autoestima y se droga o tiene alguna enfermedad incurable es muy propensa a que la película termine con un final trágico, porque sino realmente el drama no estaría incluido cuando al final todo pasa en cámara lenta con una música de fondo corta venas de esas que te hacen llorar y recordar tus momentos de tristeza que viviste en tu adolescencia cuando tu primer amor te rompió el corazón. Debo decir que el inicio de esas películas es bien para ser una introducción al romance pero luego cuando los protagonistas comienzan a crear su pequeña burbuja de amor es cuando empieza a darme diabetes y ganas de querer estamparle una silla al televisor o incluso a los protagonistas con tanta cursilería pero luego cuando el final es el tan esperado por mi, en el que uno de los dos muere o se vaya y la historia queda sin un felices para siempre es donde me siento feliz y plena.
Porque debemos ser realmente claros y sinceros que en la vida nada es color de rosa como a veces te lo quieren pintar en la televisión, por eso cuando una película termina como yo lo esperaba me alegro porque ahí es donde demuestran una pequeña parte de que en la vida cualquier cosa puede suceder y que tu primer amor no siempre será el único y el último, que el primer amor suele ser a veces hermoso pero también suele ser doloroso, y que no siempre habrá un felices para siempre como nos cuentas las historias de princesas, ni que todo en la vida puede ser mágico y perfecto, hay momentos en donde es trágico y sumamente imperfecto, con daños, efectos, errores y consecuencias incapaz de borrarse o de volver hacía el pasado y enmendar las cosas, porque siempre tendrás que vivir con lo que hiciste, viviste y experimentaste en el pasado para que esas experiencias puedan servirte en tu presente y futuro, porque así es la vida, de los errores se aprenden, tienes que sufrir y te tiene que doler para que puedas aprender, porque si no duele, si no sufres no habrá mayor arrepentimiento ni mayor ganas de querer que las cosas sean completamente distintas a como las vivistes, porque si no duele, no aprendes y entonces seguirás cometiendo los errores una y otra y otra vez, obteniendo los mismos resultados, las mismas consecuencias pero seguirás haciéndolo porque no a dolido y aún no has aprendido la lección que tienes que aprender en esta vida.
Y es así, algunas cosas en la vida duelen, amar duele, las amistades duelen, despedirse duele, alejarse duele; pero también hay cosas que te llenan de felicidad, ser amado te llena de felicidad, reencontrarte con seres queridos inunda tu corazón de alegría, conocer nuevas personas llena plenamente tu vida, pero para poder alcanzar esa felicidad en algún momento tendrás que pasar antes por el dolor, porque nada en esta vida es fácil o gratis, y la felicidad no la alcanzas solo por haber estado en tu cama acostado, respirando mientras solo mirabas al techo y veías que los días pasaban y tu solo estabas ahí, en tu dormitorio, desperdiciando tu vida, envidiando lo que los demás obtenían pero aún así tu no hacías nada para poder lograr obtener algo igual de bueno o incluso mejor, no, la felicidad no se obtiene así, la felicidad la obtenemos cuando en medio de nuestro dolor podemos ayudar a otros con nuestras experiencias, cuando en medio de nuestro sufrimiento llega alguien más a ayudarnos, a extendernos su mano y decirnos que no estamos solos, que si nos caemos ellos estarán para levantarnos, que si nos ahogamos ellos serán nuestro salvavidas, obtenemos la felicidad cuando en medio del dolor comprendemos y entendemos que la felicidad no se trata de algo material, de si cuanta ropa de marca tienes, de si ganas mucho dinero, de si vives mejor que tu vecino, de si tienes más lujo que la persona que tienes a tu lado, sino que se trata de las personas que tienes a tu alrededor, que en medio de tu sufrimiento te tienden una mano amiga, que en medio de tu dolor intentan sacarte una sonrisa de alegría.
La felicidad va más allá del dinero, de los lujos, de la fama, la felicidad viene cuando gracias a ti otros son felices, cuando por ti otros pueden superar sus miedos y temores, la felicidad plena la obtienes cuando tu corazón rebosa de alegría sin saber realmente porque.
