Capitulo 13

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.


—¡Hashirama!—el castaño levantó el rostro encontrándose con Madara. Él estaba a punto de subir a su auto luego de la desastrosa fiesta y lo que menos pensó fue ver a su amigo parado frente a él—Necesitó hablar contigo—Mito ya estaba arriba del vehículo y el Senju asintió.

—Claro, mañana podemos vernos donde decidas—respondió sintiendo curiosidad por la inesperada petición.

—No puedo esperar hasta mañana—la curiosidad del castaño se disparo, ya que su amigo no solía ser tan impaciente, eso sólo indicaba que realmente era un tema muy delicado.

—Esta bien, pero antes debo llevarme a mi esposa—no creía que quisiera hablar frente a Mito y no se equivoco.

—Bien, te seguiré—tal como lo dijo, Madara siguió a Hashirama y apenas le dio tiempo de llegar a su hogar. Mito no dijo nada y sólo se despidió de su esposo.

—¿Quieres ir a tomar algo?—cuestionó el Senju y Madara negó con la cabeza.

—No, esta bien aquí—el Uchiha le indicó que subiera a su auto y Hashirama lo hizo.

—Soy todo oídos—Madara declinó por enésima vez la llamada de Izuna y suspiró frustrado.

—Tu conoces a Hinata desde antes de llegar a Konoha ¿verdad?

—Así es, la conocí en el hospital del lugar donde vivía—respondió ya teniendo una idea del rumbo que tomaría esa conversación.

—¿Y que tanto sabes sobre su vida personal?

—Prácticamente, se lo mismo que tú, pero conozco a alguien que si puede tener información completa sobre su vida.

—Dime todo lo que sepas, incluso si no parece importante—su frustración inicial, ahora parecía disiparse ante la afirmación del castaño.

—Su nombre es Hiruzen Sarutobi, es mi colega y el director del hospital donde la conocí a ella.. De hecho, tras reconocer lo buena que era haciendo su trabajo, fue él quien me sugirió la idea de invitarla a trabajar en el hospital Senju... aparentemente, a ella no le había ido muy bien ahí desde la muerte de su padre.

—Sarutobi—murmuró Madara.

—Escucha, se que lo sucedido fue muy lamentable, pero desde que conozco a esa joven he podido comprobar que es una buena persona—el Senju se sintió aprensivo por lo que pasó en la fiesta—Desconozco los motivos que la llevaron a hacer lo que hizo, e intuyó que debió tratarse de algo con mucho peso, muy diferente a ustedes, quienes la eligieron como un blanco para conseguir un cambio en tu rebelde sobrino—el Uchiha chasqueó la lengua ante los reproches del castaño—Todavía me cuesta creer que pudieras sugerir semejante bajeza.

—Basta Hashirama, no estoy aquí para que me regañes, ademas, no fue mi idea—se defendió como pudo.

—Quizás no lo fue, pero bien que la aprobaste—el ambiente se puso tensó y fue el azabache quien optó por cambiarlo.

—Se que estuvo mal usarla como carnada para enderezar a Shisui, no obstante, de no ser por ese maldito, todo hubiera salido mejor de lo que creí, dado que tanto ella, como mi sobrino, terminaron muy enamorados—confesó con pesar—y es por eso mismo que necesito saber exactamente que obligó a esa joven a seguir las órdenes de ese tipo... Estoy seguro que no debe tratarse de nada bueno y su actitud me lo dejó muy claro.

—También lo creó, dado que durante el tiempo que lleva laborando en el hospital, nunca miré a Shimura acercarse a ella—repuso Hashirama y eso sólo aumentaba la necesidad que tenía Madara de indagar en ese extraño vínculo.

Minutos mas tarde, el azabache obtuvo la dirección del hospital donde laboraba Sarutobi y se despidió de su amigo para volver. Necesitaba enfrentar a Shisui, ese era otro misterio que debía esclarecer ¿porque Danzo tenía tanto resentimiento por su sobrino? Hasta donde podía recordar, ellos dos nunca tuvieron ningún tipo de acercamiento ¿entonces que había tras ese odio?


[...]


¿Porque no confiaste en mí? Yo te hubiera ayudado sin juzgarte—Naruto quedó impresionado al escuchar la historia que le contó Hinata. Finalmente pudo comprender la actitud de la joven y sintió ganas de asesinar a ese maldito viejo—Te conte todo sobre mi vida ¿acaso no confías en mi?

—Me daba vergüenza—confesó entre sollozos—creí que te decepcionarías de mi y te alejarías, después de todo, ya estoy acostumbrada a que las personas me den la espalda—lo decía con tristeza y al rubio le dolió escucharla.

—¿De verdad creíste que no te apoyaría? Por todos los cielos Hinata, creí que me conocías bien—su voz no era de alguien furioso, ni tampoco molestó. Naruto estaba triste y al verla tan destruida se sintió culpable de no haber insistido mas para obtener respuestas.

—Lo siento Naruto, me sentía perdida y tenía mucho miedo de perder a las únicas dos personas que quedan de mi familia, incluso dudé mucho en confesarles la verdad a mis amigas—viendo la verdad en sus bonitas orbes, Naruto quedó mas conmovido y volvió a brindarle su incondicional apoyo.

—Esta bien, pero ya no llores, trata de calmarte—le acarició con ternura el desordenado cabello.

