Capitulo 10
Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.
—Tranquila Hina... te prometo que no descansaremos hasta liberarte de ese viejo maldito—Ino trataba de confortar a la ojiperla pero ella se sentía perdida, era como estar en un callejón sin salida. Todas las esperanzas que había albergado en su corazón se habían desvanecido, Danzo la tenía atada de manos y no había nada que pudiera hacer. Paso un largo rato, hasta que finalmente dejó de llorar y fue entonces que se percató de que había sido Ino quien la había tranquilizando ofreciendo su apoyo incondicional.
—Gracias Ino—le dijo con algo de vergüenza y remordimiento.
—¿Te sientes mejor?—cuestionó sonriendo con dulzura y la Hyuga asintió sin atreverse a mirarla.
—Te debo una disculpa Ino.
—No, no digas eso, soy yo quien te debe una explicación sobre lo sucedido.
—¡Ino!—la llamó Hinata para obtener su atención—Se que he estado evadiendo tus llamadas y aunque todo apunta a que estoy molesta contigo, no lo estoy—suspiro reuniendo valor para continuar—no se puede mandar en el corazón y de no haber estado obligada a involucrarme con un hombre como Shisui, nunca lo hubiera hecho, sin embargo... mírame, estoy enamorada de alguien que no me ama y la única culpable soy yo por dejarme llevar aún sabiendo que Shisui tenía sentimientos amorosos hacia ti—amargas lágrimas acompañaron la confesión que dejó salir.
—Hinata... se que escuchaste lo dicho por Shisui y para cualquiera que no lo conozca como yo, parecería que es una advertencia de un hombre enamorado, no obstante, incluso Itachi hubiese dicho lo mismo, ellos me consideran casi como de la familia y si, quizás anteriormente Shisui se sentía atraído hacia mí... obviamente nada serio que pudiera ser considerado al amor, en cambio contigo, todo ha cambiado, él ya ni siquiera me ve de la misma forma, ahora sólo existe cariño fraternal, estoy convencida que al igual que tú, Shisui también se enamoró de ti—la ojiperla sonrió con amargura. Le hubiese gustado tanto considerar que él se había enamorado de la misma manera que ella, sin embargo, la vida le había demostrado que no existían los cuentos de hadas y la realidad solía ser muy cruel y a la vez, brutalmente honesta.
—No sabes cuanto me gustaría creerlo, pero no soy tonta Ino—la rubia quería seguir insistiendo, pero Hinata estaba muy afectada con la reciente visita de Shimura, por lo tanto, sus emociones entre la amenaza sobre su familia, la negación de abandonar ese cruel plan y encima, la desilusión amorosa por creer que el azabache no la amaba, no la dejarían razonar con claridad—pero de todos modos, no quiero que te sientas culpable de nada. Lo mismo sucedería si se tratará de Karin, o incluso de mi hermana... en el corazón no se manda y yo sabía en lo que me estaba metiendo—la rubia sonrió teniendo la certeza de que su amiga decía la verdad, ella no le guardaba rencor y tampoco la culpaba—Si lo pensamos fríamente, ese es el karma que me rodea por prestarme a los planes de ese demonio... algo que nace entre mentiras no puede sobrevivir por mucho tiempo y tardé o temprano él terminará despreciándome por mis actos—Danzo dijo que sólo faltaban tres semanas y seguramente, el viejo le diría la verdad a Shisui o incluso la expondría frente a él, la verdad no lo sabía, pero en ese momento, lo único que quería era ponerle fin a toda esa pesadilla.
—No hables así, tú no tienes la culpa de nada, eres una víctima de Danzo y de su retorcido cerebro—declaró la Yamanaka ofreciendo un trago a su amiga—además, estoy segura que Shisui entenderá y no te juzgara por nada—Ino no dudaba de sus palabras, después de todo, era cierto, Hinata estaba siendo obligada a enamorarlo y no tenía opción de negarse, de lo contrario, asesinarían a su familia y si Shisui no podía entender eso, entonces no valía la pena que Hinata luchara por mantener la relación que tenían.
—Otra vez, gracias por todo Ino... estoy muy agradecida por contar con tu amistad—ambas se volvieron a abrazar y concluyeron con otro trago.
