Capitulo 1

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.


Hinata debes venir conmigo inmediatamente—Neji llegó a la salida de la escuela donde asistía su prima mayor. Por alguna razón, la seriedad en los siempre inexpresivos rasgos del muchacho inquieto a la morena.

—¿Que pasa? ¿Porque vienes a buscarme?—no era habitual que Neji pasara a buscarla y el corazón le decía que algo no andaba bien.

—Es tu padre... me llamó y dijo que nos quiere ver lo antes posible en su despacho—fue lo único que dijo el castaño para que su prima de quince años lo siguiera sin hacer mas preguntas. Neji tenía la sospecha que su tío había descubierto algo muy delicado y a eso se debía su insistencia en que se fueran a su hogar. Hanabi también llegaría con uno de los vecinos, pues la menor de los tres, salía primero de su escuela.

La ojiperla sabía que su padre se había estado preocupando mucho por las constantes pérdidas en la empresa, incluso el prominente negocio familiar, se había ido a banca rota, lo que trajo una gran depresión en el patriarca Hyuga. No obstante, luego de hablar con ellos, Hiashi les prometió salir adelante y buscar la razón por la cual se generaron las cuantiosas pérdidas. Una semana atrás, el Hyuga mayor comenzó haciendo una auditoría en toda la empresa y tenía muchas cajas llenas de archivos en la oficina de su casa, que era donde pasaba la mayor parte del día, incluso, la noche anterior, durante la cena, lo miraron muy optimista cuando hablaba de la auditoría.

Ambos chicos subieron en el transporte público, pues la familia había perdido prácticamente todo, incluyendo el auto de Neji, el cual apenas tres meses atrás comenzó a conducir. Hinata y Hanabi acostumbraban ir a las escuelas con el chofer, pero debido a la quiebra, también prescindieron de sus servicios.

La sensación que tuvieron al acercarse a la mansión Hyuga, fue de miedo, puesto que las patrullas de los policías, la ambulancia y los vecinos mirando fue lo único que se veía desde lejos. En cuanto se acercaron un poco más, Hanabi corrió hacia ellos con el rostro bañado en lágrimas.

—¿Que pasa Hanabi?—Hinata sentía una opresión en el pecho y no podía saber que la causaba.

—Ellos dicen que papá... —la menor no terminó de hablar cuando Hinata corrió hacia la puerta, justo en el momento que los paramédicos salían con una camilla.

—¡Señorita no puede pasar!—uno de los oficiales intentó detenerla, sin embargo ella se resistió, dado que lo único que podía ver, era la mancha roja que crecía y manchaba el cabello castaño de su padre el cuál salía bajo la sabana que cubría completamente su cuerpo.

—¡SUELTELA... SE TRATA DE SU PADRE!—Neji enfureció cuando el oficial sostuvo a su prima.

—¡PAPÁ!—con el grito de la morena, Neji fue consciente de lo que sucedía y tuvo plena certeza que ya no había nada que hacer por su tío.

—Son la familia del occiso... llévenlos a otro sitio, ellos no deben ver esto—ordenó uno de los oficiales que parecía tener mas edad.

—Yo me hare cargó de ellos—Neji que para ese momento, abrazaba a sus dos primas, levantó el rostro para enfocar a la persona que habló y al verlo, no pudo evitar fruncir el ceño. El socio de su tío, no había regresado desde que la empresa se declaró en banca rota.

—¡Señor Shimura!—lo nombró Hinata—¿Que pasó con mi padre? ¿Usted lo sabe?—Danzo miró en dirección a la ambulancia y permaneció en silencio por unos segundos, hasta que los encaró a los tres.

—Parece que mi buen amigo Hiashi, no pudo soportar la ruina y terminó con su vida... él se suicido—Hanabi ya había escuchado a los oficiales, sin embargo al escucharlo de Danzo el socio de su padre, ya no tuvo dudas, mientras que Neji miró al hombre con incredulidad.

