09: Nuevas oportunidades

Sentía que su mirada quería traspasar mi alma, sus ojos solo veían los míos, hasta que por fin dio un paso hacia adelante, no se si me creyó, tampoco quería preguntarle, solo se que me volvió a abrazar y por una milésima de segundo, me sentí seguro.

—Ezra—Habla después de varios minutos—Si lo que dices es lo que creo, si es verdad, esa persona...

—No puedo decirte—Me aleje solo unos pasos—No puedo—Observe sus ojos—¿Me crees?

—Estamos hablando de un tema delicado—Siento sus dedos acariciar mi mejilla como limpiando mis lágrimas—Confiaré en que dices la verdad, me duele saber que sufriste y no me di cuenta, ¿Porqué?

—Era mejor que pensaras que era el peor omega del mundo—Y por tantos años lo creíste—Me dolió, estaba asustado, mi madre siempre me enseñó que debía bajar la cabeza, así que pensé que tú no me ibas a creer.

—Ezra—Por primera vez desde que regresé sentí que me miró de la misma manera que cuando nos casamos, pero rápidamente ese destello en sus ojos desapareció—En aquel entonces, hubiera creído todo lo que me dijeras, más si se trataba de que habías sido lastimado, pero ahora una parte de mí, quiere creer y otra piensa que es otra mentira.

—Desearía tanto poder cambiar el pasado.

Nuestras miradas se encontraron por varios segundos, hasta que recuerdo que la cena estaba en el horno y también el sonido de su celular.

—Debo contestar—Lo miré alejarse, suspire, me dirigí a la cocina a revisar el pollo, hago mi mejor intento por agudizar mi oído—Lo siento, si, tuve que resolver un problema—Por estar escuchando conversaciones ajenas olvide que debía agarrar la bandeja con guantes, suelto un pequeño grito al quemar mi mano—Debo colgar, mañana le diré a Kyle, podemos almorzar, perfecto—Se acerca hasta mí—¿Te quemaste mucho?

—No—Intento esconder mi mano detrás de la espalda pero logra sostenerla con su mano izquierda—No es nada, casi no duele.

—Deja de mentir—Me muerdo el labio aguantando el dolor, me guía hasta el grifo, lo abre, pone mi mano bajo el agua fría—Deja que se refresque unos segundos, sacaré el pollo del horno y ¿Tienes alguna crema para quemaduras?—Pregunta mientras saca la bandeja como debí hacerlo en primer lugar, con unos guantes que había en la cocina.

—Si, en un pequeño botiquín en el baño, es el que está por allá—Señaló la puerta con mi mano izquierda.

Lo veo alejarse, me siento más idiota de lo normal, esto arde demasiado, después de lo que desde mi punto de vista parece una eternidad regresa, cierra el grifo.

—Siéntate en la mesa.

—Como digas, guapo—Creo que sí se preocupa por mí puesto que no me reclama que no lo llame de esa manera, me siento sobre la mesa, se acerca a mi—¿Recuerdas todas esas veces cuando terminamos sobre la mesa?

—Solo dame tu mano.

—Pídeme matrimonio primero—Le extiendo mi mano, comienza a limpiar donde me queme,no es que no me esté retorciendo de dolor internamente, solo lo disimulo—¿Podemos volver a hacerlo?

—¿Hacer que?—Pregunta concentrado en mi mano, comienza a aplicar crema—Porque creí haberte dicho que lo que ocurrió en el hotel no volvería a suceder.

—No, torpe—Comienza a vendarme la mano—Me refiero a casarme contigo, hacer las cosas bien esta ocasión.

—Listo, ten cuidado la próxima vez—Agarre el borde su camisa, hago que se acerque a mí, enredo mis piernas en su cadera, le sonreí—Ezra.

—Shh—Pongo mi dedo sobre sus labios—Me equivoque, ahora conoces una parte de la verdad, como también de corazón te digo que soy sincero con querer recuperar a Chels, pero también quiero recuperarte, déjame enamorarte.

—Ezra...

—No tienes que hacer nada, se que no tengo tu confianza, pero la ganaré—Hasta decirlo sabía que era solo un sueño, jamás podría volver a tener al mismo alfa que me amó tanto en un pasado—No me odias, tampoco me amas, pero en alguna parte de ti se que te parezco atractivo, así que puedo intentar conquistarte, esta podría ser nuestra primera cita.