—Por lo que escuché, tienes una cita con Shisui esta tarde—la ojiperla asintió desanimada—así que no hay tiempo que perder, debes darte un largo baño de burbujas para que te relajes y estés tranquila al enfrentarlo ¿de acuerdo?—la morena asintió—Pero antes, busquemos algo de comer... muero de hambre—dejando atrás el mal momento que Danzo le hizo pasar, la ojiluna se fue a la cocina y como le sucedía a menudo, se relajó preparando la comida, mientras Ino sonreía mirando y respondiendo los mensajes de texto que se enviaba con Yamato.
[...]
Shisui finalmente se permitió sonreír, lo cual no pasó desapercibido por quienes lo veían. El chico se hallaba en casa de Mikoto al igual que el resto de la familia Uchiha. La matriarca los había invitado a comer y como si se tratase de un decreto, nadie se pudo negar a tal orden.
—Pareces haber recibido buenas noticias—señaló Mikoto sonriendo desde su posición.
—las mejores tía—Itachi se mantuvo estoico, mientras que Sasuke puso los ojos en blanco imaginando las diversas maneras que empleó para conseguir que él sonriera de esa manera. Obito optó por continuar su comida tratando de ignorar la molestia que sintió al saber que ella le estaba dando otra oportunidad. No es que pensara lanzarse a conquistarla ahora que se encontraba vulnerable, pero sin proponérselo, albergó esperanzas dentro de su corazón. Izuna y Madara suspiraron sabiendo el porqué del hostil comportamiento del muchacho desde la noche anterior. Ellos sabían que algo había sucedido, sin embargo, el chico no quiso decir nada.
—Y deduciendo que tiene que ver con tu novia, me gustaría saber ¿cuando la traerás para presentármela?—cuestionó Mikoto llevándose los dedos a la barbilla como si estuviera pensando en algo—Ya se ¿porque no la traes mañana a cenar aquí con nosotros?—Mikoto no sabía nada del plan y no notó el desconcierto que se formó en el rostro de Madara, ya que el acuerdo era que durante la celebración de su cumpleaños su sobrino la presentaría con él, no obstante, ellos no dijeron nada sobre verse con la dama Uchiha.
—¿Mañana?—Shisui buscó la mirada de sus tíos y ellos se encogieron de hombros.
—Es buena idea—soltó Madara—lamentablemente yo tengo un compromiso, pero de todos modos la conoceré mas tarde—añadió encontrando la manera perfecta de no ser cuestionado por su ausencia.
—Y para que sea mejor y mas cómodo para ella, Sasuke también puede traer a Karin ¿estás de acuerdo hijo?—Sasuke levantó el rostro sorprendido y tras encontrarse con los ojos de su madre, no tuvo el valor para negarse, sin embargo, todavía tenía que convencer a su obstinada novia.
—¡Como sea!—respondió intentando mostrarse desinteresado.
—Bien, entonces no se diga más, mañana prepararé todo para conocer a las chicas que lograron robar el corazón de mis muchachos—Shisui no dijo que sí, pero al igual que Sasuke, tampoco pudo negarse a la petición de su tía. Sólo esperaba que lograra solucionar las cosas con su princesa.
[...]
Neji sonrió cuando Tenten entró a su habitación. La joven parecía feliz y sin inmutarse, se sentó en su regazo. A esas alturas, el castaño ya no se sorprendía de sus actos, aunque en un principio, si lograba sonrojarlo.
—¿Y ahora porque tan contenta?—inquirió entre besos.
—Viajaré contigo a Konoha el mismo día y en el mismo vuelo—afirmó mostrándole la pantalla de su celular donde confirmaban su vuelo.
—¿Y como lo conseguiste? Porque hasta hace dos días me dijiste que partirías después—el Hyuga arqueó una ceja y la veía con suspicacia dado que no dudaba de el alto poder de convencimiento que tenía su linda novia, una vez que se le metía algo en la cabeza, no desistía hasta lograr sus propósitos, tal como lo hizo con él, quien cayó como un tonto en sus encantos.
—Ya sabes, unas llamadas aquí, otras mas allá, luego un poco de drama con las personas adecuadas y lo conseguí—tal como lo suponía Neji, su novia se había empeñado en conseguir que adelantaran su traslado a Konoha y lo había logrado.
