Amar no es algo ilegal

Advertencia: AU, lenguaje vulgar, homofobia y parejas homosexuales.

-¿Yo te gusto? - Preguntó.

-¿A qué te refieres?

-Tú me gustas - Hizo una pausa, en la cual se miraron a los ojos- ¿Eso está bien?

-Sí- Respondió casi inmediatamente - Está más que perfecto.

(...)

Los secretos no eran algo bueno, pero aún así, debían haber algunas excepciones, como los de esta historia.

En la secundaria de Konoha, en Estados Unidos, corría una rubia de acá para allá intentando buscar a sus dos amigos y compañeros en un trabajo de biología. Era la hora de salida, y todos los pasillos estaban llenos de alumnos guardando cosas en sus casilleros o conversando mientras salían. Ella visualizó a los chicos saliendo de un salón y corrió hacia ellos.

- ¡Ino! - la saludó el castaño.

- ¡Shikamaru, Choji! Por fin los encuentro. Hoy tengo planes y no puedo reunirme con ustedes para hacer el proyecto, pero ya hice el primer ejercicio, sigan ustedes con el segundo y el tercero. - Les ordenó algo apurada, pues debía llegar a un lugar rápido.

Shikamaru tomó la hoja con la parte de la tarea hecha, mientras que Choji levantó una ceja, haciendo un gesto coqueto.

- Mm Ino apurada. Esto solo me suena a que tienes una cita, ¿no es así? ¿Lo conocemos? - preguntó.

Ino rió nerviosa, para luego balbucear cosas inentendibles y huir lo más rápido que pudo, dejando a su amigo con la gran duda; ¿quién será ese chico? Aunque la verdadera pregunta es si es que lo era.

La Yamanaka tomó prestado el auto de su padre. No tuvo tiempo de parar en alguna cabina telefónica para avisarle a su cita que llegaría un poco tarde. Estacionó lo más rápido posible y entró al cine. Llegó a la sala correspondiente, donde se encontraba Sakura Haruno, quien estaba a punto de perder la paciencia al ver que su novia se estaba retrasando.

- ¡Por fin! Ya iba a ser 2010 y tú no ibas a llegar.

- Ay no exageres frente, llegué a tiempo, y en el año 1985. Además, la película aún no empieza por suerte. No me la puedo perder, tenía muchas ganas de verla.

- Pues claro, yo también. Karate Kid es una de las mejores películas que se estrenó el año pasado y aún no la hemos visto, y todo porque no querías arriesgarte a que te vieran en el cine conmigo - dijo Sakura con un poco de ofensa en su tono de voz.

Ino y Sakura llevaban casi un año de novias y estaban muy enamoradas, aunque su manera de demostrarlo era algo extraña, ya que nadie sabía de su romance, pero a Ino tampoco le interesaba que la gente lo sepa. La rubia era una chica bastante popular en la escuela. Tenía muchos chicos detrás suyo, bastantes amigos y amigas, era extrovertida, se llevaba bien con los directivos y era sobresaliente por su belleza y participación en el equipo de porristas. Tuvo algunos novios hace tiempo, pero nunca había sentido por nadie lo que sentía por su actual novia.

La gente no era de mente abierta, la mayoría de los hombres que conocía solo pensaban con sus genitales, y no se molestaban en entender los problemas de las mujeres. Ni hablar de los chistes racistas y homofóbicos que hacían. Y por alguna razón, todo el mundo veía a Ino como una mujer completamente heterosexual, nadie esperaría de ella una relación amorosa con otra mujer. El problema era que a Ino le gustaba su vida, amaba la reputación que tenía. Se sentía bien ser amada por todos, pero hablar sobre su noviazgo le arrebataría todo.

Es por esa razón que Ino prefería mantener en secreto, tener citas con Sakura en lugares alejados de la ciudad y así evitar a sus conocidos y amigos.

Al principio Sakura lo entendía, también era la primera vez que tenía novia, sin embargo con el paso del tiempo, a la pelirrosa comenzó a desagradarle la idea de seguir ocultando sus sentimientos por la rubia. Quería que todo el mundo lo supiera, gritarlo a los cuatro vientos que ella era su mundo, sin importar las críticas. A pesar de estar en desacuerdo con lo que Ino le pedía, lo hacía, no quería perder a la única persona que amaba.

Sakura no sobresalía de la multitud. En la escuela prácticamente pasaba desapercibida y no hablaba con mucha gente, en su lugar, le gustaba leer, pintar y hacer deporte.