—Mi tío jamás hubiera hecho algo semejante, estoy...—el grito de Hanabi le impidió continuar.

—¡Hinata...!—la morena no soportó la noticia y se desmayó.

...

—¿Como te sientes?—pregunto Neji cuando su prima finalmente despertó.

—Dime que no es cierto, dime que el señor Shimura mintió... por favor Neji, por lo que más quieras dime que es sólo un mal sueño—el silencio de Neji traspaso su alma y cuando miró en todas las direcciones, aún se encontraba frente a su casa, con uno de los paramédicos revisando su presión arterial.

—No fue un sueño Hina... nuestro padre se quitó la vida—Hanabi se abrazó a ella sin dejar de llorar.

—Estoy seguro que no fue un suicido, mi tío estaba por descifrar quien era la persona tras las empresas fantasmas donde invirtió su capital—Danzo se acercó a ellos cuando escuchó a Neji—Ya lo verán, los forenses se darán cuenta que no fue un suicidio.

—Eso queremos todos muchacho, pero ustedes como yo sabemos lo mal que Hiashi estaba últimamente... Para él, la perdida de todo su capital en los malos negocios que realizó, lo dejaron al borde de la locura, incluso las últimas llamadas que tuvimos, lo noté paranoico—los tres chicos miraron hacia Danzo y guardaron silencio—Ahora será mejor que vengan conmigo, no pueden quedarse en esta casa.

Los días siguientes, se determinó que efectivamente, la muerte del patriarca Hyuga, se debió a suicidio. Al ser menores de edad y no contar con familiares, los tres chicos quedaron al cuidado de Danzo, quien se encargó de pagar por el funeral y también por las deudas de la familia. La mansión fue embargada y ellos quedaron a la deriva. No quedándoles otra opción, que vivir de la caridad y la tutela de Shimura.

Neji se propuso a indagar más sobre lo que investigaba su tío, sin embargo, sus recursos eran limitados y poco tiempo después, Danzo le planteó la idea de mandarlo al ejército. El chico se negó y se molestó mucho, sin embargo, unos días después, les informó que se iba, puesto que era una excelente oportunidad para terminar con sus estudios académicos de ingeniería. Hinata y Hanabi le rogaron que no las dejara, pero el muchacho se mostró frío e inflexible en su decisión, no quedándoles más remedio que aceptar quedarse también sin él.

Ellas vivían en un pequeño departamento pagado obviamente por Shimura y no pasó mucho tiempo para que les echara en cara, lo mucho que gastaba en ellas. Hinata tuvo que literalmente madurar de golpe y hacerse cargo de la situación. Shimura le consiguió un trabajo de limpieza dentro de una fábrica de juguetes y con el sueldo, pudo independizarse de él. Pasados dos años, Hanabi le informó que le habían ofrecido una beca para estudiar en el extranjero, lamentablemente, no cubría el costo total de las colegiaturas, así que de nuevo, Hinata tomó las riendas y consiguió otro empleo... Si su hermana tenía la oportunidad de un mejor futuro, lejos de esa ciudad dónde las personas las veían como las hijas del suicida, ella lo haría posible a cualquier costo.

Lo cierto, era que luego de la ruina que enfrentó la prestigiosa familia Hyuga, quienes que se decían "amigos"pronto les dieron la espalda y los pasaban de largo sin molestarse en perder el tiempo con ellos, incluso en el trabajo podía sentir el despreció hacia ella, sólo les quedaron a lo sumo dos personas que continuaron con su apoyo por la amistad que tuvieron con Hiashi.

