Capitulo 2
Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.
—Debo decir que me sorprende su visita—Danzo no respondió y se dispuso a entrar sin ser invitado—además no entiendo a que se refiere con que debemos pagarle el favor que nos hizo en el pasado, usted sólo tuvo que firmar un documento, en ningún momento le pedimos colaboración monetaria.
—Conmigo nada es gratis Hyuga... tú aceptaste mis términos cuando di mi firma logrando que tu hermana pudiera salir del país y sabes perfectamente que de no haberlo hecho, ella no se hubiera marchado.
—No tengo muchos ahorros, pero si me da un poco más de tiempo, quizás logre reunir lo suficiente para cubrir de una vez por todas cualquier deuda que tenga con usted—la morena ya se había molestado, dado que en el pasado era muy joven y no tuvo la madurez suficiente, como para lograr saber las intenciones de ese ambicioso hombre. Ahora después de mucho pensarlo, se dio cuenta que él no hizo nada por ellos, en ningún momento les dio dinero ni nada de valor, lo único que hizo fue conseguirle un empleo mediocre, el cual podría haber conseguido por ella misma. Fueron tan ingenuos y Shimura se aprovechó del dolor que atravesaron en esos oscuros días.
—No se trata de dinero, no tienes que darme tus ahorros, en esta ocasión, deberás poner a trabajar tu físico y si eres lo suficientemente inteligente, quizás logres obtener algo a cambio.
—Discúlpeme, pero no le estoy entendiendo nada—el anciano camino por todo el apartamento, inspeccionando cada cosa que la joven tenía. Hinata se mantuvo en alerta mientras lo veía con los brazos cruzados. Todos sus instintos le gritaban que ese hombre no era de fiar y que debía mantenerse alejada de él, lo mas posible.
—Por supuesto que no entiendes... por lo visto los Hyuga carecen de inteligencia—afirmó al mismo tiempo que abrió la puerta de la habitación de la chica y miró adentro. La ojiperla apretó los puños ante el insulto y el descaro de Shimura. El anciano sonrió al notar el disgusto de la joven y lentamente regresó a la sala donde se sentó—Sere directo—del bolso dentro de su saco tomó un sobre, el cual contenía tres fotografías que colocó en la mesa de centro—Su nombre es Shisui Uchiha, un mujeriego bueno para nada, sobrino y también protegido de Madara Uchiha—la chica recordó ese apellido... Uchiha, pero continuó sin mirar las fotografías, pues cada vez se confundía más.
—¿Y que tengo yo que ver con él? Ni siquiera lo conozco—la Hyuga continuó de pie sin bajar la guardia.
—Como ya te dije anteriormente, tu pago no se trata de bienes materiales... tu me pagarás el favor que te hice, enamorando a este imbecil rompe corazones, hasta que no piense en nadie mas que en ti—la fémina estuvo tentada a reír, puesto que ese hombre parecía haberse vuelto loco—y una vez que lo hagas, deberás alejarlo... Para cuando eso suceda, tu deuda habrá quedado saldada y seré yo, quien concluya con lo restante—la mirada de Shimura le dio escalofríos a la chica, pues lo único que vislumbró al hablar del muchacho, fue el mas grande y puro odio.
—Yo no puedo prestarme hacer tal cosa, ademas ¿como cree que alguien como él pueda fijarse en mí? Sería muy engreído de mi parte, ya que no me considero irresistible—aclaró dispuesta a dar por terminada la descabellada propuesta.
—Entonces deberás esforzarte para lograrlo.
—En teoría, lo que me pide es prácticamente imposible—aseguró ella.
—No, no lo es y yo mismo me encargaré de colocarte en su camino, también puedo costear cualquier gasto que necesites hacer para conseguir el éxito—a Danzo no le importaba si tenía que gastar dinero, a fin de cuentas, eso era lo que menos le importaba en esos momentos. Su único propósito era destruir a Shusui Uchiha y una vez que lo consiguiera, podría volver a tener tranquilidad.
—¿Cual es su interés en tal cosa?—cuestionó Hinata.