La mente de la pelirrosa salió de su trance al sentir que su mano estaba entrelazada con la de su novia, quien le sonrió antes de que las luces se apagaran y empezara la película.

- Daniel es guapo - le dijo la rubia a su novia para molestarla. Esta le dio un codazo fingiendo celos, a lo que Ino rió. La Yamanaka miró alrededor, no había mucha gente en la sala, y estaban concentrados en lo que pasaba en la película, por lo que ambas chicas se miraron. Se dieron un corto, pero cálido beso, el cual reconfortó y calmó el remolino de emociones de Sakura. No era el primer beso que se daban, pero cada uno era disfrutado y saboreado a fondo por parte de las dos.

Sus manos no se separaron en toda la película, pero lamentablemente cuando las luces se prendieron, se soltaron. Salieron de la sala tranquilamente, pero alguien las tomó del brazo y fueron llevadas al baño de mujeres. La puerta fue cerrada con llave, y al darse vuelta, Sakura e Ino se encontraban cara a cara con Karin Uzumaki.

- No lo puedo creer. Ustedes dos son un asco. - Dijo la pelirroja.

Ino tenía el corazón en la boca, y este comenzó a latir muy rápido. Que idiota había sido al mostrar afecto en público, se había descuidado.

- Karin ¿Qué es lo que haces aquí? - preguntó Sakura con nervios. Sí, ella quería que la gente lo sepa, pero no de esta manera.

- Trabajo aquí. Puse la película y las ví. Me quedé porque me parecía raro que tu, Ino, hayas ido al cine con esta rara. Pero cuando las vi besarse por Dios me dieron ganas de vomitar. Me dan asco. Esto que hacen está mal. - Habló Karin enojada.

Ino temblaba, pero estaba dispuesta a discutir, cuando su novia la interrumpió.

- Tienes razón Karin. Creo que solo estamos confundidas, ya sabes, solo tuvimos curiosidad, pero pensamos lo mismo que tú, estás en lo cierto. - Dijo Sakura sorprendiendo a la rubia.

- Está bien si no quieren que su secretito esté en todas las bocas de la escuela, terminen la asquerosidad que tienen como relación porque NO ES NORMAL.

- Es cierto, todo esto solo olvida que lo viste. Fue un error influenciado por la curiosidad y la confusión. Fue solo un beso- Ino bajó la mirada al escuchar las palabras de su novia, si es que lo era, ya que hablaba con tanta firmeza que no sabía decir si estaba fingiendo o no.

- Eso espero, terminen lo que sea que tengan.

Dicho esto, Karin se dirigió a la puerta y la abrió, pero no se fue sin antes dedicarles una mirada llena de repugnancia, la cual provocó que la rubia soltara las lágrimas que había estado conteniendo desde el inicio de la conversación. Su peor pesadilla se había vuelto realidad, pero su mayor miedo era enfrentarla. La rubia no podía entender cómo era esto posible. Ellas siempre habían sido cuidadosas y ahora todo estaba arruinado. Sakura se apegó a ella y la abrazó. Salieron del cine con el corazón saliéndose del pecho y se subieron al auto del padre de Ino.

Las dos estaban en silencio. Ino no era capaz de hablar, y Sakura no sabía qué decir. La Yamanaka comenzó a manejar hasta llegar a la casa de la pelirrosa luego de un rato. Estacionó, pero ella no bajó del auto, por lo que decidió hablar.

- Lo que dijiste - inició Ino. Sakura la miró, y tras pocos segundos de silencio entendió lo que le quería preguntar. Alterada, comenzó a negar fuertemente.

- ¡No, no, no, no, no! ¡Ino por Dios, jamás lo diría en serio! Solo era para que la idiota no abra la boca. - soltó un exagerado suspiro de alivio, lo que causó una risita por parte de la pelirrosa. - Lo lamento si te confundí.

- Tranquila, no pasa nada. Pero al menos creyó lo de la ruptura. Supongo que ahora hay que cuidarnos el doble, o no, deberíamos dejar de ir a lugares públicos. O podríamos ir a lugares mucho más alejados.

- Amm si, claro - dijo Sakura algo incómoda ante las ideas de su novia, pero ya habían tenido un día suficientemente estresante, y no quería discutir ahora, por lo que se despidió de su novia y salió del auto.