—¿Ya lo saben en la base de Konoha?
—Así es y ya me puse en contacto con mi antiguo profesor de educación física, quien también se dedica a ser investigador privado y me prometió indagar sobre el extraño suicidio de tu tío, pues incluso a él, le parece algo dudoso... Con lo obstinado que es, buscará a sus colegas y amigos que trabajan en el departamento de casos inconclusos para que le faciliten lo que recaudaron los forenses aquel día.
—Pero la muerte de mi tío fue declarada como suicidio y Shimura nos aseguró que el caso quedó cerrado y no guardaron evidencia—decretó con rapidez.
—En todos los casos de suicidio se recolectan pruebas y se mantienen en uno de los muchos contenedores del departamento de investigaciones perteneciente a la cuidad donde sucedió dicha muerte—Neji levantó con suavidad a su novia y se puso de pie. Camino de un lado a otro recordando que eso era lo mas lógico, sin embargo, el maldito viejo fue tan cortante al asegurarlo y él tan joven como para lograr contrariarlo. Sus puños se apretaron tras revivir los recuerdos del pasado, incluso pensó que él se había encargado de destruir cualquier tipo de evidencia que se hubiera podido quedar y de hecho, aún pensaba que Danzo no había dejado pruebas que pudieran involucrarlo ni con el suicidio como con la quiebra de las empresas Hyuga.
—Dudo mucho que encuentre algo, ese viejo es muy astuto y tenía secuaces en todos lados, estoy seguro que se encargó de borrar su rastro—aseguró desanimado, pues ya habían pasado varios años y no era factible que algo se le hubiera escapado a ese hombre.
—¡Neji!—la chica sonrió acercándose a él—Durante el tiempo que llevamos en el ejército, hemos aprendido que no hay crimen perfecto ¿acaso ya lo has olvidado?—cuestionó arqueando una ceja en dirección al Hyuga—Y por otro lado, no conoces la astucia de Gai sensei... te garantizo que si sólo una huella digital quedó atrás, él la encontrará—el joven lo pensó y tuvo que darle la razón a Tenten, ademas, ya se había puesto en contacto con mas personas dispuestas a ayudarlo, entre ellas, Tobirama Senju, quien se mostró muy dispuesto a ayudar en la investigación.
[...]
Shisui llegó con media hora de anticipación a donde se vería con la ojiluna, él no quería hacerla esperarlo. Como ya lo había hecho costumbre, compro una flor para ella, pensando en lo mucho que disfrutaba su reacción al recibirlas, aunque dadas las circunstancias, no sabía si en esa ocasión, sería igual.
Tratando de no impacientarse, prestó atención a sus alrededores. Las familias jugaban con sus hijos cerca del área para juegos. Los perros paseaban acompañados de los dueños. Algunas personas corrieron y otras caminaban, seguramente haciendo ejercicio. Se perdió tanto en sus pensamientos, que ni siquiera supo cuánto tiempo llevaba esperando y no fue hasta que el inconfundible aroma de su amada le invadió los sentidos que se giró a verla y sin aguardar ni un solo segundo, se abalanzó sobre ella para abrazarla sin dejar de sonreír, al mismo tiempo que su corazón golpeaba fuerte contra su pecho. Estaba seguro que incluso ella podía escucharlo y también sentirlo.
La Hyuga lo veía desde la distancia y se acercó lentamente sin querer hacerlo, dado que no sabía como iba a comportarse frente a él ¿como se suponía que debía actuar durante las próximas tres semanas? Continuó avanzando sin dejar de verlo, mientras él se veía distraído observando el entorno. Nadie podía negar que él era un hombre sumamente atractivo, ademas, Shisui contaba con una agradable personalidad, misma que lo hacía irresistible, al menos lo fue para ella y para su frágil corazón que se aceleraba con sólo pensarlo.
En cuanto estuvo a unos pocos pasos, el azabache se giró a verla y ella no tuvo tiempo para saludarlo, cuando se vio aprisionada en sus varoniles brazos. Ella serró los ojos y quiso llorar, era muy doloroso tenerlo cerca. Shisui se comportaba como si de verdad se alegrara de verla y eso solo la hacía mas frágil ante sus sentimientos de amor hacia él.