Con la determinación de un futuro mejor, logró reunir dinero y se enfrentó al paso mas difícil de todos... debía obtener el permiso de Danzo para que su hermana pudiera salir del país. No sabía prácticamente nada de ese hombre, lo único que escuchó de su padre era que Shimura tenía un hijo o hija mayor que Neji. No contaba con su número telefónico ni tampoco su dirección, sin embargo, en las escuelas donde asistían si lo tenían, dado que Shimura era el tutor legal, así que mediante ellos, logró ponerse en contacto con él. La respuesta fue un rotundo no, pero ella no desistió y luego de muchos ruegos, logró convencerlo, siempre y cuando, ella se hiciera cargo de todos los gastos.

Feliz con su logró, despidió a su hermana entre lágrimas de felicidad, pero no pasó desapercibida la advertencia que le hizo Shimura, quien le dijo que estaría en deuda con él y que algún día debería pagar ese "favor"

El fin justificaba los medios, así que no le importó acceder. Mas tarde, ingresó a la escuela de enfermería y con el tiempo obtuvo su título. Pronto comenzó a entrenar en el hospital local y cuando el plazo del entrenamiento llegó a su fin, fue contratada para trabajar. Dejó los otros trabajos y se dedicó de llenó a la enfermería. Su objetivo era especializarse en asistir a los médicos durante las operaciones y ya estaba tomando cursos en su tiempo libre, sin embargo, aún le faltaba un largo camino por andar.

Luego de un año trabajando y tomando cursos, le permitieron entrar con los médicos y los días que no había suficiente personal, ella los ayudaba durante los procedimientos quirúrgicos. Sabía que si lograba su meta, sentiría la increíble satisfacción personal, ademas, podía acceder a un sueldo mucho más alto.

No tenía amigos, así que sólo se encargó de gastar lo menos posible en la renta, uniformes de segunda mano y comida. Todo lo restante, lo juntaba para sus cursos y las colegiaturas de su hermana. Hablaba con Neji cada dos meses y desde que se marchó, no lo había vuelto a ver. Todavía no podía comprender como fue que de un día para otro, su primo accedió a ingresar en el ejército, a pesar de haberse resistido cuando Danzo propuso la idea, no obstante, durante las llamadas, él se notaba conforme, dándole la certeza que simplemente no quería lidiar con mas conflictos en su joven vida.

—¡Hinata...!—la voz de una compañera del hospital la sacó de sus pensamientos—¿Me escuchas? El doctor Sarutobi te necesita en traumatología.

—Discúlpeme Kede, no la escuche... En seguida voy—la enfermera de segunda edad asintió y cada una se dirigió a distintos lugares del hospital.

—Enfermera Hyuga... estamos cortos de personal en este momento, así que tendrás que asistir al doctor que llegó para realizar la cirugía—ella sintió que le fallaban las piernas, puesto que la cirugía iba ser muy complicada. El joven herido sufrió un accidente automovilístico, donde recibió daño en distintos lugares del cuerpo, pero lo que obligó a los médicos a llamar a un especialista, fue el traumatismo en el cráneo. Si no realizaban la cirugía, el,cerebro del joven recibiría daño irreversible, incluso la muerte.

—Pero yo nunca he asistido a ninguna cirugía de esa naturaleza—a pesar de ser muy buena en su trabajo, ella sólo asistió cesáreas y otros procedimientos quirúrgicos, que no eran tan delicados como el que se llevaría a cabo con el chico herido.

—No te preocupes, Kiri y Akiko estarán durante el procedimiento, ademas, confió plenamente en ti y no tengo dudas sobre tu capacidad—el director del hospital fue uno de quienes no les dio la espalda y para su buena suerte, siempre se portó amable con ella. Ante lo dicho, no pudo continuar argumentando, pues él confiaba en ella y no pensaba defraudarlo.

—Gracias por su confianza doctor Sarutobi—el médico veterano asintió.

—En ese caso, ven conmigo... te presentaré con el doctor Hashirama Senju—entraron en la zona de esterilización y enfocaron a un corpulento castaño al que le colocaban las batas médicas, mientras él levantaba los brazos ya con los guantes en sus manos—Aquí esta la enfermera de quien te hablé—el Senju sonrió abiertamente.