—Sabía que esto iba terminar mal, pero ni siquiera me pude imaginar que también él estuviera conmigo por un propósito, de haberlo sabido, quizás mis sentimientos de culpa no hubieran sido tan dolorosos—trataba de tranquilizarse, sin embargo, los recuerdos de lo vivido al lado del azabache la alteraban. Tanto tiempo culpándose por mentir, mientras él se esforzaba para ser perdonado y al final, todo fue un plan, a eso se debía su insistencia aún cuando ella se empeñó en alejarlo. Claro, para Shisui había mucho en juego y no podía retroceder, así mismo lo dijo en las grabaciones, la enamoraría y ganaría el reto impuesto por su familia.

—Lo se, yo también estoy decepcionado de ellos—sonaron la puerta con insistencia y la Hyuga sonrió intuyendo de quien se trataba.

—Me alegra verte aquí Naruto ¿donde está Hina?—el rubio se hizo a un lado y dejó que la chica mirara por ella misma. Sin demora, Karin se acercó a ella y le dio un abrazo, logrando otra oleada de llanto por parte de la ojiperla—Esos malditos—murmuró dolida, dado que antes de ir con Hinata, terminó su noviazgo con Sasuke, aunque como era de esperarse, el Uchiha no lo aceptó y dijo que le daría un poco de tiempo—no cabe duda de que todos en esa familia son iguales—refunfuñó molesta.

—Por favor, dime que este problema no afectará tu relación con Sasuke... no soportaría llevar otra pesada carga sobre mis hombros, ademas, los únicos responsables aquí, somos Shisui y yo.

—¿Bromeas? ¿Como puedes pedirme algo así? Por supuesto que terminé con ese imbecil, él siempre lo supo y nunca dijo nada, incluso fue su idea elegirte a ti—quizás era cierto, no obstante, Hinata no sentía que ellos debían terminar el noviazgo.

—Aquí tienen—Naruto les entregó una taza de té que él mismo preparó—será mejor que también tú lo bebas—se refirió a Karin, dado que la veía muy alterada.

—No se porque lo dices, pero lo beberé—Naruto negó con la cabeza y después de dejar mas tranquila a la ojiluna, se despidió asegurando que regresaría el día siguiente. Al abrir la puerta se encontró de frente con Ino, quien llegó cargando su mochila.

—¿Como está ella?—el rubio suspiró.

—Lo superará, de eso no me queda duda, pero ahora debe enfrentar el duelo de la pérdida—hablaba en serio, ya que alguien como Hinata que se había enfrentado a tantos desafíos, posiblemente también superaría ese, sin embargo, le iba llevar mucho tiempo hacerlo.

—Y nosotros la ayudaremos—sonrió con melancolía—gracias por todo Naruto, eres un buen hombre—Ino entró y dejó su mochila en un sofá—Supongo que también tú te quedarás a dormir aquí ¿verdad?

—No, no, no es necesario—lo que menos quería era incomodar a sus amigas y se negó a que se quedaran con ella, después de todo, tarde o temprano, tendría que enfrentarse a la dolorosa realidad. Todo se había terminado y fue de la peor manera. Recordó los sucesos y uno en particular llamó su atención, no obstante, ese no era el momento para analizarlo.

—Como ya lo dije, terminé con ese imbecil, así que necesito una noche con mis amigas para relajarme—aseguró Karin.

—¿Hablas en serio? ¿Terminaste con Sasuke?—Ino no lo podía creer.

—¿Acaso no hubieras hecho lo mismo? Él sabía que ese maldito nunca me gustó para Hina, ademas, también sabía que ella para mi es como parte de mi familia y aún así, se prestó para esa canallada... créeme, en este momento, no quiero saber nada de ningún integrante de la familia Uchiha—la pelirroja se molestó con la actitud de Mikoto al acusar a Hinata. Ella tenía razones muy fuertes para hacer lo que hizo, mientras que su familia lo hizo sólo por diversión.

—Por supuesto que si—respondió Ino, antes de acercarse a Hinata y también darle un abrazo—¡Hina!—la llamó logrando su atención—Se que nada de lo que te digamos aminorará tú dolor, pero sin importar el tiempo que te lleve hacerlo, nosotras siempre estaremos aquí para ti y pase lo que pase, no nos alejaremos—la Hyuga volvió a llorar, pero ahora por la gratitud.

—No me cansaré de decir que ustedes dos sin lo mejor que me ha pasado.

—Y volviendo a lo sucedido en esa fiesta ¿escucharon lo que dijeron sobre Obito?—precisamente eso fue lo que pensó la ojiperla momentos atrás y aparentemente, su amiga también sintió curiosidad por ese tema—No digo que sea menos bastardo que sus familiares, sin embargo, me conmovió que a pesar de sentirse tan atraído a ti, se tuviera que hacer a un lado para que su primo concluyera su reto—repuso Karin.

—Eso explica muchas cosas—se dijo Ino, mientras recordaba sucesos durante los encuentros que mantuvieron con Obito—Es una pena que también Obito se enamorara de ti, sobre todo, porque intuyo que él no te era indiferente... claro, si Shisui no estuviera de por medio.

—Realmente no creó que debámoos mencionar a ese bastardo y volviendo al tema de Obito, estoy de acuerdo con Ino, pude ver que él no te era indiferente—dadas las circunstancias, el tema estaba fuera de lugar, sin embargo, ambas se empeñaron en tratar de sacar a Hinata del estado depresivo en el que se estaba sumergiendo y no había mejor manera de hacerlo, que avergonzándola.

—Hubiera sido lindo—musitó Hinata sin mucho entusiasmo—aunque a estás alturas, dudó que alguien realmente se interese en mí, sólo por querer estar conmigo—sus recuerdos la llevaron al día que conoció a Obito y no podía negarlo, él le gustó mucho, desgraciadamente, ya había conocido a su objetivo y no podía desviarse. Si tan sólo no hubiese sido tan tonta para enamorarse de Shisui, su corazón no estaría roto como lo estaba en ese momento y ni siquiera podía pensar en estar con otro que no fuera él, el hombre al que le entregó absolutamente todo de ella.

