Capitulo 11
Los personajes de Naruto no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.
—¿Te sucede algo? Has estado muy callada luego de hablar con la tía Mikoto—Hinata estaba sumergida en sus propios pensamientos. La conversación que mantuvo con la dama Uchiha un rato atrás, la dejó con sentimientos encontrados ¿Como podía Shisui haber sido víctima de un intento fallido de secuestro? ¿Que hubiera sido de él si no conseguía huir a tiempo? Pero sobre todo ¿quien fue la persona que ordenó tal acontecimiento? Lo pensaba y lo pensaba, hasta que un nombre apareció dentro de su cabeza...Danzo Shimura—¿Esta todo bien Hime? Me estás preocupando con tu silencio—la morena reaccionó ante el suave agarre sobre su brazo. El auto se había detenido totalmente y ella ni siquiera lo notó.
—¿Eh?—la joven se desconcertó al ver la preocupación en el rostro de Shisui—¿Que pasa? ¿Porque nos detuvimos?
—Eso mismo me pregunto yo Hime ¿te sucede algo? Llevó prácticamente todo el trayecto desde la casa de mis tíos queriendo llamar tu atención y tú pareces perdida en otro sitio, incluso te estoy haciendo preguntas y ni siquiera escuchas ¿Tan desagradable fue para ti lo que hablaste con mi tía para que no hayas pronunciado ni una sola palabra desde que salimos?—cuestiono preocupado. Hinata se sorprendió de nueva cuenta, pero fingió que todo estaba bien.
—No es nada, sólo pensaba en lo amable que es la señora Uchiha... Itachi y Sasuke son muy afortunados por tener una madre como ella—respecto a lo dicho, ella no mentía, ya que la dama le pareció encantadora y ambos chicos eran bendecidos por tenerla. Tanto ella como Shisui, tenían en común ser huérfanos, pero al menos él, tenía una numerosa familia que se preocupaba por su bienestar, mientras que los únicos tres Hyuga, se tenían que mantener separados por su propia seguridad y por los caprichos de un demonio desalmado, quien ahora parecía ser el autor intelectual del intento de secuestro que sufrió Shisui.
—Efectivamente, ellos son muy afortunados de tenerla, pero tanto Obito, como yo, también nos sentimos privilegiados, dado que ella es como nuestra madre, o al menos lo que mas se asemeja a una—la Hyuga no tuvo dudas al respecto, puesto que la misma Mikoto se lo dijo durante la conversación entre ambas y ahora Shisui lo confirmaba.
—Me alegró por ustedes—fue lo único que pudo decir ante lo que expresó el azabache.
—Entonces ¿que tanto hablaron mientras salieron al jardín?—el muchacho temía que su tía hubiese continuado hablando sobre Ino y su supuesto amor platónico, pues cuando ambas regresaron a la sala donde estaban todos, Hinata se veía totalmente pálida, como si algo la hubiera asustado, al menos, eso fue lo que el muchacho y sus parientes pensaron.
—Nada importante... simplemente cosas de mujeres—afirmó con una falsa sonrisa, la cual no pasó desapercibida por Shisui.
—Escucha Hime, sobre lo que dijo ella acerca de Ino, yo quiero decir que...—la Hyuga lo interrumpió deliberadamente y él no terminó lo que pensaba decir.
—Te lo diré por ultima vez Shisui—lo dijo con cansancio, pues ya se había cansado de ese tema y nadie parecía notarlo, especialmente él, quien se empeñaba en querer explicar—no quiero hablar sobre ese tema, no he pedido explicaciones y lo mas importante... no las necesito, así que no entiendo tu afán de aclarar algo que ya me quedo claro—el interior del auto quedó en un incómodo silencio durante largos segundos, mismos que parecieron eternos para los dos—Ahora que ya todo quedó claro, me gustaría llegar rápido a mi apartamento—el Uchiha sintió una punzada en el pecho. Ella no lo había perdonado y a esas alturas, no estaba seguro de que alguna vez lo hiciera.