—¡Hime!—la llamó al sentirla estremecerse—Estoy muy feliz de verte—finalmente se separó un poco para verla directamente a la cara y sin demora, le besó los labios que tanto había extrañado durante esos dos días. Sabía que cualquiera pensaría que exageraba, sin embargo, estar lejos de ella, pero sobre todo, saberla herida y decepcionada, le dolía más de lo que le hubiera gustado admitir.
La ojiperla tardó unos segundos hasta que también correspondió al demandante besó, no obstante, sus pensamientos estaban muy lejos y opuestos a los del varón. Solo Dios sabía, cuanto le hubiese gustado gritarle a la cara que ya no quería volver a verlo, pero no podía y en su lugar, continuaba hundiéndose más y más en la gran mentira que la mantuvo prisionera.
—¿Te pasa algo Hime?—el muchacho se percató de que algo no estaba bien e imaginó que todo era el resultado del incidente anterior.
—No, todo esta bien—hundió el rostro en el pecho del azabache siendo ella quien tomaba la iniciativa. Para la chica fue su única salida antes de enfrentarse a esas oscuras e hipnóticas orbes que la veían con "preocupación"
—En ese caso, ven conmigo... caminemos juntos—la Hyuga no se negó y siguió los pasos del azabache sin soltarle la mano—¡Mira eso!—Hinata miró a un chico paseando con un perro—Así vendrás cuando tú vecina te regalé el cachorro—finalmente ella sonrío genuinamente y lo siguió mas relajada, hasta que volvieron al punto de partida.
—Es algo tardé, creo que es hora de despedirnos—sugirió la morena mostrándole una amable sonrisa.
—De ninguna manera—Shisui la condujo a su auto y abrió la puerta para la dudosa chica—primero te llevaré a cenar, porque hay algo de lo que debo hablarte—sin lograr objetar, Hinata lo siguió y en minutos estuvieron dentro de un agradable y tranquilo restaurante a donde la joven no había ido con anterioridad.
—¡Bienvenidos!—un mesero se acercó a dejarles los menús y se alejó para darles tiempo a elegir.
—Como te dije antes, hay algo de lo que quiero hablar—ella imaginó que el tema de Ino iba regresar y estaba ofuscada, dado que eso era algo de lo que no pensaba hablar—mi tía Mikoto me pidió que te lleve a cenar mañana a su hogar... ella quiere conocerte—Shisui le tomó las pequeñas manos y se giró por completo a mirarla. Él sabía que ella no estaba actuando como antes y aunque no le reclamaba nada, algo dolía, sobre todo al verla tan seria.
—¿Conocerme?—la joven palideció, eso era algo para lo cual no se había preparado.
—Así es y para que estes mas cómoda, le pidió a Sasuke llevar a Karin—el corazón de Hinata latía con fuerza y de nuevo sintió ganas de llorar. Ahora también involucraría a la familia de Shisui ¿como iba darles la cara cuando se enteraran de sus verdaderas intenciones?
—Yo, bueno, yo creo que no es buena idea ¿que pasa si no les agrado?—aunque había sonado infantil, no encontró otra excusa para negarse.
—¿Bromeas? Mis tíos quedarán encantados contigo, tanto como lo estoy yo—la morena se sonrojó con lo dicho y con la devastadora sonrisa que le mostró el azabache—además, te garantizo que si no aceptas, mi tía vendrá personalmente hasta ti para convencerte y créeme, no estoy exagerando—Hinata suspiró derrotada, ya que esa posibilidad era aún peor. Lo cierto era que esa situación la estaba agotando mentalmente y no creía poderlo soportar por mucho tiempo.
—Esta bien—aceptó resignada, después de todo, no tenía mas alternativas para continuar negándose.
—Temía no lograr convencerte—el Uchiha la abrazó sin querer desaprovechar ni un solo momento a su lado—yo personalmente ire a recogerte, tal como lo hará Sasuke con su novia—añadió despejando un mechón de cabello femenino del bonito rostro para colocárselo tras la oreja izquierda.
...