Y es así como una chica odiosa como Lex Baker les habla sobre la felicidad, porque si, puede que aún siga aferrada a mi pasado, a esa experiencia trágica y dolorosa que viví cuando solo tenía seis años y era una niña inocente que vio como asesinaban a sus padres y que a raíz de eso yo solo sea una chica encerrada en su propia burbuja, con sus propias dudas, miedos y temores, con la desconfianza plasmada en su rostro y con la felicidad aún lejos de ser alcanzada.
Un poco confuso ¿no?
Quizás un poco hipócrita para muchos que yo les hable de felicidad cuando aún no he logrado obtenerla, cuando aún sigo enfrascada y aferrada al dolor y al sufrimiento.
Pero es precisamente por eso que me atrevo a hablar de la felicidad, porque aunque aún no la he obtenido plenamente se que la obtendré, algún dia lo haré. Porque no viviré toda mi vida con un dolor que me carcome desde adentro, se que llegará el día en que todo dejé de doler, en que ese dolor ya no este más en mi y sea reemplazado por una felicidad pura, porque así es la vida, y aunque hay días en que mis cambios de humor son tan drásticos como los cambios de clima aquí en Laswell, aunque la mayoría de mis días sean completamente grises, con nubes gruesas tapando el sol y tormentas aproximándose a mi interior se que llegará el momento en que todo eso pasará y luego solo habrá un sol resplandeciente en mi interior, uno que no deje de brillar porque ahora que salió a la luz no volverá a ser oculto.
Lea luego de la muerte de nuestros padres y del dolor de su partida y de no poder recordar casi nada de ellos, logró encontrar la felicidad, en ella, en mi tía y en mi, las personas que estamos día a día con ella, ayudándola, aconsejándola, enseñándola, ella pudo encontrar su felicidad, por eso ahora vive con más ganas cada día.
Alexa, mi tía, también encontró la felicidad luego de la muerte de mis padres, luego de haber perdido a su hermana mayor logró superar su tristeza y dolor y encontró la felicidad plena en sus dos sobrinas, las chicas que le alegran el día, quizás una más que otra, pero a las que quiere como sus propias hijas y a las que crió con todo el amor que una tía puede brindar.
Y ahora estoy yo, la chica que aún sigue en busca de su felicidad, quizás aún faltan cosas por superar, cosas que dejen de doler y de marcar mi vida, y cuando eso suceda, cuando todo lo malo, gris y oscuro desaparezca de mi vida, podré ser finalmente libre, ser simplemente yo pero sin pasado que me arrastre y consuma cada día de mi vida.
—¡Ains! Ya siento que lo amo. —la voz chillona de Ivy hace que vuelva en sí y deje mis pensamientos a un lado. Giro mi vista un segundo hacía ella y luego hacía el televisor.
—¿A quién? —pregunto enarcando mi ceja— A ese ser humano con complejo de dios combinado con extrema idiotez y autosuficiencia. —señalo al chico que aparece en la televisión mientras vuelvo a enfrascar mi vista en Ivy.
—Si, a ese dios griego que derrite hasta el mismo polo norte. —responde Ivy soltando un suspiro de esos que solo sueltas cuando vez a tu crush modelar en frente de ti.
—Es que es hermoso y divino. —prosigue Lea.
—Y todo un amor. —le sigue Ivy.
Yo solo blanqueo los ojos y suelto un bufido como lo haría un búfalo.
—Ustedes mis queridas niñas solo se están fijando en lo superficial. —responde mi tía como la adulta que es de las cuatro, sonriendo por las miradas de borrego enamorado que sueltan las chicas al televisor o mejor dicho al actor que esta detrás de la pantalla.
—No es superficial, tía. —responde mi hermanita.
—¿Ah no? —enarco la ceja.
—Bueno quizás si. —Ivy suelta una pequeña risa de diversión.— Pero es que es hermoso y perfecto.
—Porque es actor y modelo. —chillo al borde del desespero— Porque si nos fijamos en el papel que representa su personaje es un imbécil machista que solo intenta controlar a la protagonista diciendo que eso es amor.