—Como tú desees—el auto de nuevo se puso en marcha y ambos regresaron a sus pensamientos. La chica se mantuvo en su propia guerra interna sobre lo que debía hacer. Sólo faltaba poco tiempo para aclarar las cosas y dejar de engañar a esas personas, sin embargo, no podía alejarse se Shisui mostrando ese comportamiento desinteresado, por lo tanto, de nuevo debía fingir que absolutamente todo entre ellos estaba bien, lo cual terminaría por destrozar aún mas su pobre corazón.
—Gracias por todo, de verdad disfruté mucho conociendo a tu familia—aseguró la chica con alegría una vez que arribaron al estacionamiento. Shisui se hallaba frente a ella sin saber si debía acompañarla hasta la puerta de su vivienda, no obstante, ella no se negó a que lo hiciera y tampoco se negó a que la tomara de la cintura para apegarse mas entre sí.
—Al contrario, gracias a ti por aceptar la invitación de mi familia—el muchacho sonrió luego de besar las manos de la ojiluna, dejándola con las piernas temblorosas. Ella sabía que no iba poder resistirse a los encantos del azabache y cuando lo veía sonreír, podía olvidarse de todo lo malo que los rodeaba dejando que su amor por él, tomara el control.
—Estoy segura que Karin opina lo mismo que yo—la ojiperla no tenía dudas, su amiga había quedado enamorada de la familia Uchiha, especialmente de Mikoto, sin embargo, había alguien más a quien mencionaron y no estuvo presente.
—Ya lo creó—soltó el muchacho recordando la fiereza y la antipatía que esa pelirroja mostraba hacia su persona. No cabía duda, ella era una fiel amiga de su amada princesa—ahora sólo les falta conocer al tío Madara—ese era el nombre de la persona que no estuvo presente durante la cena y el mismo que estremeció a la ojiluna, pues recordó lo dicho por Mikoto acerca de ese hombre, quien consideraba a Shisui como a su propio hijo, incluso vivía en su residencia al igual que Izuna. Había escuchado que ese hombre era muy poderoso y autoritario, entonces ¿que sería capaz de hacer cuando se enterara de su engaño? A nadie le haría gracia que jugaran con los sentimientos de un ser amado. Trago saliva pensando en que cada vez se estaba quedando sin salidas y de ser posible, hubiese preferido no conocer al Uchiha restante.
—¿Tu otro tío?—atinó a cuestionar aún sabiendo la respuesta.
—Si, a él lo conocerás en la fiesta de su próximo cumpleaños... será en un poco menos de dos semanas y me pidió que te lleve conmigo—la aclaración resonó dentro de la chica ¿entonces a eso se refería Danzo con esperar dos semanas? Ahora tenía algo claro, ese tipo planeaba hacer algo esa noche, el problema era que no podía imaginar que artimañas estaría planeando, sin embargo, de una cosa podía estar segura, esa noche Shisui y su familia se enterarían de las verdaderas intenciones que ella tuvo para acercarse al chico. Sin anticiparlo, se sintió mareada, dado que su corazón se aceleró a paso rápido, logrando que sintiera náuseas y todo se debía a el miedo y la incertidumbre.
—¿Y tiene que ser en su fiesta? Digo, quizás coincide con la fecha en la que me reuniré con mi hermana—invento lo primero que le vino a la mente, aunque ya sabía que no tenía salida. Si Danzo planeaba algo, era obvio que la obligaría a asistir—pero con gusto podría felicitarlo mas tarde ¿no crees?—Shisui la notó muy nerviosa, incluso le temblaba la boca al hablar y ni siquiera se percató de su presencia dentro del apartamento, dado que ella abrió la puerta en automático y con las manos temblorosas. Por otro lado, Madara dejó muy en claro que debía llevarla, de lo contrario perdería la apuesta y aunque eso era lo que menos le preocupaba, él la quería a su lado durante la fiesta, la quería sosteniendo su brazo como su novia.