—¡Hinata!—se lamentó Karin y a la rubia le ocurrió lo mismo, ya que ambas se lamentaron al escuchar lo dicho por la Hyuga.

—No se preocupen, les prometo que no me hundiré en mi propia miseria, después de todo, yo sabia perfectamente a lo que me enfrentaba cuando acepté el chantaje de ese demonio y si antes que estaba sola no me rendí, mucho menos lo haré ahora que las tengo a ustedes dos y a Naruto—les sonrió genuinamente y ellas la entendieron.

Sin lograr convencerlas de irse a sus hogares, las tres se fueron a dormir entrada la madrugada, aunque sólo Ino pudo realmente conciliar el sueño.

[...]

Shisui se embriagaba en el primer bar que encontró en su camino. Al ver la partida de Hinata, se sintió perdido y se alejó sin rumbo fijo hasta dar con ese sitio. Afortunadamente para él, Itachi e Izuna lo siguieron y a pesar de las protestas del azabache, ellos no lo escucharon y se quedaron a su lado. Probablemente, en su estado, se iba meter en problemas y ya bastante habían dado de que hablar.

—¿Pueden creerlo?—les preguntó ambos—Ella me engaño y yo caí como un tonto en su trampa... me convertí en cazador cazado—había amargura en cada frase que dejaba escapar—y como si nunca hubiéramos sido nada, simplemente se marchó sin pedirme explicaciones ¿lo ven? Nunca me amó como yo a ella—recordó que precisamente esa noche ella le declaró su amor

—Ya bebiste demasiado muchacho, es hora de ir a casa—Izuna ya había tenido suficiente de lamentos y se dispuso a llevarse a su sobrino.

—No iré a ningún lado, déjenme en paz—Shisui se resistió, aunque apenas podía estar de pie. De seguir así, lo tendrían que llevar inconsciente.

—Suficiente Shisui... vendrás con nosotros por las buenas, o lo harás por las malas, tú decides—lamentablemente para Itachi, Shisui escogió la segunda opción y comenzó a forcejear con ellos. Izuna se cansó del comportamiento infantil del chico y sin pensarlo dos veces, lo silenció con un golpe en la nuca.

—Lo siento pero no me dejaste otra alternativa—Shisui ya estaba inconsciente y no lo podía escuchar—¿crees que se me pasó la mano?—le pregunto a Itachi y esté a su vez, puso los ojos en blanco.

—Si no lo hacías tú, lo hubiera hecho yo—respondió mientras lidiaban para sostener al inconsciente y corpulento azabache.

—Y para colmo, Madara sigue sin responder mis llamadas—se quejó Izuna. Ayudados por los empleados del bar, los Uchiha sacaron a Shisui por las puertas traseras. Itachi fue al estacionamiento en busca de su auto y en poco tiempo lo subieron—¿Que pasara con su auto?

—Mas tarde evitaremos a alguien para que lo recoja... total, no creó que esté se levante temprano—añadió Itachi, sin preocuparse por algo tan sencillo y en cambio, no podía dejar de darle vueltas al asunto de Shimura ¿que motivos tenía para sentir ese odio y resentimiento por Shisui? Algo se les estaba escapando a todos y no descansaría hasta saberlo, ademas, también estaba el infiltrado, eso ya le estaba causando migraña, dado que tendría que revisar los archivos de empleados. Debía encontrar a quienes entraron a trabajar en los días que hicieron ese reto y al mismo tiempo también se mantenían relativamente cerca de los integrantes Uchiha.

...

Luego de dejar a Shisui, Itachi llegó a su hogar y se encontró con su hermano menor en un estado lamentable. El azabache mayor no tuvo que cuestionar sobre el motivo, dado que era obvio. Karin no pudo soportar la canallada hecha a su amiga y terminó rompiendo el noviazgo.

Evitando ser el centro del desquite, intentó escabullirse sin ser visto—¡Itachi!—quien lo llamó no fue Sasuke, sino su madre, quien se hallaba en la sala esperando por él—Ahora que llegas, quiero que ustedes tres me expliquen lo que hicieron—Sasuke se encontraba desconcertado y Fugaku no sabía que decir, por lo tanto, el encargado de dar las explicaciones sería él.

—Esta no es mi noche—murmuro llevándose las manos a su cabello.

[...]

El día siguiente al escándalo, Hinata se sintió peor, no obstante, fingió frente a sus amigas. Ino se marchó al mediodía, mientras que Karin optó por quedarse hasta la noche, después de todo, tampoco estaba de ánimo para pensar en la rotura con Sasuke, quien dicho sea de paso, no había dejado de enviarle mensajes pidiéndole responder sus llamadas.

El Lunes por la mañana, las tres cumplieron con su horario laboral, no obstante, Hinata se sintió muy incómoda con las miradas y comentarios de las personas que se encontraba. Ino y Karin se mantuvieron en guardia para callar a los mas atrevidos y gracias a eso, se sintió menos desdichada. No es que no estuviera acostumbrada a lidiar con habladurías en su contra, sin embargo, fue gratificante contar con personas a quienes les importaba su seguridad.

—Ya terminé mi turno y necesito pasar a comprar algunas cosas a la farmacia, las veo mañana—Hinata pretendía no ser una carga para sus amigas. Su intención de marcharse sola, era para que ellas continuaran con sus propios asuntos, sobre todo Karin.

—De ninguna manera te irás sola, nosotras estamos por terminar, sólo debo entregar unos expedientes en pediatría—protestó Karin.