—Tienes razón, no te odio, han pasado muchos años, tampoco te amo—Siento que se deshace de mi agarre de koala—Solo cenemos, tengo hambre, no he comido nada desde la 1 de la tarde.

—Cierto—Agrande los ojos—Iré a servir la comida.

—Yo lo haré—Se aleja, me bajo de la mesa para sentarme como una persona normal en la silla—Eres un peligro en la cocina.

—En el refrigerador está una ensalada.

—Esto es demasiada comida.

—Me emocioné, perdón—Desde mi asiento miro detenidamente su espalda—Puedes llevarte un poco, creo que sale hasta para que almuerces tú y nuestra hija.

La vida es injusta, un pequeño recuerdo aparece en mi mente.

¤Flashback¤

Hago un puchero desde la silla mientras observo a mi esposo cocinar.

—Yo te iba a preparar el almuerzo.

—Lo sé, pero casi te cortas un dedo—Bueno, realmente no fue tanto, observe el vendaje en mi dedo—Debes tener más cuidado.

—Lo tendré—Me levanto de la silla, caminé hasta llegar a él, lo abrazo desde atrás—La próxima vez, de verdad lo lograre, no será como cuando quemé las cortinas de mi casa.

—¿Quemaste las cortinas?—Le pone una tapa al sarten, se gira hasta quedar mirándome.

—Solo fue una vez—Me gustaba tocar su torso—Mi mamá quería enseñarme a cocinar a los 11 años, bueno, de repente me descuide y comenzó a subir fuego por las cortinas—Los últimos días solo verlo era suficiente para querer tenerlo más cerca—Lo positivo es que no tienes cortinas.

—Y que tenemos un extintor.

—Te amo.

Solo quiero tenerlo cerca, le sonreí, su aroma, sus ojos, la calidez que siento cada vez que me abraza, como si estuviera protegido.

—Y yo a ti—Le da un corto beso.

¤Fin Flashback¤

—Soy un idiota—Quería golpearme por no actuar diferente.

*Narrador Omnisciente*

Después de comenzar a comer, se creó un breve silencio, esto se sentía como un sueño, tal vez desde otra perspectiva cenar con tu ex esposo en silencio pueda parecer incómodo pero sentía calma.

—No creo poder tener una relación estable en este momento, más que eso, no quiero, creo que estando soltero es lo mejor, así que no esto no es como una primera cita.

—Entiendo.

—Menos contigo, terminamos, no debería sentir nada por ti.

—Lo sé.

—Lo correcto sería que estuvieras lo más lejos posible de mi, no verte, no poder tocarte.

—¿Dirás un pero?

—Pero, lo correcto o incorrecto es solo un punto de vista, cambia depende de la persona—Termina su comida—A partir de hoy, finjamos que nuestro divorcio fue por acuerdo mutuo.

—¿Eso significa...?

—Qué actuaré como un adulto maduro, que puede convivir con su ex en el mismo lugar, que pueden vivir en armonía, ambos pueden criar a una niña, si ella acepta, podrás verla cuando quieras, ir a la casa.

—¿Y nosotros?

—No seremos nada—El pelirrojo termina lo último en su plato, se levanta, camina hasta el alfa—No regresaré contigo, no es algo que sea posible.

—Bien, acepto lo que dices pero—Sin pedir permiso, mueve el plato vacío de Hunter hacia el centro de la mesa, se sienta a horcajadas sobre él—¿Una última vez? Puedo ser el postre.

—Ezra...—Su posición no ayudaba para mantener la concentración—En el hotel fue la última vez.

—Pero también dijiste que querías liberar el estrés, sé que aunque lo niegues hago que te estreses mucho.

—La última vez, ¿No te lastimé?

—No—Responde con sinceridad—Vamos no me romperé, esta vez será una despedida.

—Debo irme—Pone ambas manos en su cadera—No se ni porque vine, pero creo que es suficiente.

—¿Un beso al menos?—Pregunta más por molestar.

—Nada—En un rápido movimiento lo sienta sobre la mesa, se levanta—Deja de insistir, puedo creer que realmente estás dispuesto a recuperar a Chels, pero el cuento de que quieres volver conmigo es un juego donde no voy caer.