—Por favor no me digas eso Hime... esa noche es muy importante para mi familia y yo te quiero a mi lado—Hinata cerró los ojos apesadumbrada—Escucha, si la reunión con tu hermana coincide con ese día, yo mismo me haré cargo de todo para que ella nos acompañe ¿de acuerdo?—la joven sólo lo miró sin decir nada—Así aprovecharé para conocerla—lo cierto era que él ansiaba conocer a ambos Hyuga, tanto a Neji como a Hanabi y que mejor momento para hacerlo que en la fiesta de su tío.
—No creó que sea buena idea, además, nada garantiza que nuestra reunión sea el mismo día, sólo dije que podría coincidir—había hablado de más y ahora Shisui ya estaba dejándola sin opciones para negarse a asistir a esa celebración.
—Bueno, pero si ella viene, de todos modos quiero conocerla a ella y a tu primo, ya les hablaste de mí ¿verdad?—la pregunta la tomó desprevenida y se quedó sin saber que responder, por lo que el azabache comprendió—¿No lo hiciste?—la expresión en su perfecto rostro denotaba tristeza y decepción, él, realmente se veía muy desconsolado por lo que acababa de saber.
—Yo...—no supo que decir.
—Entiendo—Shisui sonrió con tristeza y la miró por unos segundos, mientras ella agachaba la cabeza—será mejor que te deje descansar... buenas noches Hime—intentó mostrarse normal y le besó los labios, aunque por dentro se sentía herido.
—Espera Shisui—algo mas fuerte que ella, la impulsó a detenerlo, ya que le dolió mucho verlo así—no le he hablado sobre ti, porque quiero hacerlo cuando regresen, especialmente a Hanabi, quien es tan impulsiva y en cuanto a Neji, bueno, con él, casi ni logró hablar mas de cinco minutos una vez a la semana y en ocasiones, ni siquiera eso—con sus pequeñas manos le sostenía el brazo, intentando evitar que se marchara.
—¿Me estás diciendo la verdad Hime?—preguntó con suspicacia.
—No tendría porque mentir, además, es comprensible y cuando conozcas a mi hermana lo entenderás—en cierto modo, ella decía la verdad, dado que Hanabi era capaz de volver sólo para conocer a su "futuro cuñado"
—Espero que eso sea muy pronto—el azabache no quería marcharse, pero tampoco deseaba importunarla y por otro lado, aún se sentía decepcionado por no ser mencionado ante su familia. Ella ya le había explicado y era válido, no obstante, el ego Uchiha le impedía entenderlo por completo—Que descanses Hime—su mirada le dejó claro a la ojiperla que aún se hallaba dolido y haciendo lo impensable, lo volvió a detener, pero a diferencia de la primera vez, en esta ocasión se impulsó a besarlo. No pasó mucho tiempo, antes que Shisui respondiera tomando por completo el control de la situación.
—¡Shisui!—lo nombró al sentir su cuerpo levantado del suelo para ser llevado hasta su habitación—Yo...—la joven fue silenciada por el varón.
—Shhh, no digas nada Hime, dejémonos llevar por lo que ambos sentimos—con delicadeza colocó el cuerpo femenino sobre la cama y subió sobre ella, sobrepasándola con su anatomía. Tal como lo pidió, ella no dijo nada y se dejó llevar, después de todo, co creía que fuera posible amarlo mas de lo que ya lo amaba y por ende, quería aprovechar el poco tiempo que le quedaba a su lado. Sabía que iba a arrepentirse de la repentina decisión que estaba tomando, pero en ese momento, no había vuelta atrás.
Para Shisui la situación no era muy diferente, pues a pesar de sentirse eufórico, también tenía un dejé de incertidumbre. Madara le aseguró que Hinata nunca sabría que ella fue la llave para ganar el puesto vacante en la empresa Uchiha, lo cual lo tranquilizaba por momentos, ya que sí su Hime se enteraba, eso se sumaría a las constantes dudas sobre los sentimientos que ella creía, tenía por Ino. Si le costó tanto volver a acercarse luego de el último error que comentó, no quería ni imaginar lo que haría al enterarse de sus verdaderas intenciones tras el acercamiento. No había que ser un genio para saberlo... la perdería para siempre y eso era algo que no podía permitir.