A veces me desesperan esas relaciones tóxicas donde en vez de predominar el amor, predominan los celos, las peleas, la manipulación y muchas cosas negativas que nunca aportan nada bueno ni positivo a la relación, y me desespera aún más que eso lo vean como amor, como que esta bien porque sino entonces no es de verdad una relación.
—Quizás tienes razón, pero hay que admitir que el chico es guapo.
—Eso es aún peor. —admito— Porque mientras más guapo, sexy y perfecto físicamente sea el chico más fácilmente se le perdonan sus idioteces.
—Concuerdo con Lex... —todas miramos a mi tía esperando que continue con lo que iba a decir— Esta sociedad se ha vuelto tan superficial y falsa que no importa si el tipo te lastima, te insulta, te trata mal y te domina porque como es guapo se le pasa y se le perdona, claro quizás ustedes me dirán que por lo menos en este caso hablamos de un actor que es solo un personaje y que no es real, pero como ya están vendiendo eso como amor hay muchas niñas hoy en día que desean una persona así en sus vidas solo por el simple hecho de que es guapo y eso hace que todo se le perdone.
¡Al fin! Si mi tía no lo decía lo iba a hacer yo.
—Tienes razón, tía Alexa.
—Asi es. —concuerda Ivy también dándole la razón a mi tía. —Quizás pensarán que me contradigo pero yo solo decía que es guapo y todo eso porque si es un personaje pero si nos vamos a la vida real está más que claro que no iba a querer a un tipo como él.
Quizás muchas chicas pensaremos como Ivy, quizás nos gusta un personaje pero sabemos diferenciar la ficción de la realidad y así como hay muchas chicas como ella hay otras que no, que no diferencian la realidad de la ficción, y que por más que le digan, aconsejen o recomienden siempre desearan una persona en sus vidas como ese personaje tóxico, solo porque la sociedad ha vendido eso como una relación normal y la humanidad en general lo ha aceptado sin ningún inconveniente ni problema.
Eso es algo que siempre le aconsejo a Lea, el hecho de que nunca, jamás en la vida deje que una persona pisotee su dignidad, sea hombre o mujer, sea su pareja o un amigo, porque todos estamos en esta vida de paso y nuestra misión está en intentar ser mejores personas cada día, no en juzgar, señalar o manipular a otros, ni siquiera porque piensas que eso es amor solo porque es lo que te han enseñado, lo has visto y lo has aprendido.
El amor se trata de ser mejores juntos, de tener sus diferencias y aún así amarse por eso, de ser imperfectos juntos y que eso solo haga que la relación sea perfecta, de tener días buenos y días malos, de vivir nuevas experiencias juntos, de amar sin importar las barreras, obstáculos y circunstancias que se presenten en el camino, pero sobre todo amar es estar en las buenas y en las malas con esa persona y no alejarte, estar en la enfermedad y dificultad, en la escaces y riqueza, amar va más allá de una manipulación, de querer dominar y prohibir, porque eso no es amor, eso es querer tener el control y dominio sobre alguien que solo quiere y merece ser amado.
Porque las personas solo necesitamos ser amadas sin importar nuestro físico, nuestra contextura o tamaño, todos a fin de cuentas terminamos siendo perfectamente imperfectos.
—Creo que estamos acostumbrados a los estereotipos que la sociedad nos vende que cualquier cosa que ella nos de la aceptamos felices. —respondo mirando a cada una, a este punto la película ha pasado a segundo plano— Si no tienes una medida noventa, sesenta, noventa, no entras en el ranking de mujeres perfectas, si no tienes una medida noventa, sesenta, noventa, no puedes aspirar a grandes cosas porque tus medidas y el físico lo es todo, y ¿qué pasa si quiero ser modelo pero no tengo esas medidas? ¿O si quiero entrar a un concurso pero mi estatura y peso no son los adecuados? ¿quién dice que solo tienes que tener piernas largas, ojos azules y un buen cuerpo para poder ser perfecta para la sociedad? Y ¿qué si soy rellena, robusta, cabello ondulado y ojos café? ¿Eso me hace menos importante o menos “perfecta”?.