—Espéranos afuera, pero no te vayas sola—añadió Ino y no hubo manera de replicar, dado que ambas se marcharon a terminar sus labores. Derrotada, la ojiluna salió y se sentó en una de las bancas frente a la entrada principal. Cansada de ver las miradas dirigidas hacia ella, revisó su celular.

—¡Hinata!—la morena levantó el rostro con rapidez para comprobar que no había escuchado mal. Conocía esa voz a la perfección, no obstante, tenía años de no escucharla sin un teléfono de por medio.

—Nii-san—se levantó de la banca—¿eres tu? Realmente eres tú?—lagrimas de alegría, tristeza, melancolía y nostalgia salieron de sus orbes. Los recuerdos del pasado volvieron de golpe. La muerte de su padre, la separación de su primo, el despreció de quienes se decían amigos y la batalla para sacar adelante a su hermana. Creyó que todos esos recuerdos ya no podían lastimarla, sin embargo, al ver a su primo frente a ella, todas las heridas volvieron a abrirse.

—Estoy de regreso y te prometo que nunca mas volveré a dejarlas—rompiendo la distancia entre los dos, Neji abrazo a su prima y al verla tan frágil dejó caer un par de lágrimas, dado que también él, sufrió el golpe del pasado. El Hyuga no quiso preguntar por la dirección de su prima, pues quería darle una sorpresa, por lo tanto, optó por esperarla en el hospital donde ella le dijo que trabajaba y acertó, no obstante, su prima se veía triste y los ojos hinchados dejaban claro que había estado llorando.

—Dime que no se trata de un sueño—la joven tocaba el rostro del castaño, comprobando que de verdad estaba frente a ella ahora que lo necesitaba tanto—me has hecho tanta falta—la morena dejó salir el dolor que sentía por dentro y Neji pronto tuvo la certeza de su estado. Ella no sólo lloraba de emoción, Hinata estaba sufriendo y debía averiguar el porqué.

—No es un sueño ¿dime que te pasa? ¿Porque lloras así? Y no me digas que es de emoción porque no te creo—ella quiso reír, había olvidado lo suspicaz que era su primo. No podía decirle lo sucedido, al menos, no todo, de lo contrario, Neji se pondría furioso y ya no deseaba sumar más problemas a los ya existentes.

—Necesitamos hablar, pero no aquí—Neji estaba de acuerdo, ya que estaban atrayendo las miradas de varias personas—ven, vamos a mi apartamento, está cerca de aquí.

—Traje mi auto—el castaño le tomó el brazo para guiarla al estacionamiento. La ojiperla a su vez, envió un mensaje a sus amigas donde les decía que luego les explicaba.

...

—Pasa, estás en tú casa—ella se hizo a un lado para dejarlo pasar.

—Gracias—Neji miró todo y quedó satisfecho. No esperaba menos de su prima mayor, pero no estaba ahí para evaluar la vivienda—Bien Hinata, ya estamos fuera de las miradas y podemos hablar tranquilos—la ojiluna asintió y después de servirle una taza de té, le indicó que tomará asiento.

—¿Recuerdas el atentado que sufrieron tus compañeros y tú fuera de la base militar?

—Si ¿que hay con eso?

—No fue un atentado al asar.

—¿Que quieres decir?—cuestionó con suspicacia.

—Fue obra de Danzo Shimura—apenas escuchó ese nombre, la mandíbula del castaño se tensó—Él estuvo aquí ese día y...—la joven soltó el llanto, ese fue el principio de todo.

—¿Y que Hinata? ¿Que te hizo ese mal nacido?

—Ese tipo me chantajeo con dañarte a ti y a Hanabi, si yo no accedía a seguir sus órdenes—Neji palideció y pensó lo peor.

—LO MATARÉ, TE JURO QUE ACABARÉ CON ÉL POR PONERTE LAS MANOS ENCIMA—la furia del chico asustó a Hinata y se apresuró a aclarar el error.

—No, no se trata de eso—Neji se llevó la mano al pecho y se sintió aliviado—Por alguna razón que no comprendo, ese hombre me obligó a enamorar a Shisui Uchiha—la morena le contó la mayoría de los sucesos, incluyendo el enamoramiento de Shisui por una de sus mejores amigas.

—Te enamoraste de él ¿no es cierto?—Hinata asintió llorando.

—Fui una tonta Nii-san, se suponía que debía enamorarlo y fui yo quien terminó con el corazón roto—Neji la abrazo tratando de darle ánimos, ahora entendía porque se veía tan triste.

—¿Entonces no lograste conseguir que se enamorara de ti?

—Desearía decir que fracasé, pero tuve éxito y ver la decepción en sus ojos cuando supo mis motivos me hizo sentir miserable—evitó decir que no sólo ella engañó y por supuesto, que terminó mucho más humillada que el mismo Shisui—y encima, Danzo se presentó en la fiesta de su tío el Sábado por la noche y lo dijo frente a toda su familia.

—¿Y te hicieron algo? Dime Hinata ¿esa gente te humilló? No sientas miedo, ahora ya no estás sola y tengo el poder de hacerles pagar por meterse contigo—justo lo que temía que podía ocurrir, a eso se debía su renuencia a decirle todo lo ocurrido—Nunca mas dejaré que vuelvan a tratarte mal y esto incluye a Hanabi.

—Obviamente terminé con Shisui y abandoné la fiesta, eso fue todo—Neji la miró con el ceño fruncido, era claro que no le creía nada, sin embargo, estaba seguro que ya no obtendría información por parte de ella.