—Eso es algo que no te importa y por tú propio bien, no preguntes, sólo dedícate a obedecer—levantó la voz al decirlo, asustando a la ojiluna.
—Lo siento señor Shimura pero no pienso prestarme a semejante insensatez, deberá buscar otra forma de salde mi supuesta deuda con usted—igual que una serpiente, a la que molestaron, Danzo se puso de pie y se acercó a ella—S-sera mejor que se marché, tengo cosas que hacer—Hinata tembló al verlo y retrocedió en un intento de mantenerse alejada de él.
—¿Sabes lo malo que resultaría encontrar drogas en poder de tu hermana? Una estudiante en un colegio prestigioso siendo una vendedora, ademas de adicta—la morena palideció.
—Hanabi no usa drogas, cualquier médico puede dar fe de eso y ella sería incapaz de vender sustancias ilegales—aseguró indignada.
—¿Eso crees Hyuga?—de nuevo esa sonrisa diabólica la asustó—Estoy seguro que por dinero, cualquier médico alteraría los resultados, ademas, nunca se sabe a que se dedican sus compañeros... ¿Tu los conoces? ¿Conoces a estas personas?—Danzo le mostró una fotografía, en la cual aparecían unos chicos realizando lo que parecía una compra de drogas y lo mas aterrador, fue que en el fondo de la foto, un poco alejada, se alcanzaba a mirar su hermana estudiando en el jardín de la universidad, con la mochila abierta en un lado—Sería muy lamentable que a uno de estos adictos, se les perdieran unas onzas y que por accidente, aparecieran en las pertenencias de tu hermanita.
—llamare a mi hermana, usted no puede ser tan cruel.
—En ese caso, también deberías llamara tu primo ¿no crees? Ahora que lo recuerdo ¿no es hoy cuando Neji debía llamarte?—la chica miro el reloj y comprobó que él tenía razón—Estar dentro del ejército puede resultar muy peligroso... nunca se sabe cuando la vida de esos pobres chicos se puede ver cegada para siempre.
—¡Neji!—el miedo invadió a Hinata. Su primo debía estar bien ese hombre seguramente estaba mintiendo y el retraso en la llamada, era una mera coincidencia. Lo miró enviando unos mensajes en el celular y en segundos, la llamada de su primo llegó.
—¡Hinata!
—Neji ¿estas bien?
—Estoy en el hospital del cuartel, esta mañana salimos a realizar los recorridos de rutina como civiles y unos sujetos nos atacaron... Nadie resultó seriamente herido, yo sólo recibi un rozón de bala en el hombro—el castaño se escuchaba tranquilo—El General dice que esto fue un hecho aislado y que nunca antes había sucedido, sin embargo, los culpables lograron escapar.
—¿De verdad estás bien? ¿No me estás mintiendo para no preocuparme?
—Estoy bien, no te preocupes por mí—los primos hablaron por uno minutos, hasta que la llamada concluyó.
—¿Que pretende? ¿Porque ahora que logramos salir adelante usted hace esto?—las lágrimas llegaron al sentirse inútil ante ese malvado hombre. Eso ya no podía ser una coincidencia, él estaba al tanto de los pasos de Neji, como de Hanabi, incluso averiguó su dirección actual y hasta ese momento se percataba de ese hecho.
—Como puedes ver, tienes la tranquilidad de tus únicos familiares en la palma de tu mano, de ti depende que ellos puedan continuar bien... Eres la única que decide cómo quieres que sigan las cosas—la morena miró las fotografías que el viejo le estaba entregando y no pudo evitar sentirse asqueada—No tengo todo el tiempo del mundo Hyuga, necesito tu respuesta ahora mismo.
—Es usted muy cruel—murmuro.
—Eso ya lo se, ahora dime tu respuesta—Hinata sintió el pesó de un camión sobre su espalda. Ella no tenía nada en contra de ese joven, pero si no accedía a las demandas de Shimura, su familia podía sufrir las consecuencias.
—Lo haré.
—¡Decisión correcta!—Danzo sonrió con suficiencia.