Todas tenían sus ojos en mi, concentradas en cada cosa que les decía.
Por esta razón odiaba un poco a la sociedad y a la humanidad, porque solo se dejan llevar por unas etiquetas tontas de la perfección, cuando es más que claro que nunca alcanzaremos la perfección y jamás lo haremos.
»La perfección es subjetiva, todo es superficial, porque nadie es perfecto y nadie nunca lo será así seas nombrado por la sociedad como la persona con más características que se acercan a la perfección. —a este punto me siento como una chica que da una charla en las escuelas, las tres, incluyendo a mi tía estan en completo silencio, mirándome, procesando cada cosa que dije.
Estos son temas que siempre tocarán mi parte sensible, porque si, tengo una muy en el fondo, y también son temas que siempre me gustará debatir y compartir con otras personas, aunque claramente nunca lo haré por ser tan cerrada.
—Me siento muy orgullosa de ti, mi niña, —mi tía me da una mirada suave y dulce, de esas que supongo suelen dar tus padres cuando haces algo que los enorgullece, siempre quise ver una mirada de esas en el rostro de mi madre, quizás un día la vi pero ya no lo recuerdo—, me encanta tu manera de pensar, incluso de ver la vida, y aunque para ti sea extraño para mi no, porque eres diferente, Lex, siempre lo has sido.
Sus palabras llegan a remover algo en mi interior, haciéndome sentir algo diferente dentro de mi, algo extraño pero hermoso.
—Lex siempre ha sido una chica muy inteligente. —miro a Ivy que me sonríe abiertamente, suspirando antes de continuar— Siempre me encantó su manera de pensar y hablar, creo que fue eso lo que más me animó a querer hablarle, aunque era una niña extraña siempre sentí la necesidad de ser su amiga.
Si fuera una chica un poco más sentimental probablemente en estos momentos estuviese llorando, pero como no lo soy, solo estoy sintiendo como una extraña pero agradable sensación crece dentro de mi.
—Creo que nos estamos colocando muy sentimentales. —suelto una pequeña risa haciendo que las demás hagan lo mismo.
—Mejor sigamos viendo la película antes de que Lex terminé por llorar y todas sabemos que a ella no le gusta llorar en frente de las personas. —dice Lea.
Sonrío y volteo mi vista hacía el televisor, seguimos viendo la película en completo silencio, dando por zanjado este tema.
•••
—¡Se los dije! ¡Si terminaron juntos! —cubro mis oídos por el grito que pega Ivy— ¡Ains! Muero de amor. —chilla feliz y cubro aún más mis oídos.
—Eres demasiado romántica, Ivy —comenta Lea riendo.
Ambas son demasiado románticas. Me reservo ese comentario.
—Tu también lo eres —Ivy señala a Lea con su dedo acusatorio y luego a la caja de pañuelos que está en el medio de ambas— Esos pañuelos son testigos.
—Esos pañuelos son testigos de que ambas son tan cursis y románticas que me producen diabetes —afirmo rodando los ojos.
—Eres un grinch, Lex Baker. Todo te molesta. —reprocha Ivy sonriendo.
—No es que me moleste, es solo que no es de mi agrado. —sonrío falsamente encogiendome de hombros.
—Es lo mismo.
—Lo mismo es una enfermedad del lomo. —respondo.
—Ash. —Lea blanquea los ojos y se levanta del sofá— Mientras ustedes siguen con su patética conversación, yo iré a prepararme algo de comer.
—Y para mi —dice Ivy.
—Para mi también. —le sigo.
Lea nos saca la lengua y se pierde hacía la cocina. Estiro mis piernas en el sofá colocándolas encima de los muslos de Ivy.
Ya ha dejado de llover, pero el aire sigue estando gélido aunque tengamos la calefacción encendida.
Agarro el control remoto y apago el televisor antes de que las chicas quieran volver a ver otra película de romance. Dos en un día ya son muchas para mi, no aguantaría una más.