Dejando de lado los miedos, ambos terminaron sin ninguna prenda sobre sus cuerpos. El frenesí por sentirse, venía tanto de ella como de él. La necesidad que sintieron al momento de unirse demostraba lo mucho que se habían extrañado durante los días que estuvieron separados.
Las penetraciones del Uchiha eran violentas y la joven sólo se dejaba llevar sin protestar en ningún momento. Las fuertes manos masculinas, sujetaban las caderas de la chica y en ocasiones, una de ella le sostenía el cabello. La Hyuga sentía que estaba muy cerca de su liberación y no sabía por cuanto tiempo la seguirían sosteniendo sus cansadas rodillas mientras la tomaba en cuatro—¡Ahhh!—la ojiperla ya no podía contenerse y lanzó sonoros gemidos. Shisui la ayudó a levantarse, dejándola de rodillas y pegada a él, donde se dedicó a besarle los hombros, el cuello y todo los lugares disponibles.
—Un poco más Hime—le pidió el Uchiha entre jadeos con la voz ronca, cosa que prendió aún más a la joven.
Los crujidos de la cama no lograron aminorar el gemido que lanzó Hinata cuando ya no pudo soportar por mas tiempo la oleada de placer que recibió su cuerpo. La joven se derrumbó de nuevo en la cama sin poder sostener los brazos. Shisui la siguió sujetando de las caderas para continuar arremetiendo contra ella. Bastaron unos pocos minutos y también él terminó la candente sesión. Los dos quedaron exhaustos y a pesar de ser temprano, pronto el sueño los recibió.
...
Horas mas tarde, el azabache suspiró apegándose mas al cuerpo desnudó de Hinata. De pronto sonrió al escucharla gimiendo debido a sus inquietas manos recorriendo sus senos al igual que la intimidad femenina. La ronda anterior sólo sirvió para aminorar un poco el deseo que sentía por ella, pero ahora que había dormido un par de horas, se sentía con un enorme anhelo de volver a hacerla suya.
Ella dormía de espaldas a su pecho y no tardó mucho en levantar su mano para apoderarse de su endurecido miembro, sacándole varios jadeos, en parte de placer y en otra parte de sorpresa.
Si continuaba masturbandolo, terminaría sobre su delicada manó, así que se retiró un poco para dejarle claro su objetivo. Ambos gimieron cuando se introdujo dentro del cálido interior femenino y pronto los nombres de los dos, eran mencionados de manera sensual.
En la misma posición que estaban dormidos, Shisui se aferraba a los senos de la ojiperla y ella lo rodeaba con los brazos, al mismo tiempo que mecía sus caderas sobre su hombría. El Uchiha enloqueció con esos sensuales movimientos e intensificó las embestidas. Luego de minutos disfrutando de tan exquisito placer, la sintió correrse sobre su miembro y acercándose a su delicado hombro para dejar húmedos besos, se sintió al límite—¡Te amó Hime!—soltó en el pico del éxtasis, dejando a la joven desconcertada y preguntándose si había escuchado bien.
Ella quería girarse para verlo, necesitaba saber si lo que dijo era cierto, sin embargo, al girarse, él no le dio tiempo a preguntar, pues la besó y la abrazó contra su húmedo pecho. Estuvieron así durante unos minutos y de pronto Shisui se levantó sin importarle su desnudez y la levantó en brazos para tomar una ducha relajante.
¿Como podía resistirse a él? Estaba perdida, sobre todo, cuando apreciaba esa encantadora sonrisa que le mostraba y ni hablar de la confesión que hizo minutos atrás y la cual a pesar de no querer creer, la dejó mas confundida.
[...]