Alrededor de dos horas mas tarde, ambos estaban en la puerta del apartamento de Hinata. Ella buscaba las llaves. Los hambrientos besos que hasta hace dos días se daban en el elevador, quedaron remplazados por sólo la unión de ambas manos. Shisui aún la notaba distante y no quería arruinar el acercamiento que consiguió, así que se tuvo que conformar con los besos robados que logró conseguir durante el paseo y la cena.
—¡Hime!—la Hyuga sabía que él quería entrar con ella, sin embargo, una vez adentro, no estaba segura de poder detenerse ante sus caricias. Ella lo amaba y ese amor lograba nublar su juicio aún sabiendo que el sentimiento era unilateral.
—Dile a tu tía que le agradezco su invitación y te esperaré mañana—tomando la iniciativa, se acercó y poniéndose de puntitas le dio un corto beso, el cual se profundizó debido a las acciones del chico, quien no desaprovechó la oportunidad y la rodeó de la cintura. El besó terminó una vez que se quedaron sin aire, momento que ella usó para alejarse un poco—¡Buenas noches Shisui!—resignado, le tomó ambas manos y las llevó a sus labios antes de marcharse.
Hinata entró a toda prisa y tras cerrar la puerta, se llevó ambas manos al pecho. Era evidente que estando junto a él, le iba ser prácticamente imposible resistirse por mucho tiempo, ya que Shisui podía llegar a ser encantador, además, su forma de comportarse y de mirarla la tenían confundida.
[...]
Sasuke arribó al apartamento de Karin y ella lo recibió con un rostro sonrojado, debido a la escasa ropa que llevaba puesta. La Uzumaki pasó frente a una boutique de lencería y al mirar el maniquí con un conjunto de leopardo, de inmediato pensó en la reacción que tendría el Uchiha cuando se lo viera puesto y tal como lo esperaba, él se quedó sorprendido, aunque de inmediato intentó ocultar su reacción.
—¿Y esta sorpresa?—cuestionó luego de evaluarla de arriba abajo.
—¿Te gusta?
—Hmph—se expresó desinteresado, sin embargo, sus acciones decían todo lo contrario.
—¿Prefieres que me cambie de ropa?—la joven se estaba desanimando y pensó que no había sido buena idea vestirse así para su estoico novio. Karin aún no lograba descifrar las diferentes expresiones del azabache, de lo contrario, hubiera podido vislumbrar la excitacion que mostraron las oscuras orbes, mismas que no se apartaban de su esbelta figura.
—No, seré yo quien se encargue de cambiarte—se acercó y le pasó las manos por todas las deslumbrantes curvas femeninas—o mas bien, de desvestirte.
—¡Sasuke!—Karin sonrió complacida y se dejó llevar en el candente encuentro que terminó sobre la cama. Las prendas de ambos quedaron esparcidas por el piso y la pareja se mantuvo unida mientras regulaban las respiraciones.
—Mi madre me pidió que te lleve mañana a cenar con toda mi familia—soltó rompiendo el estado romántico y soñador en el que se mantuvo Karin después del intenso orgasmo que obtuvo.
—¿Que? ¿A comer con toda tu familia?—la joven se incorporó olvidando su desnudez, mientras que el azabache se veía muy tranquilo, incluso mantuvo sus brazos tras su propio cuello y la almohada—Pero, yo...—los nervios de la joven divirtieron a Sasuke.
—¿Que te pasa? ¿Acaso te sientes insegura?—se burló de ella.
—No... claro que no, es sólo que, bueno, ya sabes, no se que van a pensar tus padres de mí—la actitud de Karin volvió a ser la misma de siempre, aunque eso era sólo frente a Sasuke, ya que por dentro, se moría de nervios.
—Me alegró y para que te sientas mas tranquila, te informo que también Hinata está invitada—los nervios de la chica se desvanecieron dándole paso a otro sentimiento.
—Déjame adivinar... ella irá con tu primo ¿no es cierto?—el azabache quiso reírse ante el radical cambio de actitud que apreció en menos de un minuto.
—Así es, mi madre le pidió llevarla—respondió tranquilo.
—Tu primo es un imbecil, esto no es justo—envolviéndose en una sábana, Karin se levantó de la cama furiosa—y aunque su deseó es mandarlo al demonio, estoy segura que la pobre de Hina no va poder negarse—soltó sin percatarse del interés que apareció en el Uchiha.