—Encantado de conocerte Hinata, El doctor Hiruzen me habló muy bien de ti—ella respondió al saludo y también procedió a realizar la esterilización del equipo que usaría durante la complicada cirugía.

El procedimiento se llevó a cabo durante cuatro horas en las cuales, Hashirama demostró el porqué, lo consideraban uno de los mejores especialistas del país. Para alivio de la ojiperla, ella pudo dar la talla junto a los otros asistentes y la cirugía concluyó con éxito.

—¡Terminamos...!—anuncio el Senju con una deslumbrante sonrisa—gracias a los tres por su ayuda... y espero que este muchacho, no vuelva a pasar por algo similar—los otros médicos que se mantuvieron mirando por las ventanas de cristal, felicitaron a Hashirama y él agradeció con amabilidad antes de ir a la sala de espera para dar las buenas noticias a la familia de su paciente.

Hinata terminó su turno y al pasar por la sala de espera, miró a la familia del chico. Ellos eran de los muchos "amigos" que los visitaban, cuando aún tenían riqueza y apenas cayeron en la ruina, les dieron la espalda. Sin perder mas tiempo en ellos, los paso de largo y se dirigió a su apartamento. Ese día había sido uno de los mejores de su vida y no permitiría que nada lo empañara.

La mañana siguiente, se despertó temprano y realizó su rutina diaria. Luego de tomar una cajita de jugo y una barra de granola se fue al hospital.

—¡Hinata que bueno que llegaste!—la morena se sorprendió cuando el director del hospital se fue hacia ella—Hashirama quiere hablar contigo—la felicidad de Hinata se esfumó por completo ante lo dicho por su jefe ¿Acaso hizo algo mal durante la cirugía? ¿El médico se quejaría por algo? Su rostro se puso mas pálido de lo que ya era y no lograba articular palabras—Te espera en mi oficina—el mayor le dio unas palmadas en el hombro y se marchó.

Lentamente tocó la puerta de la oficina y en segundos alguien abrió—¡Buenos días doctor Senju... el director me dijo que usted quería verme—se obligó a no tartamudear y afortunadamente, lo consiguió.

—Así es y seré claro contigo—el aliento de la Hyuga se escapaba de su cuerpo y su rostro debía reflejarlo—Estuve hablando con el médico Sarutobi sobré ti y aunado a tu excelente colaboración durante la cirugía, quiero ofrecerte un puesto en el hospital de Konoha—el castaño detalló por completo los beneficios en aceptar la oferta. Hashirama le comentó a Sarutobi acerca del ofrecimiento y el director sonrió complacido, pues el día anterior, se encargó de colocar a Hinata en la cirugía junto a él. El mayor sentía mucha pena por la chica y por todo lo que le toco vivir luego de la muerte de Hiashi. Su esposa y él, fueron los únicos en no darles la espalda y estaba completamente seguro que lo mejor para ella, sería irse así como Neji y Hanabi. En otro lugar podía comenzar de nuevo sin que nadie la juzgara por los actos de su padre—¿Que te parece mi oferta?

—N-no se que decir yo...—sus nervios la traicionaban y su cerebro trataba de procesar toda la información. La oferta era genial y sólo un tonto no aceptaría, pero no quería defraudar al director luego de haber confiado en ella.

—No tienes que preocuparte por poner tu renuncia con anticipación, porque el director me aseguró que no había problema en dejarte ir mañana mismo si así lo deseas—la joven lo miró sorprendida.

—¿De verdad?—Hashirama asintió—Entonces aceptó su oferta—continuaron con las explicaciones y Sarutobi se unió a ellos. Esa misma tardé, la morena se despidió de las pocas personas con quien hablaba y se dirigió a empacar sus cosas. Habló con el arrendador del apartamento y cuatro días después, se marchó. Dejaba muchos recuerdos en ese lugar, incluyendo el más importante de todos... dejaba la tumba de su padre.