—¿Ya hicieron lo que les pedí?—Kisame asintió y su compañero sonrió con suficiencia. Ellos habían estropeado el contrato que los Uchiha tenían con el salón donde se llevaría a cabo la fiesta de cumpleaños en honor a Madara y en su lugar, les dieron algo "mejor"por así decirlo, ya que el nuevo salón, era propiedad de Shimura. Además de sus secuaces, casi nadie sabía que esa propiedad, como muchas otras alrededor de la cuidad, eran suyas y en esa ocasión le sería de gran utilidad.
—Los Uchiha firmaron el alquiler de el nuevo salón y ni siquiera objetaron, después de todo, el salón esta frente al otro—ellos se encargaron de arruinar el sistema de electricidad del sitio donde se llevaría a cabo la fiesta y se aseguraron de que todo pareciera una desafortunada falla del cableado y como compensación, les ofrecieron otro lugar a la par del anterior, ademas de las costosas bebidas y la exclusiva música clásica. Mikoto dio el visto bueno al nuevo salón por sugerencia de Izuna y quedó complacida, por lo tanto, ese punto ya había quedado completo.
—Excelentes noticias—Danzo se permitió sonreír mientras se recargaba en la gran silla ubicada en su despacho—esos arrogantes tendrán justo lo que se merecen... la mejor y la más inolvidable celebración de sus vidas, especialmente la de ese maldito—aseguró volviendo a sonreír como en pocas ocasiones lo había hecho.
—¿Desea que esperemos hasta el final de esta semana para incluir los vídeos que obtenga Zetsu?—cuestionó Kisame. Shimura se llevó los dedos a la barbilla, mientras pensaba en lo que diría.
—Sólo faltan unos días para la fiesta y francamente no creo que ese hijo de puta pueda hundirse mas en su propia porqueria—ya no tenía porqué esperar, después de todo, el material que poseían era mas que suficiente para causar el desastre—No, con lo que tenemos es suficiente y ya falta muy poco, por lo tanto, prefiero que se dediquen a dirigir el equipo técnico para que termine a tiempo... No sería bueno que uno de los Uchiha los atraparan sin haber terminado—los tres hombres asintieron y salieron del despacho dejándolo a solas.
Danzo abrió uno de los cajones adjuntos a su escritorio y sacó una fotografía. La estuvo observando por largos minutos, al mismo tiempo que bebía el vaso con whiskey. Se sirvió tres veces más, antes de volver de los recuerdos en los que inevitablemente se había sumergido y cuando logró enfocarse, arrojó la fotografía al mismo lugar donde la había mantenido oculta.
Volvió a rellenar el vaso y lo tomó de golpe. Necesitaba que ese día llegara pronto, necesitaba desquitarse un poco de lo que ese maldito mocoso le había hecho. Ya le había hecho una advertencia a la Hyuga sobre no faltar a dicho evento y conociéndola como la conocía, estaba seguro que no faltaría. Ella era la pieza clave para su plan y por supuesto, se aseguró de lanzar las amenazas con las que la había estado manipulado todo ese tiempo, después de todo, luego de esa noche, ella ya no le serviría para nada y lo más probable era que terminara marchándose de Konoha.
[...]
Shisui miró a su tío arreglándose el largo cabello. Por momentos lo sostenía y volvía hacia el espejo donde se buscaba algo. Parecía consternado y el chico comenzó a sentir curiosidad.
—¡Feliz cumpleaños Tío!—finalmente lo interrumpió y Madara se giró lo mas pronto que pudo para recibir el abrazo del muchacho—Espero que la pases muy bien... te lo mereces por ser el mejor—Madara se enterneció y apretó el abrazo.
—Gracias Shisui, verte aquí, es el mejor regalo que haya podido recibir—no mentía, dado que el año anterior, el chico había dormido fuera de casa con alguna de tantas mujeres con las que compartía cama. Verlo ahí tan temprano y sin lucir desalineado, era su mejor regalo.
—¡Vaya! Nos pusimos melancólicos ¿eh?—Izuna entró a la habitación de su hermano y se acercó a ellos—Felicidades hermano—Madara recibió un abrazo de su hermano y se sintió feliz. Estaba seguro que ese cumpleaños, iba ser uno de los mejores, ya que había comenzado de la mejor manera.