—¿Que quieres decir? ¿Porque ella accede si quiere deshacerse de él?—los pasos de Karin se detuvieron abruptamente, al darse cuenta de su error.
—¿Porque va ser?—lanzo la pregunta, ganando un poco de tiempo—Pues porque lo ama... ¿acaso no es obvio?—Sasuke arqueo una ceja pensando en lo que acababa de escuchar, no obstante, la explicación sonaba válida, así que la dejó pasar.
[...]
Hinata se veía en el espejo de cuerpo enteró que tenía en su habitación. Optó por usar un sencillo vestido hasta la rodilla en color turquesa. Gracias a los nervios, nervios sentía ganas de vomitar, pero cuando recordaba la frenética videollamada de Karin, se relajaba un poco. La pelirroja estaba hecha un lío y le mostró un sinfín de ropa para pedirle opinión sobre lo que debía usar. Luego de prácticamente vaciar su guardarropa, Ino se vio obligada a intervenir y fue ella quien le ayudó en lo necesario.
La ojiperla negó con la cabeza y de nuevo, revisó su maquillaje sólo para que volvieran las dudas ¿debería ponerse un poco más? A pesar de siempre usar poco maquillaje, en ese momento se sentía insegura por absolutamente todo en su persona y sus inseguridades venían de la culpa que tenía dentro de su interior, ya que con los padres de Naruto no le ocurrió lo mismo.
Los toques en la puerta la sacaron de sus pensamientos y se apresuró abrir—¿Estas lista Hime?—Shisui la miró embelesado y lo mismo le ocurrió a ella con el aspecto de él.
—Si, sólo debo tomar los dangos que prepare—el Uchiha se adentró y sin esperar aprobación, se encargó de cargar con todo sin ningún esfuerzo, dejando a Hinata con sólo un pequeño bolso de mano.
—Ahora si podemos irnos—el varón colocó los contenedores dentro del auto y abrió la puerta para ella. Condujo el corto trayecto, mientras la joven se mantuvo en completo silencio—Te vez preciosa, estoy seguro que mi tía te llenará de elogios apenas te vea—la ojiluna dejó de ver por la ventana y giró a verlo.
—Gracias—fue su escueta respuesta, misma que desanimó al joven, ya que ella aún se mostraba muy cortante con él y temía que las cosas nunca volvieran a ser cómo lo fueron antes de lo sucedido.
El auto entró por las puertas de metal y estacionó frente a la imponente mansión perteneciente a Fugaku y Mikoto. La Hyuga se sorprendió y no pudo evitar recordar su hogar de la infancia, del cual tuvieron que salir tras la muerte de su padre.
—Pasen, la señora los está esperando—los saludo uno de los empleados de la familia.
—Que casualidad, llegamos al mismo tiempo—afirmó Sasuke cuando se acercó hasta ellos con Karin—¿cómo estas Hinata?—saludo a la joven y ella respondió, mientras que Karin se veía en una lucha interna por contener su nerviosismo.
—¡Hola Karin!—la mencionada fingió una sonrisa hacia Shisui y de no haber estado tan nerviosa, le hubiera respondido con algo digno de alguien como él—A excepción del tío Madara que no podrá acompañarnos, parece que ya todos llegaron, será mejor que nos demos prisa—los cuatro entraron y al poco tiempo se escucharon las voces de los varones. Karin optó por comprar un bonito arreglo floral, dado que la cocina no era su fuerte y al igual que la ojiperla, tampoco quería llegar con las manos vacías.
—¡Llegamos!—anunció Sasuke atrayendo la atención de todos los presentes. Shisui se quedó atrás con Hinata y dejó que su primo saludara primero.
—Ya era hora, mi hermana ya se estaba poniendo ansiosa—Karin miró a un alto y atractivo hombre que le sonreía—Izuna Uchiha, encantado de conocerla señorita—la Uzumaki se sonrojó cuando el varón le dio un beso en la mano. Sasuke chasqueó la lengua y atrajo a Karin mas cerca de él, de lo contrario, iba terminar desmayada.