...

Llevaba siete meses en Konoha y finalmente se sentía tranquila. En el hospital hizo amigas y lo mejor de todo... nadie la juzgaba, ni la nombraba la hija del cobarde Hyuga.

Tanto fue su cambio, que incluso logró reunir dinero y así comprar un boleto de avión para Hanabi. El mes anterior, su hermana la visitó en las vacaciones de invierno y pasaron su cumpleaños juntas. Durante dos semanas se divirtieron conociendo la cuidad. Hinata le presentó a sus amigas, Ino y Karin, ambas eran enfermeras. Karin al igual que ella, estaba recién llegada tanto a Konoha como al hospital y pronto se hicieron muy cercanas. Con los días miraron a la rubia durante las comidas en la cafetería. Ino al ver que eran nuevas, no dudó en acercárseles y así terminaron compartiendo diariamente las horas libres, haciéndose amigas.

Neji pareció feliz con el cambio de domicilio, sin embargo, evitó decirlo. Para ella no hicieron falta las palabras, conocía su primo y supo que estaba complacido con su logro. El castaño ahora era mayor de edad, pero no regresó del ejército debido a que no se le permitía desertar o de lo contrario podía atravesar serías consecuencias legales. Para Neji, el orgullo era algo serio y jamás dejaría que lo nombrarán desertor sin honor.

—¡Y bien! ¿Que les parece?—cuestionó Ino durante la hora de comer. La Yamanaka invito a ambas para ir a bailar en un nuevo antro. Desde que se conocieron, procuraban hacer algo todos los Sábados por la tarde... a veces rentaban películas y dormían en el apartamento de Hinata, en otras ocasiones, iban al cine y también habían salido a bailar, como lo harían esa noche.

—Por mi esta bien—Hinata sonrió. Desde que trabajaba en Konoha, podía incluso salir a divertirse sin pensar en que se quedaría sin comer. Las ventajas de aceptar la propuesta del doctor Senju, no sólo se limitaron a mejor salario y vivienda... también se le dio acceso a continuar con su especialización sin tener que pagar por ella, dado que el mismo hospital lo proporcionó. Debía quedarse con ellos a laborar por un mínimo de dos años cuando concluyera el curso y eso no fue ningún problema para ella, pues en ese lugar estaba aprendiendo mucho.

—Si ¿porque no?—respondió Karin despreocupada, luego de tomar las papas fritas del plato de Ino—¿Tampoco piensas comer eso?—la pelirroja apuntó la galleta de chocolate en el plato de Hinata. La Hyuga amaba las galletas, sin embargo, accedió a dársela.

—¡Que bien...! Entonces  a las nueve pasaré por ustedes—repuso Ino.

—¡Chicas! ¿Ya vieron eso?—la mirada de Ino, como la de Hinata se dirigieron hacia donde señalaba Karin.

—¿El?—cuestiono Ino mirando al corpulento y apuesto moreno que conversaba con la doctora de cabello rosa, Sakura Haruno. Karin asintió mirándolo como si tuviera corazones en los ojos.

—¿Los conoces Ino?—esta vez fue Hinata quien preguntó, al ver a otro hombre que también se acercó. La ojiperla se quedó hipnotizada por el encantador rubio de ojos azules.

—El de ojos negros es Sasuke Uchiha y el rubio que acaba de llegar, es Naruto Uzumaki... Entre esos tres hay un complicado triángulo amoroso... ¡Así que no te emociones de nuevo Karin!—la mencionada frunció el ceño como si estuviera ofendida.

—¿A que te refieres?—pregunto, sin dejar de mirar en dirección a Sasuke.

