03: Necesito liberar estrés
—Cuéntame—Kyle se sienta en la silla frente a mi—¿Qué tan malo fue?
—Además de llegar tarde, de mentir todo el almuerzo, intento convencerme de que había cambiado.
—Me refería a la reacción de Chel.
—Se dio cuenta de que mentía, se enojo y le dije que no lo volvera a ver nunca.
Tengo tanto por pensar, si tan solo supiera que quiere realmente Ezra, le daría todo el dinero que quisiera con tal de que vuelva a desaparecer de mi vida.
—¿Por qué regresó? No logro entenderlo.
—Tal vez de verdad cambió y quiere ser un buen padre con su hija.
—¿De qué lado estás?
—Del tuyo, eres como un hermano para mi y odiaría que algo malo te suceda—Mira su celular un momento—Solo digo que tal vez al enemigo se deba mantener cerca, para así poder vigilar sus acciones y cuando menos lo espere, contraatacar.
—¿Quieres que use a mi hija para averiguar por qué mi ex regresó?
—Si lo dices así suena horrible—Se vuelve a levantar—Me encantaría poder ayudarte, quedarme contigo para apoyarte o ya sabes ir a ver como se encuentra Chel pero necesito irme.
—Está bien, sé que tienes tus propios problemas, te dije que si querías podías faltar los días que quisieras, tu oficina estará en el mismo lugar.
—Lo sé y te lo agradezco pero de verdad necesito mantener mi mente ocupada—Sale de la oficina.
No era que me costará relacionarme con los demás, realmente como abogado podría decir que era bueno y tenía que hablar con cientos de personas.
Pero nunca me preocupé por hacer amigos, desde niño fue así, no me gustaba confiar en las personas, menos hacer amistades, Kyle fue la primera persona en quien confíe.
Tal vez porque siempre mostró su verdadera personalidad, no digo que fuera bueno, pero no se esforzaba en disimular, a pesar de todo, es como un hermano para mi y siempre ha estado a mi lado cuando más lo necesito.
Aún cuando Ezra me abandonó hace años, estuvo ahí, cuido de Chel. Admito que por un corto periodo de tiempo hasta pensé que también había tenido una aventura con mi ahora ex esposo y por eso se quedaba en la casa los primeros meses para despertarse en la madrugada cuando ella lloraba, pensé que la culpa no lo dejaba dormir.
Hasta que mi madre me avisó que el dinero que Ezra me había robado había aparecido, al parecer su amante se lo había quitado y lo estaba gastando en Las Vegas.
Por más que intento pensarlo menos llego a la conclusión de porque Ezra regresó, tal vez Kyle tenía razón, pero sería estúpido acercarse a un manipulador como ese.
Aunque sé que cada palabra que sale de su boca es mentira, me siento como un imbécil al estar cerca de él, odio sentir todavía una pizca de deseo por él y también odio creer su mentira de que de verdad quiere recuperar a nuestra hija.
•••
Tres días desde la última vez que vi a Ezra, pude sentir de nuevo esa tranquilidad, al menos momentánea, desde que Chel dijo que no quería volver a verlo, este de verdad desapareció.
Debería estar feliz de que desapareció pero algo me dice que esta vez no se irá tan fácilmente, no me gusta recordar los momentos que vivimos juntos. Pero necesitaba sólo recordar un motivo más para odiarlo.
En ocasiones quisiera golpearme la cabeza tan fuerte que no logre recordarlo, su sonrisa, sus ojos.
Maldito mentiroso.
°°°
Sonríe, siento su toque en mi mejilla.
—¿Recuerdas lo que me dijiste cuando nos casamos?
—Qué te amaré por siempre—Con solo ver sus ojos estaba seguro—Pase lo que pase, aun después de la muerte te seguiré amando igual.
—Yo también te amo, nunca lo dudes—Deja un beso en mis labios—Sabes, sé que serás un padre excelente para nuestra bebé.
°°°
Después de todo, debo reconocer que en aquel tiempo era buen actor, lo que me daba rabia de la carta que me había dejado es la parte donde menciona que nuestra hija fue un error.
Cuando realmente fue él quien llegó a mi a decirme que quería un bebé, fue él quien quería que lo hiciéramos hasta que quedara embarazado.
Me da rabia que en esa carta cualquiera que la lea pensara que me aproveche de su inocencia, cuando la decisión de querer tener un bebé fue tomada por los dos, nunca lo toque sin su permiso, siempre era él quien terminaba buscándome.
Ahora que está de vuelta me preocupa que se quiera acercar a Chel, se que esconde algo, no creo que haga esto por amor, ni siquiera estoy seguro que alguien como él sepa lo que es amar.
*Narra Ezra*
—Juan, diviértete con él pero ten cuidado, lo menos que quiero es que mi futura nieta salga lastimada.
Suficiente, porque no puedo moverme, quiero quitarlo de encima, me da náuseas solo sentir su aliento contra mi cuello. Pero tengo miedo.
Solo puedo mirar el techo, no es que no pudiera golpearlo pero ¿Si le hace daño a la bebé que espero?