El presentimiento de que algo malo iba a pasar obstaculizó el sueño de Ino en la noche. No podía quedarse completamente tranquila. Estaba nerviosa, y con miedo, pero eso no podía impedirle ir a la escuela.

(...)

Salió de su casa camino a la escuela apenas terminó de desayunar. Por cada paso que daba, sentía su corazón latir más fuerte y rápido, como si estuviera por salir de su pecho. Al entrar a la escuela, tenía un miedo cerval que le atormentaba la cabeza. Estaba tan concentrada en lo que sentía, que chocó con Temari, su compañera de clase.

- Oh, como lo siento Temari. - se disculpó.

- Ugh - Gruñó con una expresión de asco - si, se ve que sientes muchas cosas que no deberías sentir- le dijo agresivamente para luego dejar a la Yamanaka muda, y con la sangre helada.

Temari era malhumorada algunas veces, pero nunca la había tratado así. Miró a su alrededor, y tembló cual hoja al ver a toda la gente mirándola con repulsión y hablando y secreteando entre sí. Todos los ojos estaban puestos en ella. Sintió como su brazo era bruscamente agarrado. Shikamaru la llevó hasta las gradas del campo deportivo. Allí la soltó y la miró a los ojos. Choji apareció pocos segundos después como siempre, comiendo papas fritas.

- Ino, dime que no es cierto. - a este punto, la chica estaba casi llorando. Karin las había delatado.

- ¿De qué hablas Shikamaru? - preguntó ella haciéndose la tonta.

- No te hagas Ino. ¡¿Es verdad que te besaste con Sakura en un cine?!

La Yamanaka se quedó en silencio unos segundos, dudando en contestar con la verdad o mentir. Pero Choji y Shikamaru eran sus mejores amigos desde la primaria, eran de las personas que más la conocían, por eso no quería ocultarles el inmenso amor que tenía por la Haruno. Estaba segura de que la aceptarían.

Pero no todo sale como uno quiere.

Al ver como la rubia asentía con la cabeza tímidamente, Shikamaru cambió a una expresión nefasta.

- Por Dios Ino. ¿Qué carajos estabas pensando? Eres una chica y ella también. Eso no está bien. ¿Qué es lo que te hizo Sakura como para acabar así? - Habló el pelinegro con un tono desagradable.

- ¡Ella no hizo nada! estoy enamorada de ella- se defendió.

- Oye Shikamaru, no tienes por qué enojarte. Que Ino haga lo que quiera. Sólo está enamorada. - interrumpió Choji sin dejar de comer.

- ¡No Choji! Ella tiene que entender que lo que está haciendo no es normal. El hombre va con la mujer, no mujer con mujer u hombre con hombre. No seas estúpida Ino.

La tristeza de la rubia había sido reemplazada por ira al escuchar las últimas palabras de Shikamaru. Sin pena ni miedo, le dio una cachetada al Nara, para luego salir del lugar y correr a la salida de la escuela. Por otro lado, el Akimichi le lanzaba una mirada de desaprobación por sus recientes palabras a su amigo, el cual no despegaba su mano de su mejilla.

No fue cuestión de tiempo para que Sakura oyera lo que decían de ella y su novia. Ya podía imaginar el estado de Ino. No tardó más de cinco minutos en encontrarla en el cuarto donde se guardaban los instrumentos musicales, los cuales no eran usados por nadie. Siempre se escondía ahí cuando no quería ver a nadie.

Estaba arrodillada, ocultando su rostro y abrazando sus piernas cual niña pequeña. Verla llorar era una de las cosas que más odiaba. Se veía devastada y tan frágil, que parecía que se estaba por quebrar en mil pedacitos. La Yamanaka no se atrevía a mirarla a los ojos. Se sentía abrumada por la humillación que acababa de recibir.

La pelirrosa suspiró con tristeza. Se agachó a su altura y tomó el rostro lleno de dolor de su chica entre sus manos. Con su pulgar limpió la lágrima que acababa de caer de sus hermosos ojos azules, los cuales ahora parecían de vidrio, con un color rojizo en la esclerótica. Con la manga de su suéter secó las mojadas mejillas de la Yamanaka, para luego mantener un contacto visual entre esmeralda y zafiro.

Se quedaron varias horas ahí, sin pronunciar una sola palabra hasta que ya era hora de volver a casa.

A la mañana siguiente, Ino no tenía escapatoria. No sabía cómo, pero debía encontrar una excusa perfecta para todo este problema antes de que empeore.

- Disculpa, Ino - la llamó un azabache. - ¿Puedo hablar contigo en privado?

La Yamanaka se dio vuelta. para encontrarse cara a cara con la que sería su excusa.

(...)

Habían pasado ya cuatro meses desde que había iniciado la hermosa relación de la carismática pareja; Ino y Sai. Se veían tan enamorados y lindos juntos. Todo el curso hablaba de ellos, mientras que los rumores sobre la relación de la rubia y la pelirrosa habían desaparecido de las bocas de la gente.

Ino jamás haría eso, ¿no? Ella estaba con Sai, y Karin solo había mentido para llamar la atención o había visto mal.

Bueno, al menos eso pensaba la gente.

Esa tarde de abril, la rubia canceló nuevamente sus planes con su novio. Tenía mejores cosas que hacer, y ninguna era con él. Corrió hacia el pequeño teatro abandonado cerca de su casa. Casi nadie iba ahí, estaba demasiado sucio y destruido como para que los adolescentes hicieran fiestas, y lo suficientemente conocido cómo para que alguien quisiera explorarlo.

Se subió al escenario y dejó su mochila de la escuela. De repente, alguien la tomó por los hombros y le gritó en el oído, sobresaltando y asustando a la pobre chica.

-¡BOO! - le gritó Sakura.

- ¡AY, TONTA! Me asustaste, creí que aún no habías llegado. - Sakura rió como respuesta, para luego ser besada en la mejilla por su novia.

No, no habían dejado su romance. Para ser como el agua y el aceite, eran medias naranjas, y eso nunca cambiaría.

Sai le había declarado sus sentimientos a la Yamanaka unos días antes de que comenzaran las habladurías sobre ella. No le había podido dar una respuesta, hasta que cuatro meses atrás la llamó cuando estaba yendo a la escuela. Él necesitaba saber si esos rumores sobre ella eran ciertos, y no podría hacerlo si no se lo preguntaba directamente, y ahí es cuando Ino encontró su excusa. Le negó por completo a Sai su verdadera sexualidad y aceptó los sentimientos del chico, convirtiéndose inmediatamente en su novia.

Y así de fácil, en tan solo una hora ya todos estaban al tanto de su relación.

Al principio, Sakura aceptó la decisión que Ino había tomado, a pesar de que no se lo había consultado, pero al pasar de las semanas, su paciencia se estaba colmando. Tener que ver las muestras de afecto entre Sai y su novia le daban ganas de vomitar. Por meses todos solo hablaban de ellos y solo de ellos. Ella también tenía un límite, e Ino lo había sobrepasado.

No soportaba el hecho de tener que besar a su novia sabiendo que sus labios no eran sólo suyos, sino que un engendro pálido sin personalidad también los saboreaba.

- Bien, me dijiste que querías hablar conmigo y aquí estoy. Soy toda tuya. - habló Ino separándose un poco de Sakura.

- Ese es el problema. No eres mía. - apartó la mirada, evitando mirarla a los ojos. La sonrisa de la rubia desapareció y fue cambiado con un semblante serio y confundido.

- ¿A qué te refieres, Sakura?

- Ino, estoy harta de estar en las sombras. Desde que iniciaste tu relación con Sai sin consultarme no me siento bien. Casi no te veo por estar saliendo con él y cuidando tu reputación como la chica santa, pero esto no nos está haciendo bien ni a ti ni a mi. Tú estás cansada, estás peleada con Shikamaru y tienes que soportar la mentira. Debes romper con Sai y hay que hablar de lo nuestro con todos.

- ¡NO! No podemos abandonar este plan ahora. Todo está saliendo bien Sakura, y sabes bien que no quiero que la gente sepa lo nuestro. Estamos bien así. ¡¿Cómo puedes ser tan egoísta?!

Sakura soltó un suspiro ante las últimas palabras de la rubia sin poder creer lo que decía. Su labio inferior tembló, y sintió cómo un nudo se comenzó a formar en su garganta.

La había llamado egoísta. Inmediatamente recordó su discusión con sus padres hace casi un año. Fue tan ingenua que pensó que su buena relación con ellos podría tapar su homofobia. Lamentablemente la Haruno se dio cuenta por las malas que se equivocó.

- ¡¿Egoísta, yo?! - levantó el tono con su voz quebradiza - me adapté a tí por más de un año e hice todo lo posible para que esta relación funcione. Sacrifique mucho para estar contigo, ¡no tengo contacto alguno con mis padres desde que les conté de lo nuestro! pero estabas tan ocupada pensando en tí que ni lo notaste. Me estás diciendo egoísta por no querer que mi novia besé a un tarado sólo para ocultar que está conmigo.

La Haruno se colocó correctamente su mochila y miró con decepción a la Yamanaka.

- Sakura, sabes que haría cualquier cosa que me digas, pero

El pero por parte de Ino nunca faltaba cuando hablaban de este tema, y la pelirrosa ya no podía.

-Esta relación en serio podría funcionar si lo intentaramos.... pero se ve que tú no quieres y sinceramente yo ya no sé si quiero seguir haciéndolo.

Los ojos de Ino se abrieron con sorpresa. Sin poder siquiera responder, vio como ella, la chica por la que estaba derretida, quien le revolvía el estómago y enloquecía su cabeza, bajaba del escenario, dejándola sola junto con su corazón.

(...)

Shikamaru llevaba más de quince minutos parado frente a la puerta de la casa de su ex mejor amiga. Hace tiempo que quería hablar con ella. Aunque él no lo admitiera, la extrañaba mucho. Ella formaba parte del icónico trío de la clase, pero desde que ella le había confesado su enamoramiento por Sakura Haruno, todo cambió. luego de aquella discusión y el buen golpe que recibió, estuvo varios días enojado. Insistía en tener razón, que toda esa escena fue debido a la inmadurez y confusión de Ino.

Comenzó a cuestionarse si de verdad sus pensamientos estaban en lo cierto cuando se enteró de la relación entre Sai e Ino. Su amiga antes eufórica, gritona, ruidosa y alegre fue intercambiada por una extraña sin alma. Se dio cuenta bastante rápido que el romance entre ellos era falso para Ino, no por nada era el más inteligente de la clase.

Una mañana, su amigo Naruto se acercó a él para hablarle. Había escuchado su discusión con Ino semanas atrás, y estaba decepcionado de Shikamaru. Él había incluido y aceptado al rubio de niños, ya que la mayoría lo excluía por el simple hecho de haber sido adoptado, y le molestaba mucho que haya rechazado así lo que Ino es.

Shikamaru no tardó en cuestionar sus pensamientos. La Yamanaka era su mejor amiga, y la quería mucho, pero si lo hacía, debía comenzar por aceptarla y apoyarla. Ella estaba enamorada de Sakura, y si así era feliz, entonces él también lo era. Aún no estaba completamente seguro si era lo correcto para ella, pero ya lo averiguaría.

Estaba por tocar la puerta, cuando escuchó unos sollozos. Volteó a la derecha, para encontrar a Ino cabizbaja, con los zapatos en la mano y una mirada sin brillo.

- ¿Ino? ¿Qué te sucedió? -se acercó a ella y la tomó del hombro en señal de preocupación.

Sin recibir una respuesta, la rubia rompió en llanto. Nunca creyó que le estaría haciendo mal a Sakura, siempre quiso la mayor felicidad para ella, pero se terminó contradiciendo a ella misma cuando la hizo sentir que no era amada por su propia novia.

El primer instinto del pelinegro fue abrazarla, aún sin entender absolutamente nada. A pesar de no ser muy demostrativo en cuanto afecto con ella, lo destrozaba ver a la chica sufrir.

- Siento mucho haberte dicho esas cosas - le susurró en el oído. - Jamás serás estúpida por amar a alguien. - Al oír esto, las lágrimas de la rubia sólo aumentaron.

- No tiene caso. - habló tratando de calmar su llanto - Ella me dejó. Mi noviazgo con Sai era falso. Solo lo usé para que se desmintieran los rumores sobre nuestra relación, pero haciéndolo sólo la termine destruyendo.

- Si la destruiste, tienes que reconstruirla. Sé que es difícil con esta sociedad de mierda, pero tú la amas y ella a tí, y no soy experto en amor, pero según tengo entendido eso es lo que importa.

La Yamanaka rompió el abrazo para mostrarle la pequeña sonrisa que le había sacado su amigo. Estaba feliz de que Shikamaru esté interesado en apoyarla y que se haya dado cuenta de su error, pero sentía que no era lo suficiente para tapar el sentimiento de vacía ahora que Sakura no estaba a su lado.

Pero el Nara tenía razón. Ella no estaba lista, ni tenía intención alguna de decirle adiós a la pelirrosa. A pesar de haber cometido equivocaciones, estaba dispuesta a amarla por siempre, y se lo iba a demostrar.

- Gracias Shikamaru, sé qué hacer. - habló la rubia con seguridad.

(...)

En la semana la rubia no había visto a Sakura, ya que ella se había esforzado en evitarla a toda costa, pero ese viernes, ella no tenía donde ocultarse. Era el día donde la clase comía en el comedor, un infierno para muchos, pero la ocasión perfecta para la Yamanaka.

Ino apenas podía agarrar los cubiertos. Sus manos temblaban cual hoja en otoño, y el nudo en su garganta le impedía tragar su alimento. Levantó la vista hacia sus amigos cuando Choji la tomó del hombro. Naruto, Shikamaru y él la estaban apoyando, y era todo lo que necesitaba.

El Akimichi le extendió su mano con la bolsa del paquete de papas fritas que venía comiendo desde hace rato. La rubia miró dentro y vio la última papa.

- Puedes comerte la última papa frita, te va a dar suerte. - le dijo Choji con una sonrisa.

Ino sonrió. Tomó la papa y se la metió en la boca. Esto sería una locura, pero no por qué lo sea signifique que sea algo malo. Con nervios, se paró arriba de su silla. Nadie la notó debido a que el comedor era un bullicio y la gente estaba en lo suyo. Al ver que todos estaban distraídos, para llamar la atención, el pelinegro golpeó sus cubiertos contra el borde de la mesa, logrando que las miradas de los demás fueran a parar a Ino, pero a ella sólo le importaba la que provenía de Sakura. La pelirrosa se encontraba sentada a algunas mesas de distancia, prestando suma atención a lo que estaba por decir la Yamanaka.

El silencio inundaba el comedor, pero la rubia decidió que era momento de romperlo.

- Hola. Amm todos aquí me conocen, soy Ino Yamanaka. Soy buena estudiante, amiga de Choji y Shikamaru, parte del equipo de porristas, me llevo bien con todos ustedes Lamento que esto parezca un estúpido discurso de películas románticas, pero es algo que en serio necesito decir. - hizo una pausa de varios segundos para tomar aire, y mirar fijamente a la Haruno. - Como saben, hace varios meses corrían rumores sobre mí. Decían que estaba en una relación con Sakura, y yo nunca lo negué porque todos suponían que no eran ciertos cuando comencé a salir con Sai.

Respiró hondo con algo de dificultad. Le sonrió a la pelirrosa, la cual entendió perfectamente lo que estaba haciendo y correspondió el gesto. Esa simple expresión de parte de ella logró darle seguridad a Ino. Miró firmemente a todos lista para continuar.

- Pero los rumores son ciertos. Estoy enamorada de Sakura, y ninguna de sus acciones de mierda van a hacer que me avergüence de estarlo.

No tardó nada en comenzar a recibir abucheos, insultos y críticas, pero nada de eso le importaba, Ino sólo tenía ojos para Sakura en ese momento, y para siempre.

La Yamanaka saltó de la silla. Hacía la vista gorda, centrándose únicamente en caminar hacia aquella pelirrosa que alborotaba su corazón. Se acercó a ella con una media sonrisa , para mirar esos hermosos ojos esmeralda.

- De verdad quiero intentarlo, y así fue. ¿Lo hice bien? - preguntó la rubia.

Sakura soltó una risa - Fue más que perfecto.

La pelirrosa entrelazó su mano con la de su novia, formando una cálida sensación en sus corazones. Caminaron sin soltarse hasta el pasillo, el cual estaba vacío.

Detuvieron el paso para intercambiar miradas. Sus cuerpos se enfrentaron, y sus labios se prepararon para sentir nuevamente el mejor sabor que podrían haber probado antes. La cercanía entre sus rostros hizo que sus narices rozaran, hasta unir sus labios en un delicado beso.

Se separaron pocos segundos después para seguir caminando. Sí, definitivamente era el mejor sabor que había.


N/A

Bueno, como ven, traté de enfocarme en este lindo shipp. Me gustó bastante escribir sobre este cuando hice Venganza de San Valentín, así que decidí hacerle historia propia, espero que no se hayan decepcionado xd Solo espero no haber ofendido a nadie con ese tema.

¿Qué les pareció?

¡Nos leemos!

La Esposa de Itachi

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