—¡Bueno! Por lo que he escuchado, Naruto está enamorado de la doctora Haruno, ella a su vez, ama a Sasuke—la ojiperla suspiro derrotada—y Sasuke, bueno él... él no parece amar a nadie, aunque duerme con la Haruno, sin embargo, se dice que ella también mantiene relaciones sexuales con Naruto a espaldas de Sasuke—concluyó Ino, también mirando hacia la mesa donde se hallaban los tres.

—Ahora entiendo a lo que te refieres con "complicado triángulo amoroso" Es una lástima—añadió Karin desviando la mirada y enfocándose en sus amigas—creo que ese  hombre, podría ser mi media naranja—Ino y la Hyuga negaron con la cabeza, puesto que durante el tiempo que llevaban de conocerla, habían perdido la cuenta de las veces que afirmó lo mismo.

—Como bien lo dije... esa información no me consta y sólo la escuché de personas cercanas a ellos, pues a quienes más conozco de la familia Uchiha es a Itachi, el hermano mayor de Sasuke y a sus primos mayores—Ino se encargó de aclarar lo dicho pues en realidad, no podía asegurarlo y a los parientes del azabache los conocía por su primo... Genma.

—No sería extraño que los dos hombre tuvieran interés en ella... la doctora Haruno es muy bella, ademas de ser excelente en su trabajo—agregó Hinata.

—Lo es, pero también es arrogante y altanera—Karin no había olvidado como estuvo bajo su mando el primer mes de su llegada y la fémina la había tratado como a una tarada que no sabía hacer nada. Las tres chicas se silenciaron en el momento en que los tres de quienes hablaban, pasaron junto a ellas. Las orbes de Sasuke se encontraron con las de Karin, por apenas un instante, lo cual fue el suficiente para que la pelirroja sintiera que se convertiría en gelatina. Ella nunca creyó en las ridiculeces de "amor a primera vista" pero ahora se lo estaba cuestionando... definitivamente, no iba poder sacarse de la cabeza a Sasuke Uchiha.

...

Las tres arribaron al club nocturno y comenzaron a pedir tragos. La idea era relajarse de estrés acumulado durante la semana laboral y media hora después, ya se hallaban en la pista bailando juntas.

Cansadas y algo sedientas regresaban a la mesa—¡Ino!—la rubia volteó para buscar a la persona que la llamó y se encontró con un apuesto castaño.

—¡Genma... que gustó verte!—ambos se abrazaron ante las curiosas miradas de Hinata y Karin—¿Cuando llegaste?

—Llegue hoy en la mañana—respondió y enfocó a las compañeras de la Yamanaka—¿Son tus amigas?

—Si... ven a nuestra mesa—el joven las siguió y la chica tomó la palabra—Genma, estas son Hinata y Karin, ambas son compañeras de trabajo y también mis amigas—el castaño las escudriño poniéndolas nerviosas—y este apuesto ejemplar, es mi primo Genma , de quien ya les había hablando.

—Encantado de conocerlas señoritas—Karin le dio un suave codazo a Hinata para que le ayudara a no derretirse. Apenas esa tardé aseguró haberse enamorado del Uchiha y ahora estaba deslumbrada por el primo de Ino. Si continuaba así, también quedaría igual cuando conociera al primo de Hinata.

—¿Viniste solo?—cuestionó Ino mirando por encima de su primo.

—Estoy con Yamato, Kakashi, Obito, Itachi y Shisui—el joven levantó el brazo y tras las ventanas de VIP se veían los mencionados.

—¿Y-Yamato está aquí?—las amigas de la Yamanaka la miraron sorprendidas por la voz vacilante que escucharon por primera vez, en la siempre segura rubia.