—Familia, les presentó a Karin... Karin, a ellos ya los conoces—señaló a Itachi y a Obito—a este otro lo acabas de conocer—señaló a Izuna—él es uno de los hermanos de mi madre y ellos son mis padres, Mikoto y Fugaku—la pelirroja saludo a Fugaku con un apretón de manos y cuando intento hacer lo mismo con la dama Uchiha, ella fue mas rápida.
—Estoy muy contenta de conocerte, Sasuke me ha hablado mucho de ti—la chica se relajó sintiendo el maternal abrazo de la fémina. Mikoto soltó lentamente el abrazo y miró tras de su hijo a Shisui.
—Tu turno—soltó Sasuke antes de entrar con la pelirroja, dejando toda la atención sobre su primo, o mejor dicho, sobre la novia de este, ya que la única que ignoraba todo acerca de la petición hecha al joven, era Mikoto.
—Y tú debes de ser Hinata—la azabache ignoró a su sobrino y se acercó a la ojiluna—tenía tantas ganas de conocer a la mujer que logró enamor a mi Shisui—la morena sintió un nudo en la garganta tras escucharla. Por un lado, le gustaría que aquello fuera cierto y como si no se hallara lo suficientemente incómoda, esa declaración la hizo pensar en lo decepcionada que estaría esa amable mujer cuando supiera la verdad.
—Encantada de conocerla señora Uchiha—la chica vislumbró al resto de la familia y le sonrió a Obito. Él correspondió tratando de darle seguridad, aunque hubiera preferido no asistir a esa reunión.
—Ven, te presentaré con mis tíos—ambos avanzaron hasta quedar frente a Fugaku—él es el padre de Itachi y de Sasuke—el patriarca se presentó dándole un saludo con la mano, tal como lo hizo con Karin—y este es Izuna, mi tío menor—la Hyuga lo miró y entendió de dónde venían los perfectos genes de Shisui, al parecer, todos en esa familia eran muy apuestos y ni hablar de la matriarca, la cual a pesar de su edad, lucía muy bella.
—Encantado de conocerla—Izuna hizo lo mismo que hizo con Karin, dejando a Hinata con el rostro completamente rojo.
—Basta... la estás poniendo incómoda—Obito se acercó y le dio unas palmadas a su tío. Itachi veía todo y agradeció que Obito logrará ocultar su interés por la joven, al menos frente a su madre.
—La comida está lista, pasémoos al comedor—Shisui camino junto a Itachi, ya que Mikoto se llevó con ella a las dos chicas.
—¿Como van las cosas con ella?—le preguntó Itachi antes de llegar a las sillas.
—Quisiera decir que todo está bien, pero desde lo sucedido, ella se porta muy distante conmigo... apenas si me habla—respondió desanimado.
—A decir verdad, me sorprendió que te quisiera ver tan pronto—Itachi se dedicó a evaluar a la ojiperla y la notó muy tensa, incluso más que la noche en el bar. Era evidente que no se sentía cómoda al lado de Shisui ¿entonces porque accedió a volver a verlo? Había algo extraño en su comportamiento, sin embargo, aún no lograba descifrarlo.
—Lo se, pero no pienso desaprovechar esta oportunidad—repuso Shisui dirigiéndose hacia su novia, quien para su mala suerte, terminó sentada en seguida de Obito y frente a Izuna.
La cena transcurrió tranquila entre conversaciones familiares y decenas de preguntas hechas por Mikoto a las dos invitadas, especialmente a Karin. Sasuke se palpaba las cienes por la migraña que comenzaba a tener debido a las indiscreciones de su madre, mientras que Karin ya se había relajado y hablaba con mucha confianza.
—Entonces ¿ambas son enfermeras y trabajan en el hospital Senju?—las jóvenes asintieron—¿Y te gustó formar parte del hospital y mudarte a Konoha?—cuestionó Mikoto, enfocándose en Hinata, dado que ya había interrogado a Karin durante la mayor parte de la comida.
—Si y ahí fue donde tuve la suerte de conocer a mis dos mejores amigas, a Karin y por supuesto, a Ino—respondió Hinata, obteniendo una genuina sonrisa de Karin.
—Te comprendo... Ino es tan linda que se deja querer, no en balde fue el amor platónico de Shisui.