—Yo haré lo que usted quiere, pero comprenderá que nada garantiza el éxito. Él puede no sentirse atraído hacia mi y aunque llegara hacerlo, hay una gran diferencia entre atracción y amor.
—Ese mal nacido no se resiste a ninguna mujer atractiva y estoy seguro que contigo tampoco se resistirá, sólo espero, que tu no seas tan estupida de ser quien termine enamorada y no al revés.
—Se lo repitió, nada ni nadie garantiza que yo logré enamorarlo ¿que pasa si eso no sucede?—cuestionó con miedo a la respuesta.
—Estoy seguro que sucederá—Danzo prefirió no poner más precisión sobre la joven, o podría sentirse tan abrumada y terminaría cometiendo errores—ya lo verás—estaba por irse cuando se detuvo—Y otra cosa más Hyuga... absolutamente nadie, ni siquiera tus dos nuevas amigas, debe saber lo que hablamos aquí ¿te queda claro?—al mencionar a sus amigas, le dejo claro que la vigilaba.
—Si—la morena corrió a serrar la puerta con llave y se sentó en el sofá abrazándose a si misma ¿que se suponía que iba pasar? ¿Cuáles eras las verdaderas intenciones de Shimura? Tomó las fotografías y se dedicó a mirarlas detenidamente. El joven tenía una deslumbrante sonrisa, ademas de ser muy apuesto, no era de extrañarse que fuera un mujeriego ¿como alguien así se iba fijar en ella? Ese descabellado plan estaba destinado a fracasar.
[...]
—Estás muy callada Hina ¿te pasa algo?—cuestionó Ino cuando se reunieron a comer en la cafetería del hospital.
—¿Ya se enteraron?—ambas chicas voltearon a mirar en dirección a la pelirroja, la cual se veía contenta.
—Enterarnos ¿de que?—inquirió la Yamanaka sin mucho interés. Ella al igual que Hinata había estado muy distraída los últimos días, aunque por diferentes razones, la de ella era Yamato y no sabía como abordar esa situación.
—El Sábado es el cumpleaños de Hashirama Senju y dará una fiesta... obviamente, estamos invitadas—la ojiperla ni siquiera estaba escuchando a su amiga, dado que su mente se hallaba muy lejos. No podía hablar a diario con Neji, pero desde la visita de Danzo, lo había hecho mas de diez veces con Hanabi. Le advirtió sobre los peligros de ser descuidada con sus pertenencias y muchas otras cosas, las cuales la castaña tomó muy a la ligera, sin embargo, a medida que la preocupación de su hermana aumentaba, comenzó a sospechar y prometió ser mas cuidadosa en cuanto a su entorno. Era una mera medida, puesto que Shimura parecía tener contactos muy cerca de ellos.
—Yo no he recibido invitación, así que no creo que estemos invitadas—Karin rodó los ojos con impaciencia.
—Todo el personal médico fue invitado y eso significa, que nosotras estamos incluidas—tal como lo anunció Karin, Hashirama se encargó de invitar a casi todo el personal y las tres chicas hicieron planes para asistir, después de todo, no planearon nada para ese fin de semana y una fiesta les vendría bien.
La semana transcurrió con rapidez y esa noche las tres amigas se arreglaron en casa de Ino, la misma que las llevaría hasta el salón situado en un prestigioso hotel del centro.
El día anterior después de trabajo, se fueron al centro comercial, donde eligieron los vestidos. Hinata se inclinó por uno rojo en corte de sirena. La prenda era muy sencilla, sin embargo, al ponérselo junto a los accesorios que le facilitó Ino, se veía perfecto. Karin eligió uno dorado ajustado de arriba y suelto de abajo. Ella también se veía provocativa y sensual, al igual que la ojiperla. Ino por su parte, prefirió el color púrpura para su vestido largo, como el de sus amigas. Era claro que las tres iban a resaltar, ya que Ino se encargó de peinarlas y maquillarlas, luciendo totalmente diferentes a como se veían a diario en el hospital.
—Escuché a Shizune diciendo que también irían los Uchihas—informó Karin, recordando a Sasuke.