—Está bien, se que no me dirás nada—la joven trató de argumentar, pero él no se lo permitió—déjame continuar, además de querer verte, estoy aquí para informarte que con ayuda de mi superior en el ejército,  trataremos de abrir el caso de tu padre, como también la extraña banca rota. Me dieron una semana libre antes de integrarme al ejército y quiero que nos reunamos con el capitán Senju para que lo conozcas y le des toda la información que tengas sobre lo que recuerdes.

—¿Hablas en serio? ¿Abrir el caso de mi padre?—la chica se sintió confundida, dado que hasta donde sabía, se trató como suicidio y por lo tanto, no había mucho que se pudiera investigar.

—Se lo que estás pensando, pero te garantizó que hay muchas discrepancias en su supuesto suicidio y aclararé tus dudas cuando nos reunamos con mi superior.

—¿Cuando será esa reunión?—los ojos tristes adquirieron un brillo especial al preguntar sobre la reunión y no se trataba de la idea de reunirse con un desconocido, sino de escuchar lo que se diría sobre su padre.

—Estoy seguro que será mañana, él quedó de llamarme para ponernos de acuerdo.

—Nii-san...—la chica lo abrazó conmovida y permaneció así por unos minutos hasta quedar completamente tranquila.

—Te invitó a cenar ¿que dices?—Neji quería recuperar el tiempo perdido.

—No esta noche, porque yo misma prepararé la cena para ti. Quédate aquí y yo me encargaré de todo—Neji asintió y se sentó a esperar mientras la veía moverse de un lugar a otro dentro de la pequeña cocina. La joven se colocó un delantal y se concentró tanto que ni siquiera prestó atención a los toques en la puerta.

—Yo voy—avisó Neji con curiosidad por la persona que visitaba a su prima. Abrió la puerta y se encontró con un joven rubio de ojos azules, quien al verlo borró la sonrisa que tenía.

—¿Tu quien eres? ¿Donde está Hina?—cuestiono al mismo tiempo que intentaba entrar, no obstante, Neji se atravesó evitando que lo hiciera.

—¿Quien eres? ¿Porque buscas a mi prima?

—¿Prima? ¿Entonces tú eres el militar?—Naruto se entusiasmo mucho y eso sorprendió al Hyuga.

—¿Que pasa Nii-san?—Hinata escuchó las voces y fue en ese momento que se percató de la ausencia de su primo—Naruto—la morena avanzó hasta el rubio y lo tomó del brazo para que entrara.

—¿Es un Uchiha que viene a molestarte?

—Por supuesto que no... yo soy Naruto Namikaze y soy el mejor amigo de Hina.

—¿Eso es verdad?—el castaño miró directamente a la ojiluna.

—Si, Naruto ha sido un gran apoyo desde que lo conocí—Neji lo escudriñó hasta quedar completamente seguro que decían la verdad.

—Encantado de conocerte, Neji Hyuga para servirte—el rubio volvió a sonreír y estrecho la mano del Hyuga.

—Llegaste a buena hora, estoy por terminar la cena.

—Genial—Naruto pasó con confianza y se fue hasta la cocina, luego se acercó discretamente a Hinata—¿Como estás?—preguntó para que sólo ella lo pudiera escuchar.

—Mejor—respondió y con esa corta respuesta, Naruto se sintió mejor. La llegada de Neji había ayudado mucho en el estado de ánimo de su amiga y agradeció que fuera justo cuando ella más lo necesitaba.

[...]

—¿Ni siquiera cuando cenas con nosotros puedes dejar tus obligaciones?—reclamo Hashirama.

—Tengo una cita mañana y sólo estoy enviando la dirección de la reunión.

—¿Se trata de una chica?—Tobirama rodó los ojos ante las preguntas de su hermano mayor. Siempre era lo mismo con ellos y aunque ya debía haberse acostumbrado, no podía evitar sentirse fastidiado.

—Para tu información, no, no se trata de una chica, esta cita es un favor especial que le estoy haciendo a un joven militar que acaba de ser transferido a la base.

—Que aburrido—se quejó el castaño.

—La cena está lista—Mito los llamo y ambos pasaron al comedor, donde también se encontraban Jiraya, Tsunade, Kushina y Minato.

—Miren lo que traje para después de la cena—Tsunade les mostró una baraja y Hashirama la miró con adoración.

—En ese caso, espero que hayan traído suficiente dinero, porque les ganaré todo—Tobirama se llevó los dedos al puente de la nariz mientras escuchaba las sonoras carcajadas de su hermano.

—Eso está por verse—advirtió Tsunade y tras otra oleada de risas, se dispusieron a cenar.

—¿Y Naruto no vendrá?—cuestionó Tobirama directamente a Minato, para cambiar de tema.

—No y nos pidió que lo disculparan.

—Luego de lo ocurrido con Hinata en esa fiesta, debe estar con ella tratando de animarla—ese nombre, pensó Tobirama.

—Pobre chica, independientemente de lo que hizo, la actitud de los Uchiha hacia ella, fue realmente mas despreciable—repuso Kushina con tristeza—la pobre se veía devastada y le pedí a Naruto que no la dejara sola.

—Ella es muy dulce, estoy seguro que debió tener motivos muy fuertes para hacer lo que hizo, ademas, no entiendo el vínculo que tiene con Danzo—repuso Jiraya y Tobirama se sintió mas curioso sobre la extraña conversación.

—También lo creó, pero los Uchiha la miraron cómo a la peor de las personas, sólo Obito salió en su defensa—añadió Kushina.

—De hecho, Madara también tiene dudas y a eso se debe su interés en indagar sobre el pasado de Hinata. Yo no conozco bien su vida personal, sólo lo que muchos saben sobre el suicidio de su padre—escuchar a su hermano hizo que el albino ya no pudiera quedarse en silencio.