—Ahora dime tío ¿que tanto te veías en el espejo?—Madara frunció el ceño y fingió no entender, mientras que Izuna no tardó en sonreír—Parecías buscar algo entre tu cabello.
—¿Continúas obsesionado con las canas? Digo, no todos tienen la dicha de llegar a tu edad sin teñirse el cabello, ademas, no tiene nada de malo que ya las tengas, probablemente te darán más personalidad—Shisui se sorprendió al principio y después sonrió divertido. Era obvio que Izuna se estaba burlando de la preocupación del Uchiha mayor. Madara era un obsesivo con su cabello y días atrás, el tarado de Hashirama le dijo que ya tenía canas. Eso lo dejó helado y desde entonces, no hacía más que estarse mirando en el espejo en busca de mas cabellos blancos, incluso se encargó de buscar productos naturales que regresaran el color a los cabellos canos.
—No digas tonterías Izuna—trató de parecer normal.
—No te preocupes tío, siempre habrá tintes—Sasuke recibió un codazo de Mikoto, mientras que Itachi negaba con la cabeza.
—Feliz cumpleaños hermano—Mikoto, sus hijos, Fugaku y Obito, llegaron temprano para felicitar a Madara. Los años anteriores hacían lo mismo y desayunaban juntos.
—Gracias a todos—el mayor recibió las felicitaciones de la fémina, luego de sus hijos. Fugaku sólo le dio un saludo y al igual que Madara, se alegró de ver a Shisui ahí sin lucir ebrio.
—Te queremos viejo—Obito fue el último en felicitarlo y de nuevo el azabache mayor se sintió aprensivo. Sus sobrinos se habían convertido en hombres de bien y eso le daba mucha satisfacción.
—No le digas viejo, ahora volverá a estar mirándose al espejo—se burló Izuna, recibiendo una almohada arrojada por Madara.
—Suficiente... vamos todos al comedor, el desayuno está listo—la voz de Mikoto sonaba amenazante, así que todos se dirigieron a desayunar.
...
—Será mejor que quites esa mueca de tristeza, de lo contrario, Hashirama lo notará y no tardará en saber que sus observaciones te afectaron de sobre manera—Izuna aún estaba sonriendo por las preocupaciones de su hermano mayor. Madara actuaba como si tener canas fuera el fin del mundo ¿quien diría que algo tan mínimo lograba afectar al gran líder Uchiha?—y no tengo que recordarte como es tu amigo cuando tus acciones lo divierten—Madara resopló imaginando al tonto de Hashirama, sonriendo y llamando la atención de todos.
—Si hubieras conseguido una mujer que logrará soportarte, no tendrías que preocuparte por cabellos canosos—Sasuke recibió un codazo a cada lado, el primero fue por cortesía de Mikoto y el segundo fue regalo de Itachi. Shisui, Izuna y Obito, no lograron contenerse y soltaron las carcajadas.
—Si no tengo a alguien a mi lado, no es por que no me soporte... eso debe quedar claro—soltó Madara mirando a su hermano y a sus sobrinos—yo soy perfectamente capaz de conseguir a la dama que yo me proponga con sólo chasquear los dedos, o también, con mi seductora personalidad—en lugar de aplacar las risas, estas se hicieron mas grandes.
—Y hablando de damas, imaginó que sus novias estarán esta noche en la fiesta ¿verdad?—la pregunta provino de Fugaku, quien ya había notado la vena palpitando en la frente de su cuñado.
—Karin ya confirmó—aclaró Sasuke sonriendo de medio lado.
—¿Y que hay de tu novia? ¿Ella también confirmó?—cuestionó Madara, enfocándose directamente en Shisui. El comedor lleno de risas, quedó en silencio tras la seriedad del tema. Mikoto era la única que ignoraba los verdaderos motivos del noviazgo entre la Hyuga y su sobrino, por lo tanto, el tema era muy delicado y debían tener cuidado con lo que decían.