—Estoy segura que si, puesto que Madara Uchiha es el mejor amigo del doctor Hashirama—la ojiperla sintió una punzada en el pecho apenas escuchó ese nombre. Danzo le dijo que el joven al que debía enamorar era sobrino y protegido de ese hombre—Ambas familias asisten a los eventos de cada uno, así que ten por segura la presencia de Sasuke... Bueno, estoy segura que también Naruto y Sakura estarán allí.
—La noche promete ser buena, solo faltaría tu primo Genma para hacerla mejor—la pelirroja se daba la última mirada en el espejo y sonrió al sentirse bella.
—No te preocupes, estoy segura que Genma estará en la fiesta—el entusiasmo de Ino pareció disminuir. Durante los días que pro siguieron después de encontrar a Yamato, les contó a sus amigas sobre sus platónicos sentimientos. Ellas no dudaron en animarla, lo que le ayudó mucho, puesto que no lo había vuelto a ver, no obstante, esa noche estaba segura que lo encontraría entre los invitados y no lograba prepararse mentalmente para hacerlo.
—¡Vamos se hace tardé!—las tres salieron con destino al gran salón. Arribaron minutos después y observaron que muchos de sus compañeros ya se hallaban adentro, incluyendo a Sakura.
—Pero que elegancia... nunca estuve en una fiesta como esta—soltó Karin emocionada—¿Que opinas Hina?—la morena sintió nostalgia del pasado. Ella si había ido a esa clase de fiestas cuando la familia Hyuga estaba en lo alto de la sociedad y aún con todo el tiempo que llevaban de conocerse, la joven no les había contado nada a sus amigas... quizás por vergüenza, o tal vez, por miedo a ser juzgada por las únicas personas con las cuales se sentía cómoda.
—Todo es muy bonito—no supo que más responder y para su buena suerte, Hashirama y su esposa llegaron a recibirlas.
—Me alegró que pudieran acompañarnos—Mito era la esposa de Hashirama y ellas ya la conocían, dado que el mismo médico se las presentó prácticamente a todos en el hospital.
—Felicidades doctor y gracias a ambos por invitarnos—el castaño sonrió y no tardó en agradecer las felicitaciones.
—Pasen y pónganse cómodas—las chicas fueron guiadas por uno de los meseros hasta una de las pocas mesas vacías. Podían sentir el peso de las miradas puestas sobre ellas y al momento de llegar, ya se hallaban sonrojadas e incómodas.
—¡Cielos!—murmuro Hinata cuando logró sentarse—Eso fue bochornoso.
—Imbeciles ¿acaso nunca habían visto mujeres guapas?—las dos mesas cercana a ellas estaban ocupadas y las personas aún no se giraban a otro lado, las seguían viendo sin inmutarse.
—¿Les gusta lo que ven?—cuestionó Ino en forma retórica, puesto que las féminas mostraron desagrado por la atención de los varones.
—¡A mi si!—respondió un tipo fortachón de cabello claro y rostro bronceado. Él se encontraba con dos sujetos de mayor edad, pero muy similares al joven—Y mucho—Las tres lo miraron y antes de decir algo, una mujer con grandes senos le dio un codazo. Fue tan divertido, que incluso la ojiperla sonrió tapando ligeramente su boca, a diferencia de sus amigas, quienes si reían fuerte.
—¡Pero que agresivas! No hay nada de malo en admirar la belleza—agregó un joven con dientes puntiagudos y cabello claro—¿no es así Jugo?—el mencionado, se quedó en silencio pero de todos modos asintió.
—Igualado—soltó Karin, puesto que la mirada del chico estaba puesta sobre ella.
—Y nosotros que pensábamos sentarnos con ustedes—las mesas eran para once personas y sólo la ocupaban ellas tres, por lo tanto, más invitados podían compartirla con las jóvenes. La mayor parte del salón ya se había llenado y no sería amable por parte de ellas dejarlos de pie—Ni hablar Jugo... mejor nos quedamos parados para no incomodar a las damas—Hinata levantó el rostro y miró a todos lados, luego se encontró con los ojos de Ino y ella sonrío sin ánimos. No tenían de otra que permitirles estar con ellas.