—¿De que me perdí? ¿De quien hablan?

—Te digo que permaneces mucho tiempo metido en esa base Tobi... ¿acaso no escuchaste nada sobre lo ocurrido en la fiesta de Madara?—preguntó Mito y Tobirama negó con la cabeza.

—Resulta que hace tiempo, conocí a una joven enfermera en un hospital donde realice una complicada operación y quedé muy complacido con su talento—relató el Senju mayor—El día siguiente le ofrecí venir a Konoha a trabajar en el hospital y ella aceptó. Se adaptó muy bien a su nueva vida y comenzó una relación amorosa con Shisui Uchiha—Hashirama continuó contando los detalles que sabía hasta terminar en la fiesta de Madara.

—Su nombre ¿cuál es su nombre completo?—no creía que se tratara de la misma persona, el mundo no podía ser tan pequeño, sin embargo ese nombre era el mismo que escuchó en boca del joven Hyuga.

—Hinata Hyuga—aclaró Tsunade.

—Hyuga ¿están seguros?—las miradas de todos se dirigieron hacia él.

—Si, la hija mayor del fallecido empresario Hiashi Hyuga—repuso Minato—¿Porque te vez tan sorprendido? ¿La conoces de algún lugar?

—No personalmente, pero conozco a su primo, Neji, el muchacho acababa de terminar su entrenamiento militar con altos honores y fue transferido a la base de Konoha—los ahí reunidos quedaron muy sorprendidos con la coincidencia—En el tiempo que llevó de mantener contacto con el Hyuga, me he percatado de lo mucho que quiere a sus primas, especialmente a la joven que estaban mencionando... no puedo imaginar lo que pasará cuando se enteré de lo que le hicieron esos bastardos, aunque conociendo las bajezas que preceden a Madara, no debería extrañarme—Hashirama negó con la cabeza, su hermano y su mejor amigo, simplemente no se soportaban y no desaprovechaban cualquier oportunidad para insultarse.

—Conozco a Hinata y puedo asegurar que no le dirá nada para evitar problemas—aseguró Kushina—sin embargo, no tardará en averiguarlo, ya que no se habla de otra cosa—Tobirama guardó silencio y evitó hablar sobre el vínculo entre la familia Hyuga y Shimura, dado que él no tenía derecho a revelar información concerniente sólo a los implicados. De todos modos, el día siguiente la conocería personalmente y les diría todo lo que haría para aclarar la muerte del patriarca Hyuga.

[...]

—Ayer te fuiste sin darnos ninguna explicación—se quejó Ino al reunirse con Hinata y Karin en la cafetería del hospital.

—Así es y dijiste que luego nos explicarías—Hinata sonrió y lanzó un suspiro antes de contarles lo sucedido.

—Mi primo regresó  y ya no se ira de Konoha—ambas chicas abrieron la boca y no tardaron en cuestionarla sobre los detalles.

—¿Y cuando nos lo presentarás?—preguntó Ino, algo molesta por saber que Naruto ya lo conocía.

—De hecho, en uno, o dos minutos estará aquí... dijo que tenía que presentarme a alguien importante y yo le dije lo mismo sobre ustedes. Pedi permiso para trabajar sólo mediodía y así tener mas tiempo con él—de pronto, la cafetería quedó en silencio y sólo se escuchaban murmullos.

—¡Cielos!—soltó Ino al ver el porté del apuesto castaño que se aproximaba hacia ellas.

—Dime que no es él—rogó Karin hipnotizada mirando hacia Neji.

—Nii-san... me alegro que estes aquí—el castaño se acercó y le dio un abrazo a su prima, para luego encarar a las chicas que estaban con ella—quiero que conozcas a las otras dos personas que fueron mi apoyo desde que llegué aquí. Ella es Karin—la pelirroja saludó con torpeza—y ella es Ino—la rubia se recompuso y también saludó.

—Encantado de conocerlas, Hinata me ha hablado muy bien de ustedes dos y tengo que agradecerles por estar con ella mientras yo no pude hacerlo—las jóvenes se conmovieron y sintieron tristeza por lo que tuvieron que vivir los primos Hyuga.

—No hay necesidad de agradecer, Hina es una gran persona y es una suerte contar con su amistad—aseguró Karin ya mas relajada.

—Así es, Hina es una gran mujer y como dijo Karin, no hay necesidad de agradecer—Ino también salió de la impresión que le causó el apuesto castaño y actuó con normalidad. Conversaron durante unos minutos, hasta que ambas chicas debieron regresar a sus turnos.

—¿Estas lista?—Hinata asintió y salió del brazo de Neji. Antes de subir al auto se encontraron de frente con Sasuke. El azabache observó el agarre sobre el brazo femenino y después puso sus oscuras orbes en la ojiluna—¿Necesita algo?—preguntó Neji al ver que el sujeto no se movía—¿Quien es Hinata?—ella bajó la cabeza.

—Vamos, se hace tarde—murmuro ignorando al Uchiha, de lo contrario se pondría a llorar frente a él. No es que le tuviera resentimiento a Sasuke, o a cualquier otro miembro Uchiha, pero tras lo ocurrido, prefería guardar las distancias.

—Bien—Neji avanzó y dejó atrás a Sasuke, no obstante, sabía que ese tipo era alguien conocido por su prima y pronto se encargaría de averiguar todo lo referente a ella. En menos de diez minutos arribaron a una cafetería y fue entonces que Hinata miró a una chica castaña esperando por ellos. A medida que se acercaron, la chica se ponía mas nerviosa y cuando los tuvo frente a frente, se colocó al lado de Neji.