Así que solamente me quedé inmóvil, contando los segundos, quería que esto terminará pronto.
—Es tu palabra contra la mía—La voz de Megan se repite una y otra vez en mi cabeza.
Me despierto de nuevo sudando, no puedo seguir teniendo esas pesadillas, después de bañarme debo prepararme mentalmente para lo que sigue.
Sabía que mi hija me rechazaría, no la culpo, si fuera ella tampoco confiaría en mí, pero realmente quiero recuperarla, reparar el daño.
En esta ocasión no cometeré el mismo error, no era que me diera por vencido pero debía dar unos días de tranquilidad antes de volver a acercarme.
Reviso mi cuenta bancaria, sonreí al ver ahora si más dinero, que comience la actuación.
Salgo de mi departamento para buscar un taxi, mi celular comienza a sonar, conteste al ver quien era.
—Lo prometido, te di un adelanto, así que más te vale hacerlo bien.
—Tengo todo bajo control.
—Por el momento, aún no llamas la atención de mi objetivo y cuando lo hagas, es que comenzará la diversión.
—Lo dirás por ti, yo no le veo lo divertido a esto—Miro por la ventana—Creo que será difícil acercarme a mi hija, ella no confía en mí y Hunter me odia.
—¿No que tenías todo bajo control?
—Por tu culpa, ese dinero debías dármelo desde hace tres días, no tenía ni un dólar cuando me reuní con ella, creyó que me acercaba a ella porque quería el dinero de Hunter.
—¿Mi culpa? No es mi culpa que seas un oportunista—Se ríe—Tenía asuntos importantes, debo hacer espacio en mi agenda para hablar contigo.
—Por favor, ayúdame más, de verdad veo difícil acercarme a ella jugando limpio.
—Te lo prometí, tú trabajas para mi y te daré todo lo que deseas, pero lo que pides no es sencillo, tiene un precio muy alto—Lo sé—Y es probable que personas salgan heridas.
—No—Casi le grito olvidando que estaba en un taxi—No, no quiero que nadie salga herido, menos Hunter, él estará bien ¿Verdad?
—¿Física o emocionalmente?
—Te estoy hablando en serio, a él no, no es parte de nuestro acuerdo.
La llamada se corta sin darme tiempo de discutir, suspire resignado, cuando llegue a mi destino, debo respirar profundo.
Necesitaba hablar de nuevo con él, aunque se que esto es una mala idea, después de subir por las escaleras, me acerco hasta su secretaria.
—Buenos días, ¿Puedo ver a Hunter?
—¿Tiene una cita con él?—Pregunta para mirar algo en su computadora.
—No, pero necesito verlo.
—Tiene que sacar una cita.
—Solo necesito decirle algo rápido—Camino hacia la puerta, la abro sin pedirle permiso a nadie.
—Le dije que debía sacar una cita—Dice detrás de mí.
Me quedo observando a Hunter, sentado detrás de ese escritorio, su mirada lo único que transmitía ahora era frialdad.
—Solo dame 5 minutos.
—Está bien, Julia. Yo me encargare de él.
—Está bien—Sale.
Avance un paso más para cerrar la puerta detrás de mí, me acerco varios pasos hasta él, su mirada todo el tiempo es de enojo.
—4 minutos y 30 segundos—Habla mirando su celular—Solo eso te escucharé para después llamar a seguridad para que te saqué de mi oficina y lo viste, Chel no quiere saber nada de ti.
—Ayúdame, necesito recuperarla—Estoy a punto de tocar un campo minado—Por favor.
—¿Qué crees que estás haciendo?
—Te estoy pidiendo amablemente que me ayudes a recuperar mi vínculo con nuestra hija—Tal vez algo donde demuestro la poca dignidad que tengo, una vez cerca de donde está sentado me arrodillo, pongo ambas manos en sus piernas, lo miro a los ojos—Por favor, déjame verla una segunda vez.
Su mirada cambia por un segundo.
—¿Recuerdas la última vez que estuve en esta posición?—Le pregunto—¿Y si recordamos viejos tiempos?
—Ezra—Su toque de nuevo lo siento frío cuando quita mis manos de sus piernas, pone su dedo en mi barbilla—Sólo desaparece de mi vida de nuevo, no quiero verte y tampoco verás a mi hija, no se que estas planeando pero no dejaré que solo la utilices.
—Por favor, mi amor.
—Suficiente—Se levanta de su asiento, pierdo el equilibrio cayendo de trasero al suelo, lo bueno no era mucha distancia—Dame la mano—Se la extiendo, de un tirón estoy de nuevo de pie, siento que me ahogo con el montón de feromonas en la habitación—No me vuelvas a llamar así, tú y yo no somos nada, por eso firmamos el divorcio ¿No? Así que lárgate.
—Respira solo un poco—Mire el celular en la mesa—Aún me quedan dos minutos.
—Bien, dime por qué volviste y tal vez pueda hacer algo para que al menos la veas a bastante distancia.