—¡Madre!—la reprendió Itachi dirigiendo su apenada mirada al lugar donde se hallaba la ojiluna y no sólo él, sino todos pusieron su atención en ella. Mikoto no tenía idea de lo que acababa de ocasionar con ese aparentemente inocente comentario y quien peor se puso fue Shisui.
—¿Que...? Estoy segura que ella ya debe saberlo, tampoco es que Shisui fuera muy discreto—respondió Mikoto. Fugaku negó con la cabeza y se preparó para lo que iba suceder.
—Si... algo me han dicho sobre ese tema—soltó Hinata sin inmutarse y tratando de sonreír, aunque por dentro, su corazón sufría otra dolorosa grieta. Incluso la familia de Shisui sabía del interés que tenía por Ino.
—Bueno, aunque eso quedó en el pasado, pues desde que esta contigo, no tiene ojos para nadie más, tal como le ha pasado a mi Sasuke con Karin.
—¡Hime!—la llamó su novio para que sólo ella pudiera escuchar, sin embargo, ella continuó hablando con Mikoto y así siguieron hasta que pasaron a la sala y les sirvieron el té con los dangos.
—¿Tu los hiciste?—cuestionó Obito en un momento que se acercó a ella, aprovechando que su primo respondía una llamada de la oficina.
—Si, espero que le gusten—respondió sonriendo, dado que ese azabache le caía muy bien, aunque él lograba sonrojarla siempre que la veía.
—Por supuesto y aparentemente, no soy el único que opina lo mismo... observa por ti misma—Obito apuntó a Itachi, quien no daba tregua y parecía que ni siquiera masticaba. La risa de la ojiperla, tranquilizó a al Uchiha, como a su amiga, la cual se quedó preocupada por ella tras el comentario de Mikoto.
—Disculpa a mi tía, ella no quiso ser indiscreta... se que no debe ser cómodo para ti escuchar sobre el interés de Shisui en Ino, pero como ella misma te lo dijo, eso pertenece al pasado, así que no tienes nada de que preocuparte—independientemente de la atracción que él sentía por ella, no deseaba verla triste y si podía alegrarla, lo haría sin importarle que nunca tuviera una oportunidad con ella.
—Oh, está bien, no se preocupe—la morena le restó importancia, al menos en ese lugar. Ya tendría tiempo para lamentarse y lamerse sus heridas en la privacidad de su apartamento.
—Hinata ¿puedes venir un momento?—la joven se despidió de Obito y se fue tras Mikoto, quien acababa de aparecer junto a Karin. Las dos salieron por la puerta trasera que llegaba al hermoso jardín de la mansión y fue entonces que Hinata se llevó la mano a la boca y se quedó hipnotizada al ver la variedad de flores que había en ese sitio.
—Este lugar es hermoso—soltó la mas joven sin dejar de mirar los vibrantes colores de las flores.
—Gracias cariño—Mikoto sonrió orgullosa—te traje aquí para que lo miraras, pues Shisui me contó que te gustaban mucho las flores y también para ofrecerte una disculpa por el comentario que hice durante la comida—la chica trató de restarle importancia, pero la azabache continuó—no era necesario decir eso y tardé me di cuenta que te incomode... no obstante, lo que dije después, es totalmente cierto. Conozco a Shisui desde que nació y nunca lo había visto portarse con ninguna chica como lo se esta haciendo contigo, incluso, esta es la primera vez que trae a una novia a nuestro hogar, por lo tanto, se que eres especial para él—Hinata bajo la cabeza y quiso que esa revelación no le afectara, pero le fue imposible—Quiero a Shisui como a uno de mis hijos y en nombre de ese amor, me animó a pedirte que cuides bien de él.
—¿Cuidar de Shisui?—cuestiono dudosa y la mayor comenzó a relatarle sucesos sobre el intento de secuestro hacia el joven, como también, parte de su niñez.
—Luego de verlos juntos, ya no tengo dudas, ustedes dos son el uno para el otro y se que tu le das la tranquilidad y felicidad que él tanto necesita—Hinata quería gritar debido a la importancia y no le quedó otro remedio más que asentir con la cabeza.
Continuara.
Aquí esta otro capítulo, espero que les guste... me disculpo por las posibles faltas de ortografía que seguramente se me quedaron sin que las notara, apenas las encuentre y las iré corrigiendo 😊💕
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