—Ella estará conmigo esta noche—respondió el chico con absoluta seguridad. Los días posteriores a su reconciliación, se había quedando con ella la mayoría de las noches. Su Hime no le había respondido a la declaración de amor, sin embargo, él intuía que ella también lo amaba, o al menos, eso quería creer y no descansaría hasta escucharla confesando lo mismo.
—Espera a que las conozcas Madara, estoy segura que te dejarán satisfecho, tal como sucedió conmigo... esa dos chicas son encantadoras, ellas son muy adecuadas para los muchachos—las miradas de todos se fueron hacia los dos chicos. Sasuke los ignoró y continuó comiendo, mientras que Shisui se tensó. No le gustaba recordar el motivo por el cual debía llevar a Hinata frente a Madara, incluso había estado pensando en renunciar al puesto y tomar otro lugar dentro de la empresa. Luego de casi perderla, el puesto había perdido valor. Debía admitir que nunca antes se había sentido tan tranquilo, tan en paz, pero sobre todo, se sentía muy feliz y eso lo atribuía a la presencia de Hinata en su vida. Él no necesita demostrar nada a nadie, después de todo, ella lo aceptó tal como era y en ningún momento le cuestionó nada sobre su trabajo.
—No sabes las ganas que tengo de conocerlas—las miradas ya no se enfocaron en Sasuke, ahora todos veían a Shisui y él sintió un escalofrío en la columna. Deseaba que esa noche pasara lo mas rápido posible.
—Te advierto que no seas muy directo con ellas, al menos con Hina—sugirió Mikoto—Mi futura nuera es muy espontánea y dudó que logres intimidarla, pero no puedo decir lo mismo de Hinata... ella es muy tímida y no quiero verla asustada por tu falta de tacto—Madara arqueo una ceja. Aparentemente, las jóvenes ya se habían ganado a su hermana, ahora tenía mas curiosidad por conocerlas. El plan no incluía a una chica por parte de Sasuke, sin embargo, todo había salido mejor de lo que esperaba.
—No soy un monstruo—se defendió Madara, al mismo tiempo que escuchó murmullos entre Obito y Sasuke, los cuales fueron silenciados por Fugaku—y aunque lo duden, yo se como tratar a jóvenes volátiles, agresivas, tímidas e incluso a las tóxicas.
—Sobre todo a las volátiles y tóxicas—soltó Izuna y de nuevo las risas se escucharon en el comedor de Madara. El azabache quería estar molesto, sin embargo, se sentía feliz por el gran cambio que estaba mostrando Shisui. Ninguno de sus sobrinos había sido tan rebelde y descarriado como él, por lo tanto, era el que mas le preocupaba. Lo único que empañaba la felicidad que sentía, era el semblante de Obito, su otro sobrino cuando mencionaban a la joven. Sólo esperaba que pronto lograra olvidarla.
Cerca del mediodía, todos se marcharon. La celebración daría inicio a las ocho en punto y debían estar ahí desde antes.
[...]
Hinata había hecho de todo para no asistir a esa fiesta, sin embargo, Danzo le advirtió que ese sería su último encargo y a partir de esa noche, ella quedaría libre. Ino y Karin, trataron de consolarla, le aseguraron que no se distraerían durante toda la noche y que si veían algo raro, la sacarían de ahí inmediatamente. Ella confiaba en ellas, al igual que en Naruto, pero sabía que Danzo planeaba algo despreciable, donde inevitablemente se iba ver involucrada.
La noche anterior estuvo esperando la llamada de Neji y nunca llegó, por lo cual se sentía mas aprensiva y temía que ese demonio le hubiese hecho algo para obligarla a seguir sus órdenes hasta el último momento.
Se sentía muy sola, sin salida y muy ansiosa por lo que tenía que enfrentar esa noche. Si tan sólo estuviera con su familia, las cosas serían mas llevaderas.