—Yo, ya te lo dije, me siento culpable, yo realmente si la quiero, antes era inseguro e inmaduro, no sabía que hacer con una bebé pero ahora si estoy listo.
—Dime que escondes.
—Por favor, aunque te lo gritará en la cara jamás me creerías—Cada palabra que sale de mi boca para él es una mentira, lo sé—No importa si te digo que te amo, que fuiste el único alfa en llegar tan lejos, que nunca te fui infiel, no importa si te digo que fue por amor que me fui porque hasta yo siento que es estúpido cuando lo digo—Siento un nudo en la garganta—Si te digo que amé cada segundo a tu lado, que amé a esa niña, que no hay una noche en la que no llore hasta quedarme dormido, no existe un día en el que no me arrepienta de haberme ido, de haber dejado a esa niña, me duele, duele saber que me odias, duele saber que ella no me quiere ni ver. Me creas o no, esa es la verdad.
—¿Terminaste de hablar?
—Hunter, de verdad quiero explicarte que sucedió hace 8 años, necesito que sepas porque me fui.
—Ya no importa, Ezra, no me importa escuchar sobre el pasado, ya no me importa nada sobre nosotros—Observe el suelo, me vuelve a poner un dedo en la barbilla para que lo mire—Terminamos, tú decidiste poner fin a nuestra relación, ya no quiero saber nada de ti. Lo único que nos une es nuestra hija pero no permitiré que te acerques a ella cuando tienes segundas intenciones.
—Te necesito, se que no lo merezco, pero quiero regresar contigo y construir un vínculo con ella.
—Te ofrecí dinero para que te fueras, para que desaparezcas de mi vista pero pareces estar decidido—Siento su dedo bajar hasta mi cuello—Pero dudo que quieras a Chel.
—Hunter.
—¿Me quieres de vuelta?
Mi mente se queda en blanco, asiento lentamente, su otra mano acaricia mi espalda. Ahora si me siento perdido.
—Entonces si estás tan necesitado, podríamos reunirnos en algún hotel y listo, después de todo creo que necesito liberar el estrés y ya que estás tan dispuesto a abrir tus piernas.
—Tarado—Retrocedí un paso—No así, no quiero tenerte de vuelta de esa manera.
—Solo quiero que te largues, desaparece—Suspira.
—Haz lo que sea necesario, pero debes acercarte de nuevo a esa familia.
Esas palabras hacen eco en mi cabeza, no es que esté renunciando a recuperar a mi hija pero no puedo permitirme poner más distancia entre ambos.
Al menos necesito aprovechar al máximo mis oportunidades, así sean efímeras, me muerdo el labio.
—Y tus cinco minutos terminaron, puedes retirarte o llamaré a seguridad.
—¿Hablabas en serio con lo del hotel?—Pregunté decidido, por su expresión creo que no esperaba una respuesta de mi parte, me acerque unos pasos de nuevo, acaricie su torso, aún podía sentir su enojo—Podría considerar la idea de dejarte en paz, a cambio de una última noche contigo.
—Siento que cada vez me sorprendes más—Su mirada aún era de enojo—Lárgate de mi oficina.
—Perdón—Digo en voz baja después de sentirme un idiota, camine hasta la puerta.
—Espera—Me detengo un momento—El viernes, te pasaré la dirección y la hora.
No se si sentir que acabo de ganar algo, porque en este momento siento que soy yo quien está cayendo en una trampa, bueno, lo peor que puede pasar es que solo me use para satisfacerse y amanecer al día siguiente solo.
—Está bien, estaré esperando.
O que esto sea un engaño para deshacerse de mí por unos días, como sea, salgo de la oficina con una sonrisa triunfal en mi rostro.
Mi felicidad se borra cuando cambio las escaleras por el ascensor, presiono el botón del ascensor y al abrirse veo a Kyle, el mejor amigo de mi ex esposo.
—¿No vas a bajar?—Me pregunta.
—¿No vas a quedarte en este piso?—Contraataque.
—Solo sube al ascensor, Ezra.
Una vez adentro de nuevo me siento tan pequeño, las puertas se cierran, muevo mi pie nervioso, me quedo mirando su mano.
—¿Y qué tal tu prometido?
—No te importa.
Incomodidad.
—¿Hunter te habló sobre mi? Bueno se que si pero me refiero a que si aún siente algo por mi o algo así.
—Hunter aveces creo que es más idiota de lo que aparenta cuando estas cerca, pero sigo estando de su lado—Saca pendrive, me lo entrega—Nuestro amigo me dijo que vendrías, así que aproveche para traerte eso, son las fotos que me habías pedido de Chel, incluyendo videos de cuando dio sus primeros pasos, momentos que cualquier padre quisiera guardar en su memoria.
—Gracias.
—Una vez me baje de este ascensor no quiero que me hables y menos digas nada sobre nuestro secreto.
—Por eso es un secreto.
—Bien—Las puertas se vuelven a abrir—Me aseguraré de que Hunter esté bien.
Necesito aprovechar esta segunda oportunidad, no tengo permitido cometer errores, esta vez, lograré ser feliz y además tendré a mi hija a mi lado.
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