—¿Crees que miento?

–Si—Bueno, tal vez estaba omitiendo ciertos detalles—Dudo que este departamento lo estés cuidando, creo que tienes a alguien, si, dije que no me importa con quien te acuestes pero, no quiero ser como un pequeño cachorro, el cual sería feliz con una simple croqueta.

Esas palabras al pelirrojo se le hicieron conocidas, tal vez por que fue una de las tantas frases que utilizó cuando escribió esa carta.

—Siempre he sido yo quien sería feliz por una simple croqueta—Susurra el omega—Hunter, te demostraré que cambie.

—Entonces mantén tu distancia—Retrocede unos pasos—Y deja de llamarme mi amor o alfa torpe, no quiero escuchar esas palabras salir de tu boca.

—No lo haré—Se cruza de brazos mientras frunce levemente el ceño—Lo prometo—Levanta su mano, pero después añade—Mi cielo.

—Tampoco mi cielo.

—Bien, mi bombón.

—Me iré, me doy cuenta que lo que digo te entra por un oído y sale por el otro.

—Espera—Se baja de la mesa, agarra su mano—Tengo algo más que necesito que veas, yo quisiera saber si es posible.

—¿No es una trampa?

—No—Lo jala hasta la habitación, abre el armario, se pone de puntillas para alcanzar la caja, la logra bajar, le entrega los documentos que habían dentro—Es de mi padre, podrías revisarlo y te dejare de llamar de forma cariñosa.

—Lo leeré mañana—Dice después de darle una ojeada—¿Qué es lo que quieres?

—Sacarlo de la cárcel—Admite—Y en tu firma de abogados están los mejores del país, tú eres excelente, jamás pierdes.

—Sabes que no podría llevar el caso—Observa sus ojos, estaba en terreno peligroso—Lo leeré mañana, si es posible sacarlo, le pediré a un antiguo tutor que lo lleve.

—Gracias—Le sonríe—Y como adelanto por eso, no volveré a decirte ni mi amor, ni mi alfa torpe, ni mi cielo, ni guapo, ni bombón, ni sexy, ni postre, ni Hunty dunty, ni cariño, ni mi vida, ni mi—El alfa pone un dedo sobre sus labios.

—Entendí—Frunce el ceño—Nunca me dijiste Hunty dunty.

—En mis sueños si—Le guiño un ojo—Gracias por salvarme en el bar, por venir hoy, por existir.

Antes de que logre irse, lo detiene solo unos minutos para servir en un tupper parte de todo lo que había preparado, se lo entrega.

—No soy de comer mucho, así que disfrútalo.

—Buenas noches.

—Dale un beso de buenas noches a Chel de mi parte, aunque tal vez no quiera recibirlo si proviene de mi.

—Eres un desconocido para ella, es normal que esté a la defensiva—Abre la puerta—Cuida tu mano, aplica crema.

—Me cuidaré—Pone sus manos en los hombros de él, agarrando impulso, logra dejar un beso en su mejilla—Cuídate.

Antes de que pueda volver a recriminarle le cierra la puerta en la cara, suspira, se sentía tan cansado, no estaba seguro si Hunter le había creído pero, tenía algo que lo calmaba, se desliza hasta tocar el suelo, observa su mano lastimada, sonríe levemente.

—Aún te preocupas por mi.

¤Flashback¤

Comienza a pintar la pared blanca de un tono azul oscuro, el pelirrojo aún en contra de la voluntad del alfa, había conseguido comenzar a pintar el mismo el techo de la habitación.

—Eso puede ser peligroso.

—Estoy bien—Baja las gradas de la escalera, le sonríe—Es solo que quiero que nuestro futuro bebé tenga una imagen de un cielo nocturno estrellado, creo que es bonito.

—Lo sé, cariño—Besa su frente, apenas llevaba dos meses—Pero me preocupa que estés tan arriba, no quiero que tengas ningún accidente.

—Sabes que me haría feliz en este momento—Dice mirando los ojos de Hunter—Helado con papas fritas.

—¿Por separado?

—Noup, el helado encima de las papas—Sentía hambre—Si, por favor, mi amor—Le hace un puchero.

—No puedo decir que no cuando haces esa expresión—Deja un corto beso en sus labios—Iré a comprar helado y papas fritas.