—Sin victimizarse—advirtió la rubia, pues ella si los conocía—pueden compartir el lugar con nosotras—Karin creyó que ahorcaría a Ino—Sólo te pido un favor Jugo... controla a Suigetsu, o de lo contrario, no respondo por mi amiga.
—No hables así Ino, o las señoritas pensarán que soy molesto—Suigetsu sonrió cuando se sentó justo al lado de Karin—Ahora que estaremos juntos, preséntanos a tus amigas—Ino rodó los ojos, pero de igual manera lo hizo.
—Suigetsu, Jugo, ellas son Hinata—la ojiperla les regaló una tímida sonrisa y los saludó—y ella es Karin, las dos son mis amigas—muy a regañadientes, la pelirroja les saludo aunque sin mostrar sonrisas.
—¡Mira ahí esta Sasuke!—anuncio Jugo y las miradas de todos se dirigieron hacia la mesa donde se hallaba el mencionado, la cual estaba de frente a ellas. En ese momento, la ojiperla quiso que la tierra se abriera y se la tragara por completo. El Uchiha llamado Shisui estaba ahí y veía hacia donde se encontraban ellas
[...]
Shisui aun no sabía si era buena idea ir con su familia a la fiesta de cumpleaños de Hashirama Senju. Desde el día en que sus tíos le pusieron una meta, él no había logrado encontrar a una joven que se adaptara a sus planes. Estuvo saliendo para conocer diferentes personalidades, sin embargo, terminaba más desanimado. Algunas eran muy infantiles, a pesar de ser adultas mayores a él, otras eran extremadamente celosas y cuando encontraba a una que se adaptaba físicamente en todos los sentidos a su gusto, terminaba siendo mandona y dominante. Así que cuando le pidieron ir con toda la familia a la celebración, no tenía ánimo de hacerlo.
Madara e Izuna, vestían sus elegantes trajes negros y él, optó por un azul marino, el cual le sentaba muy bien a su perfecta anatomía. Había declinado a usar negro en un intento de cambiar un poco su suerte y por supuesto, que no le dijo a nadie, de lo contrario, sus primos se burlarían de él.
—¿Nos vamos? No quiero llegar tarde, o el tarado de Hashirama me molestara diciendo estupideces—soltó Madara evitando repetir lo sucedido en la última fiesta Senju a la que asistió llegando tarde. Hashirama no tuvo pudor en decir frente a todos, que demoraba mucho mas que las mujeres y todo por estarse cuidando su cabello. Esa noche se dedicó a silenciar a muchos, sin embargo, su amigo lo convirtió en la comidilla de la fiesta.
—Eso fue histórico, aún escuchó los cuchicheos cuando miran tu cabello—Izuna reía divertido y pronto también Shisui lo hizo.
—Cierren el pico y apresúrense—les ordenó molestó por las burlas. Ese idiota se las iba pagar por haberlo puesto en boca de todos.
...
Tal como quería Madara, llegaron temprano, casi fueron de los primeros invitados en entrar.
—Me da gusto que esta vez no fueras de los últimos Madara—Hashirama sonrió al mirar la molestia de su amigo. El azabache terminó de saludar y se marchó mientras que el castaño continuó riéndose.
—Feliz cumpleaños Hashirama—Shisui e Izuna felicitaron al festejado y saludaron a Mito antes de avanzar al lugar que debían ocupar y donde Madara ya se había sentado.
Fugaku y Mikoto junto a los Uchihas restantes, llegaron minutos más tarde. Ellos se detuvieron a saludar a los Namikaze y también a los Nara.
Pronto se unieron a ellos y miraron como el gran salón se iba llenando de personas.
—¡Miren eso!—habló Obito mirando hacia la entrada—Es Ino con las dos linduras que estaba en el antro—Sasuke volteó movido por la curiosidad y arqueo una ceja.
—¡Las conozco!—los azabaches lo miraron en espera de más información—Son enfermeras en el hospital donde trabaja Sakura.