—Fue él quien te enfocó antes que yo—la chica miró hacia donde se hallaban los amigos de su primo. Yamato era el amor platónico de Ino. Lo conoció por medio de Genma, sin embargo, el siempre correcto Yamato, nunca la miró más que como a una niña, como a la pequeña y adorable prima de su mujeriego amigo. El hombre se había ido del país un año atrás y ella intentó olvidarlo, pero apenas escuchó su nombre, sintió que su corazón estallaría. No había puesto su atención en nadie más, por ese estupido enamoramiento y lo mas sano a esas alturas, era mantenerse alejada de él—y todos me pidieron invitarlas a unirse a nosotros ¿que dicen?—el varón miró directamente a Karin, la cual sonrió nerviosa y entusiasmada.

—NO... no creo que nos quedemos p-por mucho tiempo—las miradas en la mesa se dirigieron hacia la morena. Hinata no estaba acostumbrada a interactuar con el sexo opuesto, ella era muy tímida y cuando miró que los chicos las superaban en número, pensó que de ninguna manera debían aceptar.

—Hina tiene razón... estamos cansadas y es algo tardé—añadió Ino, mientras que Karin quería asesinarlas por no aceptar—da las gracias por nosotras y diles que quizás en otra ocasión—Genma envió un texto de su celular. No pasó ni un minuto y los varones levantaron los brazos en señal de protesta. Luego, dos de ellos se pusieron de pie posiblemente para ir hacia ellas, pero la Yamanaka fue mas rápida. Tomó a sus amigas y se las llevó casi arrastrando, dejando al castaño desconcertado.

—¿Que les dijiste para que huyeran así?—pregunto Shisui, quien llegó junto a Yamato.

...

Desde que llegaron y subieron al segundo piso donde se hallaba el espacio privado, enfocaron a las tres chicas. Ellas bailaban solas y pronto conocieron a Ino, sin embargo, las otras dos eran desconocidas por ellos. Shisui se sentía muy atraído por la hermosa rubia, pero dada la cercanía que mantenían con ella, sin olvidar el enamoramiento de la chica por Yamato y viceversa, prefirió nunca decir nada... solamente Itachi conocía esa atracción. Su primo le advirtió no intentar nada con ella, después de todo, no se trataba más que de una simple calentura y no sería justo ni para la chica, ni para Yamato.

Esa tarde, Madara le había dado el ultimátum sobre conseguir a una joven que logrará enamorarse de él. No estaba de humor para regresar a su hogar, así que accedió a la invitación de Obito sobre ir a beber con sus amigos en un recién abierto club nocturno. Sus planes eran simples... se encontraría con una chica dispuesta a irse con él y al día siguiente pensaría bien como resolver su pequeño problema, pero la suerte no parecía querer sonreírle y terminaron encontrándose con la sensual rubia.

La joven resaltaba entre todas las personas, sin embargo, no pasó mucho tiempo para que se quedara mirando una larga cabellera negra azulada que se movía al compás del pequeño y esbelto cuerpo de su dueña. Ella estaba de espalda y no lograba verle el rostro, no obstante, continuó sin apartar las orbes de todos y cada uno de sus movimientos. Aunque su atuendo no dejaba ver prácticamente nada de piel, era evidente por las prendas entalladas, lo bien formada que estaba. Su concentración fue interrumpida cuando escuchó a Yamato mencionar a Ino y momentos después, Obito le pidió a Genma ir por ellas para invitarlas a unírseles.

—Obito tiene razón... date prisa y diles que nos acompañen, después de todo, parecen estar solas... ¿No lo crees Yamato?—sugirió Kakashi al mismo tiempo que le guiñó un ojo en señal de complicidad. El mencionado se sonrojó. No había sido fácil de ocultar lo atraído que se sentía por la joven prima de Genma, sin embargo, Yamato era muy tímido y estaba seguro que Ino jamás se hubiera fijado en alguien como él. Cuando salió la oportunidad de alejarse del país por motivos laborales, lo hizo sin pensarlo. Quería olvidarla, dejar de sentir esa opresión en su pecho vada vez que la veía. A pesar de haberse mantenido lejos por tanto tiempo, apenas la encontró entre la marea de personas y todas sus emociones regresaron de golpe. Sin pensarlo, se tomó el trago que tenía en la mano... Quizás había llegado la hora de confesar sus sentimientos, ya que prefería arrepentirse de haberlo hecho y ser rechazado, que de nunca hacer nada, manteniendo la incertidumbre de lo que pudo ser.