¤Fin Flashback*

Recordar es volver a vivir, Ezra aún se aferraba a todos esos momentos que vivió con Hunter, ambos habían cambiado, desde la perspectiva del omega el alfa se había vuelto más frío y con justa razón.

•••

Hunter llega hasta la casa de su madre, apenas serían las 9 de la noche, prefería llevarse a su hija de regreso a su hogar, toca la puerta, después de que una empleada le abre ve a Megan sentada mirando televisión con Chelsey, esta corre hacia él al verlo.

—Papá, pensé que me quedaría aquí hoy—Lo abraza.

—Creí que estarías con Mariana—Menciona la alfa—Tienes cierto olor a lavanda.

—Yo no huelo nada—Dice la niña haciendo un puchero.

—Cuando seas mas grande lo notaras—Le dice sonriéndole, vuelve ahora sí a mirar a su madre—Gracias por cuidar a Chels a esta hora, nosotros nos iremos ya.

—Quiero hablar contigo.

—Adelantate al auto—Le dice a su hija, después de que sale de la casa vuelve a hablar—¿Y?

—Estabas reunido con Ezra—Solo quería dormir, no escuchar reclamos—No es bueno para ti, sabes, de casualidad me lo encontre el sabado por la noche—Eso capta la atención del alfa—Quiere volver a jugar contigo, sabes que me dijo que quería volver a quedar embarazado para que así tu regresaras con el.

—Mañana tengo dos audiencias en la mañana y debo escuchar el veredicto de un caso en la tarde, así que no quiero ser grosero contigo, pero me ire a dormir, ahora.

—Hijo—Este abre la puerta—Ese omega no vale la pena, no deberías dejar que este cerca de mi nieta.

—Buenas noches, mamá—Sale de la casa, sentía que algo no andaba bien, no tenía cómo asegurarlo pero en definitiva su instinto le decía que había más mentirosos a su alrededor de los que imaginaba, sube al auto, mira a su hija—¿Como te fue en la escuela?

—Bien pero—Presiona el botón para bajar la ventana—Lo vi de nuevo.

—Lory me lo dijo—Así se llamaba su niñera, comienza a conducir—¿Te dijo algo extraño?—Niega—¿Quieres volver a verlo?—Pregunta con cautela.

—Si—Responde jugando con un mechón de su cabello—Me dio un cuaderno, quiero dibujar así.

El alfa solo suspira, lo sabía, de alguna manera su hija además de ser bastante inteligente para su edad, le gustaba dibujar, no lo hacía excelente pero parecía que Ezra había logrado llegar por el camino correcto.

—¿Está mal que quiera verlo?—Pregunta la niña en voz baja.

—No, solo me sorprendió, le preguntare que día puede verte.

Después de llegar a la casa, observa los papeles que le había dado el omega, se sienta sobre la silla de cuero, se pone unos anteojos para refrescar su vista, comienza a analizar todo el caso, definitivamente el padre de Ezra podría salir libre, agarra su celular.

—No esperaba tu llamada.

—Ezra, solo quería decirte que Chelsey quiere verte, al parecer le gustaron tus dibujos y quiere que le enseñes.

—Eso es genial, esta vez no lo arruinaré—Dice entusiasmado—Estoy libre el día que sea.

—Pasa el viernes a las 3 por ella a la escuela, esta vez no iré pero quiero que esté en la casa antes de las 5.

—Comprendo, llegaré puntual.

—Mañana llamaré a Johan, es un abogado que fue profesor mío unos meses en la universidad, revise el caso de tu padre, durante el proceso hubieron muchas incongruencias, ni siquiera habían las pruebas suficientes para la condena que recibió.

—Siento que quiero besarte—Sonrie—Hunter, eres mi...—Se queda callado al recordar que prometió no volver a llamarlo de forma cariñosa—Comenzaré mañana mejor, eres mi sol, iluminas mis días.

—No confío en ti.

—Lo sé, mi amor, pero con el tiempo verás que he cambiado.

—Hubiera deseado no verte más—Silencio—Es solo que, me había acostumbrado a no verte, estaba convencido de que nunca regresarías.

—Gracias por dejarme ver a mi hija y te aseguro que intentaré no volver a verte—Susurra—Buenas noches, Hunter—Corta.