—Ahora que lo recuerdo, me urge un examen físico... siempre es mejor estar al día con la salud—Izuna y Mikoto sonrieron ante lo dicho por Obito, mientras que los otros lo querían fulminar con las miradas—¿Que...? ¿Porque me miran así? Saben que tengo razón.
—De nada te servirá insinuarte como un desesperado—añadió Sasuke con arrogancia—la chica de cabello rojo de nombre Karin, quedó deslumbrada por mí y la de exóticos ojos, parecía suspirar por el dobe—Obito chasqueó la lengua y se cruzó de brazos con enfado hacia su primo.
—No fue eso lo que mostraron tiempo atrás en el antro—repuso Shisui en forma retórica como siempre le sucedía con Sasuke.
—No comiencen con sus niñerías—ordenó Fugaku. La cena comenzó y Sasuke observó a sus amigos sentados en la mesa donde se hallaba Ino con sus compañeras. Él no sabía mucho sobre ellas. Sakura le contó que la chica llamada Hinata, era muy tímida y sólo hablaba cuando era necesario, mientras que Karin era completamente opuesta. Aunque era poco lo que sabía de ellas, no pudo evitar molestar a Obito. Sabía que sólo había alardeado, pero aún así logró molestarlo.
—Esto es aburrido, no debí venir—soltó Shisui sin mucho interés.
—En lugar de estarte quejando deberías agradecer que tendrás la oportunidad de encontrar a una joven—lo reprendió Madara, ya que esa fue su intención al invitarlo. Quizás entre los muchos invitados, alguien lograba llamar su atención—¡Vamos muchacho pon un poco de tu parte!
—La mayoría de los familiares de las chicas aquí presentes, saben lo mujeriego que es esté ¿en serio crees que lo dejarán acercarse a ellas?—cuestionó Izuna, guiñándole un ojo a Sasuke, quien de inmediato entendió y se preparó para el juego.
Uno, dos, tres... Itachi comenzó a contar mentalmente y antes de contar el número cuatro, Shisui mordió el anzuelo.
—Yo soy lo suficiente capaz para conseguir a cualquier mujer de aquí, sin importarme lo que piensen sus familiares—aseguró molestó.
—Pues hasta ahora, no has conseguido nada en los lugares que frecuentas. Tal vez tu encanto se esté desapareciendo—Obito se encogió de hombros al decirlo, pero su mirada no abandonó a la joven de cabello negro azulado. Según él, esa niña era como una hermosa muñeca de porcelana.
—¡Bien...! Cambiaremos las reglas—Madara, Mikoto y Fugaku, ya se habían levantado a saludar a unos conocidos y sólo se hallaban los más jóvenes—Escojan a una dama de este salón y les aseguró que lograré conquistarla empezando desde hoy mismo—los azabaches asintieron y comenzaron con la búsqueda.
Obito sugirió a dos mujeres que fácilmente podían ser las madres de Shisui, Izuna también quiso ayudar y señaló a dos exuberantes rubias con senos falsos y que para colmo ya tenían parejas. Itachi puso su granito de arena dándole nombre de las jóvenes más guapas que alcanzó a mirar desde su lugar. Sólo faltaba la sugerencia de Sasuke y ya sabía exactamente a quien iba señalar, después de todo no le iba resultar fácil.
—Te retó a conseguir la atención de ella—Shisui y los otros miraron hacia donde apuntó Sasuke.
—No... ¿porque tiene que ser ella? Escoge a otra—protestó Obito, puesto que su intención era acercarse a la bonita joven antes que concluyera la fiesta, ademas ya sabía dónde encontrarla y no se iba rendir.
Shisui sonrió y se quedó mirando a la chica, mientras las personas comenzaban a levantarse para bailar—¿Hay alguna razón en especial por la que la elegiste a ella?—inquirió Shisui con suspicacia.
—No, pero si no puedes, sólo debes decirlo... no hay nada de malo en aceptar la derrota—Izuna Itachi y Obito miraron a Sasuke y después a Shisui.