Mi tía decidió ir a su habitación hace unos veinte minutos, casi al final de la película, diciendo que estaba cansada y quería dormir un rato.
Subo la cobija hasta mi cuello y recuesto mi cabeza del reposa brazos.
—¿Estas muy cómoda? —me pregunta Ivy enarcando una ceja. Sonrío y asiento cerrando mis ojos, dándole a entender que relativamente estoy muy cómoda.— ¡Oye, Lex! —hago un sonido con mi garganta para animarla a seguir hablando— ¿Puedo preguntarte algo? —su voz se agudiza, señal de que algo raro pasa por su mente.
Abro los ojos y la miro un segundo, Ivy tiene la mirada al frente, fija en algo que la hace arrugar su frente, sus ojos tienen un brillo triste. Curiosa giro mi vista hacía el frente, justo en la dirección que Ivy observa y mi corazón da un salto inesperado.
Mi vista se nubla y tengo que contener la respiración por unos segundos para no derramar ninguna lágrima.
En la repisa del televisor, justo en la parte inferior hay un marco pequeño horizontal con una foto familiar, una foto de mis padres junto con Lea y conmigo cuando a penas eramos unas niñas. Papá me tenía cargada en sus hombros, mamá a su lado tenía a Lea en brazos, todos sonreiamos muy felices a la cámara.
No tengo muchos recuerdos de ese día, de casi nada en general, pero si recuerdo y se con seguridad que esa foto fue tomada pocos días antes del asesinato de mis padres, de que una noche regresando de una salida familiar alguien interceptara la camioneta en la que íbamos, donde alguien vendó los ojos de Lea y los míos, y donde horas después nos encontrábamos en un asqueroso cuarto cubiertos de tierra, paja y suciedad, donde algunas pocas horas más mis padres eran asesinados y Lea y yo dejadas en ese lugar en el olvido, con miedo, hambre y moretones en nuestro cuerpo. Puede que recuerde pocas cosas de mi niñez junto a mis padres, pero algo que jamás olvidaré es ese día en el que todo cambió, ese día en el que vi a mis padres morir.
—¡Oye, Lex! ¿estas bien? —asiento distraída a la pregunta de Ivy sin dejar de mirar la fotografía— ¡Lo siento! No quise traerte recuerdos.
Niego lentamente antes de volver mi vista hacía ella.
Esa foto estaba ahí porque era una de las pocas que pudimos conservar donde nos encontráramos los cuatro, y cada vez que la veo sentimientos de tristeza embargan mi cuerpo entero trayéndome nuevos recuerdos.
Por eso siempre intento ignorar esas fotografías, hacer todo lo posible para no verlas.
—¡Estoy bien! —Susurro con la voz apagada— Siempre que observo fotografías donde estén mis padres vienen recuerdos de esa noche.
Ivy es la única fuera de mi familia que sabe una pequeña parte de lo que sucedió con mis padres, muchas personas saben de esa noticia del 03 de abril del 2005, o al menos saben una mínima parte de lo que sucedió ese día por las noticias que embargaron todos los medios comunicativos durante varias semanas desde nuestra desaparición hasta la búsqueda de mi familia, el hallazgo del cuerpo de mis padres y la desnutrición que presentamos Lea y yo al momento de ser encontradas, hasta los muchos procesos que vivimos después de eso, por la autopsia, resultados, búsqueda del culpable y lo último un caso abierto, inconcluso, un caso que luego de unos meses dejó de ser importancia para todos menos para mi familia y principalmente para mi.
—¿Qué fue lo que sucedió realmente con la muerte de tus padres? ¿Los investigadores lograron tener algunos hallazgos? —se que las preguntas de Ivy no son solo por curiosidad, sino porque algo más esta pasando por su mente, algo alocado se le está ocurriendo, por eso su cambio drástico de conversación y actitud.
—Fue un caso sin resolver, se sabe que mis padres fueron asesinados pero nunca lograron encontrar al asesino o alguna muestra de ADN, incluso no encontraron ni una pista que los llevara con el asesino, o eso es lo que decían las autoridades— suspiro pasando mis manos por mi rostro para no ceder y dejarme llevar por mis sentimientos de tristeza, para no echarme a llorar en frente de Ivy, para no verme más vulnerable de lo que estoy empezando a colocarme.