El alfa se queda con el celular en la mano unos segundos, no le convencían las palabras del omega, pero si le inquietaba que lo habían drogado y lo que le contó .

•••

—Costner—Golpea la celda—Tiene visita.

El alfa se levanta de su cama extrañado, era la primera vez en 7 años que escuchaba esa frase, sin cuestionar quién era, se acerca, extiende sus manos para que el oficial le ponga las esposas, camina junto a él.

Cuando está cerca, lo observa, al pelirrojo sentado detrás del cristal, se sienta confundido, el omega agarra el teléfono y le hace una señal para que haga lo mismo.

—Hola papá.

—Hijo—Es la única palabra que sale de su boca, siente un nudo en la garganta—Jamás pensé que tú o tu hermana vendrían a verme.

—Ahórrate lo que quieras decir—Lo mira directo a los ojos—Solo te tengo una pregunta, espero que seas honesto.

—Hijo, de verdad lamento ser tan mal padre—Pone su mano contra el cristal—Perdóname, nunca debí permitir que te casaras, era un idiota, pensé que era lo mejor para nuestra familia.

—Solo cállate—Le comenzaba a doler la cabeza, solo recordar—Dime, la razón exacta por la que tú empresa se fue a la quiebra y del por qué terminaste en este lugar.

—Comenzamos a perder clientes, nuestros mejores diseñadores comenzaban a migrar a otras empresas—Suspira—Entonces tú madre me comentó que se dio cuenta que le gustabas a Hunter, un día me reuní con Megan y mi idea de que te casaras con su hijo le fascinó, así que...

—Fue cuando mi mamá comenzó a golpearme todos los días hasta que por fin accedí a salir con él, como si los sentimientos fueran mutuos.

—Si—Mira unos segundos hacia abajo—Como decía, nuestras finanzas no estaban bien, pero todo mejoró con la ayuda de Megan, hasta que un día su actitud cambió, en pocos meses su ayuda era menos y nuestra asociación pronto terminó, un día llegaron a la casa los policías, me acusaron de hostigamiento hacia varios empleados que ni siquiera recordaba que trabajaban para mí, también me enteré que los diseños que había estado vendiendo los últimos meses habían sido robados originalmente, de eso también me acusaron.

—¿Y tú abogado no logró demostrar nada?

—El abogado de la familia me dio la espalda en el primer instante—Responde mirando a su hijo—Me asignaron uno, era un principiante, me dijo que era el primer caso que llevaba, el juez, lo había visto antes, en una ocasión cenando pacíficamente con Megan, en ese momento me di cuenta, no era un juicio para saber si era inocente, era uno para establecer cuantos años iría a prisión.

—Puedo sacarte de este lugar.

—¿Hablas enserio?—Pregunta con ilusión, asiente—¿Cómo?

—Tendrás un juicio de verdad, con un buen abogado, tu caso tiene muchas incongruencias, lo que probablemente genere que reabran el caso y te concedan libertad condicional.

—Con salir de este lugar es más que suficiente.

—No se si eres realmente inocente, pero haré lo que sea posible para que salgas libre, papá—Y también para molestar más a Megan—Casi se agota el tiempo de visita, me iré.

—Hijo, de verdad lamento todo lo que sucedió, fui un pésimo padre.

—Si, lo fuiste pero yo tampoco soy quien para juzgarte, abandone a una bebé recién nacida—Se sentía mal consigo mismo—No puedo odiarte.

—Eras demasiado joven hijo, era normal que estuvieras asustado.

—No, tenia miedo de tener una relación como la de mamá y tú—Admite—Miedo a ser como ella, pero ahora, me doy cuenta—Vuelve a ver la salida—Si yo quiero una segunda oportunidad, creo que también es justo darte una, la próxima vez vendrá un abogado a hablar contigo.

—Gracias—Le sonríe—Cuídate, hijo.

—Igual.

El pelirrojo solo observa como un oficial vuelve a llevarse a su padre, sentía una tormenta de emociones, se levanta, camina hacia la salida.

Sus planes de esa semana estaban resultando de maravilla, no importaba el tiempo, pero estaba seguro que en pocos meses podrá disfrutar ver la cara de Megan al saber que ahora, este juego lo ganaría él.

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