—Me sorprende que aún no me conozcas primo—el azabache se puso de pie—Vamos Itachi, saludémoos a Ino y a sus amigas—el mencionado se encogió de hombros y le siguió el juego, después de todo, no tenía nada mejor que hacer y quizás se podría divertir.
—Esto no me lo voy a perder—Sasuke también se fue con ellos teniendo la excusa perfecta, porque sus amigos estaban en la misma mesa, sin embargo, no alcanzó a llegar, cuando Naruto y Sakura lo llamaron.
...
—Buenas noches señoritas—Karin se sonrojó cuando miró a Genma parado a su lado. Ino se tensó ya que su primo no venía solo—Aquí... mi amigo Yamato y yo acabamos de llegar y no encontramos ningún lugar para sentarnos ¿nos podemos quedar con ustedes?
—Por supuesto—afirmó Karin sin pensarlo.
—Yamato... ella es Hinata—el castaño saludo a la ojiperla—y ella es Karin—de igual manera que lo hizo con la Hyuga, también lo hizo con Karin—a mi prima ya la conoces—ambos saludaron también a Suigetsu y a Jugo. Ellos llegaron después de la cena, por culpa de Kakashi, quien se quedó leyendo y tardó mucho en estar listo. Cuando llegaron, se quedaron en el bar por un rato hasta que comenzó el baile. Kakashi se fue a saludar a los Namikaze y ellos caminaron directamente hacia las jóvenes.
—¿Como estás Ino? Me da mucho gusto verte de nuevo—el corazón de la rubia, se semejaba al trote de un caballo salvaje. Yamato se sentó junto a ella y apenas lo hizo, percibió su varonil aroma.
—Lo mismo digo Yamato—las defensas que la Yamanaka colocó para proteger su corazón, se derrumbaron como si nunca hubieran estado puestas, no obstante, fingió estar desinteresada.
—Esta noche luces muy hermosa—la rubia creyó que se desmayaría. Esa fue la primera vez que Yamato no la trataba como a una niña. Suigetsu chasqueó la lengua cuando miró a Karin deslumbrada con Genma y pronto comenzó a conversar con una joven cercana a su silla. Hinata se sintió cómoda con la platica que inició con Jugo. En un principio, lo escuchó desviando la atención de Shisui y conforme los minutos transcurrieron, se interesó por completo en lo que decía.
—¡Espera Shisui!—Itachi sabía que ya no era buen momento para acercarse y persuadió a su primo para ir al bar—No es buen momento, mejor esperemos—sin poder objetar, siguió a Itachi.
Las horas avanzaron y la ojiperla no dejaba de sentirse enferma por lo que tenía que hacer. Pensó que quizás si les decía todo a Hanabi y a Neji, podían marcharse los tres juntos a donde ese hombre no los encontrará, luego sonreía recordando que las personas con dinero son capaces de moverse por todos lados, de manera que descartó esa posibilidad. Miró a sus amigas entretenidas con los castaños y Jugo ya se había marchado, así que decidió ir al tocador y cuando saliera, pediría un taxi. Ya no tenía ánimos de estar en ese lugar, quizás debía pensar mejor sobre una salida, después de todo, Shimura no le dio un plazo para el absurdo pedido.
Salió del tocador y aprovechó para enviar un mensaje de texto a sus amigas, ellas se veían entretenidas y si la veían irse, estaba segura que se irían con ella. Se recargó mientras tecleaba y continuó escuchando la música. Debía salir para lograr pedir el taxi.
—Listo—murmuró y levantó el rostro dispuesta a caminar hacia afuera, evitando ser vista.
—¿No me digas que ya te vas?—Hinata se encontró frente a frente con su objetivo y no logró responder nada—Eres amiga de Ino ¿verdad?—la sonrisa del azabache era deslumbrante, no obstante, lo único en lo que podía pensar era en lo dicho por Shimura. Como puedes ver, tienes en la palma de tu mano el bienestar de tu única familia. Esa voz parecía repetirse una y otra vez, mientras veía al muchacho frente a ella.
—Lo soy—respondió con cautela y se permitió apreciar los rasgos del varón, el cual era mucho mas atractivo que en las fotografías. Era evidente que estaba acostumbrado a obtener la atención de quienes se propusiera.