—Nii-san—lo llamó Hinata en busca de una respuesta.

—Hinata, te presentó a Tenten, mi novia—la castaña se sonrojó y se quedó en espera de la reacción que tendría la prima de su novio.

—¿Tu novia?—el castaño asintió—¿Porque no me dijiste que tenías novia?—la pregunta puso mas nerviosa a la siempre segura Tenten—Hinata Hyuga, encantada de conocer a la mujer que logró enamorar a mi Nii-san—aún con su timidez, la ojiperla tomó la iniciativa y le dio un fraternal abrazo a la chica.

—El gustó es todo mío, Neji me ha hablado tanto de ti, que ya siento que te conozco—los tres se sentaron a conversar y tal como lo había dicho Neji, su prima quedó encantada con Tenten y viceversa. Había sido difícil convencer a su novia de reunirse con la ojiperla, no obstante, Neji insistió y ella ya no pudo negarse. Mas tardé se verían con Tobirama y Tenten esperaría en el apartamento que alquiló el Hyuga.

[...]

Sasuke regreso derrotado a la empresa, ya que no logró encontrar a Karin en el hospital. Había dicho que no la iba a buscar, dado que era ella quien terminaría haciéndolo, sin embargo, tras los reproches de su madre, se sintió culpable y terminó cediendo.

—¿Lograste verla?—le preguntó Obito. Sasuke se sorprendió al escucharlo, dado que su primo se había mostrado muy molesto luego de lo ocurrido y llegó a pensar que le alegraba su rompimiento con Karin—Si realmente la amas, debes de insistir hasta que te perdone—el mayor le dio una palmada en el hombro y estaba por marcharse.

—Gracias por tus buenos deseos Obito y aunque es tarde para decirlo... siento mucho lo que ocurrió con Hinata, de no haber sido por mí, quizás ustedes podrían—Obito lo interrumpió.

—Está bien Sasuke, no tienes porque disculparte, después de todo, también fue mi culpa, yo debí oponerme desde el inicio y quizás...—se quedó callado por un momento—Bueno, ya no se pueden cambiar los hechos y gracias a nosotros, ella terminó muy afectada.

—Hoy la miré saliendo del hospital—declaró Sasuke mirando a otro lado.

—¿Y como se veía? ¿Estaba bien?—quería pensar que ya se había recuperado.

—Ella estaba del brazo de un tipo y se veían muy cercanos, incluso se fue con él en su auto.

—Shisui—lo llamó alguien y ambos primos se giraron, encontrándose a Shisui mirándolos, mientras Izuna lo llamaba—Madara te busca, necesitas leer unos documentos antes de ser aprobados—sin decir nada, el Uchiha se dirigió a la oficina de su tío. Hubiera querido interrogar a Sasuke sobre lo que escuchó sobre ella, sin embargo ¿que iba a preguntar? Ella ya no era nada suyo y no podía exigir que se mantuviera sin socializar con otros tipos, incluso cabía la posibilidad de que su primo se le acercara, ya que aunque le doliera reconocerlo, la amaba casi como él. A pesar de querer mostrarse indiferente y resignado, le molestó mucho la rapidez con la que lo reemplazó, pues apenas habían pasado tres días desde que rompieron y ya le había encontrado un remplazo.

—Me dijo Izuna que querías mostrarme unos informes—Madara le indicó que tomará asiento mientras hablaba con alguien por teléfono.

—Revisa esto y cuando termines, vendrás conmigo. Tengo una reunión con unos clientes y ahora que ocupas ese puesto, necesitas familiarizarte con este tipo de reuniones.

—De acuerdo—Madara se sorprendió al ver que su sobrino no replicó, ni se negó a acompañarlo. Estaba seguro que Shisui se negaría y por ende, se llevaría a Itachi. Debía dejar todos los pendientes en orden, pues al día siguiente viajaría en busca de Sarutobi.

Cerca de las seis, ambos arribaron a un restaurante donde se llevaría a cabo la reunión y al poco tiempo de su llegada, se presentaron los tres clientes. Durante la cena, conversaron sobre negocios. Madara quedó satisfecho al ver a su sobrino dominando la conversación, mientras aclaraba las dudas de los tipos. No cabía duda, el muchacho era un genio, pero anteriormente había optado por ser un holgazán y gracias a la chica Hyuga, todo eso quedó atrás.

—Entonces tenemos un trato—anunció uno de los clientes—¿Donde firmamos?—Shisui asintió y buscó en su maletín los documentos.

—Aquí tienen—colocó sobre la mesa el folder y tres bolígrafos en color dorado con el logotipo Uchiha—estas son un presente para ustedes—les mostró las plumas con su siempre encantadora sonrisa, misma que desapareció por completo al ver la llegada de Hinata acompañada de un castaño.

[...]

Hinata estaba muy nerviosa. Neji le dio dos horas para arreglarse mientras dejaba a Tenten y la ojiperla no dejó de pensar en lo que escucharía durante esa reunión. Tenía un mal presentimiento, era como una opresión en el pecho, justo lo que sentía luego de la muerte de su padre.

—Tranquila, esto es el inicio de algo bueno y pronto llegaremos a la verdad de lo ocurrido—la joven asistió y cuando llegaron, volvió a caminar del brazo de Neji. Ambos atrajeron las curiosas miradas de los otros clientes, ya que además de verse muy bellos, la joven fue quien logró avergonzar al mujeriego Uchiha.

—Buenas noches, parece que llegamos al mismo tiempo—Neji asintió y la morena se quedó pasmada al observar al imponente varón de rojizas orbes. Ese hombre era guapísimo y su porte autoritario le daba un toque mas encantador.