—En seguida regresó—Genma se marchó sonriendo y les dio alcance cuando regresaban a la mesa, fue entonces que Shisui pudo mirar el rostro de la chica con cabellera azulada.

—Al parecer Genma ya capturó la atención de la pelirroja—soltó Itachi, quien se había mantenido en silencio.

—¡Que bien! Eso significa que si vendrán—añadió Obito. De pronto, Genma los apuntó y las chicas los enfocaron. Yamato se permitió sonreír al cruzar sus orbes con las de Ino. Luego la joven de cabello negro negó con la cabeza y un par de minutos después, Genma envió un mensaje diciendo que no aceptaron. Pensando que bromeaba, Shisui persuadió a Yamato para ir hacia ellas y cuando llegaron ya se habían ido.

—¿Porque se fueron?—inquirió Yamato muy desanimado.

—Ni yo mismo se que pasó—Genma todavía veía el lugar por donde se fueron las tres chicas.

Shisui prefirió marcharse. Tenía mucho dentro de su cabeza y gracias a su familia, su orgullo había sido puesto a prueba. Si bien es cierto que su comportamiento no había sido el mejor, tampoco tenían derecho a juzgarlo y todo fue de mal en peor desde que se involucró con esa mujer, la cual resultó ser casada. No era su intención pues no tenía necesidad de buscar mujeres con compromisos y para cuando lo supo, ya era demasiado tarde, puesto que el esposo también se enteró y todo por la insistencia de esa mujer en querer continuar con la aventura.

El marido se puso como loco y llegó a su casa dispuesto a todo. Él no quería pelear pero ante lo molestó que se encontraba el hombre, no le quedó mas remedio que responder. La riña quedó inconclusa con la llegada de la esposa quien se llevó a su marido y desde ese día, no volvió a verlos, incluso los mensajes, llamadas y todo el acoso por parte de ella cesó. Dos semanas después, sufrió un intento de secuestro, del cual logró escapar y eso empeoró aún más, su ya precaria imagen frente a su familia. Todos insistían en que el secuestro fue consecuencia de esa mujer casada.


[...]

Los días pasaron y esa tardé de Viernes, Hinata preparó algo para cenar, pues apenas tuvo tiempo de comer algo durante el día laboral... Como cada dos meses recibiría la llamada de Neji y se sentía muy feliz. Años sin verlo le hacían sentir mucho anhelo por querer tenerlo cerca, por estar de nuevo los tres unidos como en el pasado. En la última llamada, su primo le contó que ya tenía novia. La chica era una compañera del ejército y según la descripción física, ella era muy bella. Hanabi también le contó sobre lo apuestos que eran los chicos de su escuela. Se sentía muy feliz por ellos, de esa manera ya no estarían solos.

La llamada se estaba retrasando y se levantó del sofá para preparar leche con chocolate. Sirvió el contenido en un vaso y escuchó que sonaban a la puerta. Frunció el ceño, puesto que Ino y Karin se hallaban en sus hogares y ellas eran las únicas que la visitaban.

Tocaron de nuevo y colocó el vaso en la mesa para ir abrir. El rostro de la joven palideció al mirar al visitante—¡Señor Shimura!

—Ha llegado el tiempo de pagar el favor que hice por ustedes—soltó el anciano en tono mas apático que de costumbre.

Continuara.

Bueno... me disculpo por demorar tanto en subir el primer capítulo y trataré de no tardar en continuar subiendo los siguientes. Me disculpo por los errores de ortografía que se me pudieron quedar atrás, en cuanto los encuentre, los iré corrigiendo 😊💕

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top