Observó su reflejo en el espejo y sonrió con tristeza. Se veía hermosa con el largo y ajustado vestido plateado que compró para usar en la fiesta. Esa sería la última noche que pasaría al lado de Shisui y a pesar de saber que todo llegaría a su fin, le dolía mucho pensarlo, sobre todo, le dolía mucho imaginar su reacción al quedar en evidencia frente a él. Seguramente la odiaría y si había estado diciendo la verdad sobre amarla, pronto dejaría atrás el sentimiento de amor para convertirlo en uno de odio. Quiso gritarle que ella también lo amaba, pero no pudo hacerlo, no se sentía digna de realizar esa confesión.
Ella no era una cobarde, pero ya había contemplado la idea de mudarse al extranjero, a la misma cuidad donde se hallaba Hanabi. El único a quien se lo dijo fue a Naruto y como era de esperarse, el rubio le pidió no pensar tonterías, ya que no la iba dejar irse, incluso la amenazó con decirle todo a las chicas y al mismo Shisui.
Naruto sabía que ella guardaba un secreto muy delicado e insistió en saberlo, sin embargo, ni con toda su insistencia logró que la Hyuga confesara absolutamente nada. La joven no quería involucrar a mas personas, ademas, temía que también Naruto se molestara y no quisiera volver a verla.
Una lágrima resbaló por su mejilla cuando encontró la camisa que Shisui dejó sobre el buró la noche anterior. La prenda aún conservaba su olor y de nuevo la tristeza la arrastró. Los días anteriores, Shisui se había esforzado mucho por demostrarle que era a ella a quien amaba y de no encontrarse entre la espada y la pared, se hubiera sentido muy dichosa, pero en su lugar, ella sólo se sentía más y más despreciable. Los golpes en la puerta lograron distraerla y pronto se recompuso para abrir.
—¿Estás lista?—Shisu se quedó mirándola y no pudo contener el impulso de tomarle una mano para que diera media vuelta—Te vez preciosa Hime, estoy seguro que nadie te igualará—Hinata se sonrojó y le mostró su tímida sonrisa que tanto le gustaba.
—Tu también te miras muy apuesto—el Uchiha vestía un traje negro a la medida acompañado de una camisa plateada. Todo fue planeado para por él, con la intención de lucir los mismos colores.
—Eres una aduladora encantadora y por eso te amo—la beso en los labios y la rodeó de la cintura por unos momentos, antes de instarla a caminar fuera de la vivienda—Vamos, muero por aparecer frente a todos contigo sosteniendo mi mano—la sinceridad del azabache terminó de derrumbar los fragmentos de muros que había tratado de mantener la chica y de nuevo la culpa la invadió.
Durante todo el trayecto no logró dejar atrás ese sentimiento de pánico dentro de su pecho y cuando el auto estacionó, comenzó a temblar.
—Espera Shisui—el chico se detuvo antes de llegar al pasillo que los conduciría al gran salón, mismo que ya se veía con los invitados ingresando a la fiesta—Pase lo que pase esta noche, quiero que sepas... que yo también te amo—derramó un par de lágrimas al decirlo y en breve se lanzó a sus brazos.
—Oye ¿que pasa? ¿Porque lloras?—Shisui se sintió feliz, sin embargo, al verla llorar, volvió a sentir el mismo escalofrío que sintió esa mañana durante el desayuno con la familia.
—No dudes de lo que dije... por favor no lo dudes—evitó verlo y se hundió en su pecho disfrutando los últimos momentos a su lado.
—¿Que hacen aquí?—ambos voltearon al escuchar la voz de Itachi—¿Sucede algo?—cuestionó al ver los ojos de la Hyuga.
—Nada importante, sólo estoy un poco nerviosa—respondió Hinata lanzando un suspiro antes de volver a mostrar su fingida sonrisa.
—Entonces vamos adentro—Shisui no pudo objetar, pero en el fondo, se sentía temeroso y al igual que su amada, mostró una sonrisa fingida.
Continuara.
Me disculpo por la demora y por las posibles faltas de ortografía que seguramente se me quedaron sin que las notara, apenas las encontré y las iré corrigiendo.😊💕
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top