—Buenas noches capitán Senju, le presentó a mi prima Hinata Hyuga, ella es de quien le hablé—Neji atrajo a la joven para que se colocara frente al albino y ella no pudo evitar sonrojarse.

—Es un placer conocerla señorita Hyuga—Tobirama la miró recordando lo que dijeron sobre ella. Era simplemente hermosa y no pudo comprender como esos bastardos pudieron burlarse de sus sentimientos.

—L-lo mismo digo capitán Senju—la ojiperla se reprendió por tartamudear, pero era difícil mantener la cordura frente a un hombre como él.

—Sólo llámeme Tobirama—como todo un caballero, le besó la mano y después abrió la silla para que se sentara antes que ellos.

—Gracias—el Senju quedó mas encantado al verla sonreír ¡Cielos! Esa mujer era un peligro para su cordura ¿como iba a concentrarse si todo en ella lo tenía impresionado?

—¿Desean algo de beber?—la mesera les entregó el menú y esperó la respuesta. Tanto Neji como el Senju, miraron a la ojiperla para que eligiera primero y ella al percatarse, se apresuró pidiendo lo primero que leyó.

—No sabía que bebías Hinata—soltó Neji algo confundido.

—¿Beber? No ¿de donde sacaste eso?—¿porque su primo tenía que preguntarle algo así frente al capitán Senju?

—El mango tango que eligió, es una bebida alcohólica—aclaró Tobirama, mostrando una pequeña sonrisa—o quizás olvidó pedir que no le pusieran alcohol—siendo un hombre con mucha experiencia, el albino notó como su presencia puso nerviosa a la joven y eso lo complació, pues le pareció adorable su torpe comportamiento.

—Si, si eso es justo lo que quería decir—Neji negó con la cabeza, a pesar de los años, su prima no cambiaba. La mesera se marchó y el Hyuga asintió hacia Tobirama para dar inicio a la conversación, de lo contrario, Hinata moriría de los nervios.

—Les tengo buenas noticias a los dos—los Hyuga miraron con atención al albino—logré que  abrieran el caso del señor Hyuga... hay suficientes discrepancias para suponer que no se trató de un suicidio, ademas, estoy convencido de que la repentina quiebra financiera que sufrió la empresa Hyuga, fue causada deliberadamente por la misma persona que posiblemente lo asesinó.

—¿Que?—Hinata sintió que su pecho dolía y sin ser consiente se levantó de la silla—¿Esta diciendo que alguien mató a mi padre? Neji—el Hyuga sabía que iba ser difícil para Hinata, pero lo estaba tomando peor de lo que pensó—Todos lo llamaron cobarde, incluso quienes se decían sus amigos y ahora resulta que él—ella no pudo soportarlo y sucumbió al llanto. Desde aquel día pensó que había algo dudoso, sin embargo, las autoridades no dijeron nada que contrariara el suicidio y al igual que los otros, también ella comenzó a creerlo.

—Si no te calmas, deberemos finalizar la reunión y continuarla otro día sin que tú estés presente ¿es eso lo que quieres?—Neji se maldijo por hablarle así, pero debía hacerla reaccionar.

—No, no por favor—la ojiluna aceptó el pañuelo que le ofreció Tobirama y se limpió las lágrimas—Lo siento mucho, no volveré a interrumpir—se obligó a tranquilizarse, aunque le estaba costando mucho hacerlo.

—Luego de la muerte de mi tío, me dediqué a reunir pruebas y cuando descubrí que la ruina de la empresa fue provocada deliberadamente, el maldito de Shimura me amenazó con asesinar a mis primas si no accedía a marcharme al ejército.

—¿Entonces por eso nos dejaste? ¿Él te amenazó como lo hizo conmigo?—Neji asintió y fue entonces que Hinata sintió un escalofrío por todo su cuerpo—Espera...—el miedo la invadió y Neji la tuvo que abrazar para darle tranquilidad, ya que ella estaba por sufrir un ataque de pánico. No podía ser que el asesino de su padre fuera el mismo hombre que obtuvo la tutela sobre ellos.

—Aquí tienen—las bebidas llegaron y antes que la chica cuestionara sobre lo que ordenarían para cenar, el Senju tomó la palabra.

—Necesitamos mas tiempo para elegir, pero le agradecería un vaso de agua con azúcar—cinco minutos mas tarde, Tobirama recibió el pedido—Tómese esto, le ayudará a calmarse—ella lo bebió sin protestar y lo encaró.

—Dígame de quien sospecha—el albino la veía muy alterada y no sabía si debía decirle.

—Dígale, es mejor hablar claro—repuso Neji.

—En todas y cada una de las investigaciones que he iniciado, el nombre que sobresale es el de Danzo Shimura—Hinata quería reírse de su propia estupides y sorprendiendo a ambos varones, terminó haciéndolo. Reía fuerte mientras lloraba, hasta que sintió la pesada mirada de alguien sobre ella. Volteó en diferentes direcciones y frunció el ceño al encontrarse con el responsable. Sus acompañantes siguieron su mirada y mientras Neji sólo miró a dos azabaches, Tobirama chasqueó la lengua—¡Uchiha!—soltó con desprecio.

—¡Senju!—lograron leer los labios de Madara desde la distancia. Neji puso atención a los dos tipos y estuvo seguro que uno de ellos era el tal Shisui.

Continuara.

Lamento mucho la demora y después de tanto tiempo, aquí esta el nuevo capítulo, ojalá les guste. Lamento las faltas de ortografía que seguramente se me quedaron sin que pudiera notarlas, apenas las encuentre y las iré corrigiendo 😊💕

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top