Ivy sabe todo lo que vivimos Lea y yo, incluso sabe de mis años de terapia, horas de entrenamientos, incluso sabe lo de mis pesadillas, ella es la única persona aparte de mi tía y de Lea en la que confío plenamente, y aunque a veces soy relativamente odiosa con ella al igual que lo soy con muchas personas, jamás le confiaría a alguien más lo que le he confiado a ella, porque aunque casi nunca se lo digo, la quiero, es la única amiga que tengo, la única chica que logra aguantar y soportar mi mal genio, por eso la considero como una hermana más.
—¿Nunca te has preguntado o has tenido curiosidad de que fue lo que sucedió con el caso de tus padres?
—No, ya se por donde vas, Ivy y por favor no sigas. —se que si sigue hablando esa curiosidad que siempre he tenido despertará y querrá oír que es lo que tiene en mente.
—¡Oye, Lex! Se que es muy duro este tema para ti pero tu y tu familia merecen saber que pasó realmente con tus padres y por qué ese caso quedo inconcluso cuando era más que claro que ellos fueron asesinados. —habla rápidamente soltando esas palabras que no quería escuchar y que ahora solo hace que la curiosidad que intenté ocultar por varios años salga de nuevo a flote— Piensalo, Lex. Al menos ustedes deberían saber la verdad, deberían poder vivir tranquilas, con la seguridad de que esa persona que asesino a tus padres no vendrá por ustedes. Necesitas poder ser libre de una vez por todas, porque no podrás seguir aferrada a un pasado doloroso el resto de tu vida.
Y es así como mis ganas de saber la verdad, de encontrar al culpable y de poder hacer justicia por la muerte de mis padres surge de nuevo dentro de mi.
—¿Qué tienes pensado? —al hacer esta pregunta en voz alta me doy cuenta de que no habrá marcha atrás, después de esto no podré cambiar de parecer.
—Investigar. —esa sola palabra engloba todo— Necesitamos buscar la manera, hacer lo posible, lo que este a nuestro alcance para encontrar toda la información que podamos sobre el asesinato de tus padres, necesitamos saber quién y por qué los asesinaron.
—Sabes que si hacemos esto nos meteremos en graves problemas.
Ivy se encoje de hombros, en su rostro aparece una sonrisa lobuna.
—Problemas es mi segundo nombre.
Sonrío. Ay, Ivy. Acabas de despertar la curiosidad en mi que llevaba tiempo dormida y que ahora no se quedara quieta hasta que obtenga lo que quiere.
—No pensarán hacer todo eso sin mi, ¿no? —Lea entra a la sala y mira entrecaladamente entre Ivy y yo.
—¿Qué tanto escuchaste? —pregunto.
—Lo suficiente para saber que no pueden dejarme fuera de esto, no cuando lo que quieren hacer es sobre mis padres.
Suspiro derrotada. Lea a veces suele ser igual de terca que yo, así que dudo mucho que logre cambiarla de idea.
—¡Bien! Pero nadie más que nosotras tres sabrá sobre nuestra investigación. ¿Entendido? —pregunto pasando mi mirada por ambas.
—¡Entendido! —responden las dos al unísono.
Espero no estar cometiendo una equivocación con esto.
Si todo resulta bien podré hacer justicia por el asesinato de mis padres.
Pero si nada sale como queremos todo se irá por la borda.
•••
¡Estoy muy feliz!
Luego de varias semanas con bloqueo de escritor al fin pude comenzar a escribir de nuevo sin problemas.
Este ha sido un capítulo que amo mucho porque siempre quise hablar de esos temas que se hablan al inicio del capítulo y al fin pude hacerlo.
Tengo tantos sentimientos encontrados. Principalmente todos son de felicidad, al fin pude volver a escribir.
Pd: Si hay errores disculpenme, sigo sin corregir los capítulos.
Wattpad: GirleyL
Instagram: @Girley_Lacruz
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