—Las invitamos a unirse a nosotros en un club ¿lo recuerdas? Mi nombre es Shisui Uchiha y soy amigo de Ino—el Uchiha observó a la joven y sonrió mentalmente. No pasó por alto el angelical aspecto que poseía, sin olvidar esos atrayentes ojos... ahora entendía a lo que se refirió Sasuke, cuando mencionó exóticos ojos. Eran hermosos, de eso no había dudas. Hinata, como la mencionó su primo, sería la llave para obtener el puesto. Sentía un poco de pena por ella, pero de ninguna manera dejaría ganar a Sasuke.
—Si, lo recuerdo—respondió y se apresuró a presentarse, puesto que el destino se estaba encargando de ponérselo enfrente y aunque se sintiera asqueada por lo que haría, no podía permitir que algo malo le pasará a su familia, ya había perdido a su padre y no soportaría perder a nadie más—Mucho g-gustó Shisui... Hinata Hyuga para s-servirte—el plan de Shisui comenzó mostrando su caballerosidad, después de todo, ninguna chica se resistía a sus encantos y Madara nunca dijo que para obtener el puesto debía enamorarse él, su tío sólo dijo que debía ser la chica quien lo amará y se iba a encargar de lograrlo. Le demostraría a todos, que era capaz de conseguir todo lo que se proponía.
—¿Que te parece si bailas conmigo Hinata?—que ese joven se acercará a ella, sólo podía ser una señal de estar haciendo lo correcto, así que no lo iba desaprovechar.
—Claro—el Uchiha sonrió de nuevo, cuando ella no se negó a su invitación... Al parecer, el objetivo iba resultar mucho mas fácil, pues sus años de experiencia, le demostraron que esa joven no estaba acostumbrada a tratar con los hombres, ademas era mas joven que él. Una chica ingenua que iba terminar perdidamente enamorada de él.
Ambos se unieron a las parejas que bailaban y se permitieron sentir la esencia del otro. Cada uno tenía un propósito y ninguno pensaba rendirse hasta conseguirlo.
...
—Parece que el muchacho, siguió tu consejo—comentó Mikoto a Madara cuando miraron a Shisui bailando con una joven.
—Algo en ella me resulta familiar—repuso Madara escudriñando a la compañera de baile de su sobrino. No sabía exactamente que, pero ella le parecía conocida.
—Sigo pensando que debieron escoger a otra... Todo es culpa de Sasuke—se quejó Obito cuando los miró bailando.
—Ya encontrarás la manera de darle una lección a Sasuke y si te sirve de algo, te diré que durante toda la noche, ha estado mirando a la pelirroja—las orbes de Obito brillaron.
—¿Que no es la misma que según él dejó deslumbrada?—Izuna asintió—No parece muy deslumbrada con él... yo más bien diría que encontró algo mejor.
—No tienes remedio Obito—Kakashi llegó y dio una palmada en un brazo a su amigo.
...
—¿Quieres algo de beber? Me gustaría continuar conversando contigo—la ojiluna se quedó pensando en lo que debía responder. Miró a sus amigas y ambas continuaban entretenidas, así que sin hacerlo esperar por más tiempo, aceptó.
—¡Gracias Shisui!—agradeció al recibir un copa con hielo de tres colores. Estaba haciendo un gran esfuerzo por mostrarse segura, sin embargo, le estaba costando mucho y lo único que logró darle valor fue el miedo a Danzo, a lo que era capaz de hacerle a su familia si ella no obedecía.
—Y cuéntame Hinata ¿de donde eres? Se que no eres de aquí, porque nunca te había visto. Alguien cómo tu no es capaz de pasar desapercibida—le guiño un ojo logrando el sonrojo en la ojiperla. Shisui iba con todo y no tenía tiempo que perder. Sin imaginarlo, ambos estaban dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias para conseguir sus metas.
Continuara.
Me disculpo por la demora y por las faltas de ortografía que seguramente se me quedaron, cuando las vea las iré corrigiendo